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Asignatura:

Derecho administrativo I (sección I)

Tema:
Resumen sobre los servicios públicos y los actos de gobierno

Catedrático:

Rony Alexander Pineda

Alumna:

Greyci Laris Perdomo Guzmán

Cuenta:

123190071

Sede:

Trinidad (San Luis SB)

Fecha entrega:

19-02-2024
Administración publica

El servicio público presupone usualmente una organización de elementos y


actividades para un fin, una ordenación de medios materiales y personales, esto
es, una empresa en sentido económico. La idea de organización es inseparable
de la noción de servicio público, y por ello se observa a la segunda definición
citada que el servicio público no es cada acción o prestación considerada en sí
misma, sino en todo caso la actividad tomada como conjunto, consustanciada
con la organización que efectúa tales acciones o prestaciones. El servicio público
de las fuerzas de seguridad, por ejemplo, no es el hecho mismo de disolver una
reunión turbulenta, sino la organización y actividad de seguridad en general.

La finalidad del servicio público

El objeto o finalidad de esta actividad es siempre estando a la concepción


tradicional satisfacer una necesidad pública (colectiva, de interés público, etc.)
Necesidad pública, o necesidad de interés público, significa la suma de las
necesidades individuales; no presupone necesariamente que todos los
individuos de la sociedad deban tenerla, sino sólo que una mayoría de ellos la
tiene.

El régimen jurídico del servicio público

La característica más específica del régimen jurídico especial de los servicios


públicos es que los hombres que trabajan en él carecen del derecho de huelga,
pues la huelga implica la suspensión del servicio y se considera precisamente
que el Estado debe asegurar su continuidad.

-La necesidad de asegurar el funcionamiento y con ello la continuidad del


servicio, determina además que:

• la fuerza pública preste un apoyo especial a su prestación,


• que quien presta el servicio pueda pedir al Estado que expropie bienes
útiles a su gestión,
• que puedan establecerse servidumbres y restricciones al dominio privado
en razón de ese servicio —indemnizando, en el primer caso,
• que los contratos que asocien un particular al funcionamiento del servicio,
sean contratos administrativos,
• que se organice el poder de percibir tasas en contraprestación por el
servicio,
• que el monto de las tasas esté sujeto a la autorización o aprobación del
poder público,
• que, en ciertos casos, la prestación sea obligatoria para los particulares,
• que, eventualmente, el servicio sea monopólico esto es, que no se admita
la libre competencia de los particulares para realizar la actividad del
servicio público,
• que toda cuestión vinculada al mismo corresponda en doctrina al menos
a la jurisdicción contencioso-administrativa.

Elementos de la noción tradicional

Los tres elementos esenciales de la noción tradicional de servicio público son,

según se aprecia, tres

✓ el fin que el servicio cumple,


✓ la persona que lo atiende,
✓ el régimen que lo regula.

No hay servicio público que no tenga por fin la satisfacción de una necesidad
colectiva; pero este criterio, aislado, sería insuficiente, por cuanto “múltiples son,
en cualquier sociedad bien constituida, las necesidades públicas que se
satisfacen mediante el procedimiento del servicio privado” pueden citarse las
panaderías, y comercios de expendio de carne, leche, verduras, etc.

No es esencial que el servicio sea ofrecido al uso del público, pues en el caso de
las fuerzas armadas, de las fortificaciones, etc., hay un servicio que no es
utilizado directamente por los particulares; lo esencial sería sólo la satisfacción
de la necesidad pública.
El objeto o finalidad del servicio

Se dice que el servicio público tiene por objeto la satisfacción de una necesidad
colectiva, pero se aclara que es el legislador y no el juez quien aprecia cuándo
hay en la sociedad una tal necesidad que deba ser atendida mediante el
procedimiento del servicio público. Con este punto de partida, el fin del servicio
público es un elemento contingente y que no sirve para caracterizarlo en un plano
teórico estable.

Actos de Gobierno

El “gobierno” es el total de los tres poderes del Estado, bajo el nombre de “actos
de gobierno” se estudia una categoría de actos que son solamente del Poder
Ejecutivo;

¿Qué es la teoría del acto de gobierno?

Más que teoría, es por ahora y en Francia el hecho de que los tribunales (tanto
judiciales como contencioso-administrativos) se niegan a ejercer control
jurisdiccional sobre ese número de actos que se designan con tal nombre. Si
bien los tribunales fundan su decisión de no juzgar el acto en que el mismo es
“acto de gobierno,” la única característica de éstos es que no son juzgados por
los tribunales...

Problemas a considerar

Para poder determinar si esto es así, o sea, si hay o no fundamento jurídico para
excluir de la revisión judicial a ciertos actos del Poder Ejecutivo, los cuales serán
llamados con un nombre especial (“actos institucionales,” “actos de gobierno,”
“actos políticos;” etc.), es necesario considerar diversos problemas:

✓ En primer lugar, es conveniente explicar el origen y la evolución de la


cuestión en Francia, pues ese panorama histórico es sumamente claro en
cuanto al carácter meta-jurídico y fáctico de toda la teoría comentada;
✓ En segundo lugar, debe hacerse un análisis constitucional para establecer
si en el juego de las normas constitucionales es posible o no fundamentar
que una categoría de actos sean irrevisibles jurídicamente;
✓ En tercer lugar, corresponde establecer qué ocurre en la realidad
jurisprudencial, o sea, si los jueces en la actualidad realmente entienden
de la revisión de tales actos, o en cambio se abstienen de ejercer control
judicial sobre ellos;
✓ En cuarto lugar, debemos referirnos al problema de si tales actos son
controlados únicamente para determinar su conformidad o
disconformidad con la Constitución, o si en cambio también se analiza si
se ajustan a la legislación general;
✓ En quinto lugar, se impone una reflexión sobre la naturaleza política de la
cuestión, en el sentido de si es políticamente sano que tales actos existan,
si es políticamente correcto que los jueces intervengan o dejen de hacerlo,
y si el criterio con el cual los tribunales juzgan lo que algunos autores
llaman con estos nombres especiales, es fundamentalmente diferente del
criterio con que juzgan los demás actos de la administración.

Queda dicho que el problema fundamental es siempre el mismo: Si ciertos actos


son o no justiciables, revisibles judicialmente.

La teoría objetiva: Distinción entre Gobierno y administración

Al caer el régimen imperial y desarrollarse el espíritu de la legalidad, el acto de


gobierno se presentaba como una pieza discordante en el derecho público
francés. La doctrina no pensó sin embargo en un comienzo, que el acto de
gobierno fuera totalmente erróneo o condenable, sino que consideró que lo que
estaba mal era que el mismo fuera fundamentado en el fin político del poder
administrador.
Conclusiones

✓ la determinación de aplicar un régimen de derecho público a cierta


actividad, estatal o no, es una decisión que no puede estipular libremente
la doctrina, a partir de la afirmación que resuelva hacer en el sentido de
llamarla “servicio público;”
✓ En el mejor de los casos, la expresión “servicio público” ha cumplido
históricamente una función axiológica, cuando en base a ella se sostuvo
que tales o cuales actividades debían ser objeto de regulación por el
derecho público;
✓ La palabra “gobierno,” en su acepción más pura, designa el conjunto de
los tres poderes del Estado: Poder Judicial, Poder Ejecutivo, Poder
Legislativo.

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