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Medicina Interna:
Nefrología
Jeremías Decicco
Jeremías Decicco
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Contenido
Alteraciones del metabolismo hidrosalino .................................................................. 4
Alteraciones del metabolismo del agua ..................................................................... 6
Alteraciones del metabolismo del sodio .................................................................. 11
Alteraciones del metabolismo del potasio .............................................................. 17
Alteraciones del metabolismo del calcio, fósforo y magnesio ......................... 23
Trastornos del equilibrio ácido-base ............................................................................ 33
Acidosis metabólica ........................................................................................................ 35
Alcalosis metabólica ....................................................................................................... 38
Acidosis respiratoria ...................................................................................................... 41
Alcalosis respiratoria ..................................................................................................... 42
Síndrome nefrótico ............................................................................................................. 43
Insuficiencia Renal Aguda ................................................................................................ 47
Insuficiencia renal rápidamente progresiva ............................................................. 52
Enfermedad renal crónica ................................................................................................ 53
Glomerulopatías primarias.............................................................................................. 61
Glomerulonefritis primarias que cursan con síndrome nefrótico................ 62
Glomerulonefritis primarias con presentación clínica variable ................... 65
Glomerulonefritis primarias que se presentan con síndrome nefrítico o
deterioro de la función renal ....................................................................................... 67
Glomerulopatías secundarias.......................................................................................... 69
Nefropatía diabética ........................................................................................................... 76
Nefropatías de origen vascular....................................................................................... 78
Tromboembolia de las arterias renales ................................................................................. 78
Nefropatía isquémica ............................................................................................................. 79
Nefroangioesclerosis benigna ................................................................................................ 79
Nefroangioeslcerosis maligna ................................................................................................ 80
Microangiopatía trombótica: síndrome urémico hemolítico y púrpura trombótica
trombocitopénica ................................................................................................................... 81
Nefropatía ateroembólica ...................................................................................................... 83
Nefropatía de la esclerodermia ............................................................................................. 84
Necrosis cortical...................................................................................................................... 84
Nefropatía obstructiva ...................................................................................................... 85
Nefropatía por reflujo ....................................................................................................... 88
Infecciones urinarias .......................................................................................................... 91
Litiasis renal .......................................................................................................................... 96
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La mayor parte del agua se distribuye en el espacio intracelular, aproximadamente 40% del peso,
y el restante 20%, en el espacio extracelular. En este último, el agua se reparte entre el
intravascular, 5%, y el intersticial, 15%. En el extracelular hay un pequeño espacio denominado
transcelular que comprende alrededor del 1-2% del agua corporal total y cuando aumenta de
forma inusual se lo denomina tercer espacio, debido a que el líquido contenido en su interior no
se intercambia fácilmente con el resto del líquido extracelular.
Composición
La osmolaridad efectiva es una medida del movimiento de agua a través de las membranas
semipermeables y está determinada por los solutos que no penetran libremente en las células
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y que son capaces de crear un gradiente osmótico, y son el sodio con sus aniones, y la glucosa.
Se calcula de la siguiente forma:
Regulación renal
Cualquier soluto añadido al organismo se equilibra mediante la eliminación del organismo, por
excreción renal o utilización endógena, de una cantidad similar.
Si fuera positivo el riñón excreta agua libre de electrolitos y, cuando es negativo, el riñón la
reabsorbe.
Balance hídrico
Los factores que mantienen el balance hídrico son la sensación de la sed y la utilización de agua
por parte del riñón. Esto último depende más que nada del FG, de la reabsorción tubular
proximal, de la reabsorción activa de sodio y cloro en la rama ascendente del asa de Henle y de
la reabsorción del agua en el túbulo colector bajo la influencia de ADH.
La ADH actúa aumentando la permeabilidad del agua en la parte distal del túbulo distal y
colector renal. La reabsorción de agua en el túbulo colector está mediada por receptores V2 que
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Natremia
Los túbulos reabsorben casi todo el sodio filtrado, para dejar solo 100-200 mEq para su excreción
(menos del 1% del filtrado). La excreción urinaria de sodio está regulada por cambios en el FG y
en su reabsorción tubular. Hay mecanismos que atenúan el papel del FG en la excreción de
sodio, a saber:
Feedbak tubuloglomerular con una disminución refleja del FG inducida por un incremento en la
llegada de solutos a la mácula densa.
Dado que el volumen del espacio extracelular depende del contenido total de sodio, para que
un paciente desarrolle hipovolemia es casi una condición sine qua non que exista un déficit o
reducción de sodio. La respuesta hemodinámica a la reducción del volumen consiste en un
estímulo de la actividad simpática, del SRAA, endotelina I, secreción de ADH y disminución de la
secreción de péptido natriurético. La respuesta está mediada por el estímulo que ejerce la
hipovolemia sobre los barorreceptores vasculares. Como consecuencia de esto, aumenta la sed,
la reabsorción tubular de sodio y agua y la frecuencia cardíaca, disminuye el FG y se produce
vasoconstricción arterial para mantener la presión arterial.
Etiología
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Pérdidas de sangre
Pérdidas extrarrenales
Pérdidas renales
Clínica
Los síntomas se deben a la disminución de la perfusión tisular y a la respuesta hemodinámica
consiguiente. Al inicio hay debilidad, fatiga, sed y, según la gravedad, cefaleas, náuseas,
calambres, hipotensión y mareos posturales.
Cuando la depleción del volumen extracelular es de un 10-15% aparece hipoperfusión renal con
oliguria y retención de sodio y agua. Si la hipovolemia es intensa, o sea superiores al 15-25% del
volumen sanguíneo, es característica la aparición de shock hipovolémico con hipotensión,
taquicardia, vasoconstricción periférica con extremidades frías y cianóticas, estupor y coma. Los
signos físicos son sequedad de piel y mucosas, taquicardia en reposo, hipotensión postural con
un descenso de más de 20 mmHg de PAS o más de 10 mmHg de PAD en sedestación o
bidepestación, disminución de presión venosa central que se traduce en aplanamiento o falta
de visualización de venas yugulares en decúbito supino o en un registro de presión venosa
central baja, oliguria e hipotensión arterial. Los signos más fidedignos son la taquicardia y la
hipotensión postural. La pérdida de peso es un índice cuantitativo muy preciso del déficit del
volumen extracelular.
Exploraciones complementarias
La orina está concentrada y, con excepción de las pérdidas renales de sodio, la concentración
urinaria de este es baja. La reabsorción tubular proximal de urea está aumentada, por lo que la
relación BUN/creatinina es superior a 20:1 (normal 10-20:1). La creatinina aumenta solo si la
hipovolemia es suficientemente grave para disminuir el FG.
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Diagnóstico
Debe excluirse la pérdida de sangre por la historia clínica, realizar una exploración física y la
presencia de un hematocrito inferior al 40% que indicará pérdida de sangre, pero este descenso
en las hemorragias agudas es valorable al cabo de unas horas.
Tratamiento
El objetivo será restaurar la normovolemia y corregir los trastornos hidroeléctricos y del estado
ácido base.
Las soluciones que contienen sodio como principal soluto expanden preferentemente el espacio
extracelular, mientras que las hipotónicas expanden en mayor media el intracelular con efecto
mínimo sobre el intravascular. Las soluciones coloides permanecen en el intravascular y
expanden al mismo.
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Clasificación
Edemas localizados
Edemas generalizados
Afectan a todos los territorios, aunque su distribución puede estar influenciada por la postura y
la intensidad y naturaleza de la patología que subyace. Se deben a un desequilibrio entre la
presión hidrostática y oncótica de los espacios vascular e intersticial de tipo sistémico, asociado
en la mayoría de los casos a retención renal de sodio o trastorno de la permeabilidad vascular.
Patogenia
Desequilibrio entre presión hidrostática y oncótica de espacios vascular e intersticial
Es el mecanismo más frecuente. Según el estado del volumen efectivo circulante, podemos
dividirlos así:
Edemas con disminución del volumen efectivo circulante: en la insuficiencia cardíaca congestiva,
cirrosis hepática con ascitis y el síndrome nefrótico o estados de hipoalbuminemia con albúmina
sérica menor a 2g/dL, existe una disminución del volumen efectivo circulante que puede estar
causado por disminución del gasto cardíaco o vasodilatación arterial periférica. Esto provoca
una vasoconstricción periférica y renal con mayor reabsorción de sodio y agua, apareciendo
edemas. La respuesta renal está mediada por la activación del sistema simpático, SRAA y ADH.
La reducción del FSR provoca un incremento en la fracción de filtración (FG/FSR) con lo que
aumenta la presión oncótica peritubular que, junto a una presión hidrostática peritubular ya
reducida, condiciona una mayor reabsorción proximal de agua y sal. La hipoperfusión renal y
baja concentración de sodio que llega al túbulo distal, estimulan a la mácula densa para producir
más renina, y de forma secundaria, de aldosterona, favoreciendo así la retención de agua y sodio
por el túbulo distal.
Edemas con aumentos del volumen efectivo circulante: la causa inicial se encuentra en el propio
riñón. Este retiene de manera primaria una cantidad excesiva de agua y sal. Se puede ver en
enfermedades renales primarias que se acompañan con un FG relativamente conservado, como
en la glomerulonefritis aguda, insuficiencia renal avanzada como consecuencia del balance
hidrosalino positivo característico de esta enfermedad. En estos casos, suelen asociarse a HTA.
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Síndrome del escape capilar: es infrecuente, de causa desconocida, que se caracteriza por
hiperpermeabilidad capilar episódica por disfunción endotelial transitoria, con paso de líquido y
proteínas desde el espacio intravascular al intersticial. Pueden presentar episodios recurrentes
de hipotensión, hemoconcentración e hipoalbuminemia, seguidos de normalización de la
extravasación con sobrecarga aguda intravascular del líquido extravasado y aparición de edema
pulmonar. En la mayoría se encuentra una gammapatía monoclonal.
Clínica
En casos de hipoproteinemia e insuficiencia renal, la distribución de los edemas tiende a ser más
general, en forma de anasarca, mientras que en la IC el líquido intersticial se acumula en áreas
declives donde la presión hidrostática capilar es más elevada como MMII durante el
ortostatismo o región sacra en pacientes encamados. Son característicos de los estados
edematosos el aumento de peso, la oliguria y la nicturia.
Si hay sobrecarga circulatoria se manifiesta como HTA y de edema pulmonar debido al aumento
de las presiones de llenado cardíaco. La persistencia de los edemas periféricos favorece la
aparición de celulitis, trombosis venosas, dolor y, a veces, limitación de la actividad funcional.
En casos de ascitis, puede haber trastornos de la absorción intestinal, mayor incidencia de reflujo
gastroesofágico y hernias abdominales, disnea por dificultad para movilizar el diafragma, y a
veces, peritonitis bacteriana espontánea.
Diagnóstico
Se basa en la diferenciación del origen en base a su carácter localizado o generalizado y en la
clínica más laboratorio. Ver diagnóstico de cada una de sus causas.
Tratamiento
Es según la causa, pero hay medidas generales:
✓ Reposo, con las piernas elevadas y utilización de medias elásticas para favorecer el
retorno venoso.
✓ Restricción del aporte de sodio y agua
✓ Uso de diuréticos
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Se define como una concentración plasmática de sodio inferior a 135 mEq/L. Debe diferenciarse
de las pseudohiponatremias. Un tipo de ellas se presenta en pacientes con hipertrigliceridemias
o hiperproteinemias, donde un aumento en 1000mg/dL de los TAG o de las proteínas
plasmáticas induce un descenso de 1,7 mEq/L de la natremia. Esto reside en que los elevados
pesos moleculares y el volumen de estas sustancias reducen el porcentaje relativo de agua de
un volumen determinado de plasma: mientras la natremia por volumen de plasma es baja, por
volumen de agua plasmática es normal. Las falsas hiponatremias no tienen traducción clínica y
se distinguen de las verdaderas porque la osmolaridad plasmática es normal. Un segundo tipo
se da en situaciones en las que hay un exceso de sustancias osmóticamente activas
exclusivamente en el espacio extracelular, para crear una hiponatremia dilucional. En casos de
hiperglucemia, por cada 100 mg/dL de ascenso de la glucemia, la natremia desciende 1,6-2,4
mEq/L. En casos así, la osmolaridad va a estar elevada por el propio efecto de la glucosa. Las
falsas hiponatremias no deben corregirse.
Etiopatogenia
Hiponatremia verdadera o síndrome hipoosmolar
Las hiponatremias pueden ser con volumen extracelular bajo, normal o aumentado.
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evidente ante pérdidas gastrointestinales por vómitos y diarreas. También en casos de un tercer
espacio, como en peritonitis, pancreatitis, quemaduras o traumatismos musculares.
Hay casos que se llaman de natriuria obligada, en los que, a pesar de la existencia de hipovolemia
por pérdidas extrarrenales, la natriuria puede no ser baja como en:
Es una situación hipovolémica e hiponatrémica que se reconoce por una natriuria superior a
20mEq/L.
Son poco frecuentes, debidas a una retención primaria de agua y no de sodio. La ausencia de
edemas se debe a que el agua, sin el sodio que la retenga en el extracelular, pasa por gradiente
osmótico en su mayor parte al intracelular. Antes de manifestarse edemas sistémicos por este
mecanismo se produciría un edema cerebral mortal.
Las causas están en relación con una secreción primaria e inapropiadamente alta de ADH.
También por déficit de glucocorticoides e hipotiroidismo grave.
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El exceso de ADH provoca una retención de agua sin sodio, con la consiguiente expansión
mínima del extracelular. Vamos a encontrarnos con hiponatremia e hiposomolaridad
plasmática, natriuria elevada (más de 40 mEq/L) en coincidencia con una ingesta normal de agua
y sal. Las causas de este síndrome pueden ser neoplasias, enfermedades pulmonares y
alteraciones del SNC. Además, determinados fármacos pueden inducirlo. A saber:
Hay un balance positivo simultaneo de agua y sodio, aunque proporcionalmente mayor de agua.
Se desarrolla una hiponatremia dilucional a pesar de que el sodio corporal total esté elevado. La
detección de edemas sistémicos la caracteriza.
Otras hiponatremias
Polidipsia psicógena: hay un mecanismo alterado de la sed, secreción no osmótica de ADH junto
con la accion de fármacos epleados en el tratamiento psiquiátrico.
Hiponatremia relacionada con el escape renal de sal de origen cerebral: se observa en procesos
cerebrales agudos como hemorragia subaracnoidea, y se caracteriza por depleción de volumen
extracelular debido a una inapropiada pérdida urinaria de sodio que se ha relacionado con una
mayor liberación del péptido natriurético cerebral y/o la disminución de la actividad simpática
central.
Perfusión de oxitocina
Malnutrición
Clínica
Son fundamentalmente manifestaciones neurológicas, cuya intensidad va a depender del valor
de la hiponatremia como de la rapidez de su instauración. Por debajo de los 120 mEq/L, las
manifestaciones pueden ser importantes y expresión del edema cerebral como cefaleas,
náuseas, letargia, convulsiones y coma. Los pacientes pueden presentar edema de pulmón no
cardiogénico. Las hiponatremias crónicas son menos sintomáticas para una misma cifra de
natremia, y se debe a la desactivación con el tiempo de los idiosmoles intracelulares con la
consiguiente reducción del gradiente osmótico, y con ello del edema cerebral.
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Tratamiento
Hiponatremia aguda sintomática: si hay convulsiones, obnulación o coma debe aumentarse con
rapidez la osmolaridad plasmática con perfusión de suero salino hipertónico al 3%. Se aconseja
aumentar la natremia a razón de 4-6 mEq/L en 6 horas, con bolos de 100-150 mL cada 10 min,
con un máximo de tres bolos si no hay mejoría clínica. Cada bolo aumenta la natremia en
2mEq/L. Un aumento del sodio en 4-6mEq/L es suficiente para revertir la herniación cerebral y
controlar las convulsiones. No se deben exceder los 10 mEq/L en las primeras 24 horas y los 18
mEq/L en las 48 horas posteriores.
Na (mEq) = ∆Na x agua corporal total, donde Na (mEq) = (140-Na actual) x (0,6 x peso en kg) y
agua corporal total = 60% del peso = 0,6 x peso en kg.
Se suele administrar la mitad de esta cantidad en 12-24 horas y luego se hacen reevaluaciones
correctoras.
Hipernatremia
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Introducción
Se considera hipernatremia a una concentración plasmática de sodio superior a 145 mEq/L, que
se acompaña siempre de hiperosmolaridad. Puede ser por:
El volumen intracelular siempre está disminuido, aunque el extracelular puede ser normal,
reducido o aumentado.
Etiopatogenia
Se debe a que solo un tercio del déficit de agua total repercute directamente en el extracelular,
los dos tercios restantes provienen del agua intracelular atraída por el gradiente osmótico.
Puede verse en dos circunstancias:
Hay una falta o insuficiencia de la respuesta renal a la ADH, y las formas adquiridas predominan
por sobre las congénitas. La prueba más usada para evidenciarla es la de la deshidratación con
determinación de la osmolaridad urinaria, que en condiciones normales debería aumentar
progresivamente. Luego, si corrige con ADH será central y si no corrige nefrogénica.
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Poco frecuente, cursa son sodio corporal total alto. Puede ser por exceso de mineralcorticoides
o yatrogénica como la administración de grandes cantidades de bicarbonato sódico.
Clínica
La mayoría de los síntomas son neurológicos y se relacionan con la deshidratación intracelular
cerebral. La gravedad depende de la magnitud de la hipernatremia como de la rapidez de
instauración. La sed es una manifestación constante. En su inicio puede haber solo irritabilidad
e hipertonicidad muscular, posteriormente alteraciones del sensorio con convulsiones, coma y
muerte. La deshidratación y reducción de la masa encefálica puede condicionar
microtraumatismos vasculares, con hemorragias subaracnoideas o intraparenquimatosas.
Tratamiento
Se dirige tanto a la restauración de la osmolaridad plasmática, para evitar las manifestaciones
neurológicas, como al control de la causa desencadenante y normalización del volumen
extracelular.
Déficit de agua = agua total corporal x ([Na sérico/ 140] – 1), donde el agua corporal total = 50 o
40% del peso corporal = 0,5 o 0,4 x peso en kg.
Se toman valores de agua corporal un 10% inferiores a los valores de referencia para hombres y
mujeres, respectivamente en la fórmula, por la hipovolemia con la que se cursa.
Diabetes insípida central: el tratamiento agudo consiste en dar 5-10 UI de vasopresina acuosa,
i.m o s.c cada 4-6 horas, hasta controlar la poliuria. Para el tratamiento crónico se usa
vasopresina oleosa i.m que dura 24-72 horas.
Diabetes insípida nefrogénica: la poliuria puede disminuirse al reducir la carga de solutos que
llega a las partes distales de la nefrona. Se hace con dieta hipoproteica e hiposódica. Los
diuréticos tiazídicos como la hidroclorotiazida inducen contracción del extracelular y provocan
una reabsorción tubular proximal de agua y sodio que reduce su llegada a la nefrona distal, con
ello se limita la dilución de la orina. La administración de sal hace ineficaz este tratamiento.
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El potasio sérico se mantiene entre 3,5 y 5 mEq/L, principalmente regulado por dos sistemas:
Regulación rápida
Regulación lenta
El riñón elimina el 90-95% del potasio ingerido en la dieta, y el resto se elimina a través del tubo
digestivo. La adaptación renal ante una sobrecarga necesita entre 6 y 12 horas para normalizar
las concentraciones séricas, mientras que la respuesta a la restricción dietética es más lenta y
no se activa bien hasta dentro de 7-10 días. El potasio plasmático se filtra libremente por el
glomérulo y es completamente reabsorbido en el túbulo proximal y el asa de Henle. En el túbulo
distal y colector, se excreta para su eliminación. Por lo tanto, su regulación renal es
principalmente en este nivel de la nefrona. Hay cinco factores que contribuyen a ello:
✓ Aldosterona
✓ Concentración elevada de sodio en la luz del túbulo distal y colector
✓ Volumen urinario elevado
✓ Concentración elevada de potasio en las células tubulares
✓ Alcalosis metabólica
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Hipopotasemia
Se define como cifras de potasio por debajo de 3,5 mEq/L. Se debe diferenciar la hipopotasemia
y el déficit de potasio. El déficit es el resultado de un balance persistentemente negativo de
potasio, mientras que la hipopotasemia se refiere exclusivamente a la concentración plasmática
baja en un momento determinado.
Etiología
Puede ser debida a una ingesta insuficiente, pero es excepcional dado que el riñón tiene la
capacidad de ahorrar potasio y está presente en la mayoría de los alimentos. La mayoría suelen
deberse a pérdidas intestinales y/o renales excesivas o a la entrada masiva de potasio a la célula.
Cuadros de vómitos y/o diarreas graves son causa frecuente de hipopotasemia, no solamente
por la pérdida de potasio sino también por el hiperaldosteronismo secundario por la
hipovolemia y la pérdida renal de potasio consecuente, en casos de vómitos persistentes.
Aldosteronismo primario
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Síndrome de Liddle
Enfermedad autosómica dominante consistente en una mutación en los canales de sodio del
túbulo colector, que induce un aumento en la absorción de sodio con excesiva eliminación
urinaria de potasio. Cursa con HTA volumen dependiente, hipopotasemia y concentraciones
BAJAS de renina y aldosterona.
Síndrome de Bartter
Carbenicilina y otras penicilinas que actúan como aniones no reabsorbibles por lo que aumentan
la electronegatividad de la luz del túbulo distal promoviendo la secreción de potasio.
Ácido fólico y B12 pueden secuestrar potasio en el interior de eritrocitos jóvenes e inducir
hipopotasemia.
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Clínica
Las más características corresponden al sistema neuromuscular. Potasemias entre 2 y 2,5 mEq/L
se asocian a debilidad muscular, que puede transformarse en parálisis arrefléxica en situaciones
de hipopotasemia grave. En el tubo digestivo se manifiesta como constipación, que en casos
severos puede dar íleo paralítico. En casos graves la parálisis muscular puede conducir a
insuficiencia respiratoria. La pérdida de grandes cantidades de potasio del músculo esquelético
puede acompañarse de rabdomiólisis y mioglobinuria en situaciones de demanda muscular
excesiva de oxígeno. En el corazón produce trastornos en el ECG. Lo más común son
aplanamientos de la onda T y aparición de ondas U, que conjuntamente pueden dar la impresión
errónea de prolongación del QT. Predispone al desarrollo de extrasístoles auriculares y
ventriculares, y en casos graves taquicardia y fibrilación ventricular.
Tratamiento
Se basa en la administración de sales de potasio, además de corregir el trastorno subyacente.
En general se puede usar la vía oral, pero si hay trastornos digestivos o aparecen
manifestaciones neuromusculares, especialmente cardíacas, es aconsejable la vía intravenosa.
Para evitar la hiperpotasemia se prefieren soluciones con concentración de potasio no superior
a 50mEq/L y administrarlo a velocidad que no exceda los 20mEq/h. La cantidad total dada en un
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día debe ser inferior a 200 mEq. La sal de preferencia es el cloruro potásico, pero cuando hay
hipofosfatemia concomitante, como en la cetoacidosis diabética, se puede dar fosfato potásico.
El cloruro potásico se debe administrar en vena periférica gruesa para evitar la flebitis, y evitar
la vía central por riesgo de arritmias graves. Hay que monitorizar el magnesio, que deberá
corregirse para facilitar la normalización del potasio.
Si se va a usar la vía oral son convenientes las sales orgánicas tipo gluconato o citrato porque
son menos irritantes que el cloruro. Sin embargo, carecen de eficacia en la alcalosis metabólica
hipopotasémica con hipocloremia asociada donde se requieren sales de cloruro potásico.
Hiperpotasemia
Se define por cifras superiores a 5mEq/L y es la más grave de las alteraciones electrolíticas por
el riesgo de provocar arritmias ventriculares fatales de manera rápida.
En principio hay que descartar una pseudohiperpotasemia, que consiste en elevaciones ficticias
del potasio por destrucción de células sanguíneas en el tubo de laboratorio. Se ve en hemólisis
in vitro, trombocitosis y leucocitosis importante. La hemólisis se confirma por la tonalidad rojiza
del suero. La inducida por trombocitosis o leucocitosis se confirma determinando
simultáneamente el potasio en suero y plasma siendo en el primero significativamente superior
al del plasma.
Etiología
Está producida por un balance positivo de potasio tanto por defecto en su eliminación como en
exceso de su aporte, o por una salida rápida del potasio del intracelular al extracelular.
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Alteraciones en la distribución
El paso del potasio del intracelular al extracelular ocurre en situaciones como acidosis
metabólica o respiratoria y en estados de hiperosmolaridad. La hiperosmolaridad acompaña a
la hiperglucemia grave. Hay un aumento en la concentración intracelular de potasio debido a la
deshidratación intracelular y posterior salida pasiva de potasio al extracelular. La ausencia de
insulina y el posible hipoaldosteronismo hiporreninémico asociado a la diabetes también
influyen.
Los antagonistas beta 2 facilitan la salida de potasio del interior de la célula como propranolol,
nadolol y anestésicos como succinilcolina.
Clínica
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Tratamiento
Estabilización miocárdica
Para disminuir rápidamente el potasio sérico se usa insulina, agonistas beta 2 o bicarbonato.
Esto es TEMPORAL porque NO disminuye el valor total de potasio, solo lo redistribuye.
La insulina es lo más rápido y eficaz. Se dan 10U de insulina con 50mL de dextrosa al 5% para
prevenir la hipoglucemia, no siendo necesario en caso de pacientes diabéticos descompensados.
Los agonistas beta dos se pueden dar por vía inhalatoria tipo salbutamol que produce una
entrada rápida del potasio a la célula. Aunque también se puede usar i.v siendo más rápido y
eficaz, pero no tan común en la práctica.
El bicarbonato se da a razón de 40-150 mEq por i.v, facilita la entrada a la célula en unas 3-4
horas.
Se pueden usar diuréticos como la furosemida. Resinas de intercambio catiónico que actúan en
el intestino para intercambiar potasio por sodio en igual proporción. Este último es lento y se
necesitan unas 4-6 horas para observar el descenso del potasio. La hemodiálisis o diálisis
peritoneal son métodos eficaces para eliminar el potasio y corregir la hiperpotasemia,
particularmente útil en pacientes con IRA y casos de hipercatabolismo. En pacientes con
hiperpotasemias moderadas sin cambios en el ECG suele ser suficiente la administración de
resinas de intercambio o diuréticos de asa.
PTH
Vitamina D
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Calcitonina
FGF-23
• Aumenta la fosfaturia
• Inhibe la síntesis de calcitriol
• Disminuye la síntesis de PTH
Del total del calcio plasmático, el 40% circula unido a la albúmina, un 10% unido a diferentes
aniones como citrato, fosfato y bicarbonato, y el 50% restante está en forma libre.
Los cambios en el calcio plasmático son detectados por el receptor de calcio en la paratiroides y
el túbulo renal. El fósforo plasmático está compuesto por fosfolípidos, ésteres de fosfato y
fósforo inorgánico. El fósforo inorgánico es el que está bajo control homeostático. La
concentración plasmática de fosforo se mantiene fundamentalmente a través de cambios en la
excreción urinaria de fosfato regulada por FGF-23 y PTH.
Hipercalcemia
Se define como valores de calcio superiores a 10,2 mg/dL. Hay que descartar una pseudo
hipercalcemia en la que las elevaciones del calcio sérico total se deben a un incremento en la
concentración de sus proteínas transportadoras como albúmina. Por cada g/dL de elevación de
la albúmina, se eleva el calcio total 0,8 mg/dL.
Etiología
Se produce cuando la entrada de calcio en el torrente sanguíneo es mayor a su excreción. Más
del 90% de los casos son debidos a neoplasias o a hiperparatiroidismo primario. Globalmente el
hiperparatiroidismo primario es la primera causa de hipercalcemia, aunque en el ámbito
hospitalario lo son las neoplasias.
Hiperparatiroidismo primario
En el 80-85% de los casos se debe a un adenoma único de las paratiroides, en el 15% a hiperplasia
difusa y en el 1-3% a carcinoma de paratiroides. En casos de hiperplasia, generalmente forma
parte de los síndromes familiares de síndrome de neoplasia endócrina múltiple (MEN).
Un 10-20% de los pacientes con neoplasia desarrolla una hipercalcemia, habitualmente en las
fases tardías de la enfermedad. Las neoplasias más frecuentes son cáncer de mama, pulmón y
mieloma múltiple. Hay tres mecanismos:
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Otras causas
• Hipertiroidismo
• Un 10-20% presenta hipercalcemia asintomática no siendo superior a 11,2 mg/dL
secundaria a aumento del remodelado óseo.
• Pacientes inmovilizados
Miscelánea
Litio
Interfiere con la señalización del receptor de calcio, por lo que en caso de litemias elevadas, se
necesitan concentraciones más altas de calcio para inhibir la secreción de PTH.
Tiazidas
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Insuficiencia suprarrenal
Feocromocitoma
Hipercalcemia hipocalciúrica familiar: enfermedad AD por mutación del gen que codifica al
receptor, con pérdida de su función. La menor sensibilidad de las paratiroides al calcio
extracelular condiciona unas concentraciones anormales o discretamente elevadas de PTH en
presencia de hipercalcemia, pero que son suficientes para provocar aumento de la reabsorción
tubular de calcio.
Clínica
La crisis hipercalcemica constituye una emergencia, con valores superiores a 14-15 mg/dL y se
caracteriza por deshidratación, insuficiencia renal y obnulación progresiva. Puede complicarse
con IRA oligúrica, coma y arritmias ventriculares. Se observa con mayor frecuencia en las
neoplasias, pero también puede ocurrir en el curso del hiperparatiroidismo primario o
hipervitaminosis D.
Si es intensa y aguda, puede asociarse a HTA con renina alta. El acortamiento del QT es signo
característico en el ECG, además potencia el efecto del digital (ojo arritmias).
Diagnóstico
Se debe determinar la concentración de proteínas totales y albúmina para asegurarse de que
sea una hipercalcemia verdadera, así como el calcio iónico.
Luego, considerando que más del 90% se deben a hiperparatiroidismo primario o neoplasia, con
la historia clínica y exploración física se obtendrá información importante. En el
hiperparatiroidismo primario suele estar asintomático, exploración física normal, con
hipercalcemia de larga duración, y es raro que los valores sean superiores a 11,5 mg/dL. En las
Jeremías Decicco
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Se deberá indagar sobre el consumo de litio, tiazidas y sobre todo preparados de calcio y
vitamina D. Una historia familiar de hipercalcemia orienta a un hiperparatiroidismo primario con
o sin MEN o una hipercalcemia hipocalciúrica familiar.
Cuando la PTH está adecuadamente inhibida, es decir menos de 20-30 pg/mL, el origen por su
frecuencia puede ser una neoplasia. Cuando no es evidente, se pueden determinar calcitriol y
colecalciferol. En la intoxicación por vitamina D las concentraciones de calcitriol estarán
elevadas. Los valores altos de colecalciferol son propios de enfermedades granulomatosas. En
neoplasias con lesiones osteolíticas y con hipercalcemia humoral maligna, las concentraciones
de ambos son normales o bajas. Valores superiores a 1,5 pmol/L de PTHrP confirman el
diagnóstico de hipercalcemia humoral maligna.
Tratamiento
El objetivo es disminuir la concentración de calcio extracelular actuando a distintos niveles.
Se consigue mediante la expansión del LEC con la infusion de suero salino isotónico. Se comienza
con 200-500 mL/h si la función cardíaca lo permite, para mantener una diuresis de 100-150
mL/h. Una vez normalizada la volemia, se pueden dar diuréticos de asa como furosemida 20-40
mg c/4-6h, para producir aumento de la excreción de sodio y calcio. NO USAR TIAZIDAS. En las
hipercalcemias más graves puede ser necesaria la hemodiálisis con concentración baja de calcio
en el líquido de diálisis.
Se puede dar calcitonina. Su accion se observa en pocas horas, pero su efecto dura 48-72 h. Se
dan dosis de 4-8UI/kg i.m o s.c cada 6-12 horas. Como actúa rápido, se aconseja darla de entrada
en las hipercalcemias graves para dar tiempo a que actúen agentes más potentes.
Jeremías Decicco
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En casos de aumento de vitamina D, los glucocorticoides pueden ser útiles porque disminuyen
la absorción intestinal de calcio y la producción de calcitriol, y aumentan discretamente la
calciuria. Comienzan a actuar a los 2-5 días, y se puede empezar con 1mg/kg de peso y día de
prednisona.
Hipocalcemia
Se define como un descenso de la concentración de calcio total por debajo de 8,5 mg/dL en
ausencia de hipoalbuminemia o de concentración de calcio iónico inferior a 1,05 mmol/L.
Etiología
Puede aparecer como consecuencia de la salida de calcio del compartimiento sanguíneo o por
disminución del aporte de calcio desde el intestino o el hueso.
Hiperfosforemia
Se forman complejos fosfocálcicos que se depositan en los tejidos blandos, para dar lugar a
hipocalcemia. La pancreatitis produce un fenómeno de saponificación del calcio en la cavidad
abdominal y la respuesta de las paratiroides a la hipocalcemia es inadecuada.
Metástasis osteoblásticas
Puede deberse a:
Jeremías Decicco
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La hipocalcemia que se genera estimula normalmente a la PTH, por lo que es característica una
elevación de sus concentraciones.
Fármacos
Clínica
La manifestación más característica es la tetania producida por un aumento de la irritabilidad
neuromuscular. Comienza con parestesias circumorales (alrededor de la boca) y acras para
seguir con espamos musculares que terminan en el espasmo carpopedal (calambres musculares
intensos y dolorosos en manos y pies).
La tetania latente se puede poner de manifiesto con un ligero estímulo de la zona del nervio
facial anterior al pabellón auditivo para producir una contracción de los músculos faciales y se
conoce como signo de Chvostek, o mediante el inflado de un manguito de presión por encima
del límite de la PAS durante tres minutos para producir espasmo carpal y se conoce como signo
de Trousseau.
Diagnóstico
Se debe confirmar la presencia de hipocalcemia verdadera mediante la corrección de las
concentraciones de calcio por albúmina y calcio iónico. Se debe considerar que, en la alcalosis,
hay un descenso del calcio iónico con calcemia total normal debido a un aumento de su unión a
la albúmina.
%RTP = (1- ([ Up x Pcr/ Ucr x Pp]) x 100). Donde Up y Ucr son las concentraciones de fósforo y
cretinina, respectivamente, en orina. Pcr y Pp lo son de plasma.
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Un déficit de vitamina D se refleja con un fósforo normal a bajo, %RTP disminuido inferior al 85%
y PTH elevada, teniendo que determinar vitamina D para confirmar.
Tratamiento
Luego infundir 1-2 mg/kg de peso y hora de calcio con monitorización de la calcemia cada 6
horas. Evitar infusiones i.v de más de 200 mg por 100mL de solvente. Si se sospecha que la
hipocalcemia será duradera, se debe dar en cuanto sea posible tratamiento oral con calcio y
vitamina D.
Hiperfosforemia
Introducción
Los valores normales de fósforo son de 2,5-4,5 mg/dL. Las concentraciones de fósforo están
condicionadas primariamente por la capacidad del riñón para excretar el fósforo de la dieta.
Mínimas elevaciones de la fosforemia tras la ingesta condicionan una inhibición del cotransporte
sodio-fósforo en el túbulo proximal y escape de este. Las pseudo hiperfosfatemias son
producidas por hiperglobulinemias como mieloma o gammapatías monoclonales, hiperlipemia,
hemólisis e hiperbilirrubinemia.
Etiología
Disminución de la excreción renal de fósforo
La causa más frecuente es la IRA o IRC. En la crónica, la retención de fósforo comienza en etapas
precoces, compensada inicialmente por el aumento del FGF-23 y posteriormente también de la
PTH, por lo que no suele manifestarse hasta filtrados menores a 30 mL/min. En el
hipoparatiroidismo y pseudo hipoparatiroidismo la reabsorción tubular de fósforo está
aumentada y el calcitriol disminuido, a diferencia de la calcinosis tumoral, que se manifiesta con
reabsorción tubular de fósforo y el calcitriol aumentados, y se acompaña de calificaciones de
partes blandas.
Suele producirse por la administración i.v, oral o rectal de sales de fósforo. Especial cuidado en
pacientes con insuficiencia renal previa.
Jeremías Decicco
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Clínica
Cuando la elevación es rápida, se produce un descenso de la calcemia. Cuando la elevación es
más lenta, la calcemia apenas se modifica. Entonces, cursará con la clínica de una hipocalcemia
(frecuentemente asociados). Además, facilitará las calcificaciones vasculares, de válvulas
cardíacas y de partes blandas.
Tratamiento
Si la función renal es normal, o solo apenas deteriorada, la aguda se trata forzando la diuresis
con suero salino isotónico. La acetazolamida puede favorecer la excreción urinaria de fósforo.
La crónica, así como en la insuficiencia renal, se trata con la restricción de la dieta y captores
orales de fósforo.
Hipofosforemia
Introducción
Se define como una concentración de fósforo sérico inferior a 2,5 mg/dL.
Etiología
Redistribucion del fósforo extracelular
Clínica
Jeremías Decicco
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Puede haber disminución del gasto cardíaco y dar insuficiencia cardíaca congestiva, así como
fracaso respiratorio por afección muscular, en general con valores menores a 1 mg/dL. En el
músculo es frecuente la miopatía proximal e incluso la rabdomiólisis en casos graves. Puede
haber hemólisis con valores inferiores a 0,5 mg/dL.
Tratamiento
Cuando la fosforemia es superior a 2 mg/dL no suele ser necesario el tratamiento con
suplementos, con lo que debe solo corregirse el trastorno de base. Con cifras inferiores se debe
intentar suplemento oral 1 a 2 g/día de fosforo elemental. También se puede aumentar la
ingesta de productos lácteos porque cada litro de leche tiene aproximadamente 1 g de fósforo.
Si no se puede usar la v.o se recurre a la i.v. El tratamiento profiláctico solo está indicado en la
nutrición parenteral.
Hipermagnesemia
Introducción
Se define como una concentración plasmática de magnesio superior a 2,5 mg/dL.
Etiología
Es excepcional y suele deberse a una excesiva ingesta. La mayoría se encuentran en pacientes
con insuficiencia renal, que reciben antiácidos, laxantes o enemas que contengan magnesio. En
el tratamiento de la preeclampsia y eclampsia con sulfato de magnesio puede darse de manera
transitoria. Los enemas con magnesio también pueden causarla. La hipercalcemia hipocalciúrica
familiar, síndrome de lisis tumoral, cetoacidosis diabética, insuficiencia suprarrenal y
tratamiento con litio son también causa de hipermagnesemia moderada.
Clínica
Inhibe la liberación presináptica de acetilcolina, con lo que bloquea la transmisión
neuromuscular y deprime el sistema de conducción cardíaco. Con valores superiores a 4 mg/dL
aparecen debilidad y parálisis muscular, cuadriplejia e insuficiencia ventilatoria, junto a
bradiarritmias, que pueden llevar al paro. Además, tiene un efecto vasodilatador periférico y
altas concentraciones pueden dar hipotensión.
Tratamiento
Si es acusada y con síntomas musculares y/o cardíacos, se debe tratar de inmediato con
gluconato cálcico ya que actúa como antagonista del magnesio en los tejidos periféricos de
manera transitoria. En pacientes con insuficiencia renal, la hemodiálisis con un líquido sin
magnesio es también eficaz. En la crónica y asintomática no suele requerir tratamiento.
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Hipomagnesemia
Introducción
Se define como una disminución por debajo de 1,5 mg/dL.
Etiología
• Disminución de la ingesta: inanición, alcoholismo, nutrición parenteral.
• Pérdidas intestinales: diarreas y/o vómitos.
• Redistribución del extracelular al intracelular: pancreatitis, ya que saponifica el
magnesio en la grasa necrótica. Polintransfusiones por efecto ligante del citrato.
Síndrome del hueso hambriento por paratiroidectomía, por su depósito en hueso.
• Pérdidas renales: inhibición de la reabsorción pasiva de magnesio secundaria a la del
sodio o por defecto tubular primario.
Clínica
En la mayoría no da síntomas. Cuando es grave, se facilita la liberación de acetilcolina en la placa
motora y se produce un cuadro de excitación neuromuscular con fasciculaciones, mioclonías,
signos de Chvostek y Trousseau positivos o incluso tetania. Favorece la aparición de arritmias
graves ventriculares y supraventriculares, prolonga el PR y QT. Puede dar encefalopatía
metabólica con desorientación, convulsiones y obnulación. Puede dar hipopotasemia.
Tratamiento
Debe corregirse el trastorno de base. La via de administración de los suplementos depende de
la gravedad del cuadro. En los asintomáticos suelen ser suficientes aportes v.o de cloruro o
lactato de magnesio. Los pacientes con tetania o hipocalcemia asociada, y los que tienen
hipomagnesemia e hipocalemia con arritmias ventriculares, deben recibir sulfato de magnesio
i.v.
Así, para el sistema tampón bicarbonato el pH dependerá del cociente entre la concentración
de bicarbonato y dióxido de carbono disuelto, el cual tiende a mantenerse constante y en
condiciones normales, con una presión parcial de CO2 de 40mmHg y un bicarbonato de 24
mEq/L es de 20:1. Así, el pH normal es:
(𝐻𝐶𝑂3− ) 24
pH= 𝑝𝐾 + log 𝐻2𝐶𝑂3
= 6,1 + log 0,03𝑥40 = 6,1 + log 20 = 7,4
Los protones se difunden con mucha rapidez a través de la membrana celular, y dos terceras
partes de la sobrecarga de ácido o de base en un momento dado difunden al espacio intracelular
Jeremías Decicco
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y son neutralizados por los tampones intracelulares, de los cuales los más importantes son las
proteínas, los fosfatos orgánicos y el carbonato óseo.
El aparato respiratorio controla los niveles de pCO2. La fuente más importante de producción
endógena de ácidos volátiles proviene de la combustión de glucosa y ácidos grasos en CO2 y
agua. Este CO2 es transportado por los hematíes donde, por acción de la anhidrasa carbónica,
se convierte en ácido carbónico. Los protones así formados son tamponados por la hemoglobina
con salida de bicarbonato e intercambio con cloro. Cuando la sangre circula por los capilares
pulmonares entra bicarbonato en el glóbulo rojo con la consiguiente salida de cloro, que se
combina con el protón para dar ácido carbónico, que a su vez se disocia en CO2 y agua. Este CO2
es el que difunde por la membrana del eritrocito y del alveolo.
La principal fuente de ácidos no volátiles proviene del metabolismo proteico que produce ácido
sulfúrico y ácido clorhídrico. Otras fuentes son la combustión incompleta de hidratos de carbono
y grasas con la liberación de ácido láctico y cetoácidos, el metabolismo de nucleoproteínas que
producen ácido úrico y el metabolismo de compuestos de fósforo orgánico con liberación de
protones y fosfato inorgánicos. El riñón es quien se encarga de eliminar los hidrogeniones y
mantener constante la concentración de bicarbonato en plasma, mediante la reabsorción del
bicarbonato filtrado y la regeneración de bicarbonato gastado por cada hidrogenión
incorporado. De los hidrogeniones que se secretan en orina, una tercera parte se combina con
fosfato disódico para formar fosfato monosódico lo que se llama acidez titulable. Dos terceras
partes se unen al amoníaco formado a partir de aminoácidos, especialmente glutamina, en
segmentos más proximales, para formar amonio, que se excreta en forma de cloruro amónico y
se conoce como amoniogénesis, para formar bicarbonato sódico de novo. Así, la excreción de
hidrogeniones y la regeneración distal de bicarbonato se acompaña de reabsorción de sodio por
lo que todo lo que favorezca la reabsorción de sodio en el segmento distal aumenta la excreción
ácida por la orina.
• El pH
• La concentración plasmática de bicarbonato
• La pCO2
• El anión gap
Cuando las anomalías se inician con cambios en la pCO2 los trastornos serán respiratorios:
acidosis respiratoria y/o alcalosis respiratoria.
Entonces, cualquier variación de uno de los componentes del equilibrio, determinará una
variación en el mismo sentido del otro con el fin de intentar mantener constante el cociente
bicarbonato/pCO2 y amortiguar la alteración primaria del pH. Esto determina que ante una
acidosis metabólica el organismo se defienda con un descenso de la pCO2 mediante una
hiperventilación, y en la alcalosis metabólica se defienda con un aumento de la misma, mediante
la hipoventilación.
Jeremías Decicco
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El valor normal es entre 6 y 12. Este cálculo nos sirve para discernir si una acidosis metabólica
es debida a la incorporación de un ácido nuevo o a la pérdida de bicarbonato.
El hiato aniónico disminuido puede observarse cuando aumentan los cationes (NO el sodio)
como potasio, calcio, magnesio, litio, gammaglobulinas o bien cuando descienden los aniones,
como en una hipoalbuminemia.
Un aumento del anión gap se ve en casos de incremento de aniones (NO cloro y/o bicarbonato)
que ocurre en:
Cuando existen trastornos mixtos, es decir una acidosis metabólica y respiratoria, o una acidosis
y una alcalosis metabólicas, se acompañan de una discrepancia entre el aumento del anión gap
y el descenso de bicarbonato (normalmente si el anión gap está aumentado, el bicarbonato no
debería estar bajo) cuyo cociente será aproximadamente:
Acidosis metabólica
Se caracteriza por un descenso del pH, de la concentración plasmática de bicarbonato y de la
pCO2. El descenso de la pCO2 corresponde al estímulo del centro respiratorio debido a la
acidemia.
Los sensores que intervienen en este estímulo son quimiorreceptores centrales. La BHE es
permeable al CO2, pero en la acidosis metabólica el pH arterial y la concentración de
bicarbonato descienden más rápidamente que el pH del LCR por lo que en una acidosis
metabólica aguda deben transcurrir 6-12 horas para obtener la máxima compensación
respiratoria.
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Si la disminución de la pCO2 fuera inferior, habiendo valores más altos de los esperados, se
deberá asumir que existe una acidosis respiratoria concomitante, como en un paciente con
edema pulmonar grave que desarrolla una acidosis metabólica láctica por hipoxemia y una
respiratoria a la vez por no poder lavar apropiadamente el CO2.
Si la pCO2 es inferior a la calculada, habrá una acidosis metabólica asociada a una alcalosis
respiratoria, como en una intoxicación por aspirina, enfermedad hepática grave o sepsis por
Gram negativos.
Etiopatogenia
Se produce por dos mecanismos básicos:
Cetoacidosis alcohólica: suele ocurrir en alcohólicos crónicos con una historia reciente de
ingesta elevada de alcohol, escasa ingesta alimentaria y vómitos recurrentes. El cuadro se
acompaña con frecuencia de alcalosis metabólica por vómitos repetidos y de alcalosis
respiratoria, debido al síndrome de abstinencia o a una neumonía por aspiración y además suele
haber signos de deshidratación.
Acidosis láctica: por acumulación de ácido láctico en sangre como resultado de aumento en su
síntesis, defecto de su metabolismo o ambos, debido a una alteración en la respiración celular.
En condiciones anaeróbicas se acumula el piruvato por una producción aumentada y utilización
disminuida, que hace que vaya por la vía de la LDH con la consecuente formación de este último
y descenso del pH intracelular. La causa más frecuente es la hipoxia tisular en los estados de
shock, y además la acidemia deprime la contractilidad miocárdica y la respuesta a las
catecolaminas con lo que disminuye el gasto cardíaco, agravando la hipoperfusión tisular.
También puede producirse sin hipoxia tisular, como en el caso de la ingesta de etanol en un
paciente con insuficiencia hepática y deshidratación. Una alcalosis respiratoria también produce
acidosis láctica. También puede aparecer como complicación de la diabetes ante una deficiencia
de insulina que estimula la actividad de la PDH.
Insuficiencia renal: tanto aguda como crónica, es la causa más frecuente de acidosis metabólica
y se debe a una acumulación por falta de excreción de sulfatos y fosfatos. En la insuficiencia
renal crónica, el defecto principal es el descenso en la capacidad de excretar amonio, a pesar de
haber un aumento adaptativo en su producción renal en las nefronas viables.
Jeremías Decicco
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Las pérdidas de bicarbonato por el tubo digestivo, como en las diarreas, malabsorción, drenaje
de flujos pancreáticos o biliares, causan acidosis metabólica hiperclorémica, debido a que el
riñón sano reabsorbe cloro para compensar tanto el volumen como la composición de estos
líquidos ricos en bicarbonato (o sea la electroneutralidad). Con las diarreas también se pierde
potasio, por lo que frecuentemente se asocian a hipopotasemias.
Las alteraciones del túbulo renal ocasionan acidosis metabólica. La administración de sustancias
ácidas como cloruro amónico, clorohidrato de arginina, lisina, etc, que al metabolizarse forman
ácido clorhídrico, la alimentación parenteral con exceso de aminoácidos catiónicos o la
administración rápida de una solución salina también pueden provocar acidosis metabólica
hiperclorémica.
Clínica
La clínica suele ser escasa. Produce alteraciones en la respiración, la contractilidad miocárdica y
el SNC más profundas cuanto más intenso y agudo el trastorno. En el agudo la hiperventilación
puede ser muy intensa (de Kussmaul). Si es muy acusada se añade sintomatología inespecífica
de debilidad muscular, anorexia, vómitos, deterioro del estado mental, cefalea, confusión,
estupor y coma. Hay tendencia a la hipotensión por el descenso de la contractilidad, taquicardia
y predisposición a arritmias ventriculares. Predispone al desarrollo de edema pulmonar con
mínima sobrecarga hidrosalina debida a un descenso en la capacitancia del lecho vascular
pulmonar. La acidosis aguda desplaza la curva de disociación de la oxihemoglobina hacia la
derecha, con lo que se permite la oxigencacion de tejidos pobremente perfundidos. Afecta a la
función linfocitaria y leucocitaria, estimula la producción de interleuquinas y produce resistencia
hormonal a catecolaminas e insulina. En lo crónico suele asociarse a osteoporosis, aumento de
la síntesis de beta2- microglobulina, acelera la progresión de la insuficiencia renal, disminuye la
síntesis de albúmina y retarda el crecimiento en niños.
Diagnóstico
Laboratorio
En caso de una cetoacidosis diabética, se pueden medir ácido acético e hidroxibutírico en suero
y/u orina, en esta última se confirma con una reacción al nitroprusiato positiva.
La acidosis láctica se sospecha ante un aumento de anión gap con descenso del bicarbonato,
aunque puede no siempre ser así, y se confirma con la determinación de lactato en plasma.
También suele acompañarse de hiperfosfatemia e hiperuricemia, por salida de fósforo
intracelular y déficit de excreción renal, respectivamente.
Jeremías Decicco
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Tratamiento
Consiste en tratar la enfermedad de base, en lo posible, y administrar cantidades adecuadas de
bicarbonato cuando sea necesario.
El cálculo es:
Alcalosis metabólica
Se caracteriza por un aumento del pH, de la concentración plasmática de bicarbonato y de la
pCO2. El incremento de la pCO2 se debe a que el descenso en la concentración de hidrogeniones
deprime el centro respiratorio. Esta hipoventilación compensatoria está limitada por una
eventual hipoxemia arterial.
Para el desarrollo se necesita una causa inicial que generalmente es la pérdida exagerada de
ácidos, y un factor de mantenimiento que evite que se elimine el exceso de bicarbonato por la
orina.
Jeremías Decicco
39
En cuanto al mantenimiento, la reducción del volumen perpetúa la alcalosis porque en este una
gran proporción de sodio plasmático va unida al bicarbonato y la reabsorción del sodio filtrado
conduce a la de bicarbonato, así que toda alcalosis que se acompaña de reducción del volumen
se corregirá con la administración de cloruro sódico. El segundo mecanismo es un
hipermineralcortisolismo puesto que por cada hidrogenión secretado se genera un ion
bicarbonato, y acá no hay déficit de volumen ni de cloro por lo que no responde a la
administración de cloruro sódico. Un tercer mecanismo es el déficit de potasio, que puede
causarla por desplazamiento al intracelular del potasio a la vez que el déficit de este en la
nefrona favorece la secreción de hidrogeniones y así la regeneración de bicarbonato.
Etiopatogenia
Las causas más frecuentes son vómitos y diuréticos. Cuando las pérdidas gástricas y urinarias
superan a la cantidad ingerida, a menudo reducida por los vómitos, se produce una contracción
del volumen extracelular con la consiguiente reabsorción proximal de bicarbonato y
perpetuación de la alcalosis.
Los diuréticos tiazídicos y de asa pueden provocar una importante alcalosis metabólica, a dosis
elevadas, por pérdida de cloruro sódico por la orina. La contracción de volumen y el
hiperaldosteronismo secundario perpetuarán la alcalosis hasta que se restablezca el balance
hidrosalino.
El adenoma velloso puede cursar con alcalosis metabólica por las exageradas pérdidas de cloruro
y potasio.
Jeremías Decicco
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Clínica
En la alcalosis intensa, pH mayor a 7,55, se ven alteraciones del SNC como confusión mental,
estupor, predisposición a convulsiones e hipoventilación importante en pacientes con
insuficiencia renal. Pueden aparecer arritmias cardíacas con prolongación del ST y ondas U. En
las formas agudas es bastante frecuente la asociación con tetania, e irritabilidad neuromuscular
por descenso del calcio iónico, difícilmente observables en la alcalosis metabólica crónica. En las
formas crónicas se acompañan de hipopotasemia, se ve con frecuencia debilidad muscular,
hiporreflexia y descenso de la contractilidad miocárdica.
Diagnóstico
Laboratorio
En las formas con reducción de volumen, el cloro en la orina es inferior a 10mEq/L. En los
hipermineralcortisolismos y en el síndrome de Bartter el cloro en orina es superior a 20 mEq/L
y son resistentes al tratamiento con cloruro sódico.
Tratamiento
En las formas que cursan con reducción del volumen, la administración de cloruro sódico es
suficiente para que el organismo elimine el exceso de bicarbonato por el riñón. Si coexiste una
hipopotasemia es aconsejable añadir cloruro potásico. En las demás causas, la administración
de cloruro sódico es la base del tratamiento.
En el síndrome de Bartter o Gitelman, los antialdosterónicos y los AINE disminuyen las pérdidas
urinarias de potasio.
La hemodiálisis con un líquido de diálisis con contenido bajo en bicarbonato y alto en cloro
puede ser efectiva cuando la función renal está alterada.
Jeremías Decicco
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Acidosis respiratoria
Se caracteriza por un descenso del pH debido a una elevación de la pCO2 y un aumento
compensador de la concentración de bicarbonato en plasma. La producción de CO2 por los
tejidos es muy elevada y su difusión a los hematíes y de estos al alveolo es muy rápida, por lo
cual la acumulación de CO2 es casi siempre sinónimo de hipoventilación alveolar. En la acidosis
respiratoria aguda casi todos los hidrogeniones generados son amortiguados por los tampones
intracelulares, ya que el bicarbonato extracelular no puede tamponar el CO2. Entonces en la
fase aguda se produce un aumento brusco del pH tamponado solamente por la acumulación
intracelular de hidrogeniones sin apenas aumentar la bicarbonatemia. Si la hipercapnia se
mantiene, en el plazo de 12-24 horas empieza a producirse un estímulo de la reabsorción
proximal de bicarbonato y de la secreción de hidrogeniones, con el consiguiente aumento de la
bicarbonatemia.
Etiopatogenia
Una acidosis respiratoria aguda se produce por una depresión súbita del centro respiratorio, por
fatiga de los músculos respiratorios o alteración de la transmisión neuromuscular, por
obstrucción aguda de las vías aéreas, por traumatismo torácico que dificulta la ventilación y por
paro cardiorrespiratorio.
Las causas más frecuentes de acidosis respiratoria crónica son la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica, cifoscoliosis intensa y una obesidad extrema.
Las enfermedades tanto agudas como crónicas que interfieren en el intercambio alveolar de gas
(fibrosis pulmonar, edema pulmonar, neumonía) normalmente causan hipocapnia más que
hipercapnia, debido a que la hipoxia asociada estimula la ventilación y el CO2 es mucho más
difusible que el oxígeno.
Clínica
Depende de la concentración de pCO2, de la rapidez de instauración y de si existe hipoxemia
acompañante. La acidosis respiratoria aguda puede producir ansiedad, somnolencia, confusión,
alucinaciones, psicosis y coma cuando las concentraciones de pCO2 superan los 70 mmHg.
Puede observarse trastorno del sueño, pérdida de la memoria, cambios en la personalidad,
mioclonías y asterixis. Debido a las propiedades vasodilatadoras del CO2 pueden aparecer
ingurgitación y dilatación de los vasos de la retina, así como edema de papila.
Diagnóstico
Laboratorio
Muestra en las formas agudas una acidemia con elevación de la pCO2, sin apenas incrementos
de la bicarbonatemia. En la acidosis respiratoria crónica, los decrementos del pH se acompañan
de incrementos significativos del bicarbonato en plasma.
Jeremías Decicco
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Tratamiento
De la forma aguda debe dirigirse a la enfermedad causal. La ventilación mecánica es necesaria
en las formas graves o acompañadas de hipoxemia. La ventilación asistida ante una hipercapnia
crónica está indicada solo si existe un aumento agudo de la pCO2, teniendo en cuenta que la
oxigenoterapia puede disminuir o anular el estímulo respiratorio en tales pacientes.
Alcalosis respiratoria
Se caracteriza por un aumento del pH debido a una disminución de la pCO2 como consecuencia
de una hiperventilación. Al descender la concentración de hidrogeniones se produce como
respuesta inmediata un desplazamiento de estos del espacio intracelular al extracelular, con lo
que desciende el bicarbonato en plasma. Esta acción de los tampones intracelulares se agota en
minutos y resulta ineficaz. En la alcalosis respiratoria aguda, se estimula la glucólisis, por lo que
se incrementa la producción de ácido láctico y pirúvico, que también hacen descender las cifras
de bicarbonato. El descenso de la pCO2 inhibe la reabsorción y regeneración tubular de
bicarbonato.
Etiopatogenia
La hiperventilación aguda con frecuencia se debe a una crisis acusada de ansiedad, aunque
también puede originarse por enfermedades graves como una sepsis por Gram negativos,
embolia pulmonar, neumonía o insuficiencia cardíaca congestiva. Otras causas son fiebre,
intoxicación por salicilatos y enfermedades que afectan directamente el centro respiratorio. La
alcalosis crónica es menos frecuente y suele deberse a enfermedades crónicas hepáticas o
pulmonares o a neoplasias del SNC.
Clínica
La hipocapnia aguda, en parte como consecuencia del descenso del calcio del LEC, produce
irritabilidad neuromuscular, parestesias peribucales y, en partes acras, calambres musculares,
en casos muy graves tetania. Se produce una vasoconstricción cerebral, por descenso de la
pCO2, que puede provocar vértigos, confusión mental y convulsiones.
Diagnóstico
Laboratorio
Tratamiento
Se debe tratar la enfermedad subyacente. La hiperventilación por crisis de ansiedad acostumbra
a ceder si se hace respirar al paciente en un ambiente rico en CO2 como una mascarilla de
ventimask con orificios tapados, aunque, si fracasa, está indicada la sedación.
Jeremías Decicco
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Síndrome nefrótico
Introducción
Es patognomónico de enfermedad glomerular. Es una consecuencia clínica del aumento de la
permeabilidad del glomérulo, que se traduce en proteinuria masiva e hipoalbuminemia y que se
acompaña en forma variable de edema, hiperlipemia y lipiduria. La proteinuria de rango
nefrótico es aquella superior a 3,5 g/24h por 1,73m2 en adultos o 40mg/h por m2 en niños.
Representa en la mayoría de los casos un factor de mal pronóstico en la evolución de la lesión
renal.
Etiología
Cualquier enfermedad glomerular, primaria o secundaria, puede cursar con síndrome nefrótico.
En niños la causa más frecuente es la nefropatía de cambios mínimos. En adultos una lesión
glomerular secundaria, la nefropatía diabética.
Fisiopatología
Radica en la alteración de la barrera de filtración glomerular, que condiciona la pérdida de
proteínas por la orina y, consecuentemente, hipoalbuminemia y el resto de las alteraciones.
Jeremías Decicco
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Proteinuria
Hipoproteinemia
Edema
Es el signo clínico más llamativo y suele ser el motivo de consulta, especialmente en niños. Son
edemas blandos, fóvea positivos, que se localizan en las zonas declives como pies y sacro, donde
la presión tisular es leve como la región periorbitaria. Si la hipoalbuminemia es grave puede
aparecer ascitis y derrame pleural. Hay dos mecanismos conocidos:
Hiperlipemia
Se caracteriza por incrementos de la LDL, VLDL, IDL y la lipoproteína (a). Las HDL no suelen
modificarse. Puede haber lipiduria, con cilindros grasos en el sedimento de orina formados por
diversos lípidos de peso molecular pequeño o medio que se han filtrado por el glomérulo
lesionado.
Los pacientes con síndrome nefrótico prolongado tienen un riesgo cardiovascular muy elevado.
Trombosis
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45
La presentación puede ser aguda sintomática, o más frecuentemente crónica, con poca
sintomatología.
Infecciones
Diagnóstico
Determinación de proteinuria de 24 horas: un valor mayor a 3,5 g/24 h es de rango nefrótico y
puede presentarse sin hipoalbuminemia sin constituir un síndrome nefrótico.
Biopsia renal: tiene indicación en el SN del adulto y niños mayores de 10 años. Puede excptuarse
en pacientes con alta probabilidad de amiloidosis tanto primaria como secundaria o con
diabetes con retinopatía y/o polineuropatía diabéticas.
Solo si tras la evaluación inicial no se descubre la causa del síndrome, estaría indicada la biopsia
renal.
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46
Tratamiento
Edemas
El objetivo no es tanto hacerlos desaparecer por completo, sino reducirlos hasta que sean
tolerables por el paciente. Se logra mediante:
Hipoproteinemia
Las dietas hiperproteicas no se recomiendan, porque inducen una mayor proteinuria que agrava
la lesión glomerular. Si la función renal es normal se recomienda la ingesta de 0,8-1g/kg de peso
y día de proteínas de alto valor biológico. En los niños sí se recomienda una ingesta algo superior
para prevenir alteraciones del crecimiento.
Los IECA y los ARA-II son muy eficaces para disminuir de forma inespecífica la proteinuria, sobre
todo si se restringe la ingesta de sal.
Hiperlipemia
Además de las medidas higiénico-dietéticas, suele ser necesario asociar estatinas para conseguir
un colesterol LDL inferior a 100 mg/dL. La asociación de ezetimibe con estatinas ha demostrado
ser eficaz para disminuir la morbilidad cardiovascular en pacientes con enfermedad renal
crónica.
Infecciones
Deben tratarse de forma precoz y agresiva. Se aconseja la vacunación contra el VZV y contra el
nuemococo.
Trombosis
Jeremías Decicco
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Etiología
Insuficiencia renal aguda prerrenal
Se produce como respuesta fisiológica apropiada del riñón ante una reducción de la presión de
perfusión. Puede resultar como consecuencia de cualquier trastorno que comporte una
hipovolemia verdadera y/o una reducción en el volumen arterial efectivo, como sucede en
situaciones de bajo gasto cardíaco, vasodilatación sistémica, vasoconstricción intrarrenal.
Se caracteriza por la recuperación rápida, inmediata y sin secuela de la función renal cuando se
normaliza la perfusión renal, siempre que la isquemia no haya producido daño tisular en los
riñones. Si es grave o prolongada puede inducir NTA isquémica.
La necrosis tubular aguda (NTA) representa el 75-80% de los casos de IRA intrínseca. La
prevalencia de NTA isquémica es algo superior a la tóxica. La NTA isquémica es la manifestación
de una hipoperfusión renal grave o prolongada, a menudo en combinación con otras agresiones
al riñón. La forma más grave de hipoperfusión renal es la necrosis cortical, que suele
manifestarse como IRA anúrica y, a menudo, irreversible.
Jeremías Decicco
48
La NTA isquémica se observa más que nada en pacientes sometidos a cirugía mayor,
traumatismos, hipovolemia grave, sepsis y quemaduras. Los factores de riesgo para desarrollarla
son:
La NTA tóxica se puede producir tanto por toxinas endógenas como exógenas que inducen IRA
mediante una combinación de vasoconstricción renal, lesión tubular directa y obstrucción
intratubular. Dentro de las exógenas están los fármacos como aminoglucósidos, anfotericina B,
aciclovir, indinavir, cidofovir, pentamidina y foscarnet, así como antineoplásicos como cisplatino
e isofosfamida. El etilenglicol puede producir IRA principalmente por obstrucción tubular
mediada por cristales de oxalato. Dentro de las endógenas están la mioglobina, la hemoglobina,
el ácido úrico y las cadenas ligeras de inmunoglobulinas.
En las fases iniciales de la obstrucción se mantiene la tasa de FG, lo que conduce a un aumento
de la presión intraluminal en la parte proximal de la obstrucción y, finalmente, a una dilatación
de la vía urinaria que alcanza los cálices renales con lo que la filtración acaba por cesar. Además,
la obstrucción urinaria termina por producir VC renal, lo que limita aún más la tasa de FG.
Fisiopatología
La patogenia se atribuye a una serie de procesos interrelacionados que incluyen un tono
vasomotor aumentado con reducción del flujo sanguíneo renal, lesión del epitelio tubular con
necrosis y apoptosis frecuente y desprendimiento de las células tubulares de la membrana basal
que conduce a obstrucción de la luz tubular más distal por cilindros compuestos por células
tubulares desprendidas, restos necróticos ensamblados todos en proteína de Tamm-Horsfall,
retrodifusión del FG desde la luz tubular a los vasos por la pérdida de la barrera epitelial y, en la
reperfusión, inflamación y lesión de estrés oxidativo mediado por la infiltración de leucocitos.
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Clínica y diagnóstico
Las manifestaciones clínicas son las de sus complicaciones: síndrome urémico, hipervolemia,
alteraciones hidroeléctricas. Podemos ver:
Oligoanuria: depende del descenso del FG, y suele ser menor a 500 ml/24h.
Sobrehidratación: por exceso del agua corporal, se expresa con edemas fóvea positivos,
sobrecarga cardíaca con estertores crepitantes a nivel pulmonar, ingurgitación yugular, tercer
ruido, hipertensión arterial, ascitis, hepatomegalia, ortopnea y disnea.
Anemia: por déficit en la síntesis de EPO que aparece a la semana de producida la IRA.
Debe examinarse el estado del volumen del LEC. Entre las situaciones de reducción del volumen
efectivo circulante con aumento del LEC se incluyen la hepatopatía crónica, la cadiopatía y el
síndrome nefrótico. Examinar la piel en busca de rash (nefritis intersticial), livedo reticularis
(ateroembolia), púrpura (vasculitis, microangiopatías), ojos buscando alteraciones en la uvea,
fondo de ojo, etc.
En las IRA prerrenales la diuresis suele estar disminuida excepto si la causa es de depleción de
origen renal como en la diuresis osmótica, diabetes insípida, insuficiencia adrenal. En las IRA
obstructivas suele estar mantenida excepto si la obstrucción es total y puede haber poliuria en
las incompletas por defecto tubular en la capacidad de concentración de la orina. En las IRA
instrínsecas suele estar mantenida y suele haber oliguria o anuria en las glomerulonefritis
rápidamente progresivas, la nefritis intersticial aguda y la oclusión de grandes vasos renales.
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Laboratorio
Imágenes
Biopsia
No suele ser necesaria en caso de NTA. Es muy útil en aquellos casos en los que la clínica y las
exploraciones complementarias sugieran una causa con potencial tratamiento específico, como
en las GNRP, la nefritis intersticial alérgica, la IRA asociada a mieloma, las microangiopatías
trombóticas y el rechazo agudo de injerto. También se debe indicar en caso de que la etiología
no quede clara y la clínica sugiera una causa diferente a la NTA. Se puede indicar en casos de
sospecha de NTA y sin recuperación de la función renal a las 3-4 semanas.
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Complicaciones
Hipervolemia: frecuente y mortal si se presenta en forma de edema agudo de pulmón.
Clínica de uremia: anorexia, náuseas y vómitos, íleo; letargia, confusión, estupor, coma,
agitación, psicosis, asterixis, mioclonías, hiperreflexia, piernas inquietas y convusliones;
pericarditis con posible derrame y taponamiento, hipertensión; diátesis hemorrágica urémica.
Tratamiento
Etiológico
Específico
De las complicaciones
Una vez conseguida la euvolemia, deben restringirse las entradas de manera que sean iguales o
como máximo 400 mL superiores a las pérdidas. La sobrecarga hídrica constituye la única
indicación sólida para el empleo de diuréticos de asa para restablecer o incrementar la diuresis.
En la acidosis metabólica no es necesaria la administración de bicarbonato a no ser que sea
inferior a 15 mEq/L o se acompañe de hiperpotasemia. La anemia es frecuente y puede
corregirse con transfusión o agentes eritropoyéticos (más usados).
Tratamiento sustitutivo
Las modalidades continuas son la diálisis peritoneal y las terapias continuas de depuración
extrarrenal. La diálisis peritoneal tiene la ventaja de su bajo costo y utilización de pocos recursos.
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La GNRP también puede estar causada no solo por GN extracapilar, sino también por SUH,
microangiopatía trombótica y enfermedad renal ateroembólica.
Causa IRA, pero puede presentarse como IRRP dado que desarrolla una rápida progresión que,
librada a su evolución natural, sin tratamiento, produce secuelas irreversibles con lesiones
histológicas tubulointersticiales diversas, aunque en menor medida que la GNRP. Se presenta
con fiebre, rash y artralgias. La orina se ve con eosinófilos, leucocitos y proteinuria no nefrótica.
Lesiones vasculares
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Fisiopatología
La pérdida de las nefronas resulta en:
Esto consiste en que las nefronas no dañadas por la lesión inicial se vuelven hiperfuncionantes,
lo que compensa parcialmente la disminución del FG de las que se han perdido. Así permite
mantener un balance hidroeléctrico aceptable hasta fases avanzadas, pero lo hace a expensas
de inducir una glomeruloesclerosis lo que contribuye a aumentar el daño en las nefronas
remanentes. Cuando el número de nefronas funcionantes alcanza un nivel crítico, los
mecanismos se vuelven insuficientes y aparecen las alteraciones bioquímicas y clínicas típicas
del síndrome urémico.
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➢ Proteinuria: por efecto tóxico sobre las células y matriz mesangiales, y células tubulares,
e inducción de citoquinas proinflamatorias.
➢ HTA: favorece la progresión al aumentar la presión capilar glomerular y así los
fenómenos de hiperfiltración y glomeruloesclerosis. Las alteraciones vasculares propias
de la HTA como la hiperplasia y la hialinosis arteriolar, causan una disminución del FPR
y del FG, tanto más acusado cuanto mayor la PA.
➢ Lesiones tubulointersticiales: la dilatación tubular y la fibrosis intersticial ocurren en casi
todos los casos de ERC.
➢ Hiperlipemia: contribuyen al activar la proliferación de células mesangiales ya que
tienen receptores para LDL, fibronectina, factores quimiotácticos de macrófagos y
especies reactivas de oxígeno.
➢ Tabaquismo
➢ Factores genéticos: polimorfismos en el gen de la apoE se asocian a mayor riesgo de
ateroesclerosis y progresión de la ERC.
Excreción de potasio
Excreción de hidrogeniones
Hay una tendencia a retener ácido úrico y magnesio por disminución en la capacidad de
excretarlos.
Es anormal, y genera alteraciones óseas que se conocen como osteodistrofia renal. Conforme
progresa la ERC, la excreción de fosfato disminuye, lo que estimula la producción de FGF-23 por
los osteocitos, el cual inhibe al cotransportador sodio/fósforo del túbulo proximal con el
resultado de un aumento en la excreción de fosfato. El FGF además inhibe la 1- hidroxilasa, lo
que reduce la producción de vitamina D activa y consecuentemente la inhibición que esta
produce sobre la PTH. Entonces, esto culmina en un aumento de la síntesis de PTH,
hiperparatiroidismo secundario, lo que contribuye a la fosfaturia al disminuir la reabsorción de
Jeremías Decicco
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fosfato en el túbulo proximal. En fases más avanzadas, las respuestas fosfatúricas no compensan
la retención de fosfato, lo que lleva a hiperfosfatemia. Las concentraciones séricas de calcio y
vitamina D tienden a disminuir, lo que constituye un estímulo adicional para la síntesis de PTH.
La hipocalcemia se debe a la precipitación de calcio junto con el fosfato y a la disminución de la
producción de vitamina D activa por la reducción del número de nefronas funcionantes y por
efecto directo de la sobrecarga de fosfato en el túbulo proximal.
Las toxinas urémicas son aquellas sustancias que contribuyen a la disfunción generalizada de los
órganos y sistemas que se observa en el síndrome urémico. Los niveles de urea séricos se
correlacionan solo de forma inconsistente con los síntomas de uremia. Las toxinas propuestas
son la urea, guanidinas, PTH y beta2-microglobulina.
Las guanidinas inhiben la producción de superóxido por los neutrófilos y la respuesta de los
natural killer, inhiben competitivamente a la NO sintetasa, todo esto genera vasoconstricción,
hipertensión, disfunción del sistema inmunitario y alteraciones neurológicas.
Clínica
Manifestaciones cutáneas
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Manifestaciones cardiovasculares
Manifestaciones pulmonares
Manifestaciones neurológicas
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Manifestaciones digestivas
Manifestaciones hematoinmunológicas
➢ Anemia por producción deficiente de EPO, que suele ser temprana. Deficiencia de hierro
por sangrado, menor respuesta de la serie roja a la EPO y ciertas deficiencias vitamínicas.
Es de tipo normocítica normocrómica e hipoproliferativa.
➢ Alteración en la capacidad de fagocitosis de los leucocitos
➢ Disfunción plaquetaria que se manifiesta con hemorragias cutáneas. La hemorragia
espontánea de órganos internos es rara, por lo que en pacientes con por ejemplo,
hemorragias digestivas, deben buscarse causas como úlcera péptica.
➢ Manifestaciones óseas
➢ Alteraciones bioquímicas en los niveles de calcio, fosfato, PTH y metabolismo de
vitamina D
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Diagnóstico
Se realiza mediante la demostración de indicadores de lesión renal y/o una disminución
persistente e irreversible de la tasa de FG, por ejemplo, a través de la elevación de los niveles de
creatinina séricos. Se debe tratar de identificar la causa a través de la historia clínica, exploración
física y estudios simples de laboratorio e imagen. Es importante:
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Tratamiento
Inicialmente es conservador con dieta y fármacos, y en fases avanzadas sustitutivo con diálsis o
trasplante renal. El tratamiento conservador tiene como objetivos:
Los IECA son los antihipertensivos de elección, porque disminuyen la hipertensión capilar
glomerular al reducir la PA sistémica y por la vasodilatación preferencial de la AEF. Los ARA-II
son igual de efectivos, con menos efectos adversos como tos e hiperkalemia, pero más costoso.
NO combinarlos.
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60
Se recomienda reducir la ingesta proteica a 0,8 g/kg de peso y días en pacientes con estadíos 4-
5. Evitar tabaquismo, sobrepeso y obesidad y llevar una dieta baja en sodio.
Las alteraciones del metabolismo hidroeléctrico y ácido-base se debe tratar con correcciones en
la dieta. Restringir el sodio a 2g/día, se puede forzar la natriuresis con furosemida. La
hiponatremia se previene con ingestas moderadas de agua 1,5L/día. Restringir el potasio a 40-
70 mEq/día en fases avanzadas. Evitar fuentes exógenas de potasio como tranfusiones de sangre
o los sustitutos de la sal.
El prurito grave se trata con control adecuado del metabolismo fosfocálcico, corregir la anemia
con EPO, y sintomático con antihistamínicos H1 y pomadas analgésicas locales.
La anemia responde al tratamiento inicialmente con hierro v.o o i.v, que se le pueden añadir
agentes estimulantes de la eritropoyesis de acción corta como EPO alfa y beta, o de acción larga
como la darbepoyetina y el activador continuo del receptor de la EPO.
• Corregir la anemia de forma aguda con tranfusiones o de forma crónica con EPO
• Administrar desmopresina o infundir crioprecipitados cuando se requiere una
corrección rápida de la función plaquetaria.
• Administrar estrógenos conjugados para una corrección a más largo plazo
• Reducir la azoemia con hemodiálisis o diálisis peritoneal si está indicado.
La pericarditis es una indicación absoluta para iniciar diálisis, a veces pueden ser necesarios los
AINEs y GC para disminuir el dolor e inflamación por periodos cortos.
La encefalopatía urémica es otra indicación para iniciar diálisis, así como la anorexia, náuseas y
vómitos.
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Glomerulopatías primarias
Introducción
Son enfermedades renales en las que el glomérulo es la única o principal estructura afectada.
Las nefropatías glomerulares primarias se caracterizan porque, con independencia de su
etiología o patogenia, la afección renal es única o predominante y no la consecuencia de una
enfermedad generalizada o sistémica que afecta a diferentes órganos o tejidos.
Para el diagnóstico se requiere realizar una biopsia, la cual está indicada en pacientes con
síndrome nefrótico, excepto en niños en los que se indica la biopsia si el síndrome nefrótico es
resistente a GC o muestra una evolución poco compatible con la de lesiones mínimas, en caso
con deterioro agudo de función renal en los que se sospecha de enfermedad glomerular por la
presencia concomitante de hematuria y/o proteinuria, o en pacientes con síndrome nefrítico.
➢ Dieta hiposódica
➢ Prevención y tatamiento de obesidad
➢ Ejercicio físico programado
➢ Abandono del tabaquismo
➢ Control de la TA con los siguientes objetivos: PA<135/80 mmHg si proteinuria < 1g/día
y PA < 125/75 mmHg si proteinuria > 1g/día.
➢ Control y tratamiento de la hiperlipemia con objetivo de LDL-colesterol < 100mg/dL
➢ Consecución de una proteinuria lo más baja posible con objetivo idóneo < 0,5g/día con
fármacos antiproteinúricos no inmunodepresores durante el seguimiento a largo plazo.
➢ Fármacos antiproteinúricos no inmunodepresores: IECA, ARA-II, andialdosterónicos
como espironolactona y eplerenona, tiazidas, furosemida, paricalcitol, pentoxifilina (los
dos últimos preliminares).
➢ Incremento de dosis de IECA, ARA-II o antialdosterónicos o combinaciones entre ellos
para obtener el objetivo fijado de proteinuria, vigilando las complicaciones de estos.
➢ En pacientes con síndrome nefrótico: dieta estricta sin sal, diuréticos para disminuir
edemas. Administración de albúmina i.v en casos resistentes. Reposo en cama 1-2 veces
al día por espacio de 1-2 h. Si hay riesgo de trombosis (albúmina <1,5-2g/dL, obesidad o
encamamiento obligado) anticoagulación preventiva con hbpm.
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Etiopatogenia
Parece ser el resultado de una actividad anormal de los linfocitos T que liberarían linfocinas y
factores circulantes no identificados. El aumento de la permeabilidad capilar inducido por estos
factores se debe a una modificación de los pies de los podocitos, que lleva a una fusión completa
de los mismos y a una modificación de las cargas aniónicas de la MBG. Esto permite que
proteínas del plasma de bajo peso molecular y con carga negativa, como la albúmina sérica,
atraviesen con mayor facilidad la pared de los capilares glomerulares. Está asociado al linfoma
de Hodgkin y otros, lo que apoya la disfunción de los linfocitos T. Los AINE pueden desencadenar
un síndrome nefrótico por lesiones mínimas.
Anatomía patológica: es normal al MO, lo único anómalo se ve con ME done se observa la fusión
de los pedicelos.
Clínica
Tratamiento
El tratamiento obligado son los GC que inducen una remisión completa en más del 90% de los
niños, y en adultos la respuesta es elevada, pero más lenta. Se usa 1mg/kg de peso y día o
2mg/kg de peso y día en días alternos en adultos y 60mg/m2 en niños. Se recomienda mantener
esta dosis durante 3-4 semanas para reducirla lentamente, con una duración total de 5-6 meses.
Tras el primer brote son frecuentes las recaídas y cuando son aisladas se tratan igual que en el
periodo inicial, pero si hay más de 2-3 recaías al año (recaedores frecuentes) se usa un ciclo de
ciclofosfamida v.o 2mg/kg de peso y día durante 8 semanas.
Si hay corticodependencia, que se define como la reaparición del síndrome nefrótico durante la
reducción de los GC o inmediatamente tras su supresión, la ciclofosfamida es también eficaz.
Jeremías Decicco
63
Un porcentaje muestra resistencia total a GC, que se define como la persistencia del síndrome
nefrótico por más de 2-3 meses de tratamiento con estos fármacos, y se deben tratar como la
glomeruloesclerosis segmentaria y focal.
Etiopatogenia
Las mutaciones del gen de la nefrina causan el síndrome nefrótico finlandés. Otras mutaciones
frecuentes son las que afectan a genes que codifican la síntesis de podocina, alfa-actinina-4, gen
supresor del tumor de Wilms, CD2AP o canales iónicos del podocito, como TRPC6. Se
manifiestan en la infancia y muchos tienen antecedentes familiares.
Hiperfiltración glomerular
Acá se incluyen a las vasculitis y algunos fármacos como litio, pamidronato y heroína. Las
glomerulopatías primarias como la nefropatía por IgA o la nefropatía membranosa pueden
presentarse con lesiones de tipo GSF.
Anatomía patológica: las áreas de esclerosis solo afectan a algunos glomérulos, por eso es focal,
y en los afectados solo algunas asas capilares se encuentran tomadas, por eso es segmentaria.
La IF muestra depósitos granulosos de IgM y C3 en las zonas afectadas.
Clínica
Da un síndrome nefrótico completo. Cursa con hematuria microscópica en un 65% de los casos,
y la macroscópica es rara. Algunos presentan HTA o insuficiencia renal al momento del
diagnóstico, más que nada adultos.
Jeremías Decicco
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Tratamiento
Se debe diferenciar las formas primarias de las secundarias. En las formas secundarias el
tratamiento es el general para todas las GN.
En los casos primarios con proteinuria no nefrótica el tratamiento es conservador. En los casos
con síndrome nefrótico completo, el tratamiento inicial es con GC 1mg/kg peso y día o 2mg/kg
peso y día en días alternos en adultos y 60mg/m2 en niños. Se debe tratar por un mínimo de 8
semanas, aunque se tienen remisiones parciales o completas en más del 50% cuando se usan
por periodos más prolongados entre 6-12 meses.
Si la proteinuria, pasados los 2-3 meses, no tiende a bajar como segunda línea se usan los
anticalcineurínicos como ciclosporina 4-5 mg/kg de peso y día o tacrolimus, en general asociados
a bajas dosis de prednisona 0,5mg/kg peso y día en días alternos. Se recomienda mantenerlos
por un período de 1-2 años con una reducción muy lenta porque un 50-60% recaen tras su
supresión.
Nefropatía membranosa
Es una enfermedad causada por antígenos específicos y anticuerpos dirigidos contra ellos, que
se depositan en la cara externa de la MBG. Predomina en adultos y ancianos y es una de las
principales causas de síndrome nefrótico en estas edades.
Etiopatogenia
Los antígenos implicados se depositan primero entre la MBG y los podocitos y, luego, los
anticuerpos atraviesan la MBG para acoplarse con aquellos, lo que da lugar a la formación in situ
de los complejos inmunes. Agentes infecciosos, tumores y fármacos son los principales
responsables.
Antígenos constituidos por los podocitos son los desencadenantes de la enfermedad, como el
receptor de la fosfolipasa A2 del tipo M (PLA2R) que es el responsable en más del 80% de los
casos. Los anticuerpos formados contra esta proteína, los anti-PLA2R, atraviesan el capilar
glomerular y se depositan de forma subepitelial. Estos anticuerpos pueden detectarse en suero,
y ante una remisión la misma se precede de un descenso de los anticuerpos.
Clínica
En la mayoría se presenta como síndrome nefrótico completo, pero puede detectarse ante una
proteinuria asintomática con o sin microhematuria. La hematuria macroscópica es rara y sugiere
trombosis de las venas renales. La mayoría tiene función renal y PA normales. Se debe efectuar
mediciones de anticuerpos antinucleares, anti-DNA, FR, VDRL y HCV y HBV.
Jeremías Decicco
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Tratamiento
Tiene una elevada tasa de remisiones espontáneas, por lo que se recomienda un periodo de 6-
12 meses de observación con tratamiento conservador. De esto último se deben excluir los
pacientes que presentan deterioro de la función renal en compañía de síndrome nefrótico. En
estos y en los que el síndrome nefrótico permanece estable por más de 6-12 meses de
tratamiento conservador, se hace tratamiento inmunodepresor.
De primera línea son los GC combinados con ciclofosfamida. Lo clásico es una duración de 6
meses, con GC en dosis elevadas los meses pares y ciclofosfamida oral los impares. También se
pueden usar anticalcineurínicos, aunque tienen mayor tasa de recaídas del síndrome nefrótico
al retirarlos. El rituximab ha logrado inducir un 15% de las remisiones completas y 40% de
remisiones parciales.
Etiopatogenia
Se sugiere que haya una producción excesiva de IgA1 en respuesta a antígenos ambientales en
contacto con las mucosas respiratoria o digestiva, ya que hay una asociación frecuente de
infección respiratoria alta con un episodio de hematuria macroscópica.
Clínica
Es dos veces más frecuente en el varón que en la mujer y se descubre de modo preferente en
adultos jóvenes, entre los 16 y 35. Se manifiesta por hematuria macroscópica recurrente o no
en casi la mitad de los casos, de forma más frecuente en niños que en adultos. La hematuria
Jeremías Decicco
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sobreviene durante las primeras 24-48 horas de una infección respiratoria alta, o después de un
esfuerzo físico intenso o de una intervención rinofaríngea. A veces se acompaña de fracaso renal
agudo, probablemente por el daño tubular producido por los cilindros hemáticos que obstruyen
la luz y liberan hemoglobina. La resolución de la hematuria se sigue de una recuperación de
función renal, que puede ser incompleta en casos de hematuria macroscópica de muy larga
duración. En los intervalos entre los brotes de hematuria macroscópica y, en los pacientes que
no los presentan, la microhematuria es habitual.
La HTA es habitual en pacientes con varios años de evolución, particularmente si existe algún
grado de insuficiencia renal. Algunos se presentan con HTA maligna
Tratamiento
Cuando la proteinuria se sitúa entre 1 y 3 g/día, la supervivencia renal es del 50% a los 15 años,
e inferior al 30% cuando la proteinuria se mantiene por encima de 3g/día. En este contexto, se
recomienda un tratamiento conservador para la mayoría de los pacientes, con IECA o ARA-II
administrados en función de la PA, pero, con el objetivo de reducir la proteinuria debajo de 0,5-
1 g/día. Cuando la proteinuria se mantiene por encima de estos valores se sugieren GC por seis
meses.
Glomerulonefritis membranoproliferativa
Se conoce también como mesangiocapilar. Es poco frecuente. Hay depósitos aislados o
predominantes de C3 y otro tipo en el que además se ven depósitos de IgG, IgA e IgM. Las
primeras se deben a anomalías del complemento y las segundas a depósitos de
inmunocomplejos que activan secundariamente al complemento y son secundarios a
infecciones, tumores, enfermedades sistémicas o casos idiopáticos.
Etiopatogenia
Los depósitos de inmunoglobulinas son lo más frecuente, sobre todo debida a infecciones. La
principal causa es por HCV y la crioglobulinemia asociada. La hiperactividad del complemento
puede deberse a mutaciones en los genes que codifican proteínas reguladoras del
complemento, como el factor H, o a autoanticuerpos dirigidos contra esas proteínas. El más
frecuente es el factor nefrítico C3 que amplifica la activación de la vía alterna del complemento.
Frecuentemente hay hipocomplementemia. En las GNMP por inmunocomplejos hay una
disminución de los valores séricos de los componentes iniciales de C1q, C4 y C2 del
complemento, que sugiere activación por la vía clásica, mientras que en la GNMP por trastornos
específicos del complemento se encuentra hipocomplementemia C3 más frecuentemente.
Anatomía patológica: intensa proliferación de células y matriz mesangial, que penetra en las
paredes capilares para producir una imagen de engrosamiento de las mismas con doble
contorno.
Clínica
Es más frecuente en jóvenes, y puede darse como síndrome nefrótico (50%), síndrome nefrítico
(25%) o proteinuria y microhematuria asintomáticas (25%).
Tratamiento
En los casos idiopáticos un 60-65% precisa diálisis a los 10 años del diagnóstico. Los ciclos
prolongados de GC pueden influir favorablemente. Con rituximab se han visto resultados
Jeremías Decicco
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Etiopatogenia
Está causada por el depósito de complejos inmunes relacionados con antígenos específicos del
agente infeccioso responsable. En la mayoría es el Streptococcus pyogenes, y su potencial
nefritógeno depende del tipo de antígeno M que presente su pared celular. Casi todas preceden
de una faringoamigdalitis o infección cutánea.
Clínica
Predomina en la infancia, con una prevalencia máxima entre los 2 y 12 años, aunque puede
ocurrir a cualquier edad. En el adulto es más frecuente en diabéticos, alcohólicos y drogadictos.
Tratamiento
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Está causada por anticuerpos específicos dirigidos contra un antígeno propio de la región NC1
de las cadenas alfa-3 del colágeno IV de la MBG. Estos anticuerpos se detectan también en suero.
En la mitad de los casos se acompaña de hemorragia pulmonar y de anticuerpos que reaccionan
contra la membrana basal del alveolo, dando el síndrome de Goodpasture.
En casos similares con hemorragia pulmonar el tratamiento debe estar enfocado en resolver la
hemorragia con pulsos de GC, ciclofosfamida, recambios plasmáticos, y se suspenderá una vez
resuelta si no hay posibilidades de recuperación renal.
En las formas secundarias por complejos inmunes puede tener mayor tendencia a recuperación
espontánea, sobre todo en casos postinfecciosos.
Se recomienda un tratamiento con pulsos de metilprednisolona 1g i.v por tres días seguido de
prednisona v.o 1mg/kg peso y día por 4 semanas y reducción hasta suspender en 3 meses.
La idiopática se considera una forma de vasculitis necrosante de vaso pequeño limitada al riñón.
Predomina en mayores de 50 años, pero puede aparecer a cualquier edad y es más frecuente
en varones.
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En la mayoría de los casos idiopáticos los ANCA muestran un patrón perinuclear (p-ANCA) con
especificidad para la mieloperoxidasa (MPO). En las formas asociadas a granulomatosis con
poliangitis, la mayoría muestra patrón citoplasmático (c-ANCA) con especificidad para la
proteinasa 3. La IF es negativa.
Mantenimiento: su objetivo es prevenir las recaídas. Debe prolongarse al menos 18-24 meses.
Se usan dosis bajas de GC y azatioprina. El micofenolato es una alternativa en caso de no tolerar
la azatioprina.
Glomerulopatías secundarias
Introducción
Diversas enfermedades sistémicas pueden causar lesión glomerular y puede ser el hallazgo
predominante o una manifestación clínica poco relevante. El abordaje inicial se basa en primero
identificar el síndrome de inicio clínico, después definir el patrón histopatológico por medio de
la biopsia y finalmente establecer la etiología en el contexto clínico de cada paciente.
Enfermedades autoinmunes
Lupus Eritematoso Sistémico
Depósitos inmunes identificados por IF y/o ME, sin lesiones en el examen por MO.
En el MO hay presencia de proliferación endo o extracapilar, que afecta a menos del 50% de los
glomérulos. Se asocian con depósitos subendoteliales en la ME.
Jeremías Decicco
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Se caracteriza por proliferación endocapilar y/o extracapilar que compromete más del 50% de
los glomérulos con engrosamiento acusado de las paredes capilares en asa de alambre, que se
produce por la presencia masiva de depósitos predominantemente subendoteliales, infiltración
por PMN, áreas de necrosis, cariorexis, trombos capilares y cuerpos de hematoxilina. La IF y ME
revelan la difusión de las lesiones y su localización tanto capilar como mesangial. Se sublasifica
en:
• Segmentaria (IV-S): cuando la lesión compromete menos del 50% del penacho
glomerular.
• Global (IV-G): cuando más del 50% del penacho está afectado.
Tipo V o membranosa
Tipo VI
Hay una esclerosis global de más del 90% de los glomérulos evaluados.
Los depósitos glomerulares tienen IgG, C3, IgM, IgA, fibrina, C1q, C4, C3 proactivador (C3PA) y
properdina. La frecuencia de C1q es muy frecuente y contribuye al diagnóstico diferencial con
otras nefropatías glomerulares.
Clínica
La prevalencia de síndrome nefrótico es inferior al 20%, por lo general no hay HTA ni insuficiencia
renal. La proliferativa difusa (IV) puede cursar con proteinuria moderada, síndrome nefrótico,
microhematuria, HTA e insuficiencia renal. La clase V se caracteriza por proteinuria, acompañada
en general de síndrome nefrótico y microhematuria.
Se debe practicar una biopsia siempre que la proteinuria sea superior a 500mg/día o se detecten
alteraciones en el sedimento urinario.
Tratamiento
Clase II: tienen una sobrevida superior al 90% y suelen tratarse con dosis moderadas de GC, pero
suficientes para controlar las manifestaciones extrarrenales de la enfermedad, con adición de
cloroquina.
Clase III: el tratamiento de inducción se basa en prednisona v.o 1mg/kg por 3-4 semanas
asociada a micofenolato. Si la respuesta es completa se reduce progresivamente la dosis de
Jeremías Decicco
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prednisona y a partir de los 6 meses reducción progresiva del micofenolato. La terapia se debe
mantener por un mínimo de 3 años.
Clase IV: tiene el peor pronóstico, porque si no se trata de forma precoz la mayoría termina en
insuficiencia renal avanzada. Se hace una inducción con GC a dosis altas prednisona v.o 1mg/kg
peso y día, y ciclofosfamida i.v 500mg/15 días durante 3 meses, o micofenolato de mofetilo 2-
3g/día. En las formas graves con proliferación extracapilar se sugiere el empleo previo de bolo
de metilprednisolona 500mg/día i.v durante 3 días. El riesgo de recaída es elevado, y el
tratamiento tiene bastantes efectos colaterales mayores que requiere control clínico y
serológico cuidadoso. Por esto, se está insistiendo en pautas secuenciales que incluyen iniciar
con ciclofosfamida en dosis menores como fase de inducción, seguida de mantenimiento con
micofenolato o azatioprina.
Tipo V: tienen un pronóstico bueno, y aun cuando la remisión del síndrome nefrótico con GC
rara vez es completa, la supervivencia a los 5 años es superior al 80%.
Vasculitis sistémicas
Vasculitis asociadas a anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos
La afección renal es común a todas ellas y consiste en una GN necrosante con proliferación
extracapilar y sin depósitos significativos de inmunoglobulinas y complemento, lo que define
una GNRP tipo III.
Poliangitis microscópica
Es una vasculitis necrosante que afecta a vasos pequeños, principalmente arteriolas de pequeño
calibre, capilares y vénulas, con especial predilección por los capilares glomerulares y en
ocasiones pulmonares, por lo que puede aparecer como un síndrome renopulmonar.
Suele aparecer en el anciano, aunque también en la edad media de la vida, más frecuente en el
varón y la mayoría inician con síntomas inespecíficos como artromialgias y síntomas
constitucionales como fiebre, malestar general y pérdida de peso. Es común la elevación de
reactantes de fase aguda. Es habitual la presencia de lesiones cutáneas en forma de púrpura que
corresponden a vasculitis leucocitoclástica. La afección pulmonar está en un 40% en forma de
disnea y hemoptisis, y en la rx se ven infiltrados pulmonares sin cavitación que reflejan la
existencia de hemorragia alveolar. La hemorragia pulmonar siempre es signo de gravedad.
La determinación de los ANCA es positiva con patrón perinuclear y especificidad antigénica para
la mieloperoxidasa, aunque pueden exhibir patron citoplasmático con especificidad para
proteinasa 3.
Vasculitis necrosante con formación de granulomas que afecta varios órganos, en particular el
aparato respiratorio y los riñones. La lesión renal aparece en el 80% de los casos en algún
momento durante el curso evolutivo de la enfermedad. Se manifiesta con proteinuria de rango
no nefrótico, hematuria y alteraciones del sedimento. Una vez que aparecen las anomalías, la
progresión a la insuficiencia renal es rápida. Los ANCA suelen ser positivos con patrón
citoplasmático y especificidad antigénica para proteinasa 3.
Jeremías Decicco
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Vasculitis necrosante sistémica que afecta a arterias, arteriolas, capilares vénulas, caracterizada
por la formación de granulomas extravasculares e infiltración por eosinófilos que aparece en
pacientes con asma y eosinofilia. La afección renal no es frecuente, y aparece únicamente en 30
% de los pacientes. Los ANCA con patrón perinuclear y especificidad anti-MPO pueden ser
positivos o negativos.
Tratamiento
Fase de mantenimiento: se usa azatioprina 1,5-2mg/kg día junto a dosis mínimas de prednisona
por 2 años. Como alternativa a la azatioprina se puede usar micofenolato.
Si hay poliangitis granulomatosa localizada en vías aéreas o con afección renal leve, el
metotrexato 20-25 mg semanal es eficaz para inducir remisión.
Enfermedad de Goodpasture
No se justifica exponer a los pacientes con insuficiencia renal grave a los riesgos de
inmunodepresión intensa salvo que presenten hemorragia pulmonar o que, en la biopsia, se
vean lesiones de proliferación celular extracapilar potencialmente reversibles y susceptibles de
beneficiarse de tratamiento.
Síndrome de Shöenlein-Henoch
Se considera que la enfermedad es una vasculitis difusa de vasos muy pequeños debida a
inmunocomplejos circulantes que contienen IgA. Su desarrollo podría favorecerse por anomalías
en la glucosilación de la IgA.
Jeremías Decicco
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La afección renal es prácticamente constante ya que se presenta en más del 90% de los casos.
La AL se comporta como una discrasia de células sanguíneas y un 10% desarrolla mieloma
múltiple. La AA es secundaria a enfermedades inflamatorias crónicas activas.
La afección glomerular es la más frecuente y suele cursar con proteinuria intensa y desarrollo
de síndrome nefrótico. La lesión histológica característica es el depósito de sustancia amiloide
predominantemente en glomérulos, con la presencia de un material amorfo, hialino,
inicialmente mesangial y, luego, en la pared de los capilares con las características tintoriales
específicas. En la AL el acúmulo es de cadenas ligeras predominantemente λ, y en la secundaria
el depósito corresponde a la proteína amiloide A.
Suele progresar a ERC terminal y requiere tratamiento sustitutivo con diálisis o trasplante renal.
Está presente en el 90% de los casos de enfermedad por cadenas ligeras. Es una enfermedad
sistémica, con afección predominantemente renal, hepática y cardíaca. Hay depósito de cadenas
ligeras y/o pesadas de carácter monoclonal en la MBG o en túbulos y mesangio formando
nódulos eosinófilos, amorfos, acelulares y con aspecto de glomeruloesclerosis segmentaria. La
IF permite diferenciar entre cadenas pesadas y ligeras. Puede ir acompañada de
hipocomplementemia y un falso positivo ELISA para HCV. Se presenta con proteinuria intensa,
síndrome nefrótico y diversos grados de insuficiencia renal. El tratamiento citostático puede
mejorar la función renal.
Macroglobulinemia de Waldenstrom
Son inmunoglobulinas que se caracterizan por precipitar en frio. Se presenta como una vasculitis
sistémica, con afección cutánea, artralgias, fenómeno de Reynaud, neuropatía periférica y
glomerulonefritis de tipo membranoproliferativa I. La afección renal es con proteinuria,
síndrome nefrótico, microhematuria y grados diversos de insuficiencia renal. La eliminación de
las crioglobulinas mediante recambio plasmático se acompaña de mejoría de la función renal y
disminución de la proteinuria. En casos asociados a HCV se recomienda tratamiento antiviral.
Jeremías Decicco
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En el contexto de una sífilis congénita puede aparecer una GN membranosa o a veces una
proliferativa difusa con síndrome nefrótico asociado.
Infecciones virales
HBV y HCV
La infección crónica por HCV se asocia a afección renal, lo más frecuente es una GN
membranoproliferativa de tipo I asociada a crioglobulinemia mixta de tipo III. Está mediada por
la formación de inmunocomplejos circulantes y crioglobulinas que se depositan en el glomérulo.
Se presenta como proteinuria de diversa cuantía, microhematuria, grados variables de
insuficiencia renal y lesiones extrarrenales por crioglobulinemia como vasculitis cutánea y
artritis.
VIH
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Plasmodium falciparum, ante una infección aguda, puede dar algo similar a una GN aguda con
proteinuria, hematuria, edemas e HTA, que es transitorio en más del 50%.
Enfermedades hereditarias
Síndrome de Alport
Es un síndrome nefrótico de aparición antes del tercer mes de vida. Se identificaron cinco genes
implicados:
Enfermedad de Fabry
Jeremías Decicco
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Nefropatía diabética
Introducción
Consiste en la presencia de albuminuria igual o superior a 200mg/24h o igual o superior a
200ug/min, frecuentemente junto a retinopatía diabética y ausencia clínica o de laboratorio de
otra enfermedad del riñón o vías urinarias. Si la proteinuria está entre 30 y 300mg/24h se habla
de nefropatía incipiente. Se acompaña frecuentemente de HTA y disminución de la función
renal, y aunque la presencia de retinopatía diabética apoya el diagnóstico de nefropatía, su
ausencia no la excluye.
Fisiopatología
Hiperglucemia: es responsable de la glicosilación no enzimática de proteínas circulantes y
estructurales. Esto induce hiperfiltración glomerular e incremente la secreción de citoquinas y
factores de crecimiento que producen proliferación mesangial e incremento de la matriz
extracelular. Además, la hiperglucemia per se aumenta la expresión de receptores AT1 para
angiotensina II. Todo esto lleva a acúmulo de matriz extracelular por aumento de producción y
reducción de la degradación del colágeno.
Actividad local de renina-angiotensina elevada: si bien en los diabéticos la renina plasmática está
disminuida, el sistema aumenta su función de manera local lo que aumenta la concentración de
angiotensina II que incrementa la expresión de citoquinas, factores de crecimiento, estrés
oxidativo y producción de colágeno IV, funcionando como una especie de amplificador a la
respuesta renal ante la hiperglucemia y la HTA.
Clínica
o Fase preclínica: normo o microalbuminuria
o Fase clínica: albuminuria
Factores de riesgo
Jeremías Decicco
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Los pacientes generalmente se presentan con HTA que en la DM1 precede a la nefropatía y en
la DM2 ya suele estar presente en el momento del diagnóstico.
La ERC terminal suele llegar entre los 20 y 30 años de evolución de la DM1, y en la DM2 puede
ser variable.
Los pacientes con nefropatía diabética tienen una elevada prevalencia de afección extrarrenal
como retinopatía, macroangiopatía y neuropatía periférica y/o autonómica.
Tratamiento
Lo principal es controlar la glucemia, la HTA, los lípidos y restringir las proteínas.
Se recomienda bajar de peso para controlar la obesidad, y controlar los lípidos con estatinas con
un objetivo de colesterol LDL inferior a 100mg/dL, HDL superior a 45 mg/dL en varones y
55mg/dL en mujeres, TAG por debajo de 150 mg/dL. Es importante el cese del tabaquismo, y la
antiagregación plaquetaria en mayores de 45 años.
En presencia de ERC la anemia es más precoz en los pacientes diabéticos, por lo que se debe
tratar de manera temprana con agentes estimuladores de la eritropoyesis.
Jeremías Decicco
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Las principales causas de embolia tienen su origen en el corazón y son trombos murales y
émbolos de vegetaciones valvulares en la endocarditis, son bilaterales cerca de la cuarta parte
de los casos. Los aneurismas y placas de ateroma de las arterias renales pueden per se constituir
el origen de una embolización más periférica. Solo el 2% de las embolias periféricas secundarias
a una FA afectan al riñón, pero estos pacientes tienen 4 veces más riesgo de tromboembolia
renal que el resto.
Clínica
Va a depender de la masa renal afectada y la rapidez de la oclusión. La trombosis aguda bilateral
lleva a insuficiencia renal progresiva, mientras que la oclusión crónica de una de las arterias
puede acompañarse de desarrollo de circulación colateral y no manifestarse clínicamente.
El infarto renal se produce cuando una arteria renal principal o segmentaria es ocluida. Los
síntomas más frecuentes son dolor lumbar o abdominal, vómitos, fiebre, leucocitosis y
hematuria. Se acompaña de elevaciones de LDH, GOT, CPK y FA. El infarto crónico está
relacionado con HTA que puede deberse a hiperproducción de renina por el parénquima
isquémico, y puede ser transitoria o persistente.
Diagnóstico
Requiere un alto grado de sospecha, sobre todo en pacientes de edad avanzada. En caso de
traumatismo grave, la presencia de microhematuria obliga a descartar la trombosis de la arteria
renal.
Laboratorio
Imágenes
Tratamiento
En los casos no traumáticos consiste en la anticoagulación con heparina seguida de cumarínicos,
o fibrinolíticos regionales o sistémicos, y es eficaz si la oclusión es incompleta y se inicia
precozmente. El 80% de las revascularizaciones efectuadas dentro de las 12 horas tienen éxito.
En los casos postraumáticos, puede ser preciso restablecer quirúrgicamente el flujo renal.
Jeremías Decicco
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Nefropatía isquémica
Introducción
Es una insuficiencia renal debida a una estenosis bilateral de la arteria renal o unilateral en un
riñón único funcionante. La obstrucción crónica causa una potencialmente curable HTA y
potencialmente reversible insuficiencia renal crónica.
Etiología
Lo más frecuente es una placa ateromatosa en el tercio proximal o el ostium de ambas arterias
renales. Los factores de riesgo cardiovascular mayores (tabaquismo, hiperlipemia, diabetes e
HTA) son condicionantes que aceleran el desarrollo de placas arterioescleróticas tanto en las
arterias renales como en otros territorios. Menos frecuentemente es la estenosis por displasia
fibromuscular porque no acostumbran a progresar. En raras ocasiones puede deberse a
enfermedades propia de la arteria como arteritis de Takayasu, arteritis de células gigantes,
poliarteritis nodosa, etc., o a neurinomas en la arteria renal por una neurofibromatosis.
Clínica
Se debe sospechar en pacientes de edad avanzada, etnia blanca y con HTA de muchos años de
evolución, que presentan un deterioro progresivo y relativamente brusco de la función renal, o
frecuentes episodios de insuficiencia cardíaca de causa inexplicable. Suelen tener
arterioesclerosis en otros territorios.
Se asocia a un sedimento poco llamativo, proteinuria < 1g/día. Muchas veces la insuficiencia
renal empeora durante un tratamiento antihipertensivo, particularmente con IECA o ARA-II
(recordar que un EA de ambas familias es la estenosis uni o bilateral de la arteria renal porque
la ATII mantiene constante el flujo sanguíneo renal por su acción sobre la AEF cuando la PA es
baja, pero cuando existe estenosis uni o bilateral concomitante acompañada de una baja de la
PA puede precipitar una IRA).
Puede haber edema pulmonar por la avidez de los riñones estenóticos de retener sodio.
Diagnóstico
Se basa en demostrar las lesiones de las arterias renales sin usar en lo posible contraste yodado.
La ecografía Doppler, la angio-TC y la angio-RM son las más indicadas.
Tratamiento
Se basa en restablecer el flujo arterial con agioplastía y stent o cirugía. La intervención quirúrgica
está prácticamente restringida a pacientes con imposibilidad del procedimiento endovascular.
Nefroangioesclerosis benigna
Introducción
Se refiere a alteraciones vasculares que se encuentran en el parénquima renal asociadas al
envejecimiento progresivo del árbol vascular que aparece en personas de edad avanzada,
tengan o no HTA, dislipémicos y con intolerancia a la glucosa.
Jeremías Decicco
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Patogenia
El mecanismo principal es la isquemia que se produce por reducción del calibre arteriolar, ya sea
funcional o estructural. Participan procesos como hiperfiltración e hipertensión glomerular,
liberación de factores de crecimiento que aumentan la fibrogénesis.
Clínica
Suelen tener HTA de larga evolución y elevaciones discretas de la creatinina plasmática. La
presencia de hiperuricemia es un hallazgo precoz y refleja reducción del flujo sanguíneo renal.
La proteinuria es mínima o negativa y no hay alteraciones del sedimento, a veces puede tener
algunos hematíes y leucocitos aislados y, pocas veces, cilindros granulosos o hialinos. Solo muy
pocos casos progresan a la insuficiencia renal terminal.
Diagnóstico
Está dado por el cuadro clínico porque solo excepcionalmente está indicada la biopsia. Podemos
encontrar:
Tratamiento
Consiste en el control adecuado de la PA y factores aterogénicos añadidos como hiperuricemia,
hiperlipemia, DM u obesidad. La reducción de la PA tiene que ser paulatina y no brusca porque
en la enfermedad hipertensiva del riñón, este pierde parte de su capacidad para autorregular el
flujo plasmático renal y, si se provoca un descenso brusco de la PA, se pueden producir
disminuciones importantes de la perfusión renal. El nivel óptimo de PA es < 140/90mmHg. Es
eficaz realizar un bloqueo del sistema renina-angiotensina.
Nefroangioeslcerosis maligna
Introducción
Consiste en una insuficiencia renal acusada debido a la afección de los vasos renales a causa de
una hipertensión maligna.
Etiología
En la HTA esencial, el desarrollo de la fase maligna sigue a una fase benigna de duración variable,
generalmente mal controlada. La cuarta década de la vida es la de mayor incidencia.
Generalmente aparece cuando se abandona el tratamiento antihipertensivo o cuando se
consumen sustancias vasoconstrictoras como la cocaína.
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Patogenia
Clínica
✓ Hipertensión grave
✓ Retinopatía hipertensiva
✓ Insuficiencia renal aguda y progresiva
Esta es la triada básica, pero los pacientes pueden presentarse con encefalopatía hipertensiva
(cefalea, visión borrosa, alteración de la conciencia y convulsiones focales o generalizadas),
insuficiencia cardíaca congestiva y edema pulmonar. Según el grado de insuficiencia renal
aparecen síntomas urémicos en mayor o menor intensidad. Algunos tienen un síndrome
caracterizado por poliuria, polidipsia, hiponatremia y pérdida de peso.
Diagnóstico
Laboratorio
Hay aumento de la VSG y a veces se produce una anemia hemolítica microangiopática por la
lesión endotelial que ocasiona la HTA que cursa con esquistocitos, aumento de LDH, descenso
de la haptoglobina y reticulocitosis.
Casi siempre hay proteinuria, que puede llegar a superar los 3,5g/día sin que haya
glomerulopatía. Se puede ver hematuria microscópica, leucocituria y cilindros granulosos o
hemáticos, y algunos hematuria macroscópica.
Tratamiento
Es una urgencia médica, por lo que debe instaurarse con rapidez y agresividad y acompañado
de todas las medidas de soporte neurológico, cardiovascular y de la IRA siempre que se precise.
Los fármacos son los que se usan en las crisis hipertensivas.
La PTT es similar, solo que se acompaña de fiebre y alteraciones neurológicas y es más frecuente
en adultos.
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Etiología
Son múltiples. Pueden dividirse en dos grupos
Típico
Atípicos
Los que no incluyen al anterior, tienen un peor pronóstico y una mortalidad del 23%, que
progresa a la insufuciencia renal terminal en el 50% de los pacientes.
Fisiopatología
Consiste en una lesión del endotelio vascular, que provoca activación local de la coagulación,
depósitos de fibrina y activación y agregación plaquetarias. Se demostró que mutaciones y
polimorfismos de las proteínas reguladoras de la vía alterna son sustrato genético básico del
síndrome y requiere un factor desencadenante para el inicio de las manifestaciones.
Clínica
Se caracteriza por
Anemia hemolítica microangiopática: producida por el traumatismo mecánico que sufren los
hematíes al circular por el lecho microvascular alterado. La presencia de esquistocitos >1% en
sangre periférica junto a descenso de la haptoglobina y aumento de LDH definen el cuadro.
Insuficiencia renal aguda: por la microangiopatía trombótica a nivel renal. Puede haber micro o
macrohematuria, proteinuria moderada y presencia de cilindros hialinos, granulosos o
hemáticos en el sedimento urinario. Frecuentemente hay HTA grave o maligna por lesión
vascular y activación del SRA
Menos frecuente son episodios tipo abdomen agudo por trombosis microvasculares en
intestino, páncreas, músculo esquelético y corazón. La afección cardíaca está en el 10% bajo la
forma de insuficiencia cardíaca, arritmias, infarto, shock cardiogénico y muerte súbita.
Puede haber fiebre, pero si es alta y con escalofríos es más propia de una CID por sepsis.
Diagnóstico
Se basa en la clínica y el laboratorio. Se pide: recuento de plaquetas, LDH, hemograma,
haptoglobina, prueba de Coombs (da negativa), sedimento de orina, función renal.
Jeremías Decicco
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Diferencial
LES, púrpura trombocitopénica idiopática, CID por sepsis. Glomerulonefritis aguda, necrosis
cortical, vasculitis, síndrome antifosfolipídico catastrófico, algunas complicaciones obstétricas.
HTA malinga con anemia hemolítica microangiopática.
Tratamiento
Es de soporte, incluye diálisis, tratamiento antihipertensivo, tranfusiones de sangre y
tratamiento de las complicaciones neurológicass.
En los casos de PTT resistentes al tratamiento convencional, hay remisiones descriptas con
esplenectomías, GC, vincristina, rituximab o inmunoglobulinas i.v.
Nefropatía ateroembólica
Es una afección renal causada por microembolias de cristales de colesterol, debidos a
desprendimiento y fragmentación de placas de ateroma ulceradas de la aorta y grandes arterias.
Aparece generalmente en personas mayores, varones, que presentan arterioesclerosis
generalizada, con antecedente de tabaquismo, HTA y DM.
Los émbolos producen una reacción de tipo cuerpo extraño con proliferación de la íntima y
formación de células gigantes, lo que conduce a reducir la luz arterial.
Clínica
Las manifestaciones renales incluyen:
Diagnóstico
Se establece por la demostración histológica de los cristales en la luz de las arterias renales de
pequeño calibre. Puede haber hipocomplementemia, eosinofilia y eosinofiluria. El diagnóstico
diferencial es con nefropatía por contraste yodado y nefritis intersticial aguda por HS.
Tratamiento
No hay terapia para disolver los cristales de colesterol, por lo que se basa en tratar la
insuficiencia renal y hacer protección cardiovascular. Algunos pueden requerir diálisis.
Jeremías Decicco
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Nefropatía de la esclerodermia
Aparece en el 50% de los pacientes con esclerodermia. Las arterias medianas y pequeñas son las
más afectadas por la enfermedad. La intima se ve engrosada por depósito de material mucinoso
y proliferación concéntrica de células en catáfilas de cebolla, lo que provoca disminución del
calibre. El aumento del tono vasomotor en el parénquima renal, equivalente al fenómeno de
Reynaud, contribuye a la reducción del flujo plasmático renal y a la insuficiencia renal progresiva.
Puede presentarse como una enfermedad lentamente progresiva o como una crisis renal de
esclerodermia.
La crisis renal cursa con hipertensión maligna, insuficiencia renal aguda o de evolución rápida,
oliguria y anemia hemolítica microangiopática que conduce a la uremia terminal en días o meses
si no se trata. Suele ocurrir dentro de los primeros 5 años de la aparición de las lesiones cutáneas,
pero a veces la nefropatía puede ser la primera manifestación. Hay una asociación entre el
tratamiento con altas dosis de GC y la aparición de crisis renal.
El tratamiento se dirige a corregir la HTA para evitar la progresión de la insuficiencia renal. Los
IECA asociados a bloqueantes cálcicos dihidropiridínicos son los agentes de elección porque
revierten la vasoconstricción inducida por la angiotensina II y mantienen la perfusión tisular.
Necrosis cortical
Introducción
Es la destrucción de la corteza renal que puede ser total o parcial y es relativamente rara.
Etiología
La mayoría de los casos se relaciona con el embarazo o complicaciones del mismo como el
hematoma retroplacentario, la toxemia gravídica, la hemorragia postparto, la sepsis puerperal
y el aborto. En muchos de esos procesos se produce una CID y vasoespasmo, que son los
principales mecanismos patogénicos. También puede aparecer tras cualquier tipo de sepsis
grave, quemaduras, hemólisis masivas, politraumatismos, episodios de deshidratación infantil y
rechazo hiperagudo de trasplante renal.
Clínica
La manifestación inicial es la oliguria, que se acompaña de hematuria macroscópica y evoluciona
rápidamente hacia la anuria completa y la uremia. La LDH en plasma y orina aumenta entre el
segundo y cuarto día.
Diagnóstico
Ecografía por contraste o TC mediante la demostración de áreas hipoecóicas/hipodensas en la
corteza renal.
Tratamiento
No difiere del de la IRA, la mayoría requiere diálisis de mantenimiento o trasplante renal.
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Nefropatía obstructiva
Introducción
Engloba el conjunto de cambios funcionales y morfológicos que se producen en el riñón como
consecuencia de una obstrucción de las vías urinarias. Puede ser una obstrucción mecánica
como una estasis por ausencia de peristalsis en un segmento determinado. En ambos casos, se
terminará produciendo un tipo de atrofia renal conocido como hidronefrosis. Si se afectan
ambos riñones aparecerá insuficiencia renal.
Etiología
Generalmente la obstrucción se produce en el tracto urinario, aunque algunas veces puede ser
a nivel renal por precipitados en los túbulos. La deshidratación resulta crítica en la aparición de
este tipo de obstrucciones. En algunos casos, la causa es congénita y se puede sospechar durante
el embarazo por la presencia de oligoamnios y confirmarla ecográficamente, advertida en el
periodo neonatal por retraso del crecimiento o pasar desapercibida hasta la edad adulta si son
supravesicales y unilaterales.
Las causas más frecuentes son las de origen adquirido. Pueden ser por compresiones extrínsecas
del uréter como en el embarazo, a infiltraciones inflamatorias o tumorales, o a la presencia de
materiales sólidos en la vía urinaria como litiasis.
Las causas yatrogénicas pueden ser: errores en sondaje vesical, nefrostomias acodadas o
partidas, lesiones vesicales y ureterales durante el sondaje o la cirugía pélvica, fibrosis
ureterovesicales tras la radioterapia local o la telecobaltoterapia.
Fisiopatología
Obstrucción urinaria aguda
Jeremías Decicco
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Fase de compensación
En los uréteres la pared se hipertrofia y se vuelve tortuoso su trayecto, que puede producir
obstrucciones secundarias por bandas fibrosas.
Se produce pérdida progresiva de tejido muscular liso de la pared del tracto urinario obstruido,
con dilatación secundaria. El aumento de la presión pielocalicial comprime las papilas
produciendo la depresión convexa de las mismas. Puede haber necrosis papilar secundaria tanto
a compresión como a isquemia.
Fibrosis e inflamación
Clínica
En la obstrucción aguda el dolor cólico relacionado con el aumento de la intensidad y frecuencia
de las ondas peristálticas del uréter es lo que predomina. La sensación dolorosa es llevada por
el nervio genitocrural y es por eso que el dolor puede ser referido al pene o labio mayor
correspondiente.
En la crónica bilateral (supra o inf ravesical) puede ser inadvertida si se instala lentamente, hasta
que se comienza con anemia y síntomas de uremia. Los signos que deben hacer pensar esto
son: variación interdiaria de la diuresis, existencia de orina residual o globo vesical, hematuria
Jeremías Decicco
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Diagnóstico
La historia clínica orienta y deben tenerse en cuenta los antecedentes de litiasis. Las infecciones
urinarias recurrentes pueden ser la primera manifestación.
El procedimiento diagnóstico inicial suele ser la ecografía, y también se aconseja hacer una rx
de abdomen para ver si hay litiasis radio opacas, especialmente en los uréteres. La ecografía va
a mostrar el grosor del parénquima y la dilatación de las vías, pero puede que no indique el lugar
de la obstrucción ya que puede haber hidronefrosis sin obstrucción actual.
Si se sospecha de retención urinaria aguda se puede hacer un sondaje vesical para medir la orina
residual, en especial si no se dispone de ecografía, que a pesar de ser molesto y tener riesgo de
infección, ofrece la ventaja de poder aliviar la retención y tomar muestras de orina.
En el caso de dilatación de las vías sin obstrucción aparente, puede deberse al paso muy reciente
de un cálculo que se identifica en la urografía con el signo de Vespignani a nivel vesical donde
se ve una sombra tubular sin contraste horizontal, a nivel del trígono, que corresponde al uréter
terminal inflamado, una litiasis radiotransparente, una papila desprendida o una obstrucción
por un coágulo que se disolvió.
Los métodos isotópicos son útiles en las obstrucciones incompletas crónicas. Se realiza un
renograma isotópico con Tc-DTPA o con Tc-MAG3 combinado con furosemida, y se ve en la fase
de eliminación una deflexión positiva inicial seguida de una aceleración en la fase excretora en
la curva correspondiente al riñón con la obstrucción. La gammagrafía puede indicar estasis del
isótopo en un riñón respecto al otro.
Complicaciones
La mayor complicación es la infección urinaria. La retención de sedimentos en la vejiga puede
condicionar una litiasis vesical. Los gérmenes ureolíticos condicionan litiasis de estruvita, que a
su vez condiciona mayor estasis en el sistema.
Jeremías Decicco
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Tratamiento
Los objetivos son eliminar el dolor, eliminar la obstrucción y controlar la infección.
Para el dolor se usan analgésicos convencionales, y en casos muy intensos se pueden usar
opioides.
Una obstrucción completa es una urgencia y si no se resuelve con sondaje, hay que buscar otra
salida para la orina:
➢ Nefrostomía percutánea
➢ Stents ureterales
➢ Catéteres pigtail o doble J
Etiología
La orina alcanza el aparato urinario superior por la presión durante la micción, y se pueden
afectar el uréter, la pelvis, los cálices, o haber reflujo intrarrenal.
El reflujo secundario cursa con alteraciones dinámicas o estructurales del tracto urinario inferior,
que aumentan la presión intravesical y/o distorsionan el mecanismo normal de antirreflujo. Las
causas pueden ser secundarias a obstrucción uretral, vejiga neurógena y síndrome de la vejiga
inestable. Las yatrogénicas son por prostatectomía, meatotomía ureteral, resección en cuña del
cuello vesical y la resección de un ureterocele en el hiato ureteral. En el embarazo la disposición
habitual del útero hacia la derecha produce en el tercer trimestre un reflujo de grado variable
en el uréter derecho. Puede verse reflujo transitorio asociado a cistitis y la micción se acompaña
de dolor brusco en una de las fosas renales.
Jeremías Decicco
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Clasificación
➢ Grado I: paso de orina hasta el uréter.
➢ Grado II: paso a uréter y sistema colector superior, sin existir dilatación
➢ Grado III: relleno del sistema superior, con dilatación moderada de los cálices.
➢ Grado IV: dilatación importante de más del 50% de los cálices.
➢ Grado V: dilatación y pérdida de la morfología de todos los cálices.
Fisiopatología
El trígono es la estructura que normalmente impide el reflujo vesicoureteral. Durante el llenado
progresivo de la vejiga, la presión intravesical apenas aumenta, mientras que la presión en los
dos uréteres terminales va aumentando progresivamente por la distensión pasiva del trígono.
Cuando el detrusor comienza a contraerse, unos segundos antes del aumento esperado en la
presión intravesical, aumenta la presión en los esfínteres ureterales, al tiempo que el cuello de
la vejiga es estirado hacia arriba en forma de embudo, abriéndose.
El reflujo de la orina hacia el interior del riñón está relacionado con una disposición anatómica
anormal de las papilas renales, que permiten el paso retrógrado de la orina ante los aumentos
de presión. Esto provoca dilatación y disfunción tubular, compresión de los capilares
peritubulares con fallo de aporte sanguíneo y extravasación de la orina al intersticio renal con
reacción inflamatoria. Esto constituye el origen de las cicatrices renales.
Clínica
Puede ser asintomático, pero no es habitual. La pielonefritis aguda o una historia de esta es la
presentación habitual. La mayoría se diagnostica en los primeros años de vida tras una infección
urinaria. Los síntomas más habituales son:
Jeremías Decicco
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Diagnóstico
Debe sospecharse en presencia de antecedentes familiares, hidronefrosis neonatal, anomalías
asociadas como obstrucción de la unión ureteropélvica, divertículos de vejiga, agenesia o
ectopia renal, duplicidad ureteral o infecciones urinarias a repetición en la infancia.
El diagnóstico de certeza consiste en demostrar flujo de orina desde la vejiga al sistema colector.
Puede hacerse mediante cistografía miccional o cistografía con isótopos, y ambos requieren
cateterización, difícil en neonatos y con riesgo de infección.
La ecografía es un método de rutina porque hasta el 90% de los pacientes con reflujo tiene
anomalías ecográficas. Las pruebas invasivas no estarían indicadas en niños con ecografía
normal.
Las técnicas con isótopos dan información sobre la función renal y la presencia de nefropatía
por reflujo. La gammagrafía con Tc-DMSA, que es captado por los túbulos funcionaantes, es el
método de elección para visualizar alteraciones corticales durante episodios de pielonefritis
aguda y, a largo plazo, detectar daño cicatrizal permanente. En el examen las cicatrices aparecen
como áreas focales o generalizadas de incorporación disminuida del isótopo a la corteza renal.
La imagen puede consistir en adelgazamiento y retracción cortical.
Complicaciones
Pielonefritis a repetición: la orina residual facilita la aparición de cistitis, especialmente en
mujeres. La combinación de cistitis y reflujo facilita las infecciones ascendentes.
Ureterohidronefrosis
El grado de la pérdida de la función renal está relacionado con la extensión de las cicatrices
parenquimatosas.
La glomerulonefritis con hialinosis segmentaria y focal afecta a los glomérulos de los territorios
afectados por el reflujo, pudiendo dar proteinuria.
Tratamiento
Se basa en el supuesto de que el reflujo predispone a las pielonefritis agudas a repetición y,
como consecuencia, a extensas cicatrices corticales y pérdida funcional progresiva.
Es el de elección en la mayoría de los casos, porque existe la posibilidad que con el desarrollo
del paciente el reflujo se reduzca o desaparezca. Los predictores positivos son:
➢ Relujo unilateral
➢ Relujo de grado I o II
➢ Edad precoz de presentación < 2 años
➢ Sexo masculino
➢ Reflujos asociados a causas corregibles
➢ Reflujo asociado a cistitis en relación con la actividad sexual
Jeremías Decicco
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El mantenimiento de una orina estéril previene el daño renal. Se intenta evitar las infecciones
urinarias mediante vaciado frecuente de la vejiga, vigilancia de la contaminación fecal del orificio
uretral, profilaxis antibiótica en niños con reflujo de grado III o superior, cultivos de orina
frecuentes, cistoureretrograma anual y, en mujeres, micción poscoital y aplicación de cremas
antisépticas periuretrales previas al coito. Si esto falla, está indicado el tratamiento antibiótico
a largo plazo con dosis diarias, bajas y nocturnas.
Tratamiento quirúrgico
Se usa en los casos en los que no es de esperar la desaparición espontanea del reflujo, orificio
uretral ectópico, duplicidad completa ureteral, ureterocele asociado a duplicidad ureteral y
reflujo en el uréter sin ureterocele, orificio ureteral en agujero de golf, reflujo de baja presión
con ureterohidronefrosis significativa. También si no es posible mantener la orina estéril y el
reflujo persiste, si se siguen produciendo pielonefritis agudas de repetición a pesar de
tratamiento antibiótico adecuado y si se producen daños renales progresivos objetivables por
pruebas de imagen.
La nefrectomía puede estar indicada en casos de reflujo de alto grado en riñones sin función,
para evitar las complicaciones y mejorar la HTA. Las técnicas son:
Se inyecta un polímero que tiene una eficacia correctora mayor al 70% en los grados I y II, pero
menor en los demás.
Infecciones urinarias
Introducción
A partir de los 50 años la prevalencia de ITU en los varones aumenta paulatinamente en relación
con patología prostática o la práctica de exploraciones urológicas. En la mujer pasa del 1% en la
edad escolar al 5% a los 20 años, coincidiendo con el inicio de las relaciones sexuales y
embarazos. La ITU puede ubicarse en la uretra, la vejiga, la próstata o el riñón.
Jeremías Decicco
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Cistitis y pielonefritis
En condiciones normales la orina y las vías urinarias son estériles. La uretra distal está colonizada
por flora cutánea y/o vaginal constituida por Staphylococcus coagulasa negativo, difteroides,
estreptococos del grupo viridans y Lactobacillus.
El vaciado completo de la vejiga con cada micción, en condiciones normales, elimina los
microorganismos que han penetrado en ella. Si después de la micción queda un residuo de orina,
la presencia de microorganismos se autoperpetúa y el efecto de la dilución disminuye o
desaparece y, en pocas horas, la densidad de bacterias en la orina alcanza el umbral crítico, por
encima del cual se produce la invasión de la mucosa vesical.
La proteína de Tamm-Horsfall, por su alto contenido en manosa, fija y elimina bacterias con
fimbrias de tipo 1. Desde la vejiga, pueden alcanzar la pelvis renal vehiculizados por reflujo o por
su propia movilidad. La endotoxina de los bacilos Gram negativos disminuye el peristaltismo
ureteral y favorece la aparición de reflujo. La osmolaridad elevada, el pH ácido, la
hiperamonemia y el escaso flujo sanguíneo medular dificultan la actividad leucocitaria y
permiten el desarrollo de pielonefritis con inóculos muy bajos.
Con menor frecuencia pueden acceder por vía hematógena. Tal es el caso de la infección
estafilocócica por absceso renal o perirrenal, la tuberculosis, la infección por Salmonella spp. y
la mayoría de las infecciones por Cándida spp. obedecen a la diseminación hematógena.
Etiología
E.coli es el causal de más del 80% de las ITU no complicadas. Le siguen Proteus mirabilis,
Klebsiella pneumoniae y S. saprophyticus. P. mirabilis es frecuente en niños no circuncidados
porque coloniza el saco prepucial.
La ITU complicada está producida por E. coli en el 50% de los casos, y el resto se debe a otras
enterobacterias, Pseudomonas aeruginosa o Enterococcus spp. Es polimicrobiana en el 5% de
los casos, en especial en aquellos con vejiga neurógena, sonda vesical o fístula vesicorrectal o
vesicovaginal.
Jeremías Decicco
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Clínica
Cistitis: disuria, polaquiuria y micción urgente dando síndrome miccional irritativo o síndrome
cistítico. Puede haber incontinencia, tenesmo y dolor suprapúbico, que puede aumentar con la
micción.
Pielonefritis: suele comenzar de forma súbita con fiebre elevada, escalofríos y afección del
estado general. La distensión de la cápsula renal origina dolor en la fosa lumbar, a veces con
náuseas y vómitos. Puede irradiar al flanco, fosa ilíaca del mismo lado o al epigastrio. La
percusión de la fosa lumbar y la palpación bimanual suelen ser dolorosas. En los ancianos puede
cursar con incontinencia urinaria, dolor abdominal vago, confusión, disminución de la movilidad,
caídas al suelo y deterioro de la función renal. Algunas pueden complicarse con necrosis papilar
y cursan con hematuria, obstrucción ureteral con dolor tipo cólico nefrítico y deterioro de la
función renal.
Diagnóstico
El de cistitis es clínico. Puede confirmarse con la presencia de leucocituria. Se consideran
patológicos los recuentos superiores a ocho leucocitos por campo. La presencia de cilindros
leucocitarios indica que la infección se localiza en el parénquima renal. La ausencia de
leucocituria hace improbable el diagnóstico de ITU, aunque no lo excluye. La infección en el
paciente con neutropenia u obstrucción ureteral completa, infección de un quiste y el absceso
renales o perinefrítico de origen hematógeno pueden cursar sin leucocituria.
En la pielonefritis aguda con criterios de sepsis grave o shock séptico, hematuria macroscópica,
masa renal a la exploración y la persistencia del dolor o la fiebre al tercer o cuarto día de
tratamiento antibiótico indican la práctica de una eco renal o una uro-TC para descartar
obstrucción, necrosis papilar, pielonefritis enfisematosa o absceso intrarrenal o perinefrítico.
Jeremías Decicco
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Tratamiento
Cistitis
El antibiótico de elección debe cubrir E. coli y debe eliminarse activamente por la orina. Se puede
usar fosfomicina, nitrofurantoína, colimicina y tigerciclina. Nitrofurantoína y tigeciclina no son
activas frente a Proteus spp. ni P. aeruginosa. El tratamiento empírico inicial de una cistitis no
complicada puede hacerse con:
Bacteriuria asintomática
En el primer trimestre del embarazo, se puede usar un beta lactámico tipo amoxicilina o amoxi-
clavulánico 500mg/12 h v.o por 7 días o fosfomicina 3g v.o dosis única. Se debe hacer urocultivo
a la semana de finalizado, y uno por mes hasta el parto.
Si hay dos episodios o más de bacteriuria asintomática considerar tratamiento supresivo con
nitrofurantoina o cefalexina. La candiduria asintomática no requiere tratamiento salvo en
neutropénicos o cuando hay que hacer endoscopia u otra intervención. Se usa fluconazol o si
hay resistencia flucitosina y una equinocandina o anfotericina B.
Pielonefritis
Siempre debe hacerse urocultivo. La no complicada puede tratarse en régimen domiciliario con
una cefalosporina de tercera generación por vía oral como cefixima, ceftibuteno o cefditorén
200-400mg/12h. Es aconsejable dar la primera dosis vía parenteral tipo ceftriaxona 1g i.v. Una
alternativa son los aminoglucósidos en dosis única por 2-3 días, seguido de una fluoroquinolona
Jeremías Decicco
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La infección complicada debe tratarse en ámbito hospitalario con una cefalosporina de tercera
generación vía parenteral, AMG o aztreonam. Si hay factores de riesgo para enterobacterias
productoras de BLEE la cefalosporina se puede sustituir por ertapenem 1 g/día i.v u otro
carbapenemo. En caso de sepsis grave o shock séptico iniciar con carbapenemo.
En clase dieron que, si el cuadro de la ITU complicada es leve, se hace urocultivo, ambulatorio
con fluoroquinolona por 10-14 días. Si el cuadro es grave (inestabilidad hemodinámica, sepsis)
se interna al paciente, se hace uro y hemocultivo, y se dan antibióticos por vía parenteral usando
cefalosporina de tercera generación, carbapenemos o ureidopenicilinas, por 14-21 días.
Retirar o reemplazar el catéter vesical ≥ 15 días de colocado. Tomar muestra para urocultivo a
través del catéter nuevo, y hemocultivos. El tratamiento debe ser dirigido a uropatógenos
resistentes a múltiples antimicrobianos iniciado por vía parenteral. La duración debe ser por 7 -
14 días. En relación con la profilaxis se recomienda evitar la colocación innecesaria y limitar su
duración. Estrategias como cateterismo intermitente, cateterismo suprapúbico o sonda condón
se asocian con disminución del riesgo. El uso de antibióticos profilácticos durante la remoción o
reemplazo del catéter no aporta beneficios significativos en cuanto al riesgo de desarrollar una
ITU.
ITU recurrentes
Se basa en la profilaxis
Jeremías Decicco
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Si las medidas mencionadas son inadecuadas, se puede intentar la profilaxis antibiótica. Lo más
cómodo es dar una dosis única después de las relaciones sexuales tan pronto como sea posible
con una de estas:
➢ Nitrofurantoína 50-100 mg
➢ TMP-SMX 80/400 mg o 40/200mg
➢ Cefalexina 250 mg
➢ TMP 100 mg
Si esto no funciona, se puede hacer antibioticoterapia con dosis diaria nocturna antes de ir a
dormir con las mismas drogas por seis meses, excepto que el TMS se da 3 veces por semana
porque es igual de efectivo que la administración diaria.
Litiasis renal
Introducción
Es un cuadro en el que intervienen factores genéticos, anatómicos y ambientales. Se asocia con
un riesgo aumentado de padecer HTA, cardiopatía isquémica, síndrome metabólico y diabetes.
Etiología y composición
Los cálculos renales son estructuras cristalinas incluidas en una matriz orgánica, una
mucoproteína constituida en un 60% por proteínas y 20% por hidratos de carbono, y están
compuestos por materiales que normalmente se eliminan por la orina. Se forman en las papilas
renales y crecen hasta que, de forma aleatoria, se rompen y los fragmentos pasan al sistema
excretor. Un 70-80% están constituidos por sales de calcio, siendo los más frecuentes de oxalato
cálcico, que pueden ser monohidratados o dihidratados. Los de fosfato cálcico son poco
frecuentes y están formados por apatita en el 7% y por brushita en el 1%. Aproximadamente un
20% son de estruvita, los cuales solo se forman en presencia de bacterias que poseen la enzima
ureasa, y suelen ser de gran tamaño. Están compuestos por iones de magnesio, amonio y fosfato
que adquieren estructura prismática-rectangular. Entre un 5 y 15% son de ácido úrico y
adquieren un color rojo anaranjado, son birrefringentes a la luz polarizada. Los de cistina son
menos del 1%, gran dureza, planos, hexagonales y color amarillo.
Patogenia
Suelen ser el resultado de la rotura del equilibrio entre solubilidad y precipitación de sales, y se
dan con mayor probabilidad cuando existen uno o más factores que dan lugar a la saturación de
la orina, la formación de cristales y la consiguiente agregación para formar el cálculo
clínicamente detectable.
Saturación
Nucleación
Ocurre cuando las moléculas en solución no pueden mantenerse aisladas entre sí y se agrupan
para formar una estructura cristalina primitiva.
Jeremías Decicco
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Inhibición de la cristalización
Hay sustancias inhibidoras que impiden el crecimiento del cálculo en la orina, y sustancias
quelantes que se unen con los iones litogénicos para formar complejos solubles. Los inhibidores
de los de oxalato de calcio son los GAGs, nefrocalcina y la proteína de Tamm-Horsfall, y los de
los cristales de fosfato cálcico son citrato, pirofosfato y magnesio. Los quelantes son magnesio
para oxalato y citrato para calcio.
Los cálculos de ácido úrico y, en menor medida, de cistina son favorecidos por un pH ácido y los
de estruvita y, en menor medida, de fosfato por pH alcalino.
Clínica
Mientras el cálculo está fijo en la papila o sistema excretor, suele ser asintomático, aunque
puede haber hematuria macroscópica o microscópica. Cuando se desprende y desciende por la
vía urinaria produce un dolor agudo característico como consecuencia de la distensión de la vía
urinaria, conocido como cólico nefrítico. Se localiza en la fosa lumbar y su intensidad aumenta
rápidamente hasta hacerse intolerable. El dolor puede tener oscilaciones de intensidad, suele
acompañarse de náuseas, vómitos, sudoración, palidez y, a veces, íleo paralítico. Puede haber
hipersensibilidad en la zona lumbar o en la parte anterior del abdomen, con rigidez muscular
asociada. Puede permanecer en la fosa lumbar o irradiarse inicialmente al flanco abdominal y
luego a la zona testicular o vulva. Si migra hacia abajo indica que el cálculo está descendiendo
por el uréter. Los ubicados en el tercio medio suelen producir dolor en flanco y los del tercio
inferior dolor abdominal bajo o genital. Cuando está en la porción intravesical produce un
síndrome miccional o dolor en la zona genital. El cólico suele desaparecer cuando el
desplazamiento del cálculo permite la descompresión de la vía urinaria. Se pueden expulsar
pequeñas concreciones semejantes a arena (arenilla) con dolor.
Diagnóstico
Se basa en confirmar la presencia de la litiasis, evitar y/o detectar las complicaciones asociadas
e intentar identificar la alteración específica causante de la formación de cálculos para dar un
tratamiento específico.
Una litiasis de inicio temprano orienta a una cistinuria o una hiperoxaluria primaria, la repetición
de episodios litiásicos en un mismo riñón sugiere una malformacion renal o de la vía urinaria y
la mala respuesta a la litotricia puede indicar la presencia de litiasis de cistina, que son de alta
dureza.
Imágenes
Jeremías Decicco
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La TC helicoidal sin contraste es la mejor prueba. Detecta la mayoría de las litiasis y según su
densidad, su localización y apariencia, puede sugerir la composición del cálculo. La rx simple de
abdomen es útil para el diagnóstico y seguimiento, pero solo es útil en casos de litiasis
radiopacas, no pudiendo visualizar las úricas y las de xantina. La ecografía abdominal es la
técnica de elección en embarazadas y permite además detectar litiasis radiolúcidas y
obstrucciones de la vía urinaria, pero su desventaja es la dificultad para ver las litiasis ureterales
y las de pequeño tamaño.
La positividad de nitritos o bacterias en la tira reactiva orientará hacia una infección. La presencia
de cristales y el pH en la orina pueden orientar en cuanto a la etiología de la litiasis. Se
recomienda pedir función renal, ionograma y hemograma completo. Si se dispone de la litiasis
tras ser expulsada debe ser enviada al laboratorio para estudiarla.
✓ pH sanguíneo
✓ Sedimento y cultivo de orina
✓ Determinación en orina de 24 h con calcio, ácido úrico, oxalato, fosfato, sodio, cloro,
citrato y magnesio.
✓ Si hay hipercalciuria: PTH, 25-hidroxivitamina D, y calciuria de 24h tras una dieta de
restricción de calcio después de un ayuno de toda la noche y tras sobrecarga oral de
calcio. Según esto se clasifica en tipo I si no responde a la restricción de calcio y tiene
una respuesta calciúrica exagerada a su sobrecarga oral, o de tipo II si el calcio urinario
se normaliza tras restringir el mismo de la dieta.
Tipos de litiasis
Litiasis cálcica
Hipercalciuria
La hipercalciuria idiopática es la causa más frecuente de litiasis renal. Tiende a ser familiar, es
más prevalente en varones y el primer episodio suele ocurrir en la tercera década de la vida. Los
cálculos son casi exclusivamente de oxalato cálcico, si bien el fosfato cálcico también puede
formar parte.
Hipocitraturia
El citrato inhibe la nucleación espontanea del oxalato cálcico y retarda la aglomeración de los
cristales preformados de este. Es un potente inhibidor del crecimiento de los cristales de fosfato
Jeremías Decicco
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cálcico y reduce la saturación urinaria de las sales cálcicas. La hipocitraturia aparece en el 30%
de las litiasis cálcicas y sus principales causas son la acidosis tubular renal, la enfermedad renal
crónica, el tratamiento con acetazolamida o tiazidas, la depleción de potasio y magnesio, la
inanición y la malabsorción intestinal.
Hiperoxaluria
El organismo no metaboliza el oxalato y solo puede eliminarse por excreción renal, proviene de
dos fuentes: una endógena, y otra exógena de la absorción intestinal de los alimentos. La
hiperoxaluria se define como la eliminación de oxalato superior a 50mg/día por la orina.
Litiasis úrica
Hiperuricosuria
Se define como una excreción de ácido úrico superior a 800mg/día en el varón y 750mg/día en
la mujer. Las circunstancias más comunes asociadas son la ingesta excesiva de proteínas de
origen animal, la gota primaria, los síndromes mieloproliferativos y la quimioterapia de tumores
malignos por sobreproducción de ácido úrico. Es característico su alto índice de recidiva.
Los cristales de ácido úrico se forman en pH ácido, por lo que pueden formarse aún en casos de
normouricemia y normouricosuria, especialmente en la asociación de ingesta excesiva de
proteínas y pH urinario persistentemente inferior a 5,5. Los estados diarreicos aumentan la
concentración urinaria de ácido úrico al disminuir el volumen urinario por deshidratación y la
excreción de una orina acida por perdida de bicarbonato a través de las haces también colabora
a la formación de los cálculos. Otra causa es el uso de fármacos uricosúricos como el probenecid,
salicilatos y contrastes yodados.
Litiasis cistínica
Jeremías Decicco
100
fosfato de calcio y urato de amonio. Así se generan cálculos de estruvita (fosfato amónico
magnésico), que son de gran tamaño y se ramifican para adoptar la forma de la pelvis y cálices
renales (coraliformes). Son focos de sepsis permanente y causan obstrucción de las vías urinarias
con posible desarrollo de insuficiencia renal crónica si son bilaterales.
Tratamiento
Restricción de sodio.
Hipercalciuria
Hiperoxaluria
Jeremías Decicco
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Hipocitraturia
Citrato de potasio
Se hace mediante la relajación del músculo liso ureteral con bloqueantes de los receptores α1
(TAMSULOSINA) o con la inhibición de la bomba de los canales de calcio (NIFEDIPINA).
La tamsulosina aumenta las tasas de expulsión, reduce el tiempo de expulsión, los episodios
dolorosos, el puntaje en la escala de dolor percibido y el requerimiento de analgésicos.
Hidratación
Intervención urológica
Los cálculos mayores de 5-6 mm o que persisten más allá de 4 semanas tienen indicación de ser
extraídos. La elección del método depende del tamaño y la topografía.
El tratamiento quirúrgico agudo solo está indicado en caso de asociación de litiasis urinaria
obstructiva con infección. No es definitivo.
La nefrolitotomía percutánea es un procedimiento que se utiliza a menudo para las piedras más
grandes o complejos.
Jeremías Decicco
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Criterios de Hospitalización
Extravasación urinaria
Problemas sociales
Glucosuria renal
Es un trastorno hereditario de la reabsorción de glucosa tubular. Se define por:
➢ Glucosuria constante
➢ Glucemia normal
➢ Utilización normal de los hidratos de carbono
➢ Ausencia de otras anomalías tubulares.
El defecto tubular está representado por la disminución del umbral de reabsorción renal de
glucosa, que se define como el nivel de glucemia a partir del cual la glucosuria excede 1mg/min
Jeremías Decicco
103
por 1,73m2. Ocurre normalmente cuando la glucemia alcanza 180-200mg/dL, pero en casos de
glucosuria renal sucede con valores más chicos. Hay diferentes grados de severidad:
Es algo benigno, suele ser asintomático a excepción de mala intolerancia al ayuno o poliuria-
polidipsia como consecuencia de la diuresis osmótica. No se debe prescribir ninguna dieta.
Hiperfosfaturias
Raquitismo hipofosfatémico familiar ligado al sexo
Introducción
Fisiopatología
Clínica
Aparece entre los 6-12 meses de edad, como un raquitismo que se revela resistente a la
administración de dosis habituales de vitamina D. Se suele asociar a un retraso importante del
crecimiento y a deformidades óseas tipo genu varum y, más raro, genu valgum. En el adulto
permanece inactiva y se reduce a talla baja y algunas deformidades óseas residuales. La
hipofosfatemia se acompaña de normocalcemia y elevación de la FA.
Tratamiento
Se deben prevenir las deformidades óseas e iniciar lo antes posible el tratamiento. Se administra
fosfato neutro sódico 1,5g/día y calcitriol 0,25-2ug/día o alfa-calcidiol 0,5-3ug/día. Requiere
controles regulares de la calcemia, calciuria y concentración de PTH intacta, así como ecografías
renales periódicas.
Aminoacidurias
Cistinuria
Introducción
Es un trastorno hereditario del transporte renal e intestinal de cistina, lisina, arginina y ornitina.
Incidencia de 1/20.000 nacimientos. Es autosómica recesiva, y hay dos subtipos: tipo 1 por
mutaciones en el gen SLC3A1 que codifica un transportador de cistina y aminoácidos dibásicos
(rBAT). El tipo no-1 causado por mutaciones en el gen SLC7A9 que codifica una proteína que
compone al rBAT.
Jeremías Decicco
104
Clínica
Diagnóstico
Tratamiento
Síndrome de Fanconi
Introducción
Fisiopatología
Clínica
Depende del grado y la etiología. En el niño casi siempre está dominada por retraso en el
crecimiento y lesiones de raquitismo resistentes a tratamiento con vitamina D. Puede haber
poliuria y debilidad muscular e incluso parálisis periódicas por hipocalcemia.
Diagnóstico
✓ Hipofosfatemia
✓ Normocalcemia
✓ Elevación de la FA si hay lesiones activas de osteomalacia
Jeremías Decicco
105
Tratamiento
Cistinosis
Es un error congénito del metabolismo de herencia autosómica recesiva, que se caracteriza por
elevación del contenido intracelular de cistina libre, que se acumula en el interior de los
lisosomas. El resultado es acumulación de cristales de cistina en todos los tejidos del organismo,
con daño celular secundario progresivo.
Clínica
En el adulto es benigno, con depósito en córnea y médula ósea, pero sin anomalías renales
acompañantes.
El infantil o nefropático es la forma más frecuente y grave. Tiene clínica de síndrome de Fanconi
en el primer año de vida y comporta una evolución inexorable a la insuficiencia renal terminal
en menos de 10 años. Está asociado a retinopatía periférica, fotofobia y disfunción tiroidea.
Diagnóstico
Se establece por la demostración de cristales de cistina en diversos tejidos o por el estudio del
contenido intracelular de cistina libre en los leucocitos.
Tratamiento
Suele estar asociada a síndrome de Fanconi o ser causada por fármacos o tóxicos. Puede ser
transitoria o permanente. En el adulto, las causas más frecuentes son el mieloma múltiple y el
uso de acetazolamida. En los niños son la forma idiopática, la provocada por ifosfamida y la
cistinosis.
Fisiopatología
Jeremías Decicco
106
Hay un defecto del túbulo en la reabsorción de bicarbonato filtrado, pero los mecanismos
distales de acidificación de la orina son normales. El resultado es una disminución del umbral
renal de excreción de bicarbonato. Hay una tendencia a la pérdida renal de potasio debido a que
también reduce la reabsorción proximal de sodio y, así, se presenta en mayores cantidades en
los segmentos distales de la nefrona. Todo esto produce una acidosis hiperclorémica.
Clínica
Diagnóstico
Debe sospecharse ante un cuadro de acidosis metabólica hiperclorémica sin causa clara, pH
urinario variable y anión gap urinario negativo, o sea, una concentración de cloro en la orina
superior a la suma de las concentraciones de sodio y potasio en situación de acidosis metabólica.
La disminución del umbral de excreción renal del bicarbonato se demuestra con una sobrecarga
intravenosa de bicarbonato sódico. Cuando se corrige la bicarbonatemia hasta niveles de más o
menos 20mmol/L, el pH urinario asciende a más de 7,5 y la excreción fraccional de bicarbonato
asciende a valores muy altos.
Tratamiento
Compensar la pérdida urinaria de bicarbonato, por lo que se requiere administrar dosis elevadas
de este, hasta 10-20 mmol/kg de peso y día, repartidas cada 2-4 horas durante el día y la noche.
Se debe administrar parte del bicarbonato como sales de potasio, porque la terapia alcalina
agrava la pérdida renal de potasio. La hidroclorotiazida puede facilitar la corrección de la acidosis
con dosis menores de alcalinos, ya que la depleción de volumen provoca un aumento de la
reabsorción proximal de sodio y, secundariamente, de bicarbonato.
En el niño adopta carácter primario. La forma aislada es esporádica, parece responder a una
herencia autosómica dominante causada por mutaciones en el gen del intercambiador Cl/HCO3-
. La forma asociada a sordera nerviosa presenta un carácter familiar y es autosómica recesiva y
hay una mutación en la subunidad B1 de la H+ATPasa vacuolar. Puede haber deficiencia de AC
II.
Fisiopatología
Jeremías Decicco
107
Clínica
La forma primaria se manifiesta después de los primeros dos años, aunque también puede estar
desde los primeros días de vida y se manifiesta con vómitos, poliuria, deshidratación y falta de
ganancia ponderal. Luego se ve retraso del crecimiento. La nefrocalcinosis es un hallazgo precoz.
En el adulto lo más frecuente es la litiasis renal, que puede asociarse a nefrocalcinosis o ser
aislada.
Diagnóstico
Tratamiento
Debe sospecharse en todo paciente con hiperpotasemia persistente sin causa aparente. Incluye
pacientes con hipoaldosteronismo tanto primario como asociado a hiporreninemia, o son
pseudohipoaldosteronismo (SHA) (resistencia tisular a la aldosterona).
Fisiopatología
Clínica
Guarda relación con la enfermedad causal. No suele asociarse a nefrocalcinosis o litiasis y las
lesiones óseas solo aparecen en uremia avanzada. Excepto en los casos de SHA I, el
hipoaldosteronismo en adultos no se asocia con una marcada pérdida renal de sodio e
hipovolemia debido a los mecanismos compensadores que aumentan la reabsorción renal de
sodio. La acidosis es generalmente moderada, aunque la hiperpotasemia puede llegar a ser
grave.
Diagnóstico
Tratamiento
Jeremías Decicco
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Dependerá de la etiología. Se debe suprimir los fármacos que retienen potasio e intentar
normalizar la potasemia mediante el uso de resinas de intercambio iónico o diuréticos de tipo
furosemida. Si hay hipoaldosteronismo se puede dar fludrocortisona. Muchos pacientes con
hipoaldosteronismo hiporrenémico tienen HTA o edemas que se agravan con la administración
de fludrocortisona, lo que obliga la adición de diuréticos de asa o tiazidas. A veces suele ser
necesario administrar bicarbonato.
Fisiopatología
Clínica
Diagnóstico
Debe hacerse diagnóstico diferencial con polidipsia psicógena, la diuresis osmótica y la diabetes
insípida central. La mejor manera es con la prueba de la deshidratación. Al paciente se lo priva
del acceso al agua durante varias horas, mientras se miden el flujo y la osmolaridad urinarios de
forma seriada. En la DI persisten la hiposmolaridad urinaria y la producción de un volumen
importante de orina a pesar de la deshidratación. En la DI nefrogénica la administración exógena
de desmopresina o vasopresina produce efecto nulo o mínimo, al contrario que en la DI central.
Si medimos la ADH y la osmolaridad plasmática, veremos que en la DI central hay un aumento
de la osmolaridad plasmática que no se acompaña de aumento de la ADH, mientras que en la
nefrogénica sí aumenta la ADH, pero no se acompaña de un aumento paralelo de la osmolaridad
urinaria. En la polidipsia primaria los valores de ADH y la osmolaridad plasmática están
reducidos.
Tratamiento
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Etiología
➢ Drogas 70%: AINE, beta lactámicos, rifampicina, TMS (bactrim), furosemida, quinolonas,
alopurinol, inhibidores de la bomba de protones, aciclovir.
➢ Infecciones 10%: puede ser por invasión directa del riñón, o indirecta por infección
sistémica.
➢ Sistémicas: metabólicas como cristales de urato, oxalato, calcio, etc. O por metales
pesados como cadmio y plomo.
➢ Inmunes 10%: sarcoidosis, LES.
➢ Hematológicas: linfomas, mieloma múltiple, IgG4.
➢ Idiopáticas: anti-MBT, inmunocomplejos, asociada a uveítis.
➢ Tóxicas: venenos de serpientes.
Clínica
Se caracteriza por una triada presente en el 10%:
• Fiebre
• Rash
• Eosinofilia
Diagnóstico
Laboratorio
la biopsia se reserva para cuando el diagnóstico es dudoso, previo a iniciar tratamiento o cuando
la evolución no es satisfactoria.
Tratamiento
➢ Suspensión inmediata del agente asociado
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No existen estudios randomizados, controlados. Son series de pocos pacientes (menos de 50)
40% persisten con creatinina elevada. Los factores asociados a daño permanente son: NTI
prolongad, AINES, hallazgos histológicos de cronicidad.
Conclusiones de los estudios positivos: recuperación más rápida, menos probabilidad de IRCT,
menor creatinina final. La probabilidad de recuperación con esteroides es mayor si se comienzan
dentro de los 7 días (OR 6,6).
Etiología
✓ Nefropatía de los Balcanes
✓ NTIC por aines
✓ Sjögren
✓ Sarcoidosis
✓ Litio
✓ Mieloma múltiple
✓ Idiopática
Características
✓ Insuficiencia renal crónica (15% causas de irc)
✓ PA normal: pierden sodio
✓ Densidad 1008/10: pierden mecanismo de contracorriente
✓ Orina alcalina: rta1 y rta 4
✓ Sedimento con pocos elementos
✓ Proteinuria tubular
Proteinuria
➢ Glomerular: daño en la barrera de filtración. > 50 KD: albumina 69 KD, transferrina, IgG
➢ Tubular: alteración en la reabsorción, hasta 1 gramo es filtrada y reabsorbida
diariamente. El túbulo dañado no las reabsorbe: β2m, monómeros de CL, RBP, A1m, etc.
➢ Sobrecarga: CL monoclonales
➢ Mixta
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