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¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL LIBRO? El apóstol Pablo, quien compartió acerca de la gracia de Dios por
experiencia (Hch 9:1-19) y por la educación que recibió (Hch 22:3), escribió estas palabras
alrededor del año 57 d. C.
¿CUÁNDO FUE ESCRITO? 57-58 d.C.
¿A QUIÉN FUE ESCRITO? Pablo escribió, principalmente, a los creyentes gentiles residentes en la
capital del imperio romano a fin de: 1. Darse a conocer a los creyentes allí, y reclutarlos para la
extensión del evangelio. 2. Desarrollar y defender la verdad del evangelio que había estado
predicando. 3. Animar a los creyentes de Roma a depender exclusivamente de la gracia de Dios
para su salvación (Rom 3:24).
¿DE DÓNDE FUE ESCRITO? desde Corintio
CONOCIENDO A QUINE ESCRIBIO ESTE LIBRO: Pablo era de la tribu de Benjamín, (Fil 3:5). Él
también era un ciudadano romano (Hch 16:37; 22:25). Pablo nació alrededor del tiempo del
nacimiento de Cristo, en Tarso (Hch 9:11), una ciudad importante (Hch 21:39) en la provincia
romana de Cilicia, localizada en Asia Menor (Turquía moderna). Él pasó parte de los primeros años
de su vida en Jerusalén como un alumno del celebrado rabino Gamaliel (Hch 22:3). Al igual que su
padre antes que él, Pablo era un fariseo (Hch 23:6), un miembro de la secta judía más estricta (Fil
3:5).
Milagrosamente convertido mientras iba camino a Damasco (33-34 d.C.) para arrestar a cristianos
en esa ciudad, Pablo inmediatamente comenzó a proclamar el mensaje del evangelio (Hch 9:20).
Después de haber escapado con mucha dificultad de que le quitaran la vida en Damasco (Hch
9:23-25; 2Co 11:32, 33) Pablo pasó tres años en Arabia Nabatea, al sureste del Mar Muerto (Gá
1:17, 18). Durante ese tiempo recibió gran parte de su doctrina como revelación directa de Dios
(Gá 1:11, 12).
Más que cualquier otro individuo, Pablo fue responsable por el esparcimiento del cristianismo a lo
largo del Imperio Romano. E hizo tres viajes misioneros por gran parte del mundo mediterráneo,
predicando incansablemente el evangelio que él en un tiempo buscó destruir (Hch 26:9). Después
de que regresó a Jerusalén llevando una ofrenda para los necesitados en la iglesia ahí, fue
falsamente acusado por algunos judíos (Hch 21:27-29), salvajemente golpeado por una multitud
enfurecida (Hch 21:30, 31), y arrestado por los romanos. Aunque los gobernantes romanos, Félix y
Festo, como también Herodes Agripa, no lo encontraron culpable de ningún crimen, la presión de
los líderes judíos mantuvo a Pablo bajo custodia romana. Después de dos años, al apóstol usó su
derecho como ciudadano romano y apeló su caso a César. Después de un turbulento viaje (Hch 27,
28), incluyendo una tormenta violenta de dos semanas en el mar, que culminó en un naufragio,
Pablo llegó a Roma. Eventualmente soltado por un breve período de ministerio, fue arrestado una
vez más y murió como un mártir en Roma alrededor del 65-67 d.C. (2 Ti 4:6).
Aunque físicamente no era impresionante (2 Co 10:10; Gá 4:14), Pablo poseyó una fortaleza
interna que le fue otorgada a él a través del poder del Espíritu Santo (Fil 4:13). La gracia de Dios
probó ser suficiente en proveer para toda necesidad que tuvo (2Co 12:9, 10), capacitando a este
noble siervo de Cristo para terminar exitosamente su carrera espiritual (2Ti 4:7).
Contexto Histórico de Romanos: Roma era la capital y la ciudad más importante del Imperio
Romano. Fue fundada en el 753 a.C. pero no es mencionada en las Escrituras, sino hasta los
tiempos del NT. Roma está localizada a lo largo de las cuencas del río Tíber, alrededor de
veinticuatro km del Mar Mediterráneo. Hasta que un puerto artificial fue construido cerca de
Ostia, el principal puerto de Roma era Puteoli, a unos doscientos cuarenta km de distancia (Hech
28:13). En el día de Pablo, la ciudad tenía una población de más de un millón de personas, muchas
de las cuales eran esclavas. Roma se jactaba de tener edificios colosales, tales como el Palacio del
Emperador, el Circo Máximo, y el Foro, pero su belleza era manchada por los barrios en los que
tantos vivían. De acuerdo a la tradición, Pablo fue martirizado afuera de Roma en la Vía Ostiana
durante el reinado de Nerón (54-68 d.C.).
Algunos de aquellos que se convirtieron en el día de Pentecostés probablemente fundaron la
iglesia en Roma (Hch 2:10). Pablo había buscado por mucho tiempo visitar la iglesia romana, pero
se le había hecho imposible hacer eso (1:13). En la providencia de Dios, la incapacidad de Pablo de
visitar Roma le dio al mundo esta obra maestra inspirada de doctrina del evangelio.
El propósito primordial de Pablo al escribir Romanos fue enseñar las grandes verdades del
evangelio de la gracia a creyentes que nunca habían recibido instrucción apostólica. La carta
también lo introdujo a una iglesia en donde él era personalmente desconocido, pero esperaba
visitar pronto por varias razones importantes: edificar a los creyentes (1:11); predicar el evangelio
(1:15); y conocer a los cristianos romanos, para que pudieran alentarlo a él (1:12; 15:32), orar
mejor por él (15:30), y ayudarlo con su ministerio planificado en España (15:28).
CÓMO LEER ROMANOS: El poder esencial para una vida transformada es el poder de Dios.
Romanos revela que Dios ganó la victoria sobre el pecado y la muerte por medio de Jesús quien
pagó el precio al morir en nuestro lugar y destruyó el poder esclavizante del pecado sobre
nosotros. Por medio del poder de Dios los cristianos pueden reflejar las obras y actitudes de
aquellos que son amados profundamente por Dios. Un estudio en oración de Romanos revelará el
secreto para una vida llena del Espíritu Santo: una respuesta sencilla y constante de fe en Jesús y
su obra en la cruz. ¡Prepárate! El mensaje de esta carta transformó las vidas de Martín Lutero,
John Wesley y muchas otras destacadas personas de fe. Ellos se transformaron en agentes de
cambio al aplicar la verdad que la fe es lo único que se necesita para que Dios nos acepte. Haz lo
mismo que estos hombres y mujeres de Dios: sumérgete en esta carta hasta que su mensaje se
adueñe de ti.
Romanos es una de las cartas más organizadas del Nuevo Testamento. Luego de una breve
introducción, Pablo declara que todos los seres humanos sin importar su procedencia o
nacionalidad son pecadores y por lo tanto no pueden tener una relación con Dios (Ro 1:18-3:20).
Más adelante pasa a explicar cómo Dios en su justicia trató con el pecado, haciendo que la
amistad entre el hombre y Dios fuera posible (Ro 3:21-8:39). Después Pablo argumenta que
nuestra fe en respuesta a la obra de Dios a través de la cruz es la clave de nuestra justificación —
salvación—, es el camino para obtener acceso al poder de Cristo que mora en nosotros, para así
poder decir no al pecado y sí a Dios. En los capítulos del 9 al 11 Pablo resume cómo la obra
redentora de Dios ha preparado un camino a través de la historia para que los judíos y los pueblos
de todas las naciones —gentiles— se beneficien de su don de gracia mediante la muerte de Jesús
en la cruz. En los últimos cinco capítulos recibirás consejos prácticos para vivir la fe en unidad con
otros creyentes, para «unirse en una sola voz para dar alabanza y gloria a Dios, el Padre de nuestro
Señor Jesucristo.» (Ro 15:6).
TEMAS:
Fidelidad de Dios. Un tema central de Romanos es la fidelidad al pacto de Dios. Su
fidelidad a su promesa a Abraham se revela en la salvación con base en la fe. Tanto judíos
como gentiles encuentran fidelidad ante Dios a través de la fe en Jesús (3:21-26).
Rectitud. El ser judío o gentil no es un mèrito personal justificado ante Dios, cada uno,
aparte de Cristo, está bajo su ira (2:1-3:20). Pero aquí están las Buenas Nuevas: Mediante
la muerte de Jesús, Dios atribuye su propia justicia a todo el que cree y confía en su
promesa de salvación en Cristo (3:21-5:21). A través de la unión con Jesús, el poder del
Espíritu Santo le permite a los cristianos vivir vidas rectas aquí y ahora (6:1-8:39).
Reconciliación. Este libro está marcado por la preocupación de Pablo en cuanto a la
reconciliación racial y la sensibilidad transcultural. Su consejo para resolver los conflictos
internos de la iglesia (14:1-15:6) eleva la actitud de Cristo como el ejemplo para las
nuestras (15:1-6). Pablo reiteró la enseñanza de Jesús de que el amor al prójimo satisface
el intento de la ley (13:8-10)
Estructura de Romanos
DEBERES CRISTIANOS
15:1 Recibíos unos a otros 33
Cristo en Romanos
En esta carta a los Romanos, Pablo presenta a Cristo como “del linaje de David según la carne, que
fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre
los muertos” (1:3-4). Por medio de la muerte de Jesús somos reconciliados con Dios, y por su vida
somos salvados (5:10).
El libro de Romanos es ante todo una obra doctrinal y presenta a Cristo como Redentor de la
humanidad. Pablo declara que solo la fe en Cristo cubre el abismo que separa a Dios
todopoderoso de la humanidad pecadora. Así, el ser humano es justificado por medio de la obra
de Cristo en la cruz.