Machine Translated by Google

Consulte debates, estadísticas y perfiles de autores de esta publicación en: https://www.researchgate.net/publication/298207181

Los déficits de desarrollo del cerebro humano privado entre los institucionalizados
Los niños rumanos (y las mejoras posteriores) refuerzan la necesidad de una atención
individualizada

Artículo en American Scientist ∙ Mayo de 2009

CITAS LECTURAS

21 4.035

4 autores, entre ellos:

Carlos Nelson Elizabeth Furtado

Escuela Médica de Harvard Hospital de niños de Boston

703 PUBLICACIONES 45.282 CITAS 4 PUBLICACIONES 233 CITAS

VER EL PERFIL VER EL PERFIL

Charles H Zeanah

Universidad de Tulane

396 PUBLICACIONES 25.546 CITAS

VER EL PERFIL

Todo el contenido que sigue a esta página fue subido por Charles H Zeanah. el 16 de marzo de 2016.

El usuario ha solicitado una mejora del archivo descargado.

Machine Translated by Google
El cerebro humano privado
Los déficits de desarrollo entre los niños rumanos institucionalizados (y las mejoras
posteriores) fortalecen los argumentos a favor de la atención individualizada
Charles A. Nelson III, Elizabeth A. Furtado, Nathan A. Fox y Charles H. Zeanah, Jr.
Endictador
1989,nacionalista
Nicolai Ceausescu, el Comunista
que gobernó Rumania durante 24
años, fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento.
Siguió una revolución, que condujo a un nuevo
gobierno y luego a la exploración por parte de un
Occidente inquisitivo de un país que antes estaba
oculto a la mayor parte del mundo. Cerca de
170.000 niños abandonados fueron descubiertos
languideciendo en instituciones estatales. La
mayoría eran “huérfanos sociales”, niños y niñas
abandonados por familias pobres.
Los niños con necesidades médicas también eran
comunes, abandonados debido al estigma
vinculado a sus trastornos o porque los padres no
podían costear su atención.
¿Cómo surgió esta tragedia? En 1966, Un número cada vez mayor de niños fueron
Ceausescu decidió que la superviviente de Rumania llevados a instituciones a temprana edad. Los
Charles A. Nelson III es un innovador veterano en
neurociencia cognitiva del desarrollo y profesor de
pediatría y neurociencia en la Facultad de Medicina
de Harvard. Es director de investigación en la División
de Medicina del Desarrollo y ocupa la Cátedra Richard
David Scott de Investigación en Medicina del Desarrollo
Pediátrico en el Hospital Infantil de Boston. Elizabeth
A. Furtado es la coordinadora del Proyecto de
Intervención Temprana de Bucarest, con sede en
Estados Unidos. Nathan A. Fox es profesor
universitario distinguido de desarrollo humano en la
Universidad de Maryland, College Park, y se centra
en las bases biológicas del desarrollo social y emocional
de los bebés y niños pequeños. Ha desarrollado
métodos para evaluar la actividad cerebral en bebés
y niños pequeños durante tareas diseñadas para
provocar una variedad de emociones. Charles H.
Zeanah Jr. es profesor de Psiquiatría Sellars­Polchow
y vicepresidente de Psiquiatría Infantil y Adolescente
en la Facultad de Medicina de la Universidad de Tulane
en Nueva Orleans.
Su investigación y atención clínica se centran en los
efectos del abuso y las privaciones graves en los niños
pequeños, el apego entre padres e hijos, la psicopatología
en la primera infancia y las relaciones entre padres
e hijos. Dirección de Nelson: Centro de Medicina del
Desarrollo, Laboratorios de Neurociencia Cognitiva,
Children's Hospital Boston, 1 Autumn Street, Mailbox
#713, Office AU621, Boston, MA 02115­5365. Internet:
charles.nelson@childrens.harvard.edu
222 Científico estadounidense, volumen 97
El mejor camino hacia el poder sería aumentar su
producción económica. En su opinión, eso requería
más capital humano. Así que Ceausescu prohibió
la anticoncepción, prohibió el aborto y gravó a las
familias que tenían menos de cinco hijos. La tasa
de natalidad se disparó y la pobreza se irradió.
Como muchas familias no podían permitirse el
lujo de quedarse con todos los hijos que se veían
obligadas a tener, Ceausescu amplió una red de
instituciones donde el Estado se comprometió a
criar a los niños abandonados. En lugar de ser
estigmatizado, el abandono infantil pasó a ser
respaldado implícitamente, un cambio cultural en
Rumania.
padres mantuvieron vínculos legales con sus hijos
y algunos los visitaron. Sin embargo, un buen
número simplemente desapareció de la vida de
sus bebés y niños.
Poco después del golpe de 1989, los medios
occidentales documentaron las terribles condiciones su edad. Mostraron importantes retrasos cognitivos
en estas instituciones. Se encontró a niños
pequeños confinados en cunas con ropa de cama
sucia y poca estimulación sensorial. En cualquier
institución, la proporción entre niños pequeños y
“cuidadores” podría ser de 15 a uno. El personal a
menudo tenía poca educación y ninguna
capacitación en desarrollo infantil. Gobernaba el
regimiento. Los niños fueron colocados
simultáneamente en hileras de recipientes de
plástico para ir al baño, llevaban cortes de pelo
similares (independientemente del género), se
vestían igual y se les alimentaba según lo previsto,
de una manera mecánica, en gran parte
silenciosa. La nutrición era inadecuada.
En algunas instituciones, los niños mayores sufrían
abusos físicos o sexuales.
En el año 2000, nuestro equipo de investigación
comenzó a evaluar a niños pequeños en
instituciones rumanas. Para entonces, las
instituciones habían mejorado significativamente y
seguían siendo, en la mente de muchos, destinos
aceptables para niños muy pequeños. Sin
embargo, al evaluar a estos niños,
© 2009 Sigma Xi, Sociedad de Investigación Científica. Reproducción
únicamente con permiso. Póngase en contacto con perms@amsci.org.
documentaron múltiples formas en que la vida
institucional puede obstaculizar el desarrollo
normal del cerebro en niños pequeños. También
observamos cómo los niños mejoran después de
ser colocados en hogares de acogida de calidad.
Los hallazgos alentaron cambios en Rumania,
pero tienen implicaciones mucho más amplias.
Hemos concluido que los gobiernos de todo el
mundo no deberían esperar demasiado antes de
encontrar buenos hogares para los millones de
niños que se estima viven hoy en instituciones en
todo el mundo.
Señales de problemas
Después de que se reveló la difícil situación de
los niños institucionalizados en Rumania, los
padres en Occidente se apresuraron a ayudar.
Miles de huérfanos fueron adoptados en hogares
de Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá. Pero
muchos padres pronto se sintieron abrumados por
las necesidades especiales de sus hijos rumanos.
Muchos de estos niños eran muy pequeños para
y del lenguaje, problemas de conducta
(particularmente hiperactividad) y quizás lo más
notable, problemas para formar y mantener
relaciones con otras personas importantes.
Afortunadamente, para muchos, los peores
problemas se resolvieron. Pero persistieron las
dificultades con las relaciones interpersonales y
con las llamadas funciones ejecutivas (incluida la
regulación de la atención y las emociones).
¿Deberíamos habernos sorprendido estas
secuelas conductuales? No. Desde mediados del
siglo XX se sabe que los niños criados en
instituciones se caracterizan por retrasos en la
mayoría de los ámbitos del desarrollo, incluido el
crecimiento físico y el desarrollo cognitivo,
lingüístico y emocional. Estos niños suelen
experimentar dificultades para regular la atención
y las emociones. Muchos son indiscriminados en
Machine Translated by Google

Mike Carroll

Figura 1. En un hogar rumano para niños abandonados en 1991, un trabajador pasa apresuradamente junto a bebés y niños pequeños confinados en fila tras fila de cunas. Más de 250
niños de entre uno y cinco años vivían entonces dentro de esta institución de Craiova, donde superaban en número a los cuidadores 20 a 1. Las condiciones en estas instituciones
rumanas mejoraron durante la década de 1990, pero el Proyecto de Intervención Temprana de Bucarest, iniciado en 2000, todavía detectó múltiples, déficits de desarrollo entre sus
jóvenes pupilos. Igual de importante es que los investigadores observaron mejoras entre los niños colocados al azar en hogares de acogida de calidad. Los hallazgos, sostienen los
autores, tienen implicaciones para millones de niños que viven en orfanatos en todo el mundo.

encuentros sociales. Por ejemplo, podrían subirse
al regazo de un completo desconocido o marcharse
con otro.
Mientras más tiempo permanezcan los niños en
instituciones, más probabilidades hay de que su
desarrollo se retrase o se vea desafiado, según
mostraron investigaciones anteriores.
A pesar de una conocida asociación entre la
crianza institucional y los malos resultados del
desarrollo, persistía la incertidumbre sobre el
motivo. Abundantes investigaciones con animales
(particularmente monos) han subrayado los efectos
de la privación.
Harry Harlow, de la Universidad de Wisconsin,
llevó a cabo estudios históricos en la década de
1950 que demostraron cómo las crías de mono
criadas sin sus madres sufrían daños emocionales
significativos. Pero los investigadores se
preguntaron si realmente la culpa era de la crianza
institucional. Tal vez los niños abandonados en
instituciones, se pensó, diferentemente.
fer de aquellos que no lo son. Por ejemplo, tal vez
experimentaron más complicaciones prenatales, o
los niños nacieron con mayor incidencia de
defectos genéticos (síndrome de Down, por
ejemplo) o complicaciones perinatales como
parálisis cerebral. Quizás sus familias eran pobres
y eso lo explicaba.
Por otro lado, algunos investigadores se
preguntaron si los estudios en realidad
subestimaron los efectos de la institucionalización
en el desarrollo infantil. En los estudios de niños
adoptados de instituciones, por ejemplo, existe
un potencial significativo de sesgo de muestra.
Podría ser que sólo se adopten los niños más
sanos o con mejor aspecto. Los estudios de
adopción que involucran sólo a aquellos niños,
que han informado avances sustanciales en el
desarrollo, pueden haber subestimado los
problemas de desarrollo físico y cognitivo en
general. Para abordar estos y otros
En el año 2000 lanzamos una iniciativa científica
y humanitaria llamada Proyecto de Intervención
Temprana de Bucarest (BEIP). Aún en marcha,
BEIP es un ensayo controlado y aleatorio sobre el
cuidado de crianza como una intervención para
niños institucionalizados en Rumania. El proyecto
reclutó participantes de las seis instituciones para
niños pequeños de Bucarest y realizó evaluaciones
de referencia de 136 niños y sus entornos de
cuidado. Los niños seleccionados eran todos
relativamente sanos, sin trastornos cromosómicos
evidentes ni condiciones de discapacidad
importantes como parálisis cerebral o síndrome de
alcoholismo fetal.
Luego, la mitad de los niños fueron asignados
aleatoriamente a hogares de acogida de alta
calidad creados específicamente para el estudio o
a cuidados habituales, es decir, cuidados
institucionales continuos. La edad promedio en la
colocación en hogares de acogida fue de 22 meses.

© 2009 Sigma Xi, Sociedad de Investigación Científica. Reproducción

www.americanscientist.org 2009 mayo­junio 223
únicamente con permiso. Póngase en contacto con perms@amsci.org.
Machine Translated by Google
La visión binocular
es esencial para la
percepción de la
profundidad, el
cálculo de las
distancias y la
realización de tareas
que requieren
precisión y
coordinación1.
Figura 2. El desarrollo de la visión binocular es un buen ejemplo de la importancia de la experiencia y los períodos
sensibles en un cerebro humano en desarrollo. Los niños que pueden enfocar con ambos ojos durante un período crítico
tienen muchas probabilidades de desarrollar visión binocular. Si un ojo no funciona correctamente, se puede perder la
oportunidad. Los estudios en animales muestran que el tamaño de las columnas neuronales que procesan la información
de cada ojo y la densidad de las sinapsis dentro de ellas varían según las señales recibidas. Si un ojo recibe menos
señal, la columna correspondiente es más pequeña.
(con un rango de 6 a 31 meses). Después de la
aleatorización, los niños fueron evaluados
nuevamente a los 30, 42 y 54 meses,
comparándose el desarrollo de los niños en
hogares de acogida con el de los niños que aún
estaban en instituciones. Para una mayor
comparación, también evaluamos a un grupo de
niños rumanos nunca institucionalizados
reclutados en clínicas pediátricas.
En cada ocasión, medimos el crecimiento físico,
la función cognitiva, el desarrollo social y
emocional, el apego y las conductas problemáticas
de los niños.
También medimos aspectos del desarrollo del
lenguaje, el entorno de cuidado, los síntomas
psiquiátricos y el funcionamiento cerebral. Hemos
informado algunos de los resultados en la literatura
científica durante los últimos seis años y
actualmente estamos reevaluando a los niños
cuando cumplen ocho años. Antes de detallar
nuestros hallazgos, creemos que es importante
revisar una serie de cuestiones éticas con las que
nos enfrentamos y explicar detalladamente el
marco intelectual que informó esta investigación.
Niños muy vulnerables
Debido a que los bebés y niños pequeños
abandonados que viven en instituciones estatales
son extremadamente vulnerables, actuamos con
extrema cautela con los niños rumanos. Se puede
cuestionar razonablemente
224 Científico estadounidense, volumen 97
en el país o colocados en hogares de guarda del
gobierno que no existían en el momento en que
comenzó el estudio. De hecho, de los 68 niños
originalmente asignados al cuidado habitual, sólo
14 permanecen en instituciones en el momento
de escribir este artículo.
Para comprender por qué el cuidado institucional
daña a los niños, es vital comprender las
necesidades de un cerebro humano en desarrollo.
Es cierto que la genética juega un papel importante
en el desarrollo cerebral posnatal. Pero la
experiencia es el motor que impulsa gran parte de
ese desarrollo. Si los niños no tienen ciertas
experiencias, es posible que su cerebro no se
desarrolle a su máximo potencial. Un segundo
principio vital es que muchos aspectos del
desarrollo sensorial, cognitivo, del lenguaje y
socioemocional dependen de experiencias que
ocurren durante períodos de tiempo particulares,
los llamados períodos sensibles. Si no hay
estimulación durante esos períodos, el desarrollo
puede verse comprometido significativamente y,
en algunos casos, de forma permanente.
Considere este ejemplo: la capacidad de ver el
mundo en tres dimensiones utilizando ambos ojos
(visión binocular o estereoscópica) se basa en la
capacidad del bebé de mover los ojos juntos para
converger en un objeto o escena distante.
la ética de incluso realizar un estudio aleatorio
en el que la mitad de los niños inscritos recibiría Para los niños cuyos ojos están bizcos o en los
una atención que ya se considera inferior. Es que un ojo carece de la capacidad de moverse en
importante entender que cuando empezamos, coordinación con el otro, el riesgo de no desarrollar
casi no había hogares de acogida gubernamentales la visión binocular es grande. Si esta afección se
disponibles en Bucarest. La atención gubernamental trata en los primeros años de vida, se puede
a los niños abandonados todavía adoptó la forma restaurar la visión normal. Pero si no hay
de institucionalización. Hubo un debate dentro del tratamiento o si el intento de tratamiento falla, el
gobierno sobre si se prefería el cuidado institucional niño nunca desarrollará la visión binocular.
o el cuidado de crianza. Además, ningún ensayo
controlado aleatorio había comparado jamás el
cuidado de crianza y el cuidado institucional, lo Ahora entendemos mucho sobre los
que significa que no se pudieron sacar conclusiones mecanismos neurobiológicos que subyacen a los
claras sobre sus diferencias. períodos sensibles. Como regla general, las
sinapsis (puntos de contacto entre neuronas) se
sobreproducen masivamente en los recién
Todos los estudios anteriores eran sospechosos nacidos, que tienen muchas más sinapsis que los
debido a un posible sesgo de muestra. Fue en adultos. Con el tiempo, las sinapsis se pierden o
este contexto que el Secretario de Estado de se eliminan, un proceso que depende en gran
Protección Infantil de Rumania nos invitó a realizar medida de la experiencia. En el caso de la visión
el estudio. binocular, los experimentos con gatos demostraron
Nos motivó, en parte, el hecho de que todos que la información procedente de ambos ojos se
los niños probablemente habrían permanecido envía a columnas de células relacionadas que
institucionalizados si no se hubiera llevado a cabo residen en la corteza visual. Las células y sinapsis
el estudio. Insistimos en que ningún niño que que forman estas columnas de dominancia ocular
pusiéramos en hogares de guarda sería devuelto se podan con el tiempo a un ritmo basado en la
a una institución. No exigimos que ningún niño información que reciben de los dos ojos. Si la
permaneciera en instituciones durante la duración entrada está por debajo de lo normal, la poda está
del estudio. De hecho, a medida que avanzaba el por encima de lo normal, ya que algunas sinapsis
estudio, la mayoría de los niños seleccionados al no se estimulan o “confirman” adecuadamente. Si
azar para permanecer en instituciones fueron la entrada normal no se restablece durante un
reunidos con sus familias, adoptados período sensible
© 2009 Sigma Xi, Sociedad de Investigación Científica. Reproducción
únicamente con permiso. Póngase en contacto con perms@amsci.org.
Machine Translated by Google

No Institucionalizado

Institucionalizado

Figura 3. Los psicólogos pueden calificar los estados emocionales y las respuestas de atención de los niños pequeños observando sus reacciones ante el juego de títeres y el juego de
las escondidas, actividades que deleitan a la mayoría de los jóvenes. En los paneles superiores, un bebé responde de la manera esperada. En los que aparecen a continuación, un niño
muestra menos emociones positivas y menos atención a los espectáculos normalmente divertidos que tiene ante sí, respuestas más comunes entre los niños institucionalizados
observados en el Proyecto de Intervención Temprana de Bucarest.

período, se pierde la oportunidad de Si no tienen la oportunidad de formar una podría ayudar a dilucidar qué experiencias
establecer la visión binocular. relación profunda y duradera con un cuidador deben ocurrir y en qué momento para facilitar
La privación sensorial y social funcionan principal, su desarrollo tanto social como el desarrollo normal.
de manera similar. Imagine que los ojos de emocional puede verse comprometido.
un bebé están bien, pero tiene poco o nada Estudios previos, aunque deficientes como El daño hecho
que mirar. Eso ocurre cuando los bebés se se describió anteriormente, sugieren algunas Prácticamente en todos los ámbitos que
acuestan boca arriba en cunas frente a un diferencias neurobiológicas entre los niños medimos, se observaron déficits de desarrollo
techo blanco y permanecen allí durante el institucionalizados. Las pruebas han entre los niños rumanos institucionalizados.
primer año o más de vida, excepto para la encontrado una actividad metabólica reducida Empezaremos con el apego.
alimentación ocasional. En lugar de ver un en regiones de la corteza frontal de los niños, Los sentimientos saludables de apego entre
mundo visual rico y cambiante compuesto de que participa en funciones ejecutivas como un bebé y al menos un adulto son vitales
patrones, colores y formas, ven un mundo la planificación y la regulación emocional, y para la capacidad del niño de mantener
relativamente estático, sin patrones y en la corteza temporal, involucrada en la relaciones saludables a lo largo de su vida.
acromático. memoria, el lenguaje y las emociones. En Rumania, evaluamos el apego mediante
En muchas instituciones (pero no en También se detectaron conexiones reducidas el Procedimiento de Situaciones Extrañas.
todas), los niños pueden verse privados de entre las regiones del cerebro. Este protocolo incluye una serie de
mucho más que información luminosa modelada. Nuestro proyecto en Rumania nos permitió interacciones que incluyen separaciones y
Debido a que rara vez se los carga en brazos, evaluar los efectos de las privaciones reencuentros entre un bebé, un padre o
los bebés pueden recibir poca información generales en muchos aspectos del desarrollo. cuidador y un adulto extraño. Los niños
táctil. Dado que un solo cuidador puede También podríamos preguntarnos si la institucionalizados fueron emparejados con
cuidar de 15 o más niños, la estimulación intervención puede revertir el costo de la cuidadores a quienes se observó que
cognitiva y del lenguaje son mínimas. Quizás privación temprana. Y podríamos buscar favorecían. El procedimiento moderadamente
lo más importante sea que muchos niños no períodos sensibles, una línea de investigación que
estresante
esperábamos
evalúa el equilibrio del niño entre el comportam

© 2009 Sigma Xi, Sociedad de Investigación Científica. Reproducción

www.americanscientist.org 2009 mayo­junio 225
únicamente con permiso. Póngase en contacto con perms@amsci.org.
Machine Translated by Google
lloerrkaiM
C
Figura 4. Un niño de seis años, que anteriormente residía en un hogar rumano para niños abandonados, recibe atención
personalizada y amorosa de su madre adoptiva en su departamento familiar en Bucarest en 2007. Madre e hijo
comenzaron su relación como madre adoptiva e hijo adoptivo cuando sacaron al niño de 11 meses de una institución y lo
colocaron en su casa.
comportamiento y búsqueda de cercanía y
consuelo de un padre/cuidador en lugar de un
extraño.
Estudiantes de posgrado y profesores
capacitados, que desconocían qué niños
estaban institucionalizados, observaron
grabaciones en video del comportamiento de
los niños durante esos encuentros y los
clasificaron como “seguro”, “inseguro” o
“desorganizado”. La última categoría describe
a niños pequeños que muestran conductas
de apego contradictorias o confusas o que
muestran miedo al cuidador. El apego
desorganizado es a menudo un indicador de
un mayor riesgo de psicopatología actual y
futura en los niños.
Los codificadores también calificaron el grado
en que se habían formado los vínculos entre
un niño y un cuidador.
Los resultados de la evaluación fueron
poderosos. Descubrimos que el 100 por
ciento de los apegos de los niños que nunca
habían sido institucionalizados estaban
completamente desarrollados, pero sólo el 3
por ciento de los niños institucionalizados
tenían apegos completamente formados.
Antes de la aleatorización, el 65 por ciento de
los niños institucionalizados tenían un apego
desorganizado con su cuidador favorito, y otro
13 por ciento tenía tan poco apego que ni
siquiera podían ser clasificados. En contraste,
sólo el 22 por ciento de los niños que nunca
fueron institucionalizados y que vivían con sus
familias tenían vínculos desorganizados con
sus madres.
También evaluamos el trastorno de apego
reactivo (RAD), incluido
226 Científico estadounidense, volumen 97
niños que mostraban conductas
emocionalmente retraídas o inhibidas, y niños
que eran indiscriminadamente sociales o
desinhibidos. Los primeros no buscan ni
responden de manera diferente a los
cuidadores adultos, muestran compromiso
social y reciprocidad deteriorados y tienen
problemas para regular sus emociones.
Estos últimos carecen de selectividad a la
hora de buscar consuelo y apoyo, se
relacionan con adultos desconocidos, no
contactan a los cuidadores en entornos
desconocidos y están dispuestos a acercarse,
interactuar y salir con completos desconocidos.
Los niños institucionalizados en Rumania
demostraron niveles significativamente más
altos de RAD en comparación con los niños
del grupo que nunca estuvo institucionalizado.
Para evaluar el entorno de cuidado de los
niños, utilizamos una herramienta llamada
Registro Observacional del Entorno de
Cuidado. Grabamos en vídeo a los sujetos
en sus entornos domésticos con su cuidador
preferido durante 1,5 horas.
Posteriormente, estas cintas de vídeo se
codificaron según los comportamientos de
los cuidadores y de los niños. Se obtuvo una
puntuación de calidad del cuidado promediando
cinco puntuaciones cualitativas (sensibilidad
al cuidado, estimulación del desarrollo,
consideración positiva por el niño, afecto plano y desapego).
Como esperábamos, las puntuaciones de la
calidad del cuidado fueron más altas entre
los niños que vivían con sus familias que entre
los niños que vivían en instituciones.
Se utilizó la Escala de Desarrollo Infantil
de Bayley para evaluar la capacidad cognitiva.
© 2009 Sigma Xi, Sociedad de Investigación Científica. Reproducción
únicamente con permiso. Póngase en contacto con perms@amsci.org.
desarrollo en la muestra BEIP al inicio del
estudio, antes de que los niños fueran
colocados en hogares de acogida, y
posteriormente a los 30 y 42 meses de edad.
Los niños criados en instituciones mostraron
un rendimiento intelectual muy reducido en
comparación con los niños criados con sus
familias biológicas. Las puntuaciones medias
del índice de desarrollo mental (DQ) de Bayley,
aproximadamente equivalentes a las
puntuaciones del cociente de inteligencia (IQ),
fueron de 74 para los niños del grupo
institucionalizado a los 30 meses, un nivel
asociado con el retraso mental. Eran 103 para
los niños del grupo comunitario, lo cual es un
promedio perfecto.
Quizás una de las características más
inusuales de esta investigación sea la medición
de la actividad cerebral en bebés y niños
pequeños. Hasta donde sabemos, el BEIP
es el único estudio que ha medido la actividad
cerebral en bebés y niños pequeños mientras
vivían en entornos institucionales. La actividad
cerebral se midió mediante el registro del
electroencefalograma (EEG) y su subconjunto,
el potencial relacionado con eventos (ERP). A
los niños se les colocó un gorro elástico de
licra (muy parecido a un gorro de nadador)
que contiene pequeños sensores que nos
permiten registrar la actividad eléctrica del
cerebro.
El EEG se registró con 15 electrodos
durante una actividad diseñada para provocar
atención silenciosa en bebés y niños pequeños.
Se calculó la potencia del EEG (un indicador
de la cantidad de actividad cerebral) en tres
bandas de frecuencia (3 a 5 hercios como
theta, 6 a 9 hercios como alfa, 10 a 18 hercios
como beta) en cada sitio de electrodo. Se
supone que cada banda de frecuencia posee
un significado funcional diferente. La actividad
alfa, por ejemplo, generalmente refleja un
estado mental consciente con un procesamiento
cognitivo asociado; La actividad beta
generalmente refleja un compromiso más
activo con el medio ambiente. Durante las
pruebas iniciales, los niños del grupo
institucionalizado mostraron un poder alfa y
beta más bajo en comparación con el grupo
de niños de la misma edad que vivían en la
comunidad. El patrón de hallazgos sugiere
un retraso en el desarrollo cerebral entre los
niños institucionalizados.
El ERP representa la amplitud y el ritmo
de respuesta del cerebro ante la presentación
de un evento distinto. Los ERP se registraron
en respuesta a expresiones faciales de miedo,
ira, felicidad y tristeza. Examinamos tanto la
amplitud máxima (magnitud de la señal de
respuesta cerebral) como la latencia (tiempo
en el que se produjo la señal de respuesta)
Machine Translated by Google

de varios componentes del ERP cuya importancia

funcional ha sido bien documentada en la
literatura de investigación.
Se observaron varias diferencias entre los niños
que viven en instituciones y los que viven en
familias. Las amplitudes fueron menores para
varios componentes del ERP en el grupo
institucionalizado en comparación con los niños
de la comunidad. En segundo lugar, las latencias
para estos componentes fueron más largas en el
grupo institucionalizado, lo que indica un
procesamiento más lento en niños con
antecedentes de institucionalización. Finalmente,
los niños del grupo que nunca fue institucionalizado
demostraron especialización en los rostros del
hemisferio derecho, la respuesta esperada.

Los niños del grupo institucionalizado simplemente

no lo hicieron.
Los niños también participaron en dos tareas
de una batería estandarizada de evaluación de
reactividad emocional llamada Lab­TAB. Estas
dos tareas, el juego de títeres y el escondite,
fueron diseñadas para provocar respuestas
emocionales positivas en los niños pequeños.
Para la tarea de los títeres, se sentaba a un niño
en el regazo de su cuidador y se le presentaban
dos títeres que hablaban entre sí y con el niño y
luego intentaban hacerle cosquillas. En la tarea
del escondite, el niño estaba sentado en el regazo
de un asistente de investigación y observaba
cómo el padre o cuidador del niño jugaba al
escondite a través de una pantalla de madera.
Las sesiones fueron grabadas en vídeo y
posteriormente codificadas según las expresiones
faciales, los comportamientos vocales y la
atención del niño. Los niños que viven en
instituciones mostraron significativamente menos
emociones positivas, significativamente más
Figura 5. La evaluación de múltiples cualidades de desarrollo de los niños al inicio del Proyecto de Intervención Temprana
emociones negativas y menos atención en
de Bucarest permitió a los investigadores comparar cómo cambiaron los niños retirados aleatoriamente de las instituciones
comparación con los niños rumanos con un
en comparación con los que permanecieron. Para una mayor comparación, el estudio reclutó a niños que vivían con sus
desarrollo típico que viven con sus padres. familias biológicas. Los niños en instituciones obtuvieron las puntuaciones más bajas en puntuaciones de desarrollo y,
cuando tenían edad suficiente para ser examinados, las más altas en trastornos psiquiátricos.

La mejora es posible
Nuestros hallazgos no fueron todos sombríos.
El destino de los niños, según sostienen nuestros
resultados hasta la fecha, no está sellado si se
los institucionaliza temporalmente. En casi todos
los ámbitos que evaluamos, los niños colocados
en hogares de acogida lograron avances
significativos en su desarrollo en comparación
con los niños que permanecieron en instituciones.
Es importante señalar que los niños fueron
colocados en entornos de cuidado de crianza de
calidad. A los padres de crianza se les pagó,
capacitó y animó a desarrollar relaciones
amorosas y comprometidas con los niños
previamente institucionalizados. Trabajadores
sociales comprensivos visitaron a los padres
adoptivos, quienes también tuvieron acceso a gruposSin
Un buen lugar para observar la mejora es
con las pruebas de apego realizadas por personas. social o desinhibido fueron menos dramáticas.
formado a los 42 meses. Se repitió el
procedimiento de situación extraña y los episodios
se codificaron utilizando un esquema de
codificación preescolar. Esta vez, el 49 por ciento
de los niños colocados en hogares de acogida
demostraron apegos seguros en comparación
con el 18 por ciento de los niños del grupo
institucionalizado. Entre los niños que vivían con
sus padres en la comunidad, el 65 por ciento
tenía un apego seguro.
Los niños colocados en hogares de guarda
tuvieron grandes reducciones en los signos de
RAD retraído o inhibido emocionalmente a los 30
meses de edad; sus puntuaciones eran
indistinguibles de las de la muestra de niños de
la comunidad en cada edad que evaluamos.
de apoyo.
embargo, las reducciones en los signos de
comportamiento RAD indiscriminadamente
Sólo a los 42 meses los niños en hogares de
guarda obtuvieron puntuaciones más bajas que
los niños en el grupo institucional.
El desarrollo cognitivo fue reevaluado a los
54 meses utilizando las Escalas de Inteligencia
Primaria Preescolar de Wechsler, una prueba
más apropiada para ese grupo de edad. Los
niños en hogares de acogida experimentaron
mejoras significativas en la función cognitiva en
comparación con los niños del grupo institucional.
En ese momento, el coeficiente intelectual medio
era de 81 para los niños en hogares de guarda,
en comparación con 73 para los niños
institucionalizados y 109 para los niños restantes.
Además, las tareas Lab­TAB, esos protocolos
de títeres y escondidas, se readministraron a los
30 y 42 meses de edad. Niños sacados de
instituciones

© 2009 Sigma Xi, Sociedad de Investigación Científica. Reproducción

www.americanscientist.org 2009 mayo­junio 227
únicamente con permiso. Póngase en contacto con perms@amsci.org.
Machine Translated by Google

La ciencia del desarrollo infantil en acción

Nadie sabe con precisión cuántos niños pequeños viven en orfanatos en todo el mundo. Save the Children Reino Unido estimó que había al menos
8 millones en 2003. A medida que se comprende mejor el tipo de estimulación que los niños necesitan para desarrollarse normalmente, aumenta
la preocupación por las privaciones que experimentan los niños pequeños en algunas instituciones. Esa alarma ha estimulado intervenciones
creativas por parte de organizaciones benéficas y gobiernos. Aquí hay unos ejemplos.

SUDÁN

Hope and Homes for Children, una organización benéfica activa

en muchos países, crea alternativas al cuidado institucional para
bebés abandonados en las calles de Jartum, la capital del país.
Anteriormente, estos bebés frecuentemente enfermos y
peligrosamente deshidratados eran enviados al orfanato de
Maygoma, que tenía una alta tasa de mortalidad. Como parte de
un grupo de trabajo, la organización benéfica ayuda a introducir
y desarrollar un sistema de acogida y adopción compatible con
las costumbres y la cultura musulmanas locales.
Hasta la fecha, se han asignado familias a más de 2.500 niños.
Este trabajo ha influido en las reformas de los servicios para
niños abandonados y vulnerables en el estado de Jartum y se
está utilizando como modelo para reformas en otros lugares.
(Fotografía a la izquierda cortesía de Hope and Homes for
Children).

BULGARIA

Worldwide Orphans Foundation, que también está activa en

cohen
varios países, une a niños en riesgo y con retraso en el

maria
desarrollo en nueve orfanatos con mujeres jubiladas de la
comunidad que tienen experiencia en atención médica, cuidado
infantil o educación primaria. Estas “abuelitas” trabajan
individualmente con uno o dos niños, generalmente durante
cinco horas, cinco días a la semana, para brindarles estimulación
y educación individualizadas. Se reúnen con psicólogos para
analizar las necesidades de cada niño y obtener consejos sobre
cómo llevar a los niños al siguiente nivel de desarrollo.

Los jubilados reciben un pequeño estipendio y deben llevar un

diario que documente las actividades, el crecimiento y los logros
de sus hijos. (Fotografía a la derecha cortesía de Worldwide
Orphans Foundation).

PORCELANA

La organización sin fines de lucro Fuling Kids International

recauda dinero y envía voluntarios para brindar atención
personalizada a cada niño en el Instituto de Bienestar Social
Fuling de Chongqing, un orfanato en el suroeste de China. El
objetivo principal es colocar a cada niño con una familia de
crianza capacitada hasta que sea adoptado. Cuando eso no es
posible, interviene el programa First Hugs Infant Nurture.
Las “tías” capacitadas trabajan ocho horas al día “cuidando” a
los bebés en una sala especialmente diseñada donde se anima
a los niños a jugar y desarrollar múltiples habilidades.
En los últimos años, a medida que el nivel de vida chino ha
aumentado y las niñas se han vuelto más valoradas, se están
internando menos niñas sanas en el orfanato de Fuling.
Un mayor porcentaje de los niños que viven allí ahora están
discapacitados y tienen necesidades más complicadas.
(Fotografía a la izquierda cortesía de Fuling Kids International).

228 Científico estadounidense, volumen 97 © 2009 Sigma Xi, Sociedad de Investigación Científica. Reproducción
únicamente con permiso. Póngase en contacto con perms@amsci.org.
Machine Translated by Google
y colocados en hogares de guarda mostraron
emociones más positivas y prestaron mejor atención
que los niños que permanecieron institucionalizados
a los 30 y 42 meses.
Se observaron mejoras similares en el
desarrollo del lenguaje de los niños y su
vulnerabilidad a los síntomas psiquiátricos. Los
niños que fueron institucionalizados y los niños
colocados en hogares de acogida sólo por un breve
período mostraron retrasos sustanciales en el
lenguaje a los 30 o 42 meses de edad. Algunos
aún no producían palabras inteligibles. Los niños
en cuidado de crianza durante al menos un año
igualaron la producción expresiva y el lenguaje
receptivo de los niños que vivían en la comunidad,
pero demostraron habilidades gramaticales
expresivas más bajas. Los niños en hogares de
acogida exhibieron significativamente menos
trastornos emocionales, como ansiedad, que los
niños en el grupo institucionalizado.
Los síntomas psiquiátricos no pueden
diagnosticarse de forma fiable en niños muy pequeños. los 24 meses de edad demostraron apegos más
Así que esperamos y evaluamos a los niños a los
54 meses, utilizando la Evaluación Psiquiátrica en
Edad Preescolar, una entrevista psiquiátrica
estructurada de padres y cuidadores. La evaluación
evalúa el funcionamiento de la escuela y la
guardería, la estructura y el funcionamiento de la
familia, las conductas de los padres y una serie de
variables demográficas. Entre los niños que habían
vivido en instituciones, el 55 por ciento tenía
trastornos psiquiátricos diagnosticables a los 54
meses. Por el contrario, sólo el 22 por ciento de los
niños de la comunidad cumplían los criterios de
un trastorno.
En comparación con el grupo comunitario, los
niños institucionalizados y de crianza tenían niveles
más altos de trastornos emocionales (incluidos
trastornos de ansiedad y depresivos) y trastornos
de conducta (incluido el trastorno por déficit de
atención con hiperactividad, TDAH; trastornos de
oposición desafiante; y trastorno de conducta). .
Sin embargo, sacar a los niños de las instituciones
no los hizo inmunes a todas las dificultades. No
hubo evidencia de que la intervención redujera los
trastornos de conducta como el TDAH, un enigma
que tal vez no se resuelva hasta que la ciencia
comprenda mejor los mecanismos subyacentes a
esa discapacidad y cuándo surgen esos
mecanismos. La necesidad es urgente, ya que el
TDAH perjudica la capacidad de las personas para
aprender a lo largo de la vida y puede aumentar el
riesgo de ser impulsivo, lo que puede resultar en
una mala toma de decisiones. La literatura sobre
psicopatología del desarrollo sugiere que los
trastornos "externalizados", aquellos que involucran
conductas, probablemente comiencen en
© 2009 Sigma Xi, Sociedad de Investigación Científica. Reproducción
www.americanscientist.org
Ver estadísticas de publicación
niños antes que los trastornos “internalizantes”,
como la depresión y diversos trastornos de
ansiedad. Se cree que los niños corren mayor
riesgo.
El tiempo importa
Como informamos en Science, los resultados
cognitivos mejorados para los niños en hogares
de guarda que observamos a los 42 y 54 meses
fueron más significativos para los niños colocados
en hogares de guarda antes de los 24 meses de
edad. Estos niños tenían puntuaciones de DQ y IQ
más altas que los niños colocados en hogares de
acogida después de 24 meses.
Períodos sensibles similares se observaron en
el lenguaje, el apego y el comportamiento
indiscriminado. En cuanto al lenguaje, los niños
colocados en hogares de acogida antes de los 15
meses mostraron mejores habilidades lingüísticas
a los 30 y 42 meses que los niños colocados en
hogares de acogida después de los 15 meses. Los
niños colocados en hogares de acogida antes de
seguros a los 42 meses que los niños colocados
en hogares de acogida después de los 24 meses.
Cuanto antes se colocaba a los niños en hogares
de acogida, era menos probable que mostraran
apegos desorganizados.
Aunque los límites de edad varían según los
dominios, nuestros resultados respaldan firmemente
la intervención a edades más tempranas.
Esta investigación ha tenido impacto en
Rumania. Después de enterarse de nuestros
hallazgos preliminares, el gobierno aprobó una ley
que prohibía la institucionalización de niños
menores de dos años a menos que tuvieran una
discapacidad grave. Ahora sólo 30.000 niños
permanecen en instituciones. Los hallazgos del
BEIP también tienen implicaciones para los niños
huérfanos o abandonados en todo el mundo. Una
respuesta social común es colocar a estos niños
huérfanos o abandonados en instituciones.
Nuestro estudio cuestiona esta práctica,
especialmente en los países que están posicionados
para utilizar el cuidado de crianza como alternativa.
Y habla contundentemente de la importancia de
sacar a los niños de las instituciones lo antes
posible e, idealmente, colocarlos en familias
equipadas para criarlos. También vemos
implicaciones para los niños pequeños en riesgo
de negligencia o abuso mientras viven con sus
familias, en los Estados Unidos y en otros lugares.
Los avances logrados por los niños rumanos
colocados en hogares de guarda demuestran que
las experiencias tempranas adversas no tienen por
qué tener efectos de por vida. Pero si los niños
pequeños permanecen en hogares negligentes o
abusivos durante demasiado tiempo, el riesgo de
sufrir daños a largo plazo puede aumentar.
únicamente con permiso. Póngase en contacto con perms@amsci.org.
demasiado bueno. La colocación temporal mientras
los padres buscan remediación podría ser un mejor
camino. Con el tiempo, a medida que volvamos a
evaluar a estos niños rumanos a medida que
crecen, es posible que nos enseñen más sobre lo
que necesitan los cerebros de los niños y cuándo
lo necesitan más, sin importar dónde vivan.
Bibliografía
Marshall, PJ, NA Fox y BEIP Core Group. 2004. Una
comparación del electroencefalograma entre niños
institucionalizados y comunitarios en Rumania.
Revista de neurociencia cognitiva 16:1327–1338.
Marshall, PJ, BC Reeb, NA Fox, CA Nelson y CH
Zeanah. 2008. Efectos de la intervención temprana
sobre la potencia y la coherencia del EEG en niños
previamente institucionalizados en Rumania.
Desarrollo y psicopatología 20:861–880.
Nelson, CA 2007. Una perspectiva neurobiológica
sobre la privación humana temprana. Perspectivas
de desarrollo infantil 1:13–18.
Nelson, CA, CH Zeanah, NA Fox, PJ
Marshall, AT Smyke y D. Guthrie. 2007.
Recuperación cognitiva en niños pequeños
socialmente desfavorecidos: el Proyecto de
Intervención Temprana de Bucarest. Ciencia 318:1937–1940.
Smyke, AT, CH Zeanah, NA Fox, CA
Nelson y D. Guthrie. En prensa. La colocación en
hogares de guarda mejora la calidad del apego
entre los niños pequeños institucionalizados.
Desarrollo infantil.
Smyke, AT, A. Dumitrescu y CH Zeanah.
2002. Trastornos del apego en niños pequeños: I.
El continuo del cuidado de víctimas. Revista de la
Academia Estadounidense de Psiquiatría Infantil y
Adolescente 41:972–982.
Zeanah, CH, AT Smyke y A. Dumitrescu.
2002. Trastornos del apego en niños pequeños: II.
Comportamiento indiscriminado y cuidado
institucional. Revista de la Academia Estadounidense
de Psiquiatría Infantil y Adolescente 41:983–989.
Zeanah, CH, HL Egger, AT Smyke, C.
A. Nelson, NA Fox, PJ Marshall y D.
Guthrie. En prensa. Crianza institucional y trastornos
psiquiátricos en niños preescolares rumanos.
Revista americana de psiquiatría.
Zeanah, CH, AT Smyke, SFM Koga, E.
Carlson y el grupo central BEIP. 2005.
Apego en niños institucionalizados y comunitarios
en Rumania. Desarrollo Infantil 76:1015­1028.
Para enlaces web relevantes, consulte
esta edición de American Scientist Online:
http://www.americanscientist.org/
problemas/id.78/pasado.aspx
2009 mayo­junio 229