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Recientemente en América Latina, muy particularmente en México

a partir de la reforma política iniciada a mediados de la década de


los setentas, así como con la alternancia de los partidos políticos
en los diferentes niveles de gobierno, comenzó a surgir el interés
entre la ciudadanía por reclamar el derecho por acceder a la
información que los gobiernos poseían.

El artículo 6º de nuestra Constitución Mexicana, consagra el


derecho fundamental a la libertad de pensamiento, también
denominada libertad de opinión, en tanto que el artículo 7º, regula
la libertad de imprenta, que en estricto sentido constituye una
faceta de la libertad de expresión. Estos dos artículos consagran
en realidad dos libertades que forman parte de un mismo derecho
preponderante: el derecho a la información.

El derecho a la información nace institucionalmente en nuestro


país de la mano de una reforma política, que tiene como motor
fundamental el impulso a la reforma electoral de fines de los años
setenta, a fin de que los partidos políticos pudieran difundir sus
postulados ideológicos.

El artículo 6º Constitucional reformado en diciembre de 1977,


establece que el derecho a la información será garantizada por el
Estado, reconociéndose, no obstante, por el propio Ejecutivo
Federal de la época, que para que ésta estuviera suficientemente
garantizada, se hacía necesario trabajar en aras de su regulación
legal y reglamentaria.

Sin embargo, al iniciarse los trabajos para su regulación, se


generó una confusión conceptual respecto de los contenidos del
derecho a la información, ello derivado de su vinculación tanto con
la libertad de opinión, como con la libertad de expresión, y la
libertad de acceso a información pública, todas ellas vertientes
del derecho a la información.

Así, en 1979, se iniciaron los trabajos mediante una consulta


ciudadana convocada por la Cámara de Diputados, a fin de
reglamentar el artículo 6º constitucional; sin embargo, dicha
consulta, generó grandes temores de que mediante su
reglamentación se limitara el derecho a la información,
considerándose por políticos y comunicadores, que era
sumamente complejo regular el control, las formas y metas de la
comunicación colectiva; con lo cual, éste aspecto del derecho a la
información, como un derecho político, sobrepaso y captó más la
atención de los medios de comunicación y del gobierno, que el
derecho de los ciudadanos al acceso a la información pública,
derecho fundamental que quedó en el olvido prácticamente por
más de 20 años.

Por lo anterior, y por los muy escasos esfuerzos realizados en este


periodo por aclarar la confusión en cuanto a las distintas
vertientes existentes en el derecho a la información, no fue
posible concretizar la regulación jurídica de una u otra cara de la
misma moneda.

No obstante, podemos señalar que en un primer intento de


cristalizar algunas de las propuestas planteadas en la consulta
realizada en los años setentas, se creó la Procuraduría Federal del
Consumidor, que entre sus principales funciones, además de la
defensa de los derechos del consumidor, se encuentra el
proporcionar información útil a los ciudadanos en posesión del
Estado, para tomar decisiones en el mercado, como usuarios y
como consumidores.

Durante los años ochentas y noventas, en los sexenios de los


presidentes Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari, se
retomaron los trabajos para la regulación del derecho a la
información, sin que en realidad pudiera concretizarse, aun
cuando llegaron a presentarse más de dos mil propuestas en este
periodo, lo cual denota la importancia del tema entre los
diferentes actores sociales para legislar en la materia; sin
embargo el derecho de acceso a información pública,
prácticamente quedó en el olvido.

Es interesante dejar plasmada la génesis en la construcción de


este derecho fundamental en nuestro país: la confusión de
considerar el derecho a la información como un derecho político, y
más concretamente, que la adición al artículo 6º comprendía
únicamente cuestiones relativas que atañen a partidos políticos,
procesos electorales y otras temas del mismo tipo;[6] y cómo en
los últimos cinco o seis años, comienza a emerger la exigencia a
la garantía ciudadana del libre ejercicio del derecho a solicitar y
recibir información de los poderes públicos, así como a contar con
las normas necesarias para impedir que se obstruya su ejercicio.

Es importante también dejar sentado, que el derecho de acceso a


la información pública, se fundamenta en la prerrogativa que tiene
el ser humano, de conocer la información necesaria para lograr
tanto el desarrollo autónomo de la vida privada, como para la toma
de decisiones en el ámbito de lo público: esto es, para el ejercicio
de sus derechos políticos, y para poder controlar la
administración de los fondos del Estado

En este sentido, durante el sexenio del presidente Vicente Fox, se


propone regular el derecho a la información, pero solo en su
vertiente de acceso a información pública gubernamental, bajo los
siguientes principios básicos:
 La información en posesión del Estado es pública;
 La información reservada constituye una excepción, conforme a
reglas claras establecidas en la ley;
 La protección a los datos personales;
 La Interpretación de la ley en forma que favorezca la
transparencia; y,
 La entrega de información no estará condicionada a que se
motive o justifique su uso, ni se requiere demostrar interés
alguno.

Teniendo como base dichos principios, se promulgó el 11 de junio


de 2002, la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la
Información Pública Gubernamental, que fija determinadas
obligaciones para diversos órganos del Estado, a fin de que
mediante reglamentos o acuerdos de carácter general, se
establezcan los órganos, criterios y procedimientos institucionales
para proporcionar a los particulares el acceso a la información

Es de destacar que hasta el presente año de 2007, por adición al


artículo 6º Constitucional, publicada el 20 de julio de 2007 en el
Diario Oficial de la Federación, se eleva a rango constitucional
este derecho, lo cual desde mi punto de vista era innecesario
hacerlo, ya que como señalé anteriormente, es una vertiente del
derecho a la información que ya se consagra en el mismo artículo
desde 1977, aunque si resulta conveniente, en cuanto a que
coadyuva en el esclarecimiento de sus distintas vertientes.

De manera resumida, podría decirse que la reforma


Constitucional de julio de 2007, constitucionaliza los principios
que inspiran la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la
Información Pública Gubernamental.

El que se garantice constitucionalmente el derecho de acceso a la


información, también se justifica porque si el núcleo duro de este
derecho consiste en conocer información que permita el mejor
desarrollo personal, así como para la toma de decisiones en el
ejercicio de los derechos políticos, y el control de los recursos
económicos del Estado, con la reforma se permite exigir a éste,
que brinde la información conforme a la cual tomó las decisiones
políticas y prácticas que justifiquen su actuar en beneficio de la
población, con la más eficiente administración de los recursos
públicos.

PUBLICACIONES:

Home / Informacion / Sistematizacion / Unidad3 / 3.2 Los problemas de su Sistematizacion de la Informacion

3.2 LOS PROBLEMAS DE SU SISTEMATIZACION


DE LA INFORMACION
19:30 INFORMACION , SISTEMATIZACION , UNIDAD3
SISTEMATIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN
Existen diferentes maneras de sistematizar la información recolectada, pero para
casi todas ellas, la información debe estar completamente o en su mayoría
transcrita, por lo que este trabajo tendrá que realizarlo alguien con mucha
perseverancia y en la que se tenga la total confianza de que no alterará los
contenidos.
Para la transcripción de la información existen ciertos programas diseñados que
realizan este procedimiento, sin embargo si se quiere trabajar a la vieja ultranza la
transcripción directa ofrece ciertos beneficios que no se pueden desestimar: Se
reconoce la información por segunda vez, se tienen ideas de indagación para
utilizar en otras recolecciones, en la medida en la que se van realizando una a una
se encuentran puntos de enlaces y posibles claves para el análisis que antes no
habían aparecido.
La transcripción de la información, exige el rigor de no perder palabras ni
expresiones de las personas que están siendo entrevistadas, para lo cual es
necesario que se traduzca todo tal y como es pronunciado.
Las expresiones e incluso el uso de palabras insultantes deben quedar
registradas, con sus respectivos códigos.

En investigaciones cuantitativas en dónde se utilizan encuestas o formularios, es


necesario crear para la sistematización bases de captura de datos.

Este proceso por más sencilla que sea la encuesta o el formulario, requiere de un
trabajo dedicado y experto, puesto que cada pregunta y cada opción múltiple
tendrán que poder cuantificarse para luego poder hablarse en función de
porcentajes en los resultados.
Suelen constituirse centros de captura de información, en dónde un equipo de
personas está dedicado exclusivamente al ingreso de la información a la base de
datos. Este equipo debe estar coordinado y supervisado por alguien que haya
estado en la fase de campo y que conozca muy bien el formato de captura.

En uno u otro caso, el proceso de transcripción o captura debe ser sometido a un


riguroso seguimiento, hacerse varios controles al azar y buscar ser fieles a lo que
se ha recogido.

Cuando en la investigación trabaja únicamente una persona, el cansancio en esta


fase de sistematización puede ser uno de los riesgos más grandes, pues para
“agilizar” se pueden cometer errores que alteren de manera importante el
desarrollo de la investigación, por ejemplo, incluir mal un dato 0 en donde era 1; o
decir algo que no han dicho las personas.

“Ordenamiento y clasificación de datos e informaciones, estructurados de manera


precisa, teniendo de esta manera la constitución de datos organizados”
Pasos para desarrollar la sistematización
Paso 1: Definición del objetivo
Consiste en definir de manera clara y específica el o los resultados que se
esperan obtener con la sistematización, así como la utilidad.
Paso 2: El objeto de análisis
Especificar la información que queremos sistematizar y por qué. Es importante
delimitar la información.
Paso 3: El eje de sistematización
Orienta el desarrollo del proceso de sistematización, la recolección de
información, permitiendo enfocar el proceso hacia los factores que nos interesa
destacar.
Paso 4: La estrategia de comunicación

La sistematización NO cumplirá su objetivo hasta que se establezca


comunicación la información resultante del proceso con los destinatarios tanto de
los contenidos, como en la forma y lenguaje, utilizando el tipo de presentación más
adecuada.

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