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Historia de Einar

En el pasado, cuando aún los antiguos dragones pisaban estas tierras existió un gran
conflicto, el cual se ha extendido cientos de años hasta la actualidad, la gran guerra que
dejo consigo la muerte de muchos dragones en el pasado. El inicio de esta historia se
remonta en las heladas tierras del sur, durante la batalla de dos dragones en el pasado, dos
dragones cromáticos se enfrascaron en una feroz batalla, uno poseía escamas rojizas las
cuales parecían absorber los mismos rayos solares que chocaban contra su piel, por otro
lado su rival un dragón blanco como la misma nieve y tan frio como el ambiente en el que
se encontraban. La batalla arrasaba con todo en su paso, las tierras a los alrededores
cambiaron de color y lo que antes fue un páramo helado se había sumido en hielo y fuego,
flamas eran expulsadas del dragón rojo acumulándose una tras otra y derritiendo la nieve
como todo aquello atrapado en esta, por otro el hielo envolvía todo a su piso, uno derretía al
otro y otro congelaba todo a su paso, el Alpha y Omega chocando colosalmente por todo el
territorio, su batalla los llevo hasta las costas donde ambos dragones se eliminaron el uno al
otro, el dragón rojo fue reducido a una pila de hielo con la forma de lo que el antiguo ser
llego a ser por su parte el dragón blanco se vio envuelto en las llamas y sus pálidas escamas
fueron convertidas en ceniza negra fosilizándose.

Con solo aquellas tierras destrozadas por su batalla como testigo, ambos dragón fueron
consumidos por el tiempo, la nieve que poco a poco volvió a retomar su territorio con el
tiempo se encargó de envolver a ambos seres hasta ser imposibles de encontrar por todos…
excepto que si hubo alguien quien los encontró. Tras el pasar de las épocas, un aventurero
cuyo nombre fue olvidado por el tiempo llego a las gélidas tierras, lastimado y desgastado
por el clima nada agradable además de la dureza de su viaje, busco refugio en una de las
muchas formaciones de nieve y hielo en el lugar, aquella cueva resultaba particular, el hielo
y la roca tan fina dejaba pasar la luz a través de su superficie pero retenía un misterioso
calor en su interior, llamado por esta misteriosa fuente de calidez el aventurero viajo hasta
lo más profundo de la cueva donde hayo una escena que nunca creería poder presenciar en
la vida, el cuerpo de ambos dragones se encontraba bañado en un pared congelados tanto
ellos como sus restos por quien sabe cuántos cientos de años, ambos aun lucían dispuestos a
luchar y tan vivos como el momento en el que se acabaron unos a otros, aunque aún más
sorprendente que eso fue el sonido que el lugar emitía, al principio el hombre pensó en un
principio que solo eran imaginaciones suyas, aunque tras llegar al lugar pudo entenderlo,
los corazones de estos aún continuaban latiendo, vivos y esperando para continuar con su
infinita batalla y como si lograse entender el sentido de todo, este viajero sin nombre
entendió que debía de hacer.

Dedicando toda su vida a la investigación de estos dos dragones el viajero sin nombre logro
entender una cosa, ambos dragones físicamente se encontraban muertos, pero debido a que
su batalla resulto quedar inconclusa ninguno decidió retroceder en ningún momento, aun si
sus cuerpos eran destruidos sus ganas y deseos se preservaron con tanta vivacidad que
impregnaron los alrededores, cada parte de aquella cueva estaba tan viva como sus
corazones, aquel palpitar llevo a aquel viajero sin nombre a perderse, como todo rastro de
lo que fue, cada noche que descansaba, escuchaba aquel palpitar, como un llamado o quizá
una orden, no lo entendí pero cada segundo que se encontraba en aquella cueva se sentía
menos como el mismo, primero comenzó con leves recuerdos, luego partes de su vida y por
último, no podía siquiera reconocerse al verse a el mismo, ni siquiera su nombre, todo lo
que veía eran dragones, escuchaba sus rugidos y llenaban sus sueños, el hambre y la sed
dejaron de ser importantes, aquella calidez que rodeaba la cueva era lo único importante…
lo único que en realidad importaba.

Con el pasar de los años, la vida de aquel antiguo viajero se fue acortando y cuando sentía
que su hora estaba cerca de llegar, decidió buscar gente como el, viajeros y trotamundos,
sin hogares a los que volver ni sueños que perseguir, les enseñaría todo aquello que ellos
sabían y compartirían con el aquella calidez… entenderían el palpitar. Tras la muerte del
viajero cuyo nombre nunca pudo recordar ni siquiera al final de su extensa vida, muchos
más terminaron llegando a aquella cueva, el pequeño grupo de iniciados no tardo en
convertirse en una facción y aquella solitaria cueva se convirtió en su base principal, donde
hicieron los cimientos que llevarían a crear un clan entero. Con aquello nació el clan
Dragonfang, el clan utilizo la sangre de estos dragones para bautizar a sus nuevos
miembros que al igual que ellos carecían de identidad propia, su bautizo los hizo más
fuertes y capaces de resistir el nevado clima, los doto de una fuerza y resistencia que otros
solo soñarían en poseer, el clan Dragonfang poseía una distinción, aquellos quienes eran
bautizados con la sangre del dragón rojo y aquellos quienes eran bautizados por el blanco,
aunque no poseían un verdadero nombre con el cual diferenciarse entre ellos eran llamados
“Del blanco y Del rojo” la principal función del clan era cumplir con la voluntad de los
dragones y cazar a estos, así que cuando alguien del clan alcanzara la mayoría de edad
podrían elegir el quedarse en este o salir a cazar dragones, aquellos quienes elegían cazar a
los dragones se les llamaba “Devoradores” y dependiendo del tipo de dragón que cazaban
eran apodados con una terminación, “Devorador del rojo” “Devorador del bronce” entre
otros, estos “Devoradores” no podrían volver a su hogar hasta traer consigo las partes de un
dragón asesinado por sus propias manos y bañados de su sangre, solo alimentarían la llama
de vida que mantendría vivo al clan.

Existía la leyenda que en algún momento llegaría el “Gran Devorador” un guerrero el cual
cazaría a todos los dragones de cromáticos, metálicos y de gema que existían, aquel en
cuyas manos correría la sangre suficiente para despertar al “Rojo” y “Blanco” los cuales
retomarían su batalla y dejarían devastado el mundo a su paso para por fin decidir un
ganador a su batalla… aunque claro aquello seria aun una leyenda que pocos lograrían
creer…

Einar era un marinero nacido en el sur del territorio, donde las tierras gélidas eran el día a
día, su familia poseía un negocio de barcos con los cuales solían comercial y viajar por todo
el continente, desde pequeño Einar fue muy aficionado a querer convertirse en un famoso
comerciante, el cual viajara por todo el mundo utilizando su voz y labia para abrirse
puertas, disfrutaba mucho viajar con su padre durante meses y meses, la madre de Einar
lamentablemente había fallecido al darle a luz, cosa por la cual siempre se sintió culpable,
aunque su padre Fagnir se encargó de alentarlo y simplemente enseñarle que las cosas
pasan por motivos, motivos los cuales nadie puede entender ni siquiera controlar, por muy
poderosos que seas, únicamente se trata de mejorar y escoger como reaccionaremos a esto.

“Para mí, hubiera sido fácil el quedarme en cama todo el día, sumirme en la depresión y
simplemente vivir mis días repletos de soledad arrastrándote contigo… y no te negare que
en un momento lo pensé así, luego vi lo que tenía, a pesar de que mi esposa ya no se
encontraba conmigo, tenía un hijo y aunque la vida me trajo un destino duro, no estaba
solo, ahora te tenía a ti. Una razón para levantarme por las mañanas y seguir con mi vida,
cuando te vuelves padre aprendes a entender que ya no eres solo tú el protagonista de tu
historia, si no tu familia, aquellos con quienes te criaste y viviste, y tu hijo mío, eres mi
familia.”

Einar no podría entender muchas cosas de las que su padre hablaba, pero aun así sonreía
para él y para calmar su soledad, durante un mal día, aquellos en los que el mar no sonríe la
suerte que Einar siempre creía que tenían para poder salir en una pieza de los malos climas
se vino abajo, cuando observo a una enorme figura alada de escamas azules sobrevolar los
cielos, habían cometido un gran error de aquellos que no perdonan y se llevan todo consigo,
como las olas en la playa, pues estos se habían acercado demasiado al Golfo de las
tormentas y habían captado la atención de un dragón eléctrico, Einar había escuchado las
historias de estos y sabía que eran lo peor que podría temer cualquier marinero,
rápidamente la tripulación actuó intentando defenderse pero tanto la marea como la
inconmensurable fuerza del dragón fue suficiente como para destrozar el casquete de la
nave, llevando a que esta empezara a hundirse, de entre la tripulación existía un sujeto, el
cual fue contratado por el padre de Einar, este al parecer era un cazador de dragones
veterano llamado Siegfried, quien no tardo en actuar, más pronto que tarde utilizo uno de
los anclas con el que contaba el barco para amarrar una de las alas del peligroso dragón a la
nave y arrojarlo a las profundidades del inmenso mar, aunque antes de caer el mismo,
emitió un fuerte rayo el cual termino de destrozar lo que quedaba de nave varias astillas
salieron volando y muchos marineros cayeron para nunca más volver a salir del barco,
gente que Einar conocía y apreciaba como su propia familia, aunque no repararon en
preocupaciones, aun aturdido por la situación una de las astillas terminaron impactando en
el hombro de Einar y pierna derecha haciéndole imposible el moverse adecuadamente,
habían pocos barcos pequeños que se podría utilizar y como se esperaba tras el ataque solo
uno parecía encontrarse en las condiciones para sobrevivir, aunque las altas olas y la
violenta marea arrojando todo de un lado a otro suponía un peligro aun mayor, dándose
cuenta que no todos podrían sobrevivir el padre de Einar decidió enviar a Einar y Siegfried
hacia una de estas naves, encargándole como el mayor favor de su vida que ayudara a Einar
a sobrevivir a como diera lugar, el padre de Einar se quedó a ayudar a los pocos barqueros
que quedaban antes de desparecer entre la tormenta y las olas, la pérdida de sangre cobro
factura y Einar cayo inconsciente antes de finalmente ser arrastrado.

Siegfried y Einar terminaron encallando en las tierras del este donde Siegfried termino
atendiendo las heridas del joven Einar y llevándoselo consigo, estaba claro que por sus
acciones Einar se encontraba extremadamente molesto con Siegfried pero rápidamente fue
descartado por este con un.

“Tu padre me pidió cuidarte, pero realmente puedes irte por donde quieras, inclusive
puedes intentar matarme si quieres, pero ten en cuenta que me defenderé y te matare de ser
ese el caso. No desperdicies tu vida y te recomiendo que aproveches esta oportunidad,
como decía tu padre, no puedes elegir las circunstancias si no como reaccionas a ellas, en ti
queda elegir.”

Einar sin palabras y abrumado por un montón de sentimientos termino desmoronándose y


únicamente siendo consolado por un indiferente “sígueme si quieres sobrevivir” de
Siegfried quien continuo con su camino, sin saber que hacer Einar lo siguió, Siegfried se
mantuvo callado la mayor parte del camino únicamente enseñándole sobre el lugar a Einar
y como aguantar el largo recorrido, nunca siendo amable aunque tampoco cruel.

“La comida que caces y recolectes será tuya, el fuego de hagas será tuyo y tu decidieras que
hacer con él, si compartir su calor o quedártelo para ti mismo, escúchame, ahora eres un
adulto, y como le prometí a tu padre tú eliges que hacer con tu vida, a quienes dejaras morir
o a quienes decidirás rescatar… ahora esta es tu vida.”

Palabras que golpearían a Einar… su viaje duro poco más de unos cuantos meses, Siegfried
llevo a Einar al templo de los Dragonfang pues este mismo era bien conocido por la
mayoría como “Siegfried el blanco Devorador del amarillo, azul, y verde” un guerrero
destacado entre los suyos quien había dejado su hogar y paulatinamente volvía una o dos
veces cada par de años. Presento a Einar al clan y lo dejo al cuidado de estos, Einar no
tardo en destacar por tener un talento innato para aprender con velocidad, cosas que a
jóvenes les tomaría varios años de su vida aprender Einar lograba comprenderlo con
relativa velocidad mayor, por lo cual cuando este logro la mayoría de edad (18 años) fue
bautizado, debido a su entusiasta personalidad y cálido como amable corazón fue bautizado
como “El rojo” con la cálida sangre del dragón rojo…

Durante un tiempo Einar llego a convivir con el clan y durante su tiempo logro conseguir
ciertas amistades como distintos compañeros… aunque sabía que su corazón siempre le
perteneció al mar, hacía tiempo que no recordaba a su padre sus enseñanzas que antes no
habría logrado comprender, ahora empezaba a encontrarlas… aunque aún le faltaba un
largo camino por recorrer, no por un deseo egoísta o de venganza a los dragones, si no por
aquel inocente deseo de querer conocer el mundo y a su gente… querer honrar aquel lindo
y preciado recuerdo por su padre y aprovechar la vida que tanto su padre como Siegfried se
esforzaron por proteger a su propia manera, por lo cual decidiendo convertirse en un
“Devorador” este se embarcó hacia las lejanías del continente por las tierras del norte las
cuales siempre había deseado visitar, dispuesto a no volver al Clan hasta traer consigo una
historia que valiese la pena.

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