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Edad Media[editar]

En el año 330, el emperador Constantino I convirtió a Bizancio en la nueva capital del Imperio
romano. La ciudad fue refundada como Constantinopla y sería, más de 1000 años después,
apodada como Estambul —del griego στην Πόλιv [sten pólis] (‘en la ciudad’ o ‘en la ciudad’)—
por los turcos.31 Tras la muerte de Teodosio I en 395 y la división permanente del Imperio
entre sus dos hijos, la ciudad se convirtió en la capital del Imperio romano de Oriente, o
Imperio bizantino, que gobernó la mayor parte del territorio de la actual Turquía hasta la Baja
Edad Media.32 Las frecuentes guerras con el Imperio sasánida, una continuación de
las guerras romano-persas de siglos de duración, tuvieron lugar en varias partes de la actual
Turquía hasta el siglo VII, cuando empezó la expansión musulmana.
Imperio selyúcida[editar]
Artículos principales: Dinastía selyúcida, Imperio selyúcida, Sultanato de Rum y Beylicatos de
Anatolia.

El Imperio bizantino es también conocido como el Imperio


romano de Oriente. Su capital se encontraba en Constantinopla, actual Estambul.

Los turcos eran un pueblo nómada, formado por grandes tribus (como los oguz, los kipchak y
los cumanos), que habitaba en las estepas de Asia central donde anteriormente habían
fundado varios reinos potentes como el de los hunos, los gokturks, el Kaganato uigur y
los gaznavíes sucesivamente entre los siglos IV y X. En el siglo IX algunas tribus turcas
establecieron contactos diplomáticos y de comercio por primera vez con las tribus árabes que
habitaban en Oriente Próximo. Influenciados por los árabes, los turcos abandonaron
el chamanismo y el tengrianismo que venían practicando desde hacía siglos y se convirtieron
al islam. Hacia el año 1037 se estableció el Imperio selyúcida, el primer gran imperio turco
luego de convertirse al islam. Este inicialmente abarcó los territorios que hoy
son Turkmenistán, Afganistán, Irán, e Irak. En 1071 tuvo lugar la decisiva batalla de
Manzikert entre los selyúcidas y el Imperio bizantino. Como resultado de este combate, los
turcos pasaron a dominar grandes territorios al este y sudeste de Anatolia. Esta batalla se
considera por los historiadores como el principio del fin del Imperio bizantino. El avance turco
motivó a los bizantinos a pedir la ayuda de los reinos occidentales, dando inicio a
las cruzadas. Sin embargo, estas hicieron poco o nada para detener su expansión. Para
mediados del siglo XIII los turcos ya dominaban la mayor parte de Anatolia. Sin embargo, su
avance se estancó como resultado las Invasiones mongolas de Anatolia, tras las cuales la
región se fragmentó.
Imperio otomano[editar]
Artículo principal: Imperio otomano
Mapa del Imperio otomano (Osmanlı İmparatorluğu, 1299–

1922) hacia fines del siglo XVII. Exterior de la Mezquita Azul.

El Estado otomano, comúnmente llamado Imperio otomano, fue una potencia imperial turca,
ubicada en su mayor parte alrededor de la ribera del Mar Mediterráneo, y cuya existencia
temporal abarcó el periodo entre 1299 y 1922. Los otomanos eran los sucesores de
los selyúcidas y en el cénit de su poder, en el siglo XVII, controlaron toda Anatolia, Oriente
Próximo (Siria, Irak, Jordania, Líbano, Palestina y Kuwait), las zonas costeras de la península
arábiga, extensiones del Norte de África (territorios que hoy
son Sudán, Eritrea, Yibuti, Egipto, Libia, Túnez y Argelia), la mayor parte de los territorios
enclavados en la franja que va desde el sudeste de Europa
(los Balcanes, Albania, Grecia, Macedonia, Bosnia y
Herzegovina, Croacia, Bulgaria, Rumania, Hungría, Serbia, Ucrania) al Cáucaso (territorios
que hoy son Georgia, Azerbaiyán y Armenia) en el norte. Esto comprendía un área de
aproximadamente seis millones de kilómetros cuadrados, aunque la mayor parte estaba bajo
control indirecto del gobierno central. Las posesiones del Imperio se hallaban situadas entre
Oriente y Occidente por lo que a lo largo de su historia de más de seis siglos sus relaciones
internacionales estuvieron influenciadas por ello. En 1453, los otomanos
conquistaron Constantinopla poniendo fin a más de diez siglos de existencia del Imperio
bizantino. A partir de ese momento, Constantinopla pasó a ser como Estambul y se convirtió
en la capital del Imperio otomano. La conquista de Constantinopla por los turcos se considera
históricamente como el acontecimiento que finalizó la Edad Media. En su momento de máxima
expansión, los otomanos llegaron a sitiar en dos ocasiones, en 1529 y 1683, la ciudad
de Viena durante varios meses pero finalmente se retiraron sin poder lograr conquistarla
debido especialmente al gran apoyo militar brindado en la defensa de la ciudad por parte de
los grandes reinos cristianos de Europa como Alemania, España y Polonia. A partir del
siglo XVI, los sultanes otomanos también adquirieron el título de califa. Los otomanos
gobernaron Europa del Este, África del Norte y Oriente Medio. Los otomanos incluso tuvieron
influencia en el Sureste de Asia ya que los otomanos enviaron soldados a su vasallo más
distante, el Sultanato de Aceh33 en Sumatra en Indonesia. Sus fuerzas en Aceh se opusieron
a los portugueses que habían cruzado los o

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