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El autor, Pablo (Rom.1:1) dicta a Tercio su secretario (Rom. 16:22) y escribe a la iglesia en Roma. Una iglesia que Pablo
no fundo, ni había visitado.
Frase clave:
La justicia de Dios es por Fe - Rom. 1:17; 3:21-25
Pero quizá la más importante es: ¿Y cómo se justificará el hombre con Dios? Esta es una pregunta muy antigua (Job
9:2) e importante porque Dios creó al ser humano para gozar de compañerismo con El, pero nuestro pecado no
permite esta condición. La respuesta más completa a esta interrogante en la Biblia se encuentra en esta carta escrita a
cristianos en Roma. Por lo tanto resulta indispensable que cada hijo de Dios la conozca, la medite, la entienda, y si
fuera posible la memorice para que a través de ella el Espíritu Santo traiga el avivamiento a nuestra vida personal de
modo que seamos transformados a su imagen (Rom. 8:29).
El apóstol Pablo escribió esta carta en el año 57 d.C. durante una breve estancia en Corinto, Grecia. La iglesia estaba
bien establecida y tenía una buena reputación entre las otras iglesias del imperio romano (Romanos 1:8). La ciudad
imperial de Roma era el centro urbano más grande e importante en esos días, y la vida bajo la mano pesada de los
emperadores romanos (Claudio 41-54 d.C. y Nerón 54-68 d.C.) era a veces opresiva. Los cristianos confrontaron la
opresión al tener prohibido reunirse abiertamente para adorar. Pablo, un judío cristiano y ciudadano romano, tenía
una profunda preocupación por los cristianos de Roma, y por todos los que necesitan la respuesta correcta a esta
pregunta. En el saludo introductorio (1:1-15), él describe su gran deseo de ser de ayuda.
Es importante enfatizar que los destinatarios de esta carta es una iglesia que no fue fundada por los apóstoles ya que
hasta el momento Pablo jamás había visitado Roma y sabemos por la historia que Pedro tampoco había estado ahí
todavía, así que esta iglesia fue fundada muy probablemente por los hombres que presenciaron la venida del Espíritu
Santo (Hechos 2:5-10) y llevaron esta buena nueva de salvación hasta aquella ciudad. Es por eso que Pablo se dirige
no a una iglesia en específico sino a todos los que están en Roma “amados de Dios, llamados a ser santos” (Rom 1:7).
Estas preguntas y muchas otras más serán contestadas con toda claridad a través de nuestro viaje por la carta de
Romanos.
Romanos 1:1
“Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios”
siervo. Moisés (Jos 1:2), Josué (Jos 24:29), David (Sal 78:70), Isaías (20:3), y los profetas (Dn 9:6; Am 3:7) también son
llamados siervos de Dios. Este término enfatiza la completa sumisión de Pablo a Cristo y la total autoridad de Cristo
sobre él. doulos (δοῦλος G1401) (de deo, atar), esclavo; originalmente el término más inferior en la escala de la
servidumbre. Vino también a significar uno que se entrega a la voluntad de otro (p.ej., 1Co 7:23; Rom 6:17,20), y vino
a ser el término más común y general para «siervo» Al llamarse a sí mismo «siervo de Jesucristo» (p.ej., en Rom 1:1),
el apóstol Pablo implica: (1) que había sido anteriormente esclavo de Satanás, y (2) que, habiendo sido comprado por
Cristo, era ahora un esclavo voluntario, ligado a su nuevo dueño.
apóstol. Uno que ha sido comisionado para llevar a cabo las instrucciones del que lo envió. En el N.T. este término se
refiere usualmente a los doce discípulos que el Señor llamó, dándoles una autoridad especial para representarle y
enseñar en su nombre (Mt 10:1–8; 18:18; Mr 3:14; Lc 6:13; 9:1; Jn 20:23). La Biblia enseña que esta autoridad se
concedió solamente a 12 personas (Apoc. 21:14), sin contar a Judas, Pablo completa este grupo. Pablo también fue
escogido y enviado como representante especial de Cristo (v. Hch 26:16–18; 1 Co 15:8, 9). El apostolado de Pablo le
fue otorgado por iniciativa divina (vers. 4–5; Gá 1:15), enfatizando en este verso que él fue llamado y apartado por
Dios. La palabra apóstol también describe la autoridad de Pablo en la iglesia (2 Co 11:28) como uno a quien Cristo
Jesús había comisionado y enviado a predicar el evangelio. Pablo enfatiza su apostolado, no por orgullo personal, sino
con humildad, puesto que Dios fue el que lo llamó y escogió para esta importante tarea. En sus cartas, Pablo reafirma
con frecuencia su apostolado ante los que se oponían a su autoridad y mensaje (v. 1 Co 9:1, 2; 2 Co 12:12; Gá 1:1).
En lo primero que enfocaremos nuestra atención será en la palabra Evangelio. El evangelio, 'evaggelion' en el griego,
significa 'buenas noticias'. Cuando Jesucristo nació en Belem, aparecieron los ángeles de Dios y le dijeron a los
pastores que estaban cuidando los rebaños en la noche, "¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena
voluntad para con los hombres!" (Lucas 2:14). Eran muy buenas noticias: paz con Dios y buena voluntad de Dios para
con los hombres.
El evangelio del Señor es que Él nos salvó, limpió todos nuestros pecados por medio de su Hijo. Él, Dios mismo, lavó
todos los pecados de aquellos que nos revolvíamos como gusanos en estiércol y que pecábamos en el lodo sin
importarle nuestra condición.
Los seres humanos nos encontramos bajo el dominio de un poder aterrador llamado PECADO (Rom. 3:10-18), el cual
es como cáncer que va corrompiendo al hombre hasta llevarlo a su destrucción (Rom. 7:18). Contrario al evangelio, el
pecado se encuentra acompañado de 4 malas noticias:
1. El Egoísmo.
El elemento básico de la naturaleza humana caída es la exaltación de sí mismo y del ego individual. La persona
perdida en esta naturaleza centra toda su atención en aquello que pueda traer satisfacción perpetua del yo. El apetito
de las riquezas, las posesiones, fama, dominio, popularidad, satisfacción, venganza, etc.; esta condición lleva a la
persona a corromper todo lo que le rodea.
2. Sentido de Culpa.
A pesar de la aparente satisfacción que produce el Egoísmo, valiéndose de arrebatar todas las cosas, el resultado será
un profundo sentido de culpa que es semejante al dolor físico, el cual Dios permite que experimentemos para
decirnos que algo anda mal.
Si la culpa no se cura a tiempo, esta puede desencadenar numerosos trastornos como temor, angustia, ansiedad,
depresión, de los cuales trataremos de huir justificándonos de diferentes maneras, por ejemplo, transmitiendo la
culpa a circunstancias externas como el abandono de un padre, la insatisfacción en el matrimonio, incluso hasta llegar
a culpar a Dios.
3. Ansiedad.
Invadidos por este mal de egocentrismo y autocomplacencia (pecado), pero sin poder alcanzar satisfacción jamás
(Prov. 30:15 TLA - “»La sanguijuela tiene dos hijas: una se llama “Dame”, y la otra, “Dame más”. Es amiga del que ama
el dinero, pues este siempre quiere más”), estas personas dejan de encontrarle sentido y propósito a la vida, esto
produce ansiedad (angustia, incertidumbre, preocupación).
4. Desesperanza.
Cuando estas malas noticias han llegado a su máxima expresión caemos en un profundo sentido de desesperanza para
esta vida y la venidera.
Encontramos en la carta a los Romanos lo que Dios nos ofrece para aliviar esta condición: que a través de Cristo, el
pecado es ser perdonado, el egocentrismo puede ser vencido, la culpa puede ser quitada, la ansiedad puede ser
alivianada, y ciertamente nuestra vida puede tener esperanza eterna. Esas son las buenas nuevas de Dios que
veremos a lo largo del estudio verso a verso en Romanos.
La semana pasada aprendimos que el evangelio son las Buenas Noticias de Dios para el Mundo, Evangelion
(griego) son buenas nuevas, es algo
trascendental o extraordinario. Lo
extraordinario para el hombre es que en
Cristo, y solo en Él, es que tenemos
salvación. 1 PABLO, SIERVO DE JESUCRISTO, LLAMADO A SER
APÓSTOL, APARTADO PARA EL EVANGELIO DE
Estas buenas noticias han estado DIOS, 2 QUE ÉL HABÍA PROMETIDO ANTES POR
presentes en la revelación de Dios desde
SUS PROFETAS EN LAS SANTAS ESCRITURAS, 3
el principio, por medio de sus profetas.
ACERCA DE SU HIJO, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO,
QUE ERA DEL LINAJE DE DAVID SEGÚN LA CARNE,
Conceptos
Profeta. Del griego profetes
(προφήτης G4396) uno que habla pública
o abiertamente, proclamador de un mensaje divino, el que habla de parte de Dios. Solo en ciertas ocasiones predecía
el futuro, generalmente era quien transmitía el mensaje de Dios. Dios ANTES hablaba por los profetas (Hebreos 1:1-
2), ahora lo hace por Jesucristo por medio de su revelación la Biblia (Juan 5:39).
De los profetas que habla aquí es de aquellos en las Santas Escrituras (la Biblia). Lo que tenían en este
momento era todo el Antiguo Testamento tal y como lo tenemos nosotros también. El N.T. apenas se estaba
escribiendo.
Existen muchas escrituras, pero no todas son santas. Solo la Biblia se considera inspirada por Dios. Solo la Biblia es
útil para que el hombre conozca a Dios, para darse cuenta de su condición delante de Dios y de lo que Dios tiene como
propósito para su vida (2 Tim. 3:16-17)
Cuando Pablo comenzó a predicar lo acusaron de predicar un mensaje nuevo, y lo veían como un mensaje en
contra del pueblo de Israel, contra la ley y contra el templo (Hechos 21:28), pero no era así, Jesucristo ha estado en
todos los escritos judíos (la ley y los profetas) desde el principio (1 Pedro 1:10-12; Mateo 5:17)
1. ¿Qué es lo que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras?
4. ¿Qué ejemplos recuerdas del A.T. donde se hable de nuestro Señor Jesucristo?
5. ¿Por qué crees que Pablo hace esta referencia sobre el evangelio en los profetas?
Llamados a ser Santos
Romanos 1:4-7
1 Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado
para el evangelio de Dios,
2 que él había prometido antes por sus profetas en las santas
Escrituras,
3 acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de
David según la carne,
4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de
santidad, por la resurrección de entre los muertos,
5 y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la
obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre;
6 entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de
Jesucristo;
7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser
santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del
Señor Jesucristo.
Rom. 9:5 “[Cristo] de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre
todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.”;
1 Tim. 3:16 “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el
Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.”;
Rom. 8:3 “Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en
semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne”
).
De ningún hombre se dice que tiene un linaje “según la carne” implicando que tenga otro diferente, ya que solo
somos carne. Nunca diremos “Fulanito es de la familia de don Manganito según su lado humano” pues nuestra
naturaleza es solamente humana. Solo Cristo con sus dos naturalezas (divina y humana) requiere esa separación.
Sin Dios no somos nada, pero tampoco nos debemos sentir mejores o maó s
importantes porque lo tenemos
1Co 4:7 (RV1960) “Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te
glorías como si no lo hubieras recibido?”
Gracia χάρις járis significa específicamente la influencia divina sobre el corazón, y su reflejo en la vida; también es
aprobar, congraciarse, donativo, favor, gozo, gracia, gratitud, mérito.
Esa influencia o favor divino sobre nosotros es lo que nos ayuda a permanecer en la fe. Por eso, cuando
verdaderamente conocemos la gracia, esta nos transforma
Como amados de Dios, somos llamados a alcanzar la santificación, debemos ser santos como nuestro Señor.
Así como el bebé tiende a crecer, desarrollarse y madurar, así el cristiano tiene que iniciar ese proceso de crecimiento
espiritual hasta alcanzar la madurez espiritual. Este proceso se llama santificación.
a. (
b. 1 Co 6:11 “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis
sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios”;
c. He 10:10, 14 “10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo
hecha una vez para siempre…14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los
santificados.”
d. ).
Esta santidad no es un logro, sino un estado al que Dios en gracia llama a los hombres.
2) Progresiva o continua, “llamados a ser santos”, esta etapa puede fluctuar o retrasarse de acuerdo el diario
vivir del creyente
a. (
b. 2 Co. 7:1, “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación
de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”
c. 1 Tes. 5:23 “23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y
cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”;
d. 1 Pedro 1:14-15, “14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando
en vuestra ignorancia;
e. 15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de
vivir;”
f. Rom. 6:19-22 “19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad
presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para
santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia. 20 Porque cuando erais esclavos
del pecado, erais libres acerca de la justicia. 21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las
cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. 22 Mas ahora que habéis sido
libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la
vida eterna”
g. )
y a su empeño o dedicación al estudio de Su Palabra (2 Tim. 3:16-17 “16 Toda la Escritura es inspirada por
Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el
hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. ”).
Cabe mencionar que este proceso de santificación en el verdadero creyente siempre avanza y no se detiene, por la
obra del Espíritu Santo. Aunque aquí Pablo no tiene en mente la perfección humana, si la madurez y el crecimiento
en Cristo. No son obras humanas, es madurez.
3) Final o plena santidad, o glorificación, que vendrá cuando seamos transformados a la imagen de Cristo en Su
venida (1 Juan 3:2 “2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser;
pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.”).
El cristiano no puede tener más dueño que Dios, debe ser diferente, apartado para Dios, Santo. No puede darle a
Dios una parte de su vida y otra parte al mundo. En cuanto a Dios, es todo o nada. Mientras uno tenga una parte de su
vida que no pertenece a Dios no es cristiano de veras. Es cristiana la persona que le ha dado a Cristo el completo
control de su vida sin reservarse nada. Nadie que lo haya hecho podría nunca pensar en usar la Gracia como una
licencia para el pecado.
La verdadera santidad produce servicio a Dios, y deja huella. La próxima semana veremos las “Marcas de un Servicio
Espiritual”.
Para reflexionar:
¿Cómo te sientes en palabra y conocimiento de Su Palabra? De esto depende tu madurez espiritual
Todo lo anterior depende de tu progreso en la santidad… ¿Cómo vas? ¿Qué necesitas cambiar?
Romanos 1:8-15
8
Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos
vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo.
9
Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su
Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones
Debemos demostrar amor por nuestros amigos no sólo orando por ellos, sino
alabando a Dios por ellos.
Rogar a Dios por ellos es una forma de demostrar nuestro amor o estimación por
ellos.
10
rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un
próspero viaje para ir a vosotros.
El convivir con los amigos es reconfortante, sobre con todo aquellos que creen y
adoran al mismo Dios que tu. Hay que saber identificar si las amistades tienen
otros dioses u otros intereses, porque si Dios es su Dios cumplirían Deuteronomio
6:5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas
tus fuerzas”.
El Orgullo de Pablo
Pablo empieza diciendo que está orgulloso del Evangelio que tiene el privilegio de predicar. Y es sorprendente
considerar el trasfondo de esta afirmación. A Pablo le habían metido en la cárcel en Filipos, le habían obligado a
escapar por su vida en Tesalónica, le habían tenido que sacar de contrabando en Berea, se habían reído de él en
Atenas, y en Corinto su Mensaje les había parecido una estupidez a los griegos y un escándalo a los judíos. A pesar de
todo eso y mucho más, Pablo proclama que está orgulloso del Evangelio. Había algo en el Evangelio que le hacía salir
victorioso de todo lo que los hombres le pudieran hacer: Obediencia – Marcos 8:38
¿Cuántas veces (¡cada día!) perdemos oportunidades porque nos avergonzamos del evangelio?
Seamos honestos: Testificar requiere valor (agallas: valentía y a veces aún un poco de audacia, a veces vas a arriesgar
tu vida), los mismos apóstoles le pidieron a Dios ese valor: Ayúdanos a no tener miedo de hablar
de ti ante nadie – Hechos 4:29b TLA
a. En la muerte de Cristo vemos que Él “pagó la multa” por nuestros pecados (y, por lo tanto, Dios nos
ofrece el perdón de cada uno de ellos).
a. En Su resurrección vemos que Él venció a la muerte (y así nos ofrece la vida eterna).
Si entiendo lo sencillo que es el evangelio y su alcance eterno, Entonces ¿Por qué no lo predico?
No me Averguü enzo porque es una oportunidad de salvacioó n en mis manos para los
demaó s
Entendamos que TODOS NECESITAN SALVACION.
Salvación. soteria (σωτηρία, G4991) , denota liberación (del pecado, de una vida que conduce a la muerte),
preservación (en la vida que conduce a Dios). El Evangelio viene a ofrecerle a un mundo sin esperanza una condición
que le puede mantener a salvo en esta vida y en la eternidad a todos los que la aceptan. La mayoría de la gente cree
que cree, pero no es así.
La salvación tiene aquí tres facetas: salvación pasada del castigo del pecado (Luc_7:50); salvación presente del poder
del pecado en la vida diaria (Rom_5:10); y salvación futura de la presencia misma del pecado (en el cielo, 1Co_3:15;
1Co_5:5). Esta salvación viene a todo aquel que creeEn esta situación puede estar tu mejor amigo, tu familia, tus
compañeros, tus vecinos. Al compartirles esta oportunidad de vida (el evangelio), estás cumpliendo con el 2º
mandamiento (“amarás a tu prójimo como a ti mismo”)
¿Que tanto amas a tu prójimo como para compartirle esta oportunidad de salvación?
Existen dos palabras en el griego que se traducen como PODER: (δύναμις G1411) «dunamis» significa fuerza o
poder, Se usa de obras de origen y carácter sobrenatural, que no podrían ser producidas por agentes y medios
naturales… (¡es un milagro cada vez que lo predico!) En tanto que «exousia» denota un derecho o potestad
delegados, con el poder necesario para ponerlo en vigor. En este pasaje se una dunamis.
No tenemos esforzarnos por una “presentación perfecta”, o por encontrar los “argumentos intelectuales”. Sólo
tenemos que anunciar el evangelio y Dios hará lo demás. Hay poder de Dios en testificar.
El poder que Dios tiene para salvarnos esTA EN EL EVANGELIO, NO EN NOSOTROS, SOLO NOS TOCA COMPARTIR Y
DIOS HACE EL RESTO.
(a) En su sentido más común, fe es lealtad. Escribiendo a los tesalonicenses, Pablo quería tener noticias de su fe;
es decir: si su lealtad estaba resistiendo la prueba. Esa fe junto con el amor se convierten en nuestro motor
para el servicio a Dios 1 Tes. 1:3
(b) Fe quiere decir creencia, la convicción de que algo es verdad. En 1Co 15:17, Pablo les dice a los corintios que
si Jesús no resucitó, entonces su fe es inconsistente, todo lo que han creído se derrumba. La fe es estar de
acuerdo con el Evangelio, su aceptación como verdad, es creerle a Dios.
(c) Fe es a veces equivalente a una esperanza indestructible. «Andamos -dice Pablo-, no dependiendo de lo que
vemos, sino por la fe» 2Co 5:7.
(d) Pero en su sentido más característicamente paulino, fe quiere decir aceptación total y confianza absoluta. Es
decir: Jugarse la vida a que hay Dios, y que es como Jesús nos Le ha mostrado. Es estar absolutamente
seguros de que lo que Jesús ha dicho es la verdad, y apostar el tiempo y la eternidad a esa seguridad.
«Aunque me mate, en Él esperaré» -decía Job (13:15).
La pregunta es: ¿HAS ENTENDIDO LA fe LO suficiente COMO para SABER QUE compartir el evangelio ES TU DEBER?
recuerda:
38
Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta
generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se
avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre
con los santos ángeles. – Marcos 8:38
La Justicia de Dios
Romanos 1:17
La justicia de Dios…
La frase justicia de Dios se traduciría mejor como “la justicia de parte de Dios”, esto es, la justicia que
Dios da. La justicia imputada (la justicia que se le atribuye a alguien cuando cree en Jesucristo) es un
tema principal en todo el libro de Romanos, aparece más de treinta veces en él. La misma raíz griega
aparece en esta misma epístola con palabras como “justificado”, “justificación” entre otras palabras
similares.
A diferencia de nosotros los hombres que estamos muy lejos de llegar al parámetro divino que se
revela en la Ley (Romanos 3:23; 3:10, 11). Este es el primer paso para estar listos para recibir
verdaderamente el Evangelio. Mediante la Ley podemos comprender que somos pecadores delante de
Dios (Rom. 3:20, 7:7)
… se revela…
El hecho de que la ley revele, despierte y condene el pecado para traer muerte al pecador, no significa
que la ley sea mala. Más bien, la ley es un reflejo del carácter santo de Dios y el parámetro de los
creyentes para agradarle (Romanos 7:12). Después, tenemos que entender que la salvación es de Dios
(Efesios 2:8, 9)
Es totalmente imposible que alguien cumpla la Ley y así sea justificado por ella delante de Dios.
Gálatas 2:16, 2:21, 3:11, 5:4. Ahora que hemos comprendido nuestra posición delante de Dios como
pecadores, sabemos que merecemos el infierno si se nos juzga por nuestras obras. Entonces
estaremos listos para recibir el evangelio, o mejor, que se nos sea revelado como dice el mismo
versículo. El mensaje del evangelio es que Dios está dispuesto a imputar su justicia y rectitud a los
pecadores (Romanos 3:24; 2 Corintios 5:21)
Es muy importante notar que la obra de Jesucristo no solo limpia nuestros pecados. Si esto fuera así,
quedaríamos neutrales delante de Dios y no podríamos estar delante de Él ya que Él es justo y santo.
Sino que además Cristo, al habernos lavado de nuestros pecados nos “imputa” su justicia, nos la
acredita a nuestra cuenta, no solo la deja en ceros como un “borrón u cuenta nueva” sino que su
justicia nos es dada a todos nosotros. Así que al juzgarnos Dios al morir, Él ya no ve nuestros pecados,
sino que ve la justicia ganada por Cristo puesta en nosotros y así podemos entrar al gozo de su
presencia. ¡Alabado sea el Señor!
… por fe y para fe…
El pecador recibe este regalo de la gracia de Dios solo por medio de la fe. Otra traducción para “por fe y
para fe” es “desde el principio y el final por la fe ”. Lo que Pablo nos quiere decir aquí es que la justicia de
Dios se basa por completo en la fe, nunca por obras para que nadie se gloríe (Efesios 2:8, 9).
La cita es de Habacuc 2:4 y se cita tres veces en el NT (Romanos 1:17; Gálatas 3:11; Hebreos 10:38).
Cuando Pablo cita este pasaje lo hace en el sentido que estamos estudiando, en el sentido de que Dios
declara justo al pecador y el escritor de Hebreos usa la cita con respecto a la santificación por fe del
creyente. Estos dos usos forman la esencia de Habacuc. Así que no hay ningún conflicto entre los dos
usos. Tanto en Habacuc como las referencias en el NT se hace énfasis en una fe continua más que en
actos individuales de la fe. La fe no es un acto que se realiza una sola vez, sino que es una manera de
vivir. El creyente verdadero, aquel que es declarado justo delante de Dios, permanecerá en la fe porque
ese es su patrón de vida (Colosenses 1:22, 23)
Este versículo es tan importante, que fue el detonante de la reforma protestante. Martín Lutero, un
teólogo alemán, comenzó a estudiar el libro de Romanos. Cuando llegó a este versículo se preguntaba
cómo es que la justicia de Dios se revela por fe y para fe y cómo es que el justo vivirá por la fe. En su
tiempo se tomaba a la Biblia en idioma latín como la Biblia oficial. En este pasaje se utiliza la palabra
justificare que es de donde procede nuestra palabra justificar en español. Esta palabra venía del
sistema judicial romano. La palabra justificare significaba “hacer justo a alguien”. Entonces, con esa
definición la iglesia se corrompió en doctrina y llegar a decir que por los sacramentos, Dios “hacia”
justo a alguien. Pero Lutero estaba ahora viendo la palabra griega del idioma original que significa
“declarar justo” como ya vimos. Aquí fue cuando Lutero comprendió el texto. Entendió que no trata
sobre la justicia que hace a Dios mismo justo, sino a la justicia que da a los pecadores sin justicia por
gracia de manera gratuita. Lutero comprendió que la justicia por la cual se reconciliaría con Dios, no era
de él, sino de Cristo. Entonces dijo “Cuando comprendí esto, nací de nuevo por el Espíritu Santo. Y las
puertas del paraíso se abrieron y yo camine por ellas”.
Hab 2.4, citado también en Gl 3.11; Heb 10.38. La cita también puede traducirse como “El que por la fe
es justo, vivirá”.
La Ira de Dios
En Romanos capítulo 1, Pablo da varias razones por las cuales esta pronto a predicar el evangelio (v.15).
3.- «porque la ira de Dios viene revelándose desde el cielo... » (NVI) - (v.18-21).
No se habla mucho de la Ira de Dios. Hoy responderemos a preguntas como: ¿qué es la Ira de Dios? ¿Contra
quién es? ¿Qué la provoca? ¿Cuándo y cómo se manifiesta? ¿Hay manera de librarse de la ira de Dios?
También en estos versículos, Pablo responde a una objeción común: ¿Cómo un Dios amoroso puede enviar a
alguien al infierno, sobre todo a quien nunca oyó acerca de Cristo? Leamos Romanos 1:18-20
Dios no es como nosotros, Él es perfecto. Él no tiene mal genio, todo lo contrario, es amor. La ira no tiene que
ver con el mal genio.
IRA: es el odio, repulsión y la indignación de Dios hacia el pecado. Si, Dios es amor, pero es justo, y en su justicia
debe castigar el pecado. La ejecución de este castigo es llamada la IRA DE DIOS (v.18). La ira de Dios es entonces
Dios siendo justo.
Hoy en día algunos están acumulando esta ira más y más (Rom 2:5)
Pruebas de la ira de Dios revelada (Expulsión del Edén, el diluvio, Sodoma y Gomorra, etc.)
Impiedad: Lo opuesto a la reverencia debida a Dios (piedad). Es una actitud rebelde, que se opone a la sujeción
y al conocimiento de Dios de una manera consciente
Injusticia: Acciones contrarias a lo que es Justo (Dios es justo, sus estatutos son justos). Es una desviación de la
rectitud de Dios.
Todos, absolutamente todos (Romanos 3:23) han sustituido la verdad acerca de Dios con fantasías e
imaginaciones. Ahogan la verdad de Dios naturalmente revelada a todas las personas, a fin de creer cualquier
cosa que sustente su estilo de vida egocéntrico.
Verso 1:20 ¿Para qué necesitamos la Biblia, si a Dios se le conoce por su creación?
Pablo dice que Dios se nos ha revelado ampliamente en su creación. Y la gente sigue aun rechazando este
conocimiento básico de Dios.
Existe una revelación básica y una revelación especifica. La básica está en la creación misma. ¿Qué tipo de Dios
nos revela la naturaleza? La naturaleza nos muestra un Dios poderoso, inteligente, minucioso, un Dios de orden y
hermosura; un Dios que controla todas las cosas.
La revelación específica está en la Biblia a través de Jesucristo. Así aprendemos acerca del amor, el perdón y la
vida eterna que Dios ofrece por medio de la fe, es decir la gracia.
Es reconfortante saber el origen de la ira de Dios para darnos cuenta que es satisfecha en Cristo, por
tanto hay solución.
Cuando dejamos de glorificarle, nos envanecemos en nuestros razonamientos. ¿Qué significa esta frase?
Esto es resultado del egoísmo del hombre, lo que no le conviene de Dios, lo desecha (Juan 3:19-20)
Cambiaron la gloria, honra, veneración, o exaltación a Dios para dársela a alguien más, o a algo más. Esto es idolatría.
Este es el motivo del abandono de Dios (1 Crónicas 28:9)
Dios abandona al hombre a los deseos de su corazón, vea que deseos hay en el corazón en Marcos 7:21-23. Imagínate
preso de esas pasiones y deseos…
Segunda Etapa: El deseo avanza a actos vergonzosos en nuestros cuerpos (v. 26-27)
(26) Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso
natural por el que es contra naturaleza, (27) y de igual modo también los hombres, dejando el uso
natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos
hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.
La humanidad, abandonada a sus deseos, se aparta del diseño original de Dios. En Génesis 2:24 Dios define su diseño
original para la sexualidad y para el matrimonio. ¿Cómo es?
¿Cómo hizo Dios al género humano según Génesis 1:27?... La homosexualidad, el ejemplo que toma Pablo, es una
clara desviación del diseño original de Dios. Si Dios es perfecto y no se equivoca, ¿Por qué algunos hombres se
atreven a decir que son mujeres presas en un cuerpo equivocado? (y viceversa). Nuestros sentimientos no son
perfectos, nuestros pensamientos tampoco, nuestras emociones nos pueden hacer caer en el error, esto es lo que
pasa en la homosexualidad, son presos de sus malos deseos que los llevan a actos que delante de Dios son
vergonzosos por estar fuera del diseño original de Dios.
Tercera Etapa: el aferrarse a su propia mentalidad, emociones o sentimientos los lleva a una mente
reprobada
(28) Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada,
para hacer cosas que no convienen; (29) estando atestados de toda injusticia, fornicación,
perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades;
(30) murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de
males, desobedientes a los padres, (31) necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin
misericordia; (32) quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son
dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.
Una persona abandonada solo a sus deseos, sin el freno de Dios, se pierde fácilmente y se vuelve totalmente
perverso, entra al fondo de esta espiral del pecado donde se hunde cada vez más y más.
Verso 1:32 – Este estado irracional, resultado del abandono total de parte de Dios,
lleva a la muerte
La naturaleza profundamente irracional del pecado se comprueba en el hecho de que aun los pecadores endurecidos
comprenden en sus corazones que sus acciones son dignas de castigo o de muerte, y sin embargo, siguen pecando y
aun arrastran a otros consigo. Algunas personas, incluso, se arriesgan a una muerte temprana por saciar
sus deseos ahora. "Sé que es malo, pero lo quiero", dicen; o "Sé que es peligroso, pero correré el
riesgo". La persona que ha llegado a este grado son las más difíciles en recibir el evangelio.
NO IMPORTA LO QUE HAYAS HECHO, O QUE TAN BAJO HAYAS CAIDO, Jesucristo está dispuesto a perdonarte y
darte vida nueva.
Cristo Jesús es la única solución para ser rescatados de este abandono de parte de Dios y ser restaurados a
una relación estrecha con El (Romanos 5:1-2)
La Auto justificacioó n -
Romanos 2:1-11
La clase pasada estudiamos como el hombre es pecador por naturaleza (Rom. 7:18) y como “la ira de
Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con
su maldad obstruyen la verdad” (Rom. 1:18) ya que el hombre se ha alejado tanto de Dios que “se han
llenado de toda clase de maldad, perversidad, avaricia y depravación. Están repletos de envidia,
homicidios, disensiones, engaño y malicia. Son chismosos, calumniadores, enemigos de Dios,
insolentes, soberbios y arrogantes; se ingenian maldades; se rebelan contra sus padres; son
insensatos, desleales, insensibles, despiadados” (Rom. 1:29-31).
Por tanto, el hombre ha buscado maneras para justificarse delante de Dios, entre ellas están:
los Moralistas
los Ignorantes, es decir, los que dicen “yo no sabía”
y los Religiosos
El Moralista
El moralista es aquel que se compara con los demás para calificarse a si mismo delante de Dios. Es
decir, el que ve a los demás y dice: “aquel es adultero, yo no, por tanto estoy bien”
Rom. 2:1 dice: Por lo cual eres _________________, oh hombre, quienquiera que seas tú que
juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas __________
____ _____________
Delante de Dios no logramos nada comparándonos con los demás, no sirve de nada decir: “yo soy
bueno, no le hago mal a nadie” porque la justicia delante de Dios no es por ser “menos peor” que los
demás, sino que como leemos en el pasaje: “Ahora bien, sabemos que el juicio de Dios contra los que
practican tales cosas se basa en la verdad”
“¿Piensas entonces que vas a escapar del juicio de Dios, tú que juzgas a otros y sin embargo haces lo
mismo que ellos?” Rom. 2:2-3
Rom. 2:4 y 5 dice: ¿No ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su
paciencia, al no reconocer que su bondad quiere llevarte al arrepentimiento?
Pero por tu obstinación y por tu corazón empedernido sigues acumulando castigo contra ti mismo para
el día de la ira, cuando Dios revelará su justo juicio.
Que increíble la obstinación del hombre que piensa que si hace menos mal que los demás va a librarla.
El Juicio de Dios es, para los que viven en pecado, según sus obras “Porque Dios pagará a cada uno
según lo que haya hecho” (Rom 2:6) (ver también: Juan 5:28-29; Mat. 16:27; Apoc. 20:12) y como fin
recibirán la condenación (Juan 3:19).
Sin embargo, para los que están en Jesús no hay juicio, ni condenación (Juan 5:24; Rom. 8:1) y como fin
recibiremos la vida eterna…”Él dará vida eterna a los que, perseverando en las buenas obras, buscan
gloria, honor e inmortalidad” (Rom 2:7). Pero esto es solamente por la bondad de Dios, El quiere
llevarnos al arrepentimiento, todo lo hace El (Ef. 2:8 Rom. 3:24-26; Juan 3:16).
Lamentablemente se nos hace tan fácil rechazar a Dios con frases como:
Si contestas así, solo estas “acumulando castigo contra ti mismo para el día de la ira, cuando Dios
revelará su justo juicio”
1. Dios es justo. Algunos reclaman que Dios es amor, por tanto no puede mandar a NADIE al
infierno. Pero, según Salmos 7:11-12, aparte de que Dios es AMOR, es también: juez justo.
2. Su juicio es correcto y justo. Rm 2:2 (TLA) “aunque todos sabemos que, cuando
Dios juzga a quienes hacen lo malo, los juzga correctamente.” (ver también Sal. 9:8). El juicio de Dios se basa
en JUSTICIA y AMOR combinados (Rom. 2:4).
3. Nosotros somos malos. No hay un solo hombre que pueda declararse justo delante de
Dios (Romanos 3:10-12; Salmos 14:1-3; Eclesiastés 7:20)
Dos puso en la naturaleza humana el concepto de lo que está bien y lo que está mal. Por tanto el que no ha oído de
Dios se convierte en ley para si mismo…
Los que nunca escuchan de Dios son ley para síó mismos (v.
14 y 15)
Pablo se refiere a estos como los gentiles (todos los que no son judíos), porque los que tenían la ley de Dios eran los
judíos. El razonamiento de Pablo es que el ser humano sabe por naturaleza cómo debe vivir y comportarse.
El hombre tiene por naturaleza una alarma interior implantada por Dios para distinguir lo malo de lo bueno. Pero
también necesitamos saber que la conciencia del hombre es fácilmente contaminada (1 Co. 8:7). Esta conciencia débil
es por la falta de conocimiento de Dios y sus leyes, esto los hace vulnerables y puede llevarlos a una conciencia
incapaz de sentir nada (1 Tim. 4:2)
Reflexioó n y Aplicacioó n.
La aplicación de este pasaje para nuestras vidas es que NO nos conviene seguir ignorando la Palabra de Dios. Tú y yo
que tenemos la oportunidad y acceso a este precioso evangelio debemos buscar depender de lo que Jesús nos dice en
Su Palabra para bien de nuestras vidas. Es mucho mejor llegar a ver al Señor cara a cara como nuestro salvador que
como nuestro juez (Rom. 5:1-2), en el evangelio está nuestra oportunidad. ¿Qué harás con él?
¿Crees tú que haya alguno que pueda SIEMPRE obedecer a su conciencia para así poder ser justificado delante de
Dios? Entonces… ¿Quién se salvará? ¿Quién será justificado delante de Dios?
Romanos 2:16 (NVI) dice que Jesucristo es quien toma el papel de Juez: 16 Así sucederá el día en que, por medio de
Jesucristo, Dios juzgará los secretos de toda persona, como lo declara mi evangelio.
¿No te gustaría tener al juez de tu lado? En 1 Juan 4:15-18 nos muestra que reconociendo a Jesús como nuestro
salvador podemos estar confiados que lo tenemos de nuestro lado.
1 Corintios 11:31-32 en la versión TLA nos muestra cómo podemos confiar en su respaldo:
“El Señor Jesucristo se fija en nuestra conducta. Él nos corrige para que aprendamos, y para que así no tengamos que
ser castigados junto con la gente de este mundo que no cree en él. Si pensamos bien lo que hacemos, no seremos
castigados.”
Y en Juan 12:47 encontramos que Él no quiere condenar a nadie, pero la decisión es tuya… o jugamos al ignorante, o
al moralista, o aceptamos a Jesús… ¿hay opción realmente?
Romanos 2:17-29
La semana pasada estudiamos un pasaje donde nos muestra la justicia de Dios
para todos aquellos que “nunca se les habló” o “nunca escucharon” o se
consideran ignorantes de Dios y pudimos encontrar la respuesta a la pregunta: “¿a
dónde van los que nunca escucharon de Jesús?”.
Pablo habla directamente a los judíos porque en aquel entonces eran los que se
consideraban a sí mismos como “el pueblo de Dios” o “los hijos de Dios”.
Los judíos tenían ciertos rituales que los distinguían como hijos de Dios. Uno de los
rituales mas importantes y exclusivos del pueblo judío es la Circuncisión (Génesis
17:10), así pues, cuando Pablo les llama “los de la circuncisión” era como decir
directamente “los de la religión judía”; y cuando Pablo dice “la circuncisión”,
básicamente les está diciendo “su religión” o “la religión”, ya que Religión significa:
normas morales y ritos de culto que ligan al hombre con la divinidad; y el rito
característico de los judíos es la circuncisión.
También en este pasaje menciona mucho “la ley” y se refiere obviamente a la Ley
de Moisés. Para los judíos, “la ley” abarcaba todas las escrituras: la ley
(pentateuco) los salmos y los profetas. Por tanto para nosotros “la ley” se
traduciría “la Palabra de Dios” o la Biblia.
ser _______________________________.
Solamente el guardar Su Palabra nos aprovecha, eso, y solo eso hace que nuestra
vida valga algo, que lo que hacemos valga algo, que nuestra religión también
valga de algo (siempre y cuando esta nos guie a Su Palabra, la cual es Jesucristo)
[Juan 1:1, Apoc 19:13]
26
Si, pues, el _________________________ guardare las ordenanzas de ______________________,
corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.
No sirve de nada seguir los ritos y prácticas de una religión para poder ser hijo de
Dios, Ser hijo de Dios, o ser cristiano, es una transformación interior, en espíritu, la
cual no viene de los hombres, sino de Dios… esto lo veremos detalladamente en el
capítulo 3 de Romanos.
Romanos 3
En el capítulo 1 de Romanos vimos como el hombre natural, vive a su manera, sin buscar a Dios (Romanos 1:18-32)
por tanto es culpable delante de Dios y merece ser juzgado. Luego en el capítulo 2 de Romanos vimos 3 clases que
buscan ser justificados por Dios:
1. El Moralista, que se compara con los demás para tratar de justificarse a si mismo (Romanos 2:1-11)
2. El Ignorante, que se trata de excusar diciendo “Dios, yo no sabía”, en (Romanos 2:11-16)
3. Y el Religioso, que cree que su religión es suficiente para ser justificado delante de Dios (Romanos 2:17-29)
Pero aprendimos que tampoco estos pueden ser justificados delante de Dios, y también merecen ser juzgados. Solo
hay una manera en que podemos ser justificados, y eso es por la Fe, de eso trata el Capitulo 3.
Romanos 3:23-26 nos dice que solo por la fe somos justificados delante de Dios:
La Biblia nos dice que los seres humanos no pueden ser justos delante de Dios (Romanos 3:10-18) y están presos en la
trampa del pecado. Aun así, el Señor salvó a tales pecadores de sus pecados y nos amó. Estamos necesitados de Su
perfecto amor, debido a que no podemos evitar pecar cada día. Fuimos salvos sólo por el absoluto amor de Jesús, Su
gracia inmerecida, y el regalo de la salvación a través de Jesucristo.
Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo
justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso
como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por
alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de
que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
Cualquiera que crea en Jesús es justificado (Romanos 5:1-2; Gálatas 2:16) y tiene la vida eterna (Juan 3:16; 5:24; 6:40,
47), sin importar lo malo que él o ella puedan ser. También entendamos que todo aquel que NO crea en Jesús irá al
infierno porque es la paga del pecado (Juan 3:18, 36; Romanos 6:23), sin importar lo bueno que él o ella puedan ser
(muerte significa separación).
Dios dio el regalo de la salvación a toda la humanidad. Dios dice que Él la prometió en el Antiguo Testamento y la
cumplió enviando a Jesucristo, Su Hijo Unigénito, al mundo. Alguna gente cree en el evangelio de Dios, pero otros no.
Así, cualquiera que cree es bendecido al ser hijo de Dios, como Él lo prometió. La palabra de Dios se cumple y no se
cancela sin importar cuanta gente no la crea.
Todo hombre es mentiroso, Dios no miente. Dios dice, "Como está escrito: <Para que seas justificado en tus palabras,
y venzas cuando seas juzgado.>" (3:4). Él dice que salvará a la gente de acuerdo a Su Palabra. La Palabra fue hecha
carne, vivió entre nosotros y nos salvó. Por lo tanto, el Señor es justificado a través de Sus palabras. Él cumplió lo que
prometió. Sin embargo, los seres humanos no son sinceros. La conducta humana cambia rápidamente cuando entra
en desventaja. Dios nunca ha roto Sus promesas, así que el Apóstol Pablo dice que nuestra fe debe estar basada en la
palabra de Dios.
la ley? No. Él nos dio la ley para darnos conocimiento de nuestros pecados.
La ley de Dios tiene el papel de enseñarnos lo pecadores que somos (“El cumplimiento de la ley no nos hace inocentes
ante Dios; la ley sólo sirve para que reconozcamos que somos pecadores” v.20 -TLA).
Conclusión
Romanos 3:27-28 (TLA) Ante Dios, no tenemos nada de qué estar orgullosos. Pues Dios nos acepta porque confiamos
en Jesucristo, y no por obedecer la ley de Moisés
Otro error de los judíos es que solían considerar la ley como una serie de mandamientos independientes. El guardar
uno era adquirir un crédito; el quebrantarlo era incurrir en una deuda. Uno podía sumar los que guardaba y restar los
que desobedecía, y tener un balance positivo o negativo.
Hay aquí una gran verdad que es pertinente y práctica. Podemos expresarla más sencillamente. Uno puede ser en casi
todos los sentidos una buena persona; pero se puede echar a perder sólo por una falta. Haríamos bien en recordar
que, aunque pretendamos haber hecho muchas buenas obras y haber resistido muchas malas influencias, puede que
haya algo en nosotros que estropea todo lo demás.
Una vez Cristo toma nuestras vidas, ya no debemos tener miedo a la maldicioó n de la ley (1 Tim.
1:8-15)
Confiar significa tener la seguridad de que Cristo perdona nuestros pecados, nos hace justos delante de Dios y nos da
el poder para vivir como El quiere que lo hagamos. Esta es la solución de Dios y está al alcance de todos a pesar de
nuestros antecedentes o conducta pasada.
La semana pasada veíamos como después de las malas noticias de nuestra condición humana, Pablo se enfoca a la
buena noticia de que si podemos ser salvos y tener una buena relación con Dios, y esto por medio de la fe en
Jesucristo sin la necesidad de obras o de esforzarnos por guardar la ley, algo imposible de hacer.
Esto puede conducir a algunos a pensar que si lo que hagamos no importa, si solo por fe somos salvos, entonces
puedo hacer lo que quiera al fin y al cabo ya soy salvo. Pablo no permite este pensamiento y lo explica en este pasaje.
Dios no nos salvó por ser buenos, no somos sus hijos porque hicimos algo para merecerlo, al contrario (1 Co. 1:26-29),
somos salvos solo por fe y por su gracia (Rom. 3:28)… y aun ahora como hijos adoptados por Dios, tampoco tenemos
de que estar orgullosos:
No hay nada que los haga a ustedes más importantes que otros. Todo lo que tienen, lo
han recibido de Dios. Y si todo se lo deben a él, ¿por qué presumen, como si ustedes
solos lo hubieran conseguido? – 1 Co. 4:7 (TLA)
Lamentablemente este entendimiento ha llevado a algunos a tratar de separar lo espiritual de la carne argumentando
que podemos hacer lo que queramos en la carne al fin y al cabo carne y espíritu son cosas distintas… Pablo dice NO.
Debemos esforzarnos por ser buenos y cumplir la Ley de Dios, pero ya no porque tenemos miedo al castigo de Dios,
sino porque nos damos cuenta de que debemos hacer todo lo posible para ser dignos de ese amor tan maravilloso
recibido en Cristo Jesús. El esforzarnos por ser buenos no viene de tenerle miedo a Dios, sino de tenerle amor. Ahora
sabemos que el pecado no es quebrantar la ley, sino quebrantar el corazón de Dios; y es, por tanto, mucho más
terrible. Si decimos que le amamos, probémoslo con nuestra conducta (Juan 14:21, 23).
Pablo nos hablará más de esto en los capítulos 12 al 15 de Romanos. Inicia en el 12:1 diciendo:
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
Aquí tenemos un hecho muy significativo: el verdadero culto es ofrecerle a Dios nuestro cuerpo y todo lo que
hacemos con él todos los días. El verdadero culto a Dios no es ofrecerle una liturgia llena de ceremonias o costumbres,
por muy nobles que estas sean, o un ritual, ni siquiera el más solemne. El verdadero culto es ofrecerle a Dios nuestra
vida cotidiana, TODO LO QUE HACEMOS; no algo que hay que hacer en la iglesia, sino algo que ve todo el mundo,
porque somos el templo del Dios vivo.
Uno puede que diga: «Voy a la iglesia a dar culto a Dios»; pero debería también decir: «Voy a la fábrica, la tienda, la
oficina, la escuela, al super, al campo, al jardín o la cocina, a dar culto a Dios.» Esto no quiere decir precisamente estar
cantando himnos todo el tiempo o " dando testimonio» mientras se trabaja, lo cual tal vez nos restaría concentración
en lo que estamos haciendo; sino hacer lo que se espera de nosotros lo mejor posible, como si fuera -¡y debe ser!-
para la gloria de Dios.
Conclusioó n
El mérito humano no produce salvación, la salvación es por fe, pero venida la fe, nuestra vida cambia y vivimos en
obediencia a Dios, ya no para salvación, sino como prueba de nuestro amor a Dios
CAMINO
ERRONEO CAMINO
CORRECTO
Obras buenas Salvación
Obras Malas Obediencia
Obras
malas
Condenación
Hebreos 11:8 nos muestra la fe de Abraham: salió sin saber a dónde iba, no discutió, no dudo, solo se puso en
camino, solo obedeció.
La fe bíblica es la fe de Abraham, es creer que Dios tiene palabra y que cumple lo que promete, y jugarse todo a que
Dios lo cumplirá.
Abraham recibió la salvación como un regalo por la fe y no como un pago por sus obras, pero ni siquiera como un
pago por su fe. Hemos aprendido que la salvación es un regalo por eso se llama gracia.
Así también, todo lo que Dios hace, lo hace en su Soberanía, porque así lo decide; así es la salvación, sus
bendiciones, y todo lo que recibimos en la vida. Dios no le debe nada a nadie, El da por amor.
Ni siquiera la fe genera deuda, porque es solo creer lo que Dios dice. Él se comprometió primero.
Al igual que aquel tiempo, hoy sigue existiendo confusión para entender la fe. Algunos piensan que su fe pone en
deuda Dios y entonces El hará lo que yo estoy creyendo o visualizando con fe, pero no es asi.
2. Hebreos 11:4. Fe es dar buen testimonio. Un testimonio reconocido por Dios es prueba de nuestra fe.
3. Hebreos 11:5-6. Fe es buscar agradar a Dios. Dios se agrada de que lo reconozcamos como nuestro único
Dios.
4. Hebreos 11:7-10 y 28. Fe es obedecer a Dios. Hombres habiendo recibido una orden de parte de Dios
creyeron y obedecieron sin cuestionar.
5. Hebreos 11:11-12. Fe es tener fuerza para hacer las cosas que Dios te manda. Aun a pesar de nuestras
limitaciones o incapacidades confiemos en que El si puede. Nuestra fe debe estar basada en lo que El es
capaz de hacer no nosotros.
6. Hebreos 11:13-16. Fe es renunciar a este mundo y buscar la patria celestial. Muchos cristianos “de fe” se
aferran a las cosas de este mundo. Dios quiere que nuestro anhelo sea disfrutar de un hogar con El.
8. Hebreos 11:20-21. Fe es extender la bendición de Dios a tus hijos. No hay mejor herencia que inculcar a
nuestros hijos el temor de Dios y la salvación por medio de Su Hijo.
9. Hebreos 11:22. Fe es nunca olvidar las promesas de nuestro Dios. Dios había prometido a su pueblo una
tierra, en tiempos de Jose el pueblo de Dios estaba muy confortable, pero Jose no olvido lo prometido por
Dios y sabía que lo iba a cumplir.
10. Hebreos 11:23 y 27. Fe es temer a Dios antes que a los hombres.
11. Hebreos 11: 24-26. Fe es alejarse del pecado y de los placeres del mundo. La Biblia nos dice repetidamente
que no amemos a este mundo ni las cosas que hay en este mundo. Cuidado con los que te enseñen lo
contrario.
12. Hebreos 11:29-30. Fe es creer en un Dios Todopoderoso. Cosas que son imposibles para el hombre son
posibles para Dios.
Los asuntos de la vida y la muerte no están bajo el control humano, sino en las manos de Dios (Mateo 6:27).
La fe está enfocada en el poder de Dios, pero también en Su voluntad (1 Juan 5:14), no se hará lo que yo creo, o lo que
yo quiero, lo que yo declaro o establezco, se hará lo que Dios decida.
Esa es la fe bíblica… esa es la fe verdadera… esa es la única fe agradable delante de Dios. No es una fe que lo hace
deudor de nosotros, sino una que cree lo que Él dice.
Nosotros no tenemos un poder creador, solo Dios es creador. Tampoco somos merecedores de nada. Tampoco Dios es
deudor de nadie, ni de aquel que tiene fe, solo le da lo que ya le había prometido.
Nosotros, ¿herederos de este mundo?
Romanos 4:13-17
La semana pasada aprendimos que para los judíos el personaje más grande del AT era Abraham. Por lo tanto, si Pablo
podía demostrar que Abraham había sido justificado por la fe y no por obras, entonces todos los judíos debían de
hacer lo mismo, creer. Existe verdadera dicha, felicidad, perdón, paz y esperanza en la fe en Cristo Jesús.
En los siguientes versos Pablo toma el tema de una esperanza más que tenían los judíos, la de ser herederos del
mundo, como lo había prometido a Abraham.
Una promesa sin condiciones, asíó es la fe.
Los judíos se habían vuelto muy religiosos porque pensaban que la herencia que habían de recibir era exclusiva para
los que se esforzaban por guardar la ley. Pablo aclara este punto: no es por ser religioso, es porque Dios quiere
dársela a aquel que le cree.
En el verso 13 Pablo usa la palabra promesa en el griego epangelia (ἐπαγγελία). En el griego existen dos palabras que
se traducen como promesa: Hyposjésis y Epangelia. Hyposjésis es una promesa con condiciones, derivada de una
negociación donde si una parte hace algo, o cumple con algo se le concede si no, no. Pero epangelia, las promesas de
Dios, son promesas generosas, sin condiciones, donde no depende lo que hagamos o dejemos de hacer. Nuestro Dios
es un Padre amoroso que ama a los que adopta como hijos independientemente de lo que hagan. Amará a unos con
un amor que le hace estar contento, y a otros con un amor que le hace estar triste; pero es un amor que no nos
abandonará jamás. La promesa no depende de nosotros sino del corazón generoso de Dios.
Esta promesa no se cumple solo si hacemos méritos humanos, o solo si cumplimos nuestra parte; si fuera así, vana
seria nuestra fe (versículo 14) e invalidada la promesa en Cristo (Gálatas 2:21; 3:18). Lo que hace la ley es producir ira
(versículo 15) porque la ley identifica el pecado y el pecado provoca la ira de Dios.
Los primeros cristianos, los primeros hijos de Dios en Cristo, sufrieron mucho y padecieron persecución, humillación,
cárcel, muerte, etc. Por más que analizamos la historia, no encontramos que los primeros cristianos recibieron una
herencia en este mundo (riquezas, comodidades, placeres, vacaciones, casas, dinero, negocios, etc.), más bien todo
contrario {1 Co. 4:11-13}. ¿Por qué pensamos que nosotros somos mejores que ellos? El mismo verso de Romanos
8:17 termina diciendo que somos herederos “si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él
seamos glorificados”. En este mundo nos esperan dificultades y aflicción (Jn. 16:33), entonces, ¿dónde radica nuestra
esperanza?
Comencemos por 1 Corintios 2:9 “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en
corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.” Nuestra herencia va más allá de lo que
conocemos actualmente. Limitarnos a esperar una herencia basada en lo que vemos hoy es limitar a Dios.
Cuando el Señor Jesus dijo en Lucas 22:29 “Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí,” no
hablaba de un reino físico o temporal como lo es este mundo. Esta promesa fue una despedida de Jesus a sus
discípulos, mas ellos NO reinaron en esta tierra. Este reino lo explica claramente nuestro Señor en Mateo 25:31-34; 1
Pedro 1:3-6; Apocalipsis 21:1 y 7. Esta herencia o reino prometido por Dios para sus hijos NO es de este mundo
porque el mismo dijo: “… mi reino no es de este mundo” (Juan 18:36), ¿Por qué nos habría de asignar a un reino
diferente? Además, 1 Juan 2:15-17 nos advierte y aclara que la herencia no se puede basar en cosas de este mundo
porque “todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no
proviene del Padre…”
Algunos malinterpretan el Salmo 2:8 pensando que Dios nos dice que nos dará por herencia las naciones (este
mundo) si las pedimos, pero este es un salmo mesiánico, es decir, se refiere a Cristo basta con leer el contexto.
También el Salmo 37:29 – los justos heredaran la tierra, y piensan que se refiere a ser rico, exitoso y punta de lanza en
esta tierra, cuando no ese refiere a esta tierra sino la que viene: 2 Pedro 3:13 (ver también Lc 9:22-25). Este es un
pensamiento egocéntrico que despierta en nosotros avaricia. Pablo en Timoteo nos advierte que “8 Cuando llegamos
al mundo, no traíamos nada y cuando morimos no nos podemos llevar nada. Por eso, si tenemos alimentos y ropa,
podemos darnos por satisfechos. 9 Los que quieren ser ricos caen en la trampa de la tentación. Empiezan a tener
deseos descabellados que los perjudican. Eso los hunde en la ruina total.” 1 Timoteo 6:7-9 PDT.
Por ello, nuestra esperanza y herencia debe estar en términos eternos: 1 Pedro 1:3-4 “Bendito el Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la
resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada
en los cielos para vosotros”
Ya entendimos que la fe es apostarlo todo a que Dios cumplirá su palabra, es confiar que cumplirá lo que ha
prometido. Y si no es por fe, entonces sería un pago a nuestro esfuerzo, pero ya aprendimos que Dios no es deudor
de nadie. Si confiamos –dejamos que sea por fe- y dejamos que sea por el corazón generoso de Dios, entonces la
promesa es firme para todos nosotros los descendientes de Abraham por Cristo Jesús.
Dios en su poder CREADOR (verso 17) es UNICO en la capacidad de “llamar las cosas que no son como si fuesen”. Es
decir, de darnos su promesa de una herencia incorruptible aun a pesar de nuestra condición humana que no nos
permite permanecer en Su presencia, dándonos vida aun cuando estamos muertos, y creando cosas nuevas,
dotándote de una vida nueva para que un día estemos para siempre con El.
CITAS BIBLICAS
He 11:17-19
17 Por la fe Abraham,
cuando fue probado, ofreció
a Isaac; y el que había
recibido las promesas
ofrecía su unigénito,18
habiéndosele dicho: En
Isaac te será llamada
descendencia;19 pensando
que Dios es poderoso para
levantar aun de entre los
muertos, de donde, en
sentido figurado, también le
volvió a recibir.
Lc 18:27
Rom 10:17
Su fe fue probada con circunstancias inusuales como se relata en Hebreos 11:17-19. Aquí nos muestra como
comprobó que su fe era real obedeciendo la petición de Dios y creyendo que Él era capaz de resucitar a Isaac su hijo
aun después del sacrificio porque había recibido promesa de una gran descendencia en él (Gen. 17:19), y estaba
convencido que Dios cumple Su palabra.
Abraham probó su fe confiando en un Dios Creador: “el que llama a las cosas que no son como si fuesen”.
Abraham tuvo que jugarse el todo por el todo creyéndole a Dios, “creyó en esperanza contra esperanza”. Aun cuando
todo estaba en su contra, cuando todos dirían que estaba loco por creer que tendría un hijo a esa edad, el determinó
en su corazón creer en Aquel que había hecho la promesa. Estaba plenamente convencido de que lo imposible para
nosotros era posible para Dios (Lc. 18:27).
Si dejas que tu fe flaquee, se convertirá rápidamente en incredulidad (del griego ἀπιστία apistia) que significa
“sin fe o poca fe”. Abraham fortaleció su fe, de tal manera que glorifico a Dios.
Reconocer el poder de Dios es difícil si no conoces su Palabra, por ello el verso en Rom. 10:17 que veíamos
anteriormente, la fe se fortalece por oír la Palabra de Dios.
Pero, dar la vida por uno MALO, que sabes que si es un criminal, que ha infringido deliberadamente la ley, que
fue descubierto y se comprobó su falta, ese es el contraste del amor del hombre con el Amor de Dios (agape).
1. Es sufrido. La palabra en el griego se traduce mejor como paciente, esta palabra (makrothymein)
siempre describe la paciencia con las personas, y no con las circunstancias. Describe a la persona que es
lenta para la ira. Tal paciencia no es una señal de debilidad, sino de fuerza; no es derrotismo, sino el
único camino a la victoria.
2. Es benigno. La palabra significa bondadoso o amable, se habla de acción, de mostrarse útil, de hacer
algo bueno, no solo desear lo bueno. No solo te dijo te amo, hizo algo por ti.
3. No tiene envidia. En el verdadero amor no cabe la envidia. Hay dos tipos de envidia, aquel que codicia
lo que el otro tiene, y aquel que odia que los demás tengan él no. El amor de Dios es simplemente dar,
darse todo sin buscar o esperar nada a cambio.
5. No se envanece. No es orgulloso. Me gusto una traducción al inglés “puff up” inflado, hinchado. Eso es
el orgullo, una burbuja llena de nada. Dios lo que es y lo que tiene para ti es real, no una burbuja irreal.
Su amor es real y te lo demostró con hechos.
6. No hace nada indebido. La frase griega significa más bien “no pierde la gracia en el camino”. Dios
siempre va a mostrar de su favor inmerecido y de su encanto, jamás cambiará. No habrá circunstancia
que cambie la razón de su amor por ti: tu.
7. No busca lo suyo. El amor de Dios no reclama sus derechos, no depende de lo que nosotros hacemos
para El, sino de lo que Él quiere hacer por nosotros. No hay más que dos clases de personas en el
mundo: los que no hacen más que insistir en sus privilegios, y los que siempre tienen presentes sus
responsabilidades. Dios decidió amarte, esa es una responsabilidad que no olvida.
8. No se irrita. No se enoja fácilmente, el sentido original de esta frase es que no se pone furioso nunca.
La irritación es siempre una señal de derrota. Cuando perdemos los estribos, lo perdemos todo. Nuestro
Dios es el mejor ejemplo de templanza, no ve lo que hacemos, ve más allá, siempre ve su intención y
compromiso de amarnos.
9. No guarda rencor. La TLA dice, no se pasa la vida recordando lo malo que hemos hecho. Alimentar
nuestras relaciones con malos recuerdos, rumiando las ofensas hasta que es imposible tragarlas, es
perjudicial, primero para nosotros, luego devastador para la relación. Dios perdona y olvida, así de
simple. Él sabe que somos imperfectos.
10. No se goza de la injusticia. Se podría traducir que el amor no encuentra placer en nada que esté mal. Es
uno de los raros rasgos de la naturaleza humana que cuando nos sentimos mal, nos reconforta ver al
otro cuando padece también… Dios en ninguna manera se comporta así, jamás te dará castigo cuando
estas bajo Su amor.
11. Se goza de la verdad. Esto podría no sonar tan bonito cuando entendemos que Dios nos confronta con
la verdad de Su Palabra, y a veces esa corrección duele, pero es absolutamente necesaria. Dios no te
solapa nada, te dirá lo que tienes que cambiar.
12. Todo lo sufre. El amor de Dios es tan grande que soporta de todo, no importa como la hayamos regado,
siempre y cuando vengamos delante de Él arrepentidos pidiendo perdón. El nunca desecha un corazón
contrito y humillado.
14. Todo lo espera. Para el Señor Jesús ninguna persona es un caso perdido. Tu no lo eres tampoco!
15. Todo lo soporta. EL amor lo soporta todo con entereza triunfante. El verbo que se usa aquí
(hypoménein) es una de las grandes palabras griegas. Se suele traducir por soportar o aguantar; pero lo
que realmente describe no es el espíritu que puede sufrir adversidades pasivamente, sino el espíritu
que, al soportarlas, las conquista y transforma.
16. Nunca deja de Ser. ¿Qué podemos decir?... Es eterno, es permanente! Una vez que has recibido Su
amor por la fe en Jesucristo, Dios jamás te dejará de amar. No importa lo que pase, ni lo que hagas, o
cuan feo te equivoques, Él te ama y te quiere restaurar.
Cuando entiendo la dimensión este amor de Dios, entonces tengo seguridad de mi Salvación en Cristo.
Lo difícil es aplicar este amor con los que nos rodean… Juan 13:34-35. Dios vino a derramar de Su amor en ese
corazón vacío (Rom. 5:5) llenándolo de Él, de Cristo, del Espíritu Santo. El depositó una característica de Dios en
nuestro corazón vacío, EL AMOR (1 Juan 2:9-10; 3:14; 4:7). Si tenemos amor, podemos estar firmes en nuestra
salvación. EL AMOR ES UN DISTINTIVO DEL CREYENTE VERDADERO.
Morir del verbo hebreo mut ( תומH4191) significa esencialmente «perder la vida». En el griego, la palabra muerte
significa separación. (Col. 2:20; Rom. 6:2). El hombre ha sido separado de Dios por su pecado. Con el pecado, la
imagen que teníamos de Dios se distorsionó, perdimos la perfección, perdimos la vida, su significado y propósito.
Pablo nos muestra que guardar la Ley no salva. Aquí añade que quebrantarla no es lo que trae la muerte. La muerte
no viene por desobedecer una lista de prohibiciones, es el resultado de un corazón que no toma en cuenta a Dios.
Esto es el pecado, errar en el blanco. El proceso del pecado esta descrito en Santiago 1:14-15.
• Rescate 5.8
• Justicia 5.18
• Vida eterna 5.17, 21
• Relación con Dios 5.11, 19
• Obediencia 5.19
• Absolución 5.10, 11
• Gracia 5.20
Como pecador, separado de Dios, usted ve la Ley desde abajo, similar a una escalera que debe subirse para llegar a
Dios. Quizás ha intentado subirla en más de una oportunidad, solo para caer al piso cada vez que alcanzaba uno o dos
peldaños. O a lo mejor le parecía tan abrumadora la escarpada escalera que nunca se decidió siquiera a iniciar su
ascenso. En cualquier caso, ¡qué alivio debe serle ver a Jesús con los brazos abiertos ofreciéndole pasarle por encima
de la escalera de la Ley y llevarlo directamente a Dios! Una vez que Jesús lo eleva hasta la presencia de Dios, usted es
libre para obedecer: por amor, no por necesidad, y mediante el poder de Dios, no el suyo. Usted sabe que si se
tambalea, no caerá al suelo. Los brazos amorosos de Cristo no lo dejarán caer y lo sostendrán. – (DV)
4. Ora
Introduccioó n al capíótulo 7
En el capítulo 7 Pablo refuerza la idea de que estar con Cristo (bajo la gracia) no tiene nada que ver con la ley. Desde
el capítulo 6 Pablo establece una marcada diferencia entre la ley y la gracia (v. 6:14). La ley nos muestra la necesidad
de salvación; la gracia de Dios nos provee esa salvación.
Algunos confunden esta idea pensando que el Antiguo Testamento ya no se aplica al creyente, pero el Antiguo
Testamento todavía es aplicable y vigente. Dios revela, en el mismo, su naturaleza, su voluntad para la humanidad, sus
leyes morales y sus directrices para vivir. EL PUNTO ES QUE no podemos ser salvos por guardar la ley, debemos confiar
en Cristo el Mesías.
Para poder entender esta porción del capítulo 7 (versos 1-6) es necesario entender la idea principal de Pablo, Esta
idea esta en el verso 1:
La idea principal de Pablo es pues ilustrar nuestra relación con la Ley. Por eso dice que cuando un esposo muere, la
ley del matrimonio queda sin vigencia. Debido a que hemos muerto con Cristo, la Ley ya no puede condenarnos
(Romanos 8:1-2). La maldición o castigo de la ley es castigar el pecado con la muerte, pero el regalo de Dios es Vida
Eterna en Cristo Jesús (Rom. 6:23). Estar unidos a Cristo es estar muertos al pecado (6:6-8).
Es imposible ser neutral. Cada persona tiene un amo: Dios o el pecado, Cristo o la ley. Un cristiano no es alguien que
no puede pecar, sino alguien que ya no es esclavo del pecado. Si caemos, Satanás tratará de reclamar el castigo de la
ley para nosotros (muerte), pero tenemos el mejor defensor del universo… el Hijo del Juez (1 Juan 2:1). El ya sufrió el
castigo en tu lugar, ya murió por ti, ya no estás en la lista de los acusados.
No nos empeñamos en guardar la ley. Ahora servimos no porque queremos obedecer ciertas reglas, sino porque
nuestro renovado corazón rebosa de amor a Dios. Este nuevo corazón busca hacer Su voluntad, busca agradarle en
todo de manera natural.
Cuando Cristo nos atrae hacia Él, nos hace una nueva creación (2 Co. 5:17). Los cristianos somos nuevas criaturas
desde nuestro interior. El Espíritu Santo nos da vida nueva y ya no seremos los mismos jamás. No hemos sido
reformados, rehabilitados o reeducados; somos hechos nuevos. Ahora vivimos en unión vital con Cristo (Col 2:6-7).
Convertirnos no es meramente dar la vuelta a una hoja nueva, sino empezar un libro nuevo bajo un nuevo Maestro.
Ahora vivimos en una vida produciendo un fruto que no necesita ley (Gálatas 5:22-23).
(a) « vida nueva» (Rom 6:4), esto es, vida de una características nuevas… El creyente, al ser una nueva criatura (2Co
5:17), tiene que conducirse de una manera coherente a esto en contraste a su antigua manera de vivir;
(b) «régimen nuevo del Espíritu» (Rom 7:6), dicho de la manera en que el creyente sirve al Señor. En tanto que la frase
significa la nueva vida del espíritu vivificado del creyente, es imposible disociar esto de la operación del Espíritu Santo,
por cuyo poder se rinde en el servicio.
Eso quiere decir que, habiendo muerto, ya no estamos sujetos a las obligaciones que teníamos con la Ley y somos
libres para casarnos de nuevo, y esta vez nos casamos con Cristo. Cuando eso sucede, la obediencia cristiana ya no es
algo impuesto externamente por un código escrito de leyes, sino por la lealtad a Jesucristo en lo íntimo del espíritu y
del corazón, guiados por el Espíritu Santo. No es la ley sino el AMOR el móvil de nuestra vida para agradar a Dios.
Ya no tratamos de llegar a Dios cumpliendo normas, sino que somos cada vez más semejantes a Cristo al vivir con El
día tras día. Dejemos que el Espíritu Santo aparte nuestros ojos de los logros propios y los dirija a Jesús. Él nos
libertará para servirle en amor y gratitud. Eso es vivir "bajo el régimen nuevo del Espíritu".
Esto no significa que el único medio para conocer el bien y el mal se encuentre en la ley. Pablo habló anteriormente
sobre aquellos que nunca han escuchado de Cristo o de la ley (2:14-16).
Lev. 18:5 nos deja ver la realidad que la ley nos marca el camino que nos garantiza la bendición y el favor de Dios y el
camino a la felicidad humana. Pero donde reina el pecado, la ley solo trae miseria y muerte (Gá 3:10).
La consecuencia de ir tras el pecado es la muerte (6:23). Esto nos hace morir espiritualmente y estar esclavizados al
pecado, algo de lo que solo Cristo nos puede salvar dándonos nueva vida y quitando el señorío del pecado de
nosotros (6:4, 7).
Conclusioó n
Así que, una vez que hemos comprendido la función de la ley, es momento de entender que el propósito de la ley al
final es llevar a todos los hombres a la fe en Cristo Jesús, quien satisfizo las demandas de la ley a favor de pecadores
que confían en su justicia y no en la propia de ellos (2 Co. 5:21)..
Resumen
La semana pasada aprendimos 4 aspectos acerca de la ley: revela el pecado, estimula el pecado, arruina al pecador y
refleja la absoluta pecaminosidad del pecado. Pero definitivamente no salva a nadie (Rom. 3:20; Gál. 3:11), la
salvación es por fe. Pero necesitamos la ley para que nos revele que somos pecadores y tengamos entonces la
necesidad de un Salvador. Por tanto es necesario entender y predicar la ley para tener necesidad de Cristo y entender
el evangelio.
En el verso 7:7, Pablo comienza a usar su testimonio personal para ejemplificar su argumento de que la no estamos
bajo la ley pues hemos muerto con Cristo (7:4), sino bajo un régimen mejor, el del Espíritu (7:6).
Aquí Pablo da la razón resumida del por qué nosotros NO podemos cumplir la ley; y esta lo único que provoca en
nosotros es lo que veíamos la semana pasada: estimula el pecado en nosotros, nos arruina, y por consecuencia
morimos. En este verso 14, Pablo continua respondiendo a la pregunta “¿Como algo bueno -la ley- puede provocar
muerte en mí?” (v.13).
La respuesta es: “Porque sabemos que la ley es espiritual; más yo soy carnal, vendido al pecado”. Y no entendemos lo
espiritual a menos que Dios nos haga espirituales (1 Co. 2:14).
PERO EL HOMBRE NATURAL NO PERCIBE LAS COSAS QUE SON DEL ESPÍRITU DE DIOS, PORQUE PARA ÉL SON LOCURA, Y NO LAS PUEDE
ENTENDER, PORQUE SE HAN DE DISCERNIR ESPIRITUALMENTE. – 1 CO. 2:14
Este verso que más bien parece un trabalenguas que una explicación coherente, si tienen mucho de explicación. La
versión TLA dice:
“LA VERDAD ES QUE NO ENTIENDO NADA DE LO QUE HAGO, PUES EN VEZ DE HACER LO BUENO QUE QUIERO HACER, HAGO LO MALO
QUE NO QUIERO HACER.”
Aquí comenzamos a entender a lo que Pablo se refiere con “soy carnal”, nuestra condición humana sabe apreciar las
cosas mejores y las aprobamos; pero por una extraña razón siempre terminamos haciendo las peores. Por ejemplo,
cuando alguien observa a un borracho, ve las tonterías que hace y en los problemas que se mete, y en cierta forma las
desaprueba; pero ya en la fiesta, el “por alguna extraña razón” termina igual o peor. Esa “extraña razón” es nuestra
naturaleza carnal.
En el creyente existe una lucha constante en contra de esta naturaleza (Rom. 8:6, 12-13; 13:12-14).
PORQUE EL OCUPARSE DE LA CARNE ES MUERTE, PERO EL OCUPARSE DEL ESPÍRITU ES VIDA Y PAZ. – ROM 8:6
12 ASÍ QUE, HERMANOS, DEUDORES SOMOS, NO A LA CARNE, PARA QUE VIVAMOS CONFORME A LA CARNE; 13 PORQUE SI VIVÍS
CONFORME A LA CARNE, MORIRÉIS; MAS SI POR EL ESPÍRITU HACÉIS MORIR LAS OBRAS DE LA CARNE, VIVIRÉIS. – ROM 8:12-13
12 LA NOCHE ESTÁ AVANZADA, Y SE ACERCA EL DÍA. DESECHEMOS, PUES, LAS OBRAS DE LAS TINIEBLAS, Y VISTÁMONOS LAS ARMAS DE
LA LUZ. 13 ANDEMOS COMO DE DÍA, HONESTAMENTE; NO EN GLOTONERÍAS Y BORRACHERAS, NO EN LUJURIAS Y LASCIVIAS, NO EN
CONTIENDAS Y ENVIDIA, 14 SINO VESTÍOS DEL SEÑOR JESUCRISTO, Y NO PROVEÁIS PARA LOS DESEOS DE LA CARNE.
– ROM. 13:12-14
Por ello debemos mantenernos alerta y en oración (Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la
verdad está dispuesto, pero la carne es débil. - Mateo 26:41). En el no-creyente no existe esta lucha, simplemente es
vencido de lo malo.
En la naturaleza humana existen varias incapacidades que nos limitan para cumplir la ley de Dios.
1. La incapacidad del conocimiento... Si el saber que una cosa es buena se convirtiera automáticamente en
hacerla, la vida sería fácil. Pero el conocimiento solo NO hace bueno a nadie (Stg. 1:22). Por ejemplo, puedo
conocer las reglas de cómo se debe jugar bien al basquetbol; pero eso no quiere decir que sea un buen
jugador en la cancha.
2. La incapacidad de las resoluciones humanas... El decidir hacer una cosa está muy lejos del hacerla. La
naturaleza humana tiene una grave debilidad en la voluntad. Cuando se enfrenta con los problemas, con las
dificultades y con la oposición... falla.
Una vez, Pedro hizo una gran resolución: «Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré» (Mt 26:35);
y a pesar del profundo amor que sentía por Jesús, y a pesar de su deseo y convicción, fracasó cuando se le
3. La incapacidad de la autocorrección... La ley nos revela lo que está mal, pero el hombre es incapaz de
corregirse. Es como un médico que en ciertas enfermedades incurables sabe diagnosticar con toda seguridad
una enfermedad, pero no puede prescribir la cura. Tú no puedes solo, necesitas a Jesús.
Jesús es el único que no sólo diagnostica el mal sino que puede curarlo, y hacer que lo que está malo se
convierta en bueno. Lo que ofrece no es una crítica, sino una cura.
“16 COMO NO ME GUSTA HACER EL MAL QUE HAGO, ESO SIGNIFICA QUE RECONOZCO QUE LA LEY ES BUENA.”
El remordimiento que viene a nuestras mentes después de hacer algo que sabemos que es malo, confirma que la ley
es perfecta y por lo tanto buena. Más nosotros no tenemos la capacidad de cumplirla. Por ello vuelve a decir Pablo
“NO SOY YO SINO EL PECADO QUE MORA EN MÍ”. Esto comprueba una vez más lo que aprendimos la semana pasada, la ley es
buena, nosotros somos los malos y pecadores. Existe en nosotros esta miserable condición que nos inclina hacia el
pecado.
Pablo vuelve a repetir este deseo de hacer lo que escuchamos en la ley. Pero entre más conocemos de la ley, más
entendemos la majestad, grandeza y santidad de nuestro Señor. Y comenzamos a verlo tan alto, que nos damos
cuenta de lo pequeño que somos y de nuestra condición de pecado. Solo nos queda decir: Mi justicia queda
muy lejos de tu .......PERFECCIÓN
La ley de Dios me revela que hay una ley en mí: soy malo por naturaleza (v.21). Por medio de la ley puedo identificar
algo en mi interior que quiere cumplirla y agradar a Dios (v.22), pero la ley de mi carne es más fuerte que ese deseo
interior, porque somos presos del pecado (Juan 8:34).
34 JESÚS LES RESPONDIÓ: DE CIERTO, DE CIERTO OS DIGO, QUE TODO AQUEL QUE HACE PECADO, ESCLAVO ES DEL PECADO.
– JUAN 8:34
Pablo llega a una conclusión: después de acercarme a la ley de Dios, me doy cuenta que por mas que me esfuerce no
puedo cumplirla, porque mi condición humana me esclaviza al pecado. Vivimos en este cuerpo que nos mantiene
esclavizados a sus pasiones y deseos. Por ello necesitamos que alguien nos libere de esta miserable condición: la
esclavitud de la carne.
Pablo dice gloriosamente: “GRACIAS DOY A DIOS, POR JESUCRISTO SEÑOR NUESTRO”. Cristo, y solo Cristo, trae verdadera
libertad (36 ASÍ QUE, SI EL HIJO OS LIBERTARE, SERÉIS VERDADERAMENTE LIBRES. - Juan 8:36).
Solo por medio de Cristo, este cuerpo ya no tendrá dominio sobre nosotros (Rom. 6:6, 14, 17-18; 7:5; 8:1, 5, 9; Efesios
2:1-3; Gal. 5:24; 2:20).
6 SABIENDO ESTO, QUE NUESTRO VIEJO HOMBRE FUE CRUCIFICADO JUNTAMENTE CON ÉL, PARA QUE EL CUERPO DEL PECADO SEA
DESTRUIDO, A FIN DE QUE NO SIRVAMOS MÁS AL PECADO . – ROM. 6:6
14 PORQUE EL PECADO NO SE ENSEÑOREARÁ DE VOSOTROS; PUES NO ESTÁIS BAJO LA LEY, SINO BAJO LA GRACIA. – ROM. 6:14
17 PERO GRACIAS A DIOS, QUE AUNQUE ERAIS ESCLAVOS DEL PECADO, HABÉIS OBEDECIDO DE CORAZÓN A AQUELLA FORMA DE
DOCTRINA A LA CUAL FUISTEIS ENTREGADOS; 18 Y LIBERTADOS DEL PECADO, VINISTEIS A SER SIERVOS DE LA JUSTICIA. – ROM. 6:17-
18
5 PORQUE MIENTRAS ESTÁBAMOS EN LA CARNE, LAS PASIONES PECAMINOSAS QUE ERAN POR LA LEY OBRABAN EN NUESTROS
MIEMBROS LLEVANDO FRUTO PARA MUERTE. – ROM. 7:5
1 AHORA, PUES, NINGUNA CONDENACIÓN HAY PARA LOS QUE ESTÁN EN CRISTO JESÚS, LOS QUE NO ANDAN CONFORME A LA CARNE,
SINO CONFORME AL ESPÍRITU. – ROM. 8:1
5 PORQUE LOS QUE SON DE LA CARNE PIENSAN EN LAS COSAS DE LA CARNE; PERO LOS QUE SON DEL ESPÍRITU, EN LAS COSAS DEL
ESPÍRITU. – ROM. 8:5
9 MAS VOSOTROS NO VIVÍS SEGÚN LA CARNE, SINO SEGÚN EL ESPÍRITU, SI ES QUE EL ESPÍRITU DE DIOS MORA EN VOSOTROS. Y SI
ALGUNO NO TIENE EL ESPÍRITU DE CRISTO, NO ES DE ÉL. – ROM. 8:9
1 Y ÉL OS DIO VIDA A VOSOTROS, CUANDO ESTABAIS MUERTOS EN VUESTROS DELITOS Y PECADOS, 2 EN LOS CUALES ANDUVISTEIS EN
OTRO TIEMPO, SIGUIENDO LA CORRIENTE DE ESTE MUNDO, CONFORME AL PRÍNCIPE DE LA POTESTAD DEL AIRE, EL ESPÍRITU QUE AHORA
OPERA EN LOS HIJOS DE DESOBEDIENCIA, 3 ENTRE LOS CUALES TAMBIÉN TODOS NOSOTROS VIVIMOS EN OTRO TIEMPO EN LOS DESEOS
24 PERO LOS QUE SON DE CRISTO HAN CRUCIFICADO LA CARNE CON SUS PASIONES Y DESEOS. – GALATAS 5:24
20 CON CRISTO ESTOY JUNTAMENTE CRUCIFICADO, Y YA NO VIVO YO, MAS VIVE CRISTO EN MÍ; Y LO QUE AHORA VIVO EN LA CARNE,
LO VIVO EN LA FE DEL HIJO DE DIOS, EL CUAL ME AMÓ Y SE ENTREGÓ A SÍ MISMO POR MÍ. – GALATAS 2:20
Solo podemos entender esta última parte si regresamos al contexto. Por ello dice “Asi que…”, esta expresión nos
invita a regresar a su planteamiento original (v.13). El planteamiento original de Pablo es: la ley es buena, y ¿lo bueno
produce muerte? En ninguna manera. La muerte viene porque yo soy malo. Podré desear servir a Dios con mi
mente, pero mientras esté en esta miserable condición humana (en la carne), siempre serviré a la ley del pecado … A
MENOS QUE ME ACERQUE A CRISTO. Por eso continua diciendo en el 8:1 - “AHORA, PUES, NINGUNA CONDENACIÓN HAY
PARA LOS QUE ESTÁN EN CRISTO JESÚS, LOS QUE NO ANDAN CONFORME A LA CARNE, SINO CONFORME AL ESPÍRITU ”.
Recuerda que la división de capítulos y versículos no están en el original. Al final del capitulo 7, Pablo no ha
terminado su discusión acerca de la ley.
La expresión “Ahora pues” se puede traducir como “por consiguiente” o “por lo tanto”. Y por lo tanto, como nosotros
no podemos solos, necesitamos a Cristo porque Ninguna condenación hay para los que están en Cristo. Cristo el único
que nos puede ayudar en esta lucha espiritual.
Hay gente que sigue una MORAL… hay quienes siguen una RELIGION… pero recuerda que sin Cristo, esta miserable
condición humana NO NOS PERMITIRA permanecer en ninguna de las dos por mucho tiempo. Necesitas a Cristo.
Esto abre una incógnita en el corazón humano: ¿Cómo puedo estar seguro que he venido correctamente a Él y ahora soy su hijo?
La respuesta la veremos a través de todo este capítulo 8 de Romanos. Y o podemos resumir en estos 9 puntos:
1 Co. 2:14 – El que no ha conocido a Cristo es el que vive como si no hubiera nada más allá de la vida física, ni otras necesidades que las
puramente materiales. Una persona así no puede entender las cosas espirituales. El que no cree que haya nada más importante que la
satisfacción del impulso sexual o físico no puede entender el sentido de la satisfacción en la adoración y la obediencia a Dios; el que
considera que el almacenar cosas materiales es el fin supremo de su vida no puede entender la generosidad (dar y compartir), y el que no
piensa nada más que en las cosas de este mundo jamás podrá entender las cosas de Dios, y le resultarán sin sentido.
2 - Los hijos de Dios, con su vida comprueban que tienen el Espíóritu de Dios (8:9)
Cristiano es todo el que tiene el Espíritu de Dios morando en El. Si usted ha confiado sinceramente en Cristo como Salvador y lo ha
reconocido como Señor, el Espíritu Santo ha entrado a su vida y ya es cristiano. Uno no sabe que ha recibido el Espíritu Santo porque haya
sentido ciertas emociones o por experiencias místicas, sino porque Jesús lo ha prometido (Juan 14:16-18).
Esto no podrá por menos de darle una nueva escala de valores. Las cosas que el mundo considera importantes dejarán de obsesionarle.
Las ambiciones que dominan el mundo serán incapaces de impactarle. Seguirá usando las cosas del mundo, pero las usará de una manera
nueva. Por ejemplo: valorará el dar por encima del obtener; servir, por encima de dominar; perdonar, por encima de vengarse.
9 - Los hijos de Dios son llamados por Dios, y responden a Su llamado (8:30)
Los "llamados" son todas los que el Espíritu Santo convence y permite que reciban a Cristo. Estas personas tienen una nueva perspectiva,
una nueva mentalidad en la vida. Confían en Dios, no en los tesoros de la vida; buscan su seguridad en el cielo, no en la tierra; aprenden a
aceptar el dolor y la persecución, no a lamentarlos, porque Dios está con ellos; ahora caminan con Dios.
El propósito de Dios en cuanto al hombre no fue producto de un pensamiento tardío, sino que se determinó antes de la fundación del
mundo. La humanidad se creó para servir y glorificar a Dios. Si usted aceptó a Cristo, regocíjese porque Dios siempre lo ha conocido. Su
amor es eterno. Su sabiduría y poder son supremos. Él le guiará y le protegerá hasta el día en que llegue a su presencia.
¿Cuáles son las cosas del Espíritu? Gálatas 5:22-23; Hechos 2:42 – (el centro es Dios)
El humano, por su propia cuenta no puede pensar en las cosas del Espíritu (1 Co. 2:14), necesita la ayuda de Cristo
(Juan 15:4-5). Y si tienes a Cristo, ¡Eres salvo, por lo tanto, vive de acuerdo a esta realidad! El Espíritu Santo es la
fuente de tu nueva vida, de modo que camines con El. No se puede vivir mezclando las cosas del Espíritu con las de la
carne (Gal. 5:17)
El pensamiento fundamental de Pablo es que el cristiano está indisolublemente unido a Cristo. Ahora bien, Cristo
murió y resucitó; y el que es uno con Cristo es uno con el Conquistador de la muerte y participa de Su victoria. La
persona controlada por el Espíritu y unida a Cristo va de camino a la vida; la muerte no es más que un interludio
inevitable que hay que pasar en el camino.
No hay mejor paz que tener la paz con Dios (Rom. 5:1), y darnos cuenta que la muerte, es solo ese momento en que
estaremos cara a cara con nuestro Creador, y solo servirá para que Él nos diga: “bienvenido a casa, te estaba
esperando”
S ER CRISTIANO NO ES UN ESTILO DE VIDA , ES EXPERIMENTAR UNA VIDA COMPLETAMENTE NUEVA Y REGENERADA CON UN
NUEVO PROPÓSITO (T ITO 3:4-6).
7. Es saber usar las armas espirituales: la oración, fe, esperanza, amor, la Palabra de Dios, el Espíritu Santo (2
Tim. 2:15; Efesios 6:13-18)
Pero aun en medio de este cuerpo que vivimos, somos libres y podemos disfrutar de lo eterno porque el Eterno vive
en nosotros por medio de Su Espíritu Santo. Vivir en el espíritu es darnos cuenta y valorar esta condición y vivir en
esa esperanza.
1. De manera automática por un acto espontaneo (piensan que con una oración eres perfecto)
2. Siendo pasivos, solo esperando que sea Dios quien actúe en nuestras vidas. (le dejan todo el trabajo a Dios)
Nada de esto funciona en nuestro vivir en el espíritu. Dios nos dice por medio de Pablo que tenemos dentro de
nosotros mismos la ayuda para poder vencer lo que nuestros cuerpos nos piden hacer día a día (obras de la carne), al
Espíritu Santo.
Es necesario pues, por medio del Espíritu, hacer morir las obras de nuestra carne DE MANERA CONTINUA hasta ser
redimidos en nuestros cuerpos por el poder de Jesucristo en la resurrección. Para esto debemos ser llenos del Espíritu
Santo (Efesios 5:18). La llenura del Espíritu Santo NO ES una experiencia mística, es vivir bajo la influencia del Espíritu
en nuestras vidas, es permitir que la Palabra de Dios controle nuestras acciones, rendirnos a la voluntad de Dios y
depender de Su poder en todas las cosas; es dejar que la mente de Cristo sustituya nuestra mente (1 Co. 2:16).
Vivir en el espíritu es dejar que El controle todo nuestro ser. Y es nuestra obligación como creyentes.
El Señor Jesús lo introduce como el CONSOLADOR (Juan 14:16). Y es exclusivo para los cristianos (Juan 14:17) Al
Espíritu Santo, la tercera persona de la Trinidad, se le llama Consolador, es un término comprensivo que significa “uno
que es llamado al lado para ayudar.” Él es el Consejero del creyente, su Consolador, su Ayudante, su Amigo, su Guía y
su Abogado.
1. Nos habita: 1 Corintios 3:16; Rom. 8:9 - Pablo nos recuerda: Evita el pecado, el E.S. vive en ti
2. Es nuestra esperanza, el primer deposito, la garantía (sello) de nuestra Salvación Ef 4:30, Ef 1:14 Significado
de ARRAS: Juramento, primer deposito, enganche.
3. Nos hace nuev0s – la obra de Regeneración Jn 3:5 - Al pecar distorsionamos la imagen de nuestro Creador en
nosotros, la reestablece por medio de Cristo
C. Nos protege – Como padre al cuidado de sus hijos, no se aparta de ellos, permanece en nosotros.
4. Nos convence de pecado Jn 16:8-9 - El mayor pecado es rechazar la salvación por medio de Su sacrificio.
Podemos vivir apegados a la moral, o a una religión, pero si no entendemos el sacrificio en la cruz, estamos
fritos.
5. Glorifica a Jesucristo y le enseña al creyente Jn 16:14 - Hace que Jesús sea el centro de nuestras vidas (metas,
planes, objetivos) como lo es del evangelio.
6. Nos guía a la única verdad Jn 16:13, 14:26 - LA VERDAD es Cristo (14:6), no existe otra. Solo el E.S. nos
encamina a Cristo. Y nos libra de la mentira y nos lleva de regreso a la Palabra.
8. Pelea junto con nosotros. Nos ayuda a vencer las obras de la carne Rm 8:13 - La voluntad humana NO es
suficiente, no puede agradar a Dios (Rm 8:7-8)
b. Amor… en el contexto habla del amor a los demás (TLA), el AMOR que Dios deposita en nosotros es
real. Realmente no sabemos amar, amamos a quienes nos aman, pero Él nos mostró y nos enseñó a
amar de manera diferente, incondicional, Agape! Solo el E.S. pone ese amor en nosotros.
c. Dominio Propio… Él nos pide ser llenos del Espíritu Santo… el Dominio propio es ser controlado por
El, sin perder de vista quienes somos y que hacemos.
10. Nos da poder para dar testimonio... Hch 1:8, 4:31 - El mundo es terreno enemigo, necesitamos poder de lo
alto para enfrentarlo y compartir las buenas nuevas de Salvación.
11. Nos ayuda a orar. Para hacerlo de acuerdo a la voluntad de Dios Rm 8:26 - Nos guía para Orar en el Espíritu
12. Intercede por nosotros. Rm 8:27 - Es bien bonito cuando el E.S. te guía a orar por otros hermanos
13. Nos habilita para llamar a Jesús Señor 1Co 12:3 - Lo que la persona dice acerca de Jesús determina si el E.S.
vive en él o no. (y Lo dice por palabras y por sus actos)
14. Brinda Primicias de nuestra glorificación Rm 8:23 … su fruto en nosotros Gal. 5:22-23 - Primicias: primeros
frutos de una cosecha segura venidera.
15. Da capacidades espirituales (dones, ministerios, y operaciones –energemas-) 1Co 12:4-7 (RV1960)
c. Justificados – Revela Nuestra posición ante Dios (la justicia de Cristo en nosotros)
La palabra griega traducida "sed llenos" es "pleroo", está en forma presente imperativa y se refiere a estar
completamente saturados hasta lo máximo de algo. Esta palabra da la idea de ser completamente controlados
(guiados) por el Espíritu Santo, es MANTENERSE bajo su total dominio aunque sin perder de vista quienes somos
y que hacemos.
Pablo contrasta la embriaguez con vino, lo que produce una "alegría" temporal, con estar llenos del Espíritu, lo
que produce un gozo duradero. La embriaguez con vino se relaciona a la antigua manera de vivir y a los deseos
egoístas. En Cristo tenemos un gozo mejor, más alto y perdurable para curar nuestra depresión, monotonía o
tensión.
No se trata de la cantidad del Espíritu que tengamos, sino cuánto de nosotros tiene de Espíritu Santo. Debemos
someternos cada día a su dirección y sumergirnos en su poder. En Gálatas aparece como ANDAR EN EL ESPIRITU
(Gal. 5:16)
Solo hay de dos: Lastimas o agradas a Dios con sus actitudes y acciones. Pablo explica que lo ponemos triste
cuando damos lugar al diablo 4:27 (pecado)
Pero lo sofocamos o lo apagamos cuando nos negamos a obedecer o cumplir un deber, reduciendo la llama en
nuestro interior.
Él obró como fuego, iluminando, avivando y purificando las almas de los hombres. Como el fuego se apaga
quitándole el combustible, y se sofoca echándole agua, o poniéndole mucha tierra encima, así debemos tener
cuidado de no apagar al Espíritu Santo consintiendo los afectos y concupiscencias carnales, preocupándonos sólo
de las cosas terrenales. Los creyentes suelen impedir su crecimiento en la gracia al no dejarse llevar en sus
corazones por el Espíritu Santo.
¿Cuál era su principal idea? Que todos los creyentes comparten la realidad de ser bautizados por el Espíritu. Que NO
SE TRATA de los dones recibidos o de alguno en especial, o de manifestaciones o falta de manifestaciones. Galatas 3:1-
3 dice que al momento de creer recibimos al E.S. Además, en ninguna parte de la Escritura se exhorta a los creyentes
a ser bautizados con / en / por el Espíritu. Esto indica que todos los creyentes han experimentado esto al recibir a
Cristo.
Existían tres clases de unción: la común u ordinaria, la sagrada y la médica. Era común usar aceites aromáticos
cuando se practicaba la unción común (Ruth 3:3; Sal. 104:15; Pro. 27:9). Se discontinuaba la unción común durante el
tiempo de duelo (2 Sam. 14:2; Dan. 10:3; Mat. 6:17). Los huéspedes eran ungidos como señal de respeto (Sal. 23:5;
Luc. 7:46). Se practicaba la unción de los muertos para prepararlos para el entierro (Mar. 14:8, 16:1). La unción
sagrada, donde se apartaban cosas o personas para el servicio a Dios requería de un aceite especial (Ex. 30:22-29; Lv.
8:12). Todavía en los tiempos de Jesús se usaba la unción médica (Luc. 10:34; Stg. 5:14) El aceite ERA el
medicamento, no un elemento místico o especial para la sanidad. El poder radica en Dios, no en los elementos.
…De igual manera, ahora Cristo lo hace con todos los creyentes (2 Co. 1:21; 1 Juan 2:20). Nunca se ordena la unción
física -con aceite- para la consagración a ningún cargo a los creyentes en el N.T. porque han sido ya ungidos con el
Espíritu Santo y ya son sacerdotes para Dios, todos.
Juan identifica esta unción como el mismo Espíritu Santo (1 Juan 2:27). Así, de la misma manera en que en el AT los
reyes, profetas y sacerdotes eran ungidos como consagrados para Dios, así el cristiano es santificado (ungido) para
Dios directamente por el Espíritu Santo.
¿Quien la tiene?
La unción del Espíritu Santo solo sucede una vez, y para siempre. Esto pasa en toda persona que cree y confía en el
Evangelio de la Salvación que ofrece Cristo Jesús (1 Juan 2:27)
La cadena de oro
Romanos 8:29-30
Estos versos van a explicar el por qué todas las cosas nos ayudan a bien.
El propósito de Dios en la salvación de pecadores de la misma manera es exaltar a su Hijo Jesucristo. Debemos de
recordar que el mensaje de la Palabra (el Evangelio) se trata de Él y no de nosotros. En la cultura judía el término
primogénito tenía una condición privilegiada. Siendo así, este término se usaba en sentido figurado para resaltar la
superioridad o preeminencia. Y eso es lo que el texto nos quiere decir (Fil. 2:9-11).
Este conocimiento de Dios entonces no es que Él por su omnisciencia haya visto quienes lo iban a elegir. Sabemos que
todos estamos muertos en pecado espiritualmente y requerimos de que Él nos de vida nueva y así poder responder
con fe y arrepentimiento al Evangelio. Entonces, esto se refiere a la elección que ha hecho sobre quienes habrían de
ser salvos como dice Pedro “elegidos según la presciencia de Dios Padre” (1 P. 1:1, 2). Lo que Dios antes conoció
fueron personas.
Esta verdad no solo se encuentra aquí sino en Ef. 1:3-5. Estos versículos nuevamente nos dejan ver que aun antes de
que naciéramos y aun antes de la creación del mundo Él ya nos conocía desde antes y nos predestinó; así que nuestras
obras y nuestra decisión por el aquí no tienen lugar, es solo por gracia.
Estos son conceptos que nuestra mente no puede comprender, pues se encuentran en la omnisciencia de Dios, pero le
ha placido revelarnos un poco de su plan de salvación. Si creemos que nos hemos desviado mucho del Evangelio de
Jesucristo con estos conceptos hay que recordar que Cristo mismo enseñó estas verdades.
Dios se hizo carne y apareció en el mundo de una manera visible, más no tuvo agradable acogida. Se presentó ante el
mismo pueblo que había sacado de Egipto, y había rescatado para sí, esto es, ante los judíos, que había separado de
las otras naciones y a quienes se había revelado por medio de los pasajes del Antiguo Testamento que lo anunciaban,
que habían visto en su templo los tipos y símbolos que lo prefiguraban, que habían, en fin, manifestado que
aguardaban su venida. ¡Y sin embargo, esos mismos hijos de Israel lo rechazaron, lo humillaron y lo sacrificaron!
(Hechos 7:52)
Este error provocó que MUCHOS del pueblo escogido por Dios (Israel) no alcanzaran la salvación que es solo por
medio de Cristo. A Pablo le dolía mucho esta situación con su pueblo, pero había algo más que en medio de esto tenía
que explicar:
¿Puede ser justo Dios si muchos miembros de la nación escogida en el antiguo pacto se pierden? Después de una larga
exposición en el capítulo 8 sobre la forma como la justicia divina es preservada en el evangelio, y aun los pecadores
pueden ser salvados, surge otra pregunta: ¿Cómo podemos decir que Dios es recto o justo si de acuerdo con el
evangelio SE DEBE DE confiar en Cristo para ser salvo? Esto significaría que muchos judíos que NO han confiado en
Cristo se pierden. ¿Pero cómo entonces puede Dios ser fiel a las promesas dadas a los judíos en su calidad de pueblo
escogido? Pablo contesta esta pregunta en los caps. 9-11.
¿Cuán preocupado está usted por los que no conocen a Cristo? ¿Está dispuesto a sacrificar tiempo, dinero, energías,
comodidades y seguridad a fin de lograr que pongan su fe en Jesús?
La gloria… significando aquella gloria de Dios, la señal visible de la presencia divina en medio de ellos, que reposaba
sobre el arca y llenaba el tabernáculo durante todas sus peregrinaciones por el desierto. Mas su terquedad y
religiosidad no les permitió ver esa gloria en Cristo.
El pacto… ningún otro pueblo del mundo conoció a Dios, ni Dios pactó con otro pueblo como lo hizo con Israel
(Hechos 3:25). Pero al momento que se reveló en la persona de Cristo no le conocieron.
La promulgación de la ley… La Palabra de Dios fue dada primero que a nadie a los judíos (Rom. 3:2). Y la Palabra vino
a ellos y no le identificaron.
El culto… un servicio en el tabernáculo y en el templo que les permitía en medio de su imperfección y pecados
acercarse a Dios. Mas no pudieron identificar el sacrificio perfecto de Jesús en la cruz.
Las promesas… Grandes promesas hizo Dios a Abraham, y se cumplieron en Cristo. Mas ellos las malinterpretaron.
Los patriarcas… Sin duda una referencia a Abrahan, Isaac y Jacob, hombres dedicados a Dios. Mas no supieron seguir
su ejemplo.
Y el mismo Mesías nació judío… “el cual es Dios sobre todas las cosas”. El mismo Dios viviendo entre ellos y no le
conocieron.
Todas estas ventajas se convirtieron en obstáculos para su salvación porque se tornaron en su contra.
Introduccioó n
Antes de continuar vemos que (Ro. 9:13) es tomado como texto de comprobación expuesta
por Pablo de la doctrina de la predestinación: la elección y le reprobación.
La elección puede definirse como el propósito eterno de Dios de hacer que determinados
personas sean en Cristo los recipientes de la gracia especial, para que puedan vivir para la
gloria de Dios y obtener la salvación eterna
(Hechos 13:48, “creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.”)
La reprobación es el propósito eterno de Dios de pasar por alto a determinados personas en
el otorgamiento de la gracia especial, destinándolos al castigo eterno por sus pecados
(1 Pedro 2: 7-8).
V14. Esta objeción va ligada a lo anteriormente expuesto en los vv. 6-13. Isaac y Jacob
“Si Dios no tuviera misericordia de nadie y derramara Su juicio sobre cada persona, ÉL sería
absolutamente justo, porque esto es exactamente lo que cada persona merecemos. Lo
asombroso es que Dios tenga misericordia de alguien.”
Analicemos el contexto de Éxodo 33:19 y observemos los siguientes puntos del porque
Jehová dice esto a Moisés:
Éxodo 32:8 El pueblo de Israel se aparta de Dios rápidamente. Violación del 2do
Mandamiento
Éxodo 32:10 Dios podría encender su ira con toda Justicia.
Éxodo 32:28 Es asombroso que sólo murieran 3000 por manos de los hijos de Leví.
Éxodo 34:5-6 Que nunca dejemos de maravillarnos por la gran misericordia de nuestro Dios
Ex. 9:16 la expresión “hice que permanecieses en pie” o “sobrevivieses” significa “te he
dejado vivir”.
Dios tenía un propósito al levantar a Faraón. Dios quería MOSTRAR Y EXHIBIR SU PODER y Dios
quería ANUNCIAR SU NOMBRE por toda la tierra.
“Anunciado por” = declarar por, proclamar a lo largo y ancho. Por causa del trato de Dios
con Faraón, los gentiles llegarían a saber algo del poder del Dios de Israel.
V18. De manera que (el resultado es entonces que) del que quiere tiene
misericordia, y al que quiere, endurece — abandonándolo a la influencia endurecedora
del pecado mismo. Rom. 1:28
(Salmos 81:11-12) “Pero mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me quiso a mí. Los dejé, por
tanto, a la dureza de su corazón; Caminaron en sus propios consejos.”
Tenga en mente el tipo de Dios que adoramos: es soberano, no es arbitrario, obra para nuestro
bien en todo, es confiable y salva a todos los que creen en El. Cuando entendemos estas
cualidades de Dios, concluimos que sus decisiones son buenas aunque no logremos entender
todas sus razones.
Sin embargo, el endurecimiento de corazones no lleva en todos los casos al castigo eterno, así
como a faraón se le dieron varias oportunidades de obedecer la voluntad de Dios, el buscará
los tiempos y formas que el elija para evitar “Ser entregados a la dureza de nuestros
corazones”.
Hoy sucede mismo con nosotros, hoy tenemos la oportunidad de escuchar el llamado de Dios y
recibir misericordia.
La misericordia de Dios está estrechamente ligada con Su GRACIA. Esta gracia le pertenece
solo a Él, y El decide a quien dársela.
El pueblo de Israel fue responsable (así como también nosotros lo seguimos siendo) de sus
propios actos y errores que los alejaron de Dios (Oseas 13:9). El no está obligado a otorgar su
gracia a todos. Sin embargo, si se compromete a cumplir Su Palabra cuando dice que todo el
que cree en Jesús será salvo (1 Tes. 4:14).
Invocar: epikaleo (απικαλεω G1941) lit. apelar, invocar, llamar en favor de uno mismo; o en el sentido
de invocar en reconocimiento y adoración, haciendo uso del nombre del Señor.
Cuando se invoca el nombre del Señor para salvación, se está apelando a Su autoridad, como lo veíamos
la semana pasada; y no es solo decir “Señor, Señor”, sino someterse a El bajo un COMPROMISO
PERSONAL y voluntario. Esa es la manera de llegar a la Salvación, cuando le rindo mi vida
TOTALMENTE a El. Pero...
• Para poder INVOCAR el nombre del Señor, se necesita CREER…
• Pero para poder CREER, se necesita OÍR…
• Pero para poder OÍR, se necesita alguien que PREDIQUE!
• Para que alguien PREDIQUE, necesita ser ENVIADO.
En este proceso de salvación intervienen los siguientes elementos: el prospecto a ser salvo, el mensaje,
un predicador, y obviamente Dios.
Israel había sido escogido, conocido, amado por Dios desde el principio. Y aun a pesar de su rebeldía y
desobediencia, no había sido desechado. Esto nos abre una perspectiva del alcance del amor de Dios (1
Co. 13:4… Éxodo 34:6). Y es interesante ver como la desobediencia de Israel NO ANULA la relación
predeterminada de amor por Dios a su nación (1 Juan 2:1)
Pablo les recuerda una historia, sin duda una de las mas recordadas entre el pueblo, la de Elias huyendo
a Horeb… (1 Reyes 18 y 19)
El desanimo de Elias
Elias significa Yaveh es Dios
Spurgeon dijo de este pasaje: “Elias fracaso en el mismo punto que era mas fuerte… era el mas valiente
de los hombres y huyo de una mujer enojada”
79 Semilla de Mostaza Delicias | Romanos Verso a Verso
Pero, ¿fue solamente el miedo a Jezabel? O, ¿Cual fue la raíz del desanimo de Elias?
Habla un problema en el pueblo, ¿cual era?… (1 Reyes 16:30-33; 17:1,6; Stg 5:17)
Algo pasaba con los profetas de Dios en el reinado de Acab, ¿que era?… (1 R 18:4)
¿Como veian los temerosos de Dios a los profetas (1 R 187) y como los que no temian a Dios (1 R
18:17)?
Elias convoco al Rey, su corte y todo pueblo, asi tambien a los profetas de Baal y de Asera, ¿con que
proposito? (1 R 18:20-24)
Pero, si todo parecía un rotundo éxito, ¿por que el rey Acab no detiene o reprende a su mujer? ¿por que
los siervos no se insubordinaron a la orden de Jezabel (obviamente no lo iba a hacer ella sola)? Elias
reconoce y expresa esta preocupación en la cueva en el monte Horeb… (19:9-10)
Pero Dios le muestra que no se trata de las señales o las manifestaciones extraordinarias (19:11-12). Nos
enseña a encontrar a Dios en la quietud (Sal. 46:10)
Que se trata de ir y permanecer predicando (19:15) Y Dios hace el resto (19:18, Rom 11:5).
El Remanente fiel que Dios le menciona a Elias es uno que El mismo cuidó y preparó, Esto nos enseña
que la obra es de Dios, nos invita a participar de ella, pero ES DE EL y EL LA MANTIENE. Nosotros
mismos somos parte de ese remanente fiel.
Conclusioó n
Si has tenido momentos en que quieres aventar la toalla como Elias, y te has basado en motivos y
razones que alcanzas a ver o percibir, toma en cuenta que Dios trabaja en lo que no vemos. Y aun en lo
adverso que podemos percibir, Dios tiene el control.
Los escogidos… NO LOS RELIGIOSOS, sino los que son escogidos por Dios por gracia (11:5) alcanzan por medio de la fe
la justicia de Dios.
Fueron Endurecidos… Efesios 4:17-19 » El verbo griego para endurecer aqui es pórun. El nombre pórósis nos acercará
al sentido: es un término médico que quiere decir callo. Se usaba en cirugía para designar la formación ósea alrededor
de una fractura que ayuda a la cicatrización. Cuando se forma un callo en alguna parte del cuerpo, ésta pierde
sensibilidad. A lo que se refiere pues, es que la mente de la masa del pueblo se ha vuelto insensible: ya no puede oír
ni sentir el llamado de Dios.
Esto le puede suceder a cualquier persona: si persiste en no hacer caso al llamado de Dios, acabará por hacerse
insensible. Si sigue pecando, al final llegará a dejar de percibir el horror del pecado y el atractivo de la bondad.
Si uno vive mucho tiempo en condiciones miserables, se llega a acostumbrar. Lo mismo que en los pies o en las
manos, nos pueden salir callos en el corazón.
Eso es lo que le había pasado a la mayoría en el pueblo de Israel… El endurecimiento de faraón Siempre nos hemos
enfocado en que Dios endureció el corazón de faraón, pero no nos hemos detenido en el proceso de este
endurecimiento, y por qué faraón ES RESPONSABLE de ese endurecimiento.
… (tuvo 7 oportunidades)
A partir de aquí se le acaban las oportunidades: en la 6a plaga Ex. 9:12, por primera vez se menciona que fue Dios
quien interviene para endurecer el corazón de faraón.
Finalmente parece que Dios dijo: "Está bien, Faraón, que sea a tu manera", y el corazón de Faraón se endureció
permanentemente. ¿Acaso endureció Dios el corazón de Faraón adrede y anuló su libre voluntad? No, sólo confirmó
que Faraón eligió libremente una vida de rechazo a Dios.
De la misma manera, después de una vida resistiendo a Dios, puede llegar el momento de que le sea imposible
volverse a Él.
No espere hasta el momento oportuno para hacerlo. Hágalo ahora mientras tiene oportunidad. Si siempre pasa por
alto la voz de Dios, quizá a la larga no podrá escucharla nunca.
Para reflexionar:
¿Cuantas oportunidades he tenido yo? ¿He alineado de manera definitiva mi voluntad a la de Dios?
El diccionario define estupor como: Disminución de la actividad de las funciones intelectuales. La NVI lo traduce como
“espíritu insensible”; la TLA como “Dios les cerró la mente”… como vimos con faraón, a consecuencia de su
OBSTINACIÓN.
ojos con que no vean, oídos con que no oigan… El endurecimiento de Israel comenzó en el desierto (Dt 29:4),
continuó en los días de Isaías (Is 29:10) y hasta los días de Pablo.
Sea vuelto su convite en trampa y en red… «Que su mesa se les vuelva una red.» La idea es que hay gente sentada
cómodamente en un banquete; y su misma actitud de seguridad se convierte en su ruina.
Agóbiales la espalda… Salmo 69:23 TLA “¡Haz que se queden sin fuerzas!” Cuando somos obstinados, y nos
aferramos a nuestra religión, a nuestros pensamientos o filosofías, estamos dependiendo de algo vacío que no nos
llevará a nada, y pronto las fuerzas se nos acabaran como le sucedió a Israel.
Conclusioó n:
Aprovecha la oportunidad de creer en Dios y la salvación por medio de Cristo hoy.
Solo Su Palabra es verdad, todo lo demás es vacío y hueco, es como intentar nadar en el aire, solo te fatigarás.
La semana pasada hablamos de como el corazón del pueblo de Israel se había endurecido (encallecido)
por su religiosidad y necedad. Aquí Pablo explica que aun esa obstinación de su pueblo se tornó en un
beneficio para los gentiles cumpliendo el propósito de Dios.
Y aun su error de rechazar la salvación por medio de Cristo, vino a cumplir dos propósitos:
1. Salvación a los gentiles
2. el propósito anterior desencadenó celos a Israel para que se volviesen a Dios
Es interesante que la Biblia diga que una transgresión (actuar en contra de la ley) y la defección
(separarse con deslealtad de la causa de Dios) produzca riqueza espiritual al mundo… ¿como podrías
explicar esto?
Dios mantiene bajo Su control absolutamente todo, aun nuestros errores. Lo vemos desde Adán y Eva,
su error cumplió el propósito de Dios de enviar a su Hijo, planeado desde antes de la creación del mundo
(1 Pedro 1:20).
vv.13-15 – Los propoó sitos de Dios son espirituales
Después de hablar a los Israelitas, ahora Pablo habla directo a los gentiles, al resto del mundo (v.13). Y
comienza a decirles que la exclusión temporal de Israel sirvió para que el resto también tuviese la
oportunidad de reconciliarse con Dios. Y les recuerda que su futura admisión es también para Israel
vida eterna. Ambos propósitos tienen que ver con la vida espiritual de las personas, tanto gentiles
como judíos.
vv.16-18 – La alegoríóa del aó rbol de Olivo
Un error se tornó en dos bellos propósitos espirituales. Nosotros hemos cometido muchos errores
viviendo apartados de la voluntad de Dios. Si hoy venimos delante de Dios trayendo nuestra vida, Dios
la puede tornar en en bello propósito espiritual.
Llegamos ahora a la porción de la epístola (caps 12-16) que considera el aspecto práctico de toda esta verdad preciosa
que el Espíritu de Dios ha desarrollado ante nuestros ojos asombrados. En esta parte final de la epístola aprendemos
cuál es el efecto que la verdad del evangelio produce en el creyente que la acepta por medio de la fe. Y después de lo
que Dios ha hecho en nosotros…
Cristo se entregó a sí mismo por nosotros como un sacrificio de muerte, y del mismo modo que el primogénito de
Egipto fue redimido por la sangre del cordero, el creyente debe ser dedicado a Cristo.
Del mismo modo que más tarde los levitas eran presentados a Dios para que vivieran una vida de sacrificio en lugar
del primogénito, así cada creyente es llamado a reconocer los derechos que el Señor tiene sobre él y a presentar o
entregar su cuerpo como sacrificio vivo, apartado y aceptable a Dios, debido al precio que el Señor pagó por su
redención.
Nosotros, que en cierta época entregarnos los miembros del cuerpo como instrumentos del pecado y Satanás, ahora
somos llamados a entregarlos totalmente a Dios como quienes han sido resucitados de entre los muertos. Esta
situación supone un sacrificio continuo, la negación de uno mismo y el reconocimiento permanente de las exigencias
que Dios demanda de nosotros.
Esto es lo más difícil en los creyentes, como el joven rico (Mateo 19:16-24) seguía rituales y se esforzaba por cumplir,
pero cuando el Señor le pidió entregar la base de su confianza, no pudo. El compromiso con Dios es dejar mi vida y
vivir la que Él ha preparado para mi ¿estás dispuesto? Una persona que mantiene su mente y su corazón atado a las
cosas de este mundo no es digno del reino de los cielos.
Entregarle mis metas… Mis sueños… Mis deseos… Mi salud… Mi vida… Mi trabajo… Mi familia… Mi descanso… Mis
talentos… Mi servicio… Un sacrificio VIVO, santo (por El y para El), agradable a Él.
Solo a través de esta entrega total es que puede existir una verdadera adoración (culto racional)
La cruz de Cristo se ha interpuesto entre el creyente y el mundo. Conformarse a la modalidad de esta presente era
(mundo) es serle infiel al Señor y Salvador.
—Yo daría el mundo entero por tener su experiencia —le dijo en cierta ocasión una joven a una piadosa anciana
cristiana. —Hijita —le contestó—, eso es exactamente lo que me costó a mí. Yo di el mundo por poseerla—.
• Los deseos de la carne – el afán por dar satisfacción a los deseos físicos (flojera, placeres)
• Los deseos de los ojos – anhelo y acumulación de cosas materiales
• La vanagloria de la vida – la obsesión por un nivel social, éxito en sus empresas, o la importancia de uno
mismo
Cuando la serpiente tentó a Eva (Gen 3:6), la tentó en estos tres aspectos. También cuando el diablo tentó a Jesús en
el desierto, esas fueron sus tres esferas de ataque (Mat 4:1-11).
Todo esto significa entonces que el NO CONFORMARSE a este siglo implica la subordinación del cuerpo y los apetitos
de nuestros deseos al Espíritu de Dios, la sujeción del entendimiento a la mente de Cristo y vivir diariamente en
humildad de espíritu en un medio ambiente en que la autosuficiencia y la pomposidad están a la orden del día.
Al igual que el experimento de los changos, el hombre que se amolda a este mundo actúa por imitación a los demás,
sin una base real para sus acciones. Dios quiere que entendamos la vida a la manera que El la diseñó, en base a un
propósito eterno. Para esto necesitamos recuperar nuestra identidad y dejar que El implante su identidad en
nosotros.
Luego, en los siguientes versos nos dice cómo y dónde es que podemos presentarnos como sacrificio vivo a Dios.
3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí
que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. 4
Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma
función, 5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
Entendiendo pues, que no hay un don más importante que otro, es necesario darme cuenta que el que Dios me dio a
mi es también importante (porque todos recibimos al menos un don – 1 Co. 12:11). Necesito identificarlo,
desarrollarlo y ponerlo al servicio de los demás (1 Pedro 4:10).
Nuestra capacidad sola no es suficiente para tan sublime obra espiritual que el Señor está dirigiendo desde el cielo, es
como un concierto (el cuerpo bien concertado y unido). La iglesia (del griego ekklesia: asamblea) es el lugar donde
podemos poner al servicio de Dios y de los demás esa capacidad adquirida por el Espíritu Santo.
89 Semilla de Mostaza Delicias | Romanos Verso a Verso
v.5 – Identificando CUANDO debo servir
La analogía del cuerpo nos da una clara idea de cómo nuestros miembros dependen unos de otros para realizar su
función, así también en la iglesia dependemos los unos de los otros; y como en un concierto, Cristo dirige su obra, y
cada uno debe realizar su función siempre que nos toque (1 Co. 12:14-27)
Lo primero que debemos entender es que, aunque muchos juntan las listas y no hacen diferencia entre una y otra,
realmente encontramos 3 listas diferentes y son separadas en Dones, Ministerios y Operaciones.
10 verdades importantes
2- Cada cristiano tiene por lo menos don. Ef. 4:7 y Rom. 12:3
4- Ninguna operación o manifestación del E.S. es dada para uso propio. I Co. 12:11
5- Es nuestra responsabilidad identificar nuestro don espiritual (Mt 25:14-31), desarrollarlo (1 Tim. 4:14) y
ponerlo al servicio de los demás (1 Pedro 4:10-11).
1 Co. 12:29-30. Entendamos que no todos los cristianos son llamados un Ministerio (diakonia) de Efesios 4.
Tampoco todos los cristianos reciben una operación del Espíritu (energema) de 1 Corintios 12, pero SI TODOS RECIBEN
AL MENOS UN DON (Ef. 4:7; Rom. 12:3). Por ello estudiamos hoy los dones, lo que si nos toca a cada uno.
• Profecía. Es la habilidad para comunicar la Palabra de Dios públicamente, en una forma inspirada, que
convence a los no creyentes, y desafía y conforta a los creyentes. Es la habilidad para declarar
persuasivamente el propósito de Dios. (Predicación)
• Servicio. Es la habilidad para reconocer las necesidades insatisfechas en la congregación, y tomar la iniciativa
para proveer asistencia practica rápidamente, alegremente y sin necesidad de reconocimiento.
¿Quién tiene este don? Músicos, Edecanes (ujieres), Secretaria, encargado de Sonido, Guarda Templo,
Intendente, cocineros, cargadores.
• Enseñanza. Es la habilidad para educar a los creyentes explicándoles claramente la Biblia, motivándoles a que
de ella aprendan. Es la habilidad para equipar y entrenar a otros creyentes para el ministerio (servicio).
¿Quién tiene este don? Maestros de niños, de adultos, de adolescentes, maestros de célula, etc. (todos los que
imparten una clase)
• Exhortación. Es la habilidad para motivar a otros a aplicar los principios bíblicos y actuar en base a ellos,
especialmente cuando están desanimados o flaqueando en la fe. Es la habilidad para estimular lo mejor de
otros y desafiarlos a que desarrollen su potencial. (Animar / Estimular / Corregir / Demandar) ¿Quién tiene
este don? Consejeros matrimoniales, consejeros de jóvenes, todo el que puede animar a alguien a seguir
adelante en su vida cristiana.
• Repartir. (Dar) Aunque generalmente relacionamos este don con el dinero, el don significa gozo en dar todo
lo que poseemos. Puede incluir dinero, tiempo, fuerza, conocimiento y talentos. En cuanto el dinero, es la
habilidad para contribuir generalmente después de nuestro diezmo, de manera que el cuerpo de Cristo no
tenga necesidades.
¿Quién tiene este don? Hermanos que no batallan en cooperar para la obra de Dios, que no esperan que les pidan
dinero o para dar, o para hacer algo. También participa del servicio comunitario, viendo las necesidades de la gente.
• Preside. (Administración) Quienes poseen este don tienen la habilidad particular de organizar, administrar y
dirigir. El propósito de este don es clarificar y comunicar el propósito y la dirección (visión) del ministerio en
• Hacer Misericordia. Misericordia significa compasión en acción.. Es la habilidad de mostrar a otros que usted
se identifica con ellos en su dolor.
¿Quién tiene este don? Hermanos que visitan a los enfermos, que acompañan en los funerales, que visitan a los que
tienen problemas y oran con ellos.
Dios, en su absoluta sabiduria, ha establecido un orden para este mundo, ese orden incluye a las autoridades civiles
(Prov. 8:15)
Esta orden no es aislada, la encontramos tambien en Tito 3:1 y 1 Pedro 2:13. Sin embargo, esta sujecion no es
incondicional. La obediencia a las autoridades, si bien es un deber cristiano, en casos cuando la ley civil contradice los
mandamientos de Dios , el creyente no está obligado a obedecer esa ley ( Hch 4:18–20; 5:29).
Entonces, ¿hay momentos en los que uno puede desobedecer a las autoridades?
No debemos permitir que los gobernantes nos obliguen a desobedecer a Dios. Jesús y sus apóstoles nunca
desobedecieron a las autoridades por razones personales; cuando lo hicieron fue por ser leales a Dios. Su
desobediencia les costó caro: los amenazaron, los golpearon, los pusieron en prisión, los torturaron y los ejecutaron
por sus convicciones. Como ellos, si nos vemos obligados a desobedecer, debemos estar dispuestos a sufrir las
consecuencias.
Sin embargo, honrar a nuestras autoridades en lo que no involucra algo en contra de Dios o de sus leyes si es un deber
cristiano. Al hacerlo se honra a Dios, el no hacerlo…
Rom 13:2
De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por
Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí
mismos.
(1) Algunos creen que el estado es demasiado corrupto y que por lo tanto deben relacionarse con él lo menos posible.
Aunque deben ser buenos ciudadanos mientras puedan sin comprometer sus creencias, los cristianos, dicen ellos, no
deben trabajar para el gobierno, prefieren no votar en las elecciones, y hasta se niegan a servir en el ejército.
(2) Otros creen que Dios ha dado al estado autoridad en ciertos asuntos y a la iglesia en otros. Los cristianos pueden
ser leales a ambos y pueden trabajar para cualquiera de los dos. Sin embargo, no deben confundirlos a los dos. La
iglesia y el estado tienen intereses en esferas totalmente diferentes, la espiritual y la física, que se complementan pero
no actúan juntas.
(3) Otros creyentes piensan que los cristianos tienen la responsabilidad de lograr que el estado mejore. Lo pueden
hacer desde el campo político, eligiendo cristianos u otros líderes con altos principios. También lo pueden hacer en lo
moral, sirviendo de influencia positiva en la sociedad. Según este punto de vista, idealmente la iglesia y el estado han
de trabajar juntos para el bien de todos. Intentan mezclarlos, lo cual es imposible.
La gente ordinaria debe al estado una gran gama de servicios que viviendo individualmente no podría disfrutar. Sería
imposible que todos tuviéramos agua corriente, alcantarillado, electricidad, transporte y un largo etcétera. Todo esto
sólo es posible cuando se está de acuerdo en vivir en sociedad. No estaría bien que uno disfrutara de todo lo que
Un estado es esencialmente un cuerpo de personas que se han aliado para mantener ciertas relaciones mutuas
mediante el cumplimiento de ciertas leyes. Sin esas leyes y el consentimiento general de cumplirlas, el malvado fuerte
y egoísta se haría con el poder; el más débil estaría indefenso; la vida no tendría más ley que la de la selva. Todas las
personas ordinarias deben su seguridad al estado, y tienen por tanto una responsabilidad para con él.
Rom 13:6-7
Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores
de Dios que atienden continuamente a esto mismo. 7 Pagad a
todos lo que debáis; al que impuesto, impuesto; al que tributo,
tributo; al que temor, temor; al que honor, honor.
Pablo vio en el estado un instrumento en las manos de Dios para preservar al mundo del caos. Los administradores del
estado estaban cumpliendo un papel importante en una gran tarea. Lo supieran o no, estaban haciendo un trabajo
ordenado por Dios, y el deber del cristiano es ayudar y no dificultar (Mat. 22:21).
Vimos el ejemplo del Señor Jesús cuando fue cuestionado respecto a los tributos, y El responde: “Dad, pues, a César lo
que es de César, y a Dios lo que es de Dios” (Mateo 22:21). Aquí podemos identificar que es necesario pagar las
deudas que tenemos con los hombres o con el gobierno… pero, identificar lo que le debemos a Dios y pagarle, no es
tan fácil.
Impuesto. Los impuestos locales -de aduanas, importación y exportación; por el uso de ciertas carreteras y puentes;
los de entrada en mercados y puertos; por tener derecho a poseer un animal o un carro-. Pablo insistía en que los
cristianos deben pagar los tributos e impuestos al estado y a las autoridades locales, aunque sean gravosos.
Luego agrega dos deudas intangibles, respeto y honra. Esto no se paga con dinero
sino con actitud.
Respeto. (gr. Phobos, temor) Denota la profunda sensación de respeto que un hombre experimenta en presencia de
alguien que es superior a él (tener reverencia). Normalmente se usa para el temor (profundo respeto) que le
debemos a Dios, a Su voluntad, y a lo dado por El (Fil. 2:12).
Podemos decir todo el díóa que amamos y respetamos a Dios, o a los padres, o al
proó jimo, pero si nuestras acciones no lo demuestran, mentimos.
v.8-9 – Amor, una deuda con Dios que tenemos que pagar
No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: No
adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en
esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo
Lucas 7:41-43
Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con
qué pagar, perdonó a ambos. Dí, pues, ¿cuál de ellos le amará más? Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a
quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.
Dios nos ha perdonado tanto, que le DEBEMOS amor, y Él nos pide que paguemos ese amor hacia nuestros
semejantes (Mateo 22:34-40).
A veces tenemos la idea de que amarse uno mismo es totalmente malo. Pero si este fuera el caso, sería vano amar al
prójimo como a nosotros mismos. Pablo explica lo que significa amarse sin caer en la vanidad o presunción.
A pesar de que usted quizás tenga un bajo concepto de sí mismo, dudo que vaya a estar dispuesto a dejar de comer.
Se viste razonablemente bien. Procura que exista un techo sobre su cabeza. Trata de que no lo defrauden ni injurien.
Este es el tipo de amor que debemos brindar a nuestro prójimo. ¿Se preocupa usted de que otros se alimenten,
tengan ropa y vivienda? ¿Nos preocupan los asuntos relacionados con la justicia social? Amar a otros como a nosotros
mismos significa participar activamente en que las necesidades de otros se suplan. Es interesante, pero es muy raro
que entre los que se preocupan por otros antes que por ellos mismos se hallen personas que sufran de una baja
autoestima.
¡Cuán fácil es disculpar nuestra indiferencia hacia otros alegando no tener obligación legal de ayudarles, e incluso
justificar el daño que les causamos si lo que les hacemos es técnicamente legal! (se lo merece, o no se merece
porque…)
Pero Jesús no deja brechas en la ley del amor. Se tiene que pagar porque se tiene que pagar, cuando el amor lo
demande, debemos estar dispuestos a ir aún más allá de lo que pensamos o sentimos o podemos hacer (Stg. 2:8-9; 1
Pedro 2:15-17)
Cuando Dios nos pide algo tenemos que actuar en el instante, sin pensarlo. Una hermana me enseñaba como
enseñar a nuestros hijos la verdadera obediencia por medio de unas simples iniciales “TIA”:
Totalmente – sin reservas, sin cuestionamientos, sin límites puestos por nosotros mismos
Inmediatamente – sin pensarla ni perder tiempo
Alegremente – aunque no lo sintamos, hacerlo con alegría y buena actitud.
Así debe ser el pago de nuestra deuda de Amor hacia los demás. No podeos postergar el pago de nuestra deuda
porque no sabemos si viviremos el día de mañana.
Nuestros pensamientos y sentimientos son parte de nuestra carne. La Palabra nos enseña a vivir no conforme a
nuestra carne sino conforme al Espíritu (Romanos 8:1-4). Las excusas de nuestros pensamientos o sentimientos
pueden fácilmente ser usadas por el Chanclas pera prevenirnos de cumplir la voluntad de Dios. Podemos buscar
excusas al decir: “es que esa persona me ha hecho mucho mal”, “es que tu no lo conoces”, “es que es cristiano, y él
debe venir a mi primero”, etc, etc… Debemos aprender a ser guiados por el Espíritu y vestirnos de las armas de la luz
(Su Palabra). Su mandamiento nos guía, no nuestro sentimiento.
Debemos vestirnos de las características de nuestro Salvador y reflejarlas al mundo en actitud y ejemplo. Debemos
dejar atrás las obras de la carne, y de nuestros propios pensamientos o sentimientos, y servir al Dios altísimo haciendo
Su voluntad; pagando nuestra deuda de amor a los otros, sin reservas, sin límites, sin perder el tiempo y alegremente
(TIA).
Las prohibiciones de alimentos, ceremonias y rituales solo eran el reflejo (sombra) de lo que venia, un nuevo pacto en
Cristo, con propositos espirituales, no terrenales (Colosenses 2:16-17)
Cristo pagó un gran precio por nosotros, su propia vida. De esta manera nos compró y nos apartó
para Dios (nos hizo santos). Vivir para El es adoptar y vivir en esta nueva vida.
Lo que si debemos entender es que todas nuestras obras, esenciales y no esenciales, serán sopesadas
por nuestro Señor en el tribunal de Cristo (Rom. 14:10; 2 Co. 5:10; 1 Co. 3:11-15).
El Juicio Final o Juicio del Gran Trono Blanco esta descrito en detalle en Apocalipsis 20:11-15.
Algunos teólogos lo nombran acertadamente el Juicio de los Muertos; en el verso 12 y 13 nos habla de
que este juicio es solo para «los muertos», la Biblia identifica a los muertos en Efesios 2:1,5; Col. 2:13;
Mat 8:22; Lc 15:24,32; 1Jn 3:14.
Entonces, nosotros los cristianos, que hemos recibido vida en Jesucristo no seremos parte de este
Juicio Final como acusados. Sin embargo, el verso Rom 14:12 nos dice “De manera que cada uno de
nosotros dará a Dios cuenta de sí”, y se os menciona el Tribunal de Cristo.
El Tribunal de Cristo no determina la salvación (1 Co. 3:15), pues esto implicaría ir en contra de las
escrituras. La salvacion fue determinada por el sacrificio de Cristo a nuestro favor (1 Juan 2:2), y
nuestra fe en Él (Juan 3:16). Todos nuestros pecados están perdonados (Rom. 4:7-8) y nunca mas
seremos condenados por ellos (Romanos 8:1; Jn 3:18).
No debemos ver el Tribunal de Cristo como el juicio de Dios a nuestros pecados, sino más bien como
la recompensa de Dios por nuestro caminar cristiano y tendremos que dar cuenta de nuestras vidas.
En el Tribunal de Cristo, los creyentes son recompensados en base a cuán fielmente sirvieron a Cristo
(1 Corintios 9:24-27; 2 Timoteo 2:5).
Las cosas por las que creo que seremos juzgados serán; qué tan bien obedecimos a la Gran Comisión
(Mateo 28:18-20), qué tan victoriosos fuimos sobre el pecado (Romanos 6:1-4), qué tanto
controlamos nuestra lengua (Santiago 3:1-9), etc. La Biblia habla de creyentes recibiendo coronas
por diferentes cosas, basadas en cuán fielmente sirvieron a Cristo (1 Corintios 9:24-27; 2 Timoteo
2:5). Las diferentes coronas son descritas en 2 Timoteo 2:5; 2 Timoteo 4:8; Santiago 1:12; 1 Pedro
5:4 y Apocalipsis 2:10. Santiago 1:12 es un buen resumen de cómo debemos pensar acerca del
Tribunal de Cristo, “BIENAVENTURADO EL VARÓN QUE SOPORTA LA TENTACIÓN; PORQUE CUANDO HAYA RESISTIDO LA PRUEBA,
RECIBIRÁ LA CORONA DE VIDA, QUE DIOS HA PROMETIDO A LOS QUE LE AMAN .”
Conclusion
Concluimos pues que uno que ha madurado en la fe, debe vivir como un buen administrador de esta
nueva vida, una vida que le pertenece a nuestro Señor y Salvador Cristo Jesus.
La pregunta que me debo hacer hoy es, ¿Estoy viviendo para mi, o para El?...
Versiculo Clave
13 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u
ocasión de caer al hermano.
Las cosas que hemos entendido que no son esenciales para la fe (comidas, restricciones de vestimenta, dias, formas,
etc.), aunque tenemos la libertad de hacerlas o no, pueden afectar al debil en la fe que piensa que no se debe hacer.
Debemos decidir no ser tropiezo para los hermanos (2 Corintios 6:3)
El hecho que sepamos que las cosas no esenciales no afectan mi relacion con Dios, no significa que lo lo pueda hacer
libremente frente a mi hermano debil porque a el si lo puedo contristar (provocar dolor, afligir, ofender). Esto sería
usar mi libertad SIN AMOR hacia mi hermano. MI LIBERTAD TERMINA DONDE COMIENZO A AFECTAR A OTRO (1
Corintios 8:11-13)
La version NVI da mas claridad a este verso: “En una palabra, no den lugar a que se hable mal del bien que
ustedes practican”
Hacer algo que no desagrada a Dios, no es pecado, pero si esto incomoda a un hermano puede ser usado para que
hablen mal de esa accion. Tal comportamiento, al causar tristeza y desunión dentro de la comunidad cristiana, trae
mala reputación al evangelio ante los no creyentes.
1. Servicio a Cristo
2. Estamos Agradando a Dios
3. Bendiciendo a los hombres.
4. Contribuyendo a la paz
5. Contribuyendo a la Mutua Edificacion
Este es el uso adecuado de nuestra libertad.
“el que duda sobre lo que come” NO dice que dudar es pecado, sino de HACER ALGO cuando estas dudando,
entonces es pecado. Cuando el Espíritu Santo nos muestra que algo es malo para nosotros por medio de la duda,
debemos evitarlo.
"Todo lo que no proviene de fe, es pecado" significa que actuar en contra de una convicción firme dejará a una
persona como culpable.
El Propósito de Dios
para el fuerte en la fe Romanos 15:1-6
Resumen
La semana pasada aprendimos varias desiciones importantes que todo creyente debe tomar, entre ellas destacan el
decidir no ser tropiezo para mis hermanos mas débiles, no hacer cosas buenas que parezcan malas, debemos
Versiculo Clave
1 ASÍ QUE, LOS QUE SOMOS FUERTES DEBEMOS SOPORTAR LAS FLAQUEZAS DE LOS DÉBILES, Y NO AGRADARNOS A NOSOTROS MISMOS.
El propósito de Dios para los maduros en la fe lo describe Pablo en dos puntos importantes:
El cuerpo de Cristo, la iglesia, funciona correctamente solo cuando todos los miembros trabajan juntos por el
bienestar común.
La mente madura percibe la vida no desde un punto de vista egocéntrico y temporal, sino que comienza a ver la vida
como Cristo la ve, desde un punto de vista centrado en El y eterno.
No agradarse a si mismo es entonces: hacer la voluntad de Dios hasta la muerte, dejando de lado lo que yo creo
merecer o lo que yo quiero (Juan 6:38; Mateo 26:39).
Cristo decidió hacer la voluntad del Padre, así también nosotros debemos decidir servirle a El sirviendo a los demás
(Mateo 16:24-26).
Bueno sería poder decir como el Señor Jesús en Juan 4:34-36: “mi comida es hacer la voluntad de Dios”
¿Cómo aplicas a tu vida la frase “alzad vuestros ojos y mirad”?
La vida cristiana va mas alla de un estudio bíblico, mas alla de una oración, o de congregarse… la vida cristiana es dejar
de agradarnos a nosotros mismos y hacer la voluntad de Dios.
Nosotros tenemos que tener esa misma mentalidad incluyente de Cristo y buscar compartir el evangelio con todos.
Cristo hizo todo por alcanzar a todas las naciones, ahora nosotros debemos tomar nuestra parte… debemos predicar a
TODOS: amigos, enemigos, desconocidos, a gente con la que normalmente no convivimos: borrachitos en la calle,
mujeres de la calle, pandilleros, etc.
Pablo y los demás apóstoles estaban mucho más interesados en lo que un hombre podía llegar a ser en Cristo, que
lo que ya era. Esa es una mentalidad incluyente.
ABUNDAR es REBOSAR es tener para ti y para los demás… esto se traduce en testimonio.
Lo que el Espíritu Santo deposita en ti no lo puedes callar, ni lo puedes esconder… ese es el el poder del E.S. (Hechos
1:8).
Por su testimonio (Por sus frutos)… Una verdadera relación con Dios se demuestra en muestro testimonio (fruto). Un
fruto real y verdadero en la vida del creyente es todo lo que necesita para poder ayudar e instruir a otros, ahí
comienza el reto.
¿Te sientes capaz de servir a Dios con lo que hasta hoy ha hecho en tu vida?
Pero estamos tan sumergidos en esta vida y su rutina que nos es necesario recordar una y otra vez que la mejor
ofrenda a Dios es que las almas le conozcan a través de nuestra predicación. Al igual que Pablo, Dios nos eligió a cada
uno de nosotros para servir (ser ministros) y ser usados por el Espíritu Santo.
La distancia que Pablo cubrió del evangelio, de Jerusalén hasta Ilírico (actual Yugoslavia) es de aproximadamente 2,240
km. (como de Delicias a Tabasco)… dice que todo lo lleno del evangelio
¿Cuánto has llenado tú del evangelio? Tu familia, tus amigos, compañeros de trabajo… etc
Entender que el evangelio es incluyente, es darme cuenta de que Dios ha puesto a mucha gente a mi alrededor que
necesitan de Cristo, y quiere usarme para alcanzarlos.
¿Has entendido que Jesucristo viene pronto?... ¿O vives como si fuera a regresar hasta después de tu dejes esta
tierra? ¿Realmente has entendido que sin Cristo no hay salvación sino una condenación eterna?
Debemos entender que Jesucristo viene pronto. Debemos vivir como si fuera a regresar esta misma noche.
Si supieras que Jesús regresa esta noche, ¿a quién irías a predicarle de Cristo? ¿Cuándo lo harías y qué dejarías para ir
a hablarle?
Si no hay entendimiento, no hay motivación; si no hay motivación, no hay esfuerzo. Si te estas esforzando hoy por
servir al Señor y por predicar de Su Palabra, has entendido la urgencia que tenían Pablo, Juan, Pedro y todos los
personajes bíblicos acerca de la predicación evangelio.
No teniendo más campo… Al estar confiado que había predicado por todos lados y capacitado gente para continuar
esa tarea, ahora si podía ir a otro lado a predicar.
Debemos ser responsables con las tareas que se nos asignan en la obra de Dios. En las congregaciones, nos es muy
fácil dejar atrás las tareas o servicio en la obra de Dios por circunstancias personales, situaciones adversas, o hasta
por dificultades entre hermanos. Pablo lo vivió todo, pero aun así su servicio en la obra de Dios siempre fue
primordial y nunca claudicó. Sabía que Dios no tenía la culpa de lo que pasaba. Todos enfrentaremos dificultades en
el camino de servicio a Dios, aprendamos de Pablo a darnos cuenta que en este mundo tendremos aflicción, pero
debemos confiar (Juan 16:33)
Ser encaminado… En sus planes Pablo esperaba que la iglesia en Roma lo encaminaran (lo financiaran) para ir a
España. Esto es como caminar con él, pero no de forma literal, sino apoyarle a que continúe su viaje proveyéndole
con provisiones y todo lo necesario para que lo haga. El apóstol Juan también habla de esta responsabilidad en 3
Juan 1:5-8. Pablo veía esto como una responsabilidad NORMAL de los creyentes (2 Co. 1:16; 1 Co. 16:6), por ello
podía contar con que los Romanos lo harían también.
Saludos y Frases
Personales Romanos 16
Aunque el cuidado de todas las iglesias estaba en la mente de Pablo diariamente, podía recordar a muchas personas y
enviar saludos a cada una, mencionar sus cualidades particulares y expresar interés por ellos.
Febe (v.1-2)
Hermana Febe… servidora.
Era muy respetada en la iglesia y quizás llevó esta carta desde Corinto a Roma. Febe nos muestra que las mujeres
jugaban papeles importantes en la iglesia primitiva. Cencrea, el pueblo donde vivía Febe, era el puerto oriental de
Corinto, a 10 km del centro de la ciudad.
En los primeros tres siglos de la historia de la iglesia los cristianos se reunían usualmente en los hogares. Los edificios
destinados para la adoración y otras funciones eclesiásticas comenzaron a edificarse en el siglo III.
Epeneto (v.5)
… amado mio… Primer convertido de Acaya, Asia Menor (actual Turquia). Dado que ahora estaba en Roma y era
conocido por la iglesia alla, probablemente se habia involucrado en el trabajo evangelistico junto con Prisila y Aquila.
Maria (v.6)
… ha trabajado mucho…. Nada mas se sabe de esta Maria, probablemente habia trabajado desde en inicio de la iglesia
en Roma con labor intensa, sin descanso.
Pablo los menciona como parientes, probablemente indicando que eran Judíos como Pablo. Dado que Junias es un
nombre de mujer, esta era otra pareja de colaboradores de Pablo. Y tal era su trabajo que los mismos apóstoles los
querían mucho, quizá por su entrega y trabajo en el evangelio desde antes de la conversión de Pablo.
Amplias (v.8)
… amado mío en el Señor…
Amplias era un nombre común y corriente entre los esclavos del emperador, probablemente era unos de “los de la
casa de César” que menciona Pablo en Filipenses 4:22. Pablo lo amaba mucho, sin duda que fue por su dedicación
por la obra de Cristo. Ni siquiera la esclavitud fue un pretexto para no dedicarse a las cosas del Señor. Con él también
deducimos que, desde los primeros días de la Iglesia, las diferencias de rango estaban eran borradas en Cristo (Col.
3:11)
Apeles (v.10)
… Aprobado en Cristo… Probablemente un diacono o servidor en la iglesia (1 Tim. 3:8-10)
Herodioó n (v.11)
Pariente de la familia de Herodes, por tanto relacionado con Aristóbulo. Con la mención de estos personajes, cabe
resaltar que el Evangelio parece haber penetrado hasta el palacio imperial, y no solamente entre la servidumbre o los
esclavos. El evangelio no es solo para los pobres y necesitados, sino que provee la solución para un problema que
todos tienen, no importando su estatus social.
Narciso (v.11)
Algunos eruditos creen que Pablos se refiere a Narciso el más famoso en Roma, el secretario del emperador Claudio y
que tenía una considerable influencia. Se decía que había amasado una fortuna privada que equivaldría ahora a miles
de millones de dólares. Lo interesante es que era un rico inteligente que tenía trabajadores cristianos; a estos se les
reconoce que… están en el Señor… refiriéndose a su fidelidad hacia Cristo.
Rufo (v.13)
… escogido en el Señor… Está claro que Rufo era conocido y apreciado en la iglesia de Roma; y también está claro que
Pablo reconocía una deuda de gratitud que tenía con la madre de Rufo por la amabilidad y los cuidados que le había
deparado. Pero ¿quién era Rufo?
Vayamos a Marcos 15:21. Allí leemos que los soldados Romanos que iban conduciendo a Jesús al Calvario obligaron a
un cierto Simón de Cirene a llevar la cruz; y se le describe como el padre de Alejandro y Rufo. Ahora bien: si a ese
hombre se le identifica por los nombres de sus hijos, está claro que, aunque a él no se le conociera en aquella
comunidad a la que se está contando aquello, sus hijos sí eran conocidos. ¿A qué iglesia dedicó Marcos su Evangelio?
El encanto sobrenatural de la figura quebrantada de Jesús hizo mella en el corazón del Cireneo. Probablemente se
quedaría para ver más, y la figura del Crucificado le atrajo a Sí para siempre. Aquel encuentro «casual» en el camino
del Calvario cambió la vida de Simón. Dios mismo había escogido a Simon y a su familia. Había ido a Jerusalén para
participar de la Pascua, ¡y vaya si cumplió Dios su deseo! Allí conoció a Aquel que había venido para hacer realidad
todo lo que la Pascua anunciaba y representaba, al Cordero de Dios Que quita el pecado del mundo, Cristo, nuestra
Pascua. El sin duda volvió a casa, y compartió su experiencia con su mujer e hijos de tal manera que también ellos
creerían.
Algún día alguien resumirá nuestra personalidad en una frase. ¿Qué dirá esa frase?
Lo importante es entender que si hoy esa frase no es muy alentadora o es nula, Cristo puede y quiere cambiarla, solo
tienes que dejar tu vida en Sus manos y dejar que sea El quien forje tu destino.
Así termina el largo argumento de la Carta a los Romanos: con un cántico de alabanza al Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo.