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Contexto discursivo: elementos paratextuales no verbales y verbales

Como ya hemos mencionado en las lecturas anteriores, los paratextos constituyen el primer contacto del lector con el material impreso,
por lo que funcionan como una guía de lectura que ayuda en el ingreso al texto escrito. A través de ellos, el lector, antes de comenzar la
lectura, propone una serie de hipótesis acerca de qué es lo que va a leer: tipología textual, función comunicativa, campo del saber al que
pertenece el libro, tema, etc. En ese sentido, lo primero que se observa son aquellos paratextos no verbales, es decir, la serie de marcas
icónicas (ilustraciones, logotipo de la colección a la que pertenece el texto) y, luego, accede a los paratextos verbales (título, nombre del
autor, género del texto, etc.).

Paratextos: funciones y estrategias

Referencias
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Paratextos: funciones y estrategias

Como ya hemos mencionado brevemente al comienzo de la lectura interactiva 1, los paratextos desempeñan
algunas funciones. Ahora, analizaremos con detenimiento dichas funciones para luego proceder a las estrategias
que nos permitirán hacer un uso efectivo del sistema paratextual.

Funciones

Los elementos paratextuales permiten anticipar el tipo de información que contendrá el texto. Por
ejemplo, al analizar únicamente un título de la portada de un libro, el lector podrá predecir si el texto
está conformado por un contenido científico, literario o poético.

Los paratextos ayudan al lector a formular las primeras hipótesis o conjeturas de un contenido
textual. Esencialmente, para crear sus primeras hipótesis, el lector realizará un análisis de los títulos e
ilustraciones. A partir de estos elementos paratextuales, el lector logrará pronosticar personajes que
aparecen en la trama del texto, el lugar donde se desarrollan los hechos del texto y las palabras que
posiblemente aparecerán en contenido textual.

Los paratextos, como los esquemas e ilustraciones, amplían y complementan la información escrita,
por lo que el lector o estudiante tendrá mayor facilidad al leer y comprender un texto.

Los paratextos verbales e icónicos estimulan y motivan al lector o estudiante a obtener un libro de
otros que aparecen publicados.

Estrategias
Debido a que ya hemos analizado los diferentes tipos de elementos que constituyen el sistema paratextual que
acompaña a los textos y las funciones principales de dichos elementos, es importante conocer cómo debe
trabajarse con ellos. Así, a continuación, presentamos una serie de estrategias para trabajar con paratextos.

Lectura por barrido

Antes de emprender la lectura minuciosa de cualquier texto, es necesario recorrer la superficie del
texto recogiendo aquella información que salte a la vista y que señale cuál es el tema y qué es lo que
se dice sobre ese tema a grandes rasgos. Esta estrategia implica la lectura de paratextos verbales
como título y subtítulo, y paratextos no verbales, tales como variaciones tipográficas (negritas,
cursivas, tamaños de letras) e ilustraciones o esquemas, si los hubiera.

Establecer hipótesis

La hipótesis es una actividad esencial en la prelectura, puesto que ayuda a que el estudiante o lector
anticipe acciones, lugares y personajes que aparecerán en la lectura. Para establecer las primeras
hipótesis, el lector tiene la obligación de explorar los paratextos icónicos y verbales, como el título,
subtítulos, gráficos, índices y esquemas, ya que estos elementos paratextuales permitirán al lector
acceder a las primeras informaciones que contendrá el texto. En este sentido, es esencial que los
lectores tengan contacto con los elementos icónicos y verbales, ya que ayudan a pronosticar la
información del contenido textual, apoyan a construir el significado del texto y posibilitan generar su
propia representación mental del contenido textual. Además, al momento de que los lectores
analizan los elementos paratextuales activan los conocimientos previos que poseen en su memoria y
generan expectativas del contenido.

Observación de la estructura general

Observar la estructura general de un texto y sobre todo reconocer minuciosamente los elementos
paratextuales, como ilustraciones, títulos y subtítulos. A partir de esta observación, realizar un listado
de palabras que creemos que pueden aparecer en el texto. Estas palabras pueden ser sustantivos y
verbos (lluvia de ideas). Para realizar un análisis de la estructura del texto, se recomienda
implementar una lectura rápida que consiste en realizar una lectura superficial y rápida de los
elementos paratextuales que encontramos en las primeras páginas del texto, en el primer capítulo. El
objetivo de la lectura rápida es que el lector o estudiante obtenga una idea general del texto y sobre
todo que se familiarice con el tema.

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Referencias

Ortiz, J. (2018). Los 11 Elementos Paratextuales Principales y sus Características. Recuperado de


https://www.lifeder.com/elementos-paratextuales/

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