Está en la página 1de 1

Fecha: Asignatura: Docente: Stephany Borbor Robayo

Integrantes:
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
LA HISTORIA DEL NÁUFRAGO
Había una vez un marinero egipcio cuyo barco, en medio del mar; naufragó a causa de una tormenta.

Todos sus compañeros murieron; sólo él puso agarrarse a una tabla y librarse así de la muerte.

Una ola, por fin, lo arrojó a una isla solitaria, donde permaneció tres días solo. Comía higos y otras frutas y dormía en el hueco de un árbol.

Pasados unos días, oyó una voz profunda que al principio, confundió con una ola del mar. Volvió la cabeza y vio que lo que se acercaba era una
serpiente de treinta metros de largo. Su cuerpo tenía incrustaciones de oro y sus cejas eran dos esmeraldas.

Abrió la boca hacia él y tomándolo en ella lo llevó a su guarida, donde lo depositó sin hacerle daño. Y entonces la serpiente preguntó:

-¿Quién te ha traído aquí?

-Una ola de mar -contestó el egipcio, relatando detalladamente su aventura a la serpiente. -¡No te asustes! dijo ésta al terminar el marinero la
historia- . Los dioses te han conservado la vida y te han traído a esta isla del Ka, en la cual todo es bueno. Pasarás cuatro meses en ella y después
vendrán de palacio en un barco e irás con ellos. Entonces el marinero, emocionado, se arrodilló ante ella diciendo:

-Le contaré al Faraón quién eres y le haré saber cuál es tu grandeza. Contaré lo que me ha ocurrido y lo que he visto. Serás adorada en la ciudad
ante los grandes señores de todo el país. Te enviaré barcos cargados con todas las riquezas y tesoros de Egipto, tal como se hace a un dios amigo
de los hombres.

Pero la serpiente se rió: -Te equivocas. Cuando abandones este lugar no volverás a ver esta isla, pues se transformará en agua.

Pasó el tiempo, y al fin, llegó el barco que le había anunciado la serpiente. El naufrago, al verlo, corrió a decírselo a la serpiente, pero se encontró
con que ya lo sabía. Le dijo:

-Vuelve a casa. Te deseo que adquieras un buen nombre en tu ciudad.

Entonces la serpiente le regaló mirra, incienso y grandes tesoros. El egipcio lo cargó todo en el navío y regresó, feliz y asombrado a su tierra.
Cuenta la leyenda, que el brujo Perrón y el mago Chuchin tenían una de las mejores colecciones de pulgas del mundo, las más listas, saltarinas y
fuertes, utilísimas para cualquier hechizo. Llevaban siempre no menos de mil pulgas cada uno, bien guardadas en sus rarísimos sacos de cristal,
para que todos pudieran apreciar sus cualidades.

En cierta ocasión, el brujo y el mago coincidieron en un bosque, y entre charlas y bromas, se hizo tan tarde que tuvieron que acampar allí mismo.

Mientras dormían, el mago Chuchín estornudó tan fuerte y mágicamente, que miles de ardientes chispitas escaparon de su nariz, con tan mala
fortuna que una de ellas llegó a incendiar las hojas sobre las que brujo y mago habían dejado sus pulgas. Como los hechiceros seguían dormidos
y el fuego se iba extendiendo, las pulgas comenzaron a ponerse nerviosas. Todas eras tremendamente listas y fuertes, así que cada una encontró
una forma de escapar del fuego, y saltaba con fuerza para conseguirlo. Sin embargo, como saltaban en direcciones distintas, los sacos seguían
en su sitio y el fuego amenazaba con acabar con todas ellas.

Entonces, una de las pulgas del mago vio a todas las pulgas del brujo saltando en su saco sin ningún control, y se dio cuenta de que nunca se
salvarían así. Y dejando de saltar, reunió a un grupito de pulgas y las convenció para saltar todas juntas. Como no conseguían ponerse de acuerdo
hacia dónde saltar, la pulga les propuso saltar una vez adelante y otra atrás.

El grupito empezó a saltar conjuntamente, y el resto de pulgas de su mismo saco no tardó en comprender que saltando todas jun tas sería más
fácil escapar del fuego, así que al poco todas las pulgas saltaban alante y atrás, alante y atrás. Las pulgas del saco del brujo, al verlo, hicieron lo
mismo, y tuvieron tanta suerte, y balancearon tanto los sacos de cristal que llegaron a chocar uno contra otro y se rompieron en mil pedazos,
dejando a las pulgas libres para ir donde quisieran. Cuando el fuego llegó a despertar a los hechiceros, ya era demasiado tarde, y aunque pudieron
apagar el incendio sin problemas, todas las pulgas habían conseguido escapar.

Y nunca más se volvió a saber nada de aquellas excepcionales pulgas, aunque hay quien dice que aún hoy siguen trabajando en equipo para
sobrevivir a los peligros de bosque.

La siguiente actividad será elaborada en tu cuaderno:

Utiliza otros personajes y elabora una tabla donde especifiques el nombre y su perfil
Narra la misma historia con los nuevos personajes
Cambia el final por otro
Escribe la moraleja de la historia que has creado
Investiga en tu diccionario 10 palabras desconocidas en este texto y con cada una de ellas, elabora dos oraciones en tiempo presente.
¿Si pudieras cambiar el nombre de esta historia, cómo se llamaría y por qué?

También podría gustarte