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Los cinco trastornos musculoesqueléticos más comunes

Los trastornos musculoesqueléticos son el origen de las enfermedades de carácter


laboral más comunes y afectan cada año a miles de trabajadores.
Son el problema de salud relacionado con el trabajo más común y afectan
normalmente a espalda, cuello, hombros y extremidades superiores, aunque también
en menor medida a las inferiores.
A continuación, mencionaremos los cinco trastornos musculoesqueléticos más
frecuentes que pueden causar desde pequeñas molestias hasta cuadros más graves
con necesidad de tratamiento médico.
Trastornos musculoesqueléticos de extremidades superiores
El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, a través de su portal de
trastornos musculoesqueléticos (TME), identifica cuáles son, así como la causa y
prevención de los mismos:
1. Tendinitis del manguito de los rotadores
Es la inflamación de los tendones de los músculos de hombro, especialmente del
manguito de los rotadores, y suele originarse por la sobrecarga de los tendones
generada por movimientos frecuentes de hombro en el ámbito laboral. La inflamación
crónica puede producir lesiones que provoquen un desgarro y una posterior ruptura del
tendón, es decir una ruptura del manguito de los rotadores. El dolor es el principal
indicador, y suele aumentar con los movimientos de elevación de brazo, rotación del
hombro y con el transporte de cargas.

2. Epicondilitis
Conocido también como "codo de tenista" es una lesión por el esfuerzo repetitivo en el
movimiento y por el que se inflaman los tendones de los músculos de la cara externa
del codo. El dolor suele comenzar después de movimientos forzados o repetidos por la
extensión del codo y/o la muñeca. En este sentido, en Quirónprevención ya te
hablamos de la importancia de evitar o reducir los movimientos repetidos en el ámbito
laboral.

3. Síndrome del túnel carpiano


Es la compresión del nervio mediano a su paso por la muñeca a nivel del interior del
túnel del carpo. Aparece con mayor frecuencia en las mujeres y los síntomas
comienzan con alteraciones de sensibilidad en el primero, segundo y tercer dedo de la
mano. Además, puede haber sensación de calor, hormigueo y dolor de la palma y de
los dedos. Su origen puede ser por movimientos y posturas forzadas de la mano en
flexión y extensión, o por golpes en la zona palmar de la muñeca.

Trastornos musculoesqueléticos de la espalda

4. Lumbalgia
Se trata de una contractura dolorosa y persistente de los músculos que se encuentran
en la parte baja de la espalda, concretamente en la zona lumbar. Si el dolor supera los
tres meses de duración se considera lumbalgia crónica y puede causar incapacidades
severas. Suele manifestarse en el ámbito laboral por sobrecargas continuadas de la
musculatura lumbar o también por permanecer largos periodos de tiempo sentado en
mala posición o con posturas forzadas. En este sentido es importante realizar una
evaluación ergonómica del puesto de trabajo.
5. Síndrome cervical por tensión
Es un cuadro clínico doloroso producido por una contractura muscular en la región
cervical posterior y que está motivado por una sobrecarga de trabajo, el uso repetitivo
de los músculos o por posturas forzadas de cuello. Además, es especialmente
frecuente en trabajadores que mantienen esta postura estática durante largos periodos
de tiempo.

En cuanto a las causas generales más comunes de los TME y que sería necesario
evaluar para determinar los factores de riesgo son los trabajos con movimientos
repetidos, levantamientos de cargas, transporte de cargas, movilización manual de
personas, posturas forzadas y aplicación de fuerza.

El manguito de los rotadores

El manguito rotador es parte de la articulación del hombro. Es un grupo de músculos y


tendones que sujeta firmemente la parte superior del hueso de la parte superior del
brazo en la cavidad del hombro. El manguito rotador mantiene estable el hombro
cuando se mueve el brazo en alguna dirección.
¿Qué es la articulación del hombro?
Los componentes del hombro son tres huesos (húmero, clavícula y escápula), tres
articulaciones (esterno-clavicular (EC), acromio-clavicular (AC) y gleno-humeral
(GH)), con otra articulación especial entre la escápula y el tórax.

¿Cuál es la función de la articulación del hombro?

La primera función de la articulación del hombro es colocar la mano en cualquier


punto del espacio. Además, secundariamente, el hombro soporta y fija la extremidad
superior y sirve de fulcro para elevar el brazo.
La articulación gleno-humeral está caracterizada por su movilidad y por el amplio
rango de movimiento, es una articulación esférica que permite pequeñas traslaciones.

La estabilidad de la articulación se mantiene por diferentes mecanismos; sin embargo,


muchos de estos mecanismos podrían operar durante todo el rango de movimiento y
la importancia relativa de cada uno de ellos depende de la posición del hombro. Todos
los movimientos gleno-humerales que no producen tensión capsular están en el arco
medio de movimiento mientras que el final del arco de movimiento se caracteriza por
un aumento de la tensión.
Anatomía del manguito de rotadores
El manguito de rotadores está compuesto por los tendones de cuatro músculos:
supraespinoso, infraespinoso, redondo menor y subescapular, que se originan en la
escápula y cuyos tendones se insertan en troquín y el troquíter del húmero. Todos
ellos son músculos rotadores externos menos el subescapular, que es un rotador
interno.

El músculo supraespinoso e infraespinoso está inervado por el nervio supraescapular,


el redondo menor por el nervio axilar y el m.subescapular por los nervios
subescapulares superior e inferior.

Además de rotar el hombro hacia fuera, ¿tiene otra función?


Sí, la primera fuerza desestabilizadora del hombro es el músculo deltoides, que lleva la
cabeza humeral hacia arriba. El manguito de los rotadores provee una estabilidad
dinámica que mantiene la cinemática articular esferoidea en la posición
adecuada. Por eso, los músculos del manguito rotador se han descrito como
rotadores y depresores de la cabeza humeral para estabilizar, empujando la cabeza
contra la concavidad de la glenoides, y dirige controlando activamente el fulcro durante
el movimiento de la articulación gleno-humeral en la elevación del brazo.
Los músculos del manguito de los rotadores externos hacen referencia a músculos
protectores del hombro que producen pequeños giros de la cabeza humeral durante la
elevación del brazo. Los músculos rotadores tienen funciones diferentes que apoyan
la rotación del hombro y del brazo, refuerzan la cápsula gleno-humeral,
mantienen la cabeza en la cavidad glenoidea, aportan estabilidad articular y
mantienen el fulcro durante la elevación del brazo.

Cuando me hablan de espacio subacromial, ¿a qué se refieren?

El espacio subacromial o suprahumeral es una zona localizada en la cara superior de


la articulación gleno-humeral que está limitada, por debajo, por la tuberosidad de la
cabeza humeral, anterior y medial con la apófisis coracoides y, por arriba, con el arco
coracoacromial.

Está ocupado por la bursa subacromial y por el manguito de los rotadores y puede
estar disminuido por la morfología del acromión, la formación de osteofitos acromiales
o claviculares, la presencia de unos acromiales o el engrosamiento de la bursa
subacromial.
Fig. izq. Visión desde el portal posterior
de la superficie articular (CB: cabeza
humeral) del manguito de los rotadores
(MR), porción larga del bíceps (PLB), Fig. dcha. Osteofito en la articulación
inserción del manguito rotador en el acromio-clavicular (*) que disminuye el
troquiter. espacio subacromial.

Elevando el brazo a 90º, disminuye la distancia entre el acromion y el húmero a 6 mm,


y se estrecha al máximo entre 60° y 120° de abducción. Un espacio subacromial
estrecho aumenta la presión y disminuye la vascularización tendinosa. También, un
acromion más grueso puede relacionarse con una atricción de la superficie del
manguito.

¿Cómo es el manguito de los rotadores?

En realidad, es un tendón con un grosor que varía entre 10 y 14 mm, dejando un


borde normal (1,5mm) de hueso expuesto entre el cartílago articular y la inserción del
m. supraespinoso. Midiendo el hueso expuesto en un plano antero-posterior y medio-
lateral determina la superficie de tendón perdido de la huella de inserción del m.
supraespinoso.
El m. supraespinoso inicia la abducción de la articulación gleno-humeral y el resto de
los músculos del manguito se contraen para empujar al cabeza humeral contra la
cavidad glenoidea. Sin embargo, el m. infraespinoso contribuye tanto o más que el m.
supraespinoso a la abducción, a la vez que lo rota. El m. subescapular, por su parte,
es el mayor y más potente de los músculos rotadores y produce gran parte del
movimiento de la articulación gleno-humeral y de su estabilidad; forma la parte más
anterior del manguito rotador y estabiliza el hombro, previniendo la luxación anterior a
0º de abducción.
Tendinitis del manguito de los rotadores
Definición:
La tendinitis del manguito de los rotadores corresponde a la inflamación de una serie
de tendones que rodean la cápsula articular de la articulación glenohumeral y que
finalmente se insertan en el tubérculo mayor y menor del húmero. Los músculos que
conforman este grupo son los rotadores laterales: Infraespinoso, teres menor; rotador
medial: subescapular; y un abductor del hombro: el supraespinsoso. A partir de estos
músculos se originan los tendones responsables de gran parte de los movimientos del
hombro.

La articulación glenohumeral es una articulación esferoídea, representada por la


amplia
superficie de la cabeza del húmero y la pequeña superficie glenoídea de la escápula.
El
elemento que adapta estas superficies distintas en tamaño, es un anillo de
fibrocartílago
que se adhiere en la periferia de la superficie glenoídea. A pesar de esta solución
biomecánica, la articulación glenohumeral presenta gran inestabilidad desde el punto
de
vista articular, pero a su vez una alta capacidad de movimiento. El conjunto de
tendones
que rodean la articulación y que forman el manguito de los rotadores le confiere la
estabilidad que los elementos ligamentosos no le pueden dar.
La articulación de hombro tiene dos características que la hacen especialmente
susceptible de lesionarse, por una parte, es una zona donde el flujo de sangre hacia
los tendones es bajo, por lo que ante un daño no se regenera con facilidad; además,
es una zona muy estrecha rodeada por hueso, facilitando el rozamiento de los
tendones con los elementos óseos de la zona y favoreciendo la inflamación; esto a la
larga puede deteriorar los tendones del manguito y producir la fatiga del tendón y
posteriormente la ruptura.

Fisiopatología:
La inflamación de los tendones de los músculos del hombro, especialmente del
manguito de los rotadores, puede presentarse debido al uso repetitivo de los
movimientos de rotación medial, lateral y sobre todo abducción. Esta inflamación
ocurre porque la zona por donde trascurren los tendones, es una zona muy estrecha
rodeada por huesos, lo que promueve el rozamiento de los tendones con el acromio.
Este rozamiento y en algunos casos la compresión, produce la inflamación del tendón.
La inflamación crónica puede causar lesiones que provoquen que las estructuras
tendinosas se desgarren y posteriormente se produzca la ruptura del tendón (ruptura
del manguito de los rotadores). Una de las causas más frecuentes es la sobrecarga de
los tendones generalmente por movimientos frecuentes de hombro en el ámbito
laboral. También lo pueden producir los traumatismos en la zona, artrosis de las
articulaciones del hombro y enfermedades reumáticas. Esta es una enfermedad en la
cual la anatomía del paciente (espacio subacromial estrecho) puede favorecer su
aparición.
Síntomas y signos:
El principal indicador es un dolor asociado fundamentalmente con el movimiento del
brazo.
La sensación de dolor del hombro suele aumentar con los movimientos de elevación
del brazo con o sin resistencia, con los movimientos de rotación del hombro y en la
carga o transporte de cargas. A medida que la enfermedad avanza, el dolor en el
hombro puede extenderse hacia el brazo generando disminución de la movilidad del
hombro.
Un examen físico puede revelar sensibilidad en el hombro. Habitualmente hay
impotencia funcional del hombro debido al dolor y debilidad muscular.
Las radiografías pueden mostrar condensación ósea en el lugar de inserción de los
tendones, la resonancia magnética puede mostrar el engrosamiento provocado por la
inflamación en el manguito de los rotadores, o un desgarro parcial o total en algunos
tendones.

Prevención:
• Evitar las tareas que requieran el trabajo por encima del nivel de hombros.
• Evitar las posturas de flexión o abducción forzadas de los hombros por un tiempo
significativo de la tarea.
• Implantar medidas ergonómicas que incluyan:
 Diseño del puesto de trabajo, evitando las posturas forzadas en flexión o
abducción de hombro.
 Organización de las tareas, evitando la exposición prolongada a las posturas
forzadas de hombro con otras tareas que no demanden estas posturas
forzadas.

Tratamiento:
• El tratamiento inicial en la etapa aguda consiste en el reposo del segmento del
hombro evitando actividades que causen dolor.
• El tratamiento inicial contempla el uso de antiinflamatorios orales y la aplicación de
hielo localizado por periodos cortos de tiempo, para reducir el dolor y la inflamación.
• Rehabilitación mediante fisioterapia, como puede ser crioterapia (frio), calor
superficial y profundo (onda corta, microondas y ultrasonidos), masajes y ejercicios
activos y pasivos.
• El tratamiento con antiinflamatorios suele ser inefectivo en muchas ocasiones pero
muchos médicos tratantes prefieren realizar infiltraciones con corticoides en el
hombro para reducir el cuadro doloroso.
• El reposo de la articulación con el brazo en cabestrillo solo deberá realizarse en
casos de dolor muy intenso y durante un corto tiempo (no más de 3 semanas).
• Posterior al cuadro agudo, se suele indicar acondicionamiento físico para fortalecer y
elongar los músculos del manguito de los rotadores.
• La cirugía está reservada para los casos en que exista un importante roce del
manguito con los huesos de alrededor. La cirugía artroscópica se puede utilizar para
reparar los tejidos periarticulares que se encuentren inflamados, y los grandes
desgarros tendinosos requieren cirugía abierta para reparar las lesiones.

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