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Aplicación de la extinción
Si se decide llevar a la práctica un procedimiento de extinción antes deben
analizarse todas las circunstancias para asegurarse de la efectividad de la técnica
en ese caso concreto y con esas personas. La extinción puede parecer un método
sencillo de aplicar, pero en realidad suele traer aparejados muchos
inconvenientes. En los puntos siguientes se describen los factores que deben
tenerse en cuenta. Lo ideal es que todos los implicados en un proceso de
extinción (por ejemplo, todos los familiares que viven con una persona mayor que
se queja por la atención que, de este modo, recibe en casa) estén al corriente de
estos factores, pues el procedimiento fracasará si unos siguen el proceso
correctamente y otros, sin saberlo, lo sabotean reforzando las conductas que
trataban de eliminarse mediante la extinción.
TÉCNICAS DE REFORZAMIENTO DIFERENCIAL: Por reforzamiento diferencial
se entiende un conjunto de técnicas que implican trabajar sobre la probabilidad de
aparición del reforzador que sigue a la emisión de determinadas respuestas. En
términos más coloquiales, podría hablarse de "reforzar de otra manera" o "reforzar
otras cosas" a fin de que desaparezcan de manera natural las conductas no
deseadas o que merme la proporción con que se presentan conductas por lo
demás aceptables. Dentro de los reforzamientos diferenciales destinados a la
reducción o eliminación de conductas.
TÉCNICAS CONDUCTUALES:
A) Programación de actividades: Es el procedimiento más habitual para
empezar la intervención de la TC. Consiste en seleccionar una serie de
actividades, ordenarlas jerárquicamente (desde la más sencilla a la más
difícil y compleja para el paciente) y trazar un plan para implementarlas
progresivamente. Estas actividades se orientan a recuperar rutinas
saludables, proporcionar satisfacción y un sentimiento de eficacia. Su
implantación levanta la escasa motivación del paciente, le saca de su
inactividad o pasividad y de su ensimismamiento en las ideas depresivas.
Además, le prueban que puede ser capaz de controlar su tiempo.
cualquier circunstancia adversa. Para lograr que sea más objetivo se le pide
que revise los hechos, distribuyendo las responsabilidades o cómo se
aplicarían si juzgase a otra persona. Su objetivo es conseguir que la persona
deprimida no haga siempre atribuciones internas, estables y globales cuando
algo le sale mal, y externas, inestables y específicas cuando algo lo hace bien.
La técnica de la conceptualización alternativa se refiere a la búsqueda
activa de interpretaciones o soluciones alternativas a los problemas del
paciente. Se compensa así la tendencia a considerar irresolubles los
problemas. Para ello, hay primero que definir el problema de forma clara y
luego buscar múltiples soluciones, a semejanza de lo que pasa con la técnica
de solución de problemas.
Las técnicas basadas en la imaginación se utilizan cuando predominan las
imágenes sobre los pensamientos. En ellas se procura que, gracias a imaginar
una situación, se modifiquen para bien los sentimientos, los pensamientos y
las conductas.
Las más comunes son: 1) parada de imágenes (semejante a la parada de
pensamiento); 2) repetición continuada (buscando la saciación); 3)
proyección temporal (poner las imágenes en un momento temporal distinto:
que se imagine, en cuanto surja la imagen, qué ocurre una semana, un mes y
un año después); 4) imaginar metáforas (que se imagine nuevas alternativas
al problema con imágenes metafóricas); 5) parada de imagen catastrofista
(ante imágenes supuestamente catastróficas trate de incluir tantos datos
objetivos como sea posible: también los positivos, agradables o neutros); 6)
imaginación inducida (que transforme una imagen negativa en otra más
neutra o positiva, a fin de que vaya controlando más su imaginación); 7)
repetición de metas (que repita en su imaginación las conductas y acciones
deseadas y las autoinstrucciones positivas); 8) imaginación positiva (generar
fantasías o imágenes positivas, con independencia de sus imá genes
negativas, así reduce el tiempo de estas y se distrae); 9) imaginación de
estrategias de afrontamiento (que se incluirán progresivamente).
26.3.3. Técnicas emotivas
B: Es posible.
M: ¿Qué porcentaje le darías?
B: Un 25 por ciento.
M: ¿Alguna cosa más?
B: Bueno, ahora justo no está haciendo muy buen tiempo, llueve
mucho, y parte de lo que la gente me compra (bebidas, chucherías...)
puede tener que ver con eso.
M: Vale, ¿a cuánto equivaldría?
B: Tampoco mucho, no sé, un 5 por ciento.
M: Bueno, fíjate en el resultado final del diagrama, esta persona al final
tiene el 20 por ciento de la responsabilidad. Hay muchas más cosas que
influyen en un hecho y la mayoría de ellas no pueden solucionarse, ya que
no dependen de uno mismo. ¿Te das cuenta?
B: Ya, pero no es fácil verlo.
M: Lo entiendo, y quiero que trabajes con este ejercicio en casa. De esta
manera podrás analizar de forma más realista los sucesos. Además, fíjate
que no tiene que ver con que alguien se despreocupe, un 20 por ciento de
la venta, ya lo sabes tú, es importante. Pero el otro 80 por ciento no debe
achacárselo uno mismo.
B: Sí, lo entiendo.
M: Pero tengo que insistirte en que lo pienses y practiques en casa, para
que esta forma de pensar se automatice.
B: De acuerdo, lo intentaré.