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Texto Uno cultivo del estilo y dominio de las ideas.

En un breve ensayo
de su obra Uno y el universo, Ernesto Sábato ilumina con
1. […] El propósito de cualquier ensayista de cualquier claridad este aspecto al señalar la necesidad de citar a otros
época, pues, consiste en someter a verificación contable y autores para no incurrir en esa pedantería al revés, propia
real unas ideas que de otra manera tendrían un peso de los sabios, quienes se caracterizan por citarse a sí
inapreciable en sí mismas. Ensayista es aquel que sopesa. mismos y despreciar las opiniones de los demás. Sábato
“Pesar y examinar”, diría Bacon. En virtud del ensayo la propone, a cambio de ello, “una dosis amistosa de citas” con
incalculada y a veces etérea realidad del pensamiento se el fin de no incurrir tampoco en la vanidad de quienes
somete a una labor de ponderación (de pondus, peso), que parecen tener sólo el interés de aparecer como eruditos.
confluye, ante todo, en una revaluación o en un nuevo Distante de ambas formas del engreimiento, el ensayista
descubrimiento. Hablando con rigor, no resulta posible posee una condición peculiar como lector. Su objeto de
afirmar la existencia de un verdadero ensayo sin que se dé lectura lo constituye el caudal de la cultura existente, pero
al mismo tiempo una revaloración de las ideas existentes. El también, y de manera fundamental, la realidad que lo
verdadero ensayo no se constituye jamás en el medio para circunda.
la transmisión de lo que ya se sabe. El ensayo comporta
siempre novedad y lo propio de su labor reside en la Fragmento de VÉLEZ, Jaime Alberto. “El ensayo: el más humano de los
géneros”. El Malpensante, Nº 8, ene-feb 1998.
búsqueda, la pesquisa y la indagación que, por fuerza,
suponen un hallazgo, esto es, un peso hasta ese instante 1. El párrafo 1 presenta una idea central, la cual dice que:
desconocido. A. El ensayo consiste en la ponderación de unas ideas
para revaluarlas o proponer nuevas visiones.
2. Pero la ponderación del ensayista no se refiere tanto al
B. Mediante el ensayo se someten a verificación unas
equilibrio o a la posición juiciosa, como al compromiso, ese
ideas a través de un proceso de revaloración.
sí radical, con el peso de las ideas. El ensayista no es el fiel
C. Lo propio del ensayo reside en la búsqueda, la
de la balanza, sino la carga en el plato. Si el propósito del
pesquisa y la indagación del pensamiento.
ensayista residiera en el justo medio, el ensayo podría
D. La revaloración de las ideas existentes constituye la
asimilarse a una mera demostración. El sopesar, en cambio,
esencia del ensayo.
implica la confrontación, el contrapeso, la verificación
realizada a partir de distintas opciones y posibilidades.
2. La palabra fiel tiene el mismo sentido de:
Puesto que ensayar supone movimiento, el verdadero
A. Platillo.
ensayo no representa un término absoluto. Supone riesgo y
B. Plataforma.
aventura. Una expresión como “ensayo doctrinario”
C. Brazo.
carecería por completo de sentido. Nada más significativo,
D. Aguja.
en consecuencia, que Montaigne haya elegido la palabra
“ensayo” para denominar sus indagaciones libres y
3. Siguiendo lo dicho en el párrafo 2, sopesar requiere:
universales. Como resulta significativo, de igual manera, que
A. Confrontación y verificación.
el primer intelectual de la cultura occidental, Voltaire, hubiera
B. Exposición y argumentación.
encontrado en este género el vehículo más idóneo para
C. Verificación y demostración.
debatir con absoluta libertad las ideas. Géneros cercanos,
D. Demostración y argumentación.
como el tratado o la tesis doctoral, poseen, en cambio, un
compromiso inapelable con una verdad que pretenden, a
4. El ensayo tiene un compromiso inapelable con la:
toda costa, demostrar. Así que nada más contrario a la
A. Exposición.
naturaleza del ensayo que los manifiestos, las declaraciones
B. Descripción.
de principios, los textos doctrinarios, los análisis basados en
C. Confrontación.
un método, las normas, las encíclicas, los catecismos y los
D. Demostración.
reglamentos. Ensayo significa, por esencia, un intento —uno
más entre varios posibles— de aproximarse al objeto de
5. El autor, en el párrafo 3, menciona que el ensayo debe
conocimiento.
reunir dos condiciones mínimas:
3. Un gran ensayista convence en la mayoría de los casos A. El equilibrio y la posición juiciosa.
por virtudes inapreciables que tienen que ver más con el B. El cultivo del estilo y el dominio de las ideas.
estilo o con el tono que con la ortodoxia del raciocinio. Esto C. El estilo o el tono y la ortodoxia del raciocinio.
tal vez llevó a Ortega y Gasset a afirmar que “el ensayo es la D. La erudición y el sondeo de opiniones existentes.
ciencia menos la prueba explícita”. El carácter de tanteo que
posee lo convierte en el medio más apropiado para la labor 6. La distinción entre un novelista y un ensayista (párrafo
intelectual, debido a su distancia con respecto al afán de 3) se puede ver en que este escribe:
verdad y a la manía de las conclusiones radicales. Al A. Para comprometerse con una verdad.
denominar ensayos a sus discursos, Montaigne propuso un B. Para hacer una exploración horizontal.
modo de sopesar sus propias ideas confrontándolas con las C. Impulsado por el conocimiento de ideas y opiniones
ajenas. Pero, menos que la erudición, contra la cual dedica sobre un tema.
uno de sus más memorables ensayos, lo que guiaba su D. Como si nadie más lo hubiera hecho en la historia
labor era el interés de avanzar mediante el sondeo de de la humanidad.
opiniones existentes, de Roma y de Grecia en especial. Y es
este aspecto, además, el que permite deslindar el ensayo de 7. A partir del texto, ortodoxia puede definirse como:
otros géneros literarios. Mientras un poeta o un novelista A. Un conjunto de iglesias cristianas y ortodoxas.
escriben como si nadie más lo hubiera hecho en la historia B. Lo que está sometido a un poder o ley extraña.
de la humanidad, el ensayista, por el contrario, escribe C. El arte de usar el raciocinio.
impulsado por el conocimiento de ideas y opiniones sobre el D. Lo que es conforme con los principios legítimos de
tema. De modo que el ensayo representa un diálogo abierto la razón.
con toda la cultura, manifestado en una doble condición:
8. Dos de las formas de los textos que pueden camino, y la vida de ese camino. Por eso — como dice De
considerarse opuestas al ensayo, son, EXCEPTO: Ory — la forma es esencial; el placer que entrega la palabra
A. Las ponderaciones y las verificaciones. bien labrada determina el modo del ensayo. “Ésa es la clave
B. Los manifiestos, los catecismos y los reglamentos. del ensayo, el placer del texto, que queramos leerlo como
C. Las declaraciones de principios, las normas y las leemos literatura, por el gozo de leer y no, o no solo, por
encíclicas. voluntad de aprender”. El ensayo es, entonces, undívago y
D. Los análisis basados en un método y los textos variopinto. Asume una posición y, al mismo tiempo, puede
doctrinarios. asumir la posición contraria. El ensayo no se debe más que
al juego del pensamiento y la forma: es todo lo contrario a la
9. Según el autor, Montaigne se mostraba frente a la religión y los radicalismos. El ensayo es el campesino que
erudición: va silbando a la orilla del camino mientras los militares
A. Incómodo. pasan montaraces con sus armas al hombro.
B. Contrario.
C. Indiferente. 3. Encuentra su norte después, mucho después de dar los
D. Hastiado. primeros pasos. Por eso el ensayo no es útil para reforzar
ideas preconcebidas, sino para desenterrar algunas nuevas.
10. Con la cita a Sábato “una dosis amistosa de citas” El ensayo, como la poesía, da nueva vida a los
(párrafo 3) el autor busca: pensamientos que parecían ser ya del pasado, de un tiempo
A. Celebrar, con los sabios, la cita a sí mismo. olvidado. El ensayo es una luz sobre el recuerdo: da una
B. Inculcar el aprecio a las opiniones de los demás. segunda vida a los conceptos malheridos. No da nada por
C. Insinuar un término medio entre la autocita y la hecho y más bien pretende deshacerlo todo. […] Las ideas,
pose de erudición. que son su materia prima, y la forma poética, que es su más
D. Repudiar la pedantería tanto de las citas en exceso preciado bien, son infinitas y están por encima de los
como la ausencia de ellas. hombres y las cosas […].
Fragmento tomado de: TORRES, Juan David. “El ensayo: desenterrador de
11. De acuerdo con lo expresado por el autor, el afán de ideas”. elespectador.com. 4 de mayo de 2014.
verdad y la manía de las conclusiones radicales son
propios de los, EXCEPTO: 13. La palabra meandros puede reemplazarse, siguiendo el
A. Reglamentos. sentido del texto, por:
B. Manifiestos. A. Afluentes.
C. Catecismos. B. Disquisiciones.
D. Ensayos. C. Aguas alimentadoras.
D. Curvas de un río.
12. Siguiendo la línea de sentido del texto es posible afirmar
14. “Recordando aquí y allí a uno y otro autor” (párrafo 1)
que hay géneros que se acercan al ensayo, y otros que
hace referencia a la:
se alejan de él. Lo anterior se observa en el siguiente
A. Citación.
contraste:
B. Erudición.
A. Pieza teatral – poesía / tratado – novela.
C. Extensión.
B. Poesía – novela / tratado – tesis doctoral.
D. Imaginación.
C. Tesis doctoral – poesía / novela – tratado.
D. Novela – cuento / relato de ficción – pieza teatral. 15. El aforismo puede definirse como “una declaración que
pretende expresar un principio de manera breve,
Texto Dos
coherente y en apariencia cerrada”; por ello, un
1. “El ensayo, es claro, ensaya — escribió José Antonio de aforismo que se puede desprender del texto es aquel
Ory en El Malpensante, abril de 2010 — […]. Y el que que dice que el ensayo es:
ensaya, y tantea, arriesga. Arriesga con lo que dice y se A. El camino y la vida de ese camino.
arriesga él entero”. El ensayo se lanza contra el tieso muro B. El único género que comienza y termina en la duda.
de las ideas preconcebidas y de ese modo principia su C. Un vagabundo que va de estación en estación.
camino. No se sostiene con las ideas ajenas, sino sólo con D. Undívago y variopinto.
las propias. El ensayo cae o se levanta por su propio peso, y
16. Lo que busca expresarse a través de la palabra
sólo se debe a sí mismo. Su búsqueda no es moral sino casi
undívago, es que el ensayo:
antropológica. Por eso, el académico Charles Eliot escribe
A. Ondea con libertad.
en la introducción de los ensayos de Francis Bacon: “Esta es
B. Se mueve como las olas.
una colección de observaciones perspicaces sobre cómo los
C. Se parece a un sonámbulo.
hombres llevan su vida; sobre la naturaleza humana, no
D. Tiene rasgos de precocidad.
como debe ser, sino como es”. Quizá el ensayo sea el único
género que comienza en la duda y termina en la duda: 17. La metáfora del “campesino que va silbando a la orilla
jamás llega a una respuesta explícita sobre su tema, sino del camino mientras los militares pasan montaraces con
que sólo divaga por los meandros del pensamiento. El sus armas al hombro” (párrafo 2) quiere decir que el
ensayo es vagabundo y va de estación en estación, ensayo, EXCEPTO:
recordando aquí y allí a uno y otro autor. Es el deudor más A. Es indiferente a las ideas institucionales.
ansioso del verso de Antonio Machado: “Caminante, no hay B. Tiene su hoja de ruta bien definida.
camino / se hace camino al andar”. C. Se muestra imperturbable ante los radicalismos.
2. Así, el ensayo es una pieza humilde, que solo alega su D. Ha sido reprimido en varios momentos de su vasta
propia verdad, la única que puede entregar. Llega a esa existencia.
verdad mientras vaga: la ignora desde siempre, y quizá
también vaya a ignorarla después. Cuanto interesa es el
18. Lo que puede verse en el enunciado “el ensayo asume Fragmento de ROJAS, Jaime. El ensayo. Historia, teoría y práctica. Medellín,
Fondo Editorial Cooperativa, 1997, p. 7-14.
una posición y al mismo tiempo, puede asumir la
posición contraria” (párrafo 2) es: 22. Según lo dicho en el texto, pueden considerarse como
A. Un contrasentido. “perennes” y “banales” los:
B. Un error. A. Pensamientos.
C. Una paradoja. B. Géneros.
D. Un sinsentido. C. Temas.
19. Sin cambiar el sentido de la idea, malherido puede D. Tonos.
reemplazarse por: 23. La frase “la actitud de búsqueda, que nunca termina, del
A. Agonizante. ensayista frente al mundo que le toca vivir” se puede
B. Moribundo. relacionar con el enunciado:
C. Ambiguo. A. Seré yo así o es que el camino no tiene fin.
D. Marchito. B. Los caminos de la vida son muy difícil de andarlos.
C. Caminante no hay camino, se hace camino al
20. El bien más preciado del ensayo (párrafo 3) es: andar.
A. La forma poética. D. Una piedra en el camino me enseñó que mi destino
B. La palabra bien labrada. era rodar y rodar.
C. El gozo de leer.
D. La apología a la duda. 24. Según el autor, el tono del ensayo es, o debe ser,
MENOS:
21. A partir del párrafo 3, es posible decir que la cercanía A. Sorprendente.
entre el ensayista y el poeta es debido a que ambos: B. Desconfiado.
A. Dan nueva vida a los pensamientos que parecían C. Persuasivo.
ser ya del pasado. D. Melodioso.
B. Tienen ideas que están por encima de los hombres
y las cosas. 25. La palabra perenne, en el texto, tiene el mismo sentido
C. Escriben como si nadie más lo hubiera hecho. de:
D. No dan nada por hecho. A. Inane.
B. Innato.
Texto Tres
C. Insomne.
1. El ensayo, sin ser considerado una forma literaria, es D. Inagotable.
más antiguo que el relato de ficción; y en su origen remoto
surge de la relación entre los géneros oratorio y epistolar. Su 26. La palabra banal se puede sustituir por:
extraordinaria continuidad hasta nuestros días lo diferencia A. Infructuoso.
del poema y la narración por sus procedimientos escriturales B. Trivial.
y el tono desconfiado, persuasivo y sorprendente siempre C. Inane.
ligado a temas controvertibles, ya sean perennes o banales. D. Inútil.
Sus diferentes conceptualizaciones formales, cambiantes
por su naturaleza compleja, se comprenden solo por las 27. “Los géneros oratorio y epistolar” (párrafo 1) equivalen
determinaciones históricas, el desarrollo de los diferentes a:
saberes y la actitud de búsqueda, que nunca termina, del A. Discursos y cartas.
ensayista frente al mundo que le toca vivir. Por estas B. Sermones y discursos.
razones, la evolución del ensayo se considera una suerte de C. Autobiografías y sermones.
laboratorio y una forma de riesgo […]. D. Relatos de ficción y poemas.

2. El término “ensayo” deriva de la voz latina exagium que 28. Dado que el tratado “es eminentemente expositivo,
significa “peso”. Ensayar era probar la calidad de los clasificatorio, con tendencia a la objetividad” (párrafo 2),
minerales. A los minerales preciosos y a las monedas se les puede decirse que el ensayo es:
atribuía ley, de acuerdo con su pureza y su finura; por A. Narrativo, probatorio y subjetivo.
extensión se atribuía ley a la bondad o la maldad con que se B. Descriptivo, constatatorio y subjetivo.
hacían las cosas. Como galicismo, es sinónimo de examinar C. Argumentativo, probatorio y subjetivo.
y de intentar, los artistas ensayaban sus obras antes de D. Argumentativo, constatatorio y subjetivo.
presentarlas al público. En su acepción literaria remota, aún
conservada por muchos diccionarios, el ensayo era un 29. Las diferentes conceptualizaciones sobre el ensayo se
escrito serio sobre cualquier tema que no alcanzaba la comprenden (párrafo 1) por, EXCEPTO:
profundidad de un tratado; pero el tratado, a diferencia del A. El desarrollo de los diferentes saberes
ensayo, es eminentemente expositivo, clasificatorio, con B. Los procedimientos escriturales
tendencia a la objetividad […]. C. Las determinaciones históricas
D. La actitud de búsqueda del ensayista
3. Para Montaigne, el ensayo se convirtió en un modo de
vida. Jorge Luis Borges en su disertación sobre “El libro” 30. A partir del párrafo 3, se puede afirmar que, EXCEPTO:
está de acuerdo con Montaigne en lo referente a la lectura A. Montaigne estaba de acuerdo con la lectura
como una forma de felicidad. Para el francés la lectura obligatoria.
obligatoria era un concepto falso. Consecuente con su B. Para Borges la lectura obligatoria era un concepto
principio memorable “no hago nada sin alegría”, Montaigne falso.
abandonaba cualquier libro donde encontraba un pasaje C. Para Montaigne la lectura era una forma de
artificiosamente construido […]. felicidad.
D. Borges no leía sin alegría.
Textos Uno, Dos y Tres D. Equidistantes.

31. Las funciones del ensayo de “pesar y examinar” (Bacon) 38. “Como una balanza se mueve el ensayo, entre el peso
y “examinar e intentar” (galicismo) fueron expuestas por de las ideas propias y las ajenas, entre la ciencia y la
los textos ___________, respectivamente: simple opinión, entre el rigor lógico y la literatura, entre
A. Tres y Dos. la belleza y la verdad”. Si lo anterior fuese asignado a
B. Dos y Tres. uno de los tres textos en modo de epígrafe, la mejor
C. Uno y Tres. opción sería:
D. Tres y Uno. A. El Uno.
32. Una de las características que exponen los tres textos B. El Dos.
sobre el ensayo es que en este se encuentra el placer C. El Tres.
de escribirlo — y leerlo —. El texto que hace mayor D. Ninguno.
énfasis en este rasgo es:
A. El Uno. 39. En el ámbito sociocultural, el título de ensayista tiene
B. El Dos. poco uso; en su lugar, se prefiere la denominación de:
C. El Tres. A. Columnista.
D. Ninguno de los tres. B. Articulista.
C. Editorialista.
33. La afirmación según la cual el ensayo va “recordando D. Comentarista.
aquí y allí a uno y otro autor” (texto Dos) se ajusta a uno
de los siguientes microtextos, EXCEPTO: 40. Además de las citas a Montaigne, los tres textos citan a
A. Hablando con rigor, no resulta posible afirmar la otros autores. Al hacerlo le dan la razón a:
existencia de un verdadero ensayo sin que se dé al A. José Antonio de Ory.
mismo tiempo una revaloración de las ideas B. Jorge Luis Borges.
existentes (texto Uno). C. Ernesto Sábato.
B. Al denominar ensayos a sus discursos, Montaigne D. Thomas Eliot.
propuso un modo de sopesar sus propias ideas
confrontándolas con las ajenas (texto Uno).
C. El sopesar implica la confrontación, el contrapeso,
la verificación realizada a partir de distintas
opciones y posibilidades (texto Uno).
D. Jorge Luis Borges está de acuerdo con Montaigne
en lo referente a la lectura como una forma de
felicidad (texto Tres).

34. Los tres textos se refieren al ensayo; sin embargo,


sobre el ensayista se refiere:
A. Más el Tres que el Dos.
B. Solo el Dos.
C. Más el Uno que el Tres.
D. Solo el Tres.

35. Partiendo de la afirmación del texto Dos sobre el ensayo


“Las ideas son su materia prima, y la forma poética es
su más preciado bien”; es posible afirmar que los tres
textos defienden este planteamiento en el siguiente
orden:
A. Uno, Dos Tres.
B. Dos, Uno, Tres.
C. Tres, Dos, Uno.
D. Tres, Uno, Dos.

36. El título de un escrito se puede ver explícita o


implícitamente en el contenido del texto. El reflejo
explícito del título se halla en:
A. Ninguno de los textos.
B. El texto Uno.
C. El texto Dos.
D. El texto Tres.

37. En el texto Uno en ensayo tiene la doble condición de


“cultivo del estilo y dominio de las ideas”; mientras que,
el texto Dos dice del ensayo que “las ideas son su
materia prima, y la forma poética es su más preciado
bien”. Teniendo en cuenta lo anterior, “estilo” y “forma
poética” son:
A. Similares.
B. Sinónimas.
C. Equivalentes.

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