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Complicaciones de la artritis reumatoide

Si no se trata debidamente, la artritis reumatoide (AR) causa


problemas cada vez peores que van desde la alteración del
estilo de vida hasta el deterioro articular de gravedad y otras
afecciones médicas.

Interrupciones en el estilo de vida


Sueño
Debido al dolor característico de la AR, es posible que los
pacientes se despierten varias veces durante la noche, lo
que les impide lograr el descanso reparador que
generalmente acompaña el sueño nocturno. Sumado a
esto, varios de los medicamentos utilizados para el
tratamiento de la AR pueden producir insomnio.

Discapacidad
El deterioro y el dolor articular pueden inhabilitarlo para
trabajar o realizar tareas cotidianas normales, como
vestirse o usar el mouse o el teclado de la computadora. A
través de un estudio, se descubrió que más de un cuarto de
las mujeres con AR dejaron de trabajar en el plazo de los
cuatro años posteriores al diagnóstico de la afección.

Problemas psicológicos
El estrés producido por la AR y los cambios en el estilo de
vida pueden traer aparejados pérdida de la autoestima,
sentimientos de impotencia e incluso trastornos clínicos
depresivos o de ansiedad.

Anemia
La anemia hace referencia a un nivel bajo de glóbulos rojos
que produce cansancio, debilidad y mareos. La inflamación
generalizada producida por la AR repercute en la
producción de glóbulos rojos, razón por la cual la anemia es
un trastorno muy frecuente entre los pacientes con AR;
alrededor del 60 por ciento de las personas que la padecen
tienen anemia. Asimismo, los pacientes con anemia que no
reciben tratamiento corren un mayor riesgo de tener un
deterioro articular de gravedad como consecuencia de la
AR según estudios.

Enfermedades pulmonares reumatoideas


Las enfermedades pulmonares reumatoideas se refieren a
un grupo de afecciones pulmonares que se presentan
frecuentemente en los pacientes que padecen AR:
derrames pleurales (líquido en los pulmones o en la
cavidad torácica), fibrosis pulmonar (formación de tejido
cicatricial en los pulmones), formación de nódulos
(acumulaciones de tejido) en los pulmones e hipertensión
pulmonar (presión arterial elevada en los pulmones). Se
desconocen los motivos por los cuales la AR produce estos
problemas. Entre los síntomas de las enfermedades
pulmonares reumatoideas, se incluyen falta de aire, dolor
en el pecho y tos persistente.

Inflamación cardíaca A veces, la AR provoca inflamación en


el interior y alrededor del corazón y también en las
articulaciones. Tanto la pericarditis (inflamación del
revestimiento membranoso del corazón) como la
miocarditis (inflamación del miocardio propiamente dicho)
pueden provocar insuficiencia cardíaca congestiva, una
afección grave en la cual el corazón no puede bombear
sangre al resto del organismo de manera adecuada.
Destrucción de las articulaciones A medida que avanza, la
inflamación producida por la AR comienza a destruir el
cartílago y el tejido óseo que rodean las articulaciones. Esto
produce deformidades y pérdida de movimiento. En casos
graves, al crecer, los huesos pueden fusionarse entre sí e
inmovilizar la articulación. Este tipo de daño es permanente
e irreversible, salvo que el paciente se someta a una
intervención de reemplazo total de la articulación que no es
posible realizar en todas las articulaciones.

Osteoporosis
La osteoporosis es una pérdida de densidad ósea que hace
que la persona que la padece sea más propensa a sufrir
fracturas. Es un motivo de preocupación para quienes
sufren AR por varias razones. En primer lugar, ambas
enfermedades comparten los mismos factores de riesgo:
las mujeres mayores y los fumadores son más propensos a
padecer tanto AR como osteoporosis. En segundo lugar,
los corticoesteroides que generalmente se usan para tratar
la AR pueden producir osteoporosis. Por último, ciertos
estudios indican que la AR en sí misma podría causar
pérdida de densidad ósea en las articulaciones afectadas
por la enfermedad. Un régimen alimentario rico en calcio y
vitamina D (o tomar suplementos de calcio y vitamina D si
el médico los recomienda) puede prevenir la osteoporosis.

Es útil realizar estudios como la radiografía simple de mano y


muñeca, pese a que no aportan datos relevantes al inicio de la
enfermedad debido a que las alteraciones radiológicamente
visibles como la pérdida de cartílago, disminución del espacio
interarticular, erosiones óseas, etc., se observan en fases más
avanzadas, generalmente utiliza para apoyar el diagnóstico y
tener un punto de comparación para valorar el avance de la
lesión articular a través del tiempo.
La alteración inicial parece ser una reacción inflamatoria
inespecífica que se desencadena por un estímulo desconocido.
Se manifiesta como una inflamación autoinmune sinovial, la
cual se da por la infiltración de células inflamatorias,
predominantemente Células T y macrófagos a la membrana
sinovial, lo que conlleva a una lesión microvascular y un
aumento en el número de células de revestimiento sinovial e
inflamación por células posteriormente perivascular
mononucleares, este inflamatorio se extiende hacia el cartílago
adyacente y el hueso ocasionando así el daño articular.

Los linfocitos que van estar en la fisiopatología son Thelper1 y


Thelper17
La función th1 es sintetizar interferón ganma y la th17 es
sintetizar interleucina 17 e interleucina 7 las interleucinas 17 y
7 su función es el reclutamiento de las células proinflamatorias
que son los neutrófilos, macrófagos, eosinofilos y el interferón
su función es para activar a los macrófagos es decir que ambas
se autocomplementan

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