Está en la página 1de 53

LA ORACIÓN Y LA TEOTERAPIA

CURSO DE ORACIÓN Y AYUNO

«Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y


oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos
caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus
pecados, y sanaré su tierra.»
(2 Cr 7:14)

Logro

Conocimiento de los principios básicos de la oración, y su


aplicación en la Teoterapia, como medio a través del cual Dios
opera sanidad integral en el hombre.

INTRODUCCIÓN

Dios Padre ha puesto a nuestra disposición un gran recurso de poder,


sabiduría y gracia, que no puede describirse con palabras: es la oración.
La oración es el factor decisivo en el conflicto espiritual. Lamentablemente,
acudimos a la oración sincera y de corazón, como a Dios le agrada, sólo
cuando tenemos alguna necesidad; no somos conscientes de cómo
podemos influir en los asuntos familiares, sociales y nacionales, si oramos
más.

Según el gran historiador Arnold Toynbee, 19 de las 21 civilizaciones que


nos han precedido, han caído, más por la decadencia moral, que por la
acción de fuerzas militares. Como hijos de Dios, debemos hacer de la
oración una forma de vida en la que ingresamos cada día, con menos
dificultad y mayor agrado.

En esta materia, la Oración y la Teoterapia, se busca descubrir la


verdadera dimensión de la oración, para que sea una realidad COYAVIM,
como la gran estrategia de los hijos de la revelación. David y Moisés son
un claro ejemplo de personas que aprendieron los secretos de la oración,
por lo cual obtuvieron respuesta de Dios.

La oración es Teoterapia, pues a Cristo Jesús lo invitamos con una


oración, y ésta fue el inicio de la sanidad integral que Dios sigue
efectuando en nuestra vida.
Contenido

Lección No 1: Visión general de COYAVIM

Lección No 2: Principios bíblicos de la oración

Lección No 3: La oración creativa

Lección No 4: La oración de alabanza

Lección No 5: La oración de adoración

Lección No 6: La oración de intercesión

Lección No 7: La oración y la Biblia

Lección No 8: Avivamiento por medio de la oración

Lección No 9: Resultados de la oración


Lección No 1: Visión general de COYAVIM
(Cruzada de Oración y Ayuno con Visión Mundial)

«En aquellos días Jesús fue al monte a orar, y pasó la noche


orando a Dios.»
(Lc 6:12)

Indicador de Logro

Identifica los principios y la estructura de COYAVIM, como la


primera estrategia que Dios ha dado a la familia de la CRCEPC.

Introducción

COYAVIM (Cruzada de Oración y Ayuno con Visión Mundial), para


nosotros los hijos de la Confesión Religiosa Cruzada Estudiantil y
Profesional de Colombia (CRCEPC), es nuestro estilo de vida. Esta hermosa
estrategia está conformada por varios pilares, que nos motivan y orientan
en nuestra diaria comunión con Dios.

COYAVIM debe empezar en nuestra propia vida, a través de una búsqueda


personal diaria e íntima con Dios. Este tiempo a solas con Dios es el que
renueva nuestras fuerzas para continuar ejercitando la fe y la obediencia,
como principios básicos de la vida cristiana.

Cuando estamos dispuestos no sólo a «orar», sino a cultivar una «vida de


oración», nos matriculamos en la escuela de la fe, abriéndose para
nosotros un camino de desafíos y objetivos sobrenaturales.

El propósito de COYAVIM es producir un movimiento permanente de


búsqueda de Dios, acompañado de arrepentimiento, intercesión, adoración
y alabanza, en favor de un avivamiento que amplíe la visión hacia la
conquista teoterápica de las comunidades y de los países, con base en la
promesa expresada en 2 Crónicas 7:14.

1. Definición de COYAVIM

COYAVIM: Cruzada de Oración y Ayuno con Visión Mundial.


COYAVIM pretende producir un movimiento permanente de búsqueda de
Dios, a fin de lograr un avivamiento mundial. En este movimiento se busca
involucrar a todas las personas que han recibido a Cristo, y que desean
crecer espiritualmente y llevar fruto.

A través de COYAVIM, se estimula a cada involucrado a disfrutar de su


nueva vida y posición en Cristo, para obtener poder y experimentar el
tratamiento de Dios.

2. Visión espiritual de COYAVIM

(gráfica de la página 54)

2.1 COYAVIM se alimenta con el Espíritu Santo

El símbolo de COYAVIM es el candelabro de oro (Menorah), que se


colocaba a la entrada del Lugar Santo, en el Tabernáculo (Éx 25:31-40).
Así como el candelabro era alimentado con aceite, símbolo del Espíritu
Santo, así COYAVIM busca fomentar, en cada uno de los miembros de la
Familia de la Teoterapia, la comunión con el Espíritu Santo, a fin de llevar,
a través de la unción, la luz a las naciones (Is 42:6-7).

2.2 COYAVIM es la luz a la visión mundial

Sus siete lamparillas nos invitan a reflexionar sobre el papel fundamental


que cumple dentro de la Visión Mundial, irradiando la Luz que necesitan
los pueblos asentados en región de sombra de muerte (Éx 25:37; Mt 4:15-
17).

*Es una estrategia clave en la evangelización y discipulado de las naciones


*Debemos aprender a «sembrar en oración», para poder «cosechar
resultados en la acción»
*La oración siempre nos mantendrá adelante en el desarrollo de la visión
*Irradia luz a las diferentes estrategias de la familia de la fe.

3. Los siete pilares revelados y sus dos herramientas

3.1 Siete pilares:


*Devocional Personal
*Cadena de Oración
*Cadena de Ayuno
*Cadena de Emergencia
*Alabanza
*Vigilias
*Sábado de Acción de Gracias

3.2 Dos Herramientas:


*Oratorio
*Libro de Memorias

Devocional Personal

Es un tiempo personal con Dios cada día, donde lo buscamos muy


temprano en la mañana, para que Él nos hable a través de su palabra y
nosotros hablarle por medio de la oración. Es, sin lugar a dudas, la
actividad más importante que debe llevar a cabo un cristiano que se siente
amado por su Padre, y que realmente desee permanecer en un avivamiento
espiritual constante (Mr 1:35; Sal 5:3; 55:17; 88:13; Mt 6:6).

Beneficios

*Quita el cansancio (Is 40:29-31; Mt 11:28)


*Da quietud interior (Is 30:15; 1 P 5:7)
*Produce paz (Fil 4:7)
*Quita el desánimo y la pereza (Is 35:3-4)
*Desarrolla un corazón perdonador (Mr 11:25)
*Evita la mentira (Sal 15:2; 19:14)
*Produce vida santa (Lv 20:26)
*Produce obediencia. Detrás de un corazón dispuesto a obedecer, está la
bendición del Señor (1 S 15:22b)
*Lleva a vivir una comunión con Dios, para disfrutar de sus promesas (Sal
25:14)

Impedimentos para llevar una vida devocional

*El cansancio: es un dardo que deja al cristiano paralizado, e incapaz de


seguir orando. La solución es planear la agenda equilibradamente, de tal
manera que quede el tiempo necesario para descansar (Ec 3:1)

*La distracción: En el momento del devocional, otros pensamientos e ideas


pueden ocupar nuestra mente, aislándonos de la oración. La solución es
orar en voz alta (Sal 55:16-17)
*Inquietud interior: es una intranquilidad que se apodera del cristiano,
que no tiene explicación, y que puede ser producto del pecado,
nerviosismo, o incredulidad. Es necesario confesar todo pecado y pedir la
llenura del Espíritu Santo (Sal 55:22)

*El apuro: es la agitación producida, cuando no se tiene suficiente tiempo


para orar, por haberse levantado tarde u otra razón. Es el arma que con
más éxito utiliza el enemigo (Ec 8:3)

*El desánimo: la actitud de desánimo significa que no estamos mirando al


Señor Jesús. Debemos poner nuestra mirada en Dios, confesar esta
actitud y seguir adelante (He 12:2)

*La pereza: es la lucha que se les presenta a todos los que deciden ser
personas de oración. La solución es orar y ejercer el dominio propio, como
fruto del Espíritu Santo en nuestra vida.

Cadena de Oración

La Cadena de Oración es la actividad que une a varios cristianos en una


función de interceder por sus necesidades y las de otros. Consiste en
distribuir los 96 cuartos de hora que trae el día, entre un número igual de
personas que se comprometen con el Señor a orar directamente, durante
15 minutos, por las peticiones específicas que aparecen en la cadena (Ez
7:23; Mt 18:19; Ef 6:18; Hch 6:4; 21:5).

Beneficios

*Da crecimiento espiritual a sus integrantes (1 Ts 3:12)


*Acrecienta la fe, al ver señales, prodigios y milagros (Hch 4:31)
*Produce unidad en la familia (Hch 2:42)
*A los intercesores, Dios da poder y gracia delante de los demás (1 Ti 2:1-
8)
*Ejercita en la búsqueda diaria de Dios (Sal 34:4).

Cadena de Ayuno

El ayuno es una necesidad de buscar a Dios con una actitud humilde,


para lograr limpieza tanto en el cuerpo como en el alma, y obtener
fortalecimiento espiritual, liberación y victoria.

El ayuno es volverse a Dios con una actitud de arrepentimiento que nos


mueva a tomar determinaciones que fortalezcan nuestra comunión con Él,
nuestra vida de limpieza y santidad. Tales determinaciones tienen que ver
con renunciar a los legítimos apetitos del cuerpo, para entregarse a la
búsqueda de Dios.

El ayuno no puede desligarse de la oración. El ayuno sin oración de nada


vale. La oración y el ayuno son dos poderosos canales por donde fluyen la
gracia y el poder de Dios. El compromiso es personal con el Señor, pero es
necesario estar bajo permanente control del Espíritu Santo (Esd 8:21-23;
Jl 1:14; 2:12-13; Mt 6:17-18).

Clases de ayuno

*Ayuno parcial
Comida parcial: Es excelente para comenzar; de gran valor cuando las
circunstancias no permiten un ayuno más fuerte, ya sea por cuestiones de
salud, estudio o edad (Mr 1:6c; Dn 10:2-3)

*Ayuno natural
Es abstenerse de toda comida sólida; sólo se ingieren líquidos, como agua,
jugos, etc. (Lc 4:1-2)

*Ayuno total
No comer ni beber (Éx 34:28; Hch 9:9)

El Ayuno debe comenzar en oración desde el día anterior, y se termina en


oración y acción de gracias.

Se debe permanecer en ayuno el tiempo que el Señor nos dirija, y también


depende de la necesidad o el motivo por el cual se realiza (Zac 7:5).

Beneficios

*Nos brinda limpieza y santidad (Jl 1:14)


*Propicia en nosotros un genuino avivamiento espiritual (Is 32:15)
*Aumenta nuestra fe (Mt 17:19-21)
*Nos capacita para participar en la Gran Comisión (Hch 13:2-3)
*Nos da salud integral (Jer 33:6)

Ejemplos bíblicos

El Señor Jesucristo (Lc 4:1-2)


Moisés (Éx 34:28)
Israel (1 S 7:6)
Esdras (Esd 10:6)
Nehemías (Neh 1:4)
Ester (Est 4:15-16)
David (Sal 109:24)
Daniel (Dn 10:3)
Pablo (Hch 9:9)
Líderes de la Iglesia (Hch 13:2-3; 14:23)

Razones para ayunar (Isaías 58)

*«Para desatar ligaduras de impiedad»

Hay situaciones de pecado en nuestra vida, que necesitan «un proceso de


ablandamiento», por medio de la oración. El ayuno, hecho bajo la guía
divina, nos fortalece para mantener la lucha y declararnos vencedores ante
la opresión del Enemigo (Hch 10:38; Ef 6:12)

*«Para soltar cargas de opresión»

La palabra «opresión» indica que la presión viene de afuera, no desde


adentro; proviene de las fuerzas satánicas. Estas fuerzas ponen bajo
presión la mente y las emociones. En Cristo Jesús, somos más que
vencedores, y en Él podemos vencer en todo tiempo (Ro 8:37; Ef 6:10)

*«Dejar libres a los quebrantados»

El ayuno es un instrumento vital de liberación. No sólo la joven generación


está oprimida por el alcohol, la droga, los deseos sexuales, etc., sino que
también encontramos cristianos atados por el temor, el resentimiento, los
celos y el pecado; la unción del Espíritu de Dios está en cada cristiano,
para liberar y ser liberado (Is 61:1; Mr 16:17)

*«Romper todo yugo»

El yugo, en la Biblia, significa estar «atado con los grilletes invisibles de la


maldad» (Is 58:6). Cristo establece que su yugo es suave, en comparación
con el yugo de la ley y del pecado; Él nos hace libres de toda esclavitud:
miedos, inseguridad, ineptitud, complejos de inferioridad y superioridad,
fobias, etc. (Gá 5:1)

Cadena de Emergencia

La Cadena de Emergencia lleva a un grupo de cristianos a interceder en


oración constante, en la presencia de Dios, con una actitud humilde, por
la solución de necesidades, calamidades o accidentes que requieren pronta
respuesta (Hch 12:5).

Beneficios
*Ejercitamos diariamente nuestra búsqueda de Dios (Sal 34:4)
*Desarrolla en nosotros espíritu de intercesión (Jn 17)
*Nos mantiene unidos (Ef 6:18)
*Obtenemos la pronta respuesta de Dios (Is 65:24)
*Nos permite permanecer en Dios y en el cumplimiento de sus promesas
(Jn 15:7)
*Nos da crecimiento espiritual (1 Ts 3:12)
*Nos trae liberación, limpieza espiritual y sanidad física (Job 42:10; Dn
10:12; Jn 9:15).

Ejemplos bíblicos

Jesús, y la oración en Getsemaní (Mt 26:36-46)


La reina Ester (Est 4:16)
Nehemías y su pueblo (Neh 4:9)
La iglesia primitiva (Hch 12:5-12)

Alabanza

La alabanza es supremamente importante, pues produce unidad y


familiaridad; da al mismo tiempo crecimiento y madurez. La alabanza tiene
la cualidad de transformar el ambiente negativo y pesimista, al cambiar el
lenguaje de queja en lenguaje de victoria (Sal 9:1-2,11; 22:3; He 13:15).

Muchas batallas espirituales se han ganado en el poder de la Alabanza, y


muchas se han perdido por falta de ésta.

La alabanza es gozo, alegría, regocijo y agradecimiento que siente y


expresa nuestro corazón, como producto del reconocimiento y admiración
a Dios por lo que «Él es» y por lo que «Él hace».

Beneficios

*Trae poder, prosperidad, seguridad, consuelo, liberación de ataduras y


restauración de vidas y hogares (Sal 71:6-8; 116:5-7)
*Permite hallar gracia y benevolencia delante de Dios y de los hombres (Pr
3:4)
*Limpia el corazón de resentimientos, y crea un espíritu humilde (Mt
18:21-22; Sal 51:17)
*Despierta un gran amor por Dios, y facilita la comunicación con Él (Sal
18:1-2; 22:25-26; 25:14)
*Renueva las fuerzas al cansado (Sal 92:10)
*Nos mantiene llenos del Espíritu Santo, en un avivamiento continuo.

Ejemplos bíblicos
El pueblo de Israel (2 Cr 20:22)
El rey David (Sal 35:28)
Los pastores (Lc 2:20)
El Señor Jesús (Lc 10:21)
Los discípulos de Jesús (Lc 19:37)
La iglesia primitiva (Hch 2:47)

Obstáculos para la alabanza

Algunos cristianos que no alaban a Dios, se justifican con base en su


disposición o temperamento; alegan timidez o el hecho de que no son
extrovertidos o que no exteriorizan lo que sienten. La Biblia no justifica a
nadie (Sal 150:6).

Existen algunos obstáculos que debemos enfrentar cada día. Ellos son:

*El pecado: cuando no hay corazón limpio, es muy difícil que la alabanza
pueda fluir; por lo tanto, es aconsejable siempre, antes de comenzar la
alabanza, la limpieza de corazón; humillarnos ante Él y pedirle perdón por
nuestros pecados (Sal 66:18; Jn 9:31)

*La autocondenación: Muchos cristianos permanecen en este estado, aún


después de haber recibido el perdón de Dios mucho tiempo atrás. La Biblia
nos anima a poner los ojos en el Señor Jesús y Su Palabra (He 12:2)

*El concepto equivocado de Dios: si tenemos un mal concepto de Dios, es


imposible alabarle. ¿Cómo le podríamos decir: «eres lindo», «eres grande»,
«eres misericordioso», si creemos que eso es mentira, o no lo sentimos? (Is
29:13; Mt 15:8)

*El orgullo: según el Diccionario de la Lengua Española, significa


«arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia». Es un deseo y
pretensión de superioridad sobre los demás, junto con un rechazo de
sometimiento a Dios. Es lo opuesto a humildad. Quien no quiere alabar a
Dios, es porque no quiere someterse a Él. Este fue el pecado de Satanás.
Así que, el antídoto para no caer en el orgullo, es la alabanza

*Temor del hombre: para alabar a Dios, necesitamos «olvidarnos» de los


demás; no estar pensando en el «qué dirán» (Col 3:16-17)

*La opresión satánica: Satanás odia a Dios, y hará «todo» lo que esté a su
alcance para impedir que el pueblo le tribute alabanza. Pero Dios libertará
a su pueblo para que le alabe, y destruirá a todo enemigo que se oponga a
Él (Dt 32:35, 41, 43; Jue 5:31).
Vigilias

Vigilar, significa «guardar», «velar», «permanecer despiertos». Es el anhelo


profundo del alma que espera expectante la manifestación gloriosa del
Señor, y permanece alerta sin que el tiempo, ni las actividades pendientes
interfieran, ni detengan esa dulce comunión con el Señor (Sal 134). Las
vigilias para los Judíos representaban los períodos de tiempo en los cuales
estaba dividida la noche (Lc 12:35-40).

Primera Vigilia: 6:00 - 10:00 p.m.


Segunda Vigilia: 10:00 - 12:00 p.m.
Tercera Vigilia: 12:00 - 3:00 a.m.
Cuarta Vigilia: 3:00 - 6:00 a.m.

Beneficios

*Se experimenta fortaleza y renovación (Sal 27:1)


*Se recibe unción para ejercitar los dones del Espíritu Santo
*Hay sanidades en el espíritu, en el alma y en el cuerpo
*Hay deleite en la presencia de Dios (Sal 37:4)
*Se amplía la visión para la Gran Comisión (Mt 28:18-20)
*Se intensifica el sentido de pertenencia a la familia de la CRCEPC

Ejemplos bíblicos

David (Sal 63:6; 119:148)


Daniel (Dn 2:19)
Los Pastores (Lc 2:8)
Pablo (Hch 27:23)

Sábado de Acción de Gracias (SAG)

Esta reunión mensual enfatiza acción de gracias en todas sus facetas:


alabanza, adoración, predicación, súplica, testimonios, presentaciones
especiales (poesía, canto, teatro, danza, etc.), y, sobre todo, disfrutar del
amor, la unidad, el compañerismo a través del calor de la familia en la fe
(Salmo 100).

Beneficios

*Unidad familiar (Hch 2:42)


*Gozo, alegría (Sal 28:7)
*Descanso, recreación
*Educación y edificación (1 Ts 5:11)
*Crecimiento espiritual (Jer 9:23-24)

Ejemplos bíblicos

Gratitud por la bondad de Dios (Dt 8:10; Sal 26:7; Jer 30:19)
Bendito el nombre de Dios (Sal 68:19)
Alabanzas por su misericordia (Sal 107:21-22)

Oratorio

Es un lugar santo, apartado solamente para orar. Allí buscamos a Dios


anhelantemente, para alabarle, adorarle y conversar con Él (Sal 26:8; 27:4;
66:13; 84:1-2). El oratorio es hecho a semejanza del Tabernáculo diseñado
por Dios para el pueblo de Israel, durante su peregrinación por el desierto
(Éx 25:8).

El oratorio es un «Monte espiritual» (lugar especial en el distrito), donde


mantenemos comunión íntima con el Señor, cara a cara, para que nos
revele su voluntad. Por tal razón, debe ser decorado con exquisito gusto.

Beneficios

*Nos encontramos a solas con Dios, y experimentamos el silencio y la paz


que nos motivan a conversar con Él (Sal 62:1-2; 66:1)
*Dejamos allí todas nuestras cargas (Mt 11:28)
*Nos llenamos de poder y sabiduría (Job 42:1-5)
*Fortalecemos nuestra área espiritual y salimos renovados (Sal 51:10)

Libro de las Memorias

El Libro de Memorias consiste en recopilar por escrito los prodigios,


señales y milagros que Dios ha hecho en nuestras vidas (anexando
fotografías, si las hay). Esto nos permitirá mantener una actitud de
continuo agradecimiento (1 Cr 16:12; Is 30:8; Mal 3:16; Mt 26:13). El
mismo Jehová Dios, le pidió a Moisés que escribiera en un libro, para
memoria, la batalla ganada contra Amalec (Éx 17:14).

Beneficios

*Nos motiva a glorificarle en todo tiempo (Sal 143:5-6)


*Nos levanta el ánimo en momentos difíciles (Sal 37:18-19, 39-40)

Aplicación Teoterápica
Nuestro primer desafío es vivir un COYAVIM personal; hacer de la
búsqueda de Dios un modo de vida. De esta manera, se podrá contagiar a
otros, y motivarlos a que se involucren en la familia del Señor.

Guía de Estudio e Investigación

Taller Práctico:

El profesor debe organizar con los adiestrandos las actividades de


COYAVIM, sujetándose a lo establecido por el Director de Distrito.

Explicar cómo se maneja correctamente la Cadena de Oración, y motivar a


todos para que anoten en ella las peticiones que tengan. Ellos deben hacer
lo mismo con sus Grupos de Oración y Células.

Organizar una Cadena de Ayuno entre los adiestrandos, o motivarlos a


participar en la Cadena Distrital.

Establecer una Cadena de Emergencia entre los adiestrandos,


estableciendo un capitán, y el orden secuencial en que se extenderán las
llamadas.

Organizar una vigilia de adiestrandos, programada por ellos mismos,


atendiendo las sugerencias del Director Distrital.

En coordinación con el Director Distrital, delegar a los adiestrandos la


elaboración y ejecución de un programa especial para un día de Acción de
Gracias.

Lección No 2: Principios bíblicos de la oración


«Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que
llama, se le abrirá.»
(Mt 7:7-8)

Indicador de Logro

Aplica los principios bíblicos en su vida de oración.

Introducción

En lo que hace referencia a la oración, existe una regla de oro, la cual está
consignada en Mateo 7:7. A partir de esta regla, es preciso conocer otros
principios que deben ser tenidos en cuenta para que nuestras oraciones
cumplan el objetivo esperado: la aprobación y la respuesta pronta de Dios.

1. La oración de acuerdo con los principios bíblicos

1.1 ¿Qué es orar?

La palabra oración quiere decir, en hebreo, doble comunicación. Orar es


hablar con Dios; es establecer una relación personal con Él.

La oración constituye el privilegio más grande para el creyente, pues


cuando nos arrodillamos para hablar con Dios, Él nos usa para cambiar
las vidas de hombres y naciones.

La oración es un vasto recurso de poder, sabiduría y gracia, que no puede


describirse con palabras. Esto será así en la medida en que estemos
dispuestos a creerle. Implica rogar, suplicar, clamar, pedir, interceder,
reverenciar, adorar (Sal 5:7; 126:6).

Orar, es traer nuestras necesidades y las de otros a la presencia de Papá


Dios, quien se interesa, sabe, comprende, escucha y responde (Jer 33:3,
6). Dios sabía que el ciego Bartimeo necesitaba ver, pero era importante
que clamara por sanidad (Mr 10:51). Dios también sabía que Ana deseaba
un hijo, que Ezequías necesitaba liberación del ejército de Senaquerib; sin
embargo, Él los guió a clamar por sus necesidades (1 S 1; 2 R 19:1-4).

Dios premia nuestra aceptación humilde de necesidad, y la expresión de


dependencia total de Él (Pr 3:5-6; Fil 4:6-7, 19; 1 P 5:6-7).
La oración es acción

San Agustín dijo: «Hay dos formas en que tú y yo podemos orar. Podemos
orar por un problema, o podemos orar involucrándonos en él».

Todas las veces que el Señor Jesús se encontró con un individuo, según lo
narrado en el Nuevo Testamento, se realizaron acciones.

1.2 Resultados de aprender a orar, según los principios bíblicos:

*La oración, basada en la Palabra de Dios, es poder que trae santidad


personal y fortaleza espiritual (Ro 1:16-17)

*Cuando estamos limpios y podemos hablar a Papá Dios con su misma


Palabra, disfrutamos de la verdadera comunicación espiritual (Jn 15:3)

*Aprendemos también a reverenciar y expresar adoración a Dios, como lo


hicieron los hombres usados por Él (Sal 119:1-4; Hch 7)

*Oramos con mayor efectividad, cuando lo hacemos de acuerdo con la


Biblia, porque vamos conociendo y amando más a Dios, a través de su
Palabra (Jn 14:21; 17:14, 17, 26)

*Oramos con más fe, con entera confianza, al reclamar y disfrutar las
promesas que el Señor tiene para nosotros (Hch 2:39; 2 Co 1:19-20)

*Hacemos más fructífero nuestro testimonio en Cristo, al aceptar su


voluntad con gozo (Jn 7: 16-17; 1 Jn 2:17)

*Podemos reclamar promesas para otros, con la seguridad de que veremos


vidas, familias y naciones cambiadas (Hch 16:31; Sal 33:12; 2 Cr 7:14-17).

2. La oración es el recurso más poderoso que Dios ha dado a los


cristianos

*El cristiano tiene en la oración el recurso más poderoso que pueda existir,
ya que a través de ella se combaten los ataques espirituales que puede
presentar el mundo (Mt 26:41)

*Es un arma secreta contra los ataques del mundo, de la carne y del
demonio (Jn 16:33; Ro 8:6-8; 1 P 5:8-9)

*Trae siempre victoria sobre la lucha a la que se ve enfrentado el cristiano


(Ef 6:10-18)
*La oración pone a nuestro alcance los vastos recursos del poder de Dios,
cuando pensamos que no hay nada que hacer, en relación con las
necesidades de la familia, la sociedad y la nación. La oración mueve la
mano de Dios para producir el cambio necesario (Is 55:6; 65:11; Nm
11:23; 1 Jn 5:14-15)

*Los cristianos que no oran por la regeneración espiritual y la reforma


moral están cediéndole la causa al Enemigo (Ef 6:12; 2 Co 4:3-4)

*Es la llave para llegar confiadamente al trono de la gracia, y hallar


oportuno socorro. Reconozcamos que para Dios no hay nada imposible
(Jer 32:17; Lc 1:37)

*Dios quiere que le pidamos (Sal 2:8; Mt 7:7; Stg 1:5).

3. ¿Quiénes pueden orar?

3.1 Los que tienen a Cristo, y oran en su nombre

El hombre ora instintivamente. Es un hecho establecido, en la filosofía y


en la historia, que el hombre asimila el carácter moral del objeto de su
adoración, y se apropia de él. Cuando los hombres han adorado a dioses
sanguinarios, de fuego, de guerra, se han transformado en hordas brutales
y sin escrúpulos.

Este mismo principio se aplica en el caso del cristiano. «Conforme


contemplamos la faz de Cristo, nos transformamos a su imagen, de gloria
en gloria». Esto explica el énfasis escritural de dirigir nuestras oraciones al
único y verdadero Dios, Justo y Santo (1 Ti 2:5; Jn 14:6).

Jesucristo vino a morir por todos los hombres, de todas partes del mundo
y de todos los tiempos. Prometió descanso a todos los que están trabajados
y cargados. Por tanto, debemos acercarnos a Dios en el nombre de
Jesucristo y en su autoridad, para obtener respuesta a la oración, porque
Él es el único mediador. El no creyente no tiene seguridad de que Dios
responderá sus peticiones ni plegarias (Jn 14:14; 9:3; 1:12). Nos hacemos
hijos de Dios, al recibir a Jesucristo.

3.2 Los que tienen corazones limpios

«Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría


escuchado» (Sal 66:18).
«Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de
Dios, y hace su voluntad, a ése oye» (Jn 9:31).
La única oración que Dios escucha, cuando estamos en pecado, es la de
confesión, para obtener su perdón. No confesar, hace que Él oculte su
rostro para no oír (1 Jn 1:8-10; Is 59:2).

3.3 Los que tienen un espíritu perdonador y una actitud de perdón

Un corazón endurecido para perdonar es un obstáculo para la oración.


Jesús hizo notoria la necesidad de un espíritu de perdón, en Mateo 5:23-
24. La actitud de sincero perdón es necesaria para acercarnos con nuestra
petición a la presencia de Dios. Es muy frecuente decir: «yo perdono, pero
no olvido». ¿Qué sería de nosotros si ésta fuera la actitud de Dios? Su
amor nos ha dado el maravilloso e incondicional perdón a todas nuestras
faltas (Is 43:25). Es importante reconocer que no podemos perdonar y
olvidar por nuestra propia cuenta; debemos permitir que Él perdone a
través de nosotros. Para ello, debemos reclamar su espíritu perdonador,
para obtener respuesta a nuestras oraciones (Mt 6:12; Mr 11:25-26).

3.4 Los que oran, creyendo en su corazón que recibirán lo que piden

Todos los que oramos con fe, recibiremos respuesta a nuestras oraciones.
Jesús insistió en este principio a través de la higuera, cuando hizo ver a
sus discípulos que todo lo que se pide en oración, sin que exista duda en
el corazón, se recibirá (Mt 21:22; He 11:6).

4. ¿A quién oramos?

Oramos a Dios Padre, en el nombre de Jesucristo, mediante el poder del


Espíritu Santo. Nuestras oraciones son válidas por Cristo y son
interpretadas a Dios, el Padre, por el Espíritu Santo. Siendo Dios uno,
manifestado en tres Personas, es perfectamente aceptable orar a
Jesucristo o al Espíritu Santo. Es de mucho gozo saber que mientras
oramos, tanto el Señor Jesucristo como el Espíritu Santo están
intercediendo por nosotros (Ro 8:26-27, 34).

5. ¿Por qué orar?

*Para glorificar a Dios (Jn 14:13; 1 Co 6:19-20)


*Dios nos manda que oremos (Jer 33:3; 1 Ts 5:17)
*Dios se deleita con nuestras oraciones (Sal 34:4-17)
*El Señor Jesucristo y grandes líderes cristianos de todos los tiempos han
sido ejemplo de oración (Sal 5:1-3; Mr 1:35; Lc 22:44-46; Jn 17)
*La oración trae resultados (Hch 12:5-17; Stg 5:13-18)
*Oramos por nuestras necesidades personales: necesidades físicas,
crecimiento espiritual; por sabiduría, por fe; por cualquier cosa que nos
inquiete, preocupe, o nos dé temor; falta de gozo, tristeza, impaciencia,
enojo, etc. Oramos por nuestras relaciones personales y familiares; por los
amigos, vecinos, compañeros y autoridades; por la nación y el mundo
*Para reconocer necesidades, actitudes y reacciones que necesitan ser
transformadas
*Cuando tenemos problemas o llevamos cargas demasiado íntimas para
compartir, es necesario contarlas a nuestro Papá Dios (Fil 4:6)
*A través de la oración, agradecemos a Dios por escucharnos siempre (Sal
116:2; 1 Ts 5:18).

6. ¿Cómo aprender a orar en voz alta?

Para muchas personas es difícil orar en voz alta. Para un niño será más
fácil decir, «no sé orar» o «no quiero orar», pero los adultos al sentir la
necesidad de orar en voz alta, no quieren admitir la incapacidad, y
prefieren no asistir a las reuniones. Es preciso saber que «Jesucristo clamó
a gran voz» (Jn 11:38-43). Dios nos llama para que nos acerquemos a Él
como niños; Él tiene la respuesta para cada uno de nosotros.

Es indispensable que el líder instruya a sus discípulos para que hablen


acerca de sus cosas con Dios como con un amigo, pues Él se goza
escuchando las peticiones de sus hijos y atendiendo todos sus asuntos (Pr
15:8). Hay que motivarles para que incluyan en sus oraciones expresiones
de amor como: «te amo», «te necesito». Debemos recomendar a nuestros
discípulos que oren en voz alta, cuando estén solos, para que se
acostumbren a oír su voz cuando oran.

Es importante enseñarles que mientras más natural sea la oración, Dios


se hace más real. Por lo tanto, éstas deben ser sencillas, genuinas, cortas
y llenas de agradecimiento.

Aplicación Teoterápica

Como todo lo que existe, la oración también es una creación de Dios; es el


mecanismo efectivo para comunicarnos con Él. Por eso, la oración debe
convertirse en un estilo de vida, en algo que nunca debe faltar entre las
disciplinas que vamos adquiriendo.

El cristiano con poder y unción es aquél que permanece bebiendo de la


fuente clara del Todopoderoso; así su vida es de desafío para quienes le
observan y siguen sus enseñanzas.

Guía de Estudio e Investigación


*Narre tres testimonios, donde se muestre claramente la respuesta de
Dios, a oraciones realizadas conforme a Su voluntad

*Cite dos ejemplos bíblicos en donde se haya obtenido respuesta a la


oración, y explique los principios bíblicos aplicados por quienes realizaron
dichas oraciones (respalde con citas bíblicas).

Lección No 3: La oración creativa


«Y yo os digo: pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se
os abrirá.»

(Lc 11:9)

Indicador de Logro

Define e ilustra los elementos necesarios para que una oración


sea creativa y logre obtener respuesta de Dios.

Introducción

Crear, es producir algo de la nada; esto sólo Dios lo ha hecho. En


asociación con el Creador que está en nosotros, «creamos», cuando
hacemos posibles todas las cosas que anhelamos en lo personal, familiar y
social.

A través de la oración, tenemos acceso a la presencia de Dios, para ver


maravillosas realizaciones de Su poder «en» y «a través» de nosotros. La
oración es «vida», y «vivifica» a todos aquéllos que entran en ese maravilloso
contacto celestial, llevándolos a ver grandes resultados. Los grandes
hombres y mujeres de Dios han entendido la importancia de estar con su
Padre Celestial, antes de aventurarse a estar frente a los hombres.

1. La oración creativa y la acción

La oración es el acceso a la presencia de Dios mismo, a través de Cristo.


Dios, como Padre, desea mantener un diálogo con cada uno de sus hijos.
La oración también es una necesidad en el creyente, pues es la que nos
pone en relación con Dios, y nos permite colaborar con Él.

Debemos orar creativamente, para evitar sequedad, aburrimiento,


destrucción, divagaciones y mecanización. Todas las veces que el Señor
Jesús tuvo un encuentro con un hombre, le desafiaba a la acción. La
oración creativa y de fe, siempre implica una acción decidida e inmediata.

Ejemplos:

*El ciego de nacimiento: donde no había vista, la oración creadora dio luz
al ciego, pero implicó la acción de lavarse, tal como Jesús le ordenó, al orar
por él. «Ve a lavarte» (Juan 9:1-7)
*El Milagro del vino: La oración creadora de Jesús hizo que el agua se
convirtiera en vino, por la acción del maestresala, «llenad...sacad» (Juan
2:1-8)
*En los Evangelios encontramos muchos ejemplos que nos motivan para
cultivar una vida de oración «creadora», que nos conduzca a la acción,
para ver resultados maravillosos.

2. Los elementos de la oración creativa

2.1 Alimentar la fe con una visión clara

*Fe es la sustancia de las cosas que no se ven, y la certeza de lo que se


espera. Por esta razón, debemos esperar resultados claros y precisos; pues
si tenemos una vaga idea de lo que deseamos, o no pedimos conforme a la
voluntad de Dios, no obtendremos resultados (He 11:1, 6)

*Sin fe es imposible agradar a Dios, y el no saber los planes de Dios, ni


estar seguros de lo que deseamos, nos lleva a una oración llena de dudas,
que no va a tener respuesta (Stg 1:6-7)

*Por ejemplo, es incorrecto orar: «Señor, si es tu voluntad, resuélveme este


problema». Pero es correcto orar: «Señor, enséñame a entender el propósito
de este problema, y muéstrame tu voluntad, para pedirte como conviene, y
ver tu respuesta» (1 Jn 5:14-15)

*La oración creativa lleva a la acción y es para la gloria de Dios

*Nuestro Dios es un gran Dios y nuestras oraciones están limitadas


solamente por la medida de nuestra fe (Jn 17:20)

*Dios puede hacer lo imposible en respuesta a la oración (Lc 1:37; 18:27)

*Después de esto, nos queda clamar victoria en el nombre de Cristo Jesús


(Ro 8:31; Lc 18:7)

2.2 Desear ardientemente el objetivo claro

Nuestra petición debe ser constante, luchando y creyendo, no «en


paciencia contra paciencia», sino «en esperanza contra esperanza», como
Abraham, estando seguros de que Dios responde nuestras oraciones.
Debemos, por tanto, mantener mirando o alimentando nuestros objetivos,
para ver resultados (Sal 37:4; Ro 4:17-21).

Vemos un ejemplo en la actitud de Jacob: «No te dejaré, si no me bendices»


(Gn 32:22-28).
2.3 Experimentar la certeza de la respuesta de Dios

Es aquella seguridad interna, como resultado de que el Espíritu Santo, que


mora en nosotros, coloca paz en nuestra mente y en nuestro corazón (Sal
31:6-7; Fil 4:7).

A pesar de las dificultades o barreras, que aparentemente nos impiden


lograr el objetivo, tenemos la certeza que sólo viene de Dios y es
independiente de una falsa seguridad obsesiva que sólo trae ansiedad,
angustia, zozobra. La diferencia entre las dos, es la paz. No es arrebatarle
el «sí» a Dios, sino que, fruto de esta certeza, se acrecienta la confianza en
Él y la paciencia para esperarlo (He 10:35-36).

2.4 Dar muestras de fe

Una vez que tenemos la certeza, podemos expresar libremente la «realidad»


de lo que Dios nos ha dado. Como Abraham, «llamando las cosas que no
son, como si fueran» (Ro 4:17).

En el principio, el Espíritu Santo de Dios se movía sobre la faz de las


aguas; ésta es la acción en la dimensión espiritual (Gn 1:2). Cuando
permitimos que esta dimensión sea accionada por el Espíritu Santo, se
convertirá para nosotros en el camino de la fe.

El ejemplo de Jacob: Jacob visualizaba y se imaginaba las ovejas


manchadas y pintadas, y Dios hizo posible sus sueños (Gn 30:31-43).

3. El secreto de la oración eficaz

Para orar eficazmente, debemos tener en cuenta:

3.1 Limpieza de corazón

En nuestras oraciones, debemos incluir la confesión, que significa


«ponerse de acuerdo con Dios, reconociendo los pecados con los cuales le
hemos ofendido». Si necesitamos restaurar nuestra comunión con Dios,
debemos empezar con confesión. La confesión debe ser sincera y específica
(1 Jn 1:9).

3.2 Actitud de humildad

La humildad, ante todo, implica reconocer quiénes somos y cuánto lo


necesitamos. Cuando somos conscientes de nuestra realidad, le
buscaremos con sinceridad. En el humilde hay un auténtico deseo de
dejar lo que no agrada a Dios, y Él siempre oye al humilde (2 Cr 7:14).
3.3 Con todo el corazón

Le hallaremos, porque le buscamos de corazón, con hambre y sed de Él.


Cuando no le buscamos de corazón, nos cansamos y no hay respuesta. De
pronto, nos va a tomar tiempo buscarlo, pero debemos hacerlo con todo
nuestro corazón (Jer 29:12-13).

3.4 Actitud de obediencia

Guardar sus mandamientos. Hacer las cosas que a Él le agradan (1 Jn


3:22).

3.5 Dependencia del Espíritu Santo

Pedir al Espíritu Santo que interceda por nosotros, que nos muestre cómo
se debe orar y cómo pedir conforme a la voluntad de Dios. Él colocará
palabras sabias en nuestra boca (Ro 8:26-27, 1 Jn 5:14-15).

3.6 Confesar los pecados que Dios traiga a nuestra mente

Recordemos la promesa que Dios nos hace en 1 Juan 1:9 de limpiarnos y


perdonarnos. Después de esto, no debemos dejar que el recuerdo de los
pecados confesados nos robe la paz nuevamente (Is 43:18).

3.7 Con insistencia e importunidad

La fe y la certeza en la respuesta nos llevarán a insistir e insistir, porque


sabemos que Él acude al llamado de sus hijos, y no puede faltar a lo que
ha prometido (Mr 7:24-30).

3.8 Evaluar nuestra relación con Dios

Debemos estar seguros de que nuestra relación con Dios es de Padre a


hijo, por haber recibido a Cristo en nuestro corazón y creer en Él. Si el
Espíritu Santo nos muestra que existe pecado en nuestra vida, es
necesario confesarlo (Sal 32:5).

Debemos creer que Dios escucha y responde, cuando sus hijos oran (Pr
15:8; 1 P 3:12).

3.9 Orar para la gloria de Dios

*Todas las oraciones, así como todos los actos de nuestra vida, deben
glorificar a Dios (Sal 145:1-2; Lc 11:2).
*La vida de oración verdadera y efectiva debe estar firmemente basada en
el deseo de glorificar a Dios. La oración, que no busca glorificarle, es vana
(Sal 8:1-4; Mt 5:16; Jn 17:4).

*Oremos para que otras personas reciban a Cristo en sus vidas y tengan
crecimiento espiritual; hagamos todas nuestras peticiones de modo que
demuestren fe en Él, sabiendo que las respuestas son para su gloria (Jn
14:12-14; 17:20-21).

3.10 Orar con autoridad

Oremos, para reclamar la autoridad que tenemos en el nombre de


Jesucristo y en el poder de su sangre que nos cubre. Recordemos que
estamos juntamente crucificados, sepultados, resucitados, ascendidos y
sentados con Cristo a la diestra de Dios Padre (Jn 1:12-13; Gá 2:20).

3.11 Orar con reverencia

Cuando oramos lo hacemos al Dios Todopoderoso, creador del cielo y la


tierra, nuestro Rey y Padre misericordioso. Es esencial, entonces, que en
nuestras oraciones se refleje esta actitud. Una audiencia con el Rey es
siempre un privilegio; por eso acerquémonos a Él con reverencia y respeto
(He 1:3; 5:7).

3.12 Orar de acuerdo con la voluntad de Dios y su Palabra

La oración realizada de acuerdo con la voluntad de Dios es escuchada y


respondida. Cuando la oración está subordinada a la voluntad de Dios,
entonces todas las circunstancias de la vida estarán de acuerdo con la
promesa de la Escritura (Ro 8:28, 37-39).

3.13 Orar ardiente y expectativamente

La oración debe ir acompañada de un intenso deseo de realización. Quien


ora, debe tener en su corazón la certeza de la respuesta a su petición,
pues, la ferviente oración del justo puede mucho (He 11:1; Stg 5:16).

Reconozcamos que Dios responde de tres maneras: sí, no y espera. En


ocasiones, la oración no es respondida como se espera, porque Dios tiene
un plan mejor (Sal 37:5).

Creamos en la respuesta como si ya la tuviéramos; alabemos a Dios de


antemano, por ella. Aprendamos de los apóstoles y discípulos, quienes
esperaban con gran expectación ser dotados con poder de lo alto (Nm
11:23; Hch 1:4,8).
3.14 Orar persistentemente

Los discípulos pidieron a Jesús que les enseñar a orar. Entre las
enseñanzas, también refirió una parábola sobre la necesidad de orar
siempre y no desmayar (Lc 18:1-18)

Al orar insistentemente, entendemos que las dilaciones de Dios no son


respuestas negativas; por el contrario, cada día se acerca más la
respuesta. Cerca de dos mil años se ha repetido la última oración
registrada en la Biblia (2 P 3:9).

Orar persistentemente, con la autoridad de la Palabra, no es vencer la


oposición de Dios, sino asirnos de su buena voluntad para atraer su
omnipotente poder sobre toda necesidad. El Señor Jesucristo clamó al
Padre, y fue oído (Col 4:2; 1 Ts 5:6; He 5:7).

El Señor escucha la oración persistente. Al principio de su ministerio,


George Mueller oró persistentemente por la salvación de cinco amigos. El
primero aceptó a Cristo después de cinco años; el segundo y el tercero,
después de diez años; el cuarto, después de veinticinco años, y el último
conoció a Cristo dos años después de la muerte de Mueller. Mueller oró 52
años por estos hombres. Dios es fiel a su Palabra (1 Jn 5:14).

3.15 Orar específicamente, para obtener respuestas específicas

Dios se manifiesta más real en nuestras vidas, cuando recibimos


respuestas específicas (Stg 1:5; Mr 10:51). El Padre sabe de qué cosas
tenemos necesidad, pero le agrada que se las hagamos conocer humilde y
sinceramente, con la certeza de que es Él quien va a obrar. No tratemos de
ayudarle a contestar por nosotros mismos.

*Abraham pidió un hijo, y luego trató de ayudar a Dios (Gn 15:2; 16:1-2)
*Jacob oró para ser librado de Esaú y luego trató de apaciguarle con
cabras, ovejas, etc. (Gn 32:11,13-15)
*Ana oró por un hijo, esperó confiada y halló respuesta (1 S 1:10-11, 15,
19-20).

Aplicación Teoterápica

Permitamos que Dios impregne nuestra mente y nuestro corazón con esos
sueños y visiones de lo que Él quiere hacer. Cuando activamos nuestra
dimensión espiritual con la oración, podemos «crear» y obtener
manifestaciones poderosas, prodigios y señales en nuestra vida. De esta
manera, por medio de la oración, «creamos» vidas nuevas, familias
restauradas y una nación nueva, que vea la Gloria de Dios.
Dejémonos tomar de su santa mano, y que sea Él mismo, guiándonos a su
presencia y a todo aquello que ha preparado para nosotros, desde antes de
fundar el mundo. Como hijos de Dios, tenemos el privilegio, en sociedad
con Él, de «crear» de la nada, para bendición total.

Guía de Estudio e Investigación

Realice un estudio de Romanos 4, y saque ocho enseñanzas sobre la


oración creativa de Abraham.

Lección No 4: La oración de alabanza


«Alabad a Jehová, porque Él es bueno, porque para siempre es su
misericordia.»

(Sal 136:1)

Indicador de Logro

Discrimina las verdades reveladas y el lenguaje propio de la


«Estrategia de la Alabanza».

Introducción

Las luchas diarias, las responsabilidades y problemas se pueden convertir


en cargas pesadas que nos llevan a la murmuración, afecta nuestra salud,
deprimen nuestra alma y, a menos que ejercitemos la alabanza, estaremos
incapacitados para entender cuán buena, agradable y perfecta es la
voluntad de Dios Padre.

Así mismo, el temor, una de las fuerzas más destructoras y prevalecientes


en nuestra sociedad actual, nos puede controlar a tal punto que nos
inmoviliza en la vida. El ejercitar una vida de alabanza frente a cualquier
circunstancia, nos permitirá ser vencedores.

La alabanza siempre ha sido y será «el método de Dios» para obtener


resultados milagrosos y deleitarnos en su Presencia. «...No con ejército, ni
con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.» (Zac
4:6).

1. Definición

*Alabar es rendir honor a Dios y reconocerlo por lo que Él es: único,


bueno, grande, poderoso, misericordioso, santo, justo, fiel, etc; esto trae la
alegría santa. Surge espontáneamente frente a los milagros de Dios, sus
dones y su ayuda

*La alabanza es una expresión de admiración y estimación a Dios, y de


reconocimiento por lo que Él hace. Es la acción de glorificar a Dios, de
ensalzarlo y bendecirlo, especialmente con cánticos, música y danza

*La alabanza es una de las manifestaciones a las que en la Biblia se invita


con frecuencia. En los Salmos, encontramos frecuentemente este género
de oración. La alabanza y la acción de gracias suscitan las mismas
manifestaciones exteriores de gozo, sobre todo en las reuniones de cuerpo

*La alabanza está íntimamente ligada con el primer mandamiento (Mt


22:37; 4:10)

*Es apartarnos, para deleitarnos con Él y en Él. Colocarlo en el primer


lugar de nuestra vida, exclusivo para Él. La alabanza exalta a Dios y le
pertenece a Él (Sal 37:4; Mt 6:9)

*Jesús alabó al Padre, al orar en Getsemaní: «…no se haga mi voluntad,


sino la tuya»; también la Biblia nos muestra cómo se regocijaba en Él (Lc
22:42; 10:21-24)

*A la presencia de Dios se llega con alabanza. Estas porciones nos hacen


ver que la alabanza delante de Dios es el sacrificio de nuestro propio ego
(Sal 9:1-2; 50:14; 95:1-2)

*Cuando Jonás, después de confesar, alabó a Dios, el pez lo vomitó. La


alabanza es la manera de darle oportunidad a Dios para que nos rescate
totalmente de cualquier situación (Jon 2:9-10).

2. ¿Quiénes pueden alabar a Dios?

2.1 Los que viven

La alabanza es un privilegio del que vive; el que vive es el que tiene a


Cristo, el que permite ser controlado por Cristo, para que el Espíritu Santo
le guíe a alabar a Dios (Is 38:19).

Dios ordena en Su Palabra que todo lo creado le alabe. La constante


alabanza está en aquél que tiene una actitud de niño delante de Su Padre
Celestial (Sal 150:6; Mt 18:3).

Los niños pequeños no parecen tener nunca complejos, cuando se trata de


alzar las manos, aclamar, cantar o interpretar instrumentos para el Señor;
no están preocupados por su aspecto, o cómo los ven los demás.

Uno de los obstáculos para alabar a Dios es la dureza de corazón y el


orgullo. La verdadera alabanza florece abundantemente, en el fértil terreno
de la humildad. Ser humilde es tener «total» dependencia de Dios, y esto
implica, en fe, darle gracias a Dios por todo (He 13:15; Stg 4:6).

2.2 La creación alaba a Dios (Sal148)

2.3 Todos los siervos de Dios le alabarán eternamente


(Sal 79:13; 84:4; Ap 19:3-8)

3. ¿Por qué se alaba?

*Porque Él es bueno (Sal136:1; 86:5; Nah 1:7)


*Para hacer memoria de las maravillas que Él hizo por su pueblo
(1 Cr 16:23-36)
*Porque es la manera de llamar a Dios (Sal 100:1)
*Porque Él ha hecho maravillas en nuestras vidas (Sal 107:15)
*Porque debemos dar a conocer a los hombres el poder de Él (Sal 145:10-
13)
*Porque Él es grande y digno de alabanza (Sal 96:4)
*Porque la alabanza le pertenece a Dios (Sal 65:1)
*Porque es bueno alabarle (Sal 147:1)
*Porque es único (2 Cr 6:14)
*Por sus obras, por su Palabra, por sus dones (Is 25:1).

4. ¿Cuándo se alaba?

*En todo tiempo (Sal 34:1; 145:1-2)


*Individualmente (Sal 63:1-8)
*Estando reunidos (Sal 111:1)

5. ¿Cómo se alaba?

*Con el corazón (Sal 111:1)


*Con los labios (Sal 34:1)
*Con cánticos (Sal 28:7)
*Alzando las manos (Sal 63:4)
*Con danza (Sal 149:3)
*Tocando instrumentos (Sal 150)
*Con las manos (Sal 28:2; Ap 7:9-12)

6. Proceso para obtener magníficos resultados en la alabanza (Sal


95; 96:1-2)

Aclamarle con alegría

Es el primer paso. Consiste en que los hijos de Dios, colocados


armónicamente en el cuerpo de Cristo, bajo el sentir unánime del Espíritu
Santo, alaban, ovacionando, aplaudiendo y exaltando al Dios de Gloria.

Cantarle con júbilo

Entonar canciones de fiesta y alegría, con todo nuestro ser e instrumentos


musicales, deleitándonos en su presencia.
Alabarlo en su presencia

Reconocer públicamente las hazañas, señales, prodigios, maravillas, obras


de nuestro Dios en su creación, su obra salvadora en la cruz, y las
respuestas a nuestras oraciones.

Aclamarlo con cánticos

Unir nuestras voces en un solo coro, inspirados por la grandeza de nuestro


Dios, para expresar unánimemente nuestro amor al Pastor Eterno de
nuestras vidas.

Ministerio de la Palabra

Escuchar en oración la voz del Altísimo, a través de la unción del Espíritu


Santo en sus siervos, exponiendo los «dichos de su boca». Escuchar con
una actitud de reverencia, entrega total y disposición a obedecerle
incondicionalmente.

Adorarlo

Reconocer con nuestros labios los atributos del Dios, Rey y Señor por
excelencia en los cielos y en la tierra.

Postrarse

Humillarnos totalmente, rostro en tierra, delante de su presencia soberana


e inmutable, para contemplar su hermosura.

Arrodillarse y pedir

Expresar, físicamente, la rendición que existe en nuestra mente, voluntad


y emociones a la voluntad de Dios, creyendo que Él escucha atentamente
el clamor de los justos.

Cántico nuevo

Es el fruto espontáneo de nuestros labios que comunican el sentir


espiritual de nuestro corazón, en el poder del Espíritu Santo, hacia el
corazón de nuestro Padre Celestial.

Los magníficos resultados de la alabanza


(gráfica página 77)

Aplicación Teoterápica

La alabanza es «el domicilio de Dios». Su Palabra nos dice que Él habita


entre las alabanzas de sus escogidos (Sal 22:3). La alabanza debe ser para
nosotros un estilo de vida. El tiempo que dediquemos a cultivar la
estrategia de la alabanza en nuestras vidas nunca será demasiado ni es
tiempo perdido, y los resultados no tardan en aparecer. Para alabar a Dios,
debemos tener una visión clara y vivencial de su poder y su gloria.
Dejémonos impresionar de su Presencia, para que tengamos comunión
permanente con Él.

Guía de Estudio e Investigación

*Haga un estudio de 2 Crónicas 20. Explique cómo los Israelitas vencieron


sus temores y cómo aplicaron ellos la estrategia de la alabanza

*Realice un estudio personal sobre la alabanza, con base en el Salmo 95, y


comparta testimonios sobre la forma en que ha alcanzado la victoria por
medio de la alabanza

*Los adiestrandos, bajo la guía del profesor, realizarán un taller de


alabanza, para aplicar la teoría vista en clase.

Lección No 5: La oración de adoración


«Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el
Padre tales adoradores busca que le adoren.»
(Jn 4:23)

Indicador de Logro

Identifica los principios fundamentales y el lenguaje propios de la


oración de adoración.

Introducción

El hombre es un ser adorador por naturaleza, pero cuando esta adoración


se desvía de Dios, trae conflicto y confusión. Detrás de muchos de
nuestros conflictos y aún enfermedades, lo que realmente podemos
encontrar muchas veces, para nuestra sorpresa, es que hemos dejado de
adorar al Dios verdadero, y hemos buscado sustitutos que nos perjudican
notablemente (Jer 2:13).

1. ¿Qué es adoración?

Adorar a Dios es alabarle, exaltarle, honrarle en nuestros corazones, en


nuestras mentes y con nuestros labios. Nuestra relación con el Padre
Celestial debe ser de absoluta confianza, fe y obediencia. Nos acercamos a
Él en actitud de adoración y alabanza, con reverencia y respeto, con amor
y gratitud. La adoración es mucho más que palabras; es la expresión de
nuestro corazón hacia Dios; es una experiencia, no una acción.

Es un tributo de reconocimiento y admiración por lo que Él es. Es el acto


de rendir honor, estima y amor a Dios. La adoración viene de verle a Él en
su majestad, con todos sus atributos: Soberano, Bueno, Justo, Santo,
Misericordioso, Amoroso, Perfecto, Omnisciente, Omnipresente,
Omnipotente, Eterno, Inmutable y Fiel.

2. ¿A quién adorar?

Debemos adorar al Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. La Palabra de


Dios nos exhorta a amar al prójimo, como a nosotros mismos, pero es bien
clara que la adoración sólo está destinada para Dios (Mt 4:10; Jn 4:23-24).
Mientras más adoremos al verdadero Dios, más control ejercerá Él sobre
nosotros. Pero si desviamos esta adoración en otra dirección, lo que
adoremos comenzará a controlarnos.
3. ¿Quiénes pueden adorar?

La adoración hace parte del linaje genético del hombre; es algo que lo lleva
en su instinto. De allí podemos decir que tiene y siente la necesidad de
hacerlo. La confirmación de este hecho se encuentra en la palabra de Dios:
«Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a
adorar delante de mí, dijo Jehová.» (Is 66:23).

Todas las criaturas de Dios son inherentes adoradores: terrenales y


celestiales; pero nosotros, los hijos de Dios, estamos llamados de manera
muy especial para este ministerio. Adoran a Dios los que se dejan hallar
por el Padre, para que el Espíritu Santo los estimule y los capacite para la
adoración; así mismo quienes hacen su voluntad de todo corazón. «Y
sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de
Dios, y hace su voluntad, a ése oye.» (Jn 9:31)

4. ¿Cómo adorar?

Cuando todo nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo ame a Dios totalmente,
Él será el único objeto de nuestra adoración. Esto es imperante
entenderlo, ya que lo que amamos, pronto se convertirá en lo que
adoramos, pues la adoración es sencillamente una expresión de amor en
su forma más elevada, y es otorgada solamente a Dios. Si nosotros
amamos al Señor con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas,
siempre tendremos la actitud que nos llevará a la oración de Adoración (Mr
12:30).

Leer Salmos en alta voz, escoger porciones de alabanza y exaltarle por sus
atributos: amor, santidad, fidelidad, misericordia, justicia, etc., ayuda a
enriquecer el tiempo de adoración. Si empezamos con un corazón frío y
desagradecido, siguiendo esta práctica, pronto seremos movidos a adorar a
Dios (Sal 103, 113, 117, 145, 146).

5. ¿Cuándo adorar?

Debemos adorar a Dios antes de servirlo, pues Él mismo estableció esa


prioridad en su Palabra. El orden, entonces, es adorarle primero, para
luego servirle. Nuestro servicio no es sustituto de nuestro amor para el
Señor (Mt 4:10b).

Este concepto lo podemos aclarar con el siguiente ejemplo: consideremos a


un hombre viudo que emplea a un ama de llaves, a una cocinera o a una
niñera; pudiera ser que estuviera bien servido, pero ¿sustituyen estos
servicios el amor de su esposa? !Definitivamente no! Luego, hay que tener
cuidado que, al estar sirviendo al Señor, se tenga tiempo para estar con Él.
El servicio a Dios no es en ningún momento sustituto de nuestro amor; al
contrario, como fruto de adorar a Dios, se dará nuestro servicio a Él. No es
una situación de escoger entre los dos, sino de hacer ambos: adorar y
servir al Señor (Jn 15:15).

Él no nos ha escogido sólo para servir, sino que el Señor nos ha dado la
orden de estar con Él. «Y estableció a doce, para que estuviesen con Él, y
para enviarlos a predicar» (Mr 3:14).

6. Formas de adoración

El hecho de entender la adoración como una actitud espiritual que afecta


profundamente nuestra naturaleza síquica, nos llevará a expresarlo de
una forma física. Bíblicamente, hay posturas que sólo pertenecen a la
adoración:

6.1 Inclinación de la parte superior del cuerpo

En el Antiguo Testamento, cuando Moisés regresó de su ausencia de


cuarenta años en el desierto y trajo buenas noticias a los ancianos de
Israel (que Dios estaba por liberarlos de la esclavitud de Egipto), «...se
inclinaron y adoraron..» (Éx 4:31). Esta actitud física era un acto de
adoración ante la presencia de Dios. El Rey Ezequías cuando restableció el
culto en el templo de Jerusalén, se inclinó con todo el pueblo y adoraron (2
Cr 29:29).

6.2 Adoración, postrándose sobre el rostro

Estando los Israelitas en la tierra prometida, Josué se encontraba cerca de


Jericó. Cuando alzó sus ojos, vio al «Príncipe del ejército de Jehová» e
inmediatamente, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró (Jos 5:14).

Los tres magos del Oriente llegaron al lugar donde se encontraba el niño
Jesús, con María, su madre, y «postrándose, lo adoraron» (Mt 2:11). El
libro de Apocalipsis está lleno de ejemplos al respecto, y nos muestra
progresivamente la adoración que realiza toda la creación de Dios (Ap 5:9-
14).

Aplicación Teoterápica

En los tiempos del Antiguo Testamento, los adoradores no podían entrar


en el santuario divino. Solamente podían entrar en el patio exterior a él.
Incluso, el Sumo Sacerdote sólo podía entrar en el Lugar Santísimo, una
vez al año. Gracias a la redención, todo esto ha cambiado. Ahora el velo del
Templo se rasgó y Dios ha abierto de par en par el acceso a Él. Ahora
tenemos libertad para entrar al «Lugar Santísimo» y adorarlo. Habiendo
sido diseñados para ser adoradores, dispongámonos para vivir el diseño de
Dios y disfrutar de toda la bendición que esto nos trae.

Guía de Estudio e Investigación

Cite dos ejemplos de adoración en la Biblia, diferentes de los nombrados


en la lección, teniendo en cuenta:

*Motivos para la adoración


*Consecuencias en la vida de los adoradores y de quienes les rodearon

Lección No 6: La oración de intercesión


«Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad;
pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el
Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.»

(Ro 8:26)

Indicador de Logro

Identifica los elementos inherentes a la oración de intercesión y la


relación de los mismos, apoyándose en algunos ejemplos bíblicos.

Introducción

El interceder debe ser una disciplina en nuestras vidas, si esperamos ver


el respaldo de Dios en todo, según su soberana voluntad. ¿Cuántas
personas necesitan de nuestra oración?, ¿Cuánto necesitamos de la
oración de otros? Es algo que sólo valoraremos en los momentos de
adversidad y cuando estemos en la eternidad disfrutando de la presencia
de Dios (Ef 6:18; Ap 5:8).

Hay muchos casos de intercesión en las Escrituras: la intercesión de


Abraham ante Dios por Sodoma; las múltiples intercesiones de Moisés,
buscando el perdón de Dios hacia una nación rebelde; y muchos otros
ejemplos. En el Nuevo Testamento nos encontramos con el Gran
Intercesor: el Eterno Intercesor, Cristo.

Siguiendo estos grandes ejemplos, debemos con empuje y disciplina


desarrollar también ese ministerio en nuestra vida.

1. ¿Qué es interceder?

Es mediar por otro para alcanzar una gracia, librarle de algún castigo, etc.
Es interponerse entre dos o más, reconciliándolos y uniéndolos en amistad
con Dios. Un intercesor es aquél que se interpone entre Dios y los
hombres, implorando un favor o una gracia especial (Job 42:9; Jn 17:20).

2. Jesús como maestro de intercesión

La intercesión es uno de los rasgos más destacados de la vida de Jesús.

2.1 Llevó el pecado del mundo (Is 53:12b; Lc 23:34a)

*Realizó su obra expiatoria, llevando el pecado de muchos


*Derramó su vida
*Fue contado con los pecadores
*Oró por los transgresores

2.2 Sigue intercediendo por nosotros

Lleva cerca de 2.000 años sentado a la diestra del Padre, intercediendo


perpetuamente (He 7:22-28). Alegrémonos porque nuestros nombres están
escritos en la lista de oración del Señor Jesús. Él es nuestro abogado
Celestial (Ro 8:34). Él rogó al Padre para que fuera enviado otro
Consolador, Abogado, Consejero, uno igual a Él, el Espíritu Santo. Ellos
son los intercesores que ahora tenemos (Jn 14:16).

La intercesión de Cristo se lleva a cabo «fuera de nosotros». No podemos


colaborar ni interponernos a Nuestro Sumo Sacerdote, porque Jesús lleva
a cabo su intercesión sobre la base de lo que Él ya hizo en la cruz. Cristo,
al interceder, nos hace objeto de su intercesión; el Espíritu Santo nos hace
vehículos de su oración, es decir, participamos activamente (Ro 8:26-27).

3. Características de un intercesor

3.1 Convicción íntima de la absoluta justicia de Dios

Dios jamás traerá sobre los justos el juicio que merecen los impíos, porque
su justicia es absoluta. Por la obra de Cristo hemos sido declarados
«justos»; Dios ya no tiene nada contra nosotros. Él nos disciplina como
parte de su amor, y nos corrige cuando lo necesitamos (He 12:5-8).

3.2 Tener un interés profundo por ver la gloria de Dios

Moisés rechazó dos veces la oferta que Dios le hacía de hacer de él una
nación grande. La gloria de Dios era su interés, y no su reputación
personal (Éx 32:10-14).

3.3 Tener un conocimiento íntimo de Dios

El intercesor se pone delante de Dios, confiadamente, buscando Su perdón


y misericordia para otros, y lo hace con temor reverente (Jer 9:23-24; Mt
8:5-8).

3.4 Ser una persona con valor espiritual y personal

Estar preparado, si es necesario, para arriesgar su vida y llegar al corazón


de Dios, y así alcanzar gracia para otros. Es una vida impulsada, lanzada
fuera del alcance humano (Nm 16:46-50).
4. ¿Cómo interceder?

*Identifíquese con aquéllos por quienes ora


*Sea perseverante. El enemigo de las almas de los hombres queda sin
poder contra la oración de intercesión
*No escatime, en ninguna circunstancia, la oración; lo más grande que
puede hacer por alguien, es «orar»
*Ore por los eventos y circunstancias, así como por los individuos.

5. ¿Cómo estimular la oración de intercesión?

La iglesia primitiva floreció cuando Pablo intercedió por ellos (Ef 1:15-20).

Hombres y mujeres de fe han tenido respuestas a sus peticiones de


intercesión, en forma maravillosa. La fervorosa oración de un hombre recto
trae asombrosos resultados:

*Cuando Abraham oró, Lot se salvó (Gn 19:29)


*Cuando Ezequías oró, Dios hizo volver a Senaquerib (2 R 19)
*Un ángel puso en libertad a Pedro, en respuesta a la oración de
intercesión (Hch 12:17)
*Jesús sanó, como respuesta a oraciones de intercesión (Mt 15:22)
*Dios manifiesta la necesidad de orar por los que están en autoridad (1 Ti
2:1-4)

Oremos a través de porciones bíblicas para interceder por otros; dejemos


que la Palabra de Dios guíe nuestras oraciones y exprese nuestros
pensamientos a Dios, así:

*Por nuestros maestros y líderes (He 13:17)


*Por un miembro de nuestra familia (Ef 1:16-19)
*Por un amigo cristiano (Fil 1:9-11)
*Por nuestros hijos espirituales (Col 1:9-11)
*Por nuestro líder cristiano (Ef 6:19-20)
*Por nuestros gobernantes.

6. ¿Cómo practicar la oración de intercesión en grupos de oración


y en células?

Para esto es necesario preparar peticiones para ser repartidas por escrito,
al comienzo de la reunión. Estas peticiones pueden realizarse por:

*Eventos de la comunidad, necesidades de los ministerios

*Por los objetivos misioneros y evangelísticos, por nuestro distrito y


nuestros líderes
*Por los líderes locales, nacionales, departamentales; por los directores
distritales

*Por las necesidades locales y mundiales

*Se debe orar en armonía, recordando necesidades comunes, y dejando


que cada participante tenga oportunidad de interceder

*Se pasan peticiones en cada reunión; por esto, se debe asignar a alguien
para copiar las que surjan

*Se deben hacer oraciones específicas, para que esperemos respuestas


específicas

*Debemos sentirnos libres para hacer nuevas peticiones, a medida que se


van presentando en nuestra mente.

7. ¿Cómo ayudar a cumplir la gran comisión, a través de la oración


de intercesión?

7.1 A través de la oración se ganan hombres para Cristo

Es necesario orar para que Dios disponga los corazones, a fin de que otros
entiendan y respondan al Evangelio (Jn 6:44).

Orar para que Dios levante creyentes que compartan el evangelio con los
no cristianos (Mt 9:37-38; Col 4:3).

Reconozcamos que Satanás ha enceguecido y cautivado al no cristiano


sobre el conocimiento, sobre la victoria de Cristo y sobre él. Nosotros
estamos llamados a llevarles a descubrir la verdad (Ef 6:12).

Luego de esto, se debe persistir en estas oraciones (Dn 10:12-13; Lc 18:1-


8).

7.2 Edifiquemos hombres para Cristo, a través de la oración

*Se debe agradecer a Dios por la vida de las personas que Él coloca bajo
nuestra dirección (Fil 1:3)

*Hay que orar para que el mundo sea liberado de la esclavitud de Satanás
(2 Ts 3:2)

*Oremos para que los cristianos puedan caminar como es digno del Señor
(Col 1:10)
*Oremos por sabiduría y revelación en el conocimiento de Cristo (Ef 1:16)

*Oremos por la unidad en el Espíritu con otros creyentes, y para que ellos
sean fortalecidos interiormente (Jn 17:23)

*Oremos para que el amor de Dios abunde en ellos, y maduren


completamente, seguros de la voluntad de Dios

*Oremos por denuedo y oportunidades, para que puedan compartir el


Evangelio (Ef 6:19-20)

7.3 Enviemos hombres para Cristo, a través de la oración

*Reconozcamos la falta de hombres para la obra del Señor (Mt 9:37; Ro


10:13-15)

*Realice una lista de candidatos para que sean enviados por el Señor (Is
6:8; Mt 9:38)

*Oremos para que los misioneros sean de empuje en las diferentes


comunidades y países (Hch 4:29-31)

*Clamemos por el cumplimiento de la Gran Comisión, en su área y en el


mundo, de acuerdo con la promesa de Mateo 28:18-20 y 1 Juan 5:14-15

*Con base en lo planteado en 2 Timoteo, oremos por gente dispuesta a


enseñar a otros.

8. Porciones bíblicas para interceder específicamente

8.1 Por nosotros mismos

Para que Dios purifique nuestros pensamientos y deseos. Para que seamos
instrumentos útiles y canales para transmitir el amor de Dios a otros (1 Co
1:26-31).

8.2 Por nuestro hogar y familia

Para que ellos reciban a Cristo y anden en sus caminos. Pidamos


sabiduría y guía de Dios para cumplir sus principios (Ef 1:13-14; Pr 3:33).

8.3 Por la CRCEPC, y el distrito al que pertenecemos


Para que haya unidad en el Cuerpo de Cristo; por sabiduría, amor y
entendimiento entre sus miembros; por un ministerio de reconciliación (Jn
17:11).

8.4 Por la nación

Para orar por la nación, debemos ser sensibles a las situaciones de


conflicto que atraviesa el país que habitamos. Dejando la indiferencia,
siempre estaremos orando por un arrepentimiento nacional que traiga el
perdón y la misericordia de Dios (2 Cr 7:14; Esd 8:21-23).

A través de la historia, parece que han existido varias crisis que afectan la
tranquilidad de una nación. Esto demanda oración específica y unidad. En
cada caso, la oración trajo una poderosa y dramática intervención de Dios
a su favor.

8.5 Por el mundo

Oremos por un avivamiento espiritual que se extienda por el mundo


entero, para que el mensaje del Evangelio sea llevado hasta los confines
de la tierra (Jl 2:28-29; Zac 12:10).

8.6 Por los que están en autoridad

Es nuestra responsabilidad orar por los líderes de la nación, del


departamento, de la ciudad; por personas con responsabilidad en la obra
del Señor, para que tengan sabiduría, integridad, vida recta, conciencia
permanente de la Presencia de Dios en sus mentes y corazones, protección
espiritual y física (1 S 12:14-15; 1 Ti 2:1-6).

8.7 Por los no cristianos

Hay que orar por los perdidos, para que sean iluminados con el Evangelio,
y lleguen al arrepentimiento y conocimiento de Cristo; por la
evangelización del país y del mundo (Ro 10:1, 13-15).

8.8 Por los enfermos, desanimados, perseguidos, prisioneros

Oremos para que a este tipo de personas les sea dada fortaleza y
benevolencia; que puedan reclamar y disfrutar las promesas del Señor, y
sean conscientes de que Él nunca les abandonará (Sal 130; Jer 33:3, 6, 8).

8.9 Por los que se encuentran sumidos en la droga

Tengamos presente en nuestras oraciones, a quienes se encuentran


perdidos en la obscenidad, el alcohol, el homosexualismo, el crimen, la
inmoralidad, la pornografía; por los prejuiciados, los descreídos y los
desesperados (Jn 8:36).

8.10 Por todos los cristianos

Oremos para que todos los cristianos sean energizados por el poder del
Espíritu Santo, para llevar la salvación a otros (Hch 1:8; Gá 2:20).

8.11 Por las comunicaciones sociales

Para que sean efectivas en la evangelización del mundo. Por una mayor
influencia cristiana en periódicos, revistas, televisión, cine, radio, etc. (Col
2:8; Pr 15:30).

9. Estrategias de intercesión continuas

*La Cadena de Oración de 24 horas: es una continua comunicación con


Dios, en donde la oración de una persona se encadena con la siguiente,
como se explica en la lección 1

*La Cadena de Emergencia: es la oración de intercesión en situaciones


urgentes, por hechos que ocurren inesperadamente, y requieren solución
inmediata y eficaz

*La oración de intercesión específica (fuerza unida): es un grupo indefinido


de personas, las cuales voluntariamente hacen un compromiso con Dios,
para hacer un alto en sus actividades, a fin de orar durante cinco o diez
minutos diarios, donde quiera que se encuentren, intercediendo por la
evangelización total del país. La oración se hace por los gobernantes,
profesionales, estudiantes, obreros, amas de casa, campesinos, gerentes
de empresas, enfermos, prisioneros, etc.

Aplicación Teoterápica

La oración de intercesión es una poderosa arma, que podemos usar en la


lucha espiritual que continuamente mantenemos. Con la oración
perseverante, lograremos lo que con nuestro esfuerzo y lógica nunca
conseguiríamos. El mundo en crisis, en el cual vivimos, necesita a gritos,
que se levanten hombres y mujeres que intercedan y «hagan descender el
cielo a la tierra».

Guía de Estudio e Investigación


*Explique 5 características de Jesús como intercesor (Isaías 53)

*Busque en la Biblia dos personajes que hayan intercedido con éxito ante
nuestro Padre Celestial, y explique:

*Motivos que llevaron a la persona a obtener el favor de Dios


*Consecuencias de la intercesión realizada

Lección No 7: La oración y la Biblia


«Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros,
pedid todo lo que queréis, y os será hecho.»

(Jn 15:7)

Indicador de Logro

Comprende la importancia de la lectura y meditación de la


Palabra de Dios, para vivir una vida de oración rica y poderosa.

Introducción

El haber recibido a Cristo como Señor y Salvador, es la decisión más


importante de nuestra vida, pues es nuestro nacimiento en la familia de
Dios. Ser hijo del Altísimo implica el saber comunicarnos con nuestro
Padre y conocer su lenguaje. Por ello, la conexión vital entre la Palabra de
Dios y la oración es una de las más simples y de las primeras lecciones de
la vida cristiana, que hacen parte indispensable de las bases de nuestro
desarrollo; pero siendo algo tan importante y definitivo, la mayoría de las
veces se descuida; de allí que nuestras vidas carezcan de todo el poder y la
acción creadora que deseamos.

1. Importancia de leer la Biblia

El Espíritu Santo derrama de su unción y bendición sobre nosotros,


cuando leemos las Escrituras, cuando nos dirigimos a testificar de Cristo,
cuando predicamos y enseñamos la Palabra de Dios; pero, para que todo
esto sea una realidad, necesitamos orar. La comunión con Él es necesaria;
después de orar, debemos ir a la Biblia, y siempre Dios nos dará algo
nuevo y fresco en su Palabra. Del mismo modo que el Espíritu Santo hizo
concebir a María, puede así mismo fecundarnos con la Palabra de vida. «…
la letra mata, mas el espíritu vivifica» (2 Co 3:6).

Jorge Muller, un gran siervo de Dios, decía que es mucho mejor comenzar
el día con una lectura de la Palabra de Dios, que empezarlo con algún
intento de orar. En el cilindro de un motor de gasolina se requieren dos
cosas para provocar la explosión y la potencia que de ella resulta: la
primera es la chispa y la segunda es el combustible. La chispa del Espíritu
Santo de Dios puede estar presente en nuestros corazones, con verdadera
fuerza, aún muy temprano en la mañana; pero necesitamos llenar
nuestros corazones con el combustible de la Palabra de Dios, para que
haya poder en la oración.
Antes de la oración, es la misma Palabra de Dios la que nos prepara para
recibirla, revelándonos lo que el Padre nos manda a pedir; nos fortalece,
dándole a nuestra fe una garantía de la respuesta; y después de la
oración, es la Palabra de Dios la que nos trae respuesta, pues, en ella, el
Espíritu Santo nos hace escuchar la voz del Padre.

La oración no es un monólogo, sino un diálogo. La voz de Dios nos


garantiza que Él escuchará la nuestra. Que Dios nos escuche depende de
cuánto lo escuchamos a Él. Su Palabra nos llevará a tener una visión más
amplia de Él, y esto hará que nuestra oración tenga más poder.

Es clave tener en cuenta la conexión: Palabra de Dios-Oración. Jesús


hace énfasis en esto, cuando afirma: «Si permanecéis en mí, y mis
palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será
hecho» (Jn 15:7). La profunda importancia de esta verdad, se impone más
de una vez. Jesús había dicho en Jn 15:4a: «permaneced en mí, y yo en
vosotros». Pero en Jn 15:7, en lugar de decir «vosotros en mí y yo en
vosotros», dice: «Si permanecéis (vosotros) en mí, y mis palabras
permanecen en vosotros». La expresión «permaneciendo», es el equivalente
a Él mismo permaneciendo.

2. Oír la voz de Dios acrecienta nuestra fe

Orar, dando expresión a nuestros deseos, y apelar a determinadas


promesas, es asunto fácil, y puede ser aprendido por el hombre con
humana sabiduría. Pero el suplicar en el Espíritu, el decir palabras que
alcanzan y tocan a Dios, que afectan y ejercen influencia sobre los poderes
del mundo invisible, dependerán de cuánto oigamos la voz de Dios. En la
medida en que oímos a Dios, aprendemos a hablar con la voz y el lenguaje
que Dios oye.

Este escuchar la voz de Dios, es algo más que el estudio meditado de la


Palabra. Se debe leer la Palabra en la misma presencia del Padre y bajo la
dirección del Espíritu. Es la voz viva de Dios que penetra en el corazón,
que trae bendición y poder, y despierta la respuesta de una viva fe. Es del
oír esta voz, que depende el poder, tanto para obedecer como para creer.

En Juan 15:7, el Señor nos dice que sus Palabras deben permanecer en
nosotros (dentro de nosotros, apoyadas por nuestra voluntad y nuestra
vida, reproducidas en nuestra disposición y conducta). En la proporción en
que las Palabras de Cristo entren en nuestro corazón, y lleguen a ser
nuestra vida, y sobre ella ejerzan su influencia, así también nuestras
palabras entrarán en el corazón de Él, y ejercerán influencia sobre Él (Pr
28:9).
En Ro 10:17, Pablo escribe: «…la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de
Dios». Dios aumenta nuestra fe, cuando desarrollamos el sentido del oído o
sensibilidad espiritual. Dicha sensibilidad espiritual, es el resultado del
estudio de la Palabra de Dios durante la oración.

3. El Espíritu Santo es nuestro maestro de Biblia

Para poder comprender la Palabra de Dios, necesitamos la unción del


Espíritu Santo, y ésta sólo tiene lugar cuando oramos (1 Co 2:14).

La razón por la cual el mundo, a pesar de toda su sabiduría natural, no


puede entender la Palabra de Dios, es porque ésta pertenece a una
dimensión más elevada que la simple sabiduría y percepción humanas:
Contiene una dimensión espiritual imposible de comprender, sin el
Espíritu Santo.

Aplicación Teoterápica

Las oraciones no contestadas, y nuestra impotencia frente a la oración, se


pueden deber a una vida débil y floja en cuanto al estudio y meditación de
las Escrituras. Si permanecemos en la Palabra de Dios, Él revela su
voluntad en nuestras vidas, llevándonos a ver maravillosas respuestas.

Leamos la Biblia sistemáticamente; escojamos una buena porción de ella


cada día, porque la Palabra de Dios es Cristo en caracteres impresos, y así
lo conoceremos por completo (Jn 5:39).

Guía de Estudio e Investigación

Haga un estudio bíblico en forma de bosquejo, indicando la importancia de


la Palabra de Dios en la vida de oración (respalde con citas bíblicas).

Lección No 8: Avivamiento por medio de la oración

«Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra


en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; en
la ira acuérdate de la misericordia.»

(Hab 3:2)

Indicador de Logro

Identifica los factores claves que promueven un avivamiento


espiritual en el pueblo de Dios, a partir de la vida de oración.

Introducción

El avivamiento es la manifestación del Dios Santo, Todopoderoso y


Soberano, a su pueblo, con renovada y especial bendición. cuando hay un
avivamiento, las personas tienen una nueva conciencia de Dios, una
revelación fresca de su persona y una nueva sensibilidad hacia Él. un
avivamiento llega cuando el pueblo de Dios ora con insistencia, se humilla
ante su presencia y proclama ayuno (Jl 2:12-13; Is 58:3-7).

Los pactos y las promesas de Dios nos revelan que es su voluntad bendecir
a su pueblo, pero también incluyen condiciones previas que se deben dar.
La historia de los avivamintos muestra que los hijos de Dios han de jugar
dos papeles especiales: el de orar y el de obedecer

1. ¿Cuándo orar por un avivamiento personal y en grupo?

*Cuando en las personas se ve apatía espiritual, falta de apetito por la


Palabra de Dios y por la oración; cuando falta humildad, y no hay
verdadera compasión por los perdidos

*También se necesita un avivamiento, cuando la oración que se hace en


grupo no tiene vida; cuando no hay interés por obedecer, y la alabanza se
torna fría y poco espontánea. Cuando los miembros se muestran apáticos
con la evangelización, y hay poco interés por ganar a la comunidad, para
Cristo

*Cuando falta el temor de Dios, no hay vida de testimonio y se cae en


frialdad y dureza hacia Él y su Palabra. Por consiguiente, vienen tensiones
y resentimientos entre los miembros

*Cuando a los hijos de Dios les falta la visión de lo que el Señor quiere
hacer por medio de ellos, como célula o como distrito.
2. Condiciones para que se produzca un avivamiento

La actitud del pueblo de Dios (2 Cr 7:14):

*Humillarse: es aceptar la propia culpabilidad; no buscar justificarse, sino


el perdón de Dios

*Orar: es interceder, interponerse entre Dios y aquéllos que merecen su


justa ira y castigo

*Buscar su rostro: es cambiar de actitud; querer con vehemencia un


cambio.

La respuesta de Dios será:

*«Yo oiré»: una y otra vez Dios promete escuchar nuestras oraciones
*«Perdonaré»: su misericordia es amplia
*«Sanaré su tierra»: es el resultado para un pueblo que busca su rostro.

3. La oración de avivamiento

La preparación inicial de Dios para el avivamiento siempre comienza en el


corazón de una o más personas, que experimentan el anhelo por la
manifestación de Su presencia y Su poder. Dios pondrá una carga de
oración en nuestro corazón, la cual nos llevará a interceder para que se
cumplan los propósitos de Dios. De allí el avivamiento.

Es importante pedirle al señor que nos revele alguna promesa, la cual


podamos reclamar por fe. Si humillamos nuestro corazón, y nos unimos a
otras personas para pedir lo mismo, no tardaremos en ver el avivamiento
entre nosotros.

La oración para pedir un avivamiento trae los siguientes beneficios:

*Dios escucha la oración


*Dios responde la oración
*Dios libra, guarda y protege por medio de la oración
*La oración derrumba todas las murallas, rompe todas las cadenas, y
quebranta todas las prisiones, que han querido sujetar a los santos del
Señor.

4. Características de un avivamiento (Hch 1:14; 2:42)

*Fueron avivamientos dados por el Espíritu Santo


*Fueron conducidos por hombres llenos y controlados por el Espíritu
Santo
*La sinceridad absoluta fue su característica
*Tuvieron lugar en sitios asentados en sombra de muerte (Mt 4:16)
*Toda predicación estaba centrada en la Palabra de Dios
*Sus miembros tenían como característica, una dependencia absoluta de
Dios
*Produjeron un gran entusiasmo espiritual
*Comunión profunda, arrepentimiento sincero, conversiones y entrega a
una santidad del corazón y de la vida
*Surgieron y se esparcieron en todas las direcciones, a pesar de cualquier
oposición
*Las iglesias y los lugares de reunión aumentaban, y la gente era atraída.

5. Aspectos que se interponen en el avivamiento

*El miedo: esto hace que los cristianos opuestos a ello, se cierren a las
manifestaciones del Espíritu Santo, e impiden su derramamiento

*El conformismo: muchos cristianos viven satisfechos y no se preocupan


por salir de la mediocridad

*La incredulidad: otros creen que el tiempo de ver prodigios y milagros sólo
fue para la época del cristianismo primitivo

*Dureza de corazón: no son sensibles a la voz de Dios y a las


manifestaciones del Espíritu Santo.

Aplicación Teoterápica

Ningún avivamiento ha surgido aparte de la oración. ¿Ha pensado alguna


vez que usted puede ser un instrumento de Dios para cambiar las vidas de
hombres y mujeres que necesitan conocer a Dios? Se ha preguntado ¿si
usted puede ser el medio para cambiar, aun el destino de Colombia y el
mundo?

Siempre podremos decir, que todas las cosas importantes de nuestra vida
cristiana han llegado y llegarán, como resultado de la oración (Jer 33:3).

Guía de Estudio e Investigación

Realice un estudio sobre Hechos 1 y 2. Describa las características del


avivamiento que vivió la primera iglesia.
Lección No 9: Resultados de la oración

«Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, y con labios


de júbilo te alabará mi boca...Porque has sido mi socorro, y así en
la sombra de tus alas me regocijaré.»
(Sal 63:5, 7)

Indicador de Logro

Identifica los resultados totales que trae la oración de fe, en la


vida de aquéllos que han hecho de la oración, su estilo de vida.

Introducción

El orar a Dios, de por sí da un extraordinario resultado en nuestras vidas,


pues, con ello estamos diciéndole que depositamos nuestra confianza en
Él, y que necesitamos de su amor, poder y misericordia.

Orar en el espíritu, con la fe en el Señor Jesucristo, en comunión mental y


emocional con nuestro Padre Celestial, produce resultados maravillosos,
manifestaciones asombrosas y deleites tan profundos, que fácilmente
entendemos lo que dice el salmista cuando afirma: «Como de meollo y de
grosura será saciada mi alma».

Hay personas cuyas vidas son fruto constante de la oración, así los
resultados externos no sean tan notables y espectaculares. Son frutos
paulatinos, pero seguros. Hay otros cristianos cuyas oraciones obtienen
del Señor respuestas notorias e impactantes. En ambos casos, es el amor,
el poder y la misericordia de Dios que se derraman sobrenaturalmente
sobre sus hijos.

1. La oración produce fe

Mucho sucede cuando oramos. Uno de estos resultados es que la oración


produce FE: La certeza de lo que se espera, el convencimiento de lo que no
vemos (He 11:1). Precisamente, al orar con fe, tenemos la confianza de que
será una oración efectiva, y se cumple la Palabra del Señor cuando dice:
«Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más (fe)» (Mt 13:12).

2. Consagración

La consagración es un acto voluntario, inteligente por parte del creyente;


la oración conduce de modo natural a la consagración total. La
consagración reconoce plenamente, que somos posesión de Dios. La
oración satura completamente una vida consagrada; y una vida
consagrada significa no sólo orar, sino orar de un modo persistente,
regular y más efectivo. Dios escucha al hombre o a la mujer que se han
entregado por completo (1 Co 6:19-20).

3. Santidad personal y fortaleza espiritual

La oración basada en la Palabra de Dios es poder que trae santidad


personal y fortaleza espiritual. El plan de Dios consiste en recobrar al
hombre caído, cambiarlo y formar en él el carácter de Cristo. Éste es el
objetivo por el cual Cristo vino al mundo. Es decir, ser como Cristo; esta es
la meta de todo el esfuerzo cristiano. Este es el deseo ferviente y sincero de
toda alma verdaderamente regenerada por el Espíritu Santo, y sólo se
santifica cuando constantemente está en íntima comunión con Dios en
oración (Ef 4:13).

4. Libertad

La oración rompe cadenas, derriba montañas y produce libertad en


nuestras vidas. La oración echa por tierra las barreras que nos impiden
comunicarnos con Dios. No hay diferencia de personas ante Dios, pues Él
no hace acepción de personas (Ro 10:11-12).

5. Nos enseña a reverenciar y expresar adoración a Dios

La oración nos enseña cómo reverenciar y expresar adoración a Dios, como


lo hicieron los salmistas y hombres usados por Dios. Se necesitan
hombres y mujeres de corazón íntegro, para guardar los mandamientos de
Dios (Sal 119:1-4, 7).

6. Sabiduría

También la oración produce en nosotros inteligencia, sabiduría. «Llegue mi


clamor delante de ti, oh Jehová; dame entendimiento conforme a tu
palabra» (Sal 119:169).

7. Seguridad

Al estar delante de Dios y al reconocer mi necesidad personal, encuentro


también seguridad. Es seguro que cuando estamos en íntima comunión
con Dios, orando, Él satisface nuestras necesidades. Para Él nada es
imposible, y para el que cree todo le es posible (Mr 9:23).

8. Unidad

Otra de las cosas maravillosas que produce la oración, es la unidad


respecto de otros hermanos, y también la unidad con Dios. Quien ora,
suplica a Dios Padre, y Él recibe la oración; la examina, para ver si está de
acuerdo con su voluntad; se inclina hacia nosotros; cambia personas,
circunstancias; actúa en cosas, en detalles y nos da respuestas perfectas,
conforme a la excelencia de su voluntad para con nosotros (Mt 18:19).

Aplicación Teoterápica

Los resultados de la oración son infinitos. Produce paz, equilibrio, certeza.


Hay situaciones en que oramos vehementemente por cosas específicas, en
momentos en que creemos necesitar con urgencia una respuesta y ésta no
ha llegado. Sin embargo, en otros momentos no estamos pidiendo cosas
determinadas, detalles o circunstancias y, a pesar de ello, nos han llegado
deslumbrantes respuestas para darnos cuenta de que todo llega en el
momento preciso y en la circunstancia perfecta, a nuestra vida. !Gloria a
Dios!

Guía de Estudio e Investigación

*Busque dos ejemplos bíblicos, en donde quede claro cómo la oración


produce fe, santidad, seguridad, libertad, consagración y unidad, en el
corazón de un hijo de Dios

*Describa, de manera sencilla, los resultados notorios que, hasta el día de


hoy, la oración ha traído a su vida.

También podría gustarte