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Recinto Universitario Alejandro Dávila Bolaños

Tema:

 Tipos de anemia

Autor:

Br. Dariana Elizabeth Talavera Dávila

Br. Ashlee Davissa Zelaya Zeledón

Br. Leana del Carmen Rodríguez Hernández

Br. Melissa del Rosario Rodríguez Gutiérrez

Br. Ariela Betsabé Sánchez López

Br. Edilson Javier Rizo Mendoza

Br. Jairy Nahomi Videa Rodríguez

Br. Br. Noreling Salleth García Camacho

Br. Rocio Navidad Vega Cáceres

Tutor: Dr. Josué Siles

Fecha: 11 de Marzo del 2024


INTRODUCCIÓN

En el presente informe se abordara un tema de gran importancia y relevancia como lo es la


anemia y conocer los tipos que afectan tanto adultos como niños teniendo en cuenta que la
anemia es una condición médica común que afecta a millones de personas en todo el
mundo. Se caracteriza por una disminución en la cantidad de glóbulos rojos o de
hemoglobina en la sangre, lo que lleva a una capacidad reducida del organismo para
transportar oxígeno a los tejidos y órganos. Esta disminución en la oxigenación puede
provocar una variedad de síntomas, desde fatiga y debilidad hasta problemas cardíacos y
complicaciones en el desarrollo en casos graves.

La anemia puede ser causada por una amplia gama de factores, que van desde deficiencias
nutricionales hasta enfermedades crónicas y trastornos genéticos. Una de las causas más
comunes de anemia es la deficiencia de hierro, que puede resultar de una dieta pobre en
este mineral, pérdida de sangre por menstruación excesiva o problemas de absorción
intestinal. Otras deficiencias de nutrientes, como la vitamina B12 y el ácido fólico, también
pueden desencadenar anemia.

Además de las deficiencias nutricionales, la anemia puede ser el resultado de enfermedades


crónicas como la enfermedad renal, el cáncer y las enfermedades autoinmunes, que afectan
la producción o la destrucción de glóbulos rojos. Las condiciones genéticas, como la
talasemia y la anemia falciforme, también son causas importantes de anemia en ciertas
poblaciones.

Los síntomas de la anemia pueden variar según su gravedad y causa subyacente, pero
comúnmente incluyen fatiga, debilidad, palidez, dificultad para respirar, mareos y
palpitaciones. La anemia también puede afectar negativamente la calidad de vida, el
rendimiento cognitivo y la capacidad para realizar actividades diarias.

Es por ello que es de vital importancia comprender los diferentes tipos de anemia, ya que
cada uno presenta características únicas que influyen en su diagnóstico y tratamiento.
OBJETIVOS

Objetivo general

 Demostrar la importancia de conocer los tipos de anemia para aprender a


identificarlos y llegar a un buen diagnostico clínico
Objetivos Específicos

 Identificar las principales causas y factores de riesgo asociados con la anemia,


incluyendo deficiencias nutricionales, enfermedades crónicas y otros elementos que
contribuyan a su aparición.
 Abordar los diferentes tipos de anemia con sus causas.
 Señalar a nivel bioquímico las fisiopatologías que presenta el cuerpo en presencia
de la anemia.
MARCO TEORICO

En el siguiente apartado, se abordaran los aspectos teóricos con respecto a la


temática de la investigación

1. ¿ Qué es la anemia?

La anemia es una enfermedad caracterizada por una disminución en la cantidad de glóbulos


rojos o hemoglobina en la sangre.

La hemoglobina es una proteína presente en los glóbulos rojos que transporta el oxígeno
desde los pulmones hacia el resto del cuerpo. Cuando hay una deficiencia de glóbulos rojos
o hemoglobina, el cuerpo no recibe suficiente oxígeno, lo cual puede provocar una serie de
síntomas y complicaciones.

1.1 Causas de la anemia


Aunque muchas partes del cuerpo ayudan a producir glóbulos rojos, la mayor parte del
trabajo se hace en la médula ósea. Esta es el tejido blando en el centro de los huesos que
ayuda a la formación de las células sanguíneas.

Los glóbulos rojos sanos duran entre 90 y 120 días. Partes del cuerpo eliminan luego las
células sanguíneas viejas. Una hormona, llamada eritropoyetina, producida en los riñones,
le da la señal a la médula ósea para producir más glóbulos rojos.

La hemoglobina es la proteína que transporta el oxígeno dentro de los glóbulos rojos. Esta
les da su color. Las personas con anemia no tienen suficiente hemoglobina

El cuerpo necesita ciertas vitaminas, minerales y nutrientes para producir suficientes


glóbulos rojos. El hierro, la vitamina B12 y el ácido fólico son tres de los más importantes.
Es posible que el cuerpo no tenga suficiente de estos nutrientes debido a:

Cambios en el revestimiento del estómago o los intestinos que afectan la forma como se
absorben los nutrientes (por ejemplo, la celiaquía)
Alimentación deficiente

Cirugía en la que se extirpa parte del estómago o los intestinos

Las posibles causas de anemia incluyen:

 Deficiencia de hierro
 Deficiencia de vitamina B12
 Deficiencia de folato
 Ciertos medicamentos
 Destrucción de los glóbulos rojos antes de lo normal (lo cual puede ser causado por
problemas con el sistema inmunitario)
 Enfermedades prolongadas (crónicas), como enfermedad renal crónica, cáncer,
colitis ulcerativa o artritis reumatoide
 Algunas formas de anemia, como la talasemia o anemia drepanocítica, que pueden
ser hereditarias
 Embarazo
 Problemas con la médula ósea, como linfoma, leucemia, mielodisplasia, mieloma
múltiple o anemia aplásica
 Pérdida lenta de sangre (por ejemplo, por períodos menstruales intensos o úlceras
estomacales)
 Pérdida súbita de mucha sangre
Los glóbulos rojos pueden disminuir por tres motivos fundamentales:

Porque no se produzcan suficientes, como sucede en las aplasias medulares, en la


infiltración de la médula ósea por tumores, en la anemia producida por déficit de hierro, en
la anemia que acompaña a muchas enfermedades crónicas como las reumáticas y en la
enfermedad que se asocia a la insuficiencia renal crónica.

Porque haya un trastorno en la maduración de estos glóbulos rojos en la médula ósea donde
se forman. Esto sucede en anemias asociadas a déficit de vitamina B12 o de folatos, así
como en otras enfermedades hematológicas como las anemias refractarias.
Porque se destruyan o pierdan a mayor velocidad. Puede estar provocado por la pérdida
aguda de sangre que se produce en las hemorragias de cualquier tipo, por la hemólisis o
rotura intravascular de los glóbulos rojos de causa mecánica o autoinmune y por
alteraciones de la membrana del hematíe o de la hemoglobina, muchas de ellas hereditarias.

1.2 Signos y síntomas


Los síntomas de la anemia dependen de la causa y de su gravedad. La anemia puede ser tan
leve que no muestre síntomas al principio. No obstante, los síntomas acaban apareciendo y
empeoran a medida que lo hace la anemia.

Si la causa de la anemia es otra enfermedad, esta puede enmascarar los síntomas de la


anemia. Un examen de otra afección puede encontrar la anemia. Determinados tipos de
anemia tienen síntomas que apuntan a la causa

Los síntomas y signos que pueden producirse primero incluyen:

Sentirse débil o cansado más a menudo que de costumbre, o con el ejercicio

Dolores de cabeza

Problemas para concentrarse o pensar

Irritabilidad

Pérdida de apetito

Entumecimiento y hormigueo de las manos y pies

Palidez

Si la anemia empeora, los síntomas pueden incluir:

Color azul en la esclerótica de los ojos

Uñas quebradizas

Deseo de comer hielo u otras cosas no comestibles (síndrome de pica)

Mareo al ponerse de pie

Color de piel pálido


Dificultad para respirar tras actividad leve o incluso en reposo

Lengua adolorida o inflamada

Úlceras bucales

Sangrado menstrual anormal o más abundante en las mujeres

2. Tipos de anemia
Existen varios tipos de anemia, cada una con su propia causa:

2.1 Anemia Ferropénica

La anemia ferropénica ocurre cuando el cuerpo no tiene suficiente cantidad hierro. El


hierro ayuda a producir glóbulos rojos. La anemia por deficiencia de hierro es la forma más
común de anemia.

Causas

Los glóbulos rojos llevan oxígeno a los tejidos del cuerpo. Los glóbulos rojos se producen
en la médula ósea. Los glóbulos rojos circulan por el cuerpo durante 3 a 4 meses. Partes del
cuerpo, tales como el bazo, eliminan los glóbulos viejos.

El hierro es una parte importante de los glóbulos rojos. Sin hierro para hacer hemoglobina,
la sangre no puede transportar oxígeno eficazmente. Su cuerpo normalmente obtiene hierro
a través de la alimentación. También reutiliza el hierro de los glóbulos rojos viejos.

La anemia por deficiencia de hierro se presenta cuando sus reservas corporales bajan. Esto
puede ocurrir debido a que:

Se pierde más glóbulos sanguíneos y hierro de lo que el cuerpo puede reponer

El cuerpo no absorbe bien el hierro

El cuerpo puede absorber el hierro, pero no se está consumiendo suficientes alimentos que
contengan este elemento

El cuerpo necesita más hierro de lo normal (por ejemplo, durante el embarazo o en la


lactancia materna)
El sangrado puede causar pérdida de hierro. Las causas comunes de sangrado son:

 Periodos menstruales frecuentes, prolongados o abundantes


 Cáncer de esófago, estómago, intestino delgado o colon
 Várices esofágicas usualmente por cirrosis
 Uso prolongado de ácido acetilsalicílico (aspirina) , ibuprofeno o medicamentos
para la artritis, lo cual puede causar sangrado gastrointestinal
 Úlcera péptica
Es posible que el cuerpo no absorba suficiente hierro de la dieta debido a:

 Enfermedad celíaca
 Enfermedad de Crohn
 Cirugía de derivación gástrica
 Tomar demasiados antiácidos o antibióticos que contengan tetraciclina
Es posible que no se obtenga suficiente hierro en la dieta si:

 Es vegetariano estricto
 No se consume suficientes alimentos que contengan hierro
Signos y síntomas

Inicialmente, la anemia ferropénica puede ser tan leve que pasa desapercibida. Pero a
medida que el cuerpo se vuelve más deficiente en hierro y la anemia empeora, los signos y
síntomas se intensifican.

Los signos y síntomas de la anemia ferropénica pueden incluir:

Fatiga extrema

Debilidad

Piel pálida

Dolor torácico, latidos cardíacos rápidos o falta de aliento

Dolor de cabeza, mareos o vértigo

Manos y pies fríos


Inflamación o dolor en la lengua

Uñas quebradizas

Antojos inusuales de sustancias no nutritivas, como hielo, tierra o almidón

Falta de apetito, especialmente en bebés y niños con anemia ferropénica

Diagnostico

La anemia se diagnostica mediante un análisis de sangre, con un hemograma en el que se


mide la cantidad de hemoglobina y el recuento y clasificación de todas las células
sanguíneas. Se diagnostica anemia cuando la hemoglobina se encuentra por debajo de 12
g/dl en la mujer y 13 g/dl en el varón.

Para confirmar el diagnóstico es preciso realizar un análisis del hierro en el


organismo:

 Nivel de hierro sérico.


Es un examen que mide cuánto hierro hay en su sangre.

El hierro sérico mide la cantidad de hierro que circula por la sangre unido a la transferrina.
La interpretación conjunta de los resultados con otras pruebas permite diagnosticar o
realizar el seguimiento de una deficiencia o una sobrecarga de hierro, y diferenciar entre las
diferentes causas de anemia.

 Ferritina sérica.
Este examen mide el nivel de ferritina en sangre.

La ferritina es una proteína dentro de las células que almacena hierro. Le permite a su
cuerpo usar hierro cuando lo necesita. Un examen de ferritina mide indirectamente la
cantidad de hierro en la sangre.

 Transferrina.
La transferrina puede ser alta o baja dependiendo de la función hepática de cada persona y
de su alimentación
Un aumento de la transferrina indica una falta de hierro en el organismo
La transferrina es una proteína que se encuentra en la sangre y que transporta el hierro
absorbido en la dieta por el organismo hacia los lugares de almacenamiento. Esta proteína
se sintetiza en el hígado. La mayor parte del hierro del organismo se dirige a la médula
ósea, formando parte de los hematíes, y el resto se acumula en tejidos en forma de ferritina.
 Capacidad de fijación del hierro en la sangre.
Es un examen de sangre para ver si usted tiene demasiado o muy poco hierro en la sangre.
El hierro se moviliza a través de la sangre adherido a una proteína llamada transferrina.
Este examen le ayuda a su proveedor de atención médica a saber qué tan bien puede esa
proteína transportar el hierro en la sangre.
 Examen de sangre oculta en heces.
La prueba de sangre oculta en heces (SOH) analiza una muestra de heces para detectar
sangre. "Sangre oculta" significa que no se la puede ver a simple vista. Heces significa que
está en las fecas (excremento).

Tratamiento

El tratamiento de la anemia ferropénica depende de la causa de la falta de hierro:

Si es un problema de la alimentación, esta debe ser modificada, añadiendo o no


suplementos de hierro. Los alimentos ricos en hierro son la carne, las vísceras (sobre todo
el hígado), el pescado, la yema del huevo, el pan integral y las legumbres.

Si el problema es una enfermedad celiaca debe instaurarse una dieta pobre en gluten.

Si el problema es una enfermedad del tubo digestivo, debe ser tratada y, en el caso de que
persistiera el sangrado, dar aportes adecuados de hierro.

Las mujeres con sangrado menstrual abundante suelen necesitar suplementos de hierro.

Los tratamientos disponibles para el restablecimiento de la anemia por falta de hierro


serían:

Si la anemia es muy importante puede necesitarse una transfusión de sangre para continuar
posteriormente con suplementos de hierro.

Hierro oral
Existen numerosos preparados, líquidos y en comprimidos, puede administrarse en distintas
sales de hierro (p. ej., sulfato ferroso, gluconato ferroso, fumarato ferroso) o hierro
azucarado por vía oral 30 minutos antes de las comidas. El hierro debe tomarse con zumos
u otro aporte de vitamina C dado que su absorción intestinal es mayor si se administra junto
a esta vitamina. La absorción es también mayor si el hierro se toma en ayunas. El hierro
tiñe de negro las heces, algo que no tiene trascendencia pero que puede preocupar al
paciente si no lo sabe. Además, el hierro por boca puede producir los siguientes efectos
adversos:

Estreñimiento, y con menos frecuencia, diarrea.

Molestias digestivas, como ardor de estómago.

Tinción de color negro de los dientes. Por este motivo es mejor tomarlo en comprimidos o,
si se toma líquido, con un pajita diluido en zumo de naranja.

Hierro intravenoso

El hierro parenteral causa una respuesta terapéutica más rápida que la administración oral
de hierro, pero puede ocasionar efectos adversos, con mayor frecuencia reacciones alérgicas
o por la infusión (p. ej., fiebre, artralgias, mialgias). Las reacciones anafilactoides graves en
su mayoría se debían al dextrano de hierro de alto peso molecular, que ya no está
disponible. El hierro parenteral se reserva para

Pacientes que no toleran el hierro por vía oral

Pacientes en los que el hierro por vía oral es ineficaz

Los pacientes que pierden en forma constante grandes cantidades de sangre por trastornos
capilares o vasculares (p. ej., telangiectasia hemorrágica hereditaria).

Pacientes con necesidad de reposición de hierro rápida debido a anemia grave, cirugía
programada o tercer trimestre del embarazo

La dosis de hierro parenteral se calcula sobre la base del peso y el nivel de hemoglobina
actual, pero en general es suficiente una dosis acumulada inicial de 1000 mg.

2.2 Anemia Hemolítica


La anemia hemolítica es un trastorno en el cual los glóbulos rojos de la sangre se destruyen
más rápido de lo que la médula ósea puede producirlos. El término para la destrucción de
los glóbulos rojos es "hemólisis". Existen dos tipos de anemia hemolítica, intrínseca y
extrínseca:

Intrínseca

La destrucción de los glóbulos rojos debido a un defecto en los mismos glóbulos rojos. Las
anemias hemolíticas intrínsecas son a menudo hereditarias, como la anemia drepanocítica y
la talasemia. Estas condiciones producen glóbulos rojos que no viven tanto como los
glóbulos rojos normales.

Extrínseca

Esto sucede cuando la destrucción de los glóbulos rojos es debido a una causa no
relacionada con las células.

Los glóbulos rojos se producen sanos pero más tarde son destruidos al quedar atrapados en
el bazo, destruidos por una infección o destruidos por fármacos que pueden afectar a los
glóbulos rojos. La destrucción se lleva a cabo en la circulación en los casos más graves. A
continuación se enumeran algunas de las causas de la anemia hemolítica extrínseca,
también llamada anemia hemolítica autoinmunológica:

 Infecciones. A partir de bacterias o virus.


 Medicamentos. Antibióticos como la penicilina o sulfonamidas, medicamentos
para la malaria o el acetaminofén.
 Cánceres. Leucemia, linfoma, tumores u otros.
 Trastornos autoinmunes. El lupus sistémico eritematoso (LSE o lupus), artritis
reumatoide, síndrome de Wiskott-Aldrich o colitis ulcerosa.
 Hiperesplenismo. Una afección en la cual el bazo destruye más glóbulos rojos de lo
normal.
Extravascular. Si la hemólisis es extravascular, la destrucción de los glóbulos rojos ocurre
principalmente en los sinusoides venosos del bazo y otros órganos. Este tipo de mecanismo
no presenta hemoglobinuria y la prueba de Coombs directa es negativa (ausencia de
anticuerpos anti-glóbulo rojo).
Intravascular. Si la hemólisis es intravascular, la destrucción de los eritrocitos ocurre
principalmente dentro de los vasos sanguíneos. Este tipo de mecanismo presenta
hemoglobinuria (reacción positiva para sangre en la tira reactiva de orina) y
hemosiderinuria y la prueba de Coombs directa es positiva (presencia de anticuerpos anti-
glóbulo rojo).

Causas

La médula ósea es mayormente responsable de producir nuevos glóbulos rojos. La médula


ósea es el tejido blando en el centro de los huesos que ayuda a formar todas las células
sanguíneas.

La anemia hemolítica se presenta cuando la médula ósea no está produciendo suficientes


glóbulos rojos para reemplazar a los que se están destruyendo.

Hay muchas causas posibles de la anemia hemolítica. Los glóbulos rojos pueden ser
destruidos debido a:

Un problema autoinmunitario en el cual el sistema inmunitario equivocadamente ve a sus


propios glóbulos rojos como sustancias extrañas y las destruye

Anomalías genéticas dentro de los glóbulos (como la anemia


falciforme, talasemia y deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa)

Exposición a ciertos químicos, fármacos y toxinas

Infecciones

Coágulos de sangre en pequeños vasos sanguíneos

Transfusión de sangre de un donante con un tipo de sangre que no es compatible con el


suyo

Signos y síntomas

Palidez anormal o pérdida de color en la piel.

Ictericia o color amarillo de la piel, ojos y boca.

Orina de color oscuro.


Fiebre.

Debilidad.

Mareos.

Confusión.

Intolerancia de la actividad física.

Aumento de tamaño del bazo y del hígado.

Aumento en el pulso (taquicardia).

Diagnostico

 Hemoglobina y hematocrito. Mide la cantidad de hemoglobina y glóbulos rojos en


la sangre.

 Hemograma. Este análisis comprueba los glóbulos rojos y blancos de la sangre, las
células de coagulación de la sangre (plaquetas) y, a veces, glóbulos rojos jóvenes
(reticulocitos). Incluye la hemoglobina y el hematocrito, y más detalles acerca de
los glóbulos rojos.

 Frotis de sangre periférica. Una pequeña muestra de sangre se mira bajo un


microscopio. Se evalúan las células sanguíneas para ver si su aspecto es normal o
no.

 Otros análisis de sangre. Estos análisis comprobarán los niveles de lactato


deshidrogenasa, bilirrubina, haptoglobina y determinados anticuerpos.

 Análisis de orina. Por ejemplo, para comprobar la hemoglobina derivada de la


descomposición de los glóbulos rojos.

 Aspiración o biopsia de la médula ósea, o ambas. Un procedimiento en el que se


extrae una pequeña cantidad de líquido de la médula ósea (aspiración), el tejido de
la médula ósea sólida (llamada biopsia de núcleo) a menudo a partir de los huesos
de la cadera, o ambos, y se determina la cantidad, el tamaño y la madurez de las
células sanguíneas. Este examen también puede determinar si hay células
anormales.

Tratamiento

El tratamiento depende del tipo y la causa de la anemia hemolítica.

En caso de emergencia, puede ser necesaria una transfusión de sangre.

Se pueden utilizar medicamentos que inhiben el sistema inmunitario por causas


inmunitarias.

Cuando las células sanguíneas se están destruyendo a un ritmo rápido, el cuerpo puede
necesitar ácido fólico adicional y suplementos de hierro extra para reponer lo que se está
perdiendo.

En pocas ocasiones, se necesita cirugía para extirpar el bazo. Esto se debe a que éste actúa
como un filtro que elimina células anormales de la sangre.

3. Anemia Autoinmune
La anemia autoinmune o inmunitaria ocurre cuando se forman anticuerpos contra los
glóbulos rojos del propio cuerpo y los destruyen. Esto sucede debido a que el sistema
inmunitario reconoce erróneamente a estos glóbulos como extraños.

Causas

Las posibles causas incluyen:

Ciertas sustancias químicas, drogas y toxinas

Infecciones

Transfusión sanguínea de un donante con un tipo de sangre que no es compatible

Ciertos cánceres

Cuando se forman anticuerpos contra los glóbulos rojos sin razón, la afección se denomina
anemia hemolítica idiopática autoinmunitaria.

Los anticuerpos también pueden ser causados por:


Complicación de otra enfermedad

Transfusiones de sangre anteriores

Embarazo (si el tipo de sangre del bebé es diferente del de la madre)

Los factores de riesgo están relacionados con las causas.

Signos y síntomas

Las anemias autoinmunes pueden presentar una variedad de síntomas y signos, que pueden
incluir:

Fatiga extrema

Palidez en la piel,

Dificultad para respirar

Mareos

Taquicardia

Palpitaciones

Debilidad muscular

Dolor en el pecho y en algunos casos, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos).

Estos síntomas pueden variar según la gravedad y el tipo específico de anemia autoinmune.

Diagnostico

 Prueba de Coombs directa o indirecta positiva:


Prueba de la antiglobulina directa (de Coombs directa)

La prueba de Coombs directa se utiliza para determinar si hay anticuerpos de unión a


eritrocitos (IgG) o complemento (C3) en las membranas eritrocíticas. Se incuban los
eritrocitos del paciente con anticuerpos contra IgG y C3 humanos. Si hay IgG o C3 unidos
a la membrana de los eritrocitos, se produce la aglutinación-un resultado positivo. Un
resultado positivo sugiere la presencia de autoanticuerpos contra los glóbulos rojos del
paciente. Si el paciente ha recibido una transfusión en los últimos 3 meses, un resultado
positivo también podría representar aloanticuerpos contra los glóbulos rojos transfundidos
(que por lo general aparecen en la reacción hemolítica aguda o tardía)

 Niveles de bilirrubina elevados


 Nivel elevado de LDH (enzimas cuyos niveles se elevan como resultado del daño
tisular)
 Haptoglobina sérica baja
 Hemoglobina en la orina
 Aumento en el conteo de reticulocitos absoluto
 Conteo de glóbulos rojos y hemoglobina bajo (hematocrito)

Tratamiento

El primer tratamiento que se intenta generalmente es un medicamento esteroide, como


prednisona. Si los esteroides no mejoran la afección, se puede contemplar la posibilidad de
un tratamiento con inmunoglobulina intravenosa (IGIV), o se puede considerar la
extirpación del bazo (esplenectomía).

Usted también puede recibir un tratamiento para inhibir el sistema inmunitario si no hay
respuesta a los esteroides. Se han empleado medicamentos como azatioprina (Imuran),
ciclofosfamida (Cytoxan) y rituximab (Rituxan).

Las transfusiones sanguíneas se administran con precaución, debido a que es posible que la
sangre no sea compatible y puede causar la destrucción de más glóbulos rojos

CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA

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Temas de Patología Médica. España: Servicio de Publicaciones de la
Universidad de Oviedo.

Ruiz-Argüelles, G. J. (1994). Fundamentos de Hematología. México: Médica


Panamericana.
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Arias, J. (2000). Enfermería medico quirúrgica. Tomo I. España: Tébar.

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