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¿Qué fue el Imperio otomano?

El Imperio otomano, que tuvo vigencia desde el año 1299 hasta el 1923, fue uno de los
grandes imperios de Occidente. En su época de máximo esplendor ocupó extensos
territorios de Europa, África y Asia.
En su época de mayor esplendor, a finales del siglo XVII, el imperio se extendía por
Anatolia, el suroeste de Europa, Grecia insular, los Balcanes, partes del norte de Irak,
Azerbaiyán, Siria, Palestina, parte de la Península Arábiga, Egipto y sectores del norte
de África, y las islas de Rodas, Chipre y Creta, en el Mediterráneo.

El Imperio otomano, uno de los más poderosos de la historia, pasó de ser un


bastión turco en Anatolia a convertirse en un estado vasto que, en su apogeo,
abarcaba hasta Viena (Austria) al el norte, hasta el golfo Pérsico al este, hasta
Algeria al oeste y hasta Yemen al sur. El éxito del imperio se debió a su
estructura centralizada tanto como a su territorio: poseía riquezas gracias al
control que ejercía sobre algunas de las rutas de comercio más lucrativas del
mundo y ostentaba poder militar gracias a la impecable organización de su
ejército. Pero todos los imperios que ascienden están destinados a caer, y seis
siglos después de que el Imperio otomano surgiera en los campos de batalla
de Anatolia, se desmoronó de forma catastrófica en el escenario de la Primera
Guerra Mundial.

Osmán I, el líder de una tribu túrquica nómada de Anatolia (actual Turquía),


empezó a conquistar la región a finales del siglo XIII mediante incursiones
contra el Imperio bizantino cristiano, que estaba cada vez más debilitado. En
torno a 1299, se autodeclaró líder supremo de Asia Menor y sus sucesores
siguieron expandiéndose por territorio bizantino con la ayuda de
mercenarios extranjeros

La evolución de la lucha fue empeorando para el Imperio otomano en todos los frentes,
especialmente desde inicios de 1917, aunque en el frente norte la amenaza rusa desapareció
con la Revolución de Octubre en noviembre de 1917. En el este, la Campaña de Mesopotamia
terminó con un triunfo británico al tomar Bagdad el 11 de marzo de 1917. Más al sur, la
Campaña del Sinaí y Palestina contra las tropas de la Commonwealth y la Revuelta Árabe
(patrocinada por los británicos) resultaron en derrotas otomanas (caída de Yeda y La Meca en
junio de 1916, pérdida de Jerusalén en diciembre de 1917), hasta que en 1918 las fuerzas
otomanas se hallaban en retirada en todos los frentes.

Entre las principales características del Imperio otomano podemos destacar las siguientes:

° Era un estado multiétnico, la religión oficial era el islam, pero durante la mayor parte de su
historia fue tolerante con otras religiones y costumbres.
° Fue una gran potencia militar. Contaba con un poderoso ejército y armas modernas. El ejército
privado del sultán estaba formado por los jenízaros, hombres reclutados en su infancia y
educados con rigurosidad para ser sus protectores.
° La economía del Imperio se basaba en el comercio. Su ubicación estratégica en la ruta
terrestre entre Oriente y Occidente le permitía controlar la circulación de sedas, maderas
preciosas, especias y metales. Al interior del Imperio, eran importantes la agricultura, la
producción de manufacturas y la pesca.
° En la organización del Imperio otomano tuvo mucha influencia tanto la cultura grecolatina
como las estructuras administrativas heredadas del Imperio bizantino; aunque, con el tiempo,
fue tomando características propias.
Sultanato de las mujeres
Sultanato de las mujeres (en turco: Kadınlar saltanatı) fue un período de extraordinaria
influencia política ejercida por concubinas, esposas legales, madres e incluso abuelas de los
sultanes del Imperio Otomano. Este fenómeno en el período moderno temprano,
aproximadamente entre los años 1520 y 1715, comenzó durante el reinado de Solimán el
Magnífico, después de su matrimonio con Hürrem Sultan (conocida también como
Roxelana).1​Las de mayor poder fueron las esposas legítimas del sultán, denominadas haseki
sultanas, o bien las madres del sultán reinante, denominadas valide sultanas. Muchas de estas
mujeres ingresaban al harén como esclavas, como se esperaba del sultanato, en tanto los roles
matrimoniales tradicionales eran considerados un riesgo demasiado grande para el sultán, de
quien se esperaba no tuviera lealtades personales por fuera de su título. Durante este período,
las haseki y valide sultanas ejercieron poder político y social, lo que les permitió influir en el
funcionamiento cotidiano del imperio, además de ordenar la construcción de edificios públicos y
obras filantrópicas.

Los países y territorios que formaron parte del Imperio otomano


fueron los siguientes:

Europa Asia África


Albania (1478 – 1912) Georgia (1590 – 1612) Aceh (1564 – 1873)
Argelia (1536 – 1830)
Armenia (1555 – 1918) Gracia (1460 – 1828) Adén (1538 – 1635)
Egipto (1517 – 1915)
Arrain (1590 – 1612) Herzegovina (1481 – 1908) Abjasia (1480 –
1810) Eritrea (1557 – 1884)
Bosnia (1463 – 1908) Hungría (1526 – 1699) Jordania (1516 – 1918)
Libia (1521 – 1912)
Bulgaria (1421 – 1878) Macedonia (1371 – 1912) Libano (1516
– 1918) Somalilandia (1548 – 1884)
Creta (1475 – 1774) Montenegro (1499 – 1697) Omán (1550 – 1741)
Sudán (1553 – 1883)
Crimea (1475 – 1774) Egeo Norte (1462 – 1912) Palestina (1516 –
1918) Túnez (1534 – 1881)
Cicladas (1538 – 1828) Otranto (1480 – 1481) Arabia Saudí (1871
– 1914)
Chipre (1570 – 1914) Podolia (1672 – 1699) Siria (1516 – 1918)
Daguestán (1590 – 1612) Serbia (1459 – 1878) Yemén (1517 – 1918)

Dodecaneso (1522 – 1912) Eslavonia (1592 – 1699)


Epiro (1479 – 1912) Islas Esporadas (1538 – 1828).

Caída del Imperio otomano


La caída definitiva del Imperio otomano se produjo luego de la
Primera Guerra Mundial cuando a partir de la derrota de la Triple
Alianza y la firma del armisticio de Mudros, en 1918, el imperio se
dividió y el territorio se repartió entre el Reino Unido, Francia,
Italia y Grecia

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