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PETER KREEFT

TRES FILOSOFIAS
DE VIDA

Eclesiastes: La vida como Vanidad


Job: La vida como Sufrimiento
Cantar de los Cantares: La vida como Amor

UC@LP
TItulo original:
Three Philosophies of Life
Ecclesiastes:Life as Vanity
Job: Life as Suffering
Song of Songs: Life as Love

Traduccion y notas:
Sebastian Randle

© 1989 Ignatius Press, San Francisco

I.S.B,N. N° 950-99639-8-4
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A John Mallon
que es quien sabe
INDICE

INTRODUCCION , ,. 11

La Inagotabilidad de la Literatura Sapiencial (11); Tres Filosofias


de Vida (12); Tres Hamores Metafisicos (13); Tres Virtudes Teolo-
gales (15); La «Divina Comedia» antes de Dante (17).

EL ECLESIASTES:LA VIDA COMO VANIDAD .... ,. , ., ., .. , .. 19

La Grandeza de! Eclesiaste: (21); E! Eclesiastes como libra de Etica


(24); El Eclesiastes Existencialista (25); La actttalidad del
Eclesiastes(26); EI Silencio de Dios en el Eclesiastes(30); Sumario del
Eclesiastts (32); E! Atttol' de! Eclesiastes (33); Los Fines de Corto
A!cance." iA!canzan? (38); La Gran Pantal!a (43); Cinco
Manet'as de Esconder a an Elefante (44); EI Silogismo Obsceno(47);
Cinco «Trabajos» (48); Cinco Vanidades (60); La Necesidad de una
respuesta: Tres Puertas Demoniacas (67); Reglas para Contester (69);
Una Ultima Respuest« al Eclesiastes: La Interrupci6n Divina (73);
Conclusion (74).

JOB: LA VIDA COMO SUFRIMIENTO ,, , .. , .. , . .. 77

1, «EI Problema del Mal» (82); 2, El Problema de la Fe versus fa


Experiencia (97); 3. EZProblema del Sentido de la Vida (106); 4. EI
Problema de Dios (110).
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR .. 121

1. EI Amor cs una Cancidn (127); 2. EI Amar es la Cancion Mds


Grande (128); 3. EI Amor es Didlago (131); 4. EI Amor es
Sinergetica (132); 5. EI Amor estd Vivo (133); 6. EI ArIZaI'es Evan-
gelia (134); 7. EI Amores Poder (136); 8. EI A mar es Trabajo (137);
9. EI Amor es Deseo y Realizaci6n (139); 10. EI Sufrimiento
Acompana at Amor (141); 11. EI Amor es Libre (143); 12. EI A mol'
es Fiel ala Realidad (144); 13. EI Amor es Precise (145); 14. EI
Amor es Simple (150); 15. EI Amor es Individual (152); 16. EI
Amor Todo 10 Conqaista (155); 17. EI Amor es una Sorpresa (156);
·18. EI Amor no Time Miedo (157); 19. EI Amor es lntercambio de
Nuestras Respectivas Personas (159); 20. EI Amor es Triunfalista
(161); 21. EI Anwr es Natural (162); 22. EI Amor es Fiel (164);
23. EI Amor estd Pronto (165); 24. EI Amor Abarca Todo (167);
25. EI Amor e.r «Sexist-s, (169); 26. EI Amor es Fuerte como la
Muerte (170).
INTRODUCCION

La Inagotabilidad de la Literatura Sapiencial

He sido fi16sofo durante toda mi vida adulta y los tres Iibros de


filosoffa mas profundos que jarnas haya lefdo son el Eclesiasres, Job, y
el Cantar de los Cantares. En realidad, el libra por el cual cornence a
filosofar cuando tenia quince afios fue el Eclesiastes.

los libros de filosoffa pueden clasificarse de muchas maneras:


anriguos y modernos, de Oriente 0 de Occidente, optirnistas versus
pesirnistas, deistas versus areas, racionalistas versus irracionales,
rnonistas versus pluralistas, y de muchas orras maneras. Pero Gabriel
Marcel dice que la mas importante de las clasificaciones es la que dis-
tingue entre «los llenos» y «los vacuos», los solidos y los superficiales,
los profundos y los triviales, Una vez que uno haya Ieido todos los li bras
de todas las bibliotecas del mundo, una vez que haya acompafiado a
todos los sabios del mundo en sus viajes hacia la sabidurfa, aun
entonces no encontrara tres libros mas profundos que el Eclesiastes,
Job, y el Cantar de los Cantares.

Estos tres libros son literalrnente inagotables. Rebalsan can un


misterioso poder renovador. Cada vez que los releo encuentro mas ali-
menta y jarnas me canso de explicarlos y dar clases sabre cada uno de
ellos. Ejemplifican esencialmente rni definicion de 10 que es un clasico.
Un clasico es como una vaca: da leche fresca cada manana. Un clasico
es un libro que siempre recompensa una nueva relectura. Un clasico es
como la manana, como la misma naturaleza: siempre joven, siempre
12 TRES FIJ,OSOFiAS DE VIDA

renovadora. No, ni siquiera como la naturaleza, puesto que ella, como


nosotros, esta destinada finalmente a la muerte. Solo Dios es siempre
joven, y s610 el Libra que inspire nunca envejece.

Ahara, cuando Dios quiso inspirar alga de filosoffa, (par que iba
a inspirar alga que no fuera de 10 mejor? Claro que 10 mejor no nece-
sariarnente es 10 mas sofisticado. Plaron, en el lon, dice que los dioses
eligieron deliberadamente a los poeras mas pobres para inspirarlos de
modo que la gloria no les perteneciera a ellos, no se les atribuyera a los
hombres. Es exactamente 10 que dice San Pablo en la Prirnera Carta a
los Corintios. Y vemos repetido este principio a 10 largo de la Biblia: el
notable contraste entre la pobreza del poeta y la profundidad de su
poema, entre la pequefiez del cantor y la grandeza de su canei6n, entre
la auseneia de sofisticaci6n humana y la presencia de una divina sophia,
divina sabiduria. Algo estd siempre atravesando las palabras, algo que
nunea se puede comprender enteramente pero tampoco ignorar cornple-
tamente, can tal de que uno se exponga a ellos con un alma desnuda.
Quien se expone a esta lluvia divina se ve beneficiado con las sernillas de
la sabidurfa que crecen en el alma.

Tres Filosoftus de Vida

Finalrnente no hay mas que tres filosoffas de vida y cada una esta
representada por uno de los siguientes libros de la Biblia:

1.- La vida como vanidad: el Eclesiastes,


2.- La vida como sufrimiento: Job.
3.- La vida como amor: el Cantar de los Cantares.

Jamas se escribieron libros mas perfectos a profundos sobre estas


tres filosoffas de vida. El Eclesiastes es el clasico de todos los tiempos
sabre la cuestion de la vanidad, Ellibro de Job es el clasico de todos los
INTRODuccrON 13

tiernpos sobre el dolor. Y el Cantar de los Cantares el clasico de siem-


pre sobre eI amor.

La razon por la gue estas tres filosoffas de vida son las iinicas posi-
bles es porgue represenran los iinicos tres lugares 0 condiciones en los
gue podemos estar. La «vanidad» del Eclesiastes representa el Infierno.
El sufrimiento de Job, el Purgatorio. Y el amor en el Cantar de los
Cant ares, el Cielo. Las tres condiciones comienzan aquf y ahora mien-
tras andarnos sobre la tierra. Como 10 dijera C.S. Lewis: «Todo 10 que
parece tierra es el Infierno 0 el Cielo». Es una afirmacion trernenda, y
Lewis agreg6 algo mas: «Sefior, no abras demasiadas veces mis debiles
ojos a esto».

La esencia del Infierno no es el dolor, sino la vanidad, no el dolor


sino la futilidad, no el sufrimiento ffsico sino el espiritual. Tenfa razon
el Dante cuando coloc6 sobre las puertas del Infierno: «Abandonen
toda esperanza los que entrais aqui».

El sufrirniento no constituye la esencia del Infierno porgue el


sufrirniento puede ser esperanzado. Eso le paso aJob. Job nunca perdi6
su fe y su esperanza (que es fe tensa hacia el futuro), y sus sufrimientos
se revelaron purificadores, purgativos, educarivos: le dio ojos para verlo
a Dios. Para eso estarnos en la tierra.

Finalrnente, el Cie10 es arnor, puesto que el Cielo es esencialmente


la presencia de Dios y Dios es esencialmente arnor. (<<Dioses arnor»).

'Ires Humores Meta/fsicos

Heidegger comienza uno de sus libros mas inquietantes con la


mas inquietante de las preguntas: <{(Porque hay set y no mas bien
nada?». Se refiere a tres humores que suscitan este gran interrogante.
14 TRES FILOSOFIAS DE VIDA

Son tres humores metafisicos, tres humores que revelan no solamente


los sentirnientos de un individuo sino rambien los sentidos de la exis-
tencia. Yestos tres son los tres humores metaffsicos que dan lugar a las
tres filosoffasde vida que se encuentran en el Eclesiastes, en Job yen el
Cantar de 10$ Cantares. Heidegger dice 10 siguiente:

«(Par que hay casas que son y no mas bien nada? ...

Muchos hombres nunca se enfrentan can esta cuesrion, si


par enfrentar queremos decir no solo aida a leerla como una for-
mulaci6n interrogativa sino, antes bien, como una inter-
pelaci6n, esro es, hacerse uno misrno esa pregunta, rnenearla,
suscitarla, sentir su inevitabilidad.

Y sin embargo cada uno de nosotros se ve rozado, al


menos una vez , quiza mas de una vez, par el poder oculro de
.esta pregunra, aun cuando no sea consciente de 10 que le esta
pasando. La pregunta asoma amenazante en momentos de gran
desesperacion, cuando las cosas tienden a perder su densidad y
su senrido se oscurece. Tal vez golpeara una sola vez como una
campana con sardina que resuena en nuestra vida y luego gra-
dualmente desaparece. Se hace presente en momentos de jribi-
10 cuando todo a nuestro alrededor se rransfigura y pareee estar
ahf par primera vez, como si fuera mas facil pensar que no
esran alli que comprender que si 10 esran y que son 10 que son.
La cuestion reaparece en momentos de aburrirniento, cuando
estamos igualrnente lejos de la desesperacion yel jubilo, cuan-
do todas las casas nos parecen tan desesperantemente baladies
que ya no nos irnporta si algo es 0 no es -y can esta pregunta
«iPor que hay casas que son y no mas bien nada?» que asoma
en forma rnuy particular.

Pero esra pregunta puede formularse de rnanera expresa a


. de manera oculta, no reconocida como interrogante, pasando a
traves de nuestras vidas como una breve rafaga de viento.
INTRODUCC10N 15

El humor de Job es desesperado. Su sufrimiento no es solo ffsico


sino rarnbien espiritual. (Que tiene par delante suyo que no sea s610
la muerte? Ha perdido todo, aun al mismo Dios -y especialrnente a
Dios, pareee.

El humor del arnor es el jiibilo, amor joven, amor nuevo,


enarnorandose, 1 Aquf la rnaravilla del Cantar de 10 Cantares: el
heeho de que el amado exista, que la vida exista, que todas las casas,
ahara ilurninadas con la luz nueva del amor, existan -una gloria tan
rnisteriosa como aq uel otro misterio de Job para quien las casas le
resultaban una carga.

El aburrirniento es el humor del Eclesiastes. Es un humor rnoder-


no. En verdad, ina existe en la antigiiedad una palabra antigua para
designarlo! Con este humor a cuestas, no hay ninguna razon para morir,
como sf 10 hay eo Job, oi una raz6n para vivir, como en el Cantar de los
Cantares. Esre es el pozo mas profunda.

'Ires Virtttdes Teologales

Estos tres libros rambien ensefian las tres cosas mas grandes del
mundo, las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.

La lecci6n que ensefia el Eclesiastes es la de la fe, la necesidad de


In fe, mostrandonos la absoluta vanidad y la vacuidad de la vida sin fe.
Para reflexionar, el Eclesiastes acude solo a la razon, a Ia experiencia
humana y a la mera observaci6n de la vida «bajo el sol»; no agrega Ia

--- _----
...
I La expresion que aquf usa el auror, «toftlll in looe» constituye una curiosidad de la lengua
inglesa donde se denota gue quicn se enarnora ha sido encantado, embrujado, y ha caido
en una nampa. (N. del T.).
16 TRES Fn.osortxs DE VIDA

luz de la Fe; y esto no le alcanza para salvarlo de [a inevitable conclusion


de que todo es «vanidad de vaniclades». Luego, en el epilogo al libro,
en los ulrirnos versfculos, se dicen palabras de fe. Eso no se prueba con
la razon 0 las observaciones de sentido comun, como en el resto del
libro. Esta palabra de fe es la iinica 10 suficientemente grande como
para llenar el silencio de la vanidad. S6lo se conoce por la fe la paIabra
que responde a la busqueda del Eclesiastes, la que da la verdadera
respuesta al sentido de la vida: «Teme aDios y guarda sus man-
damientos, pues esto es todo el hombre. Pues Dios traera a juicio todo
10 que se hace, aun las casas ocultas, sean buenas 0 sean malas».

EI Eclesiastes tiene fe intelectual; cree que Dios existe. Pero no


alcanza. «Los demonios tam bien creen y tiemblan» (St. 2: 19). El
Eclesiastes prueba la necesidad de una fe real, una fe verdadera, vivida,
salvadora, rnosrrandonos 10 que pasa cuando falta, aun en Ia presencia
de la fe intelectual.

La lecci6n de Job es sobre Ia esperanza. Job no tiene otra cosa.


Todo 10 dernas le es quitado. Pero s610 la esperanza Ie permite aguan-
tar y triunfar.

El Canrar de los Cantares trata enterarnente sobre el arnot, el sig-


nificado ultimo de la vida, la cosa mas grande del mundo.

Esros tres libros tam bien nos suministran una suerte de sintesis de
la historia espiritual del mundo. G. K. Chesterton 10 hizo en tres sen-
tencias: «El paganismo fue la cosa mas grande del rnundo, y Ia
Cristiandad fue mas grande, y desde entonces todas las casas han resul-
tado comparativamenre mas pequefias». El libro de Job exhibe las
alturas de Ia esperanza y el herofsmo pre-cristianos. No es estrictamente
pagano, desde luego, pero aiin no es cristiano. EI Cantar de los Cantares
nos rnuesrra el centro espiritual de la era crisriana, la era sobre la cual
la modernidad nos ha contado taotas increibles mentiras, la Edad
INTRODlJCCrON 17

Media. Finalmente, el Eclesiastes nos dice Laverdad sabre el mundo


rnoderno, postcristiano, y su manera de ver las cosas: una vez que des-
dena el ofrecimiento conyugal del Divino Amante, el moderno divor-
ciado no puede simplemente volver a la primigenia virginidad pagana,
as! como un individuo que rechaza el Cielo y elige el Infierno no puede
transformar el Infierno en un Purgatorio, la desesperacion en esperanza.

La «Divina Comedia» antes de Dante

En estos tres libros de la Biblia se representa el gran poema epico


del Dante, tanto el Infierno cuanto el Purgatorio, e induso el Cielo.
Pero se representa en nuestros corazones y vidas, no externamente en
lugares cosmicos, cfrculos, escaleras y aires. Y se representa aqui y
ahora, como semillas, bien que se completa despues de la muerte,
como flores.

Hay movimientos entre estes tres libros, tal cual los hay en la
Diuzna Comedia. En primer lugar, hay movimiento desde el Eclesiastes
hasta Job, como el movimiento del Dante desde el Infierno hasta el
Purgatorio. Esto se encuentra en los dos ultirnos versiculos del
Eclesiastes. La conclusion del resto dellibro es «vanidad», pero la con-
clusion de estos dos ulrimos versiculos es «Terne aDios y guarda sus
mandarnientos, pues esto es todo el hombre. Pues Dios traera a juicio
todo 10 que se hace, aun las casas ocultas, sean buenas 0 sean rnalas».
Esta es precisamente la filosofia que vive Job, y el resultado es que Job
encuentra a Dios y se mueve a traves del Purgatorio hasta el Cielo.

Y aquf el segundo movirnienro: desde Job hasta el Cantar de los


Cantares. Sucede al final dellibro de Job, cuando Job finalmente con-
rernpla el rostro de Dios. El Eclesiastes es el atardecer, el fin de toda
esperanza; Job es la noche, sin esperanza de un amanecer; el Cantar de
los Cantares es la manana, que ya cornienza a amanecer aI final de Job.
18 TRES FILOSOFjAS DE VIDA

El Cantar de los Cantares comienza cuando Dios se le aparece a Job,


pues donde Dios esta, allf hay arnot.

El arnor es la ultima respuesta a la busqueda del Eclesiastes, la


alternativa a toda vanidad, y el sentido de la vida. Pero no 10 podemos
apreciar S1 no ahondamos en la cuestion, Esta cuestion es mas que una
cuestion, se ttata de una indagaci6n vital, una cruzada vivida. 2 La
Escritura nos invita a lanzarnos en esta biisqueda, esre viaje a traves de
la noche hacia el Sol Naciente. Es el viaje mas irnportante de nuestras
vidas. (Subireis eonrnigo a la vieja area de la Biblia? Tratare de It
diciendoles 10 que yeo mientras viajarnos juntos. Pues eso es todo 10
que un profesor puede hacer.

* * *

2 Frecuenternenre el autor recurre a un juego de palabras can «quest» y «question» para


subrayar la diferencia entre una vida hccha busqueda y una mera curiosidad intelectual:
« Es 10 que los bebreos del A IltigllO Testamento Ilamaball emetb )' los extstencialistas dieron en

Ilamar "autenttcidad". Esta clase de verdad 110 es de las que solo se saben, sino que ademds Jon
encarnadas, existidas, vividas. Son de las que aparecen C01ll0 respnestas oioidas a mterrogautes
vivid os, 110 C01ll0 respucstas tedricas a pregJtJJtas teoricas. La busqueda 110 es solamente IITia p,-e-
gllnta. EI tntelecto se preglt/lta algo; una personalidad entera se I·rans/omla en interrogante. Se
encueutra a! Emetb lueg« de una larga b,isquetla, 110 solo interrogando. Se trata de la verdad q1l.e
solo puede ser hal/ada COt I toda el alma -la clase de Veldad que Socrates), Buda encontraron.A

esta dase de uerdad se re/iere Jesus mando promae que ei que busc« encontrard. Lo dificil aqllf
no ex encontrar sino buscar: Es que esta c!asede illdagacion requiere de "un salto POl'el que un hom-
bre tira por fa borda todas las seguridades call que contaba basta entonces,sean Isfas reales0 ima-
ginadas':» (cf. PETER KREEFT, Love is Stronger than Death, San Francisco, Ignatius
Press, 1992, p. 52). (N. del TJ.
r,":.':_:::::-::::'-::-'.

El Eclesiastes:
La Vida como Vanidad
21

La Grandeza del Eclesiastes

La Biblia es el mas grande de los libros, y el Eclesiastes es el tinico


libra de filosoffa, pura filosoffa, de sola filosoffa, induido en la Biblia.
No ha de sorprender, pues, que el Eclesiasres es el mas grande de los
libros de filosoffa.

(Que? (Que el Eclesiastes es el mas grande de los libros de


filosoffa? [Pero si el auror ni siquiera conoce los dialogos de Platen 0 la
lcgica de Arisrotelesl Por el contrario, divaga, frecuentemente cambia
de parecer, y perrnite que sus humores 10 muevan tanto como las evi-
dencias de que dispone. (Como puede sosrenerse que esta inconsistenre
y mal hecha barcaza pueda ser el arca de Noe de los libros de filosoffa?
Y 10 que es peor, (como puede ser que este libra, que trata sabre el
sin-sentido de la vida pueda tener tanto sentido?

A la prirnera objecion se puede contestar que la grandeza no pro-


cede de la forma sino del contenido. La forma del Eclesiastes es simple,
directa, sin arte. Pero en su conrenido, como veremos, se encuentra la
cosa mas grande que la filosoffa pueda decir.

(Y que hacernos de la segunda objecion? (Como puede un libra


sabre el sin-sentido de todas cosas tener sentido? Un gran libro ha de
ser sincero, debe practicar 10 que predica. Par ejempio, el Tao Te Ching,
ese gran clasico chino tching) sobre el poder espiritual (te) del Camino
(Tao), ejerce un misterioso poder espiritual (te) sobre ellector, el mismo
poder sutil, acuoso, irresistible del propio Tao. 0 un gran libro sobre la
violencia y la pasion, como una novela de Dostoievsky, debe ser en sf
mismo violento y apasionado. Un libra sobre la piedad debe ser pia-
22 TRES FILOSOFfAS DE VIDA

doso. De tal manera que un libro sobre la vanidad deberfa ser en vano
(0 no? 3

No. E1 filosofo que escribi6 el Eclesiastes es eJ menos vanidoso de


los fi16sofos.La vanidad no puede detecrarse a sf misma, del mismo
modo que la locum tampoco puede detectarse a sf misma. S610 los
sabios conocen 10 que es la locura; los imbeciles no pueden saber 10que
es ni la sabidurfa ni 1alocura. As! como se necesira sabidurfa para saber
que cosa es la locura, luz para conocer la oscuridad, as! tarnbien hace
falta profundidad para saber 10 que es la vanidad, el sentido de las cosas
para derectar su sin-sentido. Pascal 10 dijo: «Debe ser muy vanidoso e1
que no ve la vanidad de la vida».

Comparado con nuestras prolijas panaceas llenas de erudici6n, el


Eclesiastes es tan magnifico, profundo y terrible como un oceano. Si el
fi16sofoque 10escribi6 esruviera vivo hoy en dla y conociera la filosoffa
reinante en los EE.UU. y su psicologfa pop, con sus pulsaciones posi-
tivistas, su narcisista auto-bornbo, sus repetidos guifios e imper-
turbables garantfas de «[Paz, Paz!» cuando no hay paz, creo que citaria
a John Stuart Mill cuando dijo que es mejor ser un S6crates insatisfe-
cho que un chancho satisfecho; y William Barrett: «Es rnejor encon-
trarse can la propia existencia desesperada que no encontrarla de
ninglin modo».

El Eclesiastes ha sido llamado el mas grande de los tratados jarnas


escrito, aun par pesimistas apasionados y agn6sticos atormentados por

3 Aquf el traductor se encuentra con otra resonancia de la lengua inglesa diflcil de verrir
al castellano. Es que el adjetivo «uano» en nuestra lengua suele designar prirneramente
10 «frtooio» rnientras que la connotaci6n de «[itil» suele formularse agregando la
pceposicion «en» formando as) la [ocucion adverbial: «ell uano» (de balde). Adcmas en
los pafses de lengua castellana hay una tradici6n de usar la palabra «uanidad» para deno-
tar el pecado de presunci6n en los hombres y frivolidad en las mujeres, mas cerca de
«/rfvolo»que de «/util». (N. del T).
(.- •...-: .

EL ECLESIASTES: LA VIDA COMO VANIDAD 23

la idea de Dios como Herman Melville quien en el capitulo 97 de su


Moby Dick 10 ha llamado «el mas verdadero de todos los libros». Y
Thomas Wolfe dice, en el capitulo 47 de su clasica novela americana,
You Can't Go Home Again:

De codas las cosas que he vista 0 aprendido, ese libro me


pareee el mas noble, el mas sabio, y la mas poderosa expresi6n
de 10 que es la vida del hombre sabre la tierra, y tarnbien la mas
elevada flor de poesfa, elocuencia y verdad. No soy propenso a
los juicios dogmaticos en materia de creaci6n literaria, pero S1
debo formular uno solo podrfa decir que el Eclesiastes es el mas
grande pedazo de escritura que haya jarnas conocido, y su
sabidurfa la mas profunda y duradera.

Si no hallamos nada de esto en nuestra pnmera lectura del


Eclesiastes, deberfarnos leerlo una vez mas. Esto, porque no queda mas
remedio que desechar elegantemente el veredicto de estos gigantes 0
treparnos a sus hombros y mirar de nuevo. (_N 0 parece al menos
probable que es el enano, mas que el gigante, el que interpreta mal
el paisaje?

Tengo un amigo que suele acampar en los bosques de Maine cada


verano. Un dia se encontr6 con un viejo errnitafio que no habfa vivido
en la «civilizaci6n» durante cuarenta afios. Parecia rnisreriosamente
sabio (por 10 menos mas sabio que las secularizadas gentes de nuestra
civilizaci6n, aunque no mas sabio que un crisriano), y cuando rni amigo
le pregunt6 de d6nde habra obtenido tanto saber, extrajo de entre sus
ropas el iinico libro que 10 habia acompafiado durante cuarenta afios.
Era un ejemplar amarillento y arrugado del Eclesiastes. S6Io el
Eclesiastes. Ese unico libro le habfa bastado. Tal vez Ia «civilizaci6n» es
tan insensata porque nunca nada le alcanza. El viejo ermitafio se habia
quedado en un lugar, ffsica y espiritualrnente y habfa explorado sus
profundidades; mientras tanto la civilizaci6n habfa conrinuado inquie-
24 TRES FILOSOFIAS DE VIDA

tamente su camino, patinando sabre la superficie de grandes honduras.


Mientras la civilizaci6n estaba leyendo el diario el estaba leyendo
eternidades.

EI Eciesiastes comolibra de Etica

Seguramente los fi16sofosanteriores ala modernidad habrfan clasi-


ficado al Eclesiastes como un Iibro sobre etica puesto que plantea la mas
importante de las cuesriones ericas, la cuestion sobre la que versan fun-
damentalmente todos los clasicos: Lit Repttblica de Platen, la Etica
Nicomaquea de Arist6teles, las Confesiones de San Agustin, el Tratado
sobrela Beatitud en la Suma de Santo Tomas de Aquino, los Pensamientos
de Pascal, la Etica de Spinoza, el Esto 0 Aquello de Kierkegaard: la
cuestion del summum bonum, el sumo bien, 10 mas valioso, el fin ultimo
o el sentido de la vida.

Antiguamente la Erica siempre se dirigi6 a conrestar tres pregun-


tas. En cambio la Erica moderna suele abordar una de ellas, a 10 sumo
dos. Las rres cuestiones son como las tres ordenes marinas que se Ie cia
a una flat a de mar (la metafora es de C.S. Lewis). Primero, los buques
deben saber como evitar el abordaje entre ellos, que no se anden
golpeando entre sf. Esta es la erica social, y de ella se ocupan tanto los
filosofos antiguos como los modernos. En segundo terrnino, los buques
deben contar con un perfecto mantenimiento y evitar hundirse. Esta es
la etica individual, las virtudes y los vicios, la formaci6n del caracter, y
de ella ofrnos bien poco en nuestros dfas. Pero en tercer lugar, y 10mas
importante de todo, deben saber ante todo por que la flota se ha hecho
a la mar. (Cual es su mision, cual su destine? Esta es la cuestion del
summum bonum, y ningiin fi16sofomoderno, excepto los existencialistas,
ni siquiera parecen interesados en esta, la mas grande de todas las cues-
tiones. Tal vez par esto es que la filosoffa moderna pareee tan debil y
EL ECLESIASTES: LA VIDA CO)\W VANIDAD 25

lacrimosa, tan especializada y elitista, y, por sobre todo, tan aburrida


para el cornun de los rnortales.

Creo que se par que los £116sofosmodernos 00 se animan a plantear


esta, la mas grande de las cuestiones: porque no tienen respuesta. Es un
agujero tan grande que s610 puede llenarse con el coraje de un exisren-
cialista 0 la fe de un defsta.

EI Eclesiastes Existencialista

No fue Sarrre el primer existencialista, aunque haya acufiado el


terrnino. Tampoco 10 fue Kierkegaard ni Nietzsche, por mas que as! 10
dicen la mayorfa de los manuales. Ni siquiera fue Pascal aunque se haya
anticipado en mas de la mitad de Kierkegaard y fuera el primero en
escribir sobre esa experiencia existencial fundamental de angustia cos-
mica y sin-razon. Ni siquiera San Agustin, cuyo libro Confesiones se
destaca como el mas notable ejemplo de psicologfa profunda y consti-
ruye la rnejor autobiografta existencialista jarnas escrita. Ni slqUlera
Socrates, el iinico entre los fi16sofos que la vivi6 enteramente.

Antes bien, el primer existencialista fue el rey Salom6n, 0 quien-


quiera haya sido el autor del Eclesiastes. Aqui, unos dos mil quinien-
tos alios antes de La Nausea de Sartre, El Extranjero de Camus, el
Waiting for Godot de Beckett 0 E! Castillo de Kafka, nos encontramos
can la experiencia e intuici6n fundante de cad a uno de estos clasicos
modernos, expresada de manera mas candida, directa, y can mayor
ingenuidad que cualquiera, antes 0 despues de el.

Si el lector esra familiarizado can los escritos existencialistas tales


como los cuarro que acabo de mencionar, vera la verdad de mi aserto ni
bien levante la cortina del Eclesiastes. No hay nioguna necesidad de
estirar el Eclesiastes para que le quepa el sayo existencialista.
26 TRES FILOSOFiAS DE VlDA

La actualidad del Eclesiastes

Hay un libra llamado A Time to Live and a Time to Die de Robert


Short, el autor de The Gospel According to Peanuts. Se trata de un libro
de fotograffas, una para cada versiculo del Eclesiastes. Las fotografias
son todas conrernporaneas. Son fotos de casas que vernos rodos los dfas
aunque nos pasen desapercibidas. (La fotografia ayuda para exacta-
mente eso: notar casas, en lugar de verlas solamente). Estas fotografias
resultan sorprendenternente idoneas, Nos muestran la total actuali-
dad, la total modernidad del Eclesiastes, el libro perrnanenternente
actualizado.

Resulta muy apropiado que el Eclesiastes, de entre todos los


libros, sea ilustrado par fotograflas, porque el Eclesiastes constituye
una serie de palabras fotograficas. El vocablo jotogra/fa significa lite-
ralrnenre «escrito can luz», una imagen tornada can la luz «bajo el sol».
Ese es el metoda del Eclesiastes: la simple observacion. A diferencia de
los demas Iibros de la Biblia, no es una camara que dispone de un
«flash» -que es la fe- para revelar las profundidades de la vida a sus sen-
tid os mas arcanos. S610 usa la luz disponible «bajo el sol»: la obser-
vacion de los sentidos y la razrin humana. La superficie de la vida
aparece en este libra can total claridad, honestidad brutal y pobreza
espiritual. El Eclesiastes constiruye la mas verdadera imagen de la
superficie que jamas haya sido escrira,

Quienes quieta que fueran los rabinos que decidieron incluir el


Eclesiastes en el canon de las Sagradas Escrituras fueron igualmente
sabios y valientes -sabios porque se aprecia una cosa s610 par contrasre
y el Eclesiastes es el contraste, la alternativa, al resto de la Biblia, el
interroganre al cual responde el resto de las Escrituras. No hay sin-sen-
tido mayor que una respuesra sin una pregunra. POt eso necesitamos del
Eclesiastes.
EL ECLESIASTES: LA VIDA COMO VANlDAD 27

Pero los rabinos tarnbien tuvieron coraje, porque la pregunta que


formula el Eclesiastes es tan profunda que s6lo una respuesta mas pro-
funda aiin puede satisfacer la mente y el coraz6n de quien se atreve a
formularla, y si la tal respuesta no aparece prontamente, nos veremos
obligados a huir de ella refugiandonos cobardemente can cualquier
arrilugio a de la vida misma en total desesperacion, Estas dos infec-
ciones son la plaga del mundo moderno.

El Eclesiastes es el libro de la Biblia que el moderno mas necesita


leer, pues es la Lecci6n Primera, y el resto de la Biblia es la Lecci6n
Segunda, y la modernidad ni siquiera presta atenci6n a la Lecci6n
Segunda porque no presra atenci6n a la Leccion Primera. Cada vez que
ensefio la Biblia como un todo, empiezo con el Eclesiastes. En otras
epocas podrfamos empezar como Dios, can el Genesis. Pero en esta
epoca, la Edad del Hombre, hemos de empezar donde esci el paciente;
tenemos que comenzar con el Eclesiastes.

Este es un libra moderno, por 10 menos de siete maneras.

Prim era, es un libra existencial, un libra sobre la existencia


humana. Se hace la gran pregunta del hombre moderno: (tiene algun
sentido mi existencia? En epocas anteriores se disputaba sobre cudl era
ese sentido. Caso unico entre los libros pre-rnodernos, el Eclesiastes se
atreve a interrogar con la mas audaz de las pregunras: (.Y si la existen-
cia no tiene sentido ninguno? Su pregunta no va dirigida a las esencias
sino a la exisrencia de quien se pregunta par el sentido de la vida.

Segundo, muestra el miedo mas grande de la modernidad, que no


es tanto el miedo a Ia rnuerte (ese era el mas grande temor del antiguo),
o el temor del pecado 0 de la culpa, 0 del Infierno (ese era el maximo
ternor del medieval), sino el miedo al sin-sentido, a la «vanidad» de
todo, al «vacio exisrencial», el temor a la Nada.
28 TRES FIl_OSOFiAS DE VIDA

Tercero, comparte la rnejor faceta de la mente rnoderna, tanto


como la peor. Aunque es un libro tremendamente desesperante, es tam-
bien un libro terriblemente honesto. La desesperaci6n misma puede
tener alguna esperanza si es honesta (vemos un caso particularmente
notable de esto en Job).

Cuarto, su respuesta a la cuesti6n del summum bonum, el sumo bien,


el sentido ultimo, es la respuesta rnoderna, brevemente dicho, ninguna
respuesta. Segun la estirnacion de Toynbee, de las veintiuna grandes
civilizaciones que han existido en nuestro planeta, la nuestra, el
Occidente Moderno, es la primera que no tiene ni ensefia ninguna
respuesta a la cuesti6n de por que existirnos. Una manera eufemfstica
de decir esto esta en sostener que la nuestra es una sociedad pluralista
y que nos deja en libertad para elegir 0 crear nuestros valores ultimos.
Una manera mas candida de decir 10 rnisrno es que nuestra sociedad no
tiene nada excepto su propia ignorancia para ofrecernos frente a esta, la
mas importante de las cuestiones. A medida que la sociedad crece
extiende mas y mas sus conocimientos sobre cosas cada vez mas insigni-
ficantes. Sabe mas sobre cosas pequefias y menos sobre casas grandes.
Conoce mas sobre cada cosa en particular y menos sabre el Todo.

Quinto, el resultado practice de este vado de valores es el hedo-


nismo. Aun cuando uno no sabe por que hacer una cosa u otra, siempre
puede sacarle el gusto a las cosas, aprovecharse de 10 que hay. Aun cuan-
do desaparecen los fines ultimos, siempre estan los juguetes. EI iinico
consejo posirivo del Eclesiastes consiste en seguir «el principio del
placer» que deda Freud, aunque recomienda tambien set 10 suficiente-
mente honesto para reconocer que «eso tarnbien es vanidad» y que eso
tarnbien termina en la rnuerre, que no nos podremos llevar los juguetes
can nosotros. Hay muchas placenteras recreaciones a bordo del Titanic.

Can todo, detenerse a oler las rosas es mejor consejo que pretender
que nuestras pequefias diversiones puedan tener ulrimamente sentido y
Iii ECLESIASTES: LA VIDA COMO VANlDAD 29

satisfacernos definitivamente. El hedonismo honesto es espiritualrnente


superior al auroengafio deshonesto. Jesus reservaba palabras mas duras
para el hombre que construia graneros mas grandes para acaparar mas
grano para el futuro y que se deda «Alma, reposa, descansa» que para
la prostitura condenada 0 el ladron crucificado. Infinitarnente superior
al capitalista satisfecho, el Eclesiastes tiene el herofsmo de la honesti-
dad. Infinitamente superior a la psicologfa pop, se eleva a la dignidad
de la desesperacion.

Sexro, su contexte, el mundo en el que lleva a cabo su investi-


gacion, es un mundo secularizado. En ese mundo, Ia religion es reduci-
da a uno de los pequefios compartimentos de la vida, entre «Prensa- y
«Ciencia» en el Indice de Ia revista TIMB. Luego es reducida todavia
mas a la parte que se presta a una observaci6n empfrica.

En el mundo secular, la religion esta en alguna parte de la vida, no


al reyes. Dios es un ingrediente en rni vida antes que yo un ingrediente
en la de El. El secularismo es antropocentrico, no reocenrrico. Se le
puede dejar algun lugar a 10 sagrado, pero su ambito se ve definido por
el contorno de 10 secular y no al reves como en el resto de la Biblia y en
el resto de los riernpos premodernos.

Una septirna manera de modernidad en el Eclesiastes es el rasgo


mas importance de todos. No solo el contexto que observa, sino tam-
bien su rnerodo, su episternologfa, sus respuestas a In cuesrion (como
conoces la verdad? es enteramente secular. El autor es un periodista del
diario universal de la Tierra. No ha tenido acceso a una especial reve-
lacion divina ni ha sido beneficiado con una intervencion sobrenatura1.
Su Dios es simplemente «la naturaleza y el Dios de la naturaleza», el
Dios de nuestra religion moderna y establecida. Es un fenornenologo.
30 TRES FILOSoriAS DE VIDA

El Silencio de Dies en el Eclesiastes

La diferencia entre la filosoffa y la religion es la diferencia entre


hablar y escuchar, entre el hombre hablando sobre Dios y Dios hablan-
do sobre el hombre con el hombre escuchando. Esta es la diferenc.ia
entre la razon y la fe. La filosoffa es la busqueda de Dios que hace el
hombre; la Biblia es la historia de la busqueda del hombre que hace
Dios. La filosofia son palabras que vueIan al cielo; la Biblia es la Palabra
enviada desde 10 Alto. El Eclesiastes es el iinico libra en la Biblia en
el que Dios permanece absolutamente callado. El autor no apela a
ninguna revelacion divina, solo a la razon natural del hombre y a su
observaci6n de los sentidos. Dios es solo el objero de su biisqueda, no
su sujeto; el que es buscado no el que busca, el lebrel del Cielo. 4

En ellibro de Job, Dios tarnbien perrnanece en silencio, excepto


al comienzo y al final. Pew estos dos pasajes hacen toda la diferencia
entre Job yel Eclesiastes. Porque Dios habla, Job tiene todo aun cuan-
do no tenga nada. Porque Dios permanece callado, el Bclesiasres no
tiene nada aun cuando 10 tenga todo.

Por dos veces habla Dios en el libra de Job. En sus primeros dos
capftulos 10 vemos interrogando a Job, poniendolo a prueba. A la luz
de este comienzo nosotros los lectores entendemos la larga secci6n del
rnedio. Lo que parece la busqueda de Dios por parte de Job es en reali-
dad la busqueda de Job pot parte de Dios. Pero Job no disponfa de esos
dos primeros capitulos. Para el, Dios permanece en silencio, de igual
modo que en el Eclesiastes.

" Alusion a la poesfa «Ellebrel de Dies» de Francis Thompson, traducida por Carlos A.
Saenz y rcproducida en El Evangelic de jesucrisro de Leonardo Castellani (Buenos
Aires, Vorrice, 1997, pp. 208/209). (N. del TJ.
~--- ..

EL ECLESIASTES: LA VrDA COMO VANIDAD 31

En los ultirnos cinco capftulos del libro de Job, Dios habla desde
una tormenta. No hay nada en la literatura del mundo entero compa-
rable a la profundidad de este discurso. Alcanza a satisfacerlo a Job, el
hombre mas difieil del mundo para satisfaeer. Porque Job no es
paeiente. Job es un impaciente. Job es de Missouri: «Mostrarne». Sea 10
gue fuere 10 que se encuentra escondido en estos capfrulos, es alga 10
bastante grande como para satisfacer al mas dificil de satisfacer de los
hombres respecto de la euesti6n mas diffeil del mundo, el misterio del
mal. Habria aleanzado tambien pam satisfacer al Eclesiastes si Dios le
hubiese hablado, pero no 10 hizo.

A 10 mejor el Eclesiastes no estaba eseuchando. En Job Dios


apareee recien cuando Job se calla. Las mejores palabras de Job son «Las
palabras de Job han finalizado». Como le dice Eliu: «Dios habla todo
el tiempo, primero de una manera, Iuego de otra, pero nosotros no 10
Olmos».0 quiza job obtuvo su respuesta y el Eclesiastes no, porgue Job
era un sirviente doliente mientras que el Eclesiasres no era mas que un
filosofo. El Eclesiastes era como Socrates; Job como Cristo.

La Biblia entera es revelacion divina, discurso divino. Pero Dios


nunca habla directarnente en el Eclesiastes. El Eclesiastes es pura
rnonologo, no dialogo. (Como es entonces divina revelacion?

Es un monologo inspirado. En su providencia Dios se las ha


arreglado para que este libra de pura filosofia racional fuera incluido en
el canon de las Escrituras porque forma parte de su revelacion divina.
Constituye divina revelaci6n precisamente por set la ausencia de divina
revelaci6n. Es como la silueta del resto de la Biblia. Es 10 que Fulton
Sheen llama «gracia negra» por oposicion a «gracia blanca», revelaci6n
POt medio de la oscuridad antes que por la luz. En este libra Dios nos
revela que cosa es exactarnente la vida cuando Dios no nos revela que
cosa es la vida. E1Eclesiastes es el marco de LaBiblia asf como la muerte
es el marco de la vida.
32 TRES FILOSOFfAS DE VIDA

Sumeria del Eclesiastes

La estructura del Eclesiastes resulta mucho mas aprerada, logica,


de 10 que aparece a primera vista. El libro parece divagar, it hacia
ninguna parte, carecer de deducciones y consistentes argumenros 16gi-
cos, s610 pedazos de sabiduria rociados sobre un paisaje desertico como
unas pocas goras de lluvia rapidamente absorbidas par la tierra reseca,
o como un «collage» de fotograflas tomadas desde un ojo de buey de
un barco que se hunde.

Y sin embargo las divagaciones son deliberadas, pues esta forma


sirve para expresar perfectamente su contenido, su mensaje: que la vida
vagabundea hacia ninguna parte. El Eclesiastes practice 10 gue predica.
Su forma es una con su contenido: el santo y sefia de la poesia ver-
daderamente grande. (Acaso la vida anda a la caza de su propia cola?
Muy bien, este libro hace 10 mismo. Su principia y su final son identi-
cos: «Todo es vanidad»,

El Eclesiasres es, can todo, un argumento 16gico, no solamente


observaciones dispersas. Y su argumento es deductive y demostrativo,
no s610 inductivo y fenomenologico. Aungue el auror nunca ha lefdo a
Aristoreles ni ninguno de los textos logicos y nunca intento conciente-
mente que su libra tamara la forma de un silogismo, de todos modos
es un silogismo, simpiemente porque esa es la forma en que la mente
humana natural e instintivarnente razona. Mi sumario del Eclesiastes
en un silogisrno (vease la pagina 47) no es un palirnpsesro sino mas bien
una radiograffa; no impone una exrrafia y nueva pintura sino gue revel a
1a estrucrura gue esta ahi, los huesos debajo de la piel.

El argumento del Eclesiastes puede sintetizarse en sus primeros


tres versfculos, amplificado a 10 largo de doce capitulos y luego resu-
mido a1 final. Los tres primeros versiculos son el libro tad a en miniatura.
El primer versfculo suministra el tftulo y el autor; el segundo versicu-
EL EClESIASTES: LA VIDA COMO VANIDAD 33

10 nos habla del punto que quiere hacer, de la conclusion; y el tercer


versiculo formula el argumento esencial.

1.- Palabras del Predicador, hijo de David, rey de Jerusalen.

2.- Vanidad de vanidades, deda el Predicador; vanidad de vanidades;


todo es vanidad.

3.- (Que provecho saca el hombre de todo el trabajo can que se afana
debajo del sol? s

EI Ailtor del Eclesiastes

E1tftulo original del Eclesiastes son sus prirneras palabras. (As! los
autores antiguos Ie ganan de mana a los editores que obsesivarnenre
modifican los tftulos de las obras que publican). El titulo no es
Eclesiastes, ni «El Predicador», sino «Las Palabras del Predicador». No
es una autobiograffa sino mas bien un serm6n. No importa quien fue
en realidad «el Predicador». La que importa es la cand6n no quien la
canta. Como Buda, el Predicador dice «No me contemplen a rni, con-
ternplad mi dharma [rni doctrina]».

De modo que no hace falta que romernos partido en la controver-


sia academics en torno a la aurorfa dellibro. Una rninorfa de acaderni-
cos conservadores sostienen que el autor fue, lireralrnente, el rey
Salomon el «hijo de David, rey en JerusaIen». La mayoria sostiene que
el estilo y el vocabulario dellibro inclinan notablemente a pensar que

, Para las citas del Eclesiasres y del Cantar de los Cantares el autor utiliza la Revised
Standard Versi011of tb« Bible en tanto que para eI libra de Job recurre a la Biblia de
Jerllsalel1. Salvo donde se indique OWl cosa, ucilizamos la version castellana de Mons.
Juan Straubingcr. (N. del T),
34 TRES FILOSOFiAS DE VIDA

el autor tuvo que ser otro. (<<Inclinan notablemente», no «prueba»;


jerga textual acadernica, como en medicina, S1 no una ciencia exacta,
muchos de los que la practican acnian como si 10 fuera). EI parecer de
la mayoria es que el libro fue escrito varios siglos despues del rey
Salomon, durante 0 despues del exilio de Babilonia.

Aun cuando esta ultima opinion fuera verdadera, no hay, desde


luego, ningun plagio 0 intenci6n de engafio. Era un artificio de los
antiguos autores judfos llamarse «Salomon», de modo que, 1) se man-
tenian en un humilde anonimato y 2) reconodan asf su deuda con el
maestro y modelo, el hombre sabio arquetipico. Alii donde los
escritores modernos se exhiben impiidicamente como autores noveles
aunque son pequefios y sus libros un rejunte recalentado de viejas ideas
nada originales, los autores antiguos en cambia adoptaban la mod a
opuesta: tratar de achicarse aun cuando fueran grandes y declarar que
sus libros eran tradicionales aun cuando fueran nuevas. Las modas cam-
bian; 10 que queda es que hay que andar con cautela cuando de modas
se trata,

Pero como necesitamos Hamada de algun modo, llamemos al


autor del Eclesiastes «Salomon» -un nombre apropiado, sea literal 0
simb61ico.

El argumento central del rey Salomon es tan patente que s610 un


dormido puede dejar de verlo. Por 10 pronto se afirma cinco veces en el
primer versiculo, se ejemplifica a 10 largo de doce capitulos y luego se
repite tres veces mas en el ultimo versiculo, como la tecnica hornileri-
ca de los tres puntas que apela al predicador simplista: «Prirnero, diles
10 que les vas a decir. Luego, dilo. Luego diles 10 que les di jiste». Si uno
se pierde estos tres fatales trornpetazos quiere decir que uno esta peor
que dormido, quiere decir que uno esra muerto.
TIL ECLESIASTES: LA VIDA COMO VANlDAD 35

Se trata de «la vanidad». (Que quiere decir «vanidad»? No, desde


luego, la «vanidad» de un «espejo de vanidad», que es narcisismo, sino
en el orro sentido, «de balde», «imitil», «fUtil». 6 La palabra hebrea
significa «cazar al viento», un intento de atrapar sambras, un correr
derras de un espejisrno. Y no hay nada. No hay finalidad (telos, prop6si-
to), s610un final (finis, final), que es, claro, la muerre. Aquello que mas
r'lecesitamosen el mundo, una razon para vivir y una razon para morir,
pues... simplemente no hay tal.

Archibald MacLeish dramatiza este inquietante horror en su


poesia «El Fin del Mundo». La imagen de la vida como un circa esnipi-
do Ie hace las veces de marco:

Tan inesperadamente como Vasserot


El ambidiestro sin brazos iluminaba
Un torneo entre los dedos de su pie
Y Ralph el Leon se ocupaba de morder
El cuello de Madame Sossman al son de un tambor
Mientras Teeny estaba a punto de toser
Al ritrno de un vals, balanceando a Jocko con el pulgar ...
Cuando de repente el techo se volo.

Y allf, alli arriba, allf sobre todos colgaba


Sobre esos millares de rostros blancos, esos ojos atontados,
... ::":. ,
Allf en la noche sin estrellas, el contrapeso, en suspenso,
Alli con vastas alas a traves de los cielos cancelados,
AUf en la repenrina oscuridad, el manto oscuro
De la nada, de la nada, de absolutamente nada de nada.

Otro retrato terrorffico de la Nada en Iugar de Dios se encuentra


r:·::···· .
~ii el clasico cuento corto de Ernest Hemingway, «Un Lugar Lirnpio y
~(::-:.~.:.::::.:.. Bien Ilurninado»:
'?r···.·····
G Ver nota (3).
36 TRES FILOSOFIAS DE VIDA

No era rniedo ni espanto. Era una Nada que el conocfa


demasiado bien. Era todo una Nada y un hombre era nada tam-
bien. Era 5610 eso y 5610 se necesitaba luz y un poco de limpieza
y orden. Algunos vivian en eso y nunca 10 sintieron pero el sabfa
que era «nada y pues nada y nada y pues nada». 1 Nuestra nada,
que esta en la nada, que la nada sea tu nornbre, que tu reino sea
nada, pues secasnada en nada como era siempre nada. La nada
de cada dfa danosla hoy y nada nuesrra nada asi como nosotros
nada de nada y lfbranos de la nada; pues nada.

Dios re Salve nada, llena de nada, la nada esta contigo...

Nada, en castellano, es la palabra que usa Sanjuan de la Cruz, uno


de los mfsticos mas grandes, para describir a Dios, el abisrno del Ser
Absoluto, mas alla de rodas las cosas creadas. llamaba a Dios todo y
nada. Para los grandes mfsticos Dios esta tan lleno de Ser que no es
ninguna cosa; para el moderno nihilista, las cosas estrin tan vacfas de
Dios que no hay Nada; para el nihilista, el ser es s610un nombre que
designa la Nada.

El asunto es sencillamente el siguiente: sin Dios -bueno, no, no


solamente sin Dios, pues el autor del Eclesiastes frecuentemente habla
de Dios-; sinft en Dios -no, tampoco, porque el autor tiene fe en Dios,
de hecho una fe ciega: nunca duda de la existencia de Dios-; mas bien,
sin esa fe en Dios que es mas grande que la vida y, par tanto, por la que
vale la pena rnorir y desde luego vivir>sin una fe confiada, amorosa y
esperanzada, sin un real amor, vivido, con Dios, la vida es vanidad de
vanidades, la sombra de una sam bra, un suefio dentro de otro suefio.

Dejenme decirlo de una vez. Es una palabra que, garantizo, los va


a escandalizar y ofender, aunque procede de San Pablo. Pablo usaba esta

7 A partir de aquf In palabra «nada» esta en castellano en el original. (N. del T.).
":/-:;":::'.'

EL ECLESIASTES: LA VIDA COMO VANIDAD 37

palabra para describir su vida sin Cristo, una vida llena de exitos mun-
danos, educacion, dinero, poder, prestigio y privilegio. Pablo era «el
Fariseo de los Fariseos», un ciudadano romano, educado par Gamaliel,
:«la·luz de Israel». Pero antes de que Cristo 10 levantara a una relaci6n
post-Eclesiastes can El, (que era su vida? Mierda. «Bosta» -esa es la
palabra can la que la designo, no es mia. Fijense en Filipenses III:8 en
la franca version de Ia vieja Biblia de King James. S Comparado can el
super-excelente conocirniento de Cristo Jesus, para Pablo, aun las casas
mas grandes de este mundo no son mas que skubala-mierda. Estiercol.
El gran manton de estiercol de Job.

Para un cristiano, ese es el mensaje del Eclesiastes .


..,',:.,..,..... ;:<:.

)i\". """
E1 oro mas puro del mundo es solo estiercol sin Cristo. Pero con
j \ ."Cristo, el mas bajo de los metales se transforma en el mas puro de los
r-" .: oros. Las esperanzas de la aIquimia pueden convertirse en realidad,
fi, :i·{ $I~mpre que se 10 entienda en un plano espiritual, no en el plano
, ::~::Minico.He allf la «piedra filosofal» que todo 10 transrnuta en oro. Su
"nombre es Cristo. Can El, la pobreza es riqueza, la debilidad poder, el
sUfrimiento es gozo, ser despreciado una gloria. Sin El, las riquezas son
pobreza, el poder impotencia, la felicidad una rniseria, la gloria des-
preciable.
":.:': .

':::'<': Esta es la paradoja mas grande de la vida. El rey Salomon no


26noce la mitad positiva, pero se sabe la mitad negativa mejor que
ninguno.

Sorprendentemente, este es rarnbien el mensaje del mas famoso y


vehemente ateo de la Iiteratura del siglo veinre, especialmente en su

"~"En Filipenses III:8 la version de la Biblia conocida como «King James» recurre a la pa~
""labra «dung» cuya rraducci6n literal es «estierco!», (N. del 7:).
38 TRES FrLOSOFiAS DE VIDA

primera y mas grande obra. El escritor es Sartre, y el1ibro es La Nausea


(La Nausee) y el tftulo 10 dice todo. Nunea seremos 10 bastante agrade-
cidos con los grandes areas; nos muesrran la forma de Dios por su
ausencia, mas clara y patentemente que 10 que los creyentes 10 haeen
con su Presencia -corno una siluera. Nos muestran como cambia todo sin
Dios, as! como la muerte nos haee apreciar que cosaes la vida. Uno nunca
llega a apreciar plenamente una cosa hasta que nos es quitada.

En El Existencialismo es un Humanismo Sartre dice 10 siguienre:

Dios no existe y [...] debemos enfrentar todas las conse-


cuencias que se siguen de esto. El existencialista se opone seria-
mente a una suerte de ecicasecular que querrfa abolir a Dios can
el menor gasto posible

(...] El existencialisra, al contrario, piensa que es muy pre-


ocupante que Dios no exista porque con su desaparicion desa-
parece toda posibilidad de encontrar valores en el Cielo; no
puede haber ningun Bien a priori desde que no hay ninguna (00-
ciencia perfecta e infinita que 10 pudiera concebir. En ningun
lado esta escrito que el Bien existe, que debemos sec honestos,
que no debemos mentir; porque de hecho estamos en un avion
en el que solo hay hombres. Dostoievski dijo que «si Dios no
existe todo esta perrnitido». Ese es el punta de partida del exis-
tencialismo (...] y como resultado de esta noricia el hombre
queda desolado ya que no encuentra dentro ni fuera suyo nada de
que agarrarse r...] si Dios no existe, no encontrarnos valores ni
mandamiento que pudieran legirirnizar nuestra conducta.

Los Fines de Corto Alcance... cAlcanzan?

Desde luego, no todo en la vida es en vano en el corto plazo. No


es imitil comer: te mantiene vivo. No es en vano copular: mantiene viva
EL ECLESIASTES: LA VIDA COMO VANIOAD 39

aIa raza humana y da placer. Tiene sentido rascarse una picadura de


.• mosquito: por un rato nos alivia, Pero s610por un rato. Sf, hay un pla-
momenraneo. Pero los prop6sitos inmediatos no compensan la
. ~arencia de un senti do ultimo de la vida.

Muchos creen 10 contrario. «Vive para el mornenro». cQuien


un summum bonum excepto los fil6sofos?

El problema es que somas todos fil6sofos, a menos que seamos ani-


Los hombres no viven s610en el presente, tam bien viven en el
Vivirnos de la esperanza. Los latidos de nuestros corazones se
a nuestros pies. La mitad de nuestro ser ya esta en el futuro;
reencontramos con nosotros mismos viniendo desde adelante.
vidas son como un area que se estira para alcanzarnos desde el
hacia el presente. Nuestras esperanzas e ideales mueven nuestra
,..,:.:.' presente. En cambio la vida de los anirnales es como un arco que
desde el pasado hacia el futuro; estan determinados por su
Son empujados; nosotros somos tirades. Estan obligados;
somos libres. Ellos son puro instinto, herencia, medio arnbien-
nosotros somos mas; somos personas.

Los deterrninistas -de Marx y Freud a Skinner- que niegan esro,


insultan mucho mas que cualquier predicador que nos espeta peca-
y condenaci6n. Es un gran cumplido llamar a un hombre pecador.
un hombre libre puede ser un pecador. Los deterministas estan
.......'"'U'AV'"' en robarnos el gran tesoro del pecado. Nos niegan esta Ii-
y pot tanto nuestra esperanza, nuestra real potencia de vivir no
desde nuestro pasado ya dererrninado sino tambien desde
indererminado futuro.

Fines de corto alcance y a la larga un sin-sentido generalizado;


·V'·Vj-.'u..>a\..,..> presentes y un futuro sin prop6sito ninguno; esperanza de
;C!)···.····,··.··\(:osas.
desesperaci6n generalizada de Todas las Cosas -asf pinta nuestras
40 TRES FfLOSOFiAS DE VIDA

vidas el Eclesiastes. Somos como esas pequefias cajas negras que se


adquieren en los negocios de chascos. Su proposito es solo iluminarse,
pestafiear, hacer unos extrafios ruiditos y sacudirse hasta que se acaba la
baterfa (la muerte). Otra version tiene una tapa; cuando uno la prende
o apaga la caja se sacude, gime, guifia, y abre su tapa; de adentro sale
una pequefia mano verde, apaga la caja y cae de nuevo adentro (10
mismo). Cada parte de la caja esra allf con un proposito definido. Pero
Ia cosa entera no tiene sentido alguno. Esa es una imagen exacta de la
vida humana de acuerdo al hombre mas sabio del mundo.

Con razon que no nos animamos a leer este libro con entera hones-
tidad y la mente abierta. Con razon que sacudimos las cabezas, chisra-
mos y nos volvemos a otras cosas. Pero una pequefia preocupacion negra
ha side instalada en nuestro inconsciente, como un microbio. (Sera ver-
dad? [No puede ser! (Pero no sera asi nornas?

Aqui otra imagen para ilustrar el mismo asunto (una imagen vale
mil palabras. Jesus practicamente no hablo sin recurrir a aIguna). Es la
vieja hisroriera cornica de Jeff y Mutt. Jeff esra de pie junto a una pila
de piedras coronada con un farol encendido en medio de una ruta, de
noche. Aparece Mutt y pregunta:

- Jeff, (tll pusiste ese farol ahf?


- Sf, Mutt.
- (Y por que?
- Para avisarle a los autos no sea que choguen contra las piedras.
- jAh! iY ni pusiste las piedras tambien?
- Sl, Mutt.
- (Para que?
- Para sostener el farol, claro.

Sienrense un rato junto a un puente de una ciudad hasra que el


esrrepito del trafico se grabe en vuestras alrnas y parecera que el puente
EL ECLESIASTES: LA VIOA COMO VANIDAD 41

.es inevitable y que siempre estuvo ahi. Luego, de repente interroguese


con la pregunta filosofica: (Par que esta ahi? Respuesta: para que la
gente de los suburbios pueda acceder a la ciudad a la manana y volver
a sus casas a la tarde. Muy bien, (para que van a la ciudad? A trabajar.
>dEn que? Toda suerte de trabajos necesarios. (Par ejemplo? Bueno,
enfermeras, financistas, albafiiles, ingenieros, polfticos, zapa-
,..";:.',.,',
....
,.,: teros, profesores de marernatica ... (_Yque hace toda esa genre? Bueno,
los polidas se ocupan de la seguridad del trafico en los puentes. Las
enrermeras curan a la gente lastimada en el trafico del puente. Los
financian la construccion de los puentes. Los albafiiles tra-
en dicha construcci6n. Los ingenieros disefian puentes. Los
autorizan la construccion de puentes. Los zapateros fabrican
Ul.lL<R~V" para cruzar puentes. Los profesores de matematica ensefian a
ingenieros ... (No ven? Las piedras estan alii para el farol, el
esta alli para las piedras. Se trata de la misma cajita negra, solo que
tiene tantas palancas mas .

. Pero no notamos esta ausencia enorme. Nuestros auriculares estan


llenos de ruido artificial que no ofrnos el tremendo silencio que hay
centro de todo. Si nos anirnararnos a escuchar «los sonidos del
, como los existencialistas, nos aterrorizariamos. Alli donde los
oyeron la rmisica cosrnica, «la rmisica de las esferas», nosotros
con Pascal «el silencio eterno de esos espacios infiniros que me
de terror».

nos es necesario oir ese silencio, Lo necesitamos mas que


otra cosa. Kierkegaard escribi6 que si el «pudiera prescribir
s610 remedio para todos los males del mundo moderno, prescribirfa
silencio. Pues aun cuando la palabra de Dios fuera proclamada en el
v moderno, nadie la oiria; hay dernasiado ruido. Por tanto, cread
,·,.uuu....

crea silencio.
42 TRES FIL050FiAS DE VIDA

El Eclesiasres es el primer e imprescindible paso del mundo rno-


derno hacia su salvacion. El mundo no ira al Gran Medico (salvo por sf
solo, en sus propios presuntuosos terminos) hasta que admita que se
encuenrra desesperadamente enfermo. «No necesitan medico los sanos,
sino los que esran enfermos. No he venido a llarnar a los justos sino a
los pecadores al arrepentirniento».

El Eclesiasres es ellibro que nosotros los modernos mas tememos.


Porque es un espejo que nos muestra, allf donde deberia estar nuestro
corazon, un gran hueco, un agujero negro. El microcosmos de nuestro
ser tiene un Agujero Negro igual que el maeroeosmos del universe.
(Que podria ser mas terrorffico que eso, descubrir que alli donde esta
nuestro corazon, donde deberfa estar la fuente de la vida, no esta mas
que la Fuente de la rnuerte?

Es que la falta de sentido (<<vanidad»)es la fuente de la muerte.


Hay una muerte peor gue la muerte: la rnuerre del alma; y las «almas
muertas» (el tremendo titulo de Gogel) pueden verse en cualquier calle
de la ciudad. «La vanidad» es, en efeeto, la muerte; hecha eternidad, es
el Infierno. Los mfstieos y los que «vuelven» de la muerre y que dieen
haber tenido un vistazo del infierno no relatan que vieron fuegos ffsi-
cos 0 diablos con tridentes sino mas bien almas perdidas vagabundean-
do en las rinieblas, sin direcci6n, ni esperanza, ni prop6sito. Es una
vision mas terrorffica que la del infierno de fuego y azufre. Y 10 mas
horrible de todo es que es verdad. Esta aqui. Podemos oler esos fuegos
aquf y ahora y sentir arcadas sobre sus cenizas que se ven arrastradas
hasta dentro de nuestras vidas.

Walker Pery sugiere que la raiz de la violencia, espeeialmente la


violaei6n y el asesinato, radiea en este sentido de vado interior, la per-
eepci6n de nosotros rnisrnos como fantasmas, especrros, La necesidad
desesperada de afirmar nuestra propia realidad explota de dos rnaneras
EL ECLESIASTES: LA VIDA COMO VANIDAD 43

evidentes: ningun fantasma puede crear a destruir la vida par la fuerza.


fantasma puede violar a asesinar.

nifios dramatizan este vado con conductas destructivas. Y las


,,>1,"'''''''' juveniles violentas se convierten manana en las naciones gue-
(Que pasa cuando uno le suministra armas nucleares a una banda
adolescentes descontrolados?

Los medios de comunieaci6n son los trafieantes de esra droga. Se


de nuestras almas can nuestro consentirnienro. (Los
ll!C;Ul\J~ de cornunicacion son sirvientes nuestros; no podemos respon-

mas que el asesino a su arrna). Hacen dinero con nuestras


a la muerte: violencia, violaci6n, asesinato, promiscuidad,
'lllILl.'Vl.l'-"

drogas y alcohol. Por ejemplo, en una reciente investigaci6n


que solo dos de entre veinte peHculas en cartel tiene una
cririca (y no positiva a humoristica como las dernas) de las
y el alcohol.

y alejandorne del terna, siguiendo una tan-


que sale del Eclesiastes? No, es la presencia del Eclesiastes en
vidas, nuestra propia «vanidad de vanidades», nuestra «Feria
, una feria de brill antes vanidades, un circe de payasos
(<<jRie, payaso, rfe!»), una rnelancolica calesita que da
. .•..••. ..,_ sobre la nada. El Eclesiastes le inspira terror al moderno porque
•• L .. LU

se mira en ese espejo ve la pesadilla ultima: El Hombre Que No

Todos nuesrros trabajos, todo 10 que hacemos, todas las empresas


HU.!UcU"':' aquf «bajo el sol», toda civilizacion, todas las artes y las cien-
44 TRES FrLOSOFiAS DE VWA

cias, al final no vienen a ser, para la mayorla de la gente, mas gue un


tiempo para olvidar, una diversion, una pantalla: una compleja serie de
mascaras para tapar esta unica terrorffica verdad. El Eclesiasres rompe
esta cobertura, esta tapadera, y obliga a nuesrros recalcitrantes ojos a
zambullirse en este abismo enceguecedor. Es una revelacion, en sentido
literal: una re-velacion, un quitar el velo, un descubrimiento. EI
Eclesiastes hace trizas nuestra pantalla.

El mundo hace bien en tapat esta verdad con un millen de diver-


timentos y pretensiones, porgue es la mas terrible de las verdades gue
hay. Esto, porgue una vez que se admite, uno se encuentra en un cruce
de carninos, y desde alli solo dos caminos conducen hacia alguna parte.
Un camino lleva a la clase de religion con la que el rnundo nunca se
siente comedo ni puede acaso enrender; el tipo de religion que es 10
bastante grande como para llenar el agujero infinite del corazon
humano, el tipo de religion mas grande gue la vida rnisrna. El otto
camino lleva a un agujero de bala en la cabeza, imagen refleja del agu-
jero en el corazon.

Cinco Maneras de Escondera un Elefante

Este no es solamente el punto de vista del rey Salomon acerca de


nuestras vidas; rarnbien es el de la modernidad. Porgue 10 cierto es gue
el mundo moderno no tiene respuesta para la mas grande y obvia de las
preguntas: ~para que estan allf todas las cosas? (Que sentido tienen?
(Para que hemos nacido?

La pregunta tiene el tamafio de un elefante. (Y como se puede


esconder un elefante? Pues bien, el mundo moderno ha inventado no
menos de cinco modos de hacerlo.
Er, ECLESIASTES: LA VIDA COMO VANJDAD 45

1.- La Diversion es la prirnera y la mas efectiva de las maneras de


""II)lIUeral elefante. Un elefante puede ser escondido con lauchas si
hay en suficiente cantidad. De modo que nuestro rnundo esta
:::: de miles de pequefias cosas que nos mantienen distraidos de una
..:.ULl1V

. a grande. Se nos mantiene tan ocupados que no tenemos tiernpo

2.- La Propaganda es la siguiente. Desde que el mundo rnoderno


tiene respuestas para la pregunta mas grande de todas, designa la
.on con las palabras mas feas que puede concebir tales como
rracto», «metafisico» y aun «religiose» y, por sobre todo, «una
CUI~~lIlUll de opinion privada» (y por favor no quieran imponerme vues-

parecer. [Eso seria propaganda! No. Eso es propaganda) -corno si la


UUJlH::,:i:l del mundo real y nuestros esfuerzos por encontrar la verdad

la vida que compartimos en este mundo fueran s610un suefio 0


fantasia particular en nuestras mentes.

3.- La Indiferencia es la tercera manera de esconder al elefante.


uien exclama: «[l-Ie allf un elefante!» y nosotros simplemente
oostezamos. Hay Dios 0 no hay Nada; en cualquier caso hay Muerte.
: ...~N"N son tres flor de elefantes, pero a nosotros nos importan mas las
. ... . Nos apasionamos con el dinero y el sexo y la ambicion y nos
manrenernos perfectamente indiferentes a su senti do y significado.
especialisras -prestarnos minuciosa atenci6n al bot6n 0 a la
lJo.lo.11Lo. de nuestra pequefia caja negra y nos mantenemos indiferenres

y al porque.

de la felicidad -que nuestra Declaraci6n


de Independencia llama uno de nuestros grandes e inalie-
derechos y que Malcom Muggeridge llama una de las ideas mas
jarnas divulgadas- escondemos al elefante porque da la impresi6n
. que el elefante no nos hara felices. El elefante es «negative», y
UCIUCJLlo.JlllLJ~practicer «el poder del pensamiento positive», «yo estoy
46 Tlus FILOSOfiAS DE VIDA

bien, ni estas bien», y «Ia aceptaci6n de sf rnisrno». Deberfamos gritar


«jPaz, paz!» cuando no hay paz, porque nos hace felices. «Sf, Virginia,
Santa Claus existe» y no, Virginia, todos los educadores religiosos coin-
ciden en que la gente no se muere sino que «se van», y, no Virginia,
todos los educadores religiosos estrin de acuerdo en que el bfblico
«ternor de Dios» no es el comienzo de la sabidurfa, peligrosa supersti-
ci6n que debe ser erradicada de la mente de nuestros j6venes no sea que
se conviertan en algo dist into de 10 que queremos: ciudadanos bien
ajustados al Reino de Este Mundo.

5.- Finalmenre, la reinante filosoffa ortodoxa del Jubjetivismo rnella


la punta de la aguja que podrfapinchar el globo de la felicidad volvien-
dola sobre S1:la verdad es 10 que crees «verdad para ti» pero no para mi.
La mejor manera de todas de esconder un elefante es esconder tus pro-
pios ojos, jugar a la escondidas y no mirar, dejarnos crecer globules ocu-
lares invertidos que miran para adentro. AS1converrirnos a la pregunta
de «(cual es el verdadero summum bonum; cual Ia verdad sobre el bien?»
en otra pregunta: «(Cual es mi tabla de valores, el orden de prioridades
en mi vida?» Hemos reducido al «Bien» en «valor», «valor» en «valo-
res» y «valores» en «rnis valores». As! la etica se reduce a una «clarifi-
caci6n de valores». Y asf nos atrevemos a decide a un honesto cientffico
de la vida como el rey Salom6n (0 Moises 0 San Pablo) «(Can que dere-
cho vienes a imponerme tus valores?».

(POt que decimos semejantes disparates? (Par que convertimos a


los elefantes en lauchas, verdades cosrnicas en preferencias personales?
Tal vez porque no los podemos rnonrar; a 10 mejor .nos pisotearian. De
modo que los achicamos. Hacernos 10 misrno can el sexo, can la
religion, con la filosofia. (Hay much os elefanres en nuestra selva; no
hemos podido enjaularlos a todos aun, todavia no hemos iogrado
«desmitificar. al mundo entero. El Mundo Feliz esta a una ados gene-
raciones par delante).
EL ECLESIASTES: LA VIDA COMO VANIDAD 47

Silogismo Obsceno

Lo que pre tendo hacer ahora es casi obscene. Trans form are este
-esta cosa que es tan espantosa que tenemos que taparla- en un
lirnpio y prolijo silogisrno.

Aquf esta:

Todo «trabajo. esta «bajo del sob>.


Y todo 10 que esta «debajo del sol» es «vanidad».
Por tanto, todo «trabajo» es «vanidad».

Como todo silogisrno, este tarnbien riene tres terminos: (1) «tra-
bajo», (2) «bajo el sol», y (3) «vanidad».

Ya hemos visto 10 que es «vanidad»; el Gran Vacio, el sin-senti do

«Trabajo» no solo significa «labor dura» sino que designa tam-


bien cualquier trabajo, todo 10 que hacemos, todas las empresas
humanas «debajo del sol», todos los esfuerzos de la vida par compren-
.der, todos los esrilos de vida, todos los valores, todos los candidates a
sec el summum bonum. El fey Salomon experirnentara con cinco can-
didatos, cinco esfuerzos, cinco «trabajos», los cinco estilos de vida mas
populates y universales -sabidurfa, placer, poder y riquezas, altruisrno
y una religion convencional y naturalista- y rnostrara que cada uno de
ellos es igualmente «vano».

Finalrnente, «bajo el sol». (jCon que frecuencia las modernas tra-


ducciones de la Biblia nos privan de las grandes y memorables ima-
genes, de su grandeza poetical Espero que vuestra edicion haya
preservado esta gran frase). Significa sencillamente como se ve la natu-
raleza, como son las cosas, la nuda realidad de 10 que es. La camara men-
48 TRES FILOSOFiAS DE VIDA

tal del rey Salomon saca muchas fotos que lleva a su mesa verbal de
revelacion y siempre aparecen cinco recurrentes notas en cada una de
ellas: mismidad, muerte, tiempo, mal y misterio. Cada una de estas
notas contribuye a la vanidad total. Cada una es otra razon mas de la
«vanidad» de todo «trabajo». Trabajar bajo el sol es como querer
encontrar un camino recto en un mundo redondo, trarando de errcori-
trar algo absoluto en un mundo relative, intentar hallar un fin en «un
mundo sin finalidad». Toda vez que (1) todo «trabajo» sucede «bajo el
sol» (esto es, que la vida esta rodeada del contexto de este mundo real),
y coda vez que (2) todo 10 que hay en el mundo «bajo el sol» es en vano,
se sigue que (3) todo trabajo es en vano; la vida entera carece de sentido.

Cinco «Trabajos»

Todos nuestros esfuerzos 'en encontrar 0 darle senti do a las casas de


esta vida se ven significadas aquf con el vocablo «trabajo» . Con «tra-
bajo» se significan todos los pateticos gestos que hacemos, como peces
fuera del agua, por encantrarle alguna razon al «vacfo existencial»;
todas las piedras que arrojamos al Gran Abismo en una disparatada
pero necesaria intentona de llenarlo hasta el tope; aquf todos los can-
didatos que auspiciarnos para la presidencia del summum bonum, el sumo
bien. Pero ninguno de ell as es 10 suficientemente bueno para el cargo.
Son todos fracasos. Es que no obtenemos la «ganancia» que pensabamos
por cada «trabajo» que emprendemos -no me refiero a un beneficio
econornico, sino a la de «ganar» un sentido para la vida.

EI rey Salomon rnencrona a cinco de estos grandes candidatos.


Como en cualquier eleccion tam bien se postulan otros candidates
menores para el cargo, pero el rey Salomon no los menciona. Son bri-
llantes, pueden hacer bastante ruido 0 hacerse notar par 10 exoticos,
pero s610 Ie Haman la arencion a algunos sectores rninoritarios, a unas
pequefias «franjas lunaticas» del electorado. Algunos tratan de encon-
EL ECLESIASTES: L1\ VIDA COMO VA NII)"O 49

rrarle el sentido Ultimo a la vida en cosas como atar enormes y lumi-


cintas de plastico de brillantes colores alrededor de grandes
puentes 0 pequefias islas, a tratan de conseguir que se los incluya en el
4ibro Gttirmess de los Records lvIundiales bailando sabre una sola para
mas tiempo que ningun otro. Pero para la gran rnayorfa, siern-
esran y siempre estuvieron cinco candidatos clasicos, en todo tiern-
Iugar y culrura, Los cinco que menciona el rey Salom6n han sido
par ejemplo, en el tradicional Cuatro Deseosdel Hombre del
LUI.IU'_"'-'V"',

en los Didlogos de Plat6n, en la Etiea de Arist6teles, en las


de Agustin, en La Consolacion de fa Filosofia de Boecio, en el
de la Beatitud de Tomas de Aquino incluido en la Suma, en la
en los Caminos de fa Vida de Kierkegaard y en Esto 0 Aquello, en La
y sus Deseontentosde Freud, en La Nausea de Sartre, y en las
de escritores como Dostoievsky, Hermann Hesse, Tomas Mann
y Albert Camus. Pero mas irnportante que eso, pareee que nosotros y
vecinos -en Ia vida «real»- estarnos corriendo detras de estos
cinco candidates la mayor parte del riempo. Aquf estan:

l.- sabidurfa
2.- placer
3.- dinero y poder
4.- deber, altruisrno, filantropfa u honor
5.- piedad, religion

1.- filosofla para llenar la mente


2.- hedonismo para llenar el euerpo
3.- rnarerialismo para llenar el bolsillo
4.- etica para llenar Ia conciencia
5.- religion para llenar el espiritu
50 TRES FILOSOFiAS DE VlDA

Los tres primeros constiruyen 10 que Kierkegaard llama «el esta-


dio estetico» de la vida: la busqueda de la auro-satisfaccion, (Incluye
au n a la filosofla especulativa como «estetica», la satisfaccion de la
curiosidad). El cuarto candidato pertenece al «estadio etico» y al quin-
to 10 llama «Religiosidad "AII».

El rey Salomon ha probado cada uno de estos cinco y los ha halla-


do carentes de senti do, que no proporcionan la felicidad, ni siquiera en
el plano subjetivo. Y nos dice par que. No es que argumente nomas;
tam bien experirnenta. Vive cinco vidas diferentes y comparte con
nosotros los frutos de su experiencia. Alguien podrfa objetar que no se
puede atacar a alguno de estos si no se 10 ha probado, pero el fey
Salomon los ha probado rodos. «Lo he visto todo», dice. Tiene derecho
a pegade a todos estos candidatos potque 10 ha visto todo.

Y hasra la religion le falla, como veremos, porque s610 se trata de


la «Religiosidad "A"», solo la religion naturalista y puramente conven-
cional del hombre, no una Revelation sobrenaturaI. 9

1.- Sabidttrfa

La pregunta del rey Salomon, no se si se acuerdan, plantea la mas


grande de las cuestiones: (Que es 10 mas grande? (Cual es el summum
bonum, el fin ultimo, el sentido, el valor, el proposito de la vida humana

9 Sobre eI particular sc consulraran con provecho las explicaciones de leonardo Castellani


sobre los «estadios» de la vida segun el filosofo danes que se encuentran en los Capitulos
X de San Agustin y Nosotros (Mendoza, Janja, 2000, pp. 188-209) Y en De
Kirkegord a Tomas de Aquino (Buenos Aires, Guadalupe, 1973, pp. 104-112), En
cuanto a la disrinci6n kicrkegaarJiana entre la Religi6n "A" y la Religi6n "B» se con-
sultan). con provecho su homilia publicada en Domingueras Predicas II (Mendoza,
Jauja, 1998, pp. 195-201), (N. del T.J,
EL ECLESIASTES: LA VIDA COMO VANJn,\() 51

la tierra? ~Quees tenet exito de veras, cual es la realizacion plena,


la verdadera felicidad? (Como pucdo evitar sacarrne «10» en todas las
materias y resultar «bochado» en la vida?

Como fil6sofo, el rey Salomon abriga naturalmente grandes expec-


. tativas de que la sabidurla le dara Ia respuesta, puesto que la filosofla es
amor a la sabiduria. Nos refiere esa intentona y el consiguiente fra-
en Eclesiastes 1:12-22:

Yo el Predicador que he sido rey de Israel y de jerusalen,


aplique rni mente a buscar y encontrar par la sabidurfa tada 10
que se hace bajo el sol; es un triste negocio que Dios les ha dado
a los hijos de los hombres para que esten ocupados; y he aquf
que todo es vanidad y correr tras el viento ...

r...J Dije para mf: "He adquirido gran sabidurfa y he


superado a todos los que ensefiaron en Jerusalen antes que yo; y
rni alma riene gran experiencia de conocirnientos y sabidurfa»,
Y me aplique a conocer la sabidurfa y a reeonoeer la locum y la
insensatez. Y percibf que esto tambien no es otra cosaque correr
tras el viento «Porque en el mucho saber hay mucha tribulaci6n
y quien aumenta su saber aumenra su dolor». 111

Vemos apateeet la primera nube oscura cuando el rey Salomon


designa como «triste negocio» la busqueda de la sabiduria. «Mas triste,
pero mas sabio» es una dupla frecuente. Hasta Socrates 10 sabfa, como
se ve cuando se preguntaba «c"Acaso la busqueda de la sabidurfa no es
aprender a morir?» «Filosofar es ensayar [metete} la muerte».

'" Kreeft transcribe partes de la King James (ver nota 9) que hemos traducido librcmenre
pues las versiones al castellano de la Biblia que hernos consulrado difieren de tal modo
que se confundc la exegesis subsiguiente. (N. del T).
52 TRES FILOSOFIAS DE VIDA

Una segunda nube oscura esta constituida par las palabras «He
visto todo 10 que se ha hecho bajo el sol». S610Dios puede soportar
semejante visi6n; s610 la eternidad puede ver todas las casas sin abu-
rrirse. Pear todavfa que la tristeza es el aburrimiento, La tristeza no es
necesariamente «vana»; el aburrimiento sf 10 es.

La gran persecuci6n y busqueda de sabidurfa llevada a cabo par el


rey Salomon no exhibe fanatismo a cortedad de miras, puesto que tam-
bien estudio «Ia locura y la insensatez». La terrible es que parece que
el resultado final de sus experirnentos con la sabidurfa yean la locura
arrojan el mismo resultado; los dos parecen no haber sido otra cosa que
un «correr tras el viento». La filosoffa parecio igual de necia que la
locura.

La unica perla de sabidurfa que el rey Salom6n encontr6 en su


experimento es que «en el mucho saber hay mucha tribulaci6n, y quien
aumenta el saber aumenta el dolor». No es el prirnero en encontrar
estas amargas aguas en el fonda del pozo de la sabiduria, ni el ultimo.
Pensemos en todos los que conocemos. (No es verdad que aquellos que
rfen mas fuerte y mas frecuentemente son generalmente los mas super-
ficiales y estupidos? (Y que los mas sabios son generalmente los mas
serios? Quiza los sabios permanecen can el rostro rfgido porque recuer-
dan la rigidez de la muerte. 11

2.- Placer

Bueno, si el intelectual no posee el secreta de la vida, tal vez 10


posea el hombre de la calle. Si la mente no me proporciona la felicidad,

II Aquf hay un jucgo de palabras: «Perhaps the wise are grave because they remember the grave».
(N. de! TJ.
EL ECLES!ASTES: LA VIDA COMO VANIDAD 53

. , a 10 mejor el euerpo S1. Si un esrilo de vida fracasa probe mas otro,

El placer es la respuesta mas sencilla, mas f:ieil, mas evidenre al


de la felieidad. Es que «felicidad» parece casi significar
IJL".LL'.U'Y los plaeeres estan a mana, son f:kiles de disfrutar, a dife-
de la sabiduria que es un objetivo lejano y huidizo, can un
,-.:u""u~ arduo de reeorrer. La sabidurfa es la cumbre de una montana; el

es una llanura. La sabidurfa es misteriosa; el placer es patenre. La


es un baston de peregrino; el placer es un avion de rurista.

Pero una cosa esta clara can este asunto del placer: no tiene, ni para
rey Salomon, ni siquiera para el hombre que 10 tuvo todo -especial-
,'··:.'r...."'.,.-P para el hombre que 10 tuvo todo- sentido.

Para los que no 10 tenernos todo, el placer nos atrae can toda clase
de promesas. «EI pasta del campo de enfrente siempre esra mas verde» .
.':..Esta es una de las peores casas de la pobreza; nos defrauda. Cuando uno
. tiene poco todavia puede abrigar la esperanza de que con un poco mas
..•.seremos felices. Pero, «pobre pequefio hombre rico», el rey Salomon 10
.tenia todo, y revento la burbuja; la ilusion se hizo rrizas. Los ricos saben
. par experiencia que las riquezas no los hacen felices; los pobres pueden
. rodavia creer en semejante rnentira, Esta es la principal ventaja de las
.... riquezas: no que 10 hagan a uno feliz sino que 10 hacen irlfeliz -pero sabio,

Al experirnenro del rey Salomon con el placer no le falro nada .


.,:... a vino, mujeres y canciones; jardines, piscinas, esclavos, ganado
.'. "una verdadera Disneylandia de diversiones. Y como pas a can cualquier
parque de diversiones, la fascinacion se gasta pronto.

Dije para mi, «Veri ahora, hare la prueba del placer; a


diverrirrne». Pero he aquf que eso tambien era vanidad. Dije de
la risa «Es una locura», y del placer, «~De que me sirve?».
54 TRES FILOSOFfAS DE VIDA

Busque en mi alma como podia alegrar mi cuerpo con el vino


-mi alma que aun me guiaba can la sabiduria- y como sornerer
ala locura, hasta que pudiera ver que era buena bajo el sol para
los hijos de los hombres durante los pocos dfas de su vida.
Emprendi grandes obras; construi casa y plante vifias para rni;
me hice jardines y parques y plante en ellos toda clase de fm-
tales. Me hice piscinas desde donde podia irrigar los bosques de
arboles recien plantados. Compte esclavos y esclavas y logre que
nacieran esclavos en mi casa; tuve tarnbien grandes posesiones
de ganado y caballerfas, mas que 10 que tLlVO ninguno en
jerusalen antes que yo. junre para mf la plata y el oro de los
tesoros de los reyes y las provincias; consegui cantantes, hom-
bres y mujeres y muchas concubinas, la delicia del hombre.

De modo que me converri en alguien grande y supere a


todos los que me habian precedido en jerusalen; y conserve rni
sabiduria. Y no privaba a mis ojos de cualquier cosa que desea-
ran; no prive a rni corazon de ningun placer, pues mi corazon
hallaba placer en todos mis trabajos, y eran su propia recom-
pensa. Luego considere todo 10 que habian hecho rnis manos y
los esfuerzos que habra pasado en hacerlos, y he aquf que todo
era vanidad y correr tras el viento y no habia nada que ganar
bajo el sol. (Eccl. 11:1-11).

Todos los hedonistas en serio conocen el resultado del experirnenro:


inevitablemente el placer se convierte en aburrimiento, tarde 0 tem-
prano. En la filosoffa griega, la persecuci6n del placer se convirti6 rapi-
damente en la busqueda de la apatheia, la apatfa, el evitar toda forma
de dolor 0 pasion. En los tiempos modernos, la busqueda del placer se
convierte en una adiccion: deben hallarse dosis cada vez mas fuertes
para hacer retroceder la rutina y el aburrimiento. A veces, bizarra-
mente, se convierte en su opuesto: la busqueda del dolor, sadomaso-
quismo -cualquier cosa con tal de aliviar el aburrimiento.
----------------1"" .

EL ECLESIASTES: LA VIDA COMO VANIDAD 55

Para los hombres de negocios, los hedonistas son el mercado per-


Estan dispuestos a comprar 10 que sea -cualquier cosa con tal de
del aburrirniento. Esta es la razon por la cuallos hedonistas y
materialistas son compafieros de ruta: para un adicto una buena
de marketing es irresistible.
"-'U"Ht-'~"'-

EI poder es un deseo mas fuerte que el placer, POt mas que la rna-
no se de cuenta. Aquf el progreso de Adler sobre «el principio del
de Freud. Kierkegaard explica par que: «Si tuviera un sirviente
y Ie pidiera un vasa de agua fda y me trajera en cambio el vino mas caro
mundo en un caliz, 10 despedirfa; porque el placer de verdad no
en obtener el vino sino en conseguir que se haga mi voluntad».

Con poder podemos accionar los borones del placer a voluntad, El


poder es mas amplio que el placer porque incluye el poder sobre el placer.

Nos vemos mas amenazados por la perdida de poder y control que


por perder el placer; por un pequefio inconvenience que no podemos
controlar, como un nylon roto 0 un autornovil que no arranca, que por
gran inconvenience pergeiiado voluntariarnente, que este bajo nues-
rt~poder. Un pequefio dolor nos molesta mas que uno grande si no ha
sido elegido voluntariamente. Con gusto, incluso con alegria, correre-
mos bajo la lluvia hasta la cafeterfa antes de que cierre para comprarle
~h cafe a quien amamos. Nuestros cansados rmisculos y cuerpo
sudoroso se ofrecen a rnanera de rnartirio amoroso. Pero que un jefe
irlsensible nos mande hacer exactamente 10 mismo y 10 maldeciremos
durante todo el trayecto.

San Agustin, en sus Conjesiones, va tan lejos como para encontrar


en 10 profundo y OSCUfO de nuestros motivos para pecar esta el
56 TRES FILOSOFiAS DE VrDA

deseo de ser como Dios en su poder, estar par encima de la ley moral
antes que someternos a ella. (Por que robo esas duras y amargas peras
cuando tenia dieciseis afios? (Par que Adan y Eva comieron del fruto
prohibido? Para «ser como Dios». De todos rnodos, nos dice el
Aquinate, si somas como Dios en materia de poder pero no en bondad,
entonces ni siquiera somos como Dios en eso ya que en Dios poder y
bien es uno.

Ningun judie, con la excepcion de Jesus, desplego mas poder que


el rey Salomon. Fue el monarca mas absoluto de Israel. Su reino estaba
en la cumbre de la montana de la his tori a de Israel. Nunca antes ill
despues se habfa visro tanta riqueza y poder rnilitar, econornico y terri-
torial. Y sin embargo rambien eso era vanidad.

El rey Salomon no describe este experimento can el poder como


claramente distinto de su experirnento can el placer, sino como una de
sus partes. La forma que torno su poder fue can riquezas, la forma mas
obvia de poder. La riqueza perrnire comprar todo 10 que puede com-
prarse con dinero. Lamentablemente no puede comprar una sola cosa
que no se adquiere con dinero: sentido, proposito, felicidad, paz 0 amor.

Pero a partir del fracaso del poder podemos eocontrar una clave
profunda del exito. El poder intenta exirosamente controlar las cosas
pero no puede ni comprar ni controlar el sentido de las cosas. De aqui
se concluye que el sentido de las cosas no es algo que podarnos centro-
lar. Es libre por naturaleza. Ha de ser un regalo, un don. Debe ser amor.

Pero esperen. Vamos dernasiado rapido. Esa respuesta no se


incluye en este libro sino en otro. Antes de ver claramente cual es la
salida tenemos que entender claramente cual es el problema. De
modo que, a fin de entender bien que cosa es el amor, no pensemos
en el todavfa.
EL ECLESIASTES: LA VIDA COMO VANlDA!) 57

EI rey Salomon da un gran salto hacia adelante cuando abandona


busqueda de los benefieios mas egofstas, la sarisfaccion de la mente,
alma 0 de la billetera y se embarca en un cuarto experirnento muy
. a.los anteriores: el altruismo, la filantropfa, el servicio social,
trabajar para los dernas, especialmente para la posteridad. Esto expande
enormemente su horizonte, su espfriru y las posibilidades de encon-
rrarle un sentido a las cosas.

Mas valen dos que uno solo; porque asi sacan mas fruto de
su trabajo. Pues si cae, el uno puede levantar a su cornpafiero,
Mas iay del que solo se cae y no bay segundo que le levance! Del
rnisrno modo si duermen dos juntos, se calientan mutuamente;
uno solo (como podra calentarse? Y si alguien ataca a uno, los
dos le resisten; pues una cuerda triplicada diflcilrnenre se
rompe. (Eccl, IV:9-12).

Pero ni siquiera esto alcanza, y esta es quiza la leccion mas escan-


dalosa para el tipico moderno de nuestro tiempo quien presume que
una vida al servicio del projirno es la mas alta sabidurfa, el mas grande
bien, y la definitive y suficiente respuesta al problema de la vanidad de
todas las cosas. La razon por la cual no alcanza es bastanre simple. Todo .
10que hasta ahora ha encontrado son vanos jugueres. (Como puede ser
que el don de 1a vanidad sea mas que vanidad? Si 1a sabidurfa, el pla-
cer, las riquezas y el poder Ie resultaban vanes, 10seran igualmente para
aquellos con quienes los comparte. Multipliquen cero por cualquier
.numero y todavfa el resultado sera solamente cero. Si uno no sabe cual
es el sentido de la vida, (como puede uno encontrarlo guiando a otros?
Ya sabemos 10que pasa cuando un ciego conduce a otros ciegos: los dos
caen al foso. Estara todo 10 bien que se quiera preferir el altruismo al
egofsmo, trabajar para el bien de otros, pero (cudJ es el bien de los
dernas? Una vez que encuentre el sammum bonum, debe ser cornpartido,
',sf, pero no 10puedo hacer hasta que 10 encuentre.
58 TRES FILOSOF[AS DF. VIDA

Y, como 10 formula sabiamente el rey Salom6n ~de que vale traba-.


jar para la posteridad si la posteridad es necia? «Viendo que debia
dejarselos al hombre que venia detras de rni, odie todos los trabajos que
habfa hecho bajo el sol, i.Y quien sabe si sera un hombre sabio a un
necio? Y sin embargo sera el duefio de los fruros de todos rnis trabajos»
(Eccl. II:1S-19).

5. - Religion convencional

La verdadera religi6n deberfa ser 10 bastante grande como para


Ilenar el agujero en el coraz6n del rey Salom6n. Pero la religion del rey
es una religi6n convencional, no la verdadera. El verdadero
conocimiento de Dios es la respuesta, la unica respuesta adecuada a1
problema mas grande del mundo. Pero el Dios de Salomon es 5610el
Dios de la Ilustraci6n, el Dios de la razon, y este Dios resulta excesiva-
mente pequefio.

El rey Salomon es honesto. En cierto sentido esra es su perdici6n.


No 10 en mascara; sabe que el Dios de la naturaleza y de la sola razon
humana, el Dios que solo se conoce por observacion y experiencia bajo
el sol, es poco mas que una «x», un coeficiente desconocido, una vaga
Primera Causa, el que invisiblemente esta parado detras de tad as las
casas. Ay, allf el problema -todas las cosas. Tanto el mal como el bien.
A Dios, como aluniverso todo, parece importarle un camino: «En el
dia de la prosperidad goza de la prosperi dad, y en el dia de la adversi-
dad ten presente que Dios hizo al uno como al otro, a fin de que el
hombre nada sepa de 10 que ha de venir despues de El» (Ecd. VII:15).

Se puede creer en un Dios sernejante, se 10 puede temer, pero mal


se concibe que pueda ser objeto de confianza y amor. Sernejante Dios
no es Abba, Padre, Papa, sino solamente «una Figura paternal», el
EL ECLESIASTES: LA VIDA COMO VANlDAD 59

padre ausente, «el Gran Padre Blanco». Semejante Dios es solo «la
Fuerza» de La Guerra de las Galaxias.

De la observacion de la naturaleza en modo alguno se desprende


una preferencia por los buenos. A los pequefios e inocentes conejitos y
a los bebes humanos no les va mejor frente a los lobos depredadores ya
la leucemia. De la observaci6n de la vida humana tampoco sacamos
U'''VUIC., mas alentadoras: los buenos mueren jovenes, y cuanto mas
buena sea uno, mas posibilidades hay de que rermine martirizado.
Nosotros los hombres tenemos cierta inclinaci6n por asesinar a nuestros
heroes tanto como a nuesrros villanos, tanto a nuestros mejores hom-
bres cuanto a los peores (los hombres -hasta ahara menos frecuente-
mente las mujeres, aunque si las feministas radicales se salen can la
suya las mujeres muy pronto estaran de ambos sangrientos extremos de
la pistola asesina como 10 han estado los hombres). El curso mas segura,
tal como 10 ve el rey Salomon es: «No quieras ser demasiado justo, ni
demasiado sabio. (Por que quieres perderte? No hagas mucho mal, ni seas
insensato. ~Por que quieres morir antes de tiempo?» (Eccl. VII:17-1S).

Semejante religion es aburrida como el mundo. Es superflua.


Dios solo esta allf, no aquf; un alga no un Yo; una cosa que
reconoce, no una persona para amar, y escuchar y anhelar. El Gran
por grande que sea, no puede llenar el agujero de nuestro
corazon 0 el agujero en nuestra cabeza. Debe ser conocido. Pero esta
historia esta en el resto de la Biblia.

La totalidad de los cinco candidatos para el cargo de summum


todos los cinco «trabajos» bajo el sol, las cinco casas que los
anhelan y por la que dan sus corazones y sus vidas, se han com-
,",'·DfC)b8ldo
como vanidades. La razon de esro es que estan bajo el sol, y
10 que hay bajo el sol es en vano. (POt que?
60 TRES FILOSOF(AS DE VIDA

Cinco Vanidades

El rey Salomon nos da cinco razones para fundar su premisa mayor, ;


que todo «bajo el sol» es imitil. En efecto, observa que hay cinco notas
gue convierten todo en vanidad en el mundo entero y en toda vida
«bajo el sol». Las cinco notas estan de manera omnipresence. Como el
cancer, extienden sus azadillas hasta el ultimo rincon de nuestras vidas.
Cualquiera de estos cinco canceres bastarfa para matar al senti do; la
vida esta infectada can todos y cada uno de ellos. Ellos son:

1.- la misrnidad e indiferencia de todas las casas


2.- la muerte como final cierto de la vida
3.- el tiernpo como un cielo gue se repite incansablemente
4.- el mal como problema perenne e insoluble
5.- Dios como un rnisterio incognoscible

1.- Mismidad e Indiferencia

Hacemos juicios de valor. Preferimos una cosa a otra: la vida a la


rnuerte, la belleza a la fealdad, el bien al mal. Pero no asf la naturaleza.
A la naturaleza eso Ie resulta perfectamente indiferente. Como dice
Stephen Crane:

Un hombre Ie dijo al universe,


Sefior, jexisto!
De tad as modos, contesto el universo,
Eso no ha creado en mf
Ni la sombra de una obligation.

Hagan una encuesra Gallup al universo. Pregunrenle cuantos


organismos ha rraido a la vida. Supongamos gue la respuesta es «x».
Ahara preguntenle cuantos de esos organismos han llegado de nuevo a
EL ECLESIASTES: LA VlDA COMO VANIOAD 61

la rnuerre 0 esran en proceso de disolucion. El mirnero sera, de nuevo,


«x». No x + 1, ni x-I, sino x. EI universo no tiene preferencias.Nosotros
las tenernos. No cabemos en este universo. La gran tragedia de la vida
no consiste solamente en que suceden casas malas sino que cosasmalas
. Ie suceden a las buenas gentes en la rnisma proporcion que a los malos.
..' ',. La tragedia esta en que:

Todo sucede igualmente a todos; una misma suerte aguar-


da al justo y al malhechor, al que es buena y puro y al impuro;
al que ofrece sacrificios y al. que no los ofrece; al recto y al
peeador; al que jura y al que terne jurar. (Eccl. IX:9)

Volvfme a examinar y observe debajo del sol que no es


siernpre de los agiles el veneer en la carrera, ni de los valientes
el triunfar en la guerra, ni de los sabios ganarse el pan, ni de los
inteligentes el ganar riqueza, ni de los doctos ellograr favores;
pues todos estan sujetos al tiernpo y al azar, (Ecd. IX: 11).

El universo parece exactarnente igual a Rhett Butler en Lo Que el


Viento se Lleoo. Este es el rostro que nos muestra: «Francamente, mi
querido, simplemente me importa un carajo».

La rnuerte es el mas grande de los inconvenientes de la vida, pero


tambien el mas obvio -como un elefanre en la cocina. Es tarnbien la
razon mas poderosa para creer que la vida es en vano. ~Que ganancia
habrfa en una inversion en los negocios de un pals que esta a punta de
.•....•...
ser destruido?

Pero la muerte es ahara. En cuanto nacemos comenzamosa morir.


Estamos todos igualmente en quiebra, aunque en algunos todavia no se
62 TRES FILOSOFiAS DE VIDA

declaro: la pequefia y arrogante oligarqufa de los vivos, rodeados de la


inmensamente mas poblada dernocracia de los rnuerros.

(Que sentido tiene la rnuerte? Aqui rodo 10que la razon humana,


en base a SU observacion de la vida bajo el sol, puede decir:

Lo mismo que a las bestias sucede al hombre, como muere


este asf mueren aquellas; un rnisrno haliro tienen todos; y no
tiene el hombre ventaja sobre la bestia, porque todo es vanidad.

Todosvan a un rnismo paradero; todos han sido sacadosdel


polvo, y al polvo vuelven todos. iQuien sabe si el halite del
hombre sube arriba, y el del animal desciende abajo, a la tierra?
(Ecd. III: 19-21).

2Quien, en efecto? Aqui, bajo el sol, nadie. A menos que


apareciera aqui bajo el sol un hombre que viniera de allende el sol,
desde mas alia del horizonte de la noche de la muerte -a menos que
viesernos al Sol Naciente. Pero el rey Salomon no ha vista aun a ese
hombre, 5610a1hombre de barro, «de la tierra, rerraqueo», no el hom-
bre del Cielo; y 10 que dice del hombre de polvo, del primer Adan y
de su descendencia, es sencillamente verdad. Como 10 dijo Pascal en
sus Pensees: «el final es melancolico, no importa como haya sido e1
resto de la obra. Te echan un poco de tierra sobre la cabeza, y es el
final, para siempre. Ese es el final que le espera a la vida mas ilustre
del rnundo».

Se dice que Alejandro Magno ordeno que se 10 enterrara con un


brazo desnudo colgando fuera del cajon, con su mano vacia, como para
mostrarle al mundo que el hombre que habfa conquistado el mundo 10
dejaba tal como habfa entrado: desnudo. «Desnudo vine del vientre de
rni madre; desnudo vuelvo». Debajo del disfraz de la vida todos esta-
mos desnudos de rnuerte.
EL ECLESIASTES; LA VIDA COMO VANIOAD 63

Asf como un argumento cobra fuerza desde su conclusion, asf una


historia extrae su moraleja desde su final. Si la muerte es, como parece,
el fin final, entonces la historia de la vida no es mas que vanidad con
una venganza. EI cosmos nos ha acompafiado gimiendo con su labor
evolucionista y nosotros no somos mas que un aborto cosrnico.

3.- El Tiempo

El tiempo es vanidad porque «el tiempo no es mas que otro nom-


bre de la muerte». El tiempo es un rio que nos sacatodo 10 que nos da.
No queda nada; el tiernpo devasta a las estrellas inclusive.

(Existe el progreso? (Acaso va el tiempo hacia algun lado?


(Formamos parte de una historia? De ningun modo si es verdad 10 que
inferimos de la observacionde las cosasbajo el sol. Pues tal observacion
solo muestra ciclos: «un riernpo para naeer y un tiempo para rnorir».
No hay buenas nuevas, no hay Evangelio. Lo del progreso es un rnito,
y la evolucion, si acaso no es tambien otto rniro, es solo un segmento
temporario de un proceso cosrnico mucho mas arnplio, ellado visible
del ciclo. La entropfa esta en su reverso. El rnito del progreso es como
creer que uno esta subiendo una montana solo porque durante la baja-
da subimos un hormiguero.

Si el tiempo es en vano, la vida es en vano, pues toda nuestra exis-


tencia es temporal. El tiernpo es la nota distintiva y fundamental de
nuestra experiencia bajo el sol, tanto espiritual como fi'sica, ya que
insurnimos tiempo en pensar, tanto como cuando actuamos; nuestras
almas estrin en el tiernpo no menos que nuestros cuerpos, bien que no
en el espacio. Con todo, a pesar de la vanidad ubicua e inescapabledel
tiempo, hay un rayo de luz, una grieta en el prohibitivo rnuro, un ver-
sfculo en el que el rey Salomon abre .una ventana a otto mundo.
_____ • • .~,.~._.y __._"_y •• ,,, .• __._ ••.•.•. y.,,,_ ... _ .n ..

64 TRES FILOSOFj,\S DE VIOA

Despues de lamentarse por los interminables e insensatos cidos del


tiernpo, nos dice, hablando de Dios, que «todo 10 hizo hermoso [esto
es, armonioso} para su riernpo, pero adernas puso la eternidad en sus
corazones». S610 experirnentarnos el tiempo, pero deseamos la
erernidad,

(Par que diablos? (De d6nde aprendirnos esto que llamamos la


eternidad? (De donde nos viene el desearla? (Par que si nuestra exis-
tencia esta toralrnente inrnersa en el tiernpo, no nos sentimos entera-
mente en casa con ella? «Acaso los peces se quejan al mar por estar
rnojados?». Y sin embargo, nos quejamos del tiempo. Nunca alcanza
para nada. El tiempo, nuestro medio natural, es nuestro enemigo.

Tal vez haya tierra. Quiza no fuimos siempre peces 0 tal vez no
siempre 10 seremos. Quiza mas que quiza. Los deseos innatos hablan de
cosas reales. Si hay hambre, hay comida. Y existe un hambre innata de
eternidad.

Pero esta comida no se halla bajo el sol. El rey Salomon nos mues-
tra, por contrasre, cual es y d6nde hallaremos el sentido de la vida
rnostrandonos que cosa no es, y d6nde nunca 10' encontraremos. Esta
Mas Alla. Hay Mas. Hay mas cosas en el Cielo y en la tierra que 10 que
puedan sonar todas las filosofias. Ese es un anuncio de esperanza. El
inensajero de la esperanza se ha infiltrado hasta dentro de nuestro
castillo de fatalidad y ruina. Nuestros deseos de eternidad, nuestro
divino desconrenro con el tiempo, son los mensajeros de la esperanza.

4.- Bl Mal
EI problema del mal, de la injusticia, del sufrirniento de los
inocentes, de las casas malas que le suceden a la gente buena, es el mas
EL ECJ.ESIASTES: LA VIDA COMO VANlDAD 65

viejo de los enigmas y el mas fuerte argumento contra la creencia en 1a


bondad de Dios y la bondad de la vida.

Hay otra vanidad sabre la tierra: hay justos que padecen 10


que corresponde a las obras de los impios; e impios que cobran
como corresponde a las obras de los justos. (Ecel. VIII: 14).

Aun mas vi debajo del sol: en el sitial del derecho sen-


tada la maldad, y en el lugar de la justicia, la iniquidad.
(Ecel. III: 16).

Volvi a pensar y vi todas las opresiones que se cometen


debajo del sol; y mire a los oprimidos en sus lagrimas, sin haber
nadie que los consolase, sujetos a la violencia de SllS opresores sin
tener consoladores. (Ecel. IV:l).

Pobres y oprimidos tendreis siempre con vosotros, dijo Jesus.


Veinte siglos no han resuelto e1problema, ni 10 haran veinte siglos mas.
E1tiempo no resuelve el mal. Nada bajo el 50110 haee.

E incluso un poco de mal pareee destruir mueho bien: «Moscas


muertas hacen que el ungiiento del perfumista largue un olor horrible,
asf un poco de locura arruina la sabidurfa y el honor». Un elefante en un
bazar, el dedo de un loco sobre el gatillo de una metralleta 0 un baton
nuclear, una palabra mal elegida, una infidelidad, pueden arruinar una
~:..
vida enrera. El bien es un rehen del maL Esto tam bien es vanidad.

~... 5.- Sabidttrfa

(No sera entonces que el sentido de todo esta en Dios?

Si, pero no el Dios del rey Salomon. No en el Dios conoeido con


las solas luces de la razon, No es un Dios natural 0 cosrnico. Ese es s610
66 TRES FILOSOFiAS DE VIDA

una. cosa, no un alguien, una pieza de la maquinaria celestialllamada


Causa Primera 0 Gran Arquitecto 0 Disefiador Desconocido detras del
conocido disefio de 1a naturaleza. Si codo 10 que sabemos sobre Dios es
10 que hemos lefdo de el en la naruraleza, sacaremos cinco conclusiones:

1.- que Dios existe;

2.- que Dios es 10 suficienternente poderoso como para hacer el


mundo;

3.- que Dios es 10 suficientemente inteligente como para disefiar el


mundo;

4.- que tal vez Dios tiene suficiente sentido estetico como para
crear la belleza del mundo, una gran obra de arte.

5.- pero no que Dios sea bueno, amante, 0 ni siquiera justo 0 que
le importamos, nosotros y nuestras vidas. No hay evidencia
alguna bajo el sol de semejante cosa, algo que realmente nos
irnporta, eso que haria de Dios no s610 «la Fuerza» sino el
Padre. Somos nifios aterrorizados, perdidos en un bosque
encantado y necesitados de Abba, de Papa, no de una Fuerza 0
de una Primera Causa. Necesitamos de un Dios cuyo nornbre
sea «Yo» y no «x»:

Este Salomon no es ningun necio. Pot tanto no dice en su corazon


«No hay Dios». Pero este Salomon tampoco es un hijo de Dios. Dios
no es su padre, sino su parenresis, su Desconocido: «Considerad la obra
de Dios: (Quien puede enderezar 10 que ha hecho torcido?».

El Dios de la naturaleza permite que tumores aparezcan en las


cabecitas de los bebes, La reacci6n mas piadosa posible ante esto son el
agnasticismo y la humildad intelectual:

:">"1"...... ·...··zir........
EL ECLESIASTES: LA VIDA COMO VANIDAD 67

Y vi toda la obra de Dios y comprendi que el hombre no


puede entender cuanto se haee debajo del sol. Por mucho que se
afane el hombre en buscar, nada descubrira; y aun euando el
sabio afirrnare saberlo, nada podra hallar. (Eed. VIII:17).

Asf como no sabes cual es el camino del viento, ni c6mo se


forman los huesos en el seno de la madre, asf tampoco conoces
Ia obra de Dios, quien hace todas las cosas. (Eccl. XI:5).

.. (Es posible creer en Dios y aun asf desesperar, aun no saber por
. 4ti~·estamos viviendo? Ciertamente. Eso le pasa al rey Salomon. Porque
s·il Dios es como la luna: ana, pero no aqui, controlando las mareas de
~stavida pero sin entrar en contacto personal con el, ningun encuentro
dh a cara como S1 10 tiene con Job. EI Dios del rey Salom6n no tiene
...(ira; es s6Io un Ser, un Soy, no un Yo Soy. Es que la epistemologfa del
&ySalom6n es puramente natural, y la naturaleza es s610Ia espalda de
~"""':
..."'....bios. Pero la Escritura es la boca de Dios, y Jesus es la cara de Dios. El
Edesiastes es una silueta perfecta de Jesus, el perfil exterior de una
oscuridad que Jesus llena con su rostro .

.La Necesidad de una respuesta:Tres Puertas Demoniacas

.. Resulta esencial que podamos escapar de alguna manera ala con-


elusion del Eclesiastes. Resulta esencial, de un modo absoluto e
ifrefutable, que la vanidad sea vencida, que el mas horrible de los
demonios sea exorcizado.

Hay tres puertas por las que este demonio puede enttar en nues-
~r~s vidas. Hay una puerta emocionaI, psicologica, conectada con la
.:~~presion. Hay una puerta central, espiritual, que no tiene nombre
pero que es 10 opuesto a la fe. Su nombre no es duda, pues la fe mas
grande puede coexistir con grandes dudas, como se ve en el caso de Job.
68 TRES FILOSOFIAS DE VIDA

Tarnpoco se trata de ser infiel, ni una fe en ciernes, pues eso podria set
una biisqueda. Mas bien es la anti-fidelidad que podernos ver en
grandes ateos como Sarrre y Nietzsche, a quienes les importa tanto que
Dios no sea real como a los santos sf les irnporta que sea verdadero. Hay
tam bien una tercera puerta, una puerta racional, intelectual, filosofica,
argumentativa, llena de razones. Y esta es la puerta que abre el
Eclesiastes.

De todos modos es igualmente necesario trabar las tres puertas. La


traba mas imporrante con la que rrabar estas puertas es suministrada
por la Religion y la mas grande, sin dudas, es la que traba la puerta cen-
tral, la mas grande, la del media. Pero la filosoffa tambien debe tener
su traba para la puerta que le concierne, la tercera. Cada traba es dife-
rente. La Psicologfa no puede recurrir a la traba filosofica, el argurnen-
to racional, para combatir a la depresion. Por su parte, la Psicologfa
puede qui tar los sentimientos de culpa, pero solo Dios puede quitar las
culpas reales. Y la filosoffa no puede trabar su puerta con trabas no
racionales, no filosoficas, sean sub-racionales, supra-racionales 0 sirn-
plemente irracionales. Aun si la fe religiosa es mucho mas grande que
la razon, no es sustiruto de la razon, Y nuestra fe nos manda a «estar
prontos a dar razon de la esperanza que los anima».

Nadie quiere darle la razon a la conclusion del rey Salomon de que


«todo es vanidad». Pero no basta con afirmarlo para dejar de creerIo.
Ha armado un caso consistente, elocuente, un edificio fuerte. Debemos
debilitarlo. Habra que refutar sus argumenros.

Por eso creo que Dios ha arreglado providencialmente las cosas


para que se 10 incluya en el canon de la Biblia con este preciso proposi-
to. Dios, practicando con nosotros el «rnetodo socratico», haciendonos
una pregunta, un desaffo, y exigiendo que nosotros demos la soluci6n, Ia
respuesta. La vida nos hace eso mismo. Permanentemente andamos pre-
guntandole a la vida «(Cum es el sentido de todo?» y la vida nos con-
EL ECLESIASTES: LA VIDA COMO VANIDAD 69

arrojandonos desaffos que nos exigen respuestas. En realidad, es la


la que nos pregunta a nosotros: «(Cuil es el sentido de rodo?».
lpChlll'<: de la cafda, Adan se preguntaba d6nde estaba Dios y Dios, en
de conrestar, le pregunt6 a el «Adan, (d6nde estas?». Job consi-
.a Dios como quien tenia todas las respuestas, pero euando Dios
EI le pregunt6 a Job cuales eran sus respuestas. «Ahora me
a rnf preguntar y el turno es tuyo para conrestar». Los mfsticos y
«volvieron» de la muerte dieen que «el Ser de la Luz» que ven
haee una pregunta, aunque generalmente no con paiabras: alga asf
,,.,~.,,,...«Dame un informe sobre ti. Yo soy Ia Luz. Parate en la luz».

No hay nada mas aburrido que la respuesta a una pregunta que


"nunea hizo y sobre algo que no nos importa. La mayor parte de la
C;UUI_,<L'-'.VUreligiosa es asf -Ia mayor parte de la edueaci6n laica tam bien.
a difereneia de nuestros maestros hurnanos, Dios no cometi6
______
.,-... error. EI resto de la Biblia es el segundo panel, la respuesta.
es como la vida, como dice Toynbee que es la historia: «Desafio
IJUC:;:>I.a.lI. EI Eclesiastes es el desafio. El resto es la respuesta.

bien? (Hemos entendido la respuesta? (Estamos en candi-


de contestar al Eclesiastes? (Soinos capaces de traducir nuestra fe
lenguaje de la raz6n? (Podernos dar raz6n de nuestra esperanza?

para Contestar

queremos alga mas que s6lo «compartir


fd.lp"'·rAC sentimientos» u opiniones. Eso es infantil: eso es «borrarse»,

una .....>v_., el peso de encima». Pero nosotros no s610 queremos sacar

para afuera sino meter algo adentro: la verdad. No es que que-


sirnplemente «expresar una opinion» sino quedar impresos par la
No es tanto que querrarnos exteriorizar 10 que tenemos denrro,
70 TRES FILOSOFIAS DE VIDA

cuanto el interiorizar 10 que esta afuera: aprender la verdad, averiguar


si el rey Salomon dice la verdad. Esto, claro, si somas honesros,

Solo exisren tres maneras de refutar un argumento. Esto no es


negociable, convencional, 0 mudable, como las reglas hechas por un
hombre para un juego hecho par los hombres. Este estado de casas es
inherente ala estructura misma de la razon. No 10 invento Arisroteles;
Dios 10 hizo.

Un argumento -cualquier argumento- riene tres ingredientes, y


cualquiera de estos tres ingredientes puede tener defectos. Pero siem-
pre son esros tres. Un argumento se compone de proposiciones, afir-
rnaciones, sentencias. Estos a su vez estan compuestos de terrninos
(palabras 0 frases). Un argumento se construye con estos bloques de
construcci6n, igual que un edificio cualquiera. Sus proposiciones son
como pisos, y SllS rerminos como habitaciones. Cada argumento es un
edificio de tres pisos (si es un silo gismo, la forma mas natural y usual
de argumentar y Laforma que se halla en el Eclesiastes), Dos de los tres
pisos se Haman «prernisas» y uno «conclusion». La conclusi6n es como
el piso mas alto, es hacia clonde el edificio se dirige. Cada piso tiene dos
habitaciones, llamados el «terrnino sujero» y el «rerrnino predicado».
Asi, un argumento silogistico se parece a esto:

Termine Termine
Sujeto Predicado
Conclusi6n

Termine Termine
Sujeto Predicaclo
Segunda Premisa

Terrnino Termine
Sujeto Predicado
Primera Premisa
EL ECLESIASTES: LA ViDA COMO VANIDAD 71

Tres cosas tienen que estar bien en cualquier argumenro:

1.- Los terminos no pueden ser equivocos,


2.- Las premisas deben ser verdaderas.
3.- E1 argumento debe set 16gico.

Asi hay tres cosas que pueden estar mal en cualquier argumento:

1.- Los terrninos pueden ser equivocos.


2.- Las prernisas pueden ser falsas.
3.- El argumento puede ser i16gico.

El argumento esencial del Eclesiastes es como sigue:

Todo «trabajo» sucede «bajo el sol».


Todo 10 que esta «bajo el sol» es «vanidad».
Luego, todo «trabajo» es «en vano».

De modo que si hemos de refutar este argumento vamos a tener


encontrar su falla en algunos de los siguientes:

l.- Un terrnino equivoco.


2. - Una prernisa falsa.
3.- Una falacia 16gica.

Pero aquf ningun terrnino es usado ambiguamente y no encon-


ninguna falacia 16gica -la conclusion fluye 16gicamente de las
De modo que tendremos que encontrar una premisa falsa.

s610 dos: que todo trabajo, toda labor humana, sucede bajo el
que todo 10 hay bajo el sol es vanidad, par causa de las cinco
ya explicadas. Bien, pregunternonos si hay algun trabajo que no
.,.,..,
.•~,...,~bajo el sol. tExisre algun trabajo humano que no queda confi-
72 TRES FILOSOFfAS DE VIDA

nado a este mundo? (Que estamos haciendo aquf abajo? (Acaso no


estarnos construyendo un Reino Eterno? iNada nos sobrevivira?
William Butler Yeats ha hecho la descripcion de una nifia en una playa
de Norrnandia contemplando como las olas del mar destruyen sus
castillos de arena mienrras recuerda todas las gran des civilizaciones
que han sido e interrogandose melancolicamenre: «(Acaso nada ha de
perdurar?» .

Pero nosotros perduraremos. Estarnos construyendo nuestras


propias personas con cada eleccion que hacemos, como si fueramos
estatuas que esculpen sus formas con el cincel dellibre albedrfo. Yesas
personas, almas, personalidades, estan destinadas a la eternidad. Somos
el Reino de los Cielos. Somos la respuesta al rey Salomon. Claro que
esta respuesta no resplandeci6 claramente hasta varios siglos despues
del rey Salomon, a rraves de la mas escandalosa de la paradojas, aquella
que Kierkegaard llama «la paradoja absoluta»: la eternidad irrumpien-
do en el tiempo, Dios haciendose hombre, compartiendo la vida del
hombre de modo que el hombre pudiera compartir la vida de Dios. E1
Eclesiastes es la pregunta. Cristo es la respuesta.

Y la segunda premisa -ha probado los cinco experirnentos mas


populares de la vida, (pero no habra alguno que no probe? iNa habra
algo que se olvido, algo bajo el sol que no es vanidad? E1siguiente libro
de la Biblia suministra la respuesta. E1 rey Salomon ha probado el pla-
cer, y novecientas concubinas, pero no el amor. En el Cantar de los
Cant ares el rey Salomon ama una sola mujer. La que es (mica le puede
dar 10 que rnuchas no pueden dade: un sentido a la vida mas grande
que la vanidad de la vida. Amor, amor verdadero, agape, caridad, entre-
ga total, es la unica cosa en esta vida, bajo el sol, «mas fuerte que la
rnuerte», que huele a eternidad, la unica cosa que nunca nos aburre,
que nunea se agota, que nos satisfaee mas y mas, no menos y menos, a
medida que mas se practica. El amor es infinite. Porque Dios es amor,
E1 arnor es tam bien verdadera sabidurfa. Los necios dicen que el amor
EL ECLESIASTES: LA V[[)A COMO VANIDAD 73

Pero Dios es arnor; (es Dios ciego? Una de estas tres proposi-
debe retirarse. En el Eclesiastes Dios no es arnor. En el Cantar de

Ultima Respuestaal Eclesiastes: La Interrupci6n Divina

La mas poderosa de las razones que nos formula el rey Salomon


dernosrrar la vanidad de todas las casas es la naturaleza misma del
al que concibe como cfelico. Y cada una de las cuatro grandes
UdL.(11la" divinas que nos son reveladas en la Biblia rompen el cielo e

alga radicalmente nuevo, alga desde fuera, desde fuera del


alga que pertenece a la eternidad mas que al pasado, par tanto
radicalmente nuevo: la Creacion, la Encarnacion, la Resurrecci6n
juicio Final. Aquf hay alga nuevo bajo cl sol puesto que viene de
el sol. Aquf hay sentido y aqui hay esperanza, bien que terror
Aquf hay verdadera trascendencia.

La rnayorfa de los biblistas creen que los ultimos seis versfculos del
fueron agregados par un segundo autor y que originalmente
terminaba exactamente donde ernpezaba: «Vanidad de
todo es vanidad» (Ecd. XII:8). Segun estos, el segundo
agreg6 la respuesta ortodoxa a la pregunra de Salomon, la
que da el resto del Antigua Testamento, en los dos ultirnos

Ordas todas estas cosas, se sigue como conclusion: 'Ierne a


Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es todo el hom-
bre. Pues Dios traera a juieio todo 10 que se hace, ann las cosas
oculras, sean buenas 0 sean malas, (Ecd. XII:13-14)

Los otros treinta y ocho libros del Antigua Testamento han sido
.9-')U'.'U'-.lU.> en estos ultimos dos versfculos. Aqul sf que estan el sentido
74 TRES FILOSOFtAS DE VIDA

y el prop6sito de la vida. Pues el temor de Dios es el principia de la


sabidurfa. Pero no termina allf.

El ternor de Dios, he aquf el comienzo de la sabidurfa y par


tanto perteneciente a los principios y percibido en las primeras
heladas horas del arnanecer de la civilizacion: el poder que pro-
cede de un terrirorio yermo, encaballado sobre un huracan que
destruye los dioses de piedra; el poder delante del cual las
naciones orientales se postran cual pavirnento; el poder ante el
cual los proferas prirnitivos corren desnudos gritando y a una
proclamando y escapando de su dios; el temor que, como debe
sec, se enraiza en los origenes de toda religion, verdadera 0 falsa;
el temor del Senor, he aquf el cornienzo de la sabidurfa. Pero no
es su final. (G.K. Chesterton, EI Hombre Eterno).

Conclusion

El Eclesiastes es un libra brillante sabre la vida. Resplandece pre-


cisamente en su enceguecedora oscuridad. Es un libra de la vida pre-
cisamente porque desnudamente confronra can toda honestidad el
hecho de la muerte. Es un libra magnifico y grandioso porque explora,
de manera profunda y sin concesion alguna, un interrogante magnifico
y grandiose: (Que son nuestras vidas aqui, debajo del sol?

Esa es la pregunta mas grande del mundo. EI (mica libra mas


grande gue este tendrfa gue ser el gue diera la respuesta mas grande del
mundo -un libra como el siguiente en la Biblia, el Cantar de los
Cantares. El fi16sofo hace las preguntas pero las contesta el amante. La
cabeza piensa, pero el corazon canta.

En el Cantar de los Cantares, la vida es considerada como una can-


cion de amor. Nuestras vidas son notas en una rmisica grandiosa, una
cosmica arrnonfa, una «rmisica de las esferas», y el terna principal de la
EL ECLESIASTES: LA VWA COMO VANlDAD 75

es el amor porque quien la canta es Dios -nuestra vida, la his-


es su vida- y Dios es amor. Pero esa es otra historia. Y el camino
conduce a ella pasa por ellibro de Job.

* * *
PETER KREEFT / JOB Pág. 1 de 40

Job
(La Vida como Sufrimiento)

Hay consenso universal en que el libro de Job es uno de los más grandes
jamás escritos: una obra maestra, un clásico de todos los tiempos. Para el
lector con sensibilidad tiene magia de verdad. Es terrorífico y hermoso,
bellamente terrorífico y terroríficamente bello. Es fascinante, intrigantemente
misterioso, tierno, y con todo, poderoso como un martillo macho. Es un libro
que nos puede obsesionar como pocos.

Y aunque su misterio no tiene fondo, también es sencillo y obvio en su


principal lección que se extrae de la superficie de las palabras que Dios le
dirige a Job al final del libro. A menos que uno sea el Rabino Kushner, quien
increiblemente consigue perderse el imperdible mensaje esencial, nadie puede
equivocarse sobre el argumento central. Si el libro de Job es sobre el problema
del mal, entonces la respuesta de Job a ese problema es que no sabemos cuál
es la solución. No sabemos lo que los filósofos desde Platón hasta el Rabino
Kushner tan comedida como inútilmente nos tratan de enseñar: por qué «a la
gente buena le pasan cosas malas». Job no entiende esto que todos podemos
constatar, y nosotros tampoco. No nos «identificamos» con la sabiduría de Job
sino con su ignorancia.

El libro de Job es un enigma respondiendo a otro enigma. El enigma al que


responde es el problema más profundo de la vida, el problema del mal, del
sufrimiento, de la injusticia en un mundo que se supone gobernado por un Dios
justo. Sin embargo, este Dios no consiste en una pequeña, brillante y
consistente fórmula, sino que es un misterio. Es el Dios del cual dijo el Rabino
Abraham Heschel: «Dios no es agradable. Dios no es un tío. Dios es un
terremoto». Puede que nos guste o no que Dios sea más parecido a un
terremoto que a un tío, pero nuestros gustos y aversiones no cambian la
PETER KREEFT / JOB Pág. 2 de 40

realidad. Si no podemos digerir al Dios de Job (y del resto de la Biblia) ese es


problema nuestro, no de Dios. No haremos contener la respiración al universo
porque a nosotros se nos ocurra dejar de respirar.

El libro de Job es un misterio. Un misterio siempre satisface algo dentro


nuestro, pero no a la razón. El racionalista que llevamos todos adentro siente
aversión por Job, del mismo modo que sus tres amigos racionalistas también
se escandalizaban. Pero algo más hondo dentro nuestro se ve alimentado y
profundamente satisfecho por el libro de Job. Este libro no es como una taza
de caldo, claro y brillante, sino más bien como un minestrón, oscuro y grueso.
Se nos pega a las paredes del estómago. Cuando leemos el libro de Job somos
como un pequeño comiendo su espinaca: «Abre la boca y cierra los ojos». El
libro de Job, como la espinaca, no es dulce. Pero nos mete hierro en la sangre.

El poder del libro de Job es como el poder de la lengua hebrea. Max Picard ha
hecho una descripción de la lengua hebrea (en El Mundo del Silencio) como
una lengua sumamente limitada pero de poder altamente concentrado (como
un rayo láser), capaz de decir unas pocas cosas, pero esas pocas que alcanza a
decir resuenan como una trompeta. Sus palabras son como grandes columnas
hundidas, una por una, en la tierra. Sus palabras son palabras verticales;
juntan al Cielo con la tierra, al igual que, siglos después, lo haría la Gran
Palabra de Dios, Jesús. El hebreo es el lenguaje de la Encarnación. Hay algo
parecido, una sensación de «verticalidad» en el libro de Job, como si hubiese
sido escrito en el Cielo.

Nunca habría logrado entenderlo si no hubiese sido con la ayuda de dos


escritores enormes: J.R.R. Tolkien y Martín Buber. Desde luego, tampoco
ahora lo entiendo del todo, pero por lo menos ahora me puedo estacionar
debajo de él y no debajo de otro que confundo con el libro de Job (eso sería
malentender). Tolkien es quien tradujo el libro de Job para la Biblia de
Jerusalén y Buber fue quien con una sola sugerencia me dio la llave para abrir
PETER KREEFT / JOB Pág. 3 de 40

la más misteriosa de sus puertas. Permítanme explicar brevemente sus dos


contribuciones.

Sólo una vez antes me había topado con una traducción que hiciera tanta
diferencia, que de tal manera me abría la inteligencia de un libro que hasta
entonces no entendía. Eso me ocurrió con la traducción que hizo Frank Sheed
de las Confesiones de Agustín, traducción que encontré viviente como lava en
erupción. La traducción al inglés más común es una de un señor Pine-Coffin,
un hombre que hace honor a su apellido. (1) Es una traducción muerta. La de
Sheed está viva. Cuando leí por primera vez el libro de Job en la versión de la
biblia de Jerusalén no sabía que Tolkien era quién lo había traducido. Luego,
después de la notable experiencia de ver como el libro se me abría y parecía
vivir y salirse de las páginas para atraparme, descubrí que el abrelatas había
sido Tolkien, a quien siempre consideré uno de los grandes historiadores
épicos de todos los tiempos. Seguramente nada, desde La Divina Comedia
puede compararse con El Señor de los Anillos, con la excepción de El Paraíso
Perdido. Sumados a La Eneida, y La Ilíada y La Odisea, esos seis conforman un
género épico en sí mismo.

Pero debo agradecer todavía más a Martín Buber por haber puesto en mis
manos la llave dorada que abrió la puerta central, el tema central del libro, la
solución central al enigma central. Más aún, esta llave me abrió uno de los
secretos más hondos de la teología -la teología cristiana tanto o más todavía
que la teología judía del propio Buber- al iluminar el rompe-cabeza del koan
acerca del nombre de Dios revelado por El mismo, el Tetragrama Sagrado, el
último confín del pensamiento humano, la revelación de la naturaleza de la
última realidad, la naturaleza esencial de Dios tal como se ve a sí mismo, no
sólo en relación a nosotros. Todo esto de un modo sorprendentemente simple
y sin sofisticación alguna. La llave de Job está en Exodo III:14.

Pero estoy yendo demasiado rápido. No hablaré por ahora de esa solución,
porque una solución no tiene sentido si antes no se aprecia debidamente el
PETER KREEFT / JOB Pág. 4 de 40

problema. Espero haber despertado vuestro apetito con la promesa de una


comilona espiritual de dimensiones pantagruélicas con justos postres. Pero
ahora debemos comenzar por el comienzo, con los tremendamente difíciles
problemas que se suscitan con este libro. No me refiero a los problemas
ventilados por los biblistas acerca de este libro (por ejemplo, quién lo escribió,
por qué, cuándo, dónde y así sucesivamente) sino a los problemas de la vida,
esto eso, nuestros problemas, suscitados por este libro. ¿Cuáles son?

El libro de Job es como una cebolla, o un juego de bloques que encajan uno
dentro de otro, o un paquete envuelto en sucesivos envoltorios. Uno quita lo
de afuera y hay más y más adentro. Es más grande adentro que afuera -como
el hombre, como el establo de Belén, como el vientre de María. Seguramente
hay muchos más problemas, y niveles de problemas, que los cuatro que aquí
veo y digo, pero al menos estos cuatro están allí, y son una propedéutica, una
iniciación, la cebadura de la bomba para que el lector libre e independiente
pueda encontrar más por sí mismo.

1.- «El Problema del Mal»

Seguramente éste es el problema, el problema de los problemas.


Genéricamente dicho, es el problema de por qué simplemente existe el mal,
especialmente si se considera en un universo creado y gobernado por un Dios
Todopoderoso y todo-bondadoso. Santo Tomás de Aquino formula el problema
con la máxima concisión en la Suma: «Si de dos contrarios uno fuese infinito,
el otro se destruye todo. Pero bajo el nombre de Dios se entiende un Bien
infinito. Por consiguiente, si Dios existe, el mal no puede existir; mas, como el
mal existe en el mundo, Dios no existe» (S.Th. I, q.2, art. 3, obj. 1). (2)
La versión de Agustín es un poco más larga y un poco más explícita: «Si Dios
fuera todopoderoso, sólo querría el bien, y si fuera todopoderoso, podría hacer
en todo Su Voluntad. Pero existe el mal [además del bien]. Luego o Dios no es
bueno, o no es todopoderoso, o ambas cosas». Una tercera formulación del
problema resulta más práctica que teorética: ¿Cómo podría Dios -el Dios todo-
PETER KREEFT / JOB Pág. 5 de 40

bueno y todopoderoso- permitir que cosas malas le sucedan a gente buena?


Esta formulación se acerca más a la queja de Job. El problema que urge
resolver no es solamente el de la existencia del mal en sí mismo, cualquiera
sea, sino la experiencia personal del mal, especificamente la injusticia. Cosas
malas -cosas muy muy malas- le están ocurriendo, y él es «buena gente» de
acuerdo al autor del libro (Job I:1) y, todavía más, así lo considera el autor de
su existencia, el mismo Dios (Job I:8).

Sólo hay cuatro respuestas posibles a este problema. Primero está la respuesta
obvia (y equivocada) de quien cree en el Dios de la Biblia, en un Dios bueno y
todopoderoso: esto es, que Job no es «buena gente». Es la respuesta de los
tres amigos de Job y es tremendamente verosímil. El autor del libro de Job se
tiene que esforzar considerablemente al principio del libro para convencer al
lector de que Job es «un varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado
del mal» para lo cual pone esa calificación en boca del mismo Dios (Job I:8).
De otro modo, con seguridad optaríamos como los tres amigos de Job por esta
solución. El escandaloso contraste entre las apariencias y la realidad, entre lo
que parece como la más obvia de las soluciones y la que realmente lo es -
solución infinitamente más difícil y misteriosa y sorprendente- es una de los
salientes más interesantes y dramáticas del libro. No debemos ver a los tres
amigos de Job como tres necios, porque no lo son y porque de otro modo
perderíamos de vista el gran drama, la inmensa ironía en juego, el contraste
entre las apariencias y la realidad. Debemos simpatizar con los amigos si
queremos ser sorprendidos por Dios como ellos lo fueron. En cierto sentido,
esta es la razón principal por la que fue escrito el libro: sorprender al lector
con Dios, el Dios verdadero, el «Señor del Absurdo» para utilizar el título del P.
Raymond Nogar. Si el propio Dios, el omnisciente creador de esta historia en la
que estamos inmersos no fuera el escandalizante y sorprendente «Señor del
Absurdo», sino razonable, predecible, confortable y conveniente, entonces la
vida no sería un misterio para vivir sino un problema que resolver, no una
historia de amor, sino una novela policial, no una tragicomedia sino una
fórmula. Porque la tragedia y la comedia son las dos formas primordiales del
PETER KREEFT / JOB Pág. 6 de 40

misterio, y si Job nos enseña alguna cosa, es que estamos viviendo en un


misterio.

Por tanto, la primera respuesta al problema, la respuesta de los tres amigos de


Job, que Job no es «buena gente», debe ser rechazada porque (1)
evidentemente no es la respuesta del autor del libro; (2) Dios mismo rechaza
esta solución tanto al principio del libro cuando le habla a Satanás de las
virtudes de Job así como al final elogió a Job y castigó a sus tres amigos; y (3)
esta respuesta reduciría el misterio central de la vida a los términos de un
problema. De modo que debemos buscar otra respuesta.

A lo mejor Dios no es bueno. Esta es la respuesta con la que Job flirtea


peligrosamente cuando sueña con arrastrar a Dios a un tribunal ganando su
causa si sólo hubiera un juez justo e imparcial, un superior para impartir su
sentencia sobre Dios y sobre él. Pero lamenta que no haya semejante juez y
que Dios es quien tiene todo el poder, bien que no es justo. En otras palabras,
Dios no es bueno, pero es poderoso, de modo que el bien (la justicia) y el
poder están, en última instancia, separados, no son una sola cosa. Esta es una
filosofía horrible, indeciblemente horrible y sólo la honestidad de Job y su
escepticismo respecto de su propia inocencia lo guarda de realmente creer en
semejante cosa.

¿Cuánto menos podré yo responderle,


elegir mis palabras frente a El?
Aun teniendo yo razón,
nada le respondería;
imploraría la clemencia del que me juzga.
Aun cuando respondiera a mis clamores,
no creería que había escuchado mi voz,
El, que me aplasta con un torbellino,
y multiplica mis llagas sin causa.
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No me deja respirar
y me harta de amargura.
Si se trata de fuerza, el poderoso es El,
y si de justicia (dice):
«¿Quién me emplazará?».
Aun cuando yo tuviera razón
mi boca me condenaría;
aunque fuera inocente,
me declararía culpable.
Soy inocente,
pero no me importa mi existencia,
no hago caso de mi vida.
Es todo lo mismo;
por eso he dicho:
«El acaba con el inocente
como con el impío».
¡Si al menos el azote matase de repente!
Pero El se ríe de la prueba de los inocentes [...]
Porque El no es un hombre como yo,
a quien se pudiera decir:
¡Vamos juntos a juicio!»
No hay entre nosotros árbitro
que ponga la mano sobre entrambos. (Job IX: 14-23;32-33).

La Resurrección de Cristo llena al cristiano con un júbilo cósmico porque refuta


concretamente, de una vez para siempre, esa horrible filosofía de que el bien y
el poder, en último término están separados. El Bien Encarnado, el único
hombre totalmente bueno que alguna vez pisó esta tierra, la única cosa
infinitamente buena que apareció alguna vez ante ojos finitos, triunfó sobre la
muerte, el gran poder malo que ningún hombre puede conquistar, «el último
enemigo». Las consecuencias psicológicas de la fe en la Resurrección están tan
enraizadas en la conciencia cristiana que generalmente no nos damos cuenta
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de la distancia que hay aquí entre el Sí y el No, entre creer y descreer. Traten
de imaginárselo: un día se dan cuenta de que a Dios no le importa, que el
poder todopoderoso es completamente indiferente al bien y al mal, que la
historia del universo y la historia de vuestras vidas son contadas por un
imperturbable y vago bla bla en lugar de una Persona amante. Ese es el horror
que aparece aquí en el horizonte de Job.

La negación de la Resurrección, o la conjunción disyuntiva del sumo bien y el


sumo poder, puede tomar otra forma: y esta es la tercera respuesta al
problema del mal: en vez de negar la bondad de Dios, podemos negar el poder
de Dios. Imaginemos que un día se descubren los huesos de Jesús en una
tumba en Jerusalén. El resultado lógico es igual en ambos casos -el fenómeno
del mal resulta «aclarado» -pero los resultados psicológicos son bien distintos.
Si el Dios que adoramos es poder pero no bondad, la bondad es rebajada y el
poder exaltado en su realidad objetiva, y por tanto, también lo está en
nuestras vidas, si conservamos suficiente sensatez como para conformar
nuestras vidas a la objetiva realidad. Comenzamos entonces a adorar al poder
reduciendo la bondad a un segundo plano, un medio para el último fin del
poder o el éxito. Así la religión y la ética quedan divorciados. Si, por el
contrario el Dios que adoramos es bondadoso pero no tiene poder, todavía
colocamos a la bondad y a la ética en el nivel más alto, como un absoluto, pero
no podemos confiar o abrigar expectativa alguna de que el bien triunfará.
Tomamos partido por Dios, pero no confiamos en que estamos en el bando
ganador. Somos buenos, pero no confiados. Si creemos en la solución número
dos, la afirmación del poder de Dios pero la negación de su bondad, tenemos
confianza pero no somos buenos. Si creemos en la solución número tres, la
afirmación de la bondad de Dios pero la negación de su poder, somos buenos,
pero carecemos de confianza.

En los días que corren, negar la omnipotencia de Dios, la respuesta número


tres, resulta una solución muy popular, igual que en los tiempos del
paganismo. El politeísmo no fue otra cosa que la versión pagana de esto,
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dividiendo a Dios en pequeños diosesitos, ninguno de los cuales detentaba


todo el poder. La versión moderna consiste en reducir a Dios a los procesos
naturales o al tiempo. «Teología de los procesos» es la forma herética de
moda. El rabino Kushner y el Dr. Nicolás Woltersdorff han escrito
recientemente sendos libros muy populares proponiendo esta solución en base
a esta misma razón: los dos han tenido que repensar su fe a la luz de la
trágica muerte de un hijo adolescente. Cada uno ha tenido que agarrarse del
amor de Dios, de Dios como amable, de Dios como bueno. Y ambos
concluyeron en que Dios no tenía el control total de las cosas, que Dios todavía
está creciendo y quizás siempre lo estará haciendo, creciendo y aprendiendo,
que Dios está sujeto a las leyes de la naturaleza. Esto significa que la amable y
amorosa persona de Dios no constituye la última realidad, que la última
realidad son las leyes de la naturaleza. Están por encima de Dios. Esta
«solución» nos priva del don precioso de la confianza. Ya no podemos ser
como niños, tal como lo manda Cristo, y llamarlo a Dios «Abba» (Papito),
totalmente seguros en sus brazos. Tendremos que arreglárnosla por nosotros
mismos. Dios es reducido así de un Padre Omnipotente a un Gran Hermano.
(3) Tiene poder, pero no es omnipotente.

Job nunca flirteó con esta solución. Como la mayor parte de la gente,
argumenta implícitamente que si hay un Ser que pueda llamarse Dios, tiene
que ser omnipotente. Si creó el universo tiene que ser todopoderoso puesto
que se necesita un poder infinito para llamar todas las cosas de la nada a la
existencia. El lenguaje común está de acuerdo con Job; el adjetivo que
espontáneamente le fijamos a Dios es el de «Todopoderoso», como si fuera el
primer nombre de Dios. A lo largo de la Biblia no hallaremos objeciones a la
existencia de Dios (sólo «el necio dice en su corazón "No hay Dios"») ni
tampoco se cuestiona si Dios tiene poder (sólo un pagano politeísta o el
moderno naturalista llega hasta allí) sino si Dios es bueno y confiable; en qué
anda, y en qué se supone que debemos andar nosotros. El libro de Job es
bíblico no sólo en el sentido de que está incluido en el canon de la Biblia sino
también en el sentido de que asume la teología del resto de la Biblia. Intentar
PETER KREEFT / JOB Pág. 10 de 40

interpretarlo como libro que contradice al resto de la Biblia, como lo hacen


Kushner y otros -interpretarlo como si enseñara que Dios no es Omnipotente o
que Job tiene razón y Dios está equivocado o que la vida es un problema que
debe ser resuelto racionalmente antes que un misterio que requiere de la fe
(todas estas nociones se encuentran implícitamente en la interpretación de
Kushner) -es hacerle esencial violencia a los principios de teología bíblica que
se dan por sentados, principios y fundamentos que ni Job, ni el libro de Job, ni
el tipo de obra, ni el autor, puso alguna vez en duda.

Si no podemos resolver «el problema del mal» negando que (1) cosas malas le
suceden a gente buena, tal como lo hacen los tres amigos de Job al decir que
Job no es una buena persona; o negando que (2) Dios es todo Bondad; o, (3)
negando que Dios es Omnipotente, entonces lo único que parece quedar es (4)
negar la existencia misma de Dios. Pero esto simplemente magnifica las
terribles consecuencias de las otras tres «soluciones». Mas aún, no es la
solución de Job ni la solución del libro de Job, puesto que ni Job ni el autor del
libro es un «necio». ¿Qué otra quinta solución hay?

A lo mejor ni siquiera se puede resolver la cuestión. O en una de esas no es un


problema sino un misterio. O quizá haya una solución, después de todo, una
solución parcial, aun en el plano racional. Observemos con mayor atención el
asunto considerando el argumento de los tres amigos de Job. Aquí está:

1.- Premisa de Fe: Dios es Justo.

2.- Premisa de la Razón: La Justicia supone recompensar al bueno y castigar al


malo.

3.- Premisa del Sentido Común: Las recompensas nos hacen felices; los
castigos nos hacen desdichados.

4.- Premisa Experimental: Job es desdichado.


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Conclusión: Job es malo.

Si se desarrolla lógicamente, este argumento revela cuatro premisas


diferentes, cada cual procedente de cuatro fuentes distintas. La primera
premisa procede de la fe, del corazón no-negociable de la Fe judía en la emeth
de Dios, en su verdad, y justicia y confiabilidad. Es la fe en que Dios es real,
justo, bueno, confiable y todopoderoso y que gobierna al mundo con justicia.
Esa es la premisa que cuestiona Job. Todos los que sufren como Job
naturalmente tienden a cuestionar esta premisa. Si resisten con éxito esta
tentación o no es otra historia. Hay que darle el crédito a los tres amigos de
Job de haber tenido suficiente fe como para resistir esta tentación. Puede ser
que hayan difamado a Job, y tal vez eso sea tan reprobable como difamar a
Dios, pero al menos no lo han difamado a Dios. Job flirtea con esto una y otra
vez. Dice que Dios inventa tribulaciones contra él sin causa ninguna, que si Job
y Dios comparecieran ante un tribunal imparcial, Job ganaría el caso -la única
razón por la que pierde no resulta de la justicia de Dios, sino de su poder. Esto
sí que es difamarlo a Dios, calificándolo elípticamente de injusto tirano. Job (y
nosotros) tenemos que aferrarnos a la primera premisa, la justicia de Dios.

La segunda premisa revela la significación del término clave en la primera, el


vocablo «justo». Si Dios es justo, ¿qué significa eso? Y bien, la justicia significa
recompensar al bueno y castigar al malo, no al revés. Significa darle a cada
cual lo que le corresponde. Esta premisa procede de la razón, no de la fe, de la
ética más racional. Tanto es la base de la ética racional, cuanto la primera
premisa es la base de la fe. Sin un Dios en el que podamos confiar no hay fe
religiosa y sin una justicia que discrimina entre el bien y el mal y asigna
recompensas y castigos apropiados, adiós a la ética. Hasta aquí no parece que
se pueda cuestionar ni modificar ninguna de las dos premisas.

La tercera premisa revela el predicado de la segunda, exactamente como la


segunda hizo con la primera. Si la justicia significa recompensas y castigos,
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¿qué son recompensas y castigos? Evidentemente, muchas cosas en los casos


concretos y particulares, desde dinero hasta honor, pasando por la ejecución
de multas y penas de prisión. Pero lo que tienen en común todas las
recompensas es que siempre le da a quien las merece algo que lo puede hacer
feliz, mientras que lo que tienen en común todos los castigos es que siempre le
da a quien los merece algo para hacerlo desdichado. Si las cárceles fueran
hoteles, no habría castigo. Si el dinero fuera una peste, no sería una
recompensa. Esa es la moraleja en el cuento del Hermano Conejo y el
Hermano Zorro en las historias del Tío Remus. El Hermano Zorro había tratado
de agarrar al Hermano Conejo durante años con toda clase de artimañas y
nunca lo había logrado. Pero un día lo agarró. Lo sostuvo de las orejas y le
dijo: «Ahora, Hermano Conejo, puedes elegir como morir. ¿Qué prefieres, ser
despellejado, asado o hervido en aceite?». El Hermano Conejo contestó:
«Puedes despellejarme si quieres, y puedes asarme si quieres, o puedes
hervirme en aceite si quieres, lo único que te ruego es que no me arrojes a esa
horrible zarza». El Hermano Zorro vio el destello de terror en los ojos del
Hermano Conejo y le dijo: «Sabes, Hermano Zorro, eso es exactamente lo que
voy a hacer». Y con odioso regocijo lo arrojó a la zarza. Pero en lugar de ver al
conejo despedazado, lo que vio el Hermano Zorro fue como el Hermano Conejo
disparaba corriendo por el zarzal a las carcajadas: «¡Te embromé de nuevo
Hermano Zorro! ¡Nací y me crié en un zarzal!». La única razón por la cual la
historia funciona es que está fundada sobre la presunción de que se supone
que los castigos te lastiman o te hacen desdichado. Nadie cuestiona esa
premisa. Procede del sentido común.

La cuarta premisa es que Job es desdichado. Esta premisa procede de la


experiencia y es aun más evidente que las demás. En efecto, cada una de las
cuatro premisas es más evidente e incontestable que la que la precede -lo que
significa que en realidad sólo se cuestiona la primera, la premisa fundada
sobre la fe. Nadie tiene la tentación de negar las otras tres pero Job está
tentado de negar la primera. Pareciera que la única alternativa que queda es
concluir lógicamente, como lo hacen los tres amigos de Job, que Job está
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atribulado y su condición es miserable porque está sufriendo un castigo


merecido, esto es, que Job es un gran pecador.

Pero el lector sabe que no es así. Dios mismo se lo ha dicho al diablo. El lector
también sabe que está mal negar la primera premisa. Y sin embargo la primera
premisa, la justicia de Dios, anudada a las otras tres innegables premisas,
requiere una conclusión lógica. ¡Qué rompecabezas!

Juguemos a un juego que Job no jugó. Hagamos un poco de lógica. Hemos


traducido el problema existencial del mal al problema lógico del mal, de modo
que sería bueno que lo resolviéramos en términos lógicos. (El libro de Job,
desde luego, sólo lo resuelve en el plano en el que se instala para interrogarse
acerca del mal, el nivel existencial, vivido. El drama queda resuelto -cómo,
veremos más adelante).

Existen tres, y sólo tres, maneras de resolver un argumento lógico (como


vimos al discutir el argumento del Eclesiastés). Si los términos no son
equívocos, si las premisas no son falsas y si el proceso silogístico no es falaz,
entonces la conclusión ha quedado demostrada y no hay manera de
oponérsele, excepto afirmando con obstinación de toro: «Usted demostró que
tenía razón, pero yo no voy a admitir que es verdad». Eso, por supuesto, no
nos dice nada acerca del argumento o de su conclusión, pero sí nos dice algo
de quien así se obstina.

Ninguna de las cuatro premisas es simplemente falsa, y la conclusión se sigue


lógicamente de las premisas, pero cada una de ellas tiene un término ambiguo.
Esta es la manera en que puede contestarse en forma lógica el problema del
mal.

La primera premisa establece que Dios es bueno y confiable. Pero la bondad de


Dios no puede querer decir exactamente lo mismo que la bondad del hombre,
ya que Dios no es un hombre. Un buen hombre no es lo mismo que un buen
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perro; por lo mismo, la bondad de Dios no es lo mismo que la bondad del


hombre. La razón estriba en que la bondad es proporcional al ser. El ser de
Dios es divino e infinito; el del hombre, finito y humano; el de un perro finito y
perruno. Cada cual tiene una bondad proporcionada a su naturaleza. Por
ejemplo, no es malo el perro sexualmente promiscuo como sí lo es el hombre
si así se comporta. Si se traslada la bondad de un perro («perro buenito») a un
hombre, no sería bondad, sino imperfección, mera regresión a sus instintos
animales. Así debe ser con la bondad humana y divina. El término es análogo,
no unívoco: sus significados no son entera o exactamente equivalentes, sino
distintos, en parte iguales, en parte diferentes. Si quisiéramos hacer, o tratar
de hacer, algunas de las cosas que hace Dios, no seríamos buenos, sino malos.
Por ejemplo, si un padre humano deliberadamente deja que su hijo sea
atropellado por un automóvil cuando podría haber corrido hasta la ruta para
salvarlo, no es un buen padre. Pero Dios nos puede salvar, con un milagro,
cada vez que corremos peligro; y sin embargo no nos protege de todos los
males. Y con todo, es bueno en eso mismo, puesto que ve, en su infinita
sabiduría, qué sufrimientos necesitamos para nuestra plena realización, para
adquirir sabiduría y ser felices a la larga, así como ve que resultaríamos
espiritualmente consentidos si nos salvara de todas y cada una de las
calamidades que nos toca en suerte. Los padres humanos sólo comparten con
Dios una pequeña parte de esta previsión, de esta providencia; aquí la razón
por la que estaría mal que jugaran a ser como Dios y dejaran a sus hijos sufrir,
excepto en los pocos casos en que el padre sabe de cierto qué cosa les
conviene. Por ejemplo, estaría mal que un padre humano dejara a su hijo
morir porque presume que si el chico viviera no progresaría moral y
espiritualmente sino que decaería moralmente de modo que eventualmente
moriría en un estado espiritual peor. Porque ningún padre de este mundo sabe
tales cosas, tal como sí las sabe Dios. Pero, en cambio, estaría bien que un
padre mandara a su hijo a un colegio especialmente exigente, uno en el que el
chico tuviera que estudiar muchísimo y en donde le darían el doble de las
tareas para el hogar, si el padre supiese que su hijo es brillante y que el
colegio vale la pena. De tal manera que nuestra concepción de la bondad y de
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la confiabilidad generalmente (aunque no siempre) incluye la idea de ahorrarle


al otro toda forma de sufrimiento, pero esto no puede aplicarse a Dios en
iguales términos. Las órdenes de marcha para la tropa de infantería en
maniobra táctica no son aplicables al general que ha diseñado la estrategia.

Esto no quiere decir que Dios sea amoral, o que la bondad es puramente
creatural, no un atributo del Creador, algo de lo que Dios dispone
arbitrariamente y que hubiera podido disponer de otro modo, así como si
hubiera podido hacer que el cielo fuere rojo en lugar de celeste. No, «Dios es
amor» y Dios es también justo, aunque lo que esas perfecciones morales son
en Dios excede la significación de los mismos términos aplicados a nosotros,
tal como la bondad en nosotros excede la bondad de un perro.

El término análogo en la segunda premisa es el término justicia. Para nosotros


justicia equivale a igualdad, o al menos a igualdad de oportunidades. Significa
algo casi matemático. Todos somos iguales ante la ley. Pero no es éste el
sentido más profundo de la justicia. Hay una justicia en la música, una
armonía y proporción y afinidad que componen su belleza, pero no es igualdad.
Es algo más misterioso, de más densa significación, y más maravilloso. «Es por
la justicia que las estrellas son fuertes» dice el poeta. Los griegos hablaban de
una justicia cósmica (diké): «la música de las esferas». Esto está más cerca de
la justicia divina. ¿Acaso es «justo» -en el sentido más matemático- que la
mitad de la raza humana carezca de útero? ¿Acaso es justo que los hombres
tengan los músculos superiores más fuertes que las mujeres? Incluso, ¿es
justo que los hombres sean superiores a los monos? (aquí hago una reserva en
favor de los hombres que no se creen superiores a los monos, como si ellos
mismos fueran el cumplimiento de una profecía).

La forma más elevada y más misteriosa de la justicia divina que jamás


hayamos conocido es, precisamente, el Evangelio, los sorprendentes
acontecimientos de un Dios que se humilla hasta adoptar la condición de
hombre y luego muere en la cruz por nosotros. En su Carta a los Romanos San
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Pablo llama a este Evangelio «la justicia de Dios». Pero esta rectitud, o justicia,
se centra en la cosa más injusta que jamás haya ocurrido en la historia: el
deicidio, el asesinato del hombre que menos lo merecía, el más inocente, el
único inocente, padeciendo en lugar de los culpables. ¡Y esta es la justicia de
Dios! Evidentemente, la justicia allá es algo distinta a la justicia de acá. Aquí
se trata de recompensar al bueno y castigar al malo. Allá se trata de que
«éramos todos como ovejas errantes, seguíamos cada cual nuestro propio
camino; y Yahvé cargó sobre él la iniquidad de todos nosotros» (Is. LIII:6).

En la tercera premisa, el término felices es análogo. Las recompensas siempre


tienen forma de felicidad y el sentido común tiene toda la razón en afirmarlo,
desde luego. Pero a lo mejor el sentido común no tiene demasiado claro en
qué consiste la felicidad. Tendemos a identificarla con (I) algo inmediato y
presente, no futuro, que sucede a la larga, o en la eternidad; y (II) también la
identificamos con una sensación subjetiva que satisface un deseo más que que
con algo objetivo. A lo mejor Job todavía no es feliz, pero al final sí lo es; y
quizá Job no se siente feliz, pero lo es de todos modos.

Para comprender este segundo punto, consideremos la analogía de la salud.


Podemos tener excelente salud y sin embargo sentirnos enfermos, como
ocurre cuando sentimos un persistente dolor de cabeza pero no hay nada más
que esté mal con nuestra salud. El pequeño dolor de cabeza usurpa el centro
de nuestra conciencia y nos sentimos morir, pero el hecho objetivo es que
estamos perfectamente saludables. Nuestras sensaciones son una señal
imperfecta sobre nuestro estado de salud. Por el contrario, podríamos ser
víctimas de una enfermedad terminal y destinados a morir dentro de dos
minutos y sin embargo sentirnos perfectamente. Las sensaciones no son
indicadores infalibles de los hechos.

Y bien, lo que es verdad a nivel corporal también puede serlo a nivel espiritual.
Un fariseo puede sentirse saludable en los órdenes moral y espiritual cuando
de hecho está tan podrido que el gentil Jesús lo llama una tumba llena de
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huesos de esqueletos, un sepulcro blanqueado. Un santo puede estar pasando


por «la noche oscura del alma» y sentir una absoluta aridez interior, cuando lo
que en realidad sucede es que Dios lo está perfeccionando como un artista
perfecciona una obra maestra.

Se podría sostener quizá que Job puede ser feliz en el sentido de


bienaventurado sin ser feliz en el sentido de satisfecho. Que Job es la obra
maestra de Dios y que sus padecimientos lo elevan a algo superior a una obra
maestra. Su felicidad objetiva, o su perfección, o bienaventuranza (que
incluyen su sabiduría y coraje y madurez), de hecho se alcanzan a través de
sus penas o tribulación subjetivas.

Finalmente, la cuarta premisa contiene el término análogo desdichado, o


miserable, que son vocablos análogos exactamente de la misma manera que
felicidad era análogo en la tercera premisa. Job es verdaderamente
bienaventurado en sus padecimientos, tal como Cristo prometió en las
Bienaventuranzas: «Felices los afligidos.. felices cuando los hombres os
insulten y persigan...». No tiene sentido alguno, en el sentido superficial y
obvio de «felicidad», decir «Felices los que lloran». Pero en el sentido más
profundo y antiguo de la palabra bienaventuranza Job es profundamente feliz,
allí sentado sobre un montón de estiércol. Está padeciendo y no está
satisfecho, pero es un bendecido y no un réprobo.

La otra ambigüedad en el término feliz también se aplica a la cuarta premisa.


Puede que en el corto plazo Job sea desdichado, pero a la larga es un hombre
feliz, incluso en el sentido de un hombre satisfecho. Al final Job está satisfecho
(y veremos por qué más adelante). Está en un drama, una historia, después
de todo, y su desdicha se ve claramente en los primeros actos, en los primeros
capítulos. No se puede entender del todo el argumento del Acto II hasta que
lleguemos al Acto V. El problema del mal, vivido antes que pensado, es un
enigma que se plantea en una historia, en el tiempo, y la respuesta de la
Escritura es, en una sola palabra, «esperen».
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Cuando Santo Tomás de Aquino expuso el problema del mal en la Summa


como una de las dos objeciones contra la existencia de Dios, recordó lo que
muchos filósofos olvidan: que la solución, la solución de Dios, es concreta, no
abstracta; dramática, no esquemática; un acontecimiento en el tiempo, no una
verdad intemporal. Santo Tomás, como vimos, formuló el problema del
siguiente modo: «"Dios" significa bondad infinita. Pero si uno de dos contrarios
es infinito, el otro queda totalmente aniquilado. Y sin embargo el mal existe [y
no es aniquilado]. Por tanto, Dios [la bondad infinita] no existe». Y contestó
como sigue: «Como dice San Agustín, dado que Dios es el bien más alto, no
permitiría que exista ningún mal en la Creación a menos que su omnipotencia
y bondad fueran tales que pudieran sacar bienes aun del mal». En otras
palabras, la vida, como Job, es como un cuento de hadas. Antes de llegar a
vivir felices y comer perdices hay que ir a sentarse sobre el montón de
estiércol. El mal es temporario solamente, el bien es eterno. Una vez más, en
una palabra, «esperen».

Pero esperen con fe. Jesús le dijo a Marta, antes que resucitara a su hermano
Lázaro de entre los muertos: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de
Dios?». Ver no es creer, pero creer es ver, eventualmente. Job no espera
pacientemente, pero espera. La fe de Job no es solar y serena, pero es fe. No
carece de dudas. (Efectivamente, sus dudas proceden de su fe. Cuando la fe es
plena, está abierta y puede incluir dudas; cuando es débil, no puede tolerar
dudas. Espera en la fe, y ve la gloria de Dios. Es bienaventurado en esa misma
espera, sentado sobre un montón de estiércol, en la agonía de sus
padecimientos; y es doblemente bienaventurado en la solución del enigma, al
final).

2.- El Problema de la Fe versus La Experiencia

Hasta aquí sólo hemos arañado la superficie. En el libro de Job el problema del
mal es solamente el más obvio, el problema sobre el cual se explayan todos los
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autores. Pero más abajo hay otro niveles, como cuevas subterráneas o
ciudades inclusive, regiones de misterios y arcanos menos fáciles de analizar
claramente y donde no existen soluciones fáciles. Un segundo nivel del
problema está en el conflicto, no entre la fe y la razón -como sucede con el
problema del mal-, sino entre la fe y la experiencia, la fe de Job y su propia
experiencia. Aquí no nos topamos con un rompecabezas lógico sino con las
lágrimas de un niño. A través de toda la Escritura y a través de toda la vida de
Job, Dios se aproxima con un discurso «vendedor»: «Confíen en mí». El emeth
de Dios, su fidelidad, no es aquí un dato en un rompecabezas lógico. Es una
soga que parece haberse cortado. A lo largo y ancho de la Biblia encontramos
una y otra vez la promesa de que la fidelidad a Dios será retribuída con la
fidelidad de Dios para con nosotros y además de promesas de gran
recompensa. El justo prosperará, el inicuo perecerá. De modo que Job resulta
persuadido por esta publicidad, «compra» esta fe. Apuesta su vida entera a la
justicia, a la obediencia, a la fidelidad, a la piedad -¿y cuál es su recompensa?
La pérdida de sus posesiones, de sus hijos, la pérdida de la lealtad de su
mujer, la pérdida de todo: el respeto de sus amigos, su salud, y aún, parece,
su identidad y su Dios (como veremos más adelante, en niveles consecutivos,
con más profundidad). Lo peor de todo es el abandono de Dios, la experiencia
que tiene Job del «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?».
«Clamé y el Señor me oyó y me contestó desde su montaña santa» es el tema
constante de los Salmos. Pero la experiencia de Job parece desmentirlo. Puede
ser que Dios esté ahí, pero no está para Job.

Aquí entonces lo que a Job parece enseñarle la experiencia acerca de Dios.


Dios parece un padre que se ensaña con una broma cruel, como la que sigue.
Un padre le dice a su hijito: «Hijo, quiero enseñarte una de las lecciones más
importantes de la vida: cómo debes confiar en tu padre. Súbete a esa pared de
dos metros y lánzate a mis brazos». «Pero, Papá, tengo miedo. No me hagas
trepar ahí». «Sé que tienes medio, hijo. Pero quiero que hagas esto por mí».
«Bueno, Papá. Allí voy... uuuuuuyyyy... ¡me agarraste!». «Por supuesto que te
agarré. Lo había prometido ¿no?». «¿Ahora podemos volver a casa?». «No,
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ahora quiero que saltes desde aquella otra pared de tres metros». «Ay, Papá,
¡tengo miedo!». «Confía en mí». «Muy bien, allí voy.... uuuuyyyy, ¡me
agarraste de nuevo!». «¿Y cómo no te iba a agarrar?» «¿Ahora podemos
volver a casa?». «No, sólo por esta última vez, ahora quiero que saltes desde
aquella otra pared de cinco metros». «Ay, Papá, ¡tengo miedo!». «Confía en
mí». «Bien, allá voy..» y entonces el padre se corre a último momento y deja
que el chico se estrelle contra la vereda. Desde un charco de sangre y lágrimas
surge la pregunta: «Papá, Papá, ¿por qué hiciste eso?». Respuesta: «Para
enseñarte la lección más importante de la vida. Hijo: nunca confíes en nadie,
ni siquiera en tu padre».

Es una mala broma y un chiste cruel, pero se parece a lo que es la vida para
Job. Había confiado en Dios, y ahora Dios se corrió a último momento y lo dejó
estrellarse contra el suelo. La fe de Job dice que si uno confía en Dios uno será
recompensado. La experiencia de Job indica lo contrario. Job tiene que haber
sido un hombre de fe señalada para haberla mantenido (aunque a duras
penas) ante las aparentemente incontestables desmentidas de su experiencia.
Tradicionalmente se lo considera a Job un héroe de la fe. Esto muestra que
aquella fe, para un Judío de la Antigua Alianza (y también para un cristiano de
la Nueva Alianza), es más sustancial que la vieja definición del Catecismo de
Baltimore (aunque a su vez, aquella definición es más profunda que la que
encontramos en la mayoría de los manuales modernos): «Un acto del
intelecto, instado por la voluntad, por el cual creemos lo que Dios ha revelado
sobre la base de la autoridad de Quien lo ha revelado». (4) La fe para Job no
es primariamente un acto del intelecto, sino de las tripas o del corazón. La fe
aquí es emeth, fidelidad, fiabilidad, cumplir las promesas. Job es también un
héroe cultural puesto que con su vida, como si fuera un tubo de ensayo, pone
a prueba el valor fundamental de su cultura, esto es, la emeth. Cuelga su vida
de esta apuesta; más todavía: entrega buena parte de su vida en la jugada.
Pero la ironía está en lo siguiente: en realidad ¿quién está probando a quién? A
Job le parece que con su experiencia está probando la fidelidad de Dios, pero
de hecho, como sabe el lector que a hurtadillas ha tenido un anticipo de la
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verdadera historia en el capítulo primero donde se avista algo de lo que ocurre


detrás de la escena, en realidad es Dios el que está probando la fidelidad de
Job.

La prueba consiste sólo de manera secundaria en la pérdida de sus bienes


temporales. Fundamentalmente la prueba consiste en que Job aparentemente
pierde a Dios. La prueba de esto está en que aun antes de que Job recupere
sus bienes temporales, al final ya está satisfecho con sólo recuperar a Dios.
Pero a lo largo de treinta y siete agonizantes capítulos Job no encuentra a
Dios, por más que lo busque. En efecto, su fe le dice que busque «... y
encontrará; todos los que buscan encontrarán». Pero su experiencia le dice
todo lo contrario. Nadie busca tanto, con tanta pasión y necesidad como Job; y
así y todo no encuentra nada. «Pero si voy al oriente, no está allí, si hacia el
occidente, no le diviso, si me vuelvo al norte, no le descubro, si hacia el
mediodía, tampoco le veo» (Job XXIII, 8-9). ¿Por qué? ¿Por qué Dios no le
contesta a Job? ¿Cómo se compadece el Dios de la fe, el Fiel, con la
experiencia de buscar sin hallar?

No sólo Job tuvo esta experiencia. Como lo expresa C.S. Lewis en Una Pena
Observada, al reflexionar sobre el escaso consuelo que obtuvo de su fe
después de la muerte de su mujer:

Mientras tanto, ¿dónde está Dios? Este es uno de los síntomas más
inquietantes. Cuando uno es feliz, tan feliz que ni siquiera se tiene la sensación
de que uno necesita a Dios, tan feliz que uno se ve tentado de considerar los
reclamos de Dios como una interrupción, si en aquellas circunstancias uno Lo
recuerda y se vuelve hacia El con gratitud y alabanzas, uno se verá acogido
con los brazos abiertos -o por lo menos así parece. Pero ir hacia El con
desesperante necesidad, cuando cualquier otra ayuda es inútil, ¿con qué se
encuentra uno? La puerta a cal y canto, después de haber sido cerrada de un
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golpe en nuestras caras, y el sonido del otro lado de trancas y cerrojos.


Después, silencio.

En edades anteriores, especialmente en la Edad Media, épocas fuertes en


materia de razón pero débiles en lo que a introspección psicológica se refiere,
el problema crucial era el de las relaciones entre la fe y la razón. (Algunas de
las conclusiones filosóficas y científicas de Aristóteles parecían contradecir la fe
cristiana). En nuestra época, que es débil en materia de razón (y aun duda
sobre el poder de la razón para descubrir o probar la verdad objetiva) y fuerte
en materia de introspección psicológica y la experiencia de cada cual, el
principal problema está centrado en las relaciones entre la fe y la experiencia.
Hoy día mucha más gente pierde su fe porque experimenta tribulaciones y
piensa que Dios los ha defraudado que los que la pierden con argumentos
racionales. Job es un hombre para todas las épocas, pero muy especialmente
para la nuestra. Su problema es precisamente nuestro problema.

¿Cuál es la solución? Específicamente, ¿por qué Job experimenta la ausencia


de Dios precisamente cuando Dios le había prometido su Presencia? Una parte
de la respuesta es fácil: Dios está probando la fe de Job. Job debe creer en
Dios como real y presente y fiel no sólo cuando es fácil de creer, cuando las
cosas andan bien, porque la experiencia confirma la fe de tal modo que la fe es
casi innecesaria; debe aprender también a creer en Dios con fe desnuda, aun
cuando la experiencia y las apariencias parecen contradecirla -como Jesús en
la Cruz, abandonado por Dios, sin consuelo de ningún tipo. Semejante fe es
infinitamente más preciosa que aquella otra, barata y prescindible, que nos
lleva en la misma dirección que nuestra experiencia. La fe con rechinar de
dientes es valiosa no sólo porque el sufrimiento tiene valor en sí mismo o
porque el rechinar de dientes es valioso por sí mismo en cuanto semejante fe
procede del profundo y eterno centro de la persona, el yo, de la voluntad y no
de los sentimientos, no de las partes de la persona que dependen del entorno
y de lo que sucede en el mundo. Porque el mundo pasará, no así nuestro yo.
Lo que el yo decide en el tiempo resulta ratificado por toda la eternidad.
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Cuanto más fuerte sea la elección a favor de Dios en esta región oscura y
carente de emociones en el centro del yo, más segura y más profunda será la
salvación eterna de nuestras personas. La voluntad es el custodio de los
sentimientos y debemos aprender a conducirlos, no seguirlos.

Esa es la parte obvia y fácil de la respuesta. Dios está fortaleciendo y


perfeccionando la fe de Job, su fidelidad, en el crisol del sufrimiento. Pero hay
otra parte de la respuesta que procede de la naturaleza de Dios, no de la
naturaleza de Job. Porque Dios es lo que es, no puede comparecer a contestar
las preguntas de Job en función de sus requerimientos. Dios no le contestará a
Job porque Dios no es un Contestador. No es el que Responde. El es el
Iniciador, el Preguntador. No está en segundo lugar, está en el primero, «en el
comienzo». Su nombre (que revela su esencia) es «Yo Soy», no «El Es». Dios
existe en la Primera Persona del Singular. Es Sujeto, no Objeto, ni siquiera
objeto de las búsquedas e interrogantes de Job.

Todos los que alguna vez se encontraron con el Dios Verdadero (a diferencia
de los que sólo conocen el concepto de Dios), todos los santos y los místicos,
todos, en otras palabras, los que se parecen más a Job que a sus tres amigos
teólogos, han dicho lo mismo: cuando te encuentras con Dios, no puedes
describir ese encuentro con palabras, y mucho menos decir qué es Dios. Dios
no puede ser objeto de nuestros conceptos. Los conceptos estallan como
anteojos destrozados, como ojos rotos -en realidad, como otros tantos «Yo»
quebrantados. (5) Ya no soy yo y Dios «tú», mi objeto; ahora Dios es Yo, y yo
soy su «tú», su objeto. De aquí que los místicos digan cosas tan extrañas
sobre sus propias personas, como si fueran una ilusión, o algo que quedó
destrozado en este encuentro. La ilusión destrozada no es la del yo en cuanto
tal, sino que lo que estalla en mil pedazos es la habitual referencia que
hacemos de nuestras personas por la que yo soy yo, en el centro, mientras
que Dios aparece en algún lugar de la pantalla. Esta referencia es un
espejismo, una ilusión, y Dios la hace estallar revirtiendo el punto de mira:
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ahora somos nosotros los que aparecemos en su pantalla. Somos su objeto, no


que El sea el nuestro.

Esta es la razón por la que Jesús manifiesta su divinidad con tanto poder
revirtiendo la posición en la que pretenden colocarlo quienes lo interrogan. Sus
enemigos pretenden prenderlo, inmovilizarlo. El los prende, los inmoviliza.
Tratan de clasificarlo; El los clasifica. Sus amigos incluso intentan develarlo,
comprenderlo, revelarlo, sorprender el misterio de Quién es y hacerlo salir de
su escondite; pero cada encuentro logra exactamente el propósito inverso:
ellos resultan develados, comprendidos, revelados; el misterio de quiénes son
ellos sale de su escondite y resulta exhibido ante la luz Divina.
«¿Apedrearemos a la adúltera o no?» «-El que esté sin pecado que tire la
primera piedra». «¿Es lícito pagar el impuesto al César?» «-Dad a Dios lo que
es de Dios y al César lo que es del César» (le robaban a ambos). «¿Quién es
mi prójimo?» «-Ve y sé un buen vecino, como el buen Samaritano». En cuanto
uno trata de ponerlo a prueba, El lo pone a prueba a uno, ya que El es el
maestro y uno es el alumno y no viceversa.

Víctor Frankl ha sabido hablar de esta sorprendente experiencia por la que de


repente se revierte el punto de mira o la perspectiva con que se ven las cosas.
Hablando de la vida en los campos de concentración refiere que muchos de los
prisioneros aprendieron a dejar de hacerse la pregunta: «¿Cuál es el sentido
de la vida?» habiendo caído en la cuenta de que era la vida la que les
preguntaba a ellos cuál era «su» sentido de la vida. En lugar de seguir
preguntando «Vida ¿por qué me estás haciendo esto? ¡Exijo una respuesta!»
se dieron cuenta de que en realidad era la vida la que los interpelaba y exigía
una respuesta -una respuesta con hechos, no sólo palabras. Debían contestar
esa pregunta, ese desafío, haciéndose responsables. Aun cuando no entendían
a la vida como un instrumento de Dios, aun cuando «la vida» era más una
abstracción que una persona, aun así sentían que era interrogados,
interpelados por ella, al igual que las millones de personas que han tenido
experiencias de estar al borde de la muerte y que relatan que más bien era «el
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Ser de la Luz» quien los interrogaba y no ellos quienes preguntaban. Ocurre


que la única cosa que no se puede alumbrar es la luz. La luz es el mejor
símbolo físico de Dios porque es la única cosa física que no puede ser objeto de
visión. Dios no puede ser objeto de visión, física o mental. Santo Tomás de
Aquino dice que conocemos a Dios correctamente sólo en la medida en que lo
conocemos como incognoscible. La Escritura dice lo mismo: «Nadie ha visto
jamás a Dios; el Dios, Hijo único, que está en el seno del Padre, Ese le ha dado
a conocer». (Jn. I:18). Si Dios no hubiese tomado la iniciativa de revelarse, no
hay modo en que hubiéramos podido conocerlo. Cuando conocemos una
piedra, la piedra es toda pasividad y nosotros toda actividad. Cuando
queremos conocer a un animal, lo hallamos un tanto activo, y puede correr y
esconderse. Cuando queremos conocer a otra persona, dependemos de la libre
elección del otro que puede querer ser conocido, tanto como nosotros tenemos
el libre albedrío de querer conocerlo: los dos roles son equivalentes.
Finalmente, cuando queremos conocer a Dios, toda la actividad debe comenzar
desde Su lado.

De modo que Dios no puede comparecer para contestar las preguntas de Job
como si fuera un libro de una biblioteca de consulta (que es la manera en que
lo tratan los amigos de Job). Job pulsa botones, pero el Dios-máquina no
funciona, no porque esté rota sino porque no es una máquina. Finalmente Job
se da cuenta de esto cuando Dios irrumpe en su condición de Interrogador, no
de Contestador. Esta es la razón por que Job al final se arrepiente (Job XLII:6).
De lo que se arrepiente no es de algún pecado específico que ha cometido y
escondido, como sospechan sus amigos, sino de su error metafísico, su pecado
contra la gramática del ser, el haber actuado la parte de Dios. Las últimas
palabras de Job son sus mejores: «Las palabras de Job han terminado». Sólo
cuando Job se calla aparece Dios.

La mayoría de nosotros habla demasiado. Es increíble cuán breves son los


dichos de Jesús. Cuando rezamos, ¿quién carga con la mayor parte de la
conversación? ¿Quién habla más de los que conversan? ¿Acaso el más
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importante de los dos? Si tuviéramos la oportunidad de conversar con algún


personaje importante, como la Madre Teresa o Alexandr Solzhenitsyn,
¿seríamos nosotros los que hablaríamos más o querríamos escuchar la mayor
parte del tiempo? ¿Por qué será que le hablamos tanto a Dios que no tenemos
tiempo de escucharlo? Cuánta paciencia ha de tener Dios, esperando que nos
deshagamos de todo el ruido mental y verbal con la esperanza de que haya un
intervalo de silencio antes de que nos pongamos a conversar con el mundo sin
solución de continuidad. En ese segundo de silencio, en ese brevísimo intervalo
que hay entre el momento en que dejamos de hablarle a Dios y comenzamos a
hablarle al mundo, Dios nos regala más gracias que en ningún otro lugar, a
excepción de la que nos otorga con los sacramentos.

En determinado momento Job le dice a sus tres charlatanes amigos: «¡Qué


plaga esta necesidad que tienen de quedarse con la última palabra!». Son
como las estrellas de las telenovelas, siempre atentas a cerrar el show con una
última palabra, mientras cae el telón. Pero bueno, ¡Job hace con Dios
exactamente lo mismo que le reprocha a sus amigos hacerle a él! No lo
escuchan a Job porque están demasiado ocupados hablándole a él, y Job no lo
escucha a Dios porque está demasiado ocupado hablándole a El. Al final,
cuando aparece Dios, Job se arrepiente, no de ser peor que sus amigos... ¡sino
de ser exactamente igual que ellos! Son como los cuatro monjes Zen que
habían hecho votos de silencio de por vida. Un día, uno de ellos dijo una
palabra solamente. El segundo le dijo: «Has quebrantado tu voto de silencio».
El tercero le dijo al segundo: «Eres un asno más grande que él. ¡Tú también lo
has quebrantado!». El cuarto se sonrió interiormente mientras decía: «Soy el
único que no lo ha hecho».

¿Alguna vez han guardado media hora de silencio sin hablar ni con los labios ni
con la mente? Van a tener que aprender ese arte si quieren soportar el Cielo,
porque después de roto el séptimo sello habrá media hora de silencio (Apoc.
VIII:1).
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Sólo en el silencio se concilian perfectamente la experiencia y la fe, puesto que


la fe nos dice que Dios es «Yo soy» y el silencio nos permite experimentar su
Yo-idad, tanto como su Ser-idad, su prioridad tanto como su realidad. Toda
palabra sutilmente falsifica a Dios. Como decía Lao-tzu: «Los que dicen no
saben; los que saben no dicen». Es que «el Camino del que se puede hablar no
es el Camino Eterno». De todos modos el Camino nos ha hablado. «En el
principio era el Verbo», no sólo el silencio. Necesitamos del silencio no porque
Dios sea silencio, sino porque Dios es Palabra. Sólo en el silencio pueden
conciliarse la fe con la experiencia.

3. El Problema del Sentido de la Vida

La más grande de las cuestiones, el interrogante que incluye a todas las demás
preguntas es el que le formula Job a Dios en Job X:18: «¿Para qué me hiciste
salir del seno materno?». En otras palabras, ¿qué clase de historia soy yo?,
¿cuál es mi libreto?, ¿qué película es ésta?, ¿por qué nací?, ¿por qué vivo?, ¿de
qué cuernos se trata todo esto?

Es también la pregunta del Eclesiastés, pero Job obtiene una respuesta


diferente a la del Eclesiastés. Pascal los llama los dos filósofos más grandes y
estoy de acuerdo. ¿Pero por qué Job obtiene una respuesta que no obtuvo el
Eclesiastés? Por la misma razón por la que Moisés obtuvo una respuesta a sus
preguntas sobre las que los filósofos se habían preguntado inútilmente durante
largos siglos: ¿Quién es Dios?, ¿Cuál es su nombre? ¿Cuál es su naturaleza?
¡Moisés tuvo el buen sentido de preguntárselo! (Véase Ex. III:14). El
Eclesiastés es como los tres amigos de Job: filosofando interminablemente
acerca de Dios. Job es como Moisés: Job le pregunta a Dios; busca la cara de
Dios. Y «los que buscan encontrarán».

Pero no en seguida. ¿Por qué la demora? ¿Qué sentido tiene la demora? La


vida de Job, sobre la que se pregunta, tiene dos caras: buscando y
encontrando. Claramente la respuesta a la pregunta por el propósito, el
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significado, el fin, el sentido, la consumación de la vida, está en encontrarlo a


Dios. Pero ¿qué hay de la otra mitad, la búsqueda? ¿Para quién deja Dios sufrir
a Job y buscar y agonizar? ¿Qué tenía Dios que demostrar? ¿Acaso Job es un
insecto dentro de un tubo de ensayo para satisfacer la displicente y sádica
curiosidad de Dios? ¿O acaso Dios subió la temperatura del tubo de ensayo
para ganarle la apuesta al diablo?

No caben dudas de que Dios no hace nada por razón de Satanás, por razón del
mal. No existe justificación alguna para que el Bien le haga reverencias al mal,
y la Omnipotencia no necesita hacerle la más mínima concesión. Ni tampoco
porque se le antoje a Dios, ya que en su omnisciencia no necesita hacer
experimentos. A Dios no le hacía falta saber que la fe de Job aguantaría. Pero
Job sí. Toda la agonía y la espera tienen que haber sido para Job, por el bien
de Job, por la bienaventuranza de Job. Incluso la cruz «es el don que Dios le
otorga a sus amigos», dice uno de los santos. Especialmente la cruz.

Este mundo es «un valle hacedor de almas», el taller de un gran escultor, y


nosotros somos las estatuas. Para perfeccionarlas, las estatuas deben soportar
muchos golpes del cincel y ser endurecidos con el fuego. No hay alternativas.
Una vez que perdimos nuestra inocencia original el camino de vuelta hacia Dios
tiene que ser doloroso, puesto que el Hombre Viejo del pecado persistirá en
sus quejas y dolencias con cada paso hacia su viejo enemigo, el Bien. Decir
«que no se haga mi voluntad sino la tuya» era motivo de júbilo extático en el
Edén y lo será en el Cielo, pero ahora es la tarea más difícil (y más necesaria)
de nuestras vidas. Sin eso no tenemos cara con la cual enfrentar la cara de
Dios. ¿Por qué pudo Job contemplar a Dios cara a cara y seguir viviendo?
Porque Job obtuvo un rostro con su atribulada fe. Como dice C.S. Lewis al final
de su novela Hasta que tengamos rostros: «¿Cómo vamos a poder encarar a
los dioses si no tenemos caras?».

Este es el sentido de la vida: conseguir una cara, convertirnos en personas


reales, volviéndonos nosotros mismos -pero de manera y hacia un fin que ni
PETER KREEFT / JOB Pág. 29 de 40

siquiera pueden imaginar los populares psicólogos de nuestro tiempo que


repiten estas cosas tan campantes. Sí, en efecto, la vida es un proceso de
convertirse en uno mismo -pero es a través del sufrimiento, no por medio del
pecado; mediante grandes «No» además de grandes «Sí», trepando contra la
gravedad de nuestro egoísmo, no por medio de caminos llanos y directos de
«auto-realización» y «auto-actualización». El sentido de la vida es guerra. Y
nuestros enemigos no son menos sino más formidables que la carne y la
sangre. A menos que los derrotemos moriremos de una muerte infinitamente
más desesperante y horrible que la sangre coagulada de cualquier campo de
batalla. No es fácil conseguir una cara. Lo de Job no es excepcional, sino la
regla; las tribulaciones a través de la cuales Dios tuvo que traerlo son las
nuestras también, de un modo u otro. De todos modos, el camino de Job
resulta notablemente visible, extraordinariamente externalizado. No todos
perdemos nuestros hijos, nuestra salud, nuestras posesiones y nuestra
confianza en un día. Y sin embargo todos tenemos que aprender a perderlo
todo excepto Dios, puesto que todos vamos a morir y no nos podemos
llevarnos nada con nosotros que no sea Dios.

Los filósofos proponen bellísimas y nobles respuestas a la cuestión del sentido


de la vida, su propósito y finalidad: virtud, sabiduría, honor, personalidad,
júbilo, libertad, «lo verdadero, lo bueno y lo bello» -pero ignoran la roñosa
preguntita que nos irrita mientras admiramos estos verdaderos ideales.
¿Cómo? ¿Cómo lograremos que este enano vuele como un águila? ¿Cómo
llegaré desde aquí hasta allá, desde Antes hasta Después, desde cretino a
Cristo? «Muy bien, ahora saben para qué fueron hechos: para transformaros
en criaturas resplandecientes, brillantes e íntegras que puedan soportar la
perfecta luz del Cielo, verdaderos dioses o diosas. De modo que ¡adelante, por
favor! Convertíos en eso. Sed Santos como el Señor vuestro Dios es santo. Sed
perfectos como vuestro Padre en lo Cielos es perfecto». ¡Correcto!

Como ven, no se trata de soplar y hacer botellas. Hay que esculpir un poco.
Hace falta un poco de guerra espiritual. Lo notable no es tanto que Dios nos
PETER KREEFT / JOB Pág. 30 de 40

pega tantos golpes con su cincel cuanto que logra lo que quiere con tan pocos.
Lo que hay que subrayar no es la cantidad de cosas malas que le pasan a la
gente buena sino la cantidad de cosas buenas que le pasan a la gente mala. Y
al final de esto Job, en cuanto ve a Dios, cae en la cuenta, y esta es la razón
por la que consigue respuestas y resulta satisfecho. También nosotros.

Para empezar, Dios nos podría haber creado en el Cielo, felices e inocentes.
¿Por qué en lugar de eso nos fijó un tiempo de prueba en la tierra? Por la
misma razón por la que un buen maestro no le da todas las respuestas a sus
alumnos. Apreciamos más la verdad cuando la encontramos por nosotros
mismos. Entones es más verdaderamente nuestra. La verdad a la que me
refiero aquí no es sólo la verdad objetiva, sino nuestra identidad, nuestra
verdadera cara. Dios la diseñó, pero Dios ha arreglado las cosas para que laa
co-esculpamos, que co-creemos nuestros propios seres mediante nuestras
decisiones y experiencias en el tiempo. Sólo viviendo descubrimos quiénes
somos.
Esto quiere decir que hasta que terminemos en realidad no sabemos quiénes
somos (en cuanto dejemos de engañarnos). Quiere decir que cada vida es una
larga crisis de identidad. La de Job es sólo más notable y repentina. Alguna vez
fue Job el recto, Job el justo, Job el buen ejemplo, Job el preferido de Dios.
Ahora todas esas etiquetas son arrancadas y se ha convertido en un montón
de llagas sentado en un montón de estiércol rascándose con un tejo. ¡Con
razón que cuando llegan sus tres amigos no lo reconocen! (Job II:12).

La nota al pie de página de la Biblia de Jerusalén remite muy adecuadamente


al siervo sufriente de Isaías 52 y 53, que era un descastado, como un leproso,
uno del que los hombres ocultan sus caras, uno que fue llevado fuera de las
puertas de la ciudad para ser crucificado, fuera de la humanidad, excomulgado
de su gente, «un gusano y no un hombre» como dice el Salmo 22 que él
recitaba en la cruz. Job es una figura de Cristo, tan severamente irreconocible
que resulta severamente reconocible, pues esto es parte de lo que Cristo es:
irreconocible «un gusano, no un hombre... descastado de su gente».
PETER KREEFT / JOB Pág. 31 de 40

El único lugar en el que Job puede encontrar su identidad es en su Autor y su


Diseñador. Esto es verdad para todos puesto que todos somos personajes
inventados por un Autor, ¿y cómo podría el personaje encontrar su identidad
fuera de su Autor? Así, Job encuentra su identidad sólo al encontrar a su Dios;
Job resuelve el tercer problema (su identidad y propósito) solamente al
resolver el cuarto, el más profundo de los problemas, el problema de Dios, al
que debemos volvernos.

El Problema de Dios

El problema de Dios en el libro de Job no es el problema de su existencia. Sólo


el necio dice en su corazón que no hay Dios, y no dice eso porque así se lo
dictan la razón y las evidencias que tiene a la vista sino porque sus deseos
tramposamente le aconsejan fingir que no hay Dios de modo que pueda pecar
impunemente. (Ese es el psicoanálisis del salmista [Salmo 14] y del Apóstol
[Rom. I:18:21]).

Y el problema de Dios tampoco es acerca de Qué o Quién es en sí mismo. Ese


es el problema del teólogo o del filósofo. El problema de Job es otro: ¿Qué o (o
mejor quién) es Dios para mí? ¿Cuál es la relación?

Hay dos problemas de Dios en Job: el primero tiene que ver con Job y la
búsqueda; el segundo concierne a Dios y su encuentro.

El primer problema tiene que ver con las razones por las que Job establece una
acertada relación con Dios mientras lo busca. El segundo problema tiene que
ver con las razones por las que Dios, una vez hallado, aparece como
perfectamente idóneo para responder a todas las preguntas y angustias de Job
aun antes de contestar a ninguna de sus preguntas y antes, incluso, de
devolverle las posesiones mundanas que le había quitado. Hay dos enigmáticas
secciones en el libro de Job que ponen de relieve estos dos problemas. El
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primero está en Job XLII:7, donde Dios aprueba las herejías y blasfemias de
Job mientras que reprueba las pías y ortodoxas manifestaciones de sus tres
amigos. El segundo se encuentra en Job XLII:1-6 donde Job, el más exigente e
impaciente y difícil de contentar de cuantos hombres hay en la Biblia, se
muestra enteramente satisfecho.

La primera frase enigmática dice lo siguiente: «Después que Yahvé hubo dicho
estas palabras a Job, dijo a Elifaz temanita: "Estoy irritado contra ti y contra
tus dos amigos, porque no habéis hablado de Mí rectamente, como mi siervo
Job"». Pero Job había confesado que había pronunciado «palabras
destempladas» (Job VI:3). Pensó que Dios era su enemigo, pensó que Dios
inventaba pesares contra él sin causa alguna ¡y aun que Dios perdería el pleito
que Job le iniciaría, si hubiera un tribunal ecuánime para examinar el caso!
Qué horrible sería ganarle un juicio a Dios. ¿Qué esperanza quedaría? Nuestra
única esperanza, como reza el encantador título de una homilía de
Kierkegaard, está «En La Edificación Que Se Infiere Del Pensamiento Que
Cuando Nos Oponemos A Dios Siempre Estamos Equivocados».

Si la fuente de todo derecho está en sí misma torcida, si la fuente de toda


verdad es en sí mismo un error, entonces no hay una realidad recta con las
que nos podemos reconciliar, a la que podemos aspirar, en la que podemos
esperar, sobre la que podemos contar para volver a casa. Las palabras de Job
son necias, salvajes, blasfemas incluso. ¿Cómo puede Dios decir que habló con
verdad?

¿Y cómo puede Dios decir que los tres amigos no hablaron bien? Todas y cada
una de las cosas que dicen pueden ser halladas en docenas de pasajes en
otros lugares de la Biblia. Defienden a Dios; son piadosos, son ortodoxos. Su
punto de vista es sencillamente que «Dios es veraz y todos hombre mentiroso»
(Rom. III:4). Su deseo es sencillamente que se cumpla aquello de que «Yahvé
se ha dado a conocer haciendo justicia; el pecador quedó enredado en las
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obras de sus manos» (Ps. IX:17). ¿Cómo puede esto estar mal y que Job esté
en lo cierto?

Una «solución» que algunos intérpretes radicales han elegido es decir que el
libro de Job fue escrito por un hereje y que contradice al resto de la Biblia.
(Todos los que dicen eso en realidad quieren decir que el resto de la Biblia es
herética porque contradice al libro de Job). La teoría es que Job está en lo
cierto y que Dios está realmente equivocado, Job el héroe y Dios el villano.
Esta es, claro, la misma clase de locura a que aludíamos cuando Job juguetea
con la idea de ganarle un juicio a Dios en una corte. Tiene que haber un
camino mejor.

Lo hay. Fíjense cuidadosamente en lo que Dios le dice a Job en LXII:7 -no que
Job había dicho la verdad, sino que había hablado veramente y no que los tres
amigos no habían dicho la verdad sino que no habían hablado veramente como
sí lo había hecho Job. ¿Cuál es la diferencia entre decir la verdad y hablar
veramente? Es la diferencia que hay entre un sustantivo y un adverbio, entre
la verdad en el contenido de lo que se dice y la verdad en el acto mismo de
hablar. Si uno dice o no la verdad es una cuestión objetiva, en tanto que si uno
habla veramente o no es una cuestión subjetiva. No siempre dijo la verdad,
pero siempre habló veramente. Tenía la calidad de la verdad, de la emeth, de
la fidelidad, en su existencia y en su conducta. Tenía lo que Kierkeggard llamó
(algo equívocamente) «la verdad como subjetividad» (en sus Apostillas
Definitivas No Científicas).

¿Qué quiere decir esto exactamente? Job se pega a Dios, le importa Dios,
retiene la intimidad con El, la pasión, en tanto que los tres amigos se
conforman con la certeza de las palabras, «la ortodoxia muerta». (6)

Las palabras de Job no reflejan adecuadamente a Dios como sí lo hacen la de


los tres amigos, pero el propio Job está instalado en un plano de relación real
con Dios, cosa que no se puede decir de sus amigos: me refiero a la relación
PETER KREEFT / JOB Pág. 34 de 40

de corazón y alma, a una pasión de vida o muerte. Nadie puede relacionarse


realmente con Dios sin una pasión de vida o muerte. Relacionarse con Dios de
un modo finito, parcial, restringido o calculador es como decir que dicha
relación no es real. O Dios lo es todo o no es nada. Job piensa que Dios lo ha
dejado caer, de modo que en cierto sentido Dios se ha convertido en nada para
él. Es un error, pero por lo menos Job sabe que es un asunto de todo o nada.
Dios es amor infinito, y lo contrario del amor no es el odio sino la indiferencia.
El amor de Job a Dios está infectado con odio, pero el amor de los tres amigos
de Dios está infectado con indiferencia. Dios permanece casado con Dios y le
arroja platos; los tres amigos mantienen una relación conyugal muy madura
con cuartos separados tomándose vacaciones cada cual por su lado. La familia
que se pelea unida, permanece unida.

Hay una segunda razón por la que Job habló bien cuando habló sobre Dios. La
más obvia e importante de las diferencias entre los discursos de Job y los
discursos de sus tres amigos es algo que se nos escapa por la misma razón
que los nombres de los continentes en letras mayúsculas nos pasan
desapercibidos y el caso de la famosa carta robada de Poe (en el famoso
cuento corto), una carta que se halla a la vista de todos, que no fue advertida
por la policía que la buscaba en cada rincón y escondite de la casa; es
demasiado grande, está demasiado cerca, es demasiado obvia, como la nariz
en la cara (la mía, por lo menos). Yo no me había dado cuenta hasta que me lo
señaló Martin Buber, y este descubrimiento me iluminó el libro de Job como
ninguna otra cosa podía hacerlo: la diferencia estriba en que los tres amigos
hablan sobre Dios mientras que Job le habla a Dios.

Esto es hablar «veramente» porque es hablarle a Dios tal cual es, como una
Persona siempre presente, no un objeto ausente. Al hablarle a Dios utilizando
la segunda persona del singular estamos más cerca de la primera persona del
singular que si usamos la tercera. Utilizando el «Tú» estamos más cerca del
«Yo Soy» que hablando sobre «El». Buber dice que «Dios es el Tú que nunca
PETER KREEFT / JOB Pág. 35 de 40

pueda convertirse en Aquello». Por la misma razón también dice que «Dios es
inexpresable en palabras pero siempre se le puede dirigir la palabra».

Supongamos que estoy en vuestra presencia y alguno de ustedes se pone a


hablar con un tercero sobre mí ignorándome. Esto no sólo es sumamente
insultante; es metafísicamente incorrecto. Es un trato de lo real como si fuera
irreal; trata a la presencia como si fuera ausencia. Y esto es lo que viven
haciendo los tres amigos de Job. Nunca rezan, sólo predican. Job siempre está
rezando, como San Agustín en sus Confesiones: cada palabra le es dirigida a
Dios o es pronunciada en su presencia. Esta es la razón por la que hay tanta
luz enceguecedora aun en medio de la confusión: Job insiste en colocarse en la
presencia de Dios que es luz. En cambio los tres amigos intentan generar su
propia luz razonando sobre Dios como si fuera un concepto. Dios está allí todo
el tiempo, entre Job y sus amigos, por así decirlo, como el quinto personaje
alrededor del montón de estiércol. Job cree en esta verdad fundamental y por
eso habla veramente (esto es, al Dios que está realmente presente), mientras
que los tres amigos actúan como si Dios no estuviera allí. Es que la segunda
persona («tú») implica presencia, en tanto que la tercera («él») significa
ausencia.

La más prácticas de las moralejas que podemos extraer del libro de Job -la
mejor lección práctica que podemos extraer de cualquier cosa- es la «práctica
de la presencia de Dios», el más simple y fundamental ejercicio de realismo y
santidad. Los dos son idénticos puesto que ambos significan que nos
instalamos en la realidad, no en la ilusión, actuando como si fuera real lo que
es real. Y la más fundamental de las realidades es que Dios está presente.

El otro pasaje enigmático del libro es aquel donde Job le responde al discurso
de Dios:

Sé que todo lo puedes;


para Tí ningún plan es irrealizable.
PETER KREEFT / JOB Pág. 36 de 40

¿Quién es éste que imprudentemente


oscurece el plan divino?
Soy yo, he hablado temerariamente de las maravillas superiores a mí
y que yo ignoraba [...].

Sólo de oídas te conocía;


mas ahora te ven mis ojos.
Por eso me retracto y me arrepiento,
envuelto en polvo y ceniza. (Job LXII:1-6)

Job es el más exigente de entre todos los hombres de la Biblia, el «dubitativo


Tomás» del Viejo Testamento. ¿Por qué de buenas a primeras este Sócrates
judío se muestra satisfecho? Dios no le contestó ninguna de sus preguntas. En
cambio, pareciera que lo único que le dijo fue «¿Qué sabés, de todos modos?»
«Al fin ¿qué derecho tenés de creer que tenés derecho a saber la respuesta?»
«¿Quién te creés que sos?» Incluso un hombre del común se vería
desilusionado con semejantes respuestas; ¿cuánto más desilusionado no
estaría este archi-preguntador que es Job?

Hagamos un pequeño experimento mental para intentar develar por qué Job
resultó satisfecho. Supongamos que Dios le había dado a Job lo que este
esperaba. Supongamos que Dios contestó con total claridad y contundencia
todas y cada una de las preguntas que Job le había formulado (ciertamente
Dios podría hacer eso si quisiera). Supongamos que Dios hubiera escrito el
más completo y definitivo libro de teología para Job. Muy bien ¿cuál creen
ustedes que habría sido el resultado?

Creo que lo sé, porque creo que lo conozco a Job. Job habría quedado
satisfecho durante unos cinco segundos después de haberlo terminado. Y aun
quizá durante cinco minutos más. Pero luego nuevas cuestiones quedarían
planteadas, como cabezas de la Hidra: pregunta sobre pregunta, interrogantes
acerca de las respuestas, cuestiones sobre interpretaciones a las respuestas de
PETER KREEFT / JOB Pág. 37 de 40

Dios. Cada respuesta produce otras diez preguntas en cabezas como las de
Job, esto es, la cabeza de un filósofo honesto y apasionado con una
inteligencia fuera de serie. Y allí habría recomenzado la guerra intelectual. Los
cientos de pequeños soldados saliendo de la cabeza de Job necesitarían ser
atajados por los cientos de grandes guerreros que saldrían de Dios. Por
supuesto que serían atajados. Pero luego habría otros centenares, y luego
miles. La mente humana tiene una capacidad infinita de asombro. Nada la
puede parar, ni siquiera las respuestas, ya que de cada respuesta surgen diez
nuevas preguntas. Eventualmente, estaríamos frente a un campo de batalla
repleto de cadáveres de ideas vencidas y malos entendidos aclarados. Estos se
acumularían de manera exponencial, se interpondrían entre Job y Dios, tal
como se interponían entre los tres amigos de Job y Dios. El peligro de la
verdad está en que se ve oscurecida por más verdades. Hay una sola manera
de vencer este peligro, y Dios eligió ese camino con Job. Este camino tiene dos
partes. La primera parte es negativa: no decir toda la verdad con palabras, no
dar las respuestas, aun respuestas verdaderas y adecuadas, no cortar una de
las cabezas de Hidra para que no engendre dos más. Así, Dios no contesta las
preguntas de Job; en lugar de eso Dios contesta a Job y esa es la segunda
parte, el corazón del asunto. Así como Jesús constantemente contesta a sus
interrogadores en lugar de responder a sus preguntas, toda vez que la cuestión
real es el interrogador, no su pregunta, el corazón y no las palabras, del
mismo modo aquí Dios contesta el interrogante más profundo del corazón de
Job: ver a Dios cara a cara; ver la Verdad, no verdades; encontrarse con la
Verdad, no sólo conocerla. Job se ve satisfecho con la única respuesta que
podía satisfacerlo, en el tiempo o en la eternidad, la única respuesta que
podría satisfacernos a nosotros en el tiempo o en la eternidad, la única
respuesta que puede vencer el hastío y la eventual «vanidad de vanidades», la
respuesta definitiva al Eclesiastés, así como a los tres amigos: el Contestador,
no la contestación.

«Antes te conocía de oídas, mas ahora te han visto mis ojos». He aquí el
clímax de Job. Es el versículo más importante del libro. Explica todo lo que
PETER KREEFT / JOB Pág. 38 de 40

ocurrió, por qué Dios lo trajo a Job arrastrándolo a través de un montón de


estiércol: para esto. Este es el fin de la vida, el sentido de la vida, el propósito
de la vida. He aquí la solución del problema del mal, y la solución al problema
entre el conflicto entre la fe y la experiencia, y la solución al problema del
sentido de la vida, y la solución del problema de Dios, de quién es Dios para
mí. Esta es la solución de todo. Nadie, ni siquiera Job, puede sentirse
desilusionado con esta respuesta. Nadie tendrá más dudas una vez que vea
esta respuesta. Nadie se sentirá defraudado, estafado o desilusionado con esta
respuesta, no importa cuán exigente e insatisfecho esté con todas las demás
cosas. He aquí la respuesta que llena el infinito, que colma el vacío con forma
de Dios en el corazón del hombre. He aquí a Dios.

En mi opinión, la más grande de las preguntas jamás formulada y la más


grande respuesta jamás dada se encuentran en un incidente al final de la vida
de Santo Tomás de Aquino. Tomás se creía solo en la capilla (pero su amigo
Reginaldo estaba allí y ha jurado que vio y oyó lo que sigue) y se encontraba
rezando ante el altar. Una voz de la boca del Cristo Crucificado: «Has escrito
bien de mí, Tomás. ¿Qué quieres como recompensa?» Era la misma pregunta
con que Jesús había comenzado su ministerio público, en el Evangelio de Juan:
«¿Qué queréis?» (Jn. I:38). Y la igualmente grande respuesta de Tomás, la
respuesta que me estremece y emociona cada vez que la digo, fue «Sólo Tú,
Señor». El teólogo que había encontrado miles de respuestas -más respuestas,
y respuestas más certeras que ningún otro teólogo de la historia- quiere una
sola cosa: «lo único necesario» que María quería y que Jesús quería que
quisiera Marta (Lc. X:42): a El mismo. Es por esto que Job quedó satisfecho.
No obtuvo lo que creía que quería, pero sí obtuvo lo que realmente quería. No
obtuvo lo que su cabeza y su conciencia le indicaban que quería, sino lo que su
corazón y su inconsciente sabían que querían, lo que todos queremos. No
podemos impedirlo: Dios nos hizo así. Sólo una llave calza en el cerrojo; sólo
un Romeo satisface a Julieta. «Un abismo llama a otro abismo» -sólo el infinito
puede casar con el infinito. Así como ningún animal era adecuado para Adán
(Gn. II:18-24), del mismo modo ninguna criatura es adecuada para el corazón
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humano, y a fortiori ningún concepto. Los conceptos son imágenes, y los


hombres no pueden casarse con imágenes (aunque muchos de nosotros
intentamos relacionarnos más con la imagen de nuestra esposa o amigo -la
imagen de lo que creemos que deberían ser- que con las personas reales cuyo
perfil desborda y despatarra cualquier imagen que nos formamos de ellos). Job
queda satisfecho porque toda la vida es cortejo y ahora finalmente se va a
casar. Por un momento se le otorga a Job un anticipo de la Visión Beatífica que
aguarda en el Cielo a cuantos creen.

Se trata de la diferencia entre el conocimiento indirecto y el conocimiento de


primera mano, entre el conocimiento «de oídas» y el de «ver con los ojos».
Job había oído acerca de Dios, pero ahora ve a Dios. Es como si uno nunca
hubiese conocido a su padre porque estaba afuera en la Legión Extranjera, y
nos mandaba cartas que era transmitidas e interpretadas por nuestra madre
(Nuestra Madre la Iglesia), y luego un día entra por la puerta y dice: «Aquí
estoy». Supongan que las cartas eran correctas y adecuadas y que habían sido
perfectamente interpretadas por vuestra madre. Aun así, la diferencia sería
infinita entre el conocimiento de oídas y el verlo con los ojos. Un sólo momento
de su presencia valdría infinitamente más que todas las cartas del mundo.
En su sermón sobre «El Amor Puro de Dios», San Agustín imagina a Dios
viniendo hacia nosotros con una pregunta análoga a la que le hizo a Santo
Tomás. Consiste en una especie de test por el cual averiguamos si tenemos «el
amor puro a Dios», esto es, si cumplimos con el primero y más grande de los
mandamientos, si amamos a Dios con todo el corazón y con toda el alma, allí
en ese centro profundo y oscuro de nuestro ser, allí donde la «opción
fundamental» decide nuestro destino eterno. San Agustín supone que Dios nos
propone un negocio y dice: «Te daré cualquier cosa que quieras. Puedes
poseer el mundo entero. Nada será imposible para tí. Tendrás un poder
infinito. Nada será pecado, nada prohibido. Nunca morirás, nunca sentirás
dolor, nunca tendrás algo que no quieras y siempre tendrás lo que quieres -
excepto una cosa: no verás mi rostro». ¿Agarrarían viaje? ¿Aceptarían el
negocio? Si no, es porque tienen el puro amor de Dios. Porque fíjense en lo
PETER KREEFT / JOB Pág. 40 de 40

que acaban de hacer: han renunciado al mundo entero -y más: a todos los
mundos posibles, a todos los mundos imaginables, a todos los mundo
deseados- por sólo Dios. San Agustín pregunta: «¿Acaso sintieron frío en el
corazón cuando oyeron esas palabras "nunca verás mi rostro"?». Ese frío en el
alma es el más preciado de los bienes que uno puede poseer; es el puro amor
de Dios.

Job sintió ese frío a lo largo de sus tribulaciones. De lo que habla y vuelve a
hablar no son sus llagas y sus posesiones perdidas, ni siquiera de la familia
que perdió, sino del Dios que perdió. Aparentemente había sido dejado de la
mano de Dios; aparentemente jamás vería su rostro. Eso era la que más
quería, aún cuando le significara la muerte. En efecto, dijo lo que San Agustín
en sus Confesiones: «Déjame morir, sólo déjame ver Tu rostro, no sea que
muera añorando verte». (O, en otra traducción: «Deja que me muera, no sea
que me muera; sólo déjame ver Tu rostro»).
En nuestras vidas una sola cosa nos es garantizada: ni la felicidad, ni la
búsqueda de la felicidad, ni la libertad, ni siquiera la vida. La única cosa
absolutamente garantizada es lo único absolutamente necesario: Dios. Y la
sabiduría consiste esencialmente en desear absolutamente lo que
absolutamente necesitamos, en conformar nuestros deseos a la realidad. En
esto el libro de Job resulta incomparablemente superior al Eclesiastés.
Debemos identificarnos con el libro de Job, no con el Eclesiastés, puesto que la
vanidad del Eclesiastés es la filosofía del Infierno, en tanto que la búsqueda de
Job es la filosofía del Purgatorio, y todos se gradúan en la universidad del
Purgatorio con títulos honoríficos que se otorgan en el Cielo.

* * *
El Cantar De Los Cantares:
La Vida como Amor
123

Antes de que escriba nada sobre el Cantar de los Cantares, debo


f?\ .••.(onfesar que me enfrento a un problema: estoy metido en carnisa de
[T once varas, rnetido en problemas que me quedan grandes, jugando
!/ ~:::t~~:o:d::sn g~:n~::t~~~t~: ::~::~~::~:~:~:~l~b;~n h~e:~~:~
i~inde Claraval, Sanjuan de la Cruz y Santo Tomas de Aquino, este ultimo
~f;'i
~scribfaun comentario dellibro cuando 10 sorprendi6 la rnuerre, (Que
r '~decuado -Dios cortando el trabajo del fotografo cuando la suite de la
Iii' [una de miel ya estaba lista). (Como puedo jugar en esra division?

Ii•.·~robl:;'
• ;;:~O~;~u~u;~:p:::~:::~el:,~:!sOaSj~;:::
!;U .. allf donde los angeles temen pisar. No estaremos a la altura de estos

I; l;::.ds:~::
~r:~::~~;:~~;~::':7:;::g:,
::~:: ~e:~.::.rares
i::::-:::-::::':'"
Otro problema antes de empezar: este es el unico libra en la Biblia
lj............ (con excepci6n de la version mas corta de Ester) que nunca menciona a
IJ:~)\\ Dios. I (Como puede set que esre libro sea el favorito de los santos?
~\,:;~,y/:

!?ii
..:":':: .

~!}j?y:"'.\
~~N.; es un simbolo
Dios~::ae;nu:d~~;:~~:s :nu:~; ~~::a~: ~:~~~~~:l:~i~~~~i~~e;:~
de Dios, y su elegida un simbolo del alma, 0 del pueblo

~):;, ~:~~~'e:::a~ilbr: ~: ~~~~:s~~t:::U;:~o:s~:~~o:n~:ri:~~:~a~i~~~:~~


~ > el proposito ultimo de la vida, el que encontramos al final dellibro de
10"(( Job: el encuentro y las nupcias entre nosotros y Dios. Esra es la mas ele-

J;' ; .' Debido a In ambiguedad del original hebreo, las traducciones de Cantares VIII:6 difieren.
1\' En algunas versiones,tales como la Biblia deJerusalen, se usa la palabra Yahve. (N. del A.).
124 TRES FIlOSOFfAS DE VIDA

vada y mas santa y mas feliz de las esperanzas del corazon humano,
aquello por 10 que hambreamos, 10 que buscamos y afioramos desde que
vinimos al mundo. Este es el ultimo capitulo de la vida del hombre, el
argumento central y la finalidad de todas las cosas.

Es tarnbien Ia Have escondida del resto de la Biblia. La Biblia trata


sobre Ia vida real, desde luego -es el libro mas realista jamas escrito. Y
el argumento central de la vida real es el arnor. La Biblia entera es una
historia de amor porque Dios, su autor, es arnor. Detras de las aparien-
cias de una historia de guerra, de las semblanzas de una novela policial,
de una tragedia, una comedia 0 una farsa, al final, la vida es, en reali-
dad, una historia de amor. As! el Cantar de los Cantares es la respuesta
definitive a las preguntas del Eclesiastes y ala busqueda de Job.

Se trata de una historia de amor duplicada, vertical y horizontal,


divina y humana. los dos grandes mandamientos consisten en amar a
Dios y amar a nuestro projimo, Asf, este gran poema de arnot debe ser
interpretado en dos niveles, divino y humano. El novio simboliza aDios,
pero es rarnbien cualquier hombre, literalmente; y la novia simboliza al
alma, pero es tarn bien literalmente cualquier mujer. Interprerar un libra
o un pasaje simbolicarnente no equivale a abandonar la interpretacion
literal. Existe un prejuicio ridicule e indefendible entre la rnayorfa de los
biblistas conternporaneos, aficionados 0 profesionales, quienes pretenden
que hemos de elegit disyunrivamente entre la interpretacion simbolica 0
la literal. los fundamentalistas se erizan automaticamente ante el solo
sonido de la palabra simbOlico en tanto que los modernistas automatica-
mente se erizan al ofr hablar de un sentido literal. Opino que ya es hora
de que re-descubramos las riquezas del rnetodo cuadriforme, rnerodo
eminentemente sabio y sana de Santo Tomas y los medievales, a vet si
podemos ganar de nuevo las alturas de las que hemos cafdo, 2

z Santo Tomas expuso los diferenres sentidos de la Escritura en la Sum« TeolOgica (q. I,
art. X). (N. del T.).
EL CANTAR DE lOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 125

Para denotar el arnor de Dios, el Cantar de los Cantares recurre con


preferencia al simbolismo del arnot conyugal y las bodas mas que al de
cualquier otra forma de arnor hurnano porque el arnor conyugal incluye
perfectamente toda otra forma de amor.? Una de las cosas que verernos
al explorar nuestro texto (punto n° 24) es justamente esa: c6mo aquf se
incluyen la amistad, el afecto, el deseo y la caridad en arm6nica com-
binaci6n.

El rnarido y la esposa se entregan rnutuamente en cuanto resulta


humanamente posible: sus respectivos seres, Inregrarnente, alma y
cuerpo, vida, tiempo, amigos, mundo, posesiones, hijos -nada se
escamotea. Esta es la raz6n por la que la Iglesia se opone a la contra-
cepci6n artificial: porque se retiene deliberadamente el componente
procreativo del matrimonio, tal como en el caso de los bebes de probe-
ta se escamotea el ingrediente unitivo, a cuando aparecen escrupulos
puritanos y victorianos que pretenden suprimir el caracter festivo y
jubiloso del sexo. Dios disefio a los tres para que sean uno: unitive, pro-
creativo y er6tico, «dos de una sola carne», que la intimidad, la pro-
creaci6n y la generosidad en la entrega se combinen en un solo extasis.
Esta todo aquf.

Este es el siguiente escalon a partir de Job, el escalon del Purga-


torio al Cielo. La vanidad del Eclesiastes era el Infierno en la tierra, las
rribulaciones de Job el Purgatorio en la tierra, y el arnor de Salomon es
el Cielo enla tierra. La tierra es un anticipo del porvenir as! como los
arrumacos anticipan la consumaci6n. Cuando la rnuerte abre las puer-
tas de salida de este mundo y la dorada y comestible luz del amor de
Dios bafia los asombrados y purificados ojos del penitente, en ese
momenta esta en el Cielo aun cuando tarnbien este todavfa en el

0) EI autor utiliza la expresion «amor romdnttco» que hemos preferido verter par MmOI'
conyugal» can la inrencion de esquivar las inevitables connotaciones sentirnentales que
suele suscitar la prirnera expresi6n. (N. del T.).
126 TRES FILOSOP(AS DE VIDA

Purgatorio. Incluso los lavaderos del Cielo son de oro; las duchas purga-
tivas que lavan las ultimas manchas del pecado son las duchas de amor
de Dios. Esta es la razon por la que los santos dicen que en el Cielo el
jubilo y el dolor coexisten. Aun cuando las costras tironeen y la rona
trate de resistir aquella ducha dorada no intentaremos entonces sus-
traernos sino que con la cara hacia arriba pediremos mas. Esa es exacta-
mente Ia postura de Job cuando Dios sale a su encuentro. Aunque sus
pies todavia pisan el mouton de estiercol su cabeza esta en Ia gloria.

Esta es una parabola de la situacion de cada cristiano. Porque Dios


no establecio de buenas a primeras el Cielo sobre Ia tierra. No arreglo
todos los males del mundo con su prirnera venida; solo planto la semi-
lla de la redenci6n universal. Los campos de la tierra y de nuestra natu-
raleza humana ya no son esteriles sino que rebosan con semillas de vida
divina. Pero la semilla se toma su tiempo para crecer, hay que esperar
hasta que el Reino venga, y se nos manda rezar y trabajar para esa veni-
da, para ese crecirniento, aun cuando no veamos todavfa los frutos, ni
siquiera las flores, ni siquiera las hojas, aun cuando ni siquiera atisbe-
mos los verdes retofios sobre la tierra de aquella planta sobrenatural que
Dios planto en el mundo mediante la Encarnacion, aquella que planto
en nuestras alrnas por Ia fe y el bautismo y un nuevo nacimiento.

EI Cantar de los Cant ares cornpleta nuestra Divina Comedia, pero


tam bien le debemos gratitud al Eclesiastes y allibro de Job puesto que
fue Job quien nos trajo hasta aquf y el Eclesiastes 10 que nos movie a
buscar este «aqui» que es el Cielo, a traves de la honestidad y el horror
de su alternativa.

Al leer por prirnera vez el Cantar de los Cantares muchfsirnos lee-


tores modernos se asombran de que alguien haya podido decir -y
rnuchos mas al enterarse de que asf 10 sostuvo la mayorfa de la raza
humana- de que este es el mas grande de los poemas de amor jarnas
escritos. Evidenremente aquf hay mas que 10 que aparece a prirnera
r··· ..

EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 127

vista. Claro que si se ayuda allector con la lente de un amante y de un


poeta, comienzan a aparecer dimensiones y profundidades admirable-
mente bellas, A conrinuacion sefialare algunas de esas lentes -veintiseis
caracterfsticas del amor, tanto humano como divino- que estan irnpli-
cadas en ese poema. Para mas, tanto en cantidad como calidad, vayan a
los santos.

~~.'
.. 1. EI Amor es una Cancion

Lo primero y mas obvio que se lee en el Cantar de los Cantares


t.·· sobre el am or esta en el titulo: que el amor es una cancion. Desde luego,
:.:.:..
esta es una imagen, un sfrnbolo. El amor no es una cancion flsicamente
entendida, literalmente hablando, aunque le resulte connatural expre-
sarse de ese modo. (Que se sugiere can esta imagen?

Dios es amor, y la rmisica es el lenguaje del amor; por tanto, la


rmisica es el lenguaje de Dios, La rnusica es un lenguaje mas profunda
que el que usa palabras, (Cuantas veces no hemos ofdo una gran pieza
musical y sentido exactamente eso? La rnusica grande no nos hace sen-
tir bien; la gran rrnisica sugiere alguna verdad profunda, un significa-
do oculto que es objetivamenre verdadero pero que resulta indecible,
no puede traducirse a palabras. Los intentos de traducir el sentido de la
rmisica a palabras fracasan invariablernente. Es como tratar de conver-
tir un sfrnbolo en alegorfa, tratar de expresar verbalmente en terrninos
univocos 10 que tiene muchos significados no literales, no verbalizables.
E1 amor casa con esto: (1) no se trata de sentirnientos subjetivos sino de
la verdad objetiva, (2) es misterioso y muy significativo a la vez, (3)
nunca se puede reducir su significado a palabras. La trampa de madera
s. nunca puede atrapar a Lalangosta del amor, del mismo modo que una
~
...
torpe «interpretacion» critica del sentido de una pieza musical nunca
alcanza a cefiir la rrnisica en sf.
128 TRES FILOSOFfAS DE VIDA

Yo creo que la rmisica fue el lenguaje con el que Dios creo al


mundo. Tanto C. S. Lewis (en E! Sobrino del Mago) y J. R. R. Tolkien
(en EI Silmarillion) cuentan esta historia que se remonta probablemente
a tiernpos anteriores a Pitagoras y su «rmisica de las esferas». Nosotros
los modernos habitualmente creemos que la rnusica es un ornamento
tardio que se afiadio al lenguaje, pero yo sospecho 10 contrario: el dis-
curso es un desarrollo tardio de la rnusica. La cancion no es una poesia
ornamentada ni la poesia una prosa adornada; la prosa es una poesia osi-
ficada y la poesfa una cancion osificada. Creo esto porque (1) «En el
principio, Dios», (2) «Dios es arnor» , y (3), el amor no es un discurso.
Nunca hablarnos de «discursos amorosos» solo de «canciones de amor».

Por tanto, en el principia estaba el Cantar de los Cantares. Este


libro se remonta mas arras del Genesis, hacia el corazon eterno de la
Trinidad.

2. El Amor es fa Cancuin Mds Grande

Tambien encontrarnos en el tfrulo la nocion de que el amor no solo


es una cancion sino «la cancion de las canciones», el mas grande de los
cantares. La lengua hebrea carece de grados superlativos de compara-
cion razon par la que usa esta forma de expresion: «el rey mas grande»
es el «rey de reyes» y el «cantar mas grande» es «el cantar de los
cantares». «La Cancion de Salomon» no es el titulo original sino invert-
to de los editores modernos. EI titulo original en hebreo de las
Escrituras invariablernente estaba consrituido por el primer verso ya
que estaban escritos en pergaminos y no libros, y carecfan de cubiertas
separadas a paginas para su titulo.

~Que se quiere significar cuando se designa al amor como «el mas


grande de los cantares»? Dos cosas por 10 menos. En primer lugar, evi-
denternente, guiere decir que el arnor es el mas valioso. Lo dice el
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 129

mismo poema, hacia el final: «Si un hombre diera todos los bienes de
su casa par el arnor, serfa sin embargo sumamente despreciado» (Cant.
VIII:7). Con nada se puede comprar el amor porgue no hay nada com-
parablernente precioso; no existe nada par 10 que se 10 pueda permutar.
(Esta es tarnbien una de las razones par las cuales el amor es libre par
naruraleza, como veremos mas adelante). EI Canrar de los Cantares
anticipa aquf 10 dicho en el capitulo XIII de la Prirnera Carta a los
Corintios: «Pero 10 mas grande de todo es el Amor».

Pero creo que tambien se infiere un segundo sentido: el amor es 10


mas grande en ramafio. La cancion de Dios que canta en su amor crea-
tivo, esro es, nuestras vidas, incluye a todas las dernas canciones. EI sen-
tido del todo esta en el amor. Todos somas notas en la sinfonia de Dios.
Cuando solo oirnos nuestra prapia nota, 0 las pocas notas alrededor
nuestro, no parece rmisica 0 amor, pero cuando damos un paso arras y
contemplamos el todo, cada cosa calza en su lugar como en una gran
rmisica. Por supuesto que no estamos en posicion de dar este «paso
arras» a voluntad. (Como podrfamos adquirir el punto de vista de
Dios? Solo si Dies nos 10 revelara -como 10 ha hecho aqui. La fe irnpli-
ca creer en esta divina revelacion,

Esta imagen hace una inmensa diferencia practica. Si pensamos


que 10 iinico que hacemos es emitir un ruido sin sentido ninguno,
estamos en la «vanidad» del Eclesiastes. En cambia si creemos que
hacemos musica, est amos enamorados, Esta es la razon por la cual el
libra de Job es tan dramatico: la pregunta de Job, ultimamenre es esta:
~Lo rnio es solo bullicio 0 estoy haciendo musica? (Estoy inrnerso en
vanidades a estoy enamorado?

Una imagen mftica utiliza una parte para simbolizar al to do -por


ejemplo, la tierra como un gran huevo; los nueve mundos proceden de
Yggdrasil, el gran fresno cosmico; el mundo descansa sabre la espa1da
de una enorme tortuga; la vida es una escudilla de cerezas -todas estas
130 TRES FILOSOFiAS DE VIDA

imageries intenran cornprender algo del todo recurriendo al simbolismo


de una parte. Es que no tenemos una concepci6n del todo, del sentido
de todo ya que los conceptos necesariamente son definidos y finitos y
procedentes a su vez de alguna otra cosa. La mente humana finita 5610
puede comprender conceptos finitos. Pero hay una manera en que un
concepto finito y parcial puede significar 0 sugerir el todo: mediante el
simbo1ismo. E1 todo es algo asf como un huevo, a un arbol, 0 una tor-
ruga 0 un tazon de cerezas. Asi, Jesus recurre constanternente al usa de
imageries rniticas llamadas parabolas para sugerir el misterioso e
indefinible, pero no menos real y distintivo «Reina de los Cielos»: es
como un grana de mostaza, como una red de pescador, como una perla
preciosa, como una vifia. Una imagen vale mil palabras, especialmente
si es una imagen anirnada, una historia. De algun modo estos simbolos
picroricos pueden sugerir mas que 10 que dicen.

Ahara bien, el interrogante fundamental que hay que formularle a


la Sabidurfa, para los tres libros sapienciales que estamos explorando, es
la siguiente: (Que es la vida humana, la existeneia humana? La respues-
ta del Eclesiasres era aquella temida palabra, vallidad, 0 nada, el vado.
Job sabe que el sentido de la vida esta en el sufrirniento -pero con que
fin, no 10 deseubre hasta el final. La respuesta del Cantar de los Cantares
es que la vida es una cancion de amor. Cada particula subat6mica, desde
el Big Bang hasra la senilidad del sol, es una nota en esta sinfonfa
increfblernente compleja. Cada acontecimiento, todo 10 que alguna vez
ocurrio, la caida de cada cabello y cada ave del cielo, es un tema en la
supereminente y perfecta melodfa de esta cancion. Pero nosotros que
estamos en ella no la oimos ni la conocemos a menos que nos 10 diga el
Cantor, que esta fuera de ella y que es el unico que puede saber cual es
el sentido del todo. Asf como Pitagoras di jo que no ofrnos «Ia rmisica
de las esferas» par la misma razon que eI herrero no ala el martilleo
sabre el yunque; porque esta demasiado cerca, demasiado acosturnbra-
do; del mismo modo que no oimos la pieza entera hasta que salimos del
todo, despues de la muerte; recien entonces somos todo, despues de la
E; CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 131

muerte. En el Cielo nos oiremos cantar, esto es, escucharemos 10 que


hemos cantado.

El poema tiene forma dialogada, la novia y el novio cantandose de


manera antifonal, porque el amor es esencialmente un dialogo y la
forma de un poema perfecto expresa su contenido; el medio manifiesta
el mensaje.

. Existen solo tres mensajes ultimos, tres filosoffas posibles de la


.. ~icla.De acuerdo con el atefsrno, solo existe un monologo de los hom-
bres sin Dios alguno con el cual dialogar. De acuerdo al pantefsmo, solo
existe un mono logo divino sin un mundo de almas libres can las cuales
Dios puede dialogar. Todo es Uno. Solo el tefsmo admite que hay un
dialogo entre el Creador y la criatura. Solo en el tefsmo encontramos
que la humanidad se topa con Otro,

As! el dialogo entre los amantes manifiesta toda una filosofia de la


vida. No es accidental que la poesia amorosa florece mas en las culturas
tefstas que en las areas 0 panteisras.

El dialogo entre las criaturas femenina y masculina reflejael dialogo


dentro ad Creador, el dialogo entre el Padre y el Hijo que eternarnente
engendran al Espiritu Santo. En Ultimo termino, la vida es dialogo
porque la vida es un reflejo de Dios; y la vida misma de Dios, la vida
eterna e interior de la Trinidad, es un dialogo de amor. Se nos ha (00-
cebido para que estemos juntos porgue Dios esra erernamente coo-
cada-cual; la «cada-cual-quiedad» llega al corazon mismo de Dios. La
alteridad, la pluralidad, la individualidad, la sociedad y el mismo amor
son tan ultimos como la unidad. Esto es 10 que el pantefsrno no ve: gue
el estar-con constituye la naturaleza misma del ser; esa relacion no es
132 TRRS FILOSOFIAS DE VIDA

una categoria accidental y un agregado externo, como el tiempo y el


espacio; que debemos incluir en nuestra lista de «trascendentales» 0
..'
propiedades universales del ser no s610 su unidad sino tam bien su .~
mucheidad, no s610su idenridad sino rarnbien su alteridad, y no s610
verdad y bien y belleza sino tarnbien amor, al menos en su forma mas
rudirnenraria de la tendencia inherente a ser-para-orro, La conversaci6n
mas simple resulta epifanfa del mas alto misterio. 4

4. El Amor es Sinergetico

No existe la maquina sin fin, una maquina ffsica de rnovimiento


perpetuo, perc S1 la hay en el orden espiritual: el amor. El arnor retroali-
menta perpetuamente: cuanto mas amamos, mas somos amados, y
cuanto mas somos amados, mas amamos. No existe ningun limite nece-
sario de este proceso. Incluso el amor humano es potencialmente infini-
to, y el amor divino es actual mente infinite. No hay lfrnites arriba,
ninguna pared que pueda detener al amor. Ni tampoco un tironeo hacia
abajo, no hay gravedad constitutiva del amor. Si el arnot se gasra, eso
obedece a una fricci6n externa, no a una fricci6n interna: en sf mismo
el amor no tiene una tendencia a desgastarse, s6lo a incrernentarse.

Vemos esro en el poema en la progresi6n de su lfrica. Cuanto mas


cada cual es amado por el otro, mas el 0 ella responde can mayor amor,
y viceversa. Despues de que el dice que ella es «una azucena entre
espinas- (Cant. II, 2), ella contesta que el es «un rnanzano entre los
arboles silvestres» (Cant. II, 3); y despues de que el dedara «Hermosa
eres, amiga mfa, eres hermosa» (Cant. II, 14), ella contesta «Hermosa eres

• Los neologismos perreneccn al autor y, como tales, resulran harto diffciles de traducir,
Aquf hernos vertido «each-otherness» como «cada-cual-quiedad» y «manyness» como
«mucheidad». (N. de! T.).
EL CANTAR DE LOS CANTARE5: LA VIDA COMO AMOR 133

'.' amado rnfo, iYcuan delicioso!» (Cant. I, 15). Estan permanente campa-
.neando sus respectivas citas porque estan reflejando el amor de cada cual.

« Toda vez que el amor es la fuerza espiritual fundamental del uni-


i > . .•.. rrasciende todas las dernas fuerzas Ysus leyes. Especialmente el
> principio ffsico de la entropfa: su energia no decrece sino que se incre-
menta. Es par esto que el Cielo nunca se convierte en aburrido. Y tam-
.....•.•..•.•.......•
··••·
••.\?ien es la {micamanera en que la tierra puede veneer al aburrimiento.

". . Pensamos sobre el amor como un producto de casas que esran


...••..•....•..
;\tivas. De animales que estrin vivos proceden los amores animales, de
. seres humanos vivos proceden los amores humanos y de un Dios
viviente procede el amor divino. Incluso a nivel de animales el arnor
•.••.•..•.•..•.•..•..
••••••.••.•.....
tiende a producir camadas de nuevas vidas, bien que su amor no es una
cosa viva en sf misma. Pero en Dios sf que 10 es. Es el Espiritu Santo.
Elainor del Padre al Hijo esta tan vivo que tiene una vida propia, como
que es toda una Persona en sf misma, la Tercera Persona de la Trinidad.

Pues bien, los arnores humanos se parecen tanto al amor animal


cuanto al divino. Para producir nuevas personas vivientes, nuestro amor
necesita la ayuda de la reproducci6n biol6gica, igual que los anirnales.
.•..Pero tam bien se parece al amor divino en que el arnor humano esta
. .vivo. No es otra persona, literalmente, como sf 10 es el Espiritu Santo,
pero es mas que un sentimiento en una persona. Decimos que estamos
«en-arnorados», como que nosotros estamos inmersos en arnot no que
el arnot esta en nosotros. j (Por que? En rodos los rnitos el arnor aparece

'El autor utiliza la expresi6n usual «to be in love» que aquf traducimos con cierra Iibe-
ralidad por estar «en-arnorado». Vease la nota (1) del Capitulo 1. (N. de! T.).
134 TRES FILOSorfAS DE VIDA

como un dios 0 una diosa, una entidad viviente, real, que podia enrrar
en uno y tamar las riendas de nuestras vidas. Si recordamos el viejo
cliche de Hollywood diriarnos que «es mas grande que nosotros dos».
(Por que? Si el arnor es solo un sentirniento confinado a una sola per-
sona todas estas expresiones espontaneas de nuestro lenguaje y nuestra
historia cultural resultan inexplicables. Pero S1 el amor es una fuerza
viviente, real, no solamente alga dentro nuestro sino tarnbien algo entre
nosotros, S1 real mente entendernos que esramos antes bien en-arnorados,
preferentemente en un arnor, entonces el fenorneno resulta explicable,
cosa que no podriamos decir si el arnor es solo algo que sucede dentro
nuestro. E1 amor esta vivo.

As! en este poerna todas las imagenes del arnor, como en casi todos
los poemas de arnor, son imagenes de cosas vivientes, que crecen: un
huerro (Cant. IV: 12), una vifia (Cant. VII: 12), una fuente de agua viva
(Cant. IV:15). El arnor crece como una planta. No solo crece denrro
nuestro, can nosotros, como si fuera una de nuestras funciones; tam bien
nosotros crecemos en el, con el, como una de sus funciones. Tiene vida
propia -ultimarnente porque es una semilla que Dios ha plantado en
nuestras vidas. «Quien permanece en el amor, perrnanece en Dios, y
Dios en el» (I In. IV:16). 6

6. E! Amor es Euangelio

El arnor es una noticia, una Buena Nueva, un Evangelio. El arnor


es una prornesa de felicidad futura, esperanza de una futura recompen-

<6'Laversion inglcsa de la carta de San Juan que cira Kreefr dice que «quten vive en el amor,
oioe en Dios y Dios en it». Rcsulta inreresanre Ia version de la King James que usa el mag-
nifico verbo «to dwell» que subraya eI concepto de habitacion, de rnorada, perdida en la
version que cira Kreefr. Asf, la King James: «God is love; and he that dwelleth ill love
dwelleth in God, and God ill him». (N. de! T).
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 135

renso hacia la promesa de una futura ratificaci6n. Sus palabras siem-


invitan hacia adelante. Hasta el mismo Freud se dio cuenta de esto:
las fuerzas fundamentales de la psiquis en dos: eros, la fuerza de
que nos impele hacia adelante mientras que tdnatos, la fuerza de
el deseo de morir, nos retrae hacia el senD rnaterno. Para
la vida es un campo de batalla entre estas dos fuerzas. Este es un
o reliquia, que encontramos en un ateo y amoral como 10 fue Freud,
gran vision mosaica de la vida como un combate entre las fuerzasde
y la rnuerre, entre la obediencia y la desobediencia aDios:

Yo invoco hoy por testigos contra vosotros el cielo y la tie-


rra, poniendo ante ti la vida y Ia muerte, la bendicion y la
maldicion; escoge, pues la vida, para que vivas tii y tu posteri-
dad, amando a Yahve, Dios tuyo, escuchando su voz y uniendore
a El. (Dt. Xx.,~:19).

El drama del Cantar de los Cantares, tanto como el de la vida


es el drama de la elecci6n entre eros y tdnatos, la vida y la
Sf Y No como respuestas posibles al Evangelio del amado. El
contiene promesas admirables y misteriosas. La novia,
en elIas? c:Tendrafe en su divino novio? c:Elegirala vida?

Levantate, amiga mia; hermosa mfa, ven.


Porque, mira, ha pasado ya el invierno,
[a lluvia ha cesado y se ha ido;
aparecen ya las flores en la tierra;
Uega el tiempo de la poda,
y se oye en nuestra tierra
la voz de la rorrola,
Ya echa sus brotes la higuera,
esparcen su fragancia las vifias en flor.
[Levantate, amiga mfa;
hermosa rnfa, yen! (Cant. II:IO-13)
136 TRES FILOSOFiAS DE VIDA

La respuesra tiene que incluir un alejarse del pasado, de la muerte


y la oscuridad del seno y del suefio. En el capitulo 3, la novia esta tan
dormida gue no alcanza a responderle al amado a riernpo, y ella deja
que sufra y pene y 10 busque. As! como no se duerme en el Cielo (sien-
do el suefio, imagen de la rnuerte), as! tampoco nadie duerme cnando
de arnor se trata. Toda la imaginerfa del Cantar de los Cant ares es
irnaginerfa mafianera, no del atardecer.

El arnor es el Evangelio porgue el amor est a vivo. No se trata de


un ideal abstracto; el arnor es una invitaci6n a las bodas. E1 amor no es
alga al gue uno se aproxima; es alga que se aproxirna a nosotros. No
somos nosotros los que 10 encendemos; nos enciende como un farolero
enciende un farol.

7. EI Amor es Poder

Muy ligado a la vida del amor y al caracter evangelico qne tiene,


esra la cuestion de su poder. La imaginerfa del Cantar de los Cantares
resulta sorprendente, Nunca es debil ni plafiidero, nunca evoca
desvanecimientos, nunca es dulzon 0 empalagoso. La imagineria es
tan fuerte y activa que resulta militar. "Que mujer ha sido halagada
alguna vez por un amante que la comparara con un ejercito y una for-
taleza? En cambio esta novia sf: «Hermosa eres, amiga mia, como
Tirsa, amable como JerusaIen, temible como batallones de guerra»
(Cant. VI:3). «,;Quien es esta que avanza como la aurora, hermosa
como la luna, pura como el sol, temible como batallones de guerra?»
(Cant. VI:9). Aquf se describe a la mujer, no al hombre. Desde luego,
el «terror» incluido en el adjetivo «ternible» no es el terror que inspi-
ra 10 asqueante (como en el caso de «[que cosa terrible es una cloaca
infestada de ratas!») ni el terror de un miedo servil (como en el caso de
«[que cosa terrible es un campo de concentracion!») sino en el terror
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VlDA COMO AMOR 137

conlleva un miedo reverencial (como en e1 caso de «Oz el Grande

No esrarnos ante un caso de pasividad chauvinfstica. 8 La novia no


violeta que se encoge, ni quiere el novio que 10 sea. Ella es tan
como el pero de un modo totalmente femenino. Ella es la auro-
aquf la aurora «aparece como un trueno». Cuando Dios nuestro
viene a nosotros con su amor, no somos aplastados sino endereza-
no se nos apaga sino que se nos enciende, no hechos pasivos sino
El canto de la segunda parte en un dueto es tan activo como
de la primera parte. Nosotros tocarnos un segundo violin para
que Ileva la batuta, pero eso no quiere decir que nos alejamos del
>'.'l -,C01JlH1., al contrario ingresamos a Ia tormenta. 9 Como verernos mas ade-

el poder del arnot es tan grande que es «fuerte como la rnuerte»


VIII:6).

Amor es Trabajo

El amor no es pasivo. El arnot consiste en cantar en un dueto y eso


trabajoso. Trabajo jubiloso, pero trabajo al fin. Al principia los
j6venes se enamoran pasivamente; pero si han de permanecer
rendran que trabajar activamente para conservarlo y acre-
al igual que una semilla que al principio es recibida por la
pero para que no muera luego requiere de enidados y fertili-

hernos elegido «remer reverencial» como traducci6n de «awe», el conocido (por


irreemplazable) vocable ing les que refleja el terror sacro como explicara Rudolph Otto
en "La Santo». (N. del T.).
nota (12). (N, del T.).
recurre aquf a un juego de palabras intraducible ya que tocar el violin (<<tofiddle»)
un verbo que en ingles tiene connotaci6n peyorativa describiendo al que se ocupa de
o caza moscas. (N, del T.).
138 TRES FILOSOFtAS DE Vf()A

zacion. AS! canta la novia: «Busque al que ama rni alma... Me levan-
tare, pues, y girare par la ciudad, par las calles y las plazas; buscare al
que ama mi alma» (Cant. III:1-2). La vida es una biisqueda de amor y
una busqueda de Dios, y para este viaje no hay autos ni aviones. Esta es
una biisqueda pasada de moda -y se hace a pie.

La mas emocionante, hermosa y envidiable hisroria de arnot ver-


dadera que he lefdo recientemente es la de Sheldon Vanauken, A Severe
Meny. Y Lapregunta que sus lectores le han hecho mas a menudo es
como el y su mujer Iograron un amor tan hermosa, Inrirno y total. ..;
,
Parecfa demasiado buena para ser verdad. Ya no se ven amores asf. E1 .1
mundo moderno, pot mas que habla incesantemente del amor, 10 ha .-.;

asesinado. Un matrimonio estable es una excepci6n, no la regIa, par no .)

hablar de un matrimonio feliz 0 jubiloso. (Cual fue el secreta de


Vanauken?

Su respuesta suena sorprendentemente mundana: trabajo.


«Conservamos nuestro arnor porque 10 trabajamos». Sin trabajo cons-
tante el arnor no crecera en nuestros campos modernos, La tierra ya no
es fertil. Tal vez nunca 10 fue, pero al menos la genre estaba preparada
para trabajarla. En cualquier caso, en los dias que corren, el amor jamas
puede perdurar si los amantes no estan preparados para trabajarlo
durante toda la vida. Y eso implica necesariamente sacrificios -por 10
menos el sacrificio de todas las dernas casas que se podrian hacer en
Iugar de eso.

El trabajo tam bien requiere paciencia -una cosa cada vez mas rara
de encontrar en nuestra sociedad de cornidas rapidas, instantaneos
«replays» y de vivir-el-mornento, No se puede cultivar fruta sin pacien-
cia. No exisren las rnanzanas instantaneas.

Freud dice que fundarnentalrnente tenemos dos necesidades basi-


cas que son «arnor y trabajo». He ahi un dicho sabio (aunque me ima-
EL CANTAR DE LOS CANTARIlS: LA VIDA COMO AMOR 139

que si se le pidiera a Freud que articule y explique 10 que quiso


no recurrirfa a dichos tan sabios como esre). Y esos dos son uno
.t. tad a vez que para que el trabajo resulte satisfactorio tiene que ser
..;.:.:obra de arnor, y si el arnor es la vida, riene que ser un trabajo. Como
Kierkegaard, en buen cristiano el arnor no es un sentimiento,
. S110 es para el romanticisrno; mas bien «el arnor son los trabajos
; arnor». Aqu1 la raz6n por la que Cristo puede mandarnos que
. S610un necio intentaria rnandarnos sentirnientos.

rodo, tal vez 10 mas extrafio del caso es que se trata de rraba-
.descanso de consuno, dfas de semana y el sabath. JesUs 10explico
,u".u .._u •.~ cuando los fariseos se enfurecieron porque cure un dia de
. En su respuesta efectivarnente les dijo que no se podia detener
obra mas que detener el brillo del sol, puesto que era la vida misma
que procede eternarnenre del sabath de la eternidad para
iIHttesaren Ia semana laboral del tiernpo, tal como 10 hizo cuando la
<:"~.'UJ.'.La respuesta de Jesus fue: «Mi Padre continua obrando y yo
bien» On. V:17). (Que tiene que vet esto con nosotros,
humanos? Todo, ya que el arnor de un crisriano es partici-
del arnor de Dios a traves de la mediaei6n de Cristo. As! el
asi el Hijo; asf Cristo, as! el cristiano. Nuestro trabajo de arnor
de la doble naturaleza de Cristo; divina y hurnana, eterna y
........
tal; del descanso sabatico y de la semana laboral; del Domingo de
.....y del Viernes Santo.

.:::
Amor es Deseo y Realizaci6n
• .Otra de las paradojas del arnor es que es arnargo y dulce a la vez.
,.co..------ dulzura resulta arnarga y su amargura es dulce. Encontramos
........
dos cualidades en el deseo. El deseo de arnor, como cualquier
es arnargo y doloroso porque adolece de aquello que quiere. Si no
140 TRES FILOSOFIAS DE VIDA

le faltara 10 que qui ere no estarfa deseandolo sino disfrutandolo. Pero el


deseo mismo es tam bien dulce, un gozo, una reaiizaci6n. E1s610deseat
aDios es mejor que poseer el mundo entero. Esta ausencia es mejor
que cua1quier otra presencia; este deseo es mejor que cualquier otra
satisfacci6n.

As! los anhelos de la novia (el alma) esran representados can


humor subjetivo, el humor que desea 10 contrario de 10 que tiene:
«[Besame con los besos de tu boca! porque tus arnores son mejores que
el vino» (Cant. 1:2). «jOh S1 estuviera su izquierda debajo de rni cabeza,
y su derecha me abrazara!» (Cant. II:6). 10 S610a1 final del poerna este
deseo se ve realizado (Cant. VII~:3), pero el deseo en sf mismo ya es una
suerte de realizacion. El anhelo rnismo del Cielo es el Cielo.

As! Dimitri Karamazov en la novela de Dostoievsky le dice aDios,


que aun si 10 colocase en el Infierno, desde allf le cantaria himnos de
jubilo, aun desde el Infierno cantarfa «el himno desde 10subrerraneo».
Eso transformarfa al Infierno (0 las minas de sal de Siberia) en el Cielo.
La canci6n de arnor produce Cielo. El Cieio no hace que el arnor de Dios
sea hermosa; es el arnor de Dios que hace celestial al Cielo.

Nadie ha escriro mejor sobre este anhelo que C. S. Lewis, espe-


cialmente en Sorprendido por la Alegria y EI Regreso del Peregrino. A esos
libros debemos dirigirnos si queremos explorar mas profundarnente
este abismo insondable de gloria.

'OEn el rexro citado por el A. (tornado de la «RevisedStandard Versionof the Bible») el ver-
slculo esta en modo condicional. Pero en todas las versiones de la Biblia que tenernos a
mana el mismo versfculo esta en forma afirmativa, incluida Laversion de la King James.
(N. del T.J. .
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 141

Su/rimiento Acornpafia al Amor

/ :Naturalmente el amor sufre par la muy evidence raz6n de que nos


expone nuesrras intimidades mas tiernas, mas vulnerables, la
> ••

carne del corazon, a merced del amado, y del tiernpo Ydel


<:;UJ'''\''~'~~

Si el amado es humano y no divino, siempre seremos traiciona-


traicionamos nuestros redprocos amores de una II otra
Eso es 10 que significa el Pecado Original, Nadie es totalmente
Pongan ustedes expecrarivas divinas sobre espaldas humanas,
.UU(LLI.''''''

espaldas de un santo, y quedaran amargamente defraudados. Y


trata solamente del amado -el tiempo y el destine y la vida misma
.que participan del Pecado Original y de la Caida de tal modo
si hay algo que podemos pronosticar con certeza es que «el curso
amor nunca fue llano». Si uno ama, sufrira, El iinico
VICL.U,,"'U\..J.V

de protegernos cancra el sufrirnienro es proregiendonos del amor


es el sufrimiento mas grande de todos, la soledad.
", ",

: Pero en el acto mismo de sufrir, el arnor puede transformar ese


sufrimiento, redimirlo, y conquistarlo. Como una inundaci6n
txxierosa que ninguna represa puede detener, como un torrente de
que transforma de tal modo a la represa destinada a pararlo que ya
distingue uno de otro mientras la arrastra rio abajo, as! el amor
nsrorrna al sufrimiento que originalmente pareda destinado a dete-
.As!, en el Cantar de los Cantares, el novio se refiere a los sufri-
de amor de la novia y a las marcas de fuego que le ha dejado
como marcas de belleza, no de fealdad:

Morena soy, pero hermosa,


oh hijas de Jerusalen,
como las tiendas de Cedar,
como los pabellones de Salomon.
No repareis en que soy morena;
es que me ha quemado el sol. (Cant. I:4-5).
142 TRES FILOSOf[AS DE VIDA

Las heridas del Cristo Resucitado no eran feas, sino hermosa, ,


como insignias de gloria, tal como sucede can los santos estigmatiza_
dos. As! ocurre tarnbien can la novia de Cristo -el alma, la Iglesia, el
rnartir (todos los martires crisrianos)- se ve embellecida en sus propios
sufrirnienros, tal como 10 fue Cristo. Las arrugas alrededor de los ojos
de la Madre Teresa son infinitamente mas bellas que el maquillaje de
una estrella de cine. La Madre Angelica es mas hermosa que los Angeles
de Charly.

El amor aumenta el dolor de la novia. Ella dice «Ianguidezco de


amor» (Cant. II:5). Pero su sufrimiento aumenta su amor. Es que s610
despues de que sale del desierto (sfrnbolo del sufrimienro) en el ultimo
capitulo, obtiene aquellas tres casas que tanto anhelaba: confianza, coo-
racto, y la consumacion de su matrimonio:

(Quien es esra que sube del desierto,


apoyada sobre su amado?
Yo te suscitate debajo del manzano. (Cant. VIII:5).

(<<Suscitare»es un eufemismo hebreo que designa la primera


copulacion can una novia virgen).

Es como en Oseas II: s610despues del desierto, despues de sufrir,


que se perfecciona el amor. No se trata solamente de que el amor trans-
figura y perfecciona al sufrimiento; el sufrimiento tambien transfigura
y perfecciona al amor. Estos dos que parecen enemigos terminan reve-
Iandose como aliados que se refuerzan mutuamente. Pues solo en el
silencio del desierto Olmosla suave y queda voz de Dios susurrandonos
al corazon de nuestro corazon. En E! Problema de! Dolor, C.S. Lewis dice
que «Dios susurra a traves de nuestros placeres y grita a traves de nues-
tros dolores». Esto es verdad, pero a veces 10 contrario tarnbien 10 es.
(Vease Oseas II).

".
::
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VrDA COMO AMOR 143

10 sabemos: el amor requiere que sea libremente entregado


recibido. «Hacen falta dos para bailar el tango», y no se
jando, tirando 0 arrastrando al cornpafiero. En realidad hay
rnerodos por los cuales se puede ejercer influencia sobre los
tres recnicas de «modificaci6n de comportamientos»: ernpujan-
o atrayendo. Se puede usar de la fuerza 0 del temor para
a la gente hacia donde uno quiere y que vaya contra su vol un-
se puede cargar con ellos. Ahi su papel es totalmente pasivo y
el trabajo en su lugar, como un padre con su hijo. Finalmente,
'>puede atraer, rnotivarlos para que se muevan por el magnetismo
el deseo. Esto es 10 que le pide la novia al novio: «Arraerne
de ti. [Corramcs!» (Cant. 1:3). Ella no acepta ser empujada como
o cargada en brazos como un nino, sino que quiere ser atrai-
novia que es. E1 tiene la iniciativa, pero ella responde con igual
En el hecho de ser atraido hay tanto libre albedrio como en
. Venir es acto tan libre como decir «Veri».

Dios puede carnbiar esro, ya que es ley de Ia naturaleza del


.' y Dios no puede cam biar su naturaleza. De modo que Dios no
......
' arnar y forzarnos a la vez. Dios no nos puede obligar a amario. La
':, cosa que ni Dios puede proporcionarse es nuestro am or. Dios
un universe, pero Dios no puede crear amor en nosotros,
sonsacarlo de nosotros. Es que el amor no es una creatura, una cosa
como un universo. Una cosa creada es pasiva. El universo no
para ser creado. Pero el amor es activo, no pasivo; libre, no
YO; inducido desde adentro, no desde afuera. Crece como una

" por virtud de un misterio interior. As! el novio 10 repite varias


. , a 10 largo del poema:

Os conjura, oh hijas de jerusalen,


por las gacelas y las ciervas del campo,
144 TRES Fll.OSOFfAS DE VIDA

que no desperteis ill inquieteis a la amada,


hasta que ella quieta. (Cant. III:5).

En esto hay que decir gue no hay cosa mas diffcil que la paciencia,
porque es 10 gue mas necesitarnos y mas querernos. Pero tarnbien es
cierto que no hay cosa en el mundo respecro de la cual necesiternos mas
paciencia que esta, porque si no es libre no es amor.

Hoy en dia la genre habla mucho de la libertad, mucho mas que


en la antiguedad. Tal vez sea porque no conocen al amor. Yes que los
amantes no hablan de libertad: ya son libres. No desean la Iibertad;
desean quedar unidos para siempre con el amado. Estar libre de amores,
Iibre de Oios, es exactamente el Infierno.

12. EI Amor es Fie! a fa Realidad

«Con razon te aman» (Cant. 1:3), dice la novia. El arnot no solo es


el supremo valor, es tambien la suprema verdad. No solo me llena a mf,
sino que es tambien la plenitud de la realidad, El amor es onrologica-
mente correcto. Es realista, es una conformidad con las cosas; es vivir
en el mundo real. Tenemos esta horrible costumbre de hablar sobre el
amor como si fuera un ideal oponiendolo a la «realidad» 0 «al mundo
real», como si la realidad fuera desamorada, fea y cruel -en otras pala-
bras, como si la genre determinara la realidad y si a eso vamos, la pear
gente. No, la genre no determina la realidad; es la realidad la gue
dererrnina a la genre. La realidad no es sirnplemente 10 gue la gente
hace y produce; la realidad es 10 que Dios es y hace. Y Dios es arnor, De
modo que el arnor esta en el epicentro de la realidad, es su ley princi-
pal, y cuando amamos nos conformamos can ella.

Esto result a especialrnente verdadero cuando hablamos del arnor a


Dios. Aqui subrayarnos que el arnor de la novia (el alma) por su novio
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 145

es de un supremo realisrno. Lo que sigue resulta mas sorpren-


todavla: y es que el amor que Dios nos tiene tambien es plena-
realists y de hecho resulta perfectamente preciso.

:. El arnor es mas preciso que las marernaticas. Pensamos y decimos,


.. tra superfieialidad, que «el arnot es ciego». Exaetamente al
. : es la vision suprema, la sabidurfa maxima, la mas alta ilumi-
Dios es arnor y Dios no es eiego; por tanto el arnor no es ciego.
..... amor es ciego, entonees 0 Dios no es amor, 0 Dios es ciego.

... . Cuando decirnos que «el arnor es ciego», podrfarnos estar pensan-
un arnot egofsra, 0 animal, 0 un arnor jugueron. Eso podrfa ser
Pero el Agape no es ciego. Tenemos que estar seguros de esta ver-
.porque sera severamente puesta a prueba por unos asombrosos ver-
del Cantar de los Cantares. Cuando leemos esros versiculos
estarnos tentados de tirar pot la borda toda la interpretacion sirnb6liea,
ue pareciera que en ningun easo podria aplicarse aDios hablando
alma peeadora 10 que aqui le dice el novio a la novia. Por ejemplo,
7 el novio le dice: «Eres toda hermosa, amiga mfa, y no hay en ti
alguno». Pero nosotros estamos llenos de defectos, y 10 sabe-
, y Dios 10 repite en muehos otros pasajes de la Biblia. Esro suena
que aqui se niega al pecado. Suena, en efecro, como que el arnor

. En orro pasaje, el nOVlOse dirige a la ruborizada novia que se


en una roea, probablemente porque esta avergonzada de su
eomparada con la herrnosura de el. El novio le dice:
146 TRES FU.oSOl'iAS DE VIDA

Paloma mia,
que anidas en las grietas de la pefia,
en los escondrijos de los muros escarpados,
hazme ver tu rostra,
dejame ofr ru voz;
porque tu voz es dulce,
y tu rostro es encantador (Cantar. II: 14).

Probablemente ella piense que su rostra es encantador como la


puerta de un galp6n y su voz dulce como la de un cuervo. La pregunta
es: ~Quien tiene razon? Ella cree que es fea; el cree que es hermosa. Si
el es Dios, tiene que estar en 10 cierto. «Hay que reconocer que Dios
es veraz, y todo hombre rnentiroso» (Rom. IlI:4). (Pero, como puede
ser esto?

El segundo poema de amor mas grande-del mundo plantea exac-


tamente el mismo problema. Nunca se exalt6 mas en verso a una mujer
que cuando el Dante se refiere a Beatrice, especialmente en su «Vita
Nueva». No es Virgilio, el ideal de Dante, el poeta mas grande del
mundo, quien 10 guiara fuera del Purgatorio, sino Beatrice. El Dante,
como Dios, le dice a su amada que es toda hermosa, que es una diosa,
que es la gloria de Dios resplandeciendo en un rostro humano, que no
es una cosa de este mundo sino un agujero que comunica con otro
mundo a cravesdel cual el Dante puede ver la luz divina, Dios es el sol,
y Beatrice la luna. (Que esta pasando aqui?

EI historiador esta tentado de responder a esra cuestion hacienda


un poco de investigacion histories acerca de la «verdadera» Beatrice.
Descubrirfa que Beatrice era una adolescente florentina a quien el
Dante conod6 desde temprana edad, que era la hija de un mercader de
la ciudad, que nunca nadie pens6 que fuera especialrnente hermosa, y
que 10 iinico que paso fue que un dfa casualmente eI Dante la vio pasar
debajo de su ventana y siibitamente fue arrobado por una vision, como
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 147

vida hubiese dado un vuelco rnientras Beatrice doblaba la esquina,


comienza la vida nueva» escribio el Dante. Pero en realidad 10
que habfa pasado es que habia visto una cara de mujer. En efec-
que en la vieja cancion « Un extranjero en el paraiso», el Dante
que:

Vi su cara
y ascendf.
Sacado de 10 habitual
rnetido en 10 extrafio.
En algun lugar del espacio
Cuelgo suspendido.

es esto, visi6n 0 enfermedad? El psicologo, que se apresura a


al historiador, ingresa a la arena can caracrerfstica presuncion:
osotros entendemos perfectamente 10 que aquf oeurre. Se trata de un
.. de proyeccion. El Dante estaba enamorado del amor y
. paso justo en el momenta adecuado. El Dante proyect6 la pro-
y la belleza de su propio caraz6n en la persona de Beatrice. "La
.•.......
esta en el ojo de quien mira" y los ojos poeticos del Dante estan
.....de belleza. Asi como cuando uno tiene una hepatitis amarilla en
todo 10 ve amarillo, asf cuando uno tiene adentro la belleza del
... primera persona gue aparece a la vista parece una belleza; pero
de el, es cosa del Dante» .

.. . : .el Dante oyera esto ereo que retaria a un duelo a rnuerte al his-
al psicologo para defender el honor de su amada Beatrice.
importance aun, suponiendo gue todos sobrevivieran a serne-
los retaria a un debate. Insistirfa en que su arnor era per-
nte realisra, precise y objerivo; gue el estaba en 10 cierto yellos
nm,r<>,,,,,,; gue no estaba proyectando nada ni que nino muerto; que
no el Dante, qui en era asombrosamente hermosa; y que el
yo a la recepcion de tanta belleza. Es un gran poeta, y un
148 TRES FllOSOFiAS DE VIDA

gran poera es un gran visionario. Ve 10que es. Tiene una vision de rayos
«X». El resto del mundo puede coincidir con el hisroriador y el psic6-
logo y ver s610 la ordinariez de Beatrice, pero el Dante ve a la mariposa
debajo de la oruga -Ia mariposa que esta en Beatrice, Lamariposa que e.r
Beatrice.

(_Podria Set que el Dante ruviera razon? Por supuesto que tiene
raz6n, y ustedes 10 saben. Veamos un poco, (_quien nos conoce mejor, el
psicologo mas grande del mundo que solo qui ere observarnos como un
caso de estudio 0 nuestro mejor amigo que no sera muy inreligente pero
a quien Ie importamos mucho? No hay competencia posible. S610 el
amor tiene ojos. Para entender el mundo de las cosas, uno necesita cien-
cia y suspicacia y el metodo de la dud a: no hay que aceptar cosa algu-
na hasra que se pruebe. Todas las ideas son culpables hasta que sean
probadas como inoeentes. Pero para conocer personas se requiere el
metodo opuesto: confianza, amor, apertura, La gente es inocente hasta
que se pruebe 10 contrario. No se los puede ofr si tal no es nuestra acti-
tud. La suspicacia nunca llega al corazon del otro.

De modo que el Dante tiene raz6n. En realidad Beatrice es una


diosa. Y tam bien 10 son Elena, y Marfa, y Leslie y Juana, bien que no
tengan poetas a sernejanza del Dante can vision de rayos «X» para
decfrselo. Ah, pero 10 son. Su paeta habla en el Cantar de los Cantares.
Su poera es Dios.

Lo que dice Dios es verdad y mas vale que 10 creais. (Que pasa
entonces? Supongamos que se acercara Robert Redford a una de ustedes
que se cree una Juana cualquiera y le dijera: «Eres la mujer que he esta-
do buscando durante toda mi vida. Tu belleza me mueve a higrimas.
Quiero casarme contigo y hacerre feliz eternarnente». (No se rnirarfan
can orros ojos? Pues bien, si hasta el mismo Robert Redford puede
cambiar vuestra aburrida imagen de sf misrnas, (acaso Dios no 10 puede
haeer tarnbien? (_Seanimarian a seguir considerandoos vulgares Juanas
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 149

.•.....eso implicata tener a Dios por rnentiroso? Uno de los dos esta equi-
. Ustedes dicen que son feas; Dios dice que son herrnosas. Si
:'.".LLv" razon, Dios esta equivocado. No puede set. La alrernativa es que
riene razon y que ustedes estan equivocadas. No sois feas. Sois her-
. La que dice Dios es un hecho, la verdad objetiva, la realidad

(Pero que, entonces, con el pecado? (Es que Dios esconde sus ojos?
puede eso ser realismo? Dios no esconde sus ojos. Vuestros ojos
escondidos en el tiempo, vuestro destino eterno e identidad reales
ocultos. Actualmente solo vernos una caricatura de 10 que en
:~C'LUUL<1U somos. El ve la obra rnaesrra en su integridad puesto que la ve
la eternidad. Nuestra vida es como un hila tieso, esrirado. Como
hormiga nos arrastramos pot el hilo de nuestras vidas desde una
(nacimiento) hasta la otra (rnuerte), Pero Dios ve el hilo entero,
el final. No parpadea ante nada; ve todo en su perspectiva real.
toda nuestra vida, no como nosotros, fragmentatiamente. Nos ve
, tal como una pintura acabada. Yel juicio que pronuncia sobre
nosorros es «perfecto».

Ese es nuestro destino de acuerdo a Cristo: «Sed perfectos como


1T,.;"~t-r·{) Padre
en los Cielos es perfecto». El Cristo que dice esta cosa
es tarnbien el Cristo que 10 hace posible, que 10 hace suceder,
Salvador, el Camino. El Camino se saldra con la suya. II Estarnos lla-
a ser «rodo-herrnosos» como E1 es hermoso, Contentarnos con
.. menos que la perfeccion sera, tal vez, nuestro camino, pero no es
. suyo. Porque El es arnor y el amor (de acuerdo a George Macdonald) es
". '1 de contentar pero diffeil de satisfacer. Pot ambas casas, imenos mal!

Way will havehis way», OCto juego de palabras inrraducible. (N. del T.).
150 TRES FrLOSoplAS DE VIDA

14. EI Amor es Simple

E1 estilo de la poesfa del Cantar de los Cantares resulta asorn-


brosamenre sencillo, aun cuando el contenido que se sugiere sea asom-
brosamente complejo. Aun cuando las mas grandes mentes de teologos,
santos y mfsticos puedan explorar las profundidades de este libro a 10
largo de cientos de paginas sin siquiera acercarse a agorar sus riquezas,
sin embargo su argumento es tan sencillo que para decirlo alcanza y
sabra con la mas simple de las poesfas:

Hermosa eres, amiga rnfa,


eres hermosa;
tus ojos son palomas.

Hermoso eres, amado mfo,


iY cusn delicioso!
Y nuestro Iecho es de flores. (Cant. 1:14-15).

Para un no-arnante este resulta supremamente trilIado y aburrido.


Para un arnante es perfecto, como un diamante. Para un no-amante
constituye una melopea interminable. Para un arnante podrfa seguir
eternamente, como Dios mismo, una cosa perfecta, que se basta a sf
rnisrna, «10 iinico necesario».

Si alguna vez han estado enamorados 0 algun amigo de ustedes 10


ha estado conocen la diferencia entre estas dos perspectivas. El am ante
esta totalrnente absorbido par su arnor, a mejor, POt su amada. Nunca
se aburre. Podrfa seguir y seguir eternamente. Sin embargo, el obser-
vador ajeno -el amigo, el cornpafiero de cuarto a el familiar- encuentra
al amante supremamente aburrido, estrecho de miras, obsesionado
-exactamente 10 opuesto de 10 que el cree.

Imaginen al crftico literario no-amante evaluando el pequefio


poem a que acabo de citar. «Hermosa eres, amada mia» -diffcil eo con-
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIl)A COMO AMOR 151

un cliche mas trillado que ese. Totalmente falto de originalidad.


'·0 se podrfa imaginar una sentencia menos imaginativa. «Eres her-
-la segunda Ifnea es aiin menos original que la primera. Nada
que una repeticion. Ya sabemos que es hermosa; basta can eso.
ojos son palomas» -una imagen sonsa, simplista. Ni siquiera ade-
Y bien ... el amor es ciego. Veamos que dice ella; en una de esas
.... mejor poeta que el, por 10 menos. «Herrnoso eres, amigo mfo» [Oh
! [Orra vez mas de 10 rnisrno! Todo 10 que hace es repetir las palabras
d. «Verdaderarnente herrnoso» -una y otra vez. Nos podriarnos
cuatro de un total de cinco lfneas. «Nuestro lecho es de flores»
quien le irnporta? Ciertarnente que a rnf no. Este es el mas sonso,
plate, rrillado e infantil de los poemas que jarnas haya leido (si acaso
10 puede considerar tal).

Pero ahara oigamos a los crfticos de veras, los propios arnantes .


..•...
«Hermosa eres, amiga mfa» -jque vision sorprendente la del arnor!
.'Sorprendente como la Vision Beatffica, como la Luz de Dios aparecien-
.•...... ante ojos humanos. «Eres hermosa, amiga rnfa» exactamente, en
. verdad que sf, as! es. No haee falta decir mas. He aqui el deseo del
n, esto es todo 10 que quiere el corazon humano. En su total sirn-
licidad esta la perfecta elocuencia. «Eres hermosa» -corno el Verbo de
reflejando al Padre perfectamente, la segunda lfnea refleja la
· prirnera, por la misma razon: no se puede conseguir nada mejor que
· . eso. «Tus ojos son palomas» -una simple pero muy misteriosa idonei-
••....
dad de esta imagen que satisface el corazon aun cuando la mente q ueda
.....desconcertada. Es que solo el corazon entiende las cosas simples; la
· mente juega otro partido, eonstruyendo la verdad laboriosamenre con
«Hermosa eres, amiga mia» -el no puede menos que la per-
de modo que su respuesra es del rnisrno genero, reflejo de la
..•.. y simplicidad de su arnot. «Hermosa eres» -jque maravilloso
que ella no se canse nunc a de este hecho central! «Nuestro lecho es de
flores» -cada detalle de arte y de la naturaleza se ve ahora renovado con
la luz y la belleza del amor. Cada hoja, cada cama, cada ave del cielo
152 TRES FILOSOFfAS DE VIDA

canta la rnisrna cancion, la rnismfsima canci6n de Dios, el que es Uno,


el Amante de una sola idea que ama a todo el universe y todas y cada
una de sus magnfficamente diversas partes. jVamos, una cosmovisi6n
entera esta implicada en estas lfneas!

Como vemos, aunque el amor no se contenta can nada menos que


la perfeccion (como vimos en el punto anterior), yean su propia per-
fecci6n, yean eso, sin embargo, se ve perfectamente satisfecho y no
necesita nada mas. Y el amor experimenta alga de eso aun aquf abajo
en la tierra, en forma profetica. Aunque la semilla del amor aun no ha
crecido, ya ha sido sembrada, y se trata de la mejor semilla, de la semi-
lla roda-suficienre, Ia iinica semilla perfecta, «Ia perla de gran precio»
par la que vale la pena venderlo todo. Hacemos bien en vernos satisfe-
chos can ella en iugar de buscar otra cosa.

15. EI Amor es Individual

El objero del arnor es una persona y toda persona es un individuo. ....

Ninguna persona es una clase, una especie 0 una coiecci6n. No existe


ninguna cosa tal como el arnor a la humanidad porque no existe la
humanidad. Si vuestros predicadores les han dicho que la Biblia ensefia
a amar a la humanidad, les han rnentido. Ni una vez dice la Biblia cosa
semejante; ni siquiera menciona una sola vez la palabra humanidad. En
Lugarde eso Jesus rnanda amar aDios y al pr6jimo.

[Cuan confortable es la nocion de «humanidad»! Nunca aparece a


.":

tus puertas a las horas menos convenientes. La «hurnanidad» no es pen- '::

denciera, alcoh6lica 0 fanatica. La «humanidad» nunca tiene opiniones


polfticas, religiosas 0 sexuales equivocadas. La «hurnanidad» nunca es
babosa, trepadora, maloliente u obscena. Es tan ideal que uno facil-
mente podrfa dar la vida por ella. Pero rnorir par el vecino, morir por
Ariel Gusanovich 0 Mabel Crotta -impensable. Salvo por amoco
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA Vfl)A COMO AMOR 153

Uno de los santos ha dicho que si alguno de nosotros fuera la unica


.nersona creada por Dios igualmente habrfa pasado por todas las tribu-
r~rlorlesque paso por salvarnos para salvar a esa unica persona. Cuando
en la Cruz no muri6 por la humanidad; muri6 por ti. «Te he lla-
por tu nornbre» dice. «He grabado ru nombre en mi palma».
,"·'I<l.LLU

te de la bienvenida a su morada celestial no se dirigira a ti


«Carnarada». A los amantes les encanta susurrarse sus nombres
el nombre de cada cual simboliza a la persona, al individuo.

Asf, en el Cantar de los Cantares, el cora de los no-amantes se

(Que es tu amado mas gue otro amado,


oh hermosa entre las mujeres? (Cant. V:9)

Mi amado es blanco y rubio,


se distingue entre millares (Cant. V:IO).

Y el piensa igual sabre ella.

Sesenta son la reinas,


ochenta las concubinas,
e innumerables las doncellas.
Pero una es mi paloma, mi perfecta. (Cant. VI:7-8).

1 nombre de Dios es la iinica palabra individual Yo (Ex. III: 14).


n en nosotros es nuestro Yo. Que esta cosa privada, (mica,
ual pueda, a pesar de todo, ser compartida, constituye la parado-

E1amante ve a la amada no como una entre muchas sino como el


del universe; no como un ingrediente sino como un todo; no en
154 TRES FILOSOFiAS DE VIDA

la periferia del circulo de la mente sino en el centro, parada en el mismo


lugar que el misrno, en su propio centro, en la individualidad unica de
su yo. El amor riene dos Yo; eso es 10 que ve tan bien.

(Par que nos creo Dios? Cree billones de otras personas, (no eran
suficientes? No, no alcanzaba can eso. Tuvo que crearnos a nosotros. No
descansara hasta que nos tenga de vuelta en su casa. Aun cuando alguno
fuera la oveja perdida, dejara a las otras noventa y nueve (0 a las arras
noventa y nueve billones) para buscarlo, donde fuere que estuviere. Se
llegani hasta sus espinos, y sus desiertos y sus sufrirnienros y aun, en la
Cruz, hasta sus pecados. «Por nosotros El hizo pecado a Aquel que no
conocio pecado, para que en El fuerarnos nosotros hechos justicia de
Dios» (II Cor. V:21). Una de las astillas de la Cruz que atraveso su carne
nos pertenece can derecho de propiedad absolura. Y una de las gemas de
su corona rambien. Pues he aqui como nuestro divino amante nos ve:

Como una azucena entre los espinos,


as! es mi amiga entre las doncellas. (Cant. II:2).

Y nuestra respuesta tendri que set tan individualizada como


la suya.

Como el manzano entre los arboles silvesrres,


tal es mi amado entre los mancebos (Cant. 11:3).

Eso 10 que quiere decir es obedecer al «prirnero y mas grande de


los mandarnientos», arnar al Sefior vuestro Dios can todo el corazon.
«Puesto que el Senor vuestro Dios es uri Dios celoso». El arnor es celoso
porque es individual. El arnot no cornparrira su amado can otros, como
5iel corazon pudiera dividirse en partes. Esta es la razon par la que Dios
tiene que ser infiniro: de modo que pueda darnos rodo su corazon a cada
uno de nosotros sin tener que dividirse. Solo la infinitud puede hacer
eso. Nosotros solo podemos dade todo el corazon solo de a uno par vez:
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 155

•..••.•.
a un Dios, porque s610 hay uno, y a una esposa. El matrimonio es la
... imagen terrena mas apropiada del Cielo porque se trata de un todo 0
i nada, para siempre -un salta en la fe.

16. El amor todo 10 conquista

«Arnor vincit omnia», dice el poeta. Ninguna fuerza terrena


..... contra este poder, porque su poder es divino. Las rnontafias, sfm-
••··.:.6610 en las Escrituras de los obsraculos (vease Is. XL:4), no constituyen
.. alguno para el amor en el Cantar de los Cantares; el Amado
..... saltando par los montes, brincando sobre los collados» (Cant .
•11:8). Como la fe, el amor mueve montafias (Mt. XVII:20).

De hecho, los obsraculos mismos que el amor encuentra en su


.....cami no son transformados en partes del amor. Las tareas onerosas se
•..•transforrnan en ocasiones de herofsrno. Como el sacerdote les dice a
se casan durante la ceremonia catolica, el matrimonio es tan
•.. alto y tan santo, tan exigente y sacrificado, que «s610 el arnor 10puede
.........
hacer posible, y s610 un arnor perfecto puede transform arlo en gozo».

Los enemigos del amor oscurecen el horizonte de nuestro mundo


y, como profetas del Viejo Testamento natural mente protestamos
ello aDios. Pero aquf nos muestra la visi6n, como se la rnostro al
v: .... de ejerciros mas poderosos aun, los ejercitos del Sefior, resplan-
..:.•.~ecientes can la claridad y caridad de los angeles, envolviendo a los
...: oscuros enemigos de Israel que a su vez envuelven al pequefio Israel
. sitiado. Nunca estamos solos. «Yo estare con vosotros siempre, hasta el
... fin del rnundo» -asf hab16 el unico que dijo verdaderamente 10 que
: todos los Hitler, Napoleones, Alejandros y Cesares habrfan querido
•...decir: «He vencido al mundo» On. XVI:33). Fracasaron porque sus
....••.••..•
arm as eran el odio. El venci6 porque su arma era el amor. Ellos mataron
................
a sus enemigos; El se dej6 matar por elios. E1 Cordero conquisto al
156 TRES FILOSOFfAS DE VIDA

Dragon inclusive (en el Apocalipsis) par la sangre de su amor. Las heri-


das del sagrado corazon de Jesus son la fuerza mas poderosa del univer-
so. Si nuestro amor esra unido al suyo, si estamos unidos a El, nosotros
y nuestro amor, no puede fracasar.

17. El Amor es una Sorpresa

E1amor no se calcula, ni se controla, ni se predica, ni es alga que


se espera. E1amor es (para usar un neologismo de Tolkien) una «buena
catdstrofe», Es el santo y sefia de la presencia de Dios y par eso nos sor-
prende tanto como El mismo nos sorprende. El Dios de la Biblia, a
diferencia de cualquiera de los dioses imaginados por los hombres, no
esta en la punta de ningun triangulo humane; somos nosotros los que
estarnos en la punta de su triangulo. No es el blanco de las flechas de
nuestro espiritu; somas nosotros el blanco de sus flechas.

El Dios de los fi16sofoses simplemente «El Ser», pero el Dios de


Abraham, Isaac y Jacob se agazapaba detras nuestro y nos sorprende con
un «jEooo!».

Esta es la razon par la que e1 poet a usa la rara imagen del gamo
como metafora de Dios. (Dios, un gamo? Sf. (Habeis visro alguno?
Salta con increible ligereza e impredeciblemente, como un pulga mag-
nificada. Aun cuando este parado parecerfa muy activo, casi arne-
nazadoramente -como si amenazara en cualquier memento can saltar
hacia nosotros. Asf la novia se ve repentinarnente sorprendida par su voz:

[Lavoz de mi amado!
Helo aquf que viene,
saltando por los montes.:
brincando sobre los collados.
Es rni amado como el garno,
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 157

o como el cervatillo.
Vedlo ya detras de nuestra pared,
mirando PO! las ventanas
atisbando par las celosfas.
Habla rni amado y me dice:
Levantate, amiga rnia; hermosa rnia, ven. (Cant. II:8-10).

EI amor se fuga con aquel que ama. Dios nos llama, como 10 llamo
a Abraham, para que dejernos la seguridad de 10 que conocfamos, nues-
rra vieja y conoeida pequefia pieza, para que bajemos por la escalera de
la fe hacia sus brazos. As! llamo Jesus a sus disdpulos -igual que un
amante que se fuga con su amada.

En cuanto creemos que 10 tenemos planeado, el sopla sobre nues-


tros planes como castillos en el aire que son y se planta delante nuestro
'. en lugar de nuestros suefios, nuestras nebulosas ilusiones y nos obliga a
elegir entre e:l y nosotros, entre el Dios de las sorpresas y el Idolo de
nuestro viejo yo, entre Dios el gamo y Yo el gusano. Ultimamente se
trata de elegir entre el Cielo y el Infierno.

18. El Amor no Tiene Miedo

«En el amor no hay temor; al contrario, el amor perfecto echa fuera


el temor- (I In. IV:18). El Rey Salomon dice 10 mismo. El amor yel
temor son como el agua y el aceite: no pueden ocupar el mismo espa-
cio, la misma alma, a la vez. Uno echa fuera al otro.

En el Cantar de 10$ Cantares, la novia se esconde en las grietas de


la roea (Cant. II:14), ternerosa de encontrarse con su amado. Esto no es
una boberfa; en realidad, la boberfa mayor consiste en esa ausencia de
miedo tfpica en el hombre moderno. Es sencillamente falso eso de que
.eno hay nada que temer excepto el temor rnismo». Hay unas cuantas
158 TRES PILOSOFiAS DE VIDA

casas de las que tener miedo. El mal, pata ernpezar, y el Infierno, y


Satanas. Y tarnbien estd la ita de Dios, que no constituye un rniro ca-
vernfcola y supersticioso. En el nivel humano, existe la terrible -y muy
real- posibilidad de que el amado no corresponda nuestro arnot. El
amor es terriblemente vulnerable, facilmente mal entendido y rechaza-
do. Hay unas cuantas cosas que temer.

Mas que ninguna otra, esta el bien al que hay que temer. Dios es
la perfecta bondad, la perfecta santidad, la perfecta jusricia, (Es eso
temible? Cierramente que sf -para un alma que no esta enterarnente
enamorada del bien, que no es enteramente justa, que no esta en un
100% dellado de la santidad. (Creen que se sentirfan enreramente con-
jortables si se encontraran con Dios ahora mismo, en' este preciso
instante, cara a cara, sin posibilidad de esconderse, sin excusas y total-
mente expuestos a una plena revelaci6n de 10 que son? Si pueden decir
que Sf a tan terrible invitacion, caben dos posibilidades: 0 son los necios
mas grandes del mundo 0 son los santos mas grandes del mundo.

Buena cosa que exista esre temor para que el amor 10 pueda echar
fuera. Si no hay miedo para que el amor 10 eche fuera, el amor cae en
terreno inferril. Si en vuestra concepcion de Dios no hay un miedo reve-
rencial, circunspeccion, temor y temblor, entonces vuestra concepcion
del amor tarnbien careee de la debida reverencia. Si vuestra alma es tan
pequefia y arrogante que se sienre confortable y mimosa con Dios,
entonces el iinico amor que admitiran en vuestras almas sera un amor
conforrable y mimosa.

Pero una vez que se instala el tern or grande y justo, el grande y


justiciero amor de Dios oeupa su lugar. El amor es un lazo, no impor-
ta cuan infanril, entre el alma y Dios. El amor es un lazo mas Intirno y
perfecto. Nada menos fuerre que el gran lazo puede desalojar allazo
menor. No se les deberfa permitir a los «expertos» en psicologia pas-
toral y «educacion religiosa» que nos roben esta preciosa semilla,
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 159

porque cuando la sernilla del temor cae en la tierra del amor y muere,
produce mucho fruto.

El arnor echa fuera a1 temor porque el tipo de arnot del que


hablarnos es agape, no eros. El deseo no desaloja al temor, pero sf 10
hace el agape, puesto que el agape incluye ala confianza. Solamente la
confianza, solamente 1afe vence a1temor. Si creemos que nuestro amor
sera rechazado, tememos. Pero si confiamos en que el amado nos corres-
ponders, si sabemos que nuestro arnor sera correspondido e incluso supe-
rado, no tenemos miedo. «No hay temor en el amor», solo fuera de €l.

Y el amor de Dios es el iinico enreramente confiable (y asi el iinico


arnor que garantizadarnente echara fuera todo ternor) porque solamente
Dios nos conoce, acepta y confirma toralrnente. «Aun cuando mi padre
y mi madre me rechazaran, el Senor me recogera» (Ps. XXVII: 10).

19. El Amor es Intercambio de Nuestras Respectivas Personas

Alga extremadamente sencillo y aun as! increfblernente rnisterioso


se lee en el Cantar de los Cantares II: 16 y de nuevo en VII: 10: «Mi
amado es mio y yo soy suya». El amor intercambia los respectivos «Yo»
de cada uno de los amantes. Cuando te amo, ya no me poseo; ni 10
haces. La he regalado. Pero yo te poseo. (Como puede ser esto? (Como
puede ser que e1regalo del amante sea su propio set? (Como podrfa la
mana del que da contener al misrno dador? Aquf se ve desbordada la
relacion normal entre el dador y su regalo, entre el sujeto y el objeto,
entre la causa y el efecto. Aquella habitual perogrullada por la que deci-
mos que en el amor uno se entrega a sf mismo a quien ama, formula un
misterio elevado y santo.

Su explicacion ultima es un rnisterio todavfa mas elevado y mas


santo, la mismfsirna Trinidad. Los amantes se pertenecen porque el
160 TRES FILOSOFiAS DE VIDA

arnot es la naturaleza de Dios y las Personas de la Divina Trinidad se


entregan redprocamente. E1 Hijo es el Verbo mismo, 0 pensamiento, 0
mente, del Padre entregado tan enteramente que el rarnbien engendra
eternamente a la Tercera Persona.

La imagen de este Hecho ultirno.es que los amantes pueden real-


mente entregarse recfprocamente de modo que «los dos pueden con-
vertirse en uno» sin dejar de ser dos. Ya en el caso de los amores
humanos se trascienden las leyes de las marernaticas: un importante
indicio de que no deberfarnos aplicarlas al amor divino, una evidencia
poderosa de que serfa locura arrogante querer negar la doctrina de la
Trinidad porque no tiene sentido rnatematico.

En la Trinidad, Dios se unifica con el conocimiento y arnot de Sf


mismo. La union entre las tres Personas constituye la unidad mas alta
de Dios, no la unidad maternatica 0 1aidentidad de su esencia. Tambien
esta es la raz6n por la que en nuestro caso tarnbien, a imagen suya, se
constituye una unidad mas grande entre el amante y la amada que entre
el amante y su propia persona. Se unifica mas con el amado; encuentra
su unidad, su personalidad unitiva, su identidad mas en la amada que
en sf mismo; se «identifica» mas con ella que consigo mismo.

Y as! como las Personas de la Trinidad se unifican y el marido y la


mujer se convierten en uno solo, as! tarnbien Dios y el hombre se unen
en la iinica persona de Cristo. El amor de Dios intercambia su set por
el nuestro. Nos introduce en su Cuerpo Mfstico. Nos infunde su
Espiritu. Esta en nosotros y nosotros en E1.Alguno ha dicho que si los
teologos comprendieran plenamente 10 que significa la palabra «en»
resolverfan todos los misterios.

Ahora bien, por mucho que sea un rnisrerio no quiere decir que
hablemos de alga remoto. Cualguier amante 10 sabe. Los esclavos
pertenecen a sus duefios par la fuerza y la convenci6n, y los yuppies
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 161

unicamente se perteneeen a SI mismos, pero los arnantes se perteneeen


~•..
redproeamente. Asf', si re amo, donde quiera que estuvieres, yo soy,
pues soy mas yo mismo eontigo que solo. Lo que te oeurra rarnbien me
~i}'-'~·
~:.:-'-. oeurre a mi; y aSI10 que oeurre dos veees: a ti en ti y a ti en mi. Es par
~::... esto que un padre amante euando castiga a un hijo que se porta mal
dice literalmente la verdad cuando expresa «Esro me dude mas a rni
que a ti». Y tal vez sea as! cuando Dios nos castiga.

20. El Amor es Triunfalista

Buena parte de la imaginerfa incluida en el Cantar de los Cantares


no apela a las sensibilidades modernas par triunfalista, ceremonial, for-
mal e incluso militar. Par ejemplo,

~Que cosa es esta que sube del desierto,


L--- como columna de humo
perfurnada de mirra e incienso
con tad os los aromas del mercader?
:,'
Mirad, es su litera, la de Salomon;
c·-, sesenta valientes la rodean,
de entre los heroes de Israel.
Todos ellos manejan la espada,
son adiestrados para el combate;
r.
;;-::' todos llevan la espada cefiida,
a causa de los peligros de la noche.
f> De maderas del Libano
ii
;-:-::
se hizo el rey Salomon un cenaculo.
Hizo de plata sus columnas,
1:,':- de oro el dosel,
r->·
de purpura su asiento;
su interior esra recamado de amor,
por las hijas de Jerusalen.
Salid, oh hijas de Sion,
a conrernplar al rey Salomon
~:'_:: .
,
162 TRES FILOSOFiAS DE VlDA

con la corona que le teji6 su madre


en el dia de sus desposorios,
el dfa del gozo de su corazon. (Cant. III:6-11).

Esto nos impresiona considerab1emente menos que a los antiguos


porque vivimos en un mundo chato, un mundo igualitario, rnientras
que los antiguos vivian en un mundo Heno de alturas espirituales y
jerarquias, un mundo de torres y torretas. Pero nuestros corazones
protestan contra nuestra tierra llana y afioran su pafs real, la verdadera
dimension de la verticalidad. E1 amor es, simplemente, superior. Su
lugar es un trona. Con todo derecho se ufana, elogia, exulta, celebra,
entona su Cantar de los Cantares, su cancion no-ordinaria, su Gran
Canto. Se merece la plata y el oro y las tunicas y las coronas. E1 Cielo
estara lleno de todo eso (si el sirnbolismo en el Apocalipsis significa
alguna cosa); (no deberfamos ir practicando el vivir con esas cosas?

21. EI Amor esNatural

E1 amor es sobrenatural, pero tam bien es natural -corno Cristo,


plenamente Dios y plenamente hombre. No se trata solamente de que
el amor sea natural, es tarnbien Ia plenirud de la naturaleza humana, el
fin del designio divino para el hombre. La gravedad es e1 leitmotiv de la
suite sinf6nica de la naturaleza, el tema de la cancion de la naturaleza.

Esta es la razon par la cual el poeta del Cantar de los Cantares,


como todos los poetas tradicionales del amor, encuentra y usa analogfas
de la naturaleza para expresar el amor humano. Si e1 arnot no fuera de
par sf el hilo conductor de la naturaleza resultarfa artificial y espiri-
tualmente violento utilizar irnagenes naturales para expresarlo.

Con todo, la sensibilidad moderna es mas materialista que Lade


los antiguos de modo que tenernos que reeducarla por 10 menos en un
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 163

aspecto crucial de la imaginerfa tradicional. Estas metaforas se basan


frecuentemente no en una analogfa empfrica y visible sino en una de
tipo emocional. Por ejernplo, consideren el siguiente pasaje. Ni una
sola de las siete metaforas naturales que vamos aver tiene un analoga-
do visible, sino de manera muy remota. Si el lector piensa que el
escritor esra intentando eso, el encanto de la poesfa no s610 no fun-
cionara sino que funcionara un ensalmo de desprecio y risa. Pero S1 el
lector comprende que las sutiles y multiples historias de equivalencia
emocional han sido construidas con escaso fundamento en 10 visible,
podra ingresar al secreta del poeta que descubre oculras correspondencias.

Tus ojos son palomas, detras de tu vela,


Tu cabellera es como un reba no de cabras,
que va par la montana de Galaad.
Son tus dientes
como hatos de ovejas esquiladas, ..
que suben del lavadero,
todas con crfas mellizas,
sin que haya entre ellas una esteril,
Como cinra de purpura tus labios,
y graciosa es tu boca.
Como miracles de granada son tus rnejillas,
derris de tu velo,
Tu cuello es cual la torre de David, .
construida para armerfa,
de la que penden mil escudos,
codas ellos arneses de valienres.
Como dos rnellizos de gacela
que pacen entre azucenas,
son tus dos pechos. (Cant. IV:1-5).

Exactamente como resulta adecuado comparar los pechos ados


gacelas que pacen entre azucenas es mucho mas diffcil de analizar y
explicar que intuirlo; pero que es adecuado, que hay una correspon-
164 TRES FllOSOFIAS DE VIDA

dencia natural entre 10 gue ve el amor en su arnada y en la naturaleza,


es el punta mas irnportante. La irnaginerfa natural se encuentra a cada
paso en la poesfa arnatoria porgue el arnor se encuentra en todas partes
cuando de naturaleza se trata. Todo 10 que hay en la naturaleza puede
simbolizar al amor porque todo en ella fue creado y diseiiado para
rnanifestar al Dios del arnor. «Los cielos atestiguan la Gloria de Dios y
el firmamento proclarna su obra» (Ps. XIX: 1). Cada brizna de pasta es
una brizna de gracia, una nota de la gracia en la iinica Canci6n de Dios.
La naturaleza no es ciega ni boba. La naturaleza es elocuente. La cien-
cia humana es ciega y boba si no aye esta elocuencia.

22. Ef Amor esFief

Cada uno de los .10Mandamientos es una especificacion del arnor:


el arnor no roba, e1 arnor descansa en los dias de fiesta, el amor no le-
vanta falso testimonio, y aS1sucesivarnente. La unica excepcion pare-
cerfa ser la del adulterio. Pero no es el arnor el gue cornete adulterio
contra S1misrno. El arnor no necesita ninguna ley exterior para ser fiel;
el verdadero arnor es naturalrnente veraz. El arnor quiere ser fiel. Quiere
entregarse par entero a uno, no dispersarse y dividirse entre rnuchos.

AS1,«un huerto cerrado es mi herrnana esposa, manantial cerrado,


fuente sellada» (Cant. IV:12). EI arnor esta sellado frente a intrusos:
«Ponrne cual sella sobre tu corazon» (Cant. VIII:6).

Es imposible darse por entero a mas de una persona, puesto que


solo se puede dar el todo a un todo, y s6lo la persona individual cons-
tituye un todo. Un grupo no es un todo. No puede uno darse par entero
a un grupo de dos 0 mas. Si uno rnultiplica el recipiente necesariarnente
divide el don -y al donante. Y un donante dividido, un yo dividido, es
una cosa terrible, como una personalidad partida en dos. Solarnente
Dios puede darse por entero a mas de uno, a cada uno de nosotros, uno
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 165

vez, porque Dios esta en la eternidad y el tiernpo esta a su disposi-


Nadie puede darse por entero a mas de uno por vez porque esta-
en el tiempo mientras que Dios no. .

Aunque Dios nos quiere individualmente, su amor por cada uno de


nbsotroS es tan celoso y sellado y fiei como el nuestro. Asf como el esposo
.comparte a su amada con otros, el divino esposo no cornpartira su
. ""~~,M-0 sea nuestra alma- con otros. En lugar de eso, se desposara con
. ;recurso, can su posesion, pata sf solo. «Porque Yo el Sefior tu Dios soy
Dios celoso» (Ex. XX:5). Seguramente hay una conexi6n entre el
. . desprecio de estos «celos» de Dios y el desprecio por la fideli-
dad en el matrimonio. Hemos cambiado «la via estrecha. de Cristo POt
orgfa ecurnenica, un grupo vacilante, a tientas, entre los dioses; y
hemos trocado 10 inadulterado e indivorciable -«que el hombre no sepa-
te 10 que Dios ha unido»- por la mas catastr6fica destrucci6n que regis-
. tra la historia de la instituci6n fundamental de la humanidad. Los dos
trueques son dos caras de la misma despreciable moneda, y «(de que le
sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?».

2 3. EI Amor estd Pronto

Cuando el angel se apareci6 a Marfa, ella estaba lista con su


respuesta: Sf, Fiat, que aSI sea, «Que se haga en rnf segun tu palabra».
Esta es la raz6n por la que Marfa es la santa perfecta; un santo perfecto
tiene amor perfecto, y el am or perfecto siempre esta perfectamente listo
con un simple Sf.

Pero la esposa en el Canrar de los Cantares, como nuestra alma, no


esta perfectamente pronta. Se excusa, y porque tiene miedo, porque esta
a la retranca, 0 por culpa de cierro doblez, la consumaci6n del arnot que
tanto afioraba se pospone, a raiz de 10 cual sufre inconmensurablemente:
166 TRES FILOSOFfAS DE VIDA

Yo dorrnfa,
pero rni corazon estaba despierto.
jUna vozl Es mi amado que golpea.

«Abrerne herrnana rnia, amiga mia,


paloma rnia, perfecta mfa,
pues rni cabeza esta llena de rocfo
y mis cabellos de las gotas de la noche..

Ya me he quitado la tunica;
<,comoponerrnela de nuevo?
Ya me he lavado los pies;
<,comoensuciarlos?
Mi amado introdujo la mana par el cerrojo,
y mis entrafias todas se conmovieron.
Levanterne para abrir a mi amado,
y mis rnanos gotearon mirra;
de mirra exquisita
se impregnaron rnis dedos
en la manecilla de la cerradura,
Abrf a mi amado,
pero mi amado, volviendose,
habfa desaparecido.
Mi alma desfallecio al ofr su voz,
Lo busque y no 10 halle;
10 llarne, mas no me respondio.
Enconrraronrne los guardias
que hacen la ronda en la ciudad;
me golpearon, me hirieron;
y los que custodian las murallas
me quitaron el manto.
Os conjuro, oh hijas de jerusalen,
si hallais a mi amado, decidle
que yo desfallezco de arnor, (Cant V:2-8).
Er. CANTAR DE LOS CANTAIUS: LA VIDA COMO AMOR 167

.............
Siempre estamos haciendo eso con Dios. Muy poeas veces hacemos
caso a la divinamente inspirada invitacion susurrando que nos volvamos
inmediatamente hacia El, que acornpafiemos las prirneras mociones de
Espiritu. Cuando tengamos mas tiempo, cuando estemos de mejor
cuando las muchas cosas tip a-Marta se yean atendidas, recien
podremos atender a la cosa tipo-Marfa, «10 iinico necesario».
l.YJ.<LU......... Pero manana nunca llega, y si no nos volvemos hoy simple-
nunca nos volveremos a El puesto que hoy es el unico tiempo que
«Ahora es el tiernpo de la salvacion». Ai posponer ese sencillo sacri-
del alma par el cual uno da de mana todo 10 que no sea tornarse
Dios can los ojos abiertos, con el corazon abierto, con las manos
posponemos la plenitud de nuestra salvacion. Porque de eso se
la salvacion: recibir a Dios en el alma, en nuestra voluntad, en
vida presente. El pasado esta muerto ye1 futuro aiin no ha naci-
Dios vive en el presente y solo ingresa en el presente.

(Se han dado cuenta de como cuesta hacer esta cosa que tantos
de moda recomiendan tan sueltos de cuerpo: esro de vivir en
~~"Vf",~~

Les mostrare cuan diffcil es. Los desaffo a que paren de leer
mismo, que paren de desear que haya alga valioso para ustedes en
proximo parrafo, y volveros inrnediaramente hacia Dios y decirle
10 quieren y dejarle a El que les diga cuanto los quiere -ahora
UU:»U'U. Sean mas sensatos que la esposa en el Cantar. (Volvieron? (No

eso acaso la mejor patte dellibro?

. (0 hicieron ttampa y solamente pensaron en hacerlo? Mejor que


• planifiquen llegat asi al Cielo: solo pensando sobre eso.

- El Amor Abarca Todo


El amor que canta el Cantar incluye a todos los amores. La totali-
de «los cuatto arnores» estan aquf. (Para una excelente introduc-
168 TRES FILOSOFiAS DE VIDA

cion a los cuatro amores, yean el libro de C.S. Lewis con ese tftulo).
Ocurre que la mas completa e intima de las relaciones humanas, el
matrimonio tal como Dios 10 concibio, estan incluidos los cuatro
amores; y en el matrimonio entre Dios y el alma tam bien.

Ni el matrimonio espiritual ni el matrimonio terrenal excluyen a


los dernas amores. As! San Agustin dice en las Confesiones que el que
posee aDios posee todas las cosas y que a quien posee aDios y ningu-
na otra cosa no le falta nada, y que el que posee aDios y todas las cosas
no tiene mas que el que tiene a Dios solo.

En el Cantar nos topamos primero con eros, el deseo. En realidad,


allf encontramos el arrobamiento -pero el arrobamiento mas profundo
y mas apasionado el que es capaz de mucha mas pasion, intimidad y
jubilo que el de la carne solamenre: «Me has arrebatado mi corazon,
hermana mia, esposa. Me has arrebatado el coraz6n con una de tus
miradas» (Cant. IV:9). «Yo te suscitate debajo del rnanzano» (Cant.
VIII:5) -el deseo es consumado. «Sus flechas son flechas de fuego, lla-
mas del mismo Yahve» (Cant. VIII:6).

Aqui tam bien nos encontramos con el afecto. De hecho, hallamos


este tierno y conforrable amor yuxrapuesto al mas apasionado de los
amores en Cantar de los Cantares IV:9, allf donde la esposa es tratada
tanto como «rni herrnana» cuanto «rni esposa». Esta yuxraposicion se
encuentra repetida en IV:10, IV:12 y VI. Un matrimonio hecho
enterarnente del fuego de eros, sin ninguna de las paredes del afecto que
10 contengan, no durarfa gran cosa.

En tercer lugar, aquf tarnbien hay amistad: «Tal es mi amado, tal


es mi amigo» (Cant. V:16) (La amistad difiere del afecro en que a el
se llega con entera libertad y eleccion, mientras que el afecto es un
sentimiento espontaneo. Adernas, el afecto no requiere igualdad; la
amistad sf).
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 169

Finalmente, encontramos caridad yentrega: «Yosoy de mi amado»


(Cant. VII: 10). «Mi amado es mio, y yo soy suya» (Cant. II: 16). Si fal-
tara cualquiera de estos cuatro amores en un matrimonio, no solo
esrada incompleto sino en peligro su propia subsistencia. Estos cuatro
estan presentes y se ven perfeccionados en el matrimonio
espiritual ya que la gracia refleja a la naturaleza, y la gracia la perfec-
. y la redime antes que abolirla. El matrimonio horizontal entre el
novio y la novia refleja los principios del matrimonio vertical entre gra-
cia y naturaleza. Este es el profunda misterio del matrimonio que San
Pablo revel6 a los Efesios (V:21-33).

EI neologismo «sexists» es un vocable deficiente, tanto por el pre-


juicio que entrafia (confundiendo una descripcion con un juicio de
valor) cuanto porque irnplica una confusion entre «inherentemente
e «inherentemente superior». Mi amigo Sheldon Vanauken
reclaroa haber sido quien 10 acufio durante su fase de los «sonsos sesen-
ta» par 10 cual esta profundamente arrepentido. (Vease su libra Under
the Mercy). Tal vez este parrato pueda acortar su Purgatorio. EI amor
contiene una polaridad y diferenciaci6n entre los sexos que le es inhe-
r,enre,10 cual no quiere decir que contiene un chauvinisroo inherente. 12

As! es que el amor es «sexista» y asf se refleja a 10 largo del Cantar


los Cantares. Los misticos dicen que para Dies todas las almas son
Los generos masculino y femenino no estan confinados a 10
biol6gico, sino que se extienden mas alla, a las alroas
adernas de a los cuerpos. Aquf la prueba. Solo un dualista cartesiano se
~treverfa a negar la unidad entre el cuerpo y el alma y nadie podrfa

rermino «chauvinista» es un galicismo que originalmente alude al patrioterismo pero


en los Estados Unidos se ha rransmurado de modo que ahora los arnericanos 10 uri-
lizan para designar al «machismo" 0 «feminismo». (N. del T).
170 TRES FILOSOFiAS DE VIDA

negar que los cuerpos son inherenternenre masculinos 0 femeninos. Si


junrarnos estas dos premisas no podemos dejar de conduir que es dable
esperar algo analogo a los generos masculine y femenino en el alma..
Respecto de cada uno de nosotros, todos somos masculines 0 femeni-
nos. Para Dios somos todos femeninos. La palabra misma «alma» es
femenina en codas las lenguas mayores de Occidente excepto en Ingles
que es la (mica lengua que la ha «desexualizado», esto es, que tiene sus-
tantivos sin genera.

En el Cantar de los Cantares debe ser el novio y no la novia quien


simboliza aDios, la novia y no el novio quien simboliza al alma. La
razon de este «sexisrno» no reside en que el masculino es superior sino
que analogicamente opera can una funcion rnasculina no femenina:
impregna el alma; no al reves, Esta es la razon mas profunda par la que
Dios aparece a 10 largo de la Biblia como un masculino, nunca como
una femenina. Desde luego, es 5610 una imagen y no literal; Dios no
tiene cuerpo y asi tampoco sexo biologicamente considerado. Pero Ia
imagen refleja algo, y ese algo es la relacion que los inventores de ima-
genes experimentaron: todos experimentaran como Dios desposaba su
alma. El hecho que Dios nos impregne espiritualrnente y no al reves, el
hecho que Dios cree en nosotros una vida nueva y no al reves, y el hecho
que Dios entre en nosotros y no al reves, no puede cambiarse asf como
no puede aiterarse el hecho de que es el hombre el que impregna a la
mujer y no viceversa. No irnporta cuanto protesrernos y pataleernos, no
podemos cambiar las esenciales y eternas leyes de la estructura misma
de la realidad para conformarlas a la ultima moda de nuestros anrojos
ideo16gicos.

26. El Amor es Fuerte comofa Muerte


Finalrnente, el amor no puede ser vencido, ni siquiera par la
rnuerte. El amor es la unica cosa que le puede hacer freme a la muerte.
La muerte quita todo 10 dernas. Incluso las estrellas estrin sometidas a
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 171

Pero dentro de bill ones de afios, cuando hayan rnuerto todas


estrellas del universo, el arnor todavfa estara vivo, y si vivimos
si nos idenrificarnos can el arnor, si radicarnos nuestras
\'e~;pe:rallZ2LS de una supervivencia eterna en el.arnor, si pegarnos nuestros
al arnot, nosotros tambien estarernos vivos, eternarnente
como el arnot misrno. Es que Dios est a hecho de arnor. POt eso
para siempre (I Cor. X1II:8). Cuando la rnuerte destruye 10 que
" .""""("1<-" ser desrruido, 10 indestructible perrnanece. Ese es el argumento
Hebreos XII:26-28. Es aquel pasaje en que se refiere a 10 que sera
UU.LU'-'" , se incluye redo el universo creado, y «el reino gue no
':::"I"',I,p'I1P ser sacudido» se refiere al arnot de Dios.

Entonees su voz saeudi6 la tierra y ahora nos haee esta


promesa: «Una vez rodavfa sacudire no solamente la tierra, sino
tarnbien el cielo.», Esto de «una vez todavia» indica gue las
cosassacudidas van a set cambiadas, como que son creaturas, a
fin de que permanezcanlas no conmovibles, Per eso, aceptando
el reino inconmovible, tengamos gratitud por la cual tribute-
mos aDios culto agradable con referenciaytemor. Porgue nues-
tro Dios es fuego devorador.

El fuego es arnot. EI arnot, como el fuego, destruye a SllS enerni-


gos, incluso «el ultimo enemigo», la muerte (I Cor. XV:26).

En el momenta de la muerte, se libra una gran batalla en.Ia liga


de los pesos pesados del universo: en este rincon La Muerte, en aquel
rincon El Amor. Pero la rnuerte no puede cambiar al arnor; el arnot
cambia a la rnuerte. El amor modifica la significacion de la rnuerte,
pero la muerte no cambia el sentido del amor, Cuando se encuentran el
agua y el fuego, uno de los dos tiene gue morir. «EI amor es fuette
como la muerte» (Cant. V1II:6) porgue «No valen muchas aguas para
apagar el arnor, ni los rfos pueden apagarlo» (Cant. VIII:7). La muerte
amenaza al amor con su extinci6n: «Arnor, moriras». Pero el amor
172 TRES FILOSOFJAS DE VIDA

replica, triunfante, en las iiltirnas palabras del gran poema de Donne:


«Muerte, moriras».

Aquf se profetiza el fin de la historia de toda la Creacion, de todo


el tiempo y de toda la historia, tal como sucede al final del Apocalipsis.
Aquf encontramos como termina la historia del amor de Dios: can una
vida sin fin y amor y un matrimonio celestial:

Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer


cielo y la prirnera tierra habfan pasado, y el mar [simbolo de la
rnuerte] no existfa mas. Y vi la ciudad, la santa, la Jerusalen
nueva, descender del cielo de parte de Dios, ataviada como una
novia que se engalana para su esposo. Y 01 una gran voz desde el
trono, que dec1a: «He aquf la morada de Dios entre los hombres.
El habitant con eIlos, y ellos seran sus pueblos, y Dios mismo
estara con ellos, y les enjugara toda lagrima de sus ojos; y la
rnuerte no exisrira mas; no habra mas lamentaci6n, ni dolor,
porque las cosas prirneras pasaron». Y Aquel que estaba senta-
do en el rrono dijo: «He aquf, Yo hago todo nuevo.». Dijo tam-
bien: «Escribe, que estas palabras son fieles y verdaderas». Y
dfjome: «Se han cumplido. Yo soy el Alfa y la Omega, el prin-
cipio y el fin. Al que tenga sed Yo Ie dare gratuitamente de la
Fuente del agua de la vida». (Apoc. XXI: 1-6).

(Oyeron eso? iSin pagar! El iinico requisito es tener sed. La


increible oferta se repite de nuevo en el Apocalipsis, XXII: 17.

El Espiritu y la novia dicen: «Veri». Diga tambien quien


escucha: «Ven». Y el que tenga sed, venga; y el que quiera, tome
gratis del agua de la vida.

Un jubilo eterno, el matrimonio con Dios, es «gratis» porgue el


Amor ya ha pagado el precio, en el Calvario.
EL CANTAR DE LOS CANTARES: LA VIDA COMO AMOR 173

Como ven, el arnor puede hacer cualquier cosa. S610el arnor puede
llenar el vado del Eclesiastes. S610el arnor puede satisfacer la busque-
da de Job -y la vuestra.

* * *
Este libro se termin6 de imprirnir en [a Editorial y Talleres Graficos
de la Universidad Cat6liea de La Plata,
el 23 de octubre del Afio del Senor de 2001, memoria
~~:.:.-.
de San Juan de Capistrano.

Disefio e Impresi6n: Editorial y Talleres Gnificos de la Universidad Carolica de La Plata,


calle 115 N° 552 (1900) La Plata.
E-mail: depwdise@Llcaip.edu.ar-edicorial@ucalp.edu.ar

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