TE ESCUCHO ATENTAMENTE… El propósito de esta sesión, es propiciar una mejor relación entre los padres de familia y sus hijos adolescentes. Espero sea de utilidad.
• Recuerde que usted es un modelo básico para su hijo
adolescente, sea un buen ejemplo, acorde con sus creencias. • Presente a su hijo aquellas personas a las que usted tiene gran estima, ya sea mediante el contacto personal o indique solamente quién es y hágale saber la razón por la que usted valora o aprecia a esa persona. • Ayúdelo a entender bien aquellas cosas en las que cree. Hable con él de su escala de valores. Y si le pregunta el a usted por sus creencias, háblele honradamente. • Haga que se proponga objetivos de comportamiento y aprendizaje que sean realistas. • Que razone los pasos que debe dar para conseguir sus objetivos. • Que decida qué debe aprender y en qué medida debe hacerlo. • Que afronte las consecuencias de su comportamiento. • Deje bien clara la relación causa-efecto en lo que se refiere a su comportamiento y a las consecuencias del mismo. • Ayúdelo a que entienda como puede realizar sus tareas. • Dígale las cosas claras y demuéstreselo si es necesario. • Haga un esfuerzo para entender las condiciones que influyen en su comportamiento. Comprender no significa aceptar permisivamente conductas destructivas. • Intente llegar a decisiones comunes o a normas de comportamiento mediante el intercambio de opiniones entre ustedes. • Como punto final un consejo: escuche, siga atento las conversaciones con su hijo adolescente, no reaccione hasta que él no haya terminado, probablemente aprenda cosas nuevas sobre él y es probable que se dé cuenta que su hijo adolescente se siente más valorado cuando se le escucha atentamente. Chicos, les encargo por favor que muestren los puntos anteriores a sus padres e incluyan la información en su trabajo.
Lee cada expresión y contesta en el espacio solamente SI o NO SI/NO
1.- Al recibir alguna indicación o explicación, te confundes fácilmente.
2.- Malgasta el tiempo en actividades que aparentemente no tienen
ningún sentido.
3.- Te distraes fácilmente con actividades que no tienen relación con
tus obligaciones inmediatas. 4.- Te organiza mal, tanto en ideas como en tu comportamiento. Eres desaliñado o descuidado en tu persona y en tus cosas. 5.- Acostumbras tener tu habitación hecha un desastre.
6.- Confundes lo bueno y lo malo.
7.- Te cuesta trabajo decidirte a hacer o decir algo.
8.- Respondes a las instrucciones que se te dan, de mala gana o
molesto.
9.- Te muestra inseguro en los métodos y en los objetivos que elige
cuando trabajas en equipo.
10.- Solicitas continuamente instrucciones y suele insistir en que solo
hay una manera de hacer las cosas. 11.- Eres desaliñado o descuidado en tu persona y en tus cosas.