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Capitulo III

El alma y el cuerpo: del mito a la filosofía

La distinción del alma con el cuerpo esta compuesta a partir del descubrimiento inductivo del
principio radical de todas las operaciones vitales, que las tradiciones religiosas llaman el alma. Este
descubrimiento ilumina todo el conocimiento filosófico que tenemos del hombre como ser vivo y
nos permitirá, por consiguiente, abordar en filosofía el problema de la muerte, separación del alma
y cuerpo.

Platón y Aristóteles, dos perspectivas opuestas

Históricamente, el descubrimiento del alma (y las relaciones entre el alma y el cuerpo) es uno de
los mayores problemas de la filosofía griega. De entre todos los filósofos griegos, Aristóteles es el
primero en explicar un verdadero descubrimiento filosófico, inductivo, de un principio radical de
vida. Platón no va a eso, pero integra en filosofía los mitos y tradiciones sobre las relaciones del
alma y el cuerpo. Él considera también que el alma ha existido antes de ser unida a un cuerpo y ve
las relaciones del alma y del cuerpo como un dualismo: para él, el alma y el cuerpo son dos
realidades separadas y extraños el uno al otro. El alma esta en el cuerpo “Como un piloto en una
nave”, ella es exterior, extraña al cuerpo. La unión del alma con el cuerpo es una pena sufrida por
el alma en razón de una falta cometida. Esto no es, entonces la muerte que es una pena a los ojos
de platón, pero el hecho, para el alma espiritual, de estar unida a un cuerpo.

El alma debe entonces buscar liberarse del cuerpo y es por eso por lo que Platón considera la
muerte como una liberación y como el estado “normal” del hombre filosofo, en particular en el
Phédon. Su perspectiva filosófica, al menos al inicio, es entonces cargada de un cierto desprecio
por el cuerpo. ¿No es porque este es considerado únicamente bajo el ángulo de sus límites, de su
fragilidad y de su pensamiento?

La perspectiva platónica corresponde, claro, a un aspecto de la experiencia humana: si nosotros


solamente vemos los limites del cuerpo, estamos tentados a decir que es un mal y que todo lo que
es material, físico, sensible, corporal, es malo porque esto nos pesa. Nosotros afirmamos entonces,
a la manera de platón, que el hombre es el alma y que el cuerpo es una posesión exterior al
hombre. El dualismo platónico reposa sobre una actitud psicológica que consiste en rechazar el
cuerpo en razón de sus límites: es un obstáculo en donde debe liberarse. Esto implica un rechazo
de la realidad en todos sus aspectos, miedo de lo real en su complejidad sensible. Para justificar
esta actitud y buscar explicarla, platón usa mitos vehículos para algunas tradiciones religiosas, en
particular las del indo.

La filosofía, por su parte, contribuye a la liberación del alma, que es una purificación. Filosofar, es
purificarse de todo lo que viene del cuerpo, del peso de lo sensible. De este modo, del punto de
vista del conocimiento, platón considera que hay que rechazar la aportación de la experiencia y de
la sensación; y del punto de vista del amor, hay que rechazar toda pasión, el amor “espiritual”
convirtiéndose así en un amor separado de lo sensible. Porque el cuerpo es fuente de
pensamiento, de distracción, de pasión, nos impide ser filosóficos. Es aislando del cuerpo y por el
razonamiento que el alma entra en filosofía… es importante captar la posición platónica, porque
nosotros encontramos esta línea dualista a lo largo de la historia de la filosofía occidental, en
descartes, que hace del alma una subsistencia pensante y del cuerpo una subsistencia extendida
extraña al alma. La filosofía consiste entonces únicamente en razonar a partir de ideas. De hecho,
la pregunta de las relaciones de alma y del cuerpo es muy fundamental que esta llena de
repercusiones sobre toda la filosofía.

Nosotros decimos que, en platón, no hay un sentido estricto de descubrimiento filosófico del alma.
Comprendemos lo que significa: platón integra el mito en filosofía, como un discurso explicativo de
algo malo. Al fondo es muy existencial: ¿platón no se sitúa únicamente del punto de vista del
ejercicio? No queda un “como” en el ejercicio de nuestra vida, el cuerpo, en razón de la materia o
de ll sufrimiento, sus limites se añaden y pueden conducir a una situación-limite. Si es así, del
punto de vista humano, nosotros estamos emocionados de ser liberados de purificaciones
sucesivas, hasta una liberación completa del cuerpo y de la materia para encontrar un mundo
divino perdido. Tal es el rol practico de la filosofía para platón: si nuestra vida no es filosófica, pero
sofista, falso, nuestra alma se queda en el convertirse, no escapa de este terrible
condicionamiento, a este pensador.

De una cierta manera, la posición platónica describe muy bien algunos aspectos de condición
humana diabólica y pesante. Es verdad que la mayoría del tiempo los hombres se quedan en lo
sensible. Platón que es un hombre de orden, de ideal y de lo absoluto, tiene horror y rechaza este
peso. Pero él no analiza: no se distingue porque el cuerpo y el estado que por culpa de el nosotros
debemos a veces apoyar. Sin duda platón, como arista, ¿es el de hecho muy impresionado por el
problema del mal? También identifica el mal y la meteria, fuente de todos los condicionamientos.

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