POR MÁS PROTAGONISMO DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES
En el Centro de Convenciones “Brigadier Gral. Juan Bautista Bustos” de la Ciudad de
Córdoba, República Argentina, entre los días 16 al 18 de noviembre del 2022, bajo el lema “Niñas, niños y adolescentes, protagonistas para un mundo más justo”, nos hemos congregado un gran número de personas comprometidas con esta causa, de distintas generaciones y diversos sectores; niños, niñas y adolescentes, profesionales del mundo académico, de la sociedad civil y de todos los poderes del Estado (ejecutivo, legislativo y judicial), a fin de visibilizar los logros, avances y desafíos en materia de derechos humanos de infancias y adolescencias, transcurridos más de 33 años de la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño. El movimiento de los Congresos Mundiales, gestado desde la Asociación para la Defensa de los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (ADDIA) incentiva, desde el año 2003, espacios que promueven la conciencia social, incrementan el conocimiento científico y comparten buenas prácticas, lo que se ha traducido en las conclusiones de las ocho ediciones previas a este Congreso. Esta novena edición, convocada y organizada desde la Defensoría de Derechos de NNyA de la Provincia de Córdoba junto con ADDIA, ha incorporado, en alianza estratégica, al Instituto Latinoamericano del Ombudsman, a la Red de Defensorías de Derechos de NNyA de la República Argentina y al Gobierno de la Provincia de Córdoba, contando con el apoyo de Unicef Argentina, y de numerosas Universidades nacionales e internacionales. Con la efectiva participación de 15 países, 3.500 asistentes, 800 adolescentes y más de 130 especialistas del ámbito académico y profesional en las sesiones; se desarrollaron: 6 conferencias y diálogos magistrales, 20 mesas temáticas, 5 seminarios internacionales; y, especialmente, un foro adolescente de tres días de duración, y se recibieron 200 ponencias libres. A partir de los intercambios desarrollados desde la primera jornada en torno a experiencias, diálogos y tensiones existentes en el sistema de protección y de exigibilidad de derechos, han quedado en evidencia sus fragmentaciones, las dificultades para el acceso a una justicia amigable con NNyA; las demandas y prácticas en la búsqueda de respuestas que contribuyan a una educación que responda a las nuevas realidades y atienda tempranamente al desarrollo y las motivaciones de niñas, niños y adolescentes; el acceso a la salud y a una educación sexual integral; y a la protección de derechos en situaciones de vulnerabilidad. Es así que se hizo evidente la necesidad de trabajar con urgencia en abordajes intersectoriales desde el Estado que, incluyendo todas las voces, permitan que infancias y adolescencias gocen de un crecimiento y desarrollo integral y saludable, sin brechas de género, eliminando todas las formas de maltrato, de violencia, de discriminación y de acoso, erradicando el trabajo infantil y la trata, y respondiendo a nuevos desafíos colectivos como la tecnología y las respuestas al cambio climático, aspectos en los que las nuevas generaciones aportan su mirada innovadora al mundo adulto. La respuesta a estos desafíos, desde una perspectiva de derechos, demanda la participación protagónica de NNyA y su consideración ciudadana. Un nuevo pacto de ciudadanía que incluya la efectiva participación de NNyA en los temas que los implican, supone el compromiso y el acompañamiento del mundo adulto desde una cultura de derechos, asumiendo los principios de autonomía progresiva y protección especial que brotan de la Convención. El foro de adolescentes, acompañados por un centenar de facilitadores jóvenes, bajo la metodología de inteligencia colectiva C.H.E. (Comunidades Hilando Estrategias), logró constituirse como un espacio no solo de intercambio de experiencias, sino también de construcción de propuestas colectivas, que permitan apuntar a ciudades libres de violencias, de discriminaciones, ciudades saludables para infancias y adolescencias. Este congreso, más allá del análisis de experiencias y el intercambio de conocimientos, significó un avance en el diálogo y el compromiso intergeneracional del que seguramente no se podrá volver atrás. Desde la convicción que la Convención es un tratado vivo, que requiere ser reinterpretada en nuevos contextos globales, los participantes del IX Congreso Mundial de Derechos de Infancias y Adolescencias ●SE A trabajar en la DECLARAN COMPROMETEN, superaciónEde los estereotipos adultocéntricos y patriarcales que invisibilizan doblemente INVITAN por género y por edad a niñas, niños, adolescentes y sus propias diversidades como contribución a la mejora de la calidad de las democracias, haciéndolas igualitarias. ● A promover desde todos los lugares y roles, políticas públicas innovadoras desarrolladas desde el debate y el intercambio intergeneracional, en las que los adultos sean capaces de escuchar y empatizar con las demandas y necesidades de infancias y adolescencias. ● A velar porque los recursos destinados a Infancias y Adolescencias sean garantizados y blindados en los presupuestos públicos a fin de dar respuesta a lo demandado por el Comité de los Derechos del Niño en sus Observaciones. ● A desarrollar estrategias intersectoriales que promuevan una crianza saludable, libre de todas las formas de violencias. ● A promover un pleno desarrollo desde el comienzo de la vida, generando políticas de cuidado, crianza y educación para la primera infancia, que contemplen tanto la singularidad de cada niño y niña, como la vida en familia y en el seno de la comunidad y de las instituciones responsables. ● A visibilizar la salud emocional de infancias y adolescencias, a fin de lograr atender integralmente su salud. ● A trabajar por una educación inclusiva, respetuosa de las disidencias y la diversidad; de infancias y adolescencias con discapacidad; de las necesidades específicas de las comunidades de diversas etnias; aportando estrategias que mejoren la accesibilidad educativa y social sin exclusiones, permitiendo involucrar todas las voces en los procesos de toma de decisiones. ● A demandar y participar en el logro de una mayor articulación de todos los niveles y poderes del Estado, propiciando además un mayor involucramiento de la sociedad civil y el sector privado. ● A trabajar y aportar en el desarrollo de políticas sociales que contribuyan a la reducción de las brechas económicas, sociales y culturales que atraviesan a infancias y adolescencias en toda la región, cooperando así a la disminución de las desigualdades. ● A adoptar y exigir enfoques basados en la reparación y la responsabilidad en lugar de la penalización y el castigo, involucrando a la comunidad y a las familias en los procesos de resolución de conflictos en infancias y adolescencia. ● A exigir que se incrementen, fortalezcan y respeten los mecanismos e instituciones de garantías de derechos explicitados y demandados desde las Observaciones del Comité de los Derechos del Niño. Niños, niñas y Adolescentes han ejercido su derecho de ciudadanía, manifestando en este IX Congreso sus sueños, anhelos y propuestas, siendo las personas adultas responsables no solo de contribuir a hacerlos realidad, sino también de continuar desarrollando nuevos espacios y estrategias de escucha activa, diálogo y protagonismo de niñas, niños y adolescentes.