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Las acciones de sociedades, los cupones y los bonos de fundador.

Derechos patrimoniales del accionista: el socio accionista es el que ha invertido parte de su


patrimonio en mayor o menor medida en la sociedad que emitió las acciones, ya que por un simple
principio de lógica, entendemos que ese capital aportado le va a redituar dividendos, los
cuales tiene derecho a recibir como son el derecho de cobro de dividendos y el derecho de la cuota
de liquidación

Derecho de cobro de
dividendos.
Cupones de acciones
Derecho de cobro de dividendos.
Cupones de acciones: el accionista tiene el derecho de cobro de sus utilidades, denominadas
dividendo al efecto, el artículo 127 de la Ley General de Sociedades Mercantiles, determina que
para cobrar los dividendos deberá presentar los cupones que van adheridos a las acciones, los cuales
se desprenderán y se entregarán a la sociedad emisora para hacer efectivo este derecho. El cupón
representa los intereses de una obligación, el dividendo de una acción o el derecho de suscripción o
de atribución para un aumento de capital. Son los cupones títulos de crédito accesorios de las
acciones, incompletos, porque el monto del dividendo se probará con las actas de asambleas y
consejos, y que pueden ser al portador, aun cuando la acción sea nominativa.
Bonos de fundador.
Los fundadores de una sociedad anónima realizan, antes de constituirla, trabajos que van a ser
aprovechados por la compañía que se crea, y que pueden tener para ella un efectivo valor.
Independientemente de que los fundadores tengan el carácter de socios y como tales participen en
las utilidades de la compañía, puede ser justo concederles una remuneración por las labores
desarrolladas para la creación del ente social. La experiencia ha demostrado que tal posibilidad
puede conducir a abusos, ya que los fundadores, aprovechando la ignorancia o la ilusión de los
socios, obtienen que se les conceda una remuneración tal que haga poco lucrativa la inversión de los
accionistas.

Las obligaciones o bonos


En el artículo 208 de la LGTOC menciona que “las sociedades anónimas pueden emitir
obligaciones que representen la participación individual de sus tenedores en un crédito colectivo
constituido a cargo de la sociedad emisora” Además de que “serán bienes muebles aun cuando estén
garantizadas con hipoteca”. La emisión de obligaciones sería una solución cuando el objetivo
de una sociedad anónima es la captación de grandes sumas de dinero para atender necesidades
determinadas como podría ser su crecimiento, el pago de deuda su otras necesidades
extraordinarias. Algunos autores lo definen como “títulos de crédito nominativos o al portador
expedidos por una sociedad anónima para representar la participación individual de sus
tenedores, llamados obligacionistas, en un crédito colectivo de la cual es deudora.

EL CERTIFICADO DE DEPÓSITO Y EL BONO DE PRENDA


A) NATURALEZA DEL CERTIFICADO: el certificado de depósito lo crean los Almacenes
Generales de Depósito, quienes están reglamentados como Organizaciones Auxiliares de Crédito.
El mecanismo de operación es así: primero, el depositario lleva su mercancía aguardar al
Almacén General, hecho el depósito, el Almacén expide un certificado para amparar las
mercancías. Al certificado se le deberá anexar un esqueleto de bono de prenda para poder ser
utilizado al constituirse una garantía prendaria sobre las mercancías amparadas por el certificado.
El certificado de depósito es un título causal o concreto. Surge ligado al contrato de
depósito
BONO DE PRENDA
El artículo 230 de la LGTyOC dispone que, si el certificado no se expide como no negociable,
deberá expedirse anexo al mismo, un bono de prenda. Este acredita la constitución de un crédito
prendario sobre las mercancías o bienes en el certificado de depósito correspondiente. Tiene por
finalidad facilitar la circulación de las mercancías y los créditos prendarios que sobre ellas se
constituyan. En realidad, lo que expide el almacén no es bono de prenda, sino un esqueleto de bono
de prenda en blanco. Deberá contener:
I. Constancias del certificado
II. Nombre del tomador, si no fuere al portador
III. Importe, tipo de interés y fecha de vencimiento del crédito prendario
IV. Firma del tenedor del certificado
V. Constancia expedida por el almacén

LOS CERTIFICADOS DE PARTICIPACIÓN


Los certificados de participación son títulos de crédito institucionalmente bancarios, esto
se debe a que su emisión únicamente la pueden realizar por medio de un fidecomiso y éste sólo
puede perfeccionarlo la participación activa de un banco. De acuerdo con el artículo 228 a. de la
Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, los certificados de participación son títulos de
crédito que representan:
a) El derecho a una parte alícuota de los frutos o rendimientos de los valores, derechos o
bienes de cualquier clase que tenga en fideicomiso irrevocable para su propósito la sociedad
fiduciaria que los emita
b) El derecho a una parte alícuota del derecho de propiedad o de la titularidad de esos bienes,
derechos o valores
c) O bien el derecho a una parte alícuota del producto neto que resulte de la ventade dichos
bienes, derechos o valores
BONOS Y CEDULAS HIPOTECARIAS:
Un bono hipotecario es aquel que se encuentra respaldado por préstamos hipotecarios de
la entidad que los emite y que se abona a los compradores, intereses sobre las cuotas
ingresadas por los prestatarios. Este tipo de títulos están ligados a hipotecas. Asimismo, estas
garantizan el pago de intereses y amortización de capital. Por lo regular, están respaldados por
bienes inmuebles.
La función del bono hipotecario: En muchas ocasiones el banco, suele vender las hipotecas en los
mercados, para efectos de obtener liquidez, el comprador se convierte en un fondo de inversión, así
como otros bancos o algún organismo estatal.
Cedula hipotecaria: Las cedulas hipotecarias con valores de renta fija emitidos exclusivamente por
las entidades de crédito, respaldados de modo global por su cartera de préstamos hipotecarios.
Los propietarios de estos títulos, son acreedores privilegiados del emisor, debido a la
protección con la que cuentan en caso de insolvencia, podría decirse que cuentan con una especie de
garantía hipotecaria, cobrando con preferencia a los depositantes y a los tenedores de deuda sin
garantías.

Los títulos mercantiles impropios


Títulos de legitimación O impropios
En materia de títulos de crédito, un aspecto conexo con el tema de la legitimación en el conocido
como títulos de legitimación, llamados también títulos impropios por oposición a los títulos de
crédito considerados como títulos propios. En toda esta materia se nota una gran imprecisión
conceptual (aun considerándola dentro de cada derecho positivo) que pone en cuestión,
una vez más, la pretendida teoría general de título la principal característica de éstos títulos
impropios reside en que el deudor puede efectuar la prestación con eficacia liberatoria a quien le
presente el documento, el que se legítima como titular del derecho originario. Se trata de
documentos meramente probatorios que comprueban la causa de la obligación legitimando,
además, a su poseedor como titular del derecho respectivo de crédito.

Títulos Mercantiles Atípicos


Son títulos de crédito atípicos, o también llamados innominados, aquéllos que no teniendo una
regulación legal expresa, han sido consagrados, a pesar de ello, como verdaderos títulos de crédito
por los usos mercantiles. Los títulos atípicos, por no estar regulados en la ley, pueden ser creados
independientemente de los esquemas típicos prefijados por la misma. Los contratos atípicos se
subdividen a su vez, en:1.- Contratos que combinan diferentes tipos de contratos típicos
dando lugar a contratos mixtos o múltiples. Un ejemplo sería la donación onerosa regulada 2.-
Contratos que carecen de todo ordenamiento legal y no coinciden en ninguno de sus aspectos
con los contratos regulados. Dan lugar a los contratos totalmente atípicos o absolutamente
innominados.

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