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29 de mayo de 1453: la toma de

Constantinopla por los otomanos pone fin


al Imperio bizantino
por Julen Kenk
Después de siglos de declive, la caída de Constantinopla supuso el fin del Imperio bizantino. La ciudad, renombrada
como Estambul, se convirtió en la nueva capital del poderoso dominio otomano.
La ciudad de Constantinopla, fundada en el siglo IV en el extremo sur donde se acercan Asia y
Europa, fue durante mil años el núcleo de poder del Imperio bizantino. Heredero de Roma tras
su caída en el año 476, el Imperio bizantino o romano de Oriente vivió su esplendor durante el
siglo VI, pero desde el XI atravesó un declive que desembocaría en la toma de Constantinopla el
29 de mayo de 1453 por el Imperio otomano.

Una lenta agonía


La primera amenaza para los bizantinos había venido del Imperio persa sasánida, después
chocaron con los califatos musulmanes en el Mediterráneo oriental, y más adelante los rusos,
búlgaros e incluso los cruzados asediaron desde Europa los muros de Constantinopla. Pero
fueron el Imperio selyúcida primero y luego el turco-otomano los que acabarían con un
Imperio bizantino que agonizaba.

El peligro también llegó de potencias con las que compartía religión. En lo económico, el
Imperio bizantino se vio acosado por las ricas repúblicas de Venecia y Génova, que se
beneficiaron del comercio que regaba Constantinopla. Además, el cisma de Oriente del 1054
entre ortodoxos y católicos ahondó el aislamiento bizantino, y las luchas internas e intrigas por
el trono contribuyeron a desangrar al Imperio. La máxima expresión de la decadencia fue la
cuarta cruzada (1198-1204), proyectada para recuperar Tierra Santa, que acabó con la toma de
Constantinopla en el 1204, la expulsión de la dinastía gobernante y el establecimiento del
Imperio latino.

Las ramas de la Iglesia ortodoxa


Álvaro Merino, 2020
La Iglesia ortodoxa vivió el gran cisma con la católica en el año 1054. Desde entonces ha evolucionado de forma autónoma,
incluso con nuevas ramas.

Pese a que el Imperio bizantino consiguió restaurarse y recuperar la ciudad en el 1261, la


presión otomana le abocó a su fin. El origen de los otomanos había sido un principado del
Imperio selyúcida asentado en Anatolia en el siglo XIII. Pronto creció por Asia Menor, se
convirtió en un imperio y aprovechó las guerras civiles bizantinas para expandir sus fronteras
más allá del Bósforo. En medio de ese mar quedó la isla de Bizancio, reducida ya solo a
Constantinopla, que el sultán Murad II intentó conquistar en 1422.

La toma de Constantinopla, una ciudad que parecía inexpugnable

Constantinopla tenía forma de triángulo, en dos lados la protegía el agua y en el tercero se


levantaban las murallas más imponentes. En mil años de historia había resistido veintiséis
sitios y nadie había conseguido atravesar sus defensas terrestres, pero eso cambió con el
nuevo sultán, Mehmed II. Dispuesto a acabar con el Imperio bizantino, el sultán concentró unos
80.000 soldados y ordenó construir una nueva flota para asfixiar Constantinopla. Desde abril de
1453 y durante dos meses, Mehmed II sometió a la ciudad a un intenso bombardeo, haciendo
gala de su moderna artillería.

Comandadas por el emperador Constantino XI y el genovés Giovanni Giustiniani, las fuerzas


bizantinas contaban con unos 10.000 efectivos y apenas apoyo del resto de la cristiandad, que
había desoído la llamada de auxilio. Aun así, organizaron una defensa aguerrida. Finalmente, la
flota otomano sorteó las defensas del estrecho y el sultán mandó concentrar sus tropas para
lanzar un asalto final. Tras retirarse Giustiniani herido, la moral de los bizantinos se hundió y los
otomanos entraron en la ciudad.

El Imperio otomano, el ascenso de una nueva gran potencia


La caída de Constantinopla no frenó la política expansionista de Mehmed II. Por el contrario, el
final del Imperio bizantino abrió la puerta al avance otomano en el resto de Serbia, Grecia y
Bosnia. Sus sucesores, en especial Solimán el Magnífico, continuaron su labor y afianzaron el
Imperio al someter al Egipto mameluco y extenderse por el norte de África. En su máximo
apogeo, los otomanos llegaron en 1529 hasta las murallas de Viena, cuyas defensas no
pudieron derribar pese a la superioridad numérica.

Constantinopla, renombrada como Estambul, se convirtió en la nueva capital del Imperio


otomano hasta su desaparición. La basílica de Santa Sofía se transformó en una mezquita por
órdenes de Mehmed II, por lo cual los adornos cristianos se taparon para añadir detalles
islámicos. Bajo el dominio otomano, Estambul floreció como un centro cultural y económico
del Mediterráneo, llegando a ser una de las ciudades más pobladas del planeta.

El Orden Mundial (EOM) es el medio de análisis internacional de referencia en español. Julen Kenk
Madrid, 1999. Graduado en Historia por la Universidad Complutense. Máster en Diplomacia y Relaciones Internacionales
por la Escuela Diplomática. Apasionado de las conexiones entre el deporte, la política y la historia.
https://elordenmundial.com/hoy-en-la-historia/29-mayo/29-de-mayo-de-1453-la-toma-de-constantinopla-por-los-otoma
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%20de%20declive,capital%20del%20poderoso%20dominio%20otomano. 29 may. 2022
Caída del Muro de Berlín
“Hoy en el mundo de la libertad, el mayor orgullo es ‘Ich bin ein Berliner’ (‘Soy berlinés’), todos
los hombres libres, dondequiera que vivan, son ciudadanos de Berlín. Y, por lo tanto, como
hombre libre, me enorgullecen las palabras ‘Ich bin ein Berliner.”
John F. Kennedy
Ex Presidente de EUA

El 9 de noviembre de 1989, de manera pacífica y sin derramar sangre o disparar un arma de


fuego, la población alemana derribó el Muro de Berlín. Esta estructura dividió la capital
alemana por casi tres décadas. Su demolición posibilitó la reunificación de Alemania y
simbolizó, con ello, el fin de la Guerra Fría y la construcción de un nuevo orden mundial, cuyas
consecuencias aún acontecen.

Tras la II Guerra Mundial, Alemania y su capital, Berlín, quedaron divididas en cuatro zonas
controladas cada una por una de las potencias ganadoras de la contienda: la URSS, Reino
Unido, Francia y Estados Unidos.

La ciudad de Berlín quedó enclavada dentro del territorio soviético, por lo que también fue
dividida en las zonas este y oeste, quedando como una célula capitalista en el recién formado
estado socialista, lo cual generó las primeras inconformidades del gobierno de la RDA y sentó
las bases de la Guerra Fría. Con ello, se aceleró la división de dos bloques en el mundo: el
occidental-capitalista y el oriental-comunista.

La vida resultó muy diferente en ambos lados. La diferencia en el desarrollo, del lado
capitalista con la ayuda económica de los EEUU era superior al de la RDA2[2]. Mientras en el
resto de la RDA estaba prohibido el libre tránsito hacia la RFA, en Berlín, debido a los acuerdos
de Potsdam, el paso era prácticamente libre: era una frontera abierta dentro de la llamada
Cortina de Hierro. El paso llevaba una gran cantidad de trabajadores obreros y profesionistas
de la RDA al lado occidental, de tal manera que las dos Alemanias decidieron la construcción
de un muro material: la RFA para detener la caída de capital humano; y la RDA para evitar que
los alemanes orientales fueran en búsqueda del “progreso”. El 13 de agosto de 1961, ambas
Alemanias ordenaron a la policía y al ejército levantar una cerca de alambre de púas. En los
siguientes días inició la construcción de barricadas de concreto a lo largo de los 45 kilómetros
que dividían en dos partes a Berlín y los 115 kilómetros que rodeaban la parte oeste que la
separaba de la RFA. Se prohibió a los berlineses occidentales ingresar al Berlín oriental, salvo
con permiso especial. Entre 1961 y 1988 más de cien mil ciudadanos de la RDA intentaron saltar
el muro para escapar al sector occidental. Según la página web oficial de la ciudad de Berlín,
alrededor de unas ciento cuarenta personas fallecieron al intentar huir a causa de los disparos
de la policía[1].
El 9 de octubre de 1989, una multitud de alrededor de setenta mil personas se manifiesto
pacíficamente en el centro de Leipzig exigiendo libertad de paso. Estas personas se atrevieron a
pasar por primera vez por la temida sede de la Stasi, la policía secreta de la República
Democrática Alemana. "Wir sind das Volk!", cantaban: "¡Somos el pueblo!". Una semana
después, más de cien mil personas abarrotaron de nuevo el centro de Leipzig. Las protestas
pronto se extendieron por toda Alemania oriental. El 4 de noviembre, otros cientos de miles de
personas se manifestaron en Alexanderplatz, Berlín oriental, pidiendo una reforma
democrática: esta fue una de las movilizaciones más importantes en la RDA por su capacidad
de congregación. Finalmente, cinco días después, el 9 de noviembre, un militar de alta
graduación anunció que se darían pases para cruzar hacia la república Federal de Alemania.
“La gente puede ir, no hay problema”, declaró. Un periodista le preguntó: “¿A partir de cuándo,
señor?”, cuya respuesta fue: “A partir de ahora”. En poco menos de dos horas, una multitud se
volcó hacia el muro. Los guardias se vieron superados por el entusiasmo, por lo que
simplemente no hicieron nada[3].

Un año más tarde, el 12 de septiembre de 1990 se firmó en Moscú el Tratado Dos más Cuatro,
llamado así por los grupos de países firmantes. El 1º de octubre de 1990, las cuatro potencias
vencedoras de la Segunda Guerra Mundial renunciaron en una declaración conjunta en Nueva
York a sus derechos en relación con Alemania, devolviéndole así a Alemania su plena
soberanía. El Tratado Dos más Cuatro entró en vigor el 15 de marzo de 1991. Fue el equivalente
de derecho internacional al Tratado de Unificación entre la República Federal y la RDA[4].

La Caída del Muro de Berlín es uno de los principales sucesos del siglo XX y de los últimos
tiempos. Marcó el fin de una era tanto en la historia alemana como en la historia europea y
mundial. Tras sus escombros, una nueva Europa surgiría y tras ella, un nuevo orden mundial de
consecuencias insospechadas[5].

Defensoría nacional de los derechos del pueblo CNDH méxico defendiendo al pueblo
https://www.cndh.org.mx/noticia/caida-del-muro-de-berlin-0#:~:text=En%20de%20noviembre%20
de%201989,alemana%20por%20casi%20tres%20d%C3%A9cadas.

Comisión Nacional de los Derechos Humanos/ Agencia de gobierno (s.f)

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