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LOS DERECHOS HUMANOS EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO

1. ¿Qué es la Constitución Política del Estado?


La Constitución es el conjunto de preceptos y normas jurídicas que organizan el poder del Estado,
estableciendo los derechos y deberes de las y los habitantes, creando los órganos de gobierno y
definiendo sus competencias y sus niveles de relaciones .

Es la norma suprema del ordenamiento jurídico; figurativamente ocupa el vértice de una pirámide, pues
es el sustento de todo el orden jurídico del Estado. Sin embargo, su contenido no es eminentemente
jurídico, sino que abarca aspectos sociales, económicos, políticos, culturales, etc.

Desde una perspectiva política, la Constitución se puede definir como un pacto social y político
adoptado por el pueblo, que fija las normas y reglas básicas de convivencia pacífica y la construcción
democrática de la sociedad.

2. Contenido de una Constitución


El contenido de una Constitución incluye dos ámbitos que suelen estar claramente diferenciados; por
un lado la denominada parte sustancial o dogmática (que define los principios y valores del Estado, así
como la declaración de derechos), y por otro lado la parte orgánica u organizativa (que crea el conjunto
de instituciones, mecanismos y procedimientos para el ejercicio del gobierno legítimo). Ambos ámbitos
deben articularse armónicamente.

La Parte Dogmática se caracteriza por contener la filosofía jurídico-política de la Constitución, en ella


se expresa la declaración de principios y dogmas, asimismo se declaran los derechos fundamentales,
los deberes y las garantías de las personas.

La Parte Orgánica se caracteriza por reunir al conjunto de normas que crean y establecen los órganos
encargados del gobierno, sus atribuciones, procedimientos operativos y mecanismos, su
relacionamiento, etc. Esta constituye la parte más amplia de la Constitución toda vez que se explicita la
descripción de los órganos del Estado, la división de poderes, los regímenes especiales, etc.

Las funciones principales de la Constitución radican en establecer los principios rectores del Estado,
consagrar los derechos fundamentales de las personas, como límites al ejercicio del poder político y
particular y las garantías para su defensa, además de establecer normas mínimas para la convivencia
pacífica y armónica, crea los órganos estatales y establece sus atribuciones, y determina la estructura
económica y social del Estado.

3. Condiciones indispensables para que cumpla con su objetivo

De acuerdo a José Antonio Rivera, la Constitución, para poder cumplir con su finalidad debe reunir las
condiciones de legalidad y legitimidad, en el primer caso se requiere que sea elaborada en el marco del
estado de derecho y en cumplimiento de las normas establecidas para el efecto, y respecto a la
legitimidad, debe ser resultado de un proceso democrático de consulta, construcción y acuerdo en el
que participe toda la población.

Asimismo, la Constitución debe reflejar la realidad social económica, política y cultural que regulará,
respondiendo a sus necesidades y debe tener las condiciones necesarias para garantizar su
estabilidad sin resultar absolutamente estática.

Constitución, derechos humanos y derechos fundamentales

No se puede pensar en un Constitución sin que incluya el resguardo de los derechos humanos, incluso,
la estructura y contenidos que a éstos se les dé en el texto constitucional servirán de base para la
posterior interpretación de todo el ordenamiento jurídico.

Los derechos fundamentales son derechos humanos incluidos en la Constitución como una forma de
garantizar su cumplimiento y protección; es decir, son los derechos humanos delimitados espacial y
temporalmente en un Estado concreto, por ello, poseen las mismas características que los Derechos
Humanos, esto es, que no los crea el poder político, ni la Constitución, los derechos fundamentales se
imponen al Estado bajo la noción de dignidad, la Constitución se limita a reconocerlos y proclamarlos,
pero no los crea.

4. Aspectos generales de la Constitución boliviana

4.1 Bases filosóficas


La Constitución de Bolivia de 2009 sienta bases importantes para el acceso a derechos y poderes de
todas y todos, reconoce la persistencia del colonialismo interno y plantea mecanismos para
erradicarlo. El mismo preámbulo habla de refundación de Bolivia como Estado Plurinacional, y el
artículo primero proclama “Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho
Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural,
descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político,
económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país”.

4.2 Ciudadanía y Derechos


La condición para impulsar una ciudadanía plena en un Estado plurinacional es partir de la igualdad y
equidad cultural de los pueblos y naciones que lo componen; es decir, es a partir de la diversidad
política, cultural y lingüística que se establece un marco legal que garantice el pluralismo de las
estructuras, formas y expresiones. Por ende, la institucionalidad estatal debe estar diseñada y
gestionada a partir de estos principios de pluralismo.

Una ciudadanía plena es una ciudadanía multicultural que respeta, reconoce y participa con toda la
experiencia y memoria cultural que portan los pueblos y naciones que componen el Estado
plurinacional. Se está replanteando lo que se entiende por producir y hacer una unidad, a partir del
pluralismo en todos sus alcances regionales, culturales y lingüísticos, con un horizonte de encontrar y
realizar el núcleo común, hacer un mundo común.

En consecuencia, el capítulo de los derechos fundamentales en la Constitución del 2009, en


comparación a las Constituciones pasadas, es de una gran amplitud, recogiendo los diversos
derechos establecidos en los instrumentos internacionales del sistema universal y regional.

Por otra parte abunda en lo referente a los derechos de los pueblos indígenas, expresados en la
Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas aprobada por la ONU en septiembre de 2007 e
incorpora aquellos derechos relacionados con las necesidades básicas para la vida, como ser: el
agua, la alimentación, la comunicación, etc.
La anterior CPE prescribía un conjunto de Derechos Humanos, principalmente civiles y políticos,
desde el Art. 5 al 42, el actual texto constitucional consagra los mismos desde el Art. 13 al 144.
Como preámbulo al catálogo de derechos fundamentales, en los artículos 13 y 14 referidos a
disposiciones generales se sientan las bases para el reconocimiento y garantía de derechos en el
Estado y los principios que servirán como base para la interpretación de las normas constitucionales,
así, en concordancia con la Declaración de Viena de 1993, se proclama que los derechos son
universales, interdependientes e indivisibles, añadiendo una característica, la progresividad.

Asimismo, se prescribe que el Estado asume las obligaciones de promover, proteger y respetar los
derechos humanos establecidos en los instrumentos internacionales.

El inciso II del artículo 13 impone una cláusula abierta (parecida a la que establecía el artículo 35 de la
anterior CPE) con la finalidad que las autoridades jurisdiccionales, especialmente las del órgano
encargado del control de constitucionalidad y de la protección de los derechos humanos, puedan
positivar y judicializar los Derechos Humanos consagrados en los instrumentos internacionales,
integrándolos al catálogo de los derechos fundamentales previstos por la Constitución Política del
Estado como parte del bloque de constitucionalidad.

4.3 La interculturalidad en la nueva Constitución

Ensayar una lectura de la nueva Constitución desde el aprendizaje de la interculturalidad exige el


cambio de paradigmas y sentido que visten a las instituciones, autoridades, prácticas y pensamientos
sobre el Estado y la sociedad. Por ello, el nuevo texto está ordenado de modo distinto al de la
Constitución de 1967 y se divide en cinco partes, a modo de temas fundamentales que articulan el
ámbito constituyente:
1ª PARTE: Bases fundamentales del Estado. Derechos, deberes y garantías
2ª PARTE: Estructura y organización funcional del Estado
3ª PARTE: Estructura y organización territorial del Estado
4ª PARTE: Estructura y organización económica del Estado
5ª PARTE: Jerarquía normativa y reforma de la Constitución
Cada una de estas Partes está a su vez dividida en Títulos y éstos en Capítulos y Secciones y,
finalmente, están los Artículos numerados de forma consecutiva. Es necesaria la lectura no sólo por
Capítulos o Artículos sino siempre pensando en la articulación que conllevan, como la arquitectura de
una casa: la ventana requiere de un muro y este unos cimientos, pero asimismo la ventana no tiene
sentido si no es para la habitación o uso que se le dará en función del espacio.
Por lo tanto, si buscamos interculturalidad, encontraremos artículos específicos que la definen, le dan
principios y fines, o en otros que la nombran y la exigen para el funcionamiento de la competencia o el
ámbito. Entonces, el recorrido de la lectura debe considerar siempre cómo funciona en la totalidad del
texto, como si mover un ladrillo puede desequilibrar toda la construcción o una sola mención permite
vislumbrar un sentido de la totalidad distinto.

Lo más importante de un texto constitucional y lo que nombra es la fuerza y poder para cumplirse y
hacerse efectivo en la realidad, siempre y cuando se lo haga cumplir y se ejerza como tal; por ello es
tan importante y decisivo que las ciudadanas y ciudadanos (y por supuesto las y los servidores
públicos) conozcan la Constitución completa y la cumplan.

Estado Plurinacional:
Artículo 1. Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario,
libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia
se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del
proceso integrador del país.

En el Artículo 1 se define que Bolivia se constituye en un Estado y es un Estado Unitario (una unidad y
único), Social de Derecho (que mantiene y asume todas las conquistas sociales que se fueron
añadiendo como derechos constitucionales, esto es: educación, trabajo, salud, vivienda, etc.),
Plurinacional (la constituyen diversas naciones y pueblos preexistentes que tienen sus valores y
formas propias culturales), Comunitario (el rasgo más sobresaliente de sus formas, deliberaciones y
fines es la búsqueda de acrecentar la vida comunitaria).

Principios de pluralismo:
Artículo 8. I. El Estado asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural: ama
qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón), suma qamaña (vivir
bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan
(camino o vida noble).
II. El Estado se sustenta en los valores de unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad, solidaridad,
reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía, transparencia, equilibrio, igualdad de
oportunidades, equidad social y de género en la participación, bienestar común, responsabilidad,
justicia social, distribución y redistribución de los productos y bienes sociales, para vivir bien.
Derechos de las naciones y los pueblos:

Artículo 30.
Es nación y pueblo indígena originario campesino toda la colectividad humana que comparta
identidad cultural, idioma, tradición histórica, instituciones, territorialidad y cosmovisión, cuya
existencia es anterior a la invasión colonial española.

II. En el marco de la unidad del Estado y de acuerdo con esta Constitución las naciones y pueblos
indígena originario campesinos gozan de los siguientes derechos:

1. A existir libremente.
2. A su identidad cultural, creencia religiosa, espiritualidades, prácticas y costumbres, y a su propia
cosmovisión.
3. A que la identidad cultural de cada uno de sus miembros, si así lo desea, se inscriba junto a la
ciudadanía boliviana en su cédula de identidad, pasaporte u otros documentos de identificación con
validez legal.
4. A la libre determinación y territorialidad.
5. A que sus instituciones sean parte de la estructura general del Estado.
6. A la titulación colectiva de tierras y territorios.
7. A la protección de sus lugares sagrados.
8. A crear y administrar sistemas, medios y redes de comunicación propios.
9. A que sus saberes y conocimientos tradicionales, su medicina tradicional, sus idiomas, sus rituales
y sus símbolos y vestimentas sean valorados, respetados y promocionados.
10. A vivir en un medio ambiente sano, con manejo y aprovechamiento adecuado de los ecosistemas.
11. A la propiedad intelectual colectiva de sus saberes, ciencias y conocimientos, así como a su
valoración, uso, promoción y desarrollo.
12. A una educación intracultural, intercultural y plurilingüe en todo el sistema educativo.
13. Al sistema de salud universal y gratuito que respete su cosmovisión y prácticas tradicionales.
14. Al ejercicio de sus sistemas políticos, jurídicos y económicos acorde a su cosmovisión.
15. A ser consultados mediante procedimientos apropiados, y en particular a través de sus
instituciones, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de
afectarles. En este marco, se respetará y garantizará el derecho a la consulta previa obligatoria,
realizada por el Estado, de buena fe y concertada, respecto a la explotación de los recursos naturales
no renovables en el territorio que habitan.
16. A la participación en los beneficios de la explotación de los recursos naturales en sus territorios.
17. A la gestión territorial indígena autónoma, y al uso y aprovechamiento exclusivo de los recursos
naturales renovables existentes en su territorio sin perjuicio de los derechos legítimamente adquiridos
por terceros.
18. A la participación en los órganos e instituciones del Estado.

Definición de interculturalidad:

Artículo 98. La diversidad cultural constituye la base esencial del Estado Plurinacional Comunitario.
La interculturalidad es el instrumento para la cohesión y la convivencia armónica y equilibrada entre
todos los pueblos y naciones. La interculturalidad tendrá lugar con respeto a las diferencias y en
igualdad de condiciones.
II. El Estado asumirá como fortaleza la existencia de culturas indígena originario campesinas,
depositarias de saberes, conocimientos, valores, espiritualidades y cosmovisiones.
III. Será responsabilidad fundamental del Estado preservar, desarrollar, proteger y difundir las culturas
existentes en el país.

4.5 Características de los DDHH y obligaciones generales del Estado


Artículo 13.
Los derechos reconocidos por esta Constitución son inviolables, universales, interdependientes,
indivisibles y progresivos. El Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos.
Esta disposición constitucional coincide con lo establecido en la Declaración de Viena de 1993 la cual
prescribe que “Todos los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes y
están relacionados entre sí”.
Por su parte el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su Art. 2(1) determina “Cada
uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a respetar y a garantizar a todos los
individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción los derechos
reconocidos en el presente Pacto, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión
política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición social”.
De esta manera, encontramos que tanto las características de los Derechos Humanos como las
obligaciones estatales fueron recogidas en el texto de la Constitución.
4.6 Cláusula “Abierta”
El surgimiento de nuevas necesidades da lugar a que se plantee el reconocimiento de nuevos
derechos que aún no se encuentran expresamente previstos en la Constitución. Los textos
constitucionales tienen que adaptarse a estos cambios, y aunque la reforma constitucional es un
mecanismo para reconocer nuevos derechos; no siempre es posible conseguir el consenso o la
voluntad política. Por ello, algunas constituciones, incluida la boliviana, incorporan la llamada
"cláusula abierta de derechos" de manera que la lista de derechos fundamentales que se encuentra
en la Constitución no es cerrada, sino sólo enunciativa, siendo posible la incorporación de nuevos
derechos que se fundamenten en la dignidad humana y en los principios que sirven como base de los
Derechos Humanos.

4.8 Jerarquía normativa


Artículo 410.
II. La Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano y goza de primacía
frente a cualquier otra disposición normativa. El bloque de constitucionalidad está integrado por
los Tratados y Convenios internacionales en materia de Derechos Humanos y las normas de Derecho
Comunitario, ratificados por el país. La aplicación de las normas jurídicas se regirá por la siguiente
jerarquía, de acuerdo a las competencias de las entidades territoriales:
 Constitución Política del Estado.
 Los tratados internacionales.
 Las leyes nacionales, los estatutos autonómicos, las cartas orgánicas y el resto de legislación
departamental, municipal e indígena.
 Los decretos, reglamentos y demás resoluciones emanadas de los órganos ejecutivos
correspondientes.

4.9 Cláusula Interpretativa


Como hemos visto, el artículo 13 de la Constitución es determinante al momento de abordar los
derechos fundamentales, incluye una cláusula interpretativa cuyo contenido es complementado por el
artículo 256. En estos artículos se destaca de forma clara que los derechos fundamentales prescritos
en la Constitución deberán ser interpretados a la luz de los instrumentos internacionales en materia de
derechos humanos.
SECCIÓN III
DERECHO AL TRABAJO Y AL EMPLEO
Artículo 46.
Toda persona tiene derecho:

1. Al trabajo digno, con seguridad industrial, higiene y salud ocupacional, sin discriminación, y con
remuneración o salario justo, equitativo y satisfactorio, que le asegure para sí y su familia una
existencia digna.
2. A una fuente laboral estable, en condiciones equitativas y satisfactorias.

II. El Estado protegerá el ejercicio del trabajo en todas sus formas.


III. Se prohíbe toda forma de trabajo forzoso u otro modo análogo de explotación que obligue a una
persona a realizar labores sin su consentimiento y justa retribución.

Artículo 47.
I. Toda persona tiene derecho a dedicarse al comercio, la industria o a cualquier actividad económica
lícita, en condiciones que no perjudiquen al bien colectivo.
II. Las trabajadoras y los trabajadores de pequeñas unidades productivas urbanas o rurales, por
cuenta propia, y gremialistas en general, gozarán por parte del Estado de un régimen de protección
especial, mediante una política de intercambio comercial equitativo y de precios justos para sus
productos, así como la asignación preferente de recursos económicos financieros para incentivar su
producción.
III. El Estado protegerá, fomentará y fortalecerá las formas comunitarias de producción.

Artículo 48.
I. Las disposiciones sociales y laborales son de cumplimiento obligatorio.
II. Las normas laborales se interpretarán y aplicarán bajo los principios de protección de las
trabajadoras y de los trabajadores como principal fuerza productiva de la sociedad; de primacía de la
relación laboral; de continuidad y estabilidad laboral; de no discriminación y de inversión de la prueba
a favor de la trabajadora y del trabajador.
III. Los derechos y beneficios reconocidos en favor de las trabajadoras y los trabajadores no pueden
renunciarse, y son nulas las convenciones contrarias o que tiendan a burlar sus efectos.
IV. Los salarios o sueldos devengados, derechos laborales, beneficios sociales y aportes a la
seguridad social no pagados tienen privilegio y preferencia sobre cualquier otra acreencia, y son
inembargables e imprescriptibles.
V. El Estado promoverá la incorporación de las mujeres al trabajo y garantizará la misma
remuneración que a los hombres por un trabajo de igual valor, tanto en el ámbito público como en el
privado.
VI. Las mujeres no podrán ser discriminadas o despedidas por su estado civil, situación de embarazo,
edad, rasgos físicos o número de hijas o hijos. Se garantiza la inamovilidad laboral de las mujeres en
estado de embarazo, y de los progenitores, hasta que la hija o el hijo cumpla un año de edad.
VII. El Estado garantizará la incorporación de las jóvenes y los jóvenes en el sistema productivo, de
acuerdo con su capacitación y formación.

Artículo 49.
I. Se reconoce el derecho a la negociación colectiva.
II. La ley regulará las relaciones laborales relativas a contratos y convenios colectivos; salarios
mínimos generales, sectoriales e incrementos salariales; reincorporación; descansos remunerados y
feriados; cómputo de antigüedad, jornada laboral, horas extra, recargo nocturno, dominicales;
aguinaldos, bonos, primas u otros sistemas de participación en las utilidades de la empresa;
indemnizaciones y desahucios; maternidad laboral; capacitación y formación profesional, y otros
derechos sociales.
III. El Estado protegerá la estabilidad laboral. Se prohíbe el despido injustificado y toda forma de
acoso laboral. La ley determinará las sanciones correspondientes.

Artículo 50.
El Estado, mediante tribunales y organismos administrativos especializados, resolverá todos los
conflictos emergentes de las relaciones laborales entre empleadores y trabajadores, incluidos los de
la seguridad industrial y los de la seguridad social.

Artículo 51.
I. Todas las trabajadoras y los trabajadores tienen derecho a organizarse en sindicatos de acuerdo
con la ley.
II. El Estado respetará los principios sindicales de unidad, democracia sindical, pluralismo político,
auto sostenimiento, solidaridad e internacionalismo.
III. Se reconoce y garantiza la sindicalización como medio de defensa, representación, asistencia,
educación y cultura de las trabajadoras y los trabajadores del campo y de la ciudad.
IV. El Estado respetará la independencia ideológica y organizativa de los sindicatos. Los sindicatos
gozarán de personalidad jurídica por el solo hecho de organizarse y ser reconocidos por sus
entidades matrices.
V. El patrimonio tangible e intangible de las organizaciones sindicales es inviolable, inembargable e
indelegable.
VI. Las dirigentas y los dirigentes sindicales gozan de fuero sindical, no se les despedirá hasta un año
después de la finalización de su gestión y no se les disminuirán sus derechos sociales, ni se les
someterá a persecución ni privación de libertad por actos realizados en el cumplimiento de su labor
sindical.
VII. Las trabajadoras y los trabajadores por cuenta propia tienen el derecho a organizarse para la
defensa de sus intereses.
Artículo 52.
I. Se reconoce y garantiza el derecho a la libre asociación empresarial.
II. El Estado garantizará el reconocimiento de la personalidad jurídica de las asociaciones
empresariales, así como las formas democráticas organizativas empresariales, de acuerdo con sus
propios estatutos.
III. El Estado reconoce las instituciones de capacitación de las organizaciones empresariales.

IV. El patrimonio de las organizaciones empresariales, tangible e intangible, es inviolable e


inembargable.
Artículo 53.
Se garantiza el derecho a la huelga como el ejercicio de la facultad legal de las trabajadoras y los
trabajadores de suspender labores para la defensa de sus derechos, de acuerdo con la ley.
Artículo 54.
I. Es obligación del Estado establecer políticas de empleo que eviten la desocupación y la
subocupación, con la finalidad de crear, mantener y generar condiciones que garanticen a las
trabajadoras y los trabajadores posibilidades de ocupación laboral digna y de remuneración justa.
II. Es deber del Estado y de la sociedad la protección y defensa del aparato industrial y de los
servicios estatales.
III. Las trabajadoras y los trabajadores, en defensa de sus fuentes de trabajo y en resguardo del
interés social podrán, de acuerdo con la ley, reactivar y reorganizar empresas en proceso de quiebra,
concurso o liquidación, cerradas o abandonadas de forma injustificada, y conformarán empresas
comunitarias o sociales. El Estado podrá coadyuvar a la acción de las trabajadoras y los trabajadores.
Artículo 55.
El sistema cooperativo se sustenta en los principios de solidaridad, igualdad, reciprocidad, equidad en
la distribución, finalidad social, y no lucro de sus asociados. El Estado fomentará y regulará la
organización de cooperativas mediante la ley.

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