MI AMIGO EL ROBOT

Agustín era un chico muy inteligente, pero en el colegio se aburría demasiado, ya que
el profesor Jirafales siempre explicaba los mismos temas y no enseñaba nada nuevo.
Un día el niño le pregunto a su profesor:
_ ¿Por qué nunca nos hablas sobre robots?
-El profesor le contestó que eso eran cuentos chinos y que nunca nadie había
fabricado uno.
-Agustín le respondió que él sería el primero en hacer uno, y toda la clase se río.
Como el padre el Agustín era amigo de Axel Kicillof, (gobernador de la provincia de
Buenos Aires), le consiguió una entrevista donde él le contó su proyecto y de la
necesidad de hacerlo posible, para que ayudara a realizar los trabajos en un futuro
incierto.
El gobernador le conto a Susana Giménez sobre el proyecto del hijo de su amigo. Luego
de escuchar y analizar su idea, apoyo el proyecto y convoco un grupo de personas
amigas, para poder lograr que esta idea se lleve a cabo. Todo esto, genero una
polémica tremenda en la ciudad, y se realizó una votación para que las personas
decidan si estaban a favor o en contra de esto.
Luego de unos días, se decidió que los robots iban a ser fabricados y que van a cumplir
el rol de “esclavos” en las obras de construcción.
Cuando salieron los primeros 100 robots, los llevaron para construir un edificio en
Puerto Madero. Luego, fueron distribuyendo a los demás, en distintas obras públicas.
Todo iba bien, ya que los robots ayudaban a que las cosas se realizaran más rápido.
Luego de seis meses, los robots se cansaron de trabajar todos los días en obras,
entonces se revelaron y ya no fueron a trabajar más. El pueblo empezó una protesta
en contra de ellos. Esto genero una guerra entre los robots y las personas.
Una tarde, los robots empezaron a quemar todo lo que tenían a su alcance: colegios,
universidades, casas y etc…La gente muy enojada, empezó a golpear algunos robots.
Por la calle, iba el profesor Jirafales, un robot quería matarlo, hasta que Agustín lo
salvo y lo llevo a su casa para que se quede a salvo. Al volver, encontró a todas las
personas tiradas en el piso, ya que los robots las habían matado. Se asustó y fue
corriendo hacia un tinglado que se encontraba cerca de ahí.
Al entrar, se encontró con Susana Giménez, que también se escondió ahí para que los
robots no le hicieran daño. Esperaron alrededor de unas 3 horas, hasta que finalmente
salieron a la calle. En el camino, se cruzaron al profesor Jirafales, entonces decidieron
ir a donde se encontraban los robots (aunque sabían que corrían muchísimo riesgo al
ir)
Cuando llegaron vieron a todos los robots, y para que no se alteren, Agustín empezó a
hablar con ellos, luego de unieron a la conversación el profesor y Susana. Uno de los
robots no creía lo que decían Jirafales ni Susana, solo escuchaba las sinceras palabras
del niño. Después de varios minutos hablando, los robots decidieron que Agustín iba a
ser su aliado y Susana y el profesor sus esclavos.
Y así terminó la historia, con tres sobrevivientes, dos de ellos esclavizados por los
robots y el niño siendo amigo de uno de ellos.
FIN