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Crónica antropológica

La Resistencia y Resiliencia de un Joven Frente al Cáncer de Tórax

Renata Morales

Anastasia Reinecke
En un rincón de la unidad de oncología, donde los sonidos cotidianos de la vida diaria
desaparecen ante el constante ruido de las máquinas, camillas y gente en movimiento, surge la
historia de un adolescente de 22 años. Este es un testimonio de coraje y esperanza, entrelazado
con la resistencia ante el miedo y la adversidad. En el presente escrito, se abordará el caso de
un individuo denominado José, cuyo nombre real se mantiene en anonimato con el objetivo de
salvaguardar su privacidad y confidencialidad.

La noticia llegó como una avalancha, interrumpiendo la vida de José y su familia con un
diagnóstico que los golpeo a todos: un tumor de 13x15 en el mediastino, un intruso despiadado
en el cuerpo joven y vital de este luchador. La respuesta de este joven guerrero no fue la
desesperación que muchos esperarían, sino, una calma que desafiaba las fuerzas de este
aterrador diagnóstico, es más, fue él quien contagio su templanza, calma y fuerza a sus
familiares y amigos. Para José las ganas de seguir conociendo lugares, personas y sus historias,
aprender de ellos y por sobre todo ayudar a sus seres queridos fue mayor, por lo que se aferró
de todas sus fuerzas y esperanzas para combatir esta enfermedad. José ya había sospechado
que algo andaba mal en su interior, pero en ese instante, se encontró cara a cara con la cruda
realidad de su propia vulnerabilidad humana. En este punto inicial de este nuevo proceso, se
convirtió en el personaje principal de un camino lleno de sorpresas que lo conduciría a las
profundidades de su propia resiliencia, para ir descubriendo las adversidades y sorpresas que
nos pone la vida en frente.

La familia y sus amigos se convirtieron en su faro, especialmente su madre, cuyo amor maternal
se convirtió en un refugio seguro, en medio de la tempestad del tratamiento. Los amigos,
aunque físicamente distantes a las preocupaciones del tratamiento, debido a que muchos de
ellos se encuentran en diferentes regiones, se transformaron en pilares de apoyo emocional,
ofreciendo una conexión con la normalidad que el tanto anhelaba. Sin embargo, el sistema de
salud y las instituciones educativas, a veces, no estuvieron a la altura de las circunstancias. Una
experiencia desgarradora en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), expuso la falta de
sensibilidad de algunos profesionales de la salud. La taquicardia, un eco frenético de su batalla
interna, fue desestimada como simples "nervios", ignorando la angustia palpable que se agitaba
en su pecho. Esta desconsideración exacerbó su sensación de vulnerabilidad, arrojó luz sobre
la frialdad e indiferencia de algunos profesionales de la salud, quienes no pudieron empatizar
y comprender la magnitud de su lucha interna arrastrándolo a un abismo emocional en medio
de su disputa contra la enfermedad.

Los días de quimioterapia se convirtieron en una instancia de dolor y resistencia día a día Las
náuseas y la debilidad se instalaron como recordatorios constantes de su fragilidad. En medio
de estas horas oscuras, encontró consuelo en pequeños triunfos cotidianos, como las llamadas
o mensajes de sus familiares y cercanos. Cada paso por más que se viera pequeño a vista de
otros se convirtió en una victoria épica para el joven José, cada día sin fiebre, vómitos y otros
síntomas asociados, durante la quimioterapia, era un triunfo más y un ejemplo de resistencia.
Su cuerpo, lleno de vitalidad y energía, se transformó en un campo de batalla constante, donde
cada síntoma y día se convirtió en un obstáculo a superar. Fue allí donde en su lucha diaria,
descubrió la verdadera naturaleza de su fortaleza interior.

En medio de la adversidad, este joven halló su resiliencia en los pequeños detalles de la vida
cotidiana. Cada comida que lograba disfrutar, cada momento en que lograba descansar sin
dolor, cada sonrisa y tiempo con sus familiares se convirtieron en un regalo preciado,
confirmando su espíritu indomable y fuerte con ganas de vivir. José se apoyó mucho en la
iglesia católica, esta ha sido su fuerte tanto en la toma de decisiones como en lo que respecta a
su fuerza de voluntad, por lo que ha sido un pilar fundamental en el recorrido del joven. Cada
día que pasaba postrado en la cama del hospital se transformó en una lección de resistencia, un
testimonio de su determinación inquebrantable de vivir. En cada terapia física, encontró la
fuerza para enfrentar el dolor y seguir adelante. Así, en esta historia formada por lucha y amor,
este joven se convierte en un ejemplo vivo de resiliencia y esperanza en medio de la oscuridad.
Su camino, marcado por momentos de dolor y triunfo, es un recordatorio conmovedor de la
capacidad del espíritu humano para sobreponerse incluso en las circunstancias más desafiantes.
En su valentía, encontramos una lección de vida, un recordatorio de que la verdadera fuerza
reside en la capacidad de resistir, persistir y nunca rendirse, incluso cuando la oscuridad
amenaza con destrozar todo.

La entrevista con José se llevó a cabo en un entorno particularmente sereno y acogedor, el


comedor de su hogar. Este espacio proporcionaba un ambiente tranquilo y familiar, creando un
ambiente propicio para la apertura y la confianza en la conversación. La luminosidad natural
inundaba la habitación a través de una ventana cercana, permitiendo que la luz solar directa
iluminara suavemente el lugar donde se encontraba sentado José. Los rayos de sol se filtraban
a través de las cortinas, creando una atmósfera serena y apacible. La tranquilidad del ambiente
se combinaba armoniosamente con la calma y la serenidad de José mientras se encontraba
disfrutando de una taza de té. En este entorno íntimo y hogareño, la entrevista se llevó a cabo
con una sensación de familiaridad y calidez, lo que permitió que José compartiera sus
pensamientos y experiencias más profundos de manera abierta y genuina. Este ambiente
tranquilo y acogedor sirvió como telón de fondo para una conversación que se desarrolló con
empatía y comprensión mutua.

En el transcurso de este informe, se han evidenciado diversas virtudes y principios éticos que
han delineado el camino del tratamiento médico de José. Entre estas virtudes, destaca la
benevolencia que ha caracterizado la mayoría de las interacciones médicas. Los profesionales
de la salud han actuado guiados por el bienestar del paciente, priorizando su salud y bienestar
en cada decisión y acción tomada, a excepción de un lamentable episodio en la Unidad de
Cuidados Intensivos (UCI), donde se hizo evidente un trato inadecuado por parte del equipo
médico. Donde José pudo experimentar desde su interior la vulnerabilidad humana. Otro
momento en el cuál José pudo vivenciar esta vulnerabilidad y fragilidad humana fue al minuto
de su diagnóstico en el cual José paso de ser un hombre joven y sano a ser el “enfermo” y saber
lo que es vivir y estar en los zapatos del paciente.
Por otro lado, ha sido notable la aplicación del principio de proporcionalidad terapéutica a lo
largo del tratamiento. Cada intervención y cuidado dispensado estuvo cuidadosamente ajustado
de acuerdo al diagnóstico de José y sus necesidades específicas. Este enfoque respetuoso y
proporcionado se convirtió en una guía fundamental para la administración de tratamientos,
asegurando que cada medida tomada estuviera alineada con las necesidades del paciente.

A lo largo de la narrativa de José, se destaca la trascendental relevancia que los profesionales


de la salud poseen al tener un conocimiento profundo y adherirse a los valores y principios
éticos al momento de atender a un paciente. Esta importancia se fundamenta en la
vulnerabilidad inherente del paciente, quien deposita su confianza en los profesionales para
salvaguardar su salud y bienestar. El principio de prevención se manifestó de manera palpable
en el esfuerzo constante por evitar que la enfermedad de José empeorara. Cada intervención,
cada decisión médica y cada precaución tomada estuvo orientada a proteger y preservar la salud
de José, minimizando cualquier riesgo adicional y previniendo complicaciones innecesarias.
Sobresale, sobre todo, el principio de no abandono que ha sido un pilar fundamental en el
cuidado de José. Su equipo médico de cabecera, con un compromiso inquebrantable, se
mantuvo presente en todo momento. Han dedicado tiempo, esfuerzo y experiencia para
asegurar que José recibiera la atención más adecuada y efectiva posible. Esta continuidad en el
cuidado no solo es un reflejo del profesionalismo de los médicos involucrados, sino también
un testimonio concreto del compromiso ético de no abandonar al paciente en ningún momento
de su trayecto médico.

En resumen, a lo largo de este relato, se han puesto de manifiesto estas virtudes y principios
éticos, sirviendo como faros guías en la travesía de José por su enfermedad. Estos valores han
sido fundamentales para asegurar que cada acción tomada esté imbuida de humanidad y
cuidado, proporcionando así un modelo ejemplar de atención médica centrada en el paciente y
orientada hacia su bienestar integral. En estas páginas extensas de esta historia, se nos desvela
la auténtica naturaleza de la lucha contra el cáncer de tórax: una contienda entre la vida y la
enfermedad, entre la esperanza y la desesperación. A través de los ojos de este valeroso joven,
somos espectadores de sus miedos, sus penas y su angustia, pero también de su coraje, amor y
su esperanza incólume. Cada día se convierte en un nuevo capítulo de su combate y
supervivencia, una lección conmovedora acerca de la capacidad infinita del alma humana para
resistir, incluso en las circunstancias más desafiantes.

Bibliografía:

- Todas las Voces. (s/f). Enciclopediadebioetica.com. Recuperado el 31 de octubre de


2023, de https://enciclopediadebioetica.com/mod/page/view.php?id=3364
- Quintana, C. A. A. (2014). El respeto a la intimidad del paciente. Revista médica de
Chile.
https://www.academia.edu/88644049/El_respeto_a_la_intimidad_del_paciente?f
_ri=7944
-

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