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“EL MUNDO EN GUERRA”, “LA

EUROPA

DESGARRADA”
Para estos momentos, en el planisferio se evidencia un marcado desequilibrio
entre las distintas fuerzas internacionales que conforman los bloques y las
alianzas. Ejemplo de ello es la extensión territorial del bloque de los Aliados, el
cual se encuentra conformado por países como Canadá, Estados Unidos, parte de
la Unión Soviética y el este de los montes Urales, esta distribución geográfica les
permitió trazar un esquema de bombardeos bastante eficiente contra el enemigo
y conservar puntos estratégicos. Además, la producción industrial de armamento
de la Gran Bretaña, paras 1941, era superior a la del Japón y Alemania, pero dos
años después estas dos últimas naciones triplicaron su industria bélica y su
producción.
Dueños de los más potentes arsenales mundiales, los Estados Unidos proveen de
armamento a los dos frentes, además este país se impone como modelo de
democracia y marca las tasas de interés al capital que cada nación debe pagar por
concepto de los préstamos. Además, monopoliza el transporte de grandes
distancias haciendo, con ello, necesaria su presencia y participación en el
conflicto. Por otro lado, presta ayuda, en la misma proporción, a Inglaterra y a la
Unión Soviética esto hizo que los Estados Unidos se fincaran como una posición
de equilibrio que le permitió poder disponer de materiales, puertos y bases aéreas
en el Medio Oriente y en África austral. A fines de noviembre de 1942 se
incorpora a la guerra África Occidental y Madagascar, sin embargo, con la
ocupación de Dakar (ciudad en el Senegal) y de Diego-Suárez (Antsirana o
Antsiranana, ciudad ubicada al norte en Madagascar) los ingleses se enfrentan a
una problemática que fue la de ocupar exitosamente Madagascar y lograr sólo
posesionarse de Diego-Suárez hoy Antsiranana.
Un segundo aspecto, fue la guerra contra los submarinos estrategia militar que
impusieron los alemanes en el Atlántico y que posteriormente extendieron al
Mediterráneo y al Océano Ártico. Para los Aliados la situación continua difícil hacia fines de 1943,
pero posteriormente se vuelve favorable gracias a los nuevos
equipos bélicos y el sistema de botaduras que aplica a los barcos. Para 1944, los
Aliados reconocen que pueden conducir una serie de operaciones anfibias en
Europa y, en el otoño, buscan reunir toda la ayuda posible para fortalecer sus
fuerzas al interior del continente.
Contrario a lo anterior, en el Pacífico se ejecuta una invasión de submarinos
americanos que tienen como finalidad atacar la flota mercantil japonesa la cual no
se encuentra preparada para resistir dicha ofensiva. Como resultado de los
ataques americanos, para 1945, Japón ha perdido casi el total de sus naves de
botadura, generando con ello la asfixia económica del archipiélago.
Considerando el fenómeno de guerra desde una perspectiva de distancia,
podemos decir que la Segunda Guerra Mundial fue testigo de la prioridad y el
problema que significa un sistema de transporte eficiente, además de conocer la
saña de una guerra submarina y el bombardeo despiadado de puntos estratégicos.

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