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Un fin de semana de sanación

Cristian David Mosquera Trullo y samuel David valencia.

ID: 931429 ID: 937817
Facultad de ingeniería de sistemas, UNIMINUTO.
NRC: 4169 Comprensión Escrita y Procesos Lect I.
Docente: CIELO SOAD PEDRAZA BARBOSA.

10/03/2024

Prólogo.

En este texto exploraremos cómo un hombre, después de perder a su hija de forma muy
desafortunada por medio de una misteriosa carta, se embarcará en un viaje de perdón y
sanación, cambiando nuestros preceptos de Dios.
Seguiremos la historia de Mack y cómo un fin de semana en una cabaña le cambió la vida.
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Notas del autor.

La novela "La Cabaña" de William P. Young, publicada en 2007, fue la inspiración para
este prólogo y la historia que se explorará en este texto.

Mack es un hombre aparentemente ordinario, pero que esconde una gran complejidad
interior producto de las duras experiencias de su vida. Proviene de un hogar religioso con
un padre abusivo y alcohólico, lo que lo llevó a huir siendo apenas un niño de 13 años, no
sin antes poner veneno en las botellas de alcohol de su padre antes de marcharse. "Trece es
una edad demasiado joven para ser un adulto, pero Mack casi no tenía otra opción y se
adaptó rápidamente. No habla mucho de los años que siguieron. Pasó la mayor parte de
ellos en ultramar, abriéndose trabajoso camino alrededor del mundo, enviando dinero a sus
abuelos, quienes se lo mandaban a su mamá" (Young, 2008, p. 4).
Pasó años vagando antes de establecerse y formar una familia, pero mantuvo siempre una
relación turbia y escéptica con Dios y la religión. Sufrió una "Gran Tristeza" que lo sumió
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en años de silencio, hasta que un "terrible accidente" provocó una transformación radical en
su ser.
El viaje de campamento de la familia Phillips al lago Wallowa en Oregon durante un fin de
semana festivo. Mack, el padre, junto con sus hijos Josh, Kate y la pequeña Missy,
disfrutan de días de diversión acampando junto al lago en compañía de otras dos familias
que conocen ahí.
Un día, mientras Mack levanta el campamento, Josh y Kate salen a remar en una canoa
prestada cerca de la orilla. Pero la canoa se vuelca accidentalmente y Josh queda atrapado
bajo el agua por su chaleco salvavidas enganchado. "Mack se zambulló. El agua, pese a la
agitación, estaba muy clara, con visibilidad de hasta un metro. Pronto encontró a Josh, y
descubrió también por qué estaba en dificultades" (Young, 2007, p. 25). Después de
múltiples y desesperados intentos por zafarlo, Mack finalmente logra rescatar a su hijo Josh
inconsciente. A pesar del susto inicial, la familia celebra que el accidente no pasara a
mayores o eso se creía.
Un momento después, Mack se ve envuelto en una situación desgarradora al descubrir la
desaparición de su hija Missy. Mack se siente abrumado por la desaparición de su hija
Missy.
Mack se ve impulsado a buscar respuestas. Tras una busca exhaustiva, dan con el lugar
donde el secuestrador aparentemente mató a su pequeña hija Missy. Es una cabaña oculta.
Después de un tiempo, a pesar de su dolor y confusión, Mack recibe una misteriosa nota
que lo impulsa a emprender un viaje de vuelta a la cabaña en busca de respuestas. Durante
su travesía, Mack experimenta una mezcla de emociones intensas y se enfrenta a sus
miedos más profundos. Aun así, con la incertidumbre y el dolor, Mack se siente intrigado
por la posibilidad de que la nota misteriosa provenga de Dios. " Mack se sentía desesperado
por encontrar a Missy, y sin duda Dios sabía dónde estaba" (Young, 2007, p. 29). En este
punto, Mack experimenta una intensa lucha interna entre la razón y la fe, sintiéndose
atraído hacia la cabaña como un posible camino hacia la sanación.
Llega a la cabaña con un arma en mano, temiendo lo peor, pero todo parece tranquilo, hasta
que ve las manchas de la sangre de su hija en el piso. El dolor y la ira invaden a Mack una
vez más. Al no ver a nadie, Mack resignado sale de la cabaña, rompe la carta y grita a Dios
su dolor y frustración.
Mack comienza a irse cuando un hombre aparentemente judío aparece. Al instante, Mack,
alarmado, se prepara para disparar, pero se detiene cuando el hombre lo llama por su
nombre y lo invita a seguirlo. Mack, desconfiado, acepta. A medida que se adentran en el
bosque, el entorno cambia poco a poco volviéndose cálido y acogedor. Llegaron a una
pequeña cabaña donde dos mujeres lo estaban esperando.
La primera mujer afrodescendiente se presenta como Elousia, que representa la figura de
Dios padre, la segunda se presenta como Sarayu, una mujer asiática que representa al
Espíritu Santo, además el hombre que lo acompañaba se presenta como Jesús. Ofreciendo
una visión única y personalizada de la Trinidad Cristiana. Mack, abrumado y confundido,
salé al muelle intentando procesar lo que acaba de pasar, pensando que puede ser solo una
ilusión. De pronto, Jesús se le une y le entrega la carta que previamente había roto. Mack le
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pregunta a Jesús: entonces, ¿ qué se supone que debo hacer? Y Jesús le responde: —No se
supone que debas hacer nada. Eres libre de hacer lo que quieras (Young, 2008, p. 55).
Cuando Mack vuelve a la acabaña, le pregunta a Elousia por qué lo regresó a un lugar tan
doloroso. Elousia le responde porque es el lugar donde Mack se quedó atrapado. Luego
Mack cuestiona la apariencia femenina de Elousia. Ella le responde que, teniendo en cuenta
el pasado de Mack, la apariencia de un padre puede ser dolorosa para él. Elousia quiere
sanar las profundas heridas de Mack. Él la confronta acusándola de nunca haber estado
cuando él y su hija cuando más la necesitaban . Elousia, con lágrimas en sus ojos, le
asegura que nunca los dejó solos. Más tarde, cuando Mack ve un pájaro, Elousia se le
hacerca y le dice. Las aves fueron creadas para volar como los humanos para ser amados y
denota que vivir sin amor es como córtale las alas a un ave; además, si el dolor no se
enfrenta, puede hacernos olvidar para qué fuimos creados, aquí Mack explora su relación
con Dios y su percepción de la libertad. Al día siguiente, Mack sigue confrontando a
Elousia con su dolor y enojo, diciéndole que nada puede justificar por lo que pasaron él y
su pequeña hija. Mack trata de irse del bosque para volver a su casa, pero se encuentra a
Sarayu ofreciéndole las llaves de su camioneta, dándole la libertad de irse. Sin embargo,
Sarayu le pide ayuda en el jardín a Mack antes de que decida irse y Mack dócil acepta.
En el jardín que irradia luz y caos a la vez, Sarayu quiere plantar algo especial en un lugar
dañado para una celebración que se realizará mañana, pero necesitan deshacerse de toda la
hierba mala para que no afecten el nuevo brote. Al hacerlo, encuentran una rama venenosa.
Sarayu explica que, aunque esta rama se venenosa sola, cuando se combina con el fruto de
otra planta, adquiere propiedades curativas. Sarayu compara el jardín con Mack;
desordenado, salvaje, hermoso y en pleno crecimiento. En el jardín, discuten sobre el bien,
el mal y la naturaleza del juicio humano.
Como Locke (1690) señaló: “No hay nada que ciegue más la mente que no poder
considerar un asunto más que desde un solo punto de vista. Pues si lo examinas desde otro
ángulo, te parecerá muy diferente y a menudo bastante contrario a la primera luz en que lo
has visto; y cuando hay dos lados contrarios en ella, ese entre los dos es la verdad.”
(Sección 2, párr. 16)
Mack con dudas decide quedarse un poco más en la cabaña y busca a Jesús en la
carpintería. Jesús, con su serenidad, le dice a Mack que hay algo al otro lado del lago que
quiere mostrarle.
Mack se adelanta mientras Jesús termina algo en el taller. Mientras el rema está invadido
por visiones de Josh ahogándose y la voz de Missy, el bote comienza a hundirse, el terror
invade a Mack, pero en ese momento Jesús aparece caminando sobre las aguas y le dice
que no piense en el pasado, el temor o el dolor. Que confíe en él y siga sus instrucciones.
Entonces Mack consigue caminar junto a Jesús en el lago hasta llegar a una costa. Jesús le
indica el sendero que Mack tiene que recorrer solo. Mack llega a una cueva en una montaña
donde se encuentra con sabiduría. Ella trata de mostrarle a Mack la complejidad del juicio y
la misericordia, mostrándole sus situaciones más oscuras con su padre y el secuestrador de
Missy, preguntándole si cree justo condenarles. Mack, sin dudar, le dice a sabiduría que los
condenaría al infierno y culpa a Dios por hacer su trabajo mal. Sabiduría entonces cambia
roles con Mack y le entrega la posición de juez, lo reta a elegir entre sus hijos para decidir
quién merece la salvación y quién merece irse al infierno. Mark, decidido, le dice a la
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sabiduría que es injusto y que prefiere sacrificarse él mismo abrazando un amor de padre
(incondicional) y reflejando la perspectiva de Dios. Sabiduría entonces recalca el punto
clave de la enseñanza: Dios no es un castigador y el sufrimiento de Missy es una
manifestación del mal presente en la humanidad, algo a lo que todo el mundo está expuesto.
Esto empuja a Mack a la compresión y lo acerca un poco a la sabiduría divina, haciéndolo
liberar su resentimiento y optar por el perdón. Esto le permitirá a Mack juzgar menos y
reencontrarse con los recuerdos amorosos de su hija y sanar el dolor que ha estado
acumulando al pasar de los años. De pronto un portal se abre y Mack puede ver a Missy
desprendiendo un aura pacífica confirmando que bien y en un lugar seguro, esto hace que
Mack se tranquilice y acepte su realidad y cambie su perspectiva.
Mack sale de la montaña renacido y al unirse con Elousia, Jesús y Sarayu le muestran un
Prado espiritual donde las almas se muestran como luces y colores. Mack se encuentra con
la luz de su padre, Derek. Su padre le pide perdón por todo y él está orgulloso de ser el papá
que él nunca fue. Con un fuerte abrazo entre padre e hijo, cierran las heridas del pasado.
En el último día, Mack es despertado por Dios, el cual ahora tiene forma de hombre, ya que
es el día de la prueba más dura para Mack y necesitará una figura paterna. Dios lo lleva
hasta las profundidades del bosque donde se encuentra con otra mancha de la sangre de su
hija, entonces se da cuenta de que el último paso para completar su recorrido por el camino
de la sanación es el perdón incondicional. Mack, lleno de rabia e impotencia, debe perdonar
al asesino de su hija. Mack no lo entiende, él quiere que el asesino de su hija sufra. Pero
Dios le explica que ese hombre también es su hijo y busca su redención. Mack sigue
creyendo que aquel hombre debe ser castigado por siempre, a lo que Dios le explica a Mack
que él no le está pidiendo que disculpe al asesino, sino que confié en él que hará lo justo. El
perdón no es para salvar al asesino sino para liberar a Mack de su sufrimiento. Con esta
explicación, Dios quiere hacer ver a Mack que el odio lo está consumiendo poco a poco,
quitándole su felicidad, su capacidad de amar y de vivir. Entonces Dios guía a Mack
diciéndole que solo necesita decir que perdona al asesino en voz alta. Mack le dice a Dios
no poder hacerlo, él no puede dejar de sentir odio a la persona que asesinó a su amada hija,
entonces Dios le dice que la ira puede persistir y eso es válido. La liberación completa no
ocurre de un momento a otro, pero si lo dice una y otra vez, podría volverse más fácil y
esporádicamente el perdón se volverá real. Mack deja caer la mochila de su hija y lo dice.
Luego Dios lleva a una cueva a Mack donde encuentra el cuerpo de Missy. La envuelven
cuidadosamente en una manta blanca y la llevan de regreso a la cabaña mientras camina.
Mack repite una y otra vez, te perdono. El lugar que habían preparado en el jardín estaba
asignado para dejar el cuerpo de Missy y Mack con sentimientos de tristeza que se
desprenden de Missy. Dios vuelve a la forma de Elousia, Jesús y Sarayu para acompañar a
Mack, entonces Sarayu riega la tumba de Missy con las lágrimas de Mack. Al terminar,
todos vuelven a la cabaña y Elousia le da a elegir a Mack entre quedarse con ellos o irse y
volver con su familia. Mack opta por volver a casa.
Mack despierta en un hospital debido a un accidente que tuvo al ver a Willy. Le comparte
su experiencia, pero su amigo no le cree, porque Mack tuvo el accidente el mismo día que
se fue con el jeep de Willy . Al instante, Nan llega y Mack le cuenta que vio a Missy
diciéndole que ella está bien. Nan le cree totalmente. después, Mack habla con Kate en
privado, disculpándose, reconociendo que está tan perdido en su propia tristeza y
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desesperación que no puedo ayudarla con el dolor de ella. además, le dice que la tragedia de
Missy no es culpa de ella y promete que juntos pueden superar y aprender a liberarse de la
culpa.

Referencias
Referencia del libro "La cabaña" de William P. Young:
Young, W. P. (2007). La cabaña (E. Hoenicka, Trad.). Editorial Andres Bello.
http://www.rafaelochoa.com.ve/
Referencia del libro "An Essay Concerning Human Understanding" de John Locke:
Locke, J. (1690). An essay concerning human understanding (Ensayo sobre el
entendimiento humano) (T. Armitaño, Trad.).
https://www.gutenberg.org/files/59311/59311-h/59311-h.htm
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