Está en la página 1de 4

Semónides, el misógino griego que hizo una

clasificación de las mujeres: “no se las calla ni a


pedradas”
Por Raquel Díaz Carrasco

5 (100%) 3 votes

Posiblemente no os suene, pero no pasa nada, ya os traigo yo a Semónides de Amorgos.


Este “señorín” fue el encargado de escribir un poema precioso (mucho antes de que Jesús
naciera) donde muestra de manera concisa los tipos de mujer. Sí, yo también me estoy
quedando como tú. ¿Qué tipo de mujer soy yo? ¿O qué tipos de mujer conozco? Porque
es esencial para la vida misma entender que sí, que hay tipos de mujeres. Y si no lo sabías,
corre a la biblioteca a informarte (quien dice a la biblioteca… también vale ir al bar).

A nuestro querido Amorgos, un día, seguramente de lluvia, le dio por sacar su alma. Como
resultado, podemos disfrutar hoy del Yambo de las mujeres. En él nos explica los tipos de
mujer que existen. Así, tal cual lo cuento. Gracias a este poema entenderás los celos de Hera,
por qué Pandora es la encarnación del mal, e incluso, entender por qué Eva fue tan “malota” al
comer un fruto (prohibido).

El poema misógino de Semónides, pieza a pieza

Y es que como todo en la vida, a veces se pierde y a veces se gana. Aunque bueno, en este
caso, la mujer pierde en todo. ¡Comienzan las citas!

DE MODO DIVERSO LA DIVINIDAD HIZO EL TALANTE DE LA


MUJER DESDE UN COMIENZO. A LA UNA LA SACÓ DE LA
HÍSPIDA CERDA: EN SU CASA ESTÁ TODO MUGRIENTO POR
EL FANGO, EN DESORDEN Y RODANDO POR LOS SUELOS. Y
ELLA SIN LAVARSE Y CON VESTIDOS SUCIOS,
REVOLCÁNDOSE EN ESTIÉRCOL SE HINCHA DE GRASA.

Bueno, gracias a la versión en español de Carlos (1) se entiende de maravilla. La primera


mujer definida por Semónides de Amorgos es una cerda, en el sentido de que le gusta la
mala higiene y se regocija en ella.

A OTRA LA HIZO DIOS DE LA PERVERSA ZORRA, UNA MUJER


QUE LO SABE TODO. NO SE LE ESCAPA INADVERTIDO NADA
DE LO MALO NI DE LO BUENO. DE LAS MISMAS COSAS
MUCHAS VECES DICE QUE UNA ES MALA, Y OTRAS QUE ES
BUENA. TIENE UN HUMOR DIVERSO EN CADA CASO.

Este sería el segundo tipo: la zorra. Está unida a ese animal por su astucia pero a la vez por
la habilidad de disfrazar los sucesos. Es decir, tan pronto dice “¡qué bonito!” como tan pronto
dice “feo”. Por lo tanto, poco confiable y chismosa. Diríamos que Hera es este tipo de mujer.

Y aún queda más…

OTRA, DE LA PERRA SALIÓ; GRUÑONA E IMPULSIVA, QUE


PRETENDE OÍRLO TODO, SABÉRSELO TODO, Y VA POR
TODAS PARTES FISGANDO Y VAGANDO Y LADRA DE
CONTINUO, AUN SIN VER NADIE. NO LA PUEDE CONTENER SU
MARIDO, POR MÁS QUE LA AMENACE, NI AUNQUE, IRRITADO,
LE PARTE LOS DIENTES A PEDRADAS, NI TAMPOCO
HABLÁNDOLE CON TERNURA, SINO QUE MANTIENE SIN
PAUSA SU IRRESTAÑABLE LADRAR.

Este es el tercer tipo de mujer: la perra. Se define por no callarse cuando es debido, o
también cuando lo quiera su marido, que a fin de cuentas es lo mismo. La define como
indomable porque ni rompiéndole los dientes ni amenazándola se callaría. Ya si con
esas no se calla, prueba a ser amable… pero parece que tampoco.

A OTRA LA MOLDEARON LOS OLÍMPICOS DEL BARRO, Y LA


DIERON AL HOMBRE COMO ALGO TARADO. PORQUE NI EL
MAL NI EL BIEN CONOCE UNA MUJER DE ESA CLASE. DE LAS
LABORES SOLO SABE UNA: COMER. NI SIQUIERA CUANDO
DIOS ENVÍA UN MAL INVIERNO, POR MÁS QUE TIRITE DE
FRÍO, ACERCA UNA BANQUETA AL FUEGO.

La cuarta mujer proviene del barro, y se la dieron al hombre porque no quedaba otro
remedio. Y encima, solo sabe comer, ya sea bajo un frío o un calor atroz.

OTRA VINO DEL MAR. ÉSTA REPRESENTA DOS ASPECTOS. UN


DÍA RÍE Y ESTÁ RADIANTE DE GOZO. CUALQUIERA DE FUERA
QUE LA VE EN SU HOGAR LA ELOGIA: NO HAY OTRA MUJER
MÁS AGRADABLE QUE ÉSTA NI MÁS HERMOSA EN TODA LA
TIERRA. AL OTRO DÍA ESTÁ INSOPORTABLE Y NO DEJA QUE
LA VEAN NI QUE SE ACERQUE NADIE; SINO QUE ESTÁ
ENLOQUECIDA E INABORDABLE ENTONCES, COMO UNA
PERRA CON CACHORROS. ES ÁSPERA CON TODOS Y MOTIVO
DE DISGUSTO RESULTA COMO A ENEMIGOS COMO A
ÍNTIMOS.

La quinta mujer vino del mar; a veces en calma a veces enloquecida. En otras palabras,
lo que en el siglo XIX se conocerá como histeria femenina (2). Ya muy lejos de Amargo, pero
mira, todavía existía. Actualmente, creo que lo llaman “tener la regla” o simplemente que
“cambiamos de humor como de bragas”.

Otros casos de misoginia…

Sí, quedan muchos más tipos de mujeres (3). De todas maneras, no cesan las calificaciones
negativas. Todas las relaciones entre mujeres y animales tienen significados
negativos. Por ejemplo, el cerdo asociado con la estupidez, la zorra con la astucia y el
engaño, la perra se utiliza a modo de insulto, el asno que se define como tonto y cabezota, la
comadreja que porta mala suerte, etc. Hay animales para dar y tomar.

Además, no solo fue Semónides el que hizo comentarios misóginos. Nuestro famoso
Aristóteles también comenta la poca utilidad de las mujeres salvo para obedecer. Y mucho
menos deben exponerse a participar en las tragedias si tuviesen que ser valientes o listas.
¿Para qué vamos a dejar que piensen? Mejor que estén recluidas a los muros de su casa.

LA QUE PARECE, EN EFECTO, QUE ES LA MÁS SENSATA. ÉSA


RESULTA SER LA QUE MÁS OFENDE A SU MARIDO, Y
MIENTRAS ANDA ÉL DE PASMAROTE, SUS VECINOS SE RÍEN A
SU COSTA, VIENDO CUÁNTO SE EQUIVOCA. […] ¡Y NO
ADVERTIMOS QUE ES IGUAL NUESTRO DESTINO! PORQUE
ÉSTE ES EL MAYOR MAL QUE ZEUS CREÓ, Y NOS LO ECHÓ
EN TORNO COMO UNA ARGOLLA IRROMPIBLE, DESDE LA
ÉPOCA AQUELLA EN QUE HADES ACOGIERA A LOS QUE POR
CAUSA DE UNA MUJER SE HICIERON GUERRA.

Conclusión

Ya lo dice bien claro Semónides de Amorgos al final de su poema: “La mujer es el mayor
mal… Y la mujer más sensata y por ende, más inteligente, es la que deja mal a su
marido”.

La cultura griega era una tumba viviente para las mujeres. Desde los mitos, fueron creadas
(para ser raptadas, violadas, perseguidas…) con el fin de amargarle la existencia a los hombres
y a estar condenadas a la sombra de sus maridos.

Referencias
(1) García Gual, 1983, pp. 33-36.

(2) Era una enfermedad diagnosticada por la medicina occidental hasta finales del siglo XIX.
Los síntomas eran (entre otros): desfallecimientos, insomnio, retención de fluidos, irritabilidad,
pérdida de apetito y tendencia a causar problemas.

(3) Podéis echar un ojo al poema entero aquí.

Bibliografía
Egoscozábal, C., 2003, “Los animales del “Yambo de las mujeres” de Semónides”, Estudios
Clásicos, 45, nº 123, Sociedad Española de Estudios Clásicos, Madrid, pp. 9-25.
Freeland, C. A.(ed.), 1998, Feminist Interpretations of Aristotle, The Pennsylvania State
University, Pensilvania.
García Gual, C., 1983, Antología de la poesía lírica griega. Siglos VII-IV, Alianza,
Madrid.Luján Di Biase y C., Marisol Napoli, M., 2012, El Lugar de la Mujer en Platón y
Aristóteles según Moller Okin, Universidad Nacional de La Plata, Argentina.
Madrid Navarro, M., 1999, La misoginia en Grecia, Cátedra, Madrid.
Pappas, N., 1995, Routledge Philosophy Guidebook to Plato and the Republic, Routledge,
Londres.

Descubre más artículos de Historia de la mujer

Raquel Díaz Carrasco


Estudiante de Historia del Arte en la Universidad de Oviedo por la rama de Patrimonio Histórico Artístico.
Amante del arte antiguo y sus sociedades. Asturiana. 1994. - Sin reflexión no hay resultado -

Uso de cookies
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las
mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.
plugin cookies
ACEPTAR

También podría gustarte