30 l HACIA UNA ECOLOGÍA DE LAS PANTALLAS
necesario asumir una mirada coevolutiva que comprenda
tanto la relación delos medios entre sícomo elvínculo entre
estos medios y sus usuarios. Al mismo tiempo, se trata de
concebir a los medios no en forma aislada, sino como parte
de un ecosistema en constante transformación, lo que per-
mitirá advertir las similitudes y diferencias entre ellos a lo
largo de su evolución. Esta coevolución entre los medios
y sus consumidores -y, más precisamente, entre las panta-
llas y los lectores- es lo que nos interesa analizar en estas
páginas . Volviendo al relato de Víctor Rugo, el libro-cate-
dral y el libro impreso, sibien tenían similitudes en tanto se
presentaban como "libros" para ser leídos, eran a su vez me-
dios distintos, con contenidos diferentes y diversos modos
de ofrecer esos contenidos a sus lectores, los cuales también
requerían de distintas habilidades para leer.
La ecología de las pantallas
¿Por qué hablamos de "las" pantallas y no de "la"pantalla?
Porque enla actualidad láspantallas sehan multiplicado .Vi-
vimos en un ecosistema de medios hegemonizado pot ellas.
Pero esas pantallas no se eliminan unas a otras,sino que co-
evolucionan y crean un ambientecomplejoenel cual leemos
y consumimos contenidos de distinto modo. Precisamente,
la ecología de los medios concibe esta diversidad demedios
en forma compl ementaria e interdependiente, siempre de
acuerdo con las necesidades y las demandas del lector/u sua-
rio/consumidor.
Israel Márquez trazó en 20 l5una interesante "genea-
logía de la pantalla", partiendo de la gran pantalla (el cine),
continuando con lap equeña panta lla (la TV), las multi-
pantallas (el autocine y los .cines con pantall as múltiples),
lapantalla videolúdica (los videojuegos ),la ciberpantalla (la
computadora conectada a Internet) y,finalmente, lapantalla
LECTURA TRA NSMEDIA 1 31
móvil (el celular inteligente o smartphone ). Lo interesante
de esta cronología es que, lejos de concebirlas como panta-
llas independientes, el autor las considera evoluciones unas
de otras, e incluso llega a afirmar que el teléfono móvil es la
pantalla total, porque integra en su interior todos los me-
dios, funciones, usos y pantallas anteriores. Otros autores
denominan alteléfono móvil como "la cuarta pantalla ",lue-
go de la primera pantalla (el cine), la segunda (la TV) y la
tercera (la computadora) .A diferencia de sus predecesoras,
la pantalla del móvil es una pantalla "nómada" que tiene su
antecedente en el reproductor de música , y que al decir de
Márquez forma parte del concepto de "informática vestible"
( wearable), según el cual el dispositivo se confunde con la
ropa del usuario, además de conectarse con otros dispositi-
vosatravésdela/ntemetde lascosas.2
El desarrollo de laspantallas no se detiene, y la del te-
léfono móvil no será la última pantalla que conoceremos.
Las pantallas de los relojes inteligentes, las integradas a los
cascos de realidad virtual, las interfaces como la cardboard
de Google, que convierte al teléfono móvil en una pantalla de
360 grados,eincluso los últimos avances vinculados de lentes
de contacto con pantalla flexible que permite desplegar imá-
genes directamente sobre la retina; todos estos desarrollos
hablan de una historia queno ha llegado a sufin, y que parece
avanzar hacia una creciente miniaturización para ofrecer una
experiencia deusuario donde lapantalla pasará cada vez más
desapercibida, al punto de desaparec er comotal.
Para hablar de una verdadera ecología de laspa ntallas,
nos podemos preguntar: ¿cómo interactúan estas diversas
2 Según Wikipedia, la Internet de las cosas -loT por sus siglas en in-
glés- es J a 'ínterconexión digital de objetos cotidianos con Intern et".Tal
vez llame la atención citara Wikipedia en un libro, pero precisamente un a
de sus virtudes es la actualización constante de la información , cuestión
más que importante en temas como este. Disponible en www.es.wikipe-
dia.org/wikijlnterneLde.Jas_cosas (recuperado el 14 de abril de 2018) .