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Rodrigo Llano Isaza, Quibdó, febrero 17/2022.

Respetados amigos del Chocó, Miembros de la Academia de Historia del Chocó, Estudiantes,
Profesores, historiadores y amigos de la historia:
Comienzo rindiéndole mi homenaje a quien en vida me distinguió con su amistad, a un gran
chocoano, culto, inteligente y el más enamorado de su tierra nativa. Elevo preces al cielo por
Yamil Bedoya Córdoba, que Dios lo tenga en su gloria y nos espere para que allá podamos
armar una entidad que oriente la historia. Gracias Yamil por lo que fuiste como ser humano.
No hay nada más estático ni menos evolucionado que la forma de liderar el estudio,
aprendizaje y difusión de la historia. Somos el fósil viviente más antiguo de la tierra, todo en
las Academias y centros de Historia huele a naftalina. Somos las entidades más rígidas y las
que todos los días desafiamos las leyes de la evolución. Estas entidades, nacidas hace casi
trescientos años, han permanecido en el tiempo con la misma estructura hasta hoy y nadie se
atreve a dar el primer paso para el cambio porque sus miembros, conformistas todos, han
alcanzado unos privilegios de distinción en la sociedad que les deja un aura de cultura que
los pone por encima de sus semejantes y no quieren ceder un ápice a esa mascarada de
superioridad de la cual se encuentran revestidos.
Guardando las proporciones, a semejanza del discurso que Martin Luther King pronunció el
28 de agosto de 1963 en las escalinatas del monumento a Lincoln en Washington, yo también
“tengo un sueño”, cambiar la estructura de las Academias y Centros de Historia en toda
Iberoamérica. Y tengo el sueño de que aquí, en el Chocó, en esta Academia de la que soy, a
mucho honor, Miembro Honorario, sea donde iniciemos el cambio, donde empiece la
evolución de esta especie y, para bien de la humanidad, hagamos el giro en la historia.
El Apoyo Gubernamental:
El estudio de la historia, parte de la cultura, necesita, de forma indispensable del apoyo del
erario, desgraciadamente, en muchas regiones, se considera un gasto inútil, suprimible, sin
importancia y todo porque ni las entidades que la rigen demuestran su utilidad ni los
gobernantes tienen la suficiente altura intelectual para comprender su papel en la sociedad.
Esto que hoy se está haciendo en el Chocó, con esta nueva sede y la colaboración de
Gobernación y Alcaldía, es un hito a nivel nacional, es un primer paso en el sentido correcto.
Felicitaciones a nuestros mandatarios, el Gobernador Ariel Palacios Calderón y a nuestro
alcalde de la capital Martín Sánchez Valencia.
Y, aquí, juega un factor sumamente importante: la despolitización de la historia, porque una
historia con tinte politiquero, es una historia mentirosa, falsaria, tendenciosa, que no le sirve
a la población. Todos los integrantes de estas instituciones, lo más obvio, es que tengan una
tendencia política, pero, si son inteligentes, no llevarán su ardorosa pasión partidista a las
mentes de quienes reciben su orientación histórica. Mucho tenemos que trabajar en este
sentido.
La estructura:
a.- El Nombre: ¿Hasta cuándo tendremos que padecer la discriminación entre
Academia y Centros de Historia? No hay nada que reglamente su uniformidad porque no se
puede decir que las Academias son las de orden nacional y departamental y los Centros de
Historia las del orden municipal, porque no es así en Colombia. Hay Academias en Chinú-
Córdoba, en Mompox-Bolívar, en Ocaña-Norte de Santander, las dos últimas por ley de la
República y para colmo, ahora, aquí en el Chocó se inventaron los Centros de Estudios
Históricos. Vaya dispersión, vaya confusión, ¿quiénes son los que componen una u otra
institución?, terminarán siendo los mismos, cada uno halando para su propio costal,
perdiendo el respeto de la sociedad y el apoyo gubernamental. Me viene a la memoria la frase
del Maestro Darío Echandía cuando en 1946 le ofrecieron en tercería una candidatura
presidencial y él, en su sabiduría, respondió: No quiero dividir por tres lo que ya está dividido
por dos. La dispersión no sirve, necesitamos unificarnos, todos llamarnos Academia, en la
nación, en el departamento o en el municipio.
b.- Los Afiliados: Eso de Miembros de Número o Miembros Correspondientes se lo
inventaron para discriminar en favor de unos y en contra de otros, hoy debieran pasar al baúl
de los recuerdos, todos deberíamos llamarnos igual: Afiliados. No más discriminaciones.
Pongo un ejemplo: En la Asociación Colombiana de Historiadores no hay categorías, todos
tiene los mismos derechos y los mismos deberes. Eso de que solo los Miembros de Número
pueden hacer parte de la Mesa Directiva de la Corporación es odioso. Vivimos quejándonos
de la discriminación en todos los órdenes, pero cuando alcanzamos un privilegio, lo queremos
para unos pocos, discriminando a los demás. Es la hora del cambio, de darle un vuelco a las
estructuras de estas corporaciones. Hagámoslo.
Ese querer amarrar los privilegios permite la llegada de petimetres que solo llegan para
buscar figuración personal, yo sí que soy testigo de ello, porque me ha tocado presenciar la
“actuación” de esos figurines en contra del progreso de las instituciones y del decente
manejar de los escasos recursos que se consiguen.
Hay que romper las roscas de todo tipo, no formarlas para unos cuantos “amigos entre sí”
que alejan a muchas gentes que podrían aportar su experiencia, conocimientos y trabajo.
Hay sí que crear una categoría de “Adherentes”, que van y vienen, que no hacen parte de la
estructura y a la cual puede pertenecer cualquiera con el único requisito de que ame la
historia, son los profesores y los alumnos de los colegios, los comerciantes, mineros,
pescadores, vendedores ambulantes etc. Etc. Si ama la historia, es bienvenido.
Esta categoría es supremamente importante porque es la base del objeto fundamental de las
Academias: la transferencia de conocimiento. Si las Academias, como ha sido la constante
de estos trescientos años, no transfiere conocimiento, es mejor cerrarla, no sirve para nada.
La historia tiene que dejar de ser una materia de viejitos, donde el requisito principal es tener
canas, barriga y bastón. Tenemos que abrirnos a nuevas corrientes del pensamiento como la
que con tanto arrojo traen los jóvenes, enseñar y que nos enseñen. Recordemos el aforismo:
Si el viejo pudiese y el joven supiese, no habría cosa que no se hiciese. Perdamos el miedo a
que las nuevas generaciones pasen al mando, eso es apenas natural, el gran papel de los
viejos, hoy, y en las tribus desde hace miles de años, es el de dar consejos, pero no, nos
atravesamos como mulas muertas aferrados a privilegios pasados de moda que anquilosan
las instituciones por nuestro propio egoísmo y las condenan a la desaparición.
C.- Las comunicaciones: ¿Cómo puede ser posible que, en plena época de las redes
sociales, las Academias no tengan una vicepresidencia de comunicaciones? Lo que no se
comunica no existe y les pongo dos ejemplos:
C.- 1.- El descubrimiento del océano Pacífico: Siempre nos han enseñado que
el Pacífico lo descubrió Vasco Núñez de Balboa, cuando sabemos, de cierto, que los primeros
ojos no americanos que vieron la mar del sur fueron los de Ñuflo de Olano y los de Juan
Beas, pero como estos eran negros y esclavos, la gloria se la dieron al amo blanco.
C.- 2.- El descubrimiento de Machu Pichu, la imponente ciudadela Inca: Su
verdadero descubridor fue Agustín Lizárraga, un peruano que se contentó, al descubrirla, con
escribir en una piedra “Aquí estuvo Agustín Lizárraga”. Tiempo después llegó a la zona un
norteamericano a quien le contaron que en una casita vivía un señor que había hecho un gran
descubrimiento, fue allí y le dio unos pesos para que le mostrara su descubrimiento, lo llevó
a Machu Pichu y el gringo tomó cientos de fotografías y voló para Nueva York a mostrar lo
que había visto y por eso, hoy, Hiram Bingham, aparece ante el mundo como quien hizo el
Fabuloso descubrimiento.
Dos ejemplos que nos reafirman en la tesis de que lo que no se divulga, simplemente no
existe. Todas las Academias debiéramos tener nuestro “Yunque” propio para divulgar
nuestras actividades, mostrar nuestra historia y transferir el difuso conocimiento.
Hay que tener un canal en Youtube, una página en Facebook, el vínculo en Tik Tok. Y
también les pongo un ejemplo casero: este domingo, un hijo mío desde su vehículo vio como
trataron de robarle su moto a un muchacho, grabó y subió el video a Tik Tok, 48 horas más
tarde, ese video lo habían visto casi dos millones de personas en todo el mundo, esa es la
globalización, pero algunos pretenden amarrarla a la sala de su casa.
D.- Descentralización: Vivimos quejándonos del centralismo bogotano, pero se nos
olvida el centralismo que las capitales de departamento le aplican al resto de sus municipios,
tan odioso el uno como el otro. ¿Cuándo vamos a dar ejemplo de respeto a las regiones?, pero
para ello necesitamos crear una vicepresidencia de relaciones que esté en permanente
contacto con las otras Academias del departamento, del país y del exterior y estas son cosas
de jóvenes que todavía tienen el buen ánimo, la energía y las ganas, de empujar la carreta.
E.- La Circulación de las Élites: Es de la naturaleza humana, como decía nuestro
amigo Alonso Monsalve, que haya unos que hacen el papel de “Río Jordán” y otros, una
buena cantidad, que se limitan a ser “Mar Muerto”, siempre habrá los que suman y los que,
si no restan, tampoco contribuyen, los que se creen muy importantes y consideran que para
la institución su solo nombre es prenda de garantía, pero nada aportan. Los que son “Río
Jordán” son las locomotoras del progreso, los que con sus bríos son garantía de avance, de
nuevas perspectivas, estos son los indispensables y mal se hace cuando se les atraviesan palos
en las ruedas, especialmente si son contestatarios. Ponerlos al margen es atentar contra la
corporación. La circulación de las élites es una necesidad imposible de soslayar.
F.- La historia que se enseñado: Nos hemos concentrado en una historia blanca,
bogotana, heterosexual y machista y de héroes pertenecientes a las élites culturales, sociales
y económicas, es decir, una caja de resonancia de las clases dominantes, con una excesiva
concentración en el pasado hispánico y el elogio de unos cuantos dirigentes que, sin duda,
han dejado su huella en la construcción de la nación, pero con lo que se fomenta el statu quo,
preñada de juicios moralistas y patrióticos. Necesitamos una historia que derribe mitos,
donde quepamos todos, sin excepción alguna de género, ideología, religión, raza, origen
geográfico, donde el uso de fuentes primarias sea la base de la investigación. Tenemos que
dejar de mirar al centro como si fuera la estrella de Belén y observar más lo que pasa con las
entidades que están a nuestro nivel.
Hay un aspecto que debe ser prioritario para las Academias del departamento: La cátedra de
chocoanidad, debiera ser obligatoria en todos los planteles educativos del departamento,
parodiando a Morazán, pudiéramos decir: Todo para mi es el Chocó, el Chocó de día cuando
escribo, el Chocó de noche cuando pienso, lo más importante para un chocoano es conocer,
amar y sentir al Chocó. Esta cátedra, es una obligación de nuestras Academias con el
departamento. La celebración de los cumpleaños de todos los municipios y de la constitución
en departamento. Esa cátedra debe ser el gran semillero de historiadores.
g.- La estructura: La Mesa Directiva de las Academias deberá tener un Presidente, un
tesorero, un bibliotecólogo, un director de publicaciones, un director de festejos patrios
municipales y departamentales, un director de museos que colabora con la administración,
un director de bibliotecas departamentales, un “Canciller” que nos mantenga en relación
permanente con las demás Academias regionales, nacionales y del exterior, un Director de
Comunicaciones, un promotor de becas para estudiar historia, un director de los bienes de
interés cultural que interactúe con el Ministerio de Cultura y la dirección nacional de
patrimonio, un director de arqueología que se entienda con el ICANH, todos en estrecha
relación con los gobiernos municipales y departamental. Con una ventaja adicional y es que
les da funciones a muchos afiliados más
El vínculo de la historia con el turismo debe ser también un propósito del día a día. Enseñar
la vida de nuestros grandes personajes, promover el conocimiento de nuestros literatos y
poetas, de tal manera que quien venga a estas tierras salga impregnado de amor por la región.
La promoción de los mitos y leyendas que tanto público atraen
Tenemos que promover grandes debates sobre la historia departamental y nacional, las
actuaciones de nuestros dirigentes, con sus facetas positivas y negativas, los límites
departamentales, los reinos de la naturaleza, la marcha de la nación.
Para todo necesitamos elaborar la gran cronología del departamento y de todas las
poblaciones, la historia de nuestros ríos, de la flora y de la fauna, que todos los días tengamos
algo que resaltar de nuestra vida como conglomerado humano, desde los primeros seres que
poblaron esta tierra de embrujo hasta nuestros días, todo debe estar allí.
Y no puedo terminar este sueño de historia sin mencionar que es fundamental la vinculación
de todas las universidades presentes en el Chocó para que la inteligencia y la ciencia se
fundan en un haz de luz que ilumine hasta el último milímetro de la tierra chocoana. Cuando
nuestra Academia y la universidad lideren las grandes expediciones científicas de los ríos
Atrato y San Juan, de los cuales hemos hablado en otros espacios.
Por su atención, muchas gracias.

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