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Antimonio

El antimonio es un elemento químico que forma parte del grupo de los metaloides de número atómico 51 situado en el
grupo 15 de la tabla periódica de los elementos. Su nombre y abreviatura (Sb) procede de estibio, término hoy ya en
desuso, que a su vez procede del latín stibium ("Banco de arena gris brillante"). Su principal mena es la estibina.

Este elemento semimetálico tiene cuatro formas alotrópicas. En su forma estable es un metal blanco azulado. El
antimonio negro y el amarillo son formas no metálicas inestables. Principalmente se emplea en aleaciones metálicas y
algunos de sus compuestos para dar resistencia contra el fuego, en pinturas, cerámicas, esmaltes, vulcanización del
caucho y fuegos artificiales.

Características principales
El antimonio en su forma elemental es un sólido cristalino, fundible, quebradizo, blanco plateado que presenta una
conductividad eléctrica y térmica baja y se evapora a bajas temperaturas. Este elemento semimetálico se parece a los
metales en su aspecto y propiedades físicas, pero se comporta químicamente como un no metal. También puede ser
atacado por ácidos oxidantes y halógenos.

Las estimaciones sobre la abundancia de antimonio en la corteza terrestre van desde 0,2 a 0,5 ppm. El antimonio es
calcófilo, presentándose con azufre y con otros elementos como plomo, cobre y plata.1

Historia
Estudios arqueológicos e históricos indican que el antimonio y sus sulfuros han sido usados por los humanos al menos
durante los últimos 6 milenios. En la antigüedad la antimonita o estibina, Sb2S3, la forma más común de sulfuro de
antimonio fue el principal ingrediente del “kohl”, una pasta negra usada por los egipcios, entre otros, como maquillaje
para los ojos.2 3 Los babilonios conocían la forma de obtener antimonio de sus compuestos y lo usaban como
ornamento para vasijas.

El alquimista Basil Valentine (1565-1624), presentado a veces como el descubridor del antimonio, fue el primero en
describir la extracción de antimonio de sus compuestos en su tratado “Triumph Wagens des Antimonij” (El carro
triunfal del antimonio).4

El nombre antimonio viene de una latinización de la palabra árabe ‫"( اﻧﺘﻴﻤﻮن‬al-


ithmīd"), que a su vez consistía en una arabización de la palabra latina stibium.
567

Otras teorías sugieren que antimonio es un compuesto de las palabras latinas


“anti"(miedo) y “mono” (solo); lo que haría referencia a su existencia en la
naturaleza normalmente como compuesto.note 1 8 9

Tras la invención de la imprenta en el siglo XVI el antimonio fue usado como


aleante para los sellos tipográficos. Al enfriar, el antimonio líquido tiene la
propiedad excepcional de expandirse mientras se solidifica. De este modo
consigue rellenar las grietas de los moldes, por lo que las aristas de las piezas
que se obtienen son muy afiladas. Por esta razón, se usó para hacer tipos de
imprenta. En el siglo XIX su aleación con zinc (metal inglés) fue utilizada en
los cubiertos, palmatorias y candelabros.
"Crisis médica sobre el
antimonio" (1701) Diego Mateo
Tras el invento del acumulador eléctrico se comprobó que el uso de la aleación
Zapata. de plomo y antimonio hacía durar mucho más a los mismos. Durante la
Primera Guerra Mundial se alcanzó un máximo de producción, debido a su uso
armamentístico, ya que este semimetal aumenta mucho la dureza y la fuerza
mecánica del plomo y del estaño. Con el desarrollo de la industria automovilística el uso del antimonio ha ido
aumentando año tras año, aunque los niveles de la Primera Guerra Mundial no se volvieron a alcanzar hasta los años
1990.

Aplicaciones
El antimonio tiene una creciente importancia en la industria de semiconductores en la producción de diodos,
detectores infrarrojos y dispositivos de efecto Hall.10

Usado en aleaciones, este semimetal incrementa mucho la dureza y resistencia a esfuerzos mecánicos de la aleación.
También se emplea en distintas aleaciones como peltre, metal antifricción (aleado con estaño), metal inglés (formado
por zinc y antimonio), etc.11

Algunas aplicaciones más específicas:

▪ Baterías y acumuladores12
▪ Tipos de imprenta13 14 15
▪ Recubrimiento de cables
▪ Cojinetes y rodamientos
Compuestos de antimonio en forma de óxidos, sulfuros, antimoniatos y halogenuros de antimonio se emplean en la
fabricación de materiales resistentes al fuego, esmaltes, vidrios, pinturas y cerámicas.16 El trióxido de antimonio es el
más importante y se usa principalmente como retardante de llama.17 Estas aplicaciones como retardantes de llama
comprenden distintos mercados como ropa, juguetes, o cubiertas de asientos.18 19

Usos metálicos
Desde que la batería eléctrica de plomo y ácido fue desarrollada en el siglo XX, ha sido en
gran medida la batería secundaria (o recargable) más importante por todo el mundo. Se
utilizan en vehículos de motor, o como baterías industriales.

Las baterías eléctricas industriales incluyen las baterías de acumuladores de tracción en las
locomotoras de las minas, carros del golf, y así sucesivamente, baterías de "energía de
emergencia". El antimonio en aleación con el plomo es usado para ciertas piezas de los
Mineral de
acumuladores eléctricos para las cuales la resistencia a la corrosión es necesaria.
antimonio.

El antimonio es un componente menor pero importante de muchas soldaduras suaves, que son
las soldaduras que funden en temperaturas debajo del 625 K. Estas soldaduras pueden contener entre 0,5 y 3% de
antimonio. La función del antimonio en estas soldaduras es consolidar la soldadura y suprimir la formación del
alótropos de estaño a bajas temperatura, lo que degradaría de otra manera la integridad estructural de los empalmes
soldados en las temperaturas debajo del punto de la transición de fase (289 K). El antimonio se ha utilizado como un
endurecedor para el plomo usado en la munición.

En los Estados Unidos su uso se confina en gran parte a la fabricación de balas y perdigones. La contaminación del
agua subterránea, del suelo y de la cadena trófica con el tóxico plomo ha preocupado por muchos años, y las
regulaciones ambientales han conducido al reemplazo del plomo al antimonio con una aleación de tungsteno.

Las aleaciones de plomo que contienen cerca del 2 al 8% de antimonio son resistentes al uso atmosférico y la
corrosión por lo que son utilizadas en la construcción de canales y barreras de la humedad. En la industria química, las
aleaciones que contienen a partir 4 a 15 % de antimonio proporcionan la protección contra varios estados líquidos de
los productos químicos, especialmente del ácido sulfúrico o del azufre. Aleado con bismuto, plomo y estaño, el
antimonio es un componente de algunas de las aleaciones fusibles usadas en dispositivos de seguridad de fuego. El
metal que se emplea para la fabricación de caracteres y demás material tipográfico se obtiene con una aleación de
plomo, antimonio y estaño. El plomo se usa por la fácil fusión y para que la aleación sea dúctil y compacta. El
antimonio sirve para dar más resistencia al metal con el fin de que no se aplaste tan fácilmente durante las repetidas y
numerosas tiradas. Las aleaciones son diversas, según los tamaños de los tipos y el uso a que se destinan.
Así que para la fabricación del metal destinado a blancos, se suele usar la aleación siguiente, denominada ordinaria: 75
partes de plomo, 20 partes de antimonio y 5 partes de estaño. Cantidades pequeñas de antimonio de gran pureza se
utilizan en los vídeo discos (DVD).

Usos no metálicos
La punta de los fósforos de seguridad contiene trisulfuro de antimonio. La combustión es una reacción exotérmica
mantenida por los radicales libres internamente generados y el calor radiante. Los retardadores con halógeno de la
llama actúan interfiriendo con el mecanismo de cadena radical en la fase de gas (la llama). Cuando son utilizados por
sí mismos, los retardadores de la llama del halógeno se deben utilizar en cantidades muy grandes. Este problema se
evita agregando el trióxido del antimonio, que trabaja de forma conjunta con los halógenos, reduciendo la cantidad
necesaria de retardante de llama y reduciendo también el coste del tratamiento total. El mecanismo del trabajo
conjunto del antimonio y los halógenos se ha intentado explicar de varias maneras, pero ninguna es definitiva.

Muchos plásticos comunes son susceptibles a la degradación por el calor y la luz ultravioleta (UV) y se deben proteger
durante la vida de servicio los productos hechos de ellos por la adición de compuestos conocidos como estabilizadores.
El antimonio ha sido utilizado desde los años 1950 como estabilizador de calor eficaces para el PVC, especialmente en
las formas rígidas del plástico.

El trióxido de antimonio se utiliza como catalizador en la polimerización del PET, que es un plástico usado en las
botellas, películas, acondicionamiento de los alimentos, y muchos otros productos. Los compuestos del antimonio,
junto con el dióxido de germanio, son los catalizadores preferidos para PET.

El dióxido de germanio da un producto con una transparencia mejor que el antimonio, pero que es demasiado costoso
para muchas aplicaciones del PET. El trióxido de antimonio es utilizado también como pigmento blanco para las
pinturas exteriores, donde su resistencia al desgaste por la acción atmosférica le hizo el objeto de valor, sin embargo, al
descubrirse su capacidad tóxica el trióxido de antimonio ha sido suplantado por el dióxido de titanio (TiO2).

Todavía se utiliza en cantidades significativas como estabilizador del color, donde es importante mantener intensidad
del color y evitar el cambio de la tonalidad, por ejemplo en las pinturas amarillas usadas para los autobuses de las
escuelas (estadounidenses y sudafricanas) y en las rayas amarillas aplicadas a los pavimentos del camino.

Los pigmentos conductores de la electricidad del óxido de estaño (SnO) con antimonio se han introducido en años
recientes para incorporarlos en las capas plásticas que protegen las computadoras y otros componentes electrónicos
contra la electricidad estática.

El antimonio fue utilizado en medicina, por su buenas cualidades expectorantes, eméticas y purgantes. Y se llegaron a
escribir tratados sobre sus cualidades médicas. Hasta que se decidió declararlo veneno, de forma oficial, el 3 de agosto
de 1866. En forma de sales de antimonio Sb(OH)2Cl (Sbv) o como antimonio pentavalente, aún se menciona como
tratamiento inicial contra leishmaniasis.

Antimonio y ambiente
El antimonio es liberado al ambiente desde fuentes naturales e industriales. Puede permanecer en el aire adherido a
partículas muy pequeñas por muchos días. La mayoría del antimonio en el aire se deposita en el suelo, en donde se
adhiere firmemente a partículas que contienen hierro, manganeso o aluminio. Altos niveles de antimonio en el aire que
respiramos por períodos muy largos pueden ocasionar irritación de los ojos y los pulmones y causar problemas
respiratorios, del corazón y del estómago.

El límite de exposición ocupacional es 0,5 mg de antimonio por m³ de aire por un día laborable de 8 h. El nivel
máximo permitido del antimonio en agua potable en Europa es 0,006 ppm.

En el aire urbano, la principal fuente de antimonio es la combustión de combustibles fósiles en vehículos automotores,
centrales eléctricas e incineradores.
El inventario tóxico de Estados Unidos de la Agencia de Protección del Ambiente (EPA) para el período a partir de
1993 a 2005 demostró que las plantas industriales de E. U. A. lanzaron más de 900 t/año de antimonio en todas las
formas a la tierra y cerca de 25 t/año al agua subterránea. Del antimonio lanzado a la tierra por industrias importantes,
los fundidores de cobre primarios suponen cerca de 60 %; fundidores primarios para otros metales no ferrosos, 20%;
fundidores no ferrosos secundarios, 7% y refinerías de petróleo, 2%. El 11% restante se atribuye a la fabricación de
varios productos del antimonio. El lanzamiento postconsumición del antimonio de productos desechados del uso final
es también de importancia.

Hay preocupación, especialmente en Europa, por la lixiviación de los pigmentos del antimonio, de los estabilizadores
de calor, y de los retardadores de la llama de productos desechados de los plásticos. Estas preocupaciones han
contribuido a un cambio a los estabilizadores de calcio-zinc en Europa y a los estabilizadores basados en estaño en
Estados Unidos y el Japón. Se cree que el país que más antimonio lanza a la atmósfera es China, debido a gran uso que
se hace de este elemento en ese país, ya que posee las principales minas de antimonio del mundo.20 21 Sin embargo no
se tienen datos.[cita requerida]

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