Está en la página 1de 12

22º JUZGADO CIVIL DE SANTIAGO

ROL Nº C-309-2024
BANCO ITAU CHILE con YAÑEZ MEDINA, CAROLINA
CUADERNO PRINCIPAL

EN LO PRINCIPAL: Opone excepciones. PRIMER OTROSÍ: Medios de prueba.


SEGUNDO OTROSÍ: Solicita la suspensión del procedimiento. TERCER OTROSÍ:
Patrocinio y Poder. CUARTO OTROSÍ: Señala forma de notificación.

S. J. L. en lo Civil de Santiago (22°)

CAROLINA DEL CARMEN YAÑEZ MEDINA, demandada, chilena, psicóloga,


soltera, cédula de identidad N.º 15.154.297-2, domiciliada para estos efectos en calle
Merced Nº838-A, oficina 117, comuna de Santiago, Región Metropolitana, en autos
sobre juicio ejecutivo, materia cobro de pagaré, caratulado “BANCO ITAU CHILE con
YAÑEZ MEDINA, CAROLINA”, Rol Nº C-309-2024, cuaderno principal, a S.S.
respetuosamente digo:
Que, encontrándome dentro de plazo legal, vengo en oponer a la ejecución, las
excepciones contempladas en los números 2, 4, 6, 7 y 14 todas del artículo 464 del
Código de Procedimiento, fundándolas en las siguientes circunstancias:

1.- La Excepción contemplada en el N° 2 del artículo 464 del Código del


Procedimiento Civil, esto es, “La falta de capacidad del demandante o de
personería o representación legal del que comparezca en su nombre”.

En la presente ejecución comparece don Joaquín Carrillo Moreno, abogado y


mandatario judicial (según indica) de Banco Itau Chile, domiciliado para estos efectos
en calle Málaga N° 89, Piso 9, Comuna de Las Condes, ciudad de Santiago, para efectos
de entablar en mi contra una demanda de acuerdo con el procedimiento ejecutivo cuya
materia es el Cobro de dos Pagarés a la orden, por la cantidad de 512,9367.- Unidades
de Fomento. -, por concepto de capital, más intereses pactados, reajustes y costas.

A) En autos no está acreditada la personería del presunto representante del


ejecutante:
Los comparecientes, no acreditaron la personería invocada, en los términos que
exige el artículo 7 del Código de Procedimiento Civil, toda vez que no se acompañó, en
la forma legal, una copia autorizada del instrumento público en que conste que el
Directorio y/o el Gerente General de la entidad demandante, únicos órganos facultados
al efecto, le hayan designado como mandatario ya individualizado, con facultades
suficientes para actuar en juicio, como abogados patrocinantes, apoderados o
representantes de quienes dice representar.
Al efecto sólo hace referencia a la existencia de una supuesta escritura pública
que no puede ser en caso alguno una fotocopia simple de un supuesto mandato notarial
en que constaría su personería, documento que, en dicho caso no tendría valor alguno
en juicio por ser solo una copia simple, sin valor legal; y que en todo caso no aportaría
los antecedentes necesarios para dar por establecida la existencia del mandato judicial
y su extensión.
En consecuencia, la personería de quien comparece por la demandante Banco
Itau Chile, no se encuentra acreditada en forma alguna.
B) La acreditación del poder exige acompañar un conjunto de
antecedentes:

La demandante, es decir, Banco Itau Chile, es una persona jurídica sujeta a un


régimen jurídico especial y entre la normativa que le es aplicable figuran la Ley General
de Bancos, la Ley de Sociedades Anónimas y el Código de Comercio.

Como Sociedad Anónima debe actuar por medio de sus representantes y los
poderes que a estos se otorguen deben cumplir con las solemnidades y formalidades
que establecen las leyes.

En este caso no se acreditó, como corresponde en Derecho, el cumplimiento de


los requisitos establecidos en los artículos pertinentes del Código de Comercio, que
obligan a tomar nota al margen de la inscripción social, entre otros, de los poderes
otorgados por las sociedades a sus factores o dependientes.

Lo que se afirma es que, la acreditación del mandato exige acompañar escritura


de constitución legal del demandante, inscripción social, poder otorgado por el
directorio y/o gerente general y anotación marginal del mismo en la forma prescrita en
el Código de Comercio.

Para satisfacer la exigencia del artículo 29 inciso primero del Código de


Procedimiento Civil que ordena formar el proceso, entre otros, con los documentos que
acompañen las partes, cuando se trata de un poder, es imprescindible acompañar todos
los antecedentes que son necesarios para dar por establecida la existencia legal del
poderdante, la amplitud del poder y la toma de razón del mismo en el registro de
comercio, entre otros.

Ninguno de estos requisitos se cumple en el presente caso.

C) No existe constancia de estar vigentes los poderes con que actúa quien
se atribuye la representación de la demandante:
Tampoco se acredita que el mandato contendría las facultades de quien se
apersona por el demandante se encuentre vigente a la fecha de su comparecencia, toda
vez que, como es de público conocimiento, el ejecutante ha modificado recientemente
su estructura de poderes, y por ello en otros procesos civiles se invoca y acompaña una
escritura pública que no se ha mencionado, ni acompañado a estos antecedentes.
Desconozco, controvierto y discuto que este poder tenga vigencia, todo lo cual
amerita que se haga lugar a esta excepción dilatoria.

D) La copia de escritura pública a que se refiere el actor no se ajusta a


Derecho.

En efecto, de conformidad con lo que dispone el artículo 421 del Código


Orgánico de Tribunales, solo pueden dar copias autorizadas de escrituras públicas o
documentos protocolizados, el notario autorizante, el que lo subroga o suceda
legalmente o el archivero a cuyo cargo esté el protocolo respectivo, de modo que al no
estar autorizada la copia de escritura a que se refiere el compareciente, donde constaría
su personería, dicho documento no tiene la calidad de copia fiel de instrumento público,
de modo que no es idóneo para acreditar la personería de quien ha comparecido en
nombre y representación de Banco Itau Chile.

2.- La Excepción contemplada en el Nº 4 del artículo 464 del Código de


Procedimiento Civil, esto es, “La ineptitud del libelo por falta de algún requisito
legal en el modo de formular la demanda, en conformidad a lo dispuesto en el
artículo 254 del Código de Procedimiento Civil”.

La demanda ejecutiva de cobro de pagaré, interpuesta por Banco Itau Chile, no


contiene todos los requisitos indicados en el artículo 254 del Código de Procedimiento
Civil, como paso a demostrarlo a continuación.
En efecto, los números 4° y 5° del artículo 254 referidos, determinan que:
- “La demanda debe contener: 4º La exposición clara de los hechos y fundamento de
derecho en que se apoya; y 5º La enunciación precisa y clara, consignada en la conclusión de
las peticiones que se sometan al fallo del tribunal”-
Basta leer el libelo, para confirmar que ello no se cumple, en la especie, toda vez
que la ejecutante hace valer dos pagarés los cuales fueron firmados por quien carece de
mi representación, sin previo consentimiento de mi parte.

En el mismo orden de ideas, la demandante indica que, mediante la suscripción


del Pagaré, mi persona estaría otorgando mandato a Banco Itau Chile, el que, además,
estaría autorizado ante notario público, evento que en la especie no ocurrió, ya que
nunca firme documento alguno ante notario, ni consta haber otorgado mandato para
que se tomaran tales atribuciones; con la sola observación de los documentos
acompañados a la causa, se aprecia la falta de comprobación de identidad por parte de
un ministro de fe o el cargo de autorización de una notaría pública.

Por lo tanto, la ejecutante, NO LOGRA ESPECIFICAR CON EXACTITUD


LA DECLARACION DE VOLUNTAD DE MI PARTE, TODA VEZ QUE JAMAS FUI
CITADO A UNA NOTARIA PUBLICA PARA SUSCRIBIR EL MENCIONADO
INSTRUMENTO.
En verdad, el actor entiende que lo que ha expresado en la parte "expositiva" de
su demanda, sería parte de las "peticiones" que debe resolver el Tribunal.
Sin embargo, la ley es clara, al consignar que "a la conclusión", se deben enunciar las
peticiones, "en forma precisa y clara".
La demanda de autos no cumple con este requisito, al entender, el actor, que ha
pedido lo que ha debido solicitarse, muy claramente, en la parte petitoria de su solicitud
principal, sin embargo, en la especie, no se habría dado cumplimiento a lo dispuesto en
el artículo 254 del Código de Procedimiento Civil. Por lo expuesto, solito a S.S. acoja la
excepción de ineptitud del libelo, por falta de los requisitos legales en el modo de
formular la demanda, de acuerdo con lo expuesto latamente.

3.- La Excepción contemplada en el Nº 6 del artículo 464 del Código de


Procedimiento Civil, esto es, “La falsedad del título”.

La falsedad de un documento puede ser de dos clases: a) falsedad material; y b)


falsedad ideológica.
La primera está referida exclusivamente a la veracidad del instrumento, ya
respecto de su fecha, personas que lo han otorgado y funcionario que lo autoriza.

El artículo 17 del Código Civil se refiere a la autenticidad material, señalando que


“se refiere al hecho de haber sido realmente otorgados y autorizados por las personas y de la
manera que en los tales instrumentos se exprese”.
Pero, en otro sentido, un documento es falso cuando las declaraciones que
contiene no se ajustan a la realidad, vale decir, cuando la falta de verdad o autenticidad
es consecuencia de no existir conformidad entre lo que en él se expuso y lo que
verdaderamente ocurrió en la realidad. Esa es la falsedad ideológica, referida al
contenido, más que al continente.

Como se acreditará en la oportunidad procesal que corresponda el documento


que sirve de título a la presente ejecución es falso ideológicamente, ya el llenado del
documento no se ajustó a lo acordado e instrucciones dadas al funcionario de la
institución demandante, por lo que el documento fundante de la demanda, no se ajusta
a la realidad desde el punto de vista comercial y acuerdos celebrados.

No consta del pagaré, ni se ha acompañado en autos ningún documento que


acredite que haya autorizado a un funcionario en representación del Banco ejecutante
para llenar dicho pagaré en la imaginaria suma por la que fue llenado y menos consta
mandato alguno que autorice al Banco demandante a obtener autorización notarial de
la firma sin que me encuentre siquiera presente; no se ha acompañado a los autos
ningún mandato que determine o justifique la representación que la suscriptora del
pagaré se atribuye respecto de la ejecutada, y no constando en consecuencia mi
consentimiento en la suscripción del título ejecutivo, debe declararse la nulidad de la
obligación que dicho título le atribuye, toda vez que la voluntad de una persona no
puede presumirse.

De las disposiciones legales antes anotadas fluye que el procedimiento de


autorización de firmas aceptado y regulado por el legislador es de carácter
personalizado, en el sentido que, al hacerlo el Notario correspondiente está dando fe de
la autenticidad de la firma estampada en el respectivo instrumento, sea porque tal
suscripción se ejecutó en su presencia o bien porque tiene un conocimiento o
constancia personal de esa autenticidad, amén de que tiene que consignar también la
fecha en que dichos documentos se firman.

Así las cosas, el Notario no dio estricto y cabal cumplimiento a las exigencias
legales contempladas en los artículos del Código Orgánico de Tribunales ya indicados,
necesarias para dar fe acerca de la autenticidad correspondiente y no puede aceptarse
que la observancia de dicha normativa pueda resguardar o cumplirse a merced del
banco ejecutante, u organismos especiales, no contemplados en la Ley, o en virtud de
antecedentes proporcionados por la institución financiera, como por ejemplo, de
fotocopias de cédula de identidad, o de registro de firmas del banco que tampoco se
estamparon en presencia del Notario, toda vez que, aceptar ello implica que se estaría
legalizando, el hecho de radicar la función de fe pública que tienen los Notarios en una
entidad comercial que no reviste la calidad de auxiliar de la Administración de Justicia.
El Notario autorizante de la firma del pagaré, efectuó la autorización y
legalización de la firma en una forma en la cual no estaba facultado, contraviniendo de
este modo, lo dispuesto en los artículos 401 Nº10 y 425 del Código Orgánico de
Tribunales, lo que hace ineficaz e invalida la autorización efectuada en el pagaré por el
Notario y consecuentemente con ello produce la falsedad del título ejecutivo fundante
de esta ejecución.

De ahí la necesidad de que S.S. acoja la presente excepción de falsedad del título,
con costas.
4.- La Excepción contemplada en el Nº 7 del artículo 464 del Código de
Procedimiento Civil, esto es, “La falta de alguno de los requisitos o condiciones
establecidos por las leyes para que dicho título tenga fuerza ejecutiva, sea
absolutamente, sea con relación al demandado”, Respecto del pagaré objeto de
autos:
Pues bien, el pagaré cobrado en autos, no cumple con los requisitos necesarios
para que este tenga la suficiente fuerza ejecutiva, al ser completado de manera abusiva
por la contraria, llenando los contenidos, a su amaño y arbitrio; transgrediendo de esta
manera, las normas contenidas en el artículo 11, en relación al artículo 107 de la Ley
N°18.092. Dichas disposiciones establecen que el pagaré de autos, en el caso en
comento, debió llenarse por instrucciones otorgadas por el obligado al pago de este,
instrucciones que no aparecen en el documento presentado por la demandante.

De lo anterior, es dable concluir que se ha llenado el pagaré por la actora, sin


atender a instrucción alguna de la obligada al pago de este, ha infringido las normas
citadas precedentemente para que el título tenga la suficiente fuerza ejecutiva.

Por otro lado, esta excepción invocada, se sostiene en el hecho de que el pagaré
es un título cuyas normativas en cuanto a las formalidades exigidas por la Ley para su
validez, según lo establecido en el artículo 102°, y 103° de la Ley 18.092, establecen las
enunciaciones de este particular, y su inobservancia trae como consecuencia una
sanción, el hecho de que no valdrá dicho documento como pagaré.

Frente lo anterior, la presente excepción se funda en 3 argumentos suficientes


por sí solos para configurar esta excepción.

A) El mandatario obró fuera de los límites del mandato y fuera de las facultades
conferidas por el mandante, por lo que respecto del pagaré le es inoponible a éste y por
ende carece de mérito ejecutivo:

Como primer fundamento de esta excepción, esta parte afirma que el pagaré de
autos me es inoponible, ya que, el mandatario obró fuera de los límites del mandato
conferido, y en perjuicio de su mandante.
Al respecto S.S., cabe señalar que la suscripción de un pagaré puede hacerse bajo
distintas modalidades: a) pura y simple, esto es, suscribiendo el documento y
entregándolo al beneficiario; b) liberando al tenedor o beneficiario de protestar el
documento, dejando sin aplicación las disposiciones que lo reglamentan, esto es, el
párrafo séptimo de la Ley N° 18.092 (artículos 59 a 78); y c) autorizando un notario u
oficial de registro civil, en las comunas en donde no tenga asiento un notario, la firma
del obligado.

La forma como se suscriba el pagaré determinará el procedimiento a utilizar,


debiendo dejarse en claro que siempre originará una acción cambiaria, la que podrá ser
ejecutiva u ordinaria. De este modo, el pagaré podrá fundar los trámites de protesto y
luego un procedimiento ordinario o, previa realización de los trámites pertinentes podrá
dar origen a la gestión de preparación de la vía ejecutiva prevista en el artículo 434 Nº
4 del Código de Procedimiento Civil y, en su caso, ser el antecedente directo de un
procedimiento ejecutivo al autorizarse la firma ante un notario.

De lo expuesto no resulta intrascendente o de menor entidad la autorización de


la firma ante notario del suscriptor obligado. Es por lo anterior que resulta necesario que
tales modalidades en la suscripción de los pagarés se consignen expresamente en el
mandato por tratarse de un encargo "especial y especifico", que no puede comprender
las "Facultades ordinarias de administración", conforme lo establece el artículo 2132 del
Código Civil, por constituir excepciones al régimen normal que la ley prevé para este
instrumento, porque se desprenden consecuencias más gravosas para el suscriptor. La
autorización ante notario de la firma de el o los obligados al pago del instrumento, le
otorga mérito ejecutivo directo en el evento que no se pague al presentarlo a cobro, sin
perjuicio del cumplimiento de la obligación de protestarlo.

El análisis del tema planteado bajo la sola perspectiva de la ejecución de un


mandato nos lleva a concluir que el mandatario se excedió en sus facultades y, por lo
mismo, la sanción que corresponde aplicar es la inoponibilidad, pues se trata del acto
de un mandatario, quien se excede de las facultades conferidas por el mandato, lo que
trae aparejado que dichos actos son inoponibles al mandante, es decir, no le afectan. Y
en ese entendido, conforme lo establece el N° 7 del artículo 464 del Código de
Procedimiento Civil, el título carece de mérito ejecutivo. La inoponibilidad del pagaré
respecto del deudor y mandante conlleva respecto de él, necesariamente la falta de
eficacia ejecutiva del título.

De las normas citadas de la Ley N° 18.092, se infiere que tanto la firma del
notario como la liberación de la obligación de protesto son elementos circunstanciales
que pueden ono concurrir en un pagaré y, como tales, para existir requiere una voluntad
expresa al respecto.
El artículo 2116 del Código Civil dispone que el mandato es un contrato en que
una persona confía la gestión de uno o más negocios a otra, que se hace cargo de ellos
por cuenta y riesgo de la primera. Por su parte, el artículo 2131 del mismo Cuerpo Legal
establece que el mandatario se ceñirá rigorosamente a los términos del mandato, fuera
de los casos en que las leyes le autoricen para obrar de otro modo, lo que no ocurre en
la especie.

En consecuencia, el pagaré cobrado en autos es inoponible al deudor mandante,


lo que conlleva necesariamente que al título le falten algunos de los requisitos
establecidos en la ley para que tenga fuerza ejecutiva, en este caso, en relación con el
demandado.

B) El mandato en virtud del cual el mandatario suscribió el pagaré en


representación del deudor mandante adolece de un vicio de nulidad que lo invalida, por
lo que el pagaré no empece al deudor:

Sin perjuicio de lo anteriormente expuesto y como segundo fundamento para


apoyar la procedencia de esta excepción, el mandato adolece de un vicio de nulidad
que determina que el pagaré materia de autos no me empece y, por ende, carece de
mérito ejecutivo.

En efecto, al título igualmente le faltan requisitos para que tenga mérito ejecutivo
por cuanto el mandato es un contrato según lo dicen literalmente los artículos 2116 y
2124 del Código Civil, y atendida su naturaleza debe tener por objeto una o más cosas
determinadas que se trata de dar, hacer o no hacer. La cantidad puede ser incierta con
tal que el acto o contrato fije reglas o contenga datos que sirvan para determinarla. Así
lo disponen los artículos 1460 y 1461 del citado cuerpo legal.

Este principio se traduce en el pagaré en cuanto, entre sus enunciaciones


esenciales contempla la "promesa no sujeta a condición de pagar una determinada cantidad
de dinero", según lo prescribe el artículo 102 N° 2 de la Ley 18.092. En consecuencia,
el encargo para suscribir un pagaré que es objeto del mandato debe determinar la
cantidad que el mandatario prometerá pagar a un tercero, sin embargo, el documento
se encontraba en blanco.

A mayor abundamiento, la ley N° 19.496 priva de todo efecto a las cláusulas que
incluyan espacios en blanco, lo que evidencia el espíritu general de la legislación en
cuanto a rechazar las cláusulas que contengan facultades ilimitadas de una de las partes.

Todos estos principios son mayormente exigibles en un pagaré en cuanto


constituye un acto jurídico abstracto que no necesita expresar la causa en su texto
mismo y en un mandato, que, siendo un contrato de confianza, aparece otorgado a un
tercero extraño al mandante.
Pues bien, es del caso que los pagarés objeto en autos dan un total
de 512,9367 Unidades de Fomento, más no existe un cronograma de pago que
justifique, demuestre y respalde, cuáles son efectivamente los montos y títulos
de los dineros pagados, adeudados y gestionados por de Banco Itaú Chile.

En consecuencia, no me consta, desconozco y controvierto el monto total


consignado en dicho pagaré.

Así, el mandato en cuya virtud se suscribió el título ejecutivo invocado en estos


autos, adolece de nulidad, por no haberse acreditado fehacientemente como se originó
la suma de las deudas que el mandatario podría reconocer a favor de un tercero, el
ejecutante de autos. En el mismo sentido, mal podría existir una determinación
cuantitativa de la deuda sin conocer ni existir en este proceso, los documentos que
acrediten el orden cronológico de todos los pagos realizados, como también los que se
encontrasen pendientes, los cuáles originarían la suma total por el cual se generó el
pagaré, no acompañando el actor los documentos que sirvan para determinarla. Dicha
determinación cuantitativa constituye una formalidad legal prescrita para el valor de
todo acto o contrato en consideración a su naturaleza, según lo dispone el artículo 1682
del Código Civil.

En consecuencia, el pagaré suscrito inválidamente por el mandatario en nombre


del ejecutado, no empecé a este último, de modo que la obligación que contiene no es
actualmente exigible en su contra, y así, al título invocado en esta ejecución, falta a un
requisito establecido por las leyes para que tenga fuerza ejecutiva, con relación al
demandado.

Cabe señalar, que, si bien consta en este proceso un mandato especial otorgado
a Banco Itau Chile, se desconoce el origen y naturaleza crediticia del pagaré
individualizado en este libelo, y más aún, no podemos dejar a la mera liberalidad del
acreedor, el generar títulos por montos que no tienen sustento ni origen material en
cuanto a un cronograma o medio de pago, y a mayor abundamiento, la efectividad
incluso de adeudar esa cantidad o de haber recibido íntegramente ese dinero.

Lo anterior conlleva a la clara conclusión de que, además el ejecutante realizó


una liquidación anticipada del crédito, quien no se encuentra facultado para realizar
dicha operación, siendo los únicos habilitados y facultados para practicarla el tribunal
que conoce de la causa, el cual cuenta con la imparcialidad adecuada para liquidar una
deuda. En efecto es una diligencia procesal que debe realizar el Tribunal.

En este sentido, el artículo 30 de la Ley N° 18.010 que establece normas para las
operaciones de crédito de dinero, dispone en su párrafo primero: “Las operaciones de
crédito de dinero o aquellas operaciones de dinero a que se refiere el artículo 26 que tengan
vencimiento en dos o más cuotas y contengan cláusula de aceleración deberán liquidarse al
momento del pago voluntario o forzado o de su reprogramación con o sin efecto novatorio
(…)”. En otras palabras, el pago forzoso se realiza a través y por el tribunal que conoce
del asunto en controversia. Y además cabe precisar que, si bien se trata de un pagaré a
la orden, mi persona efectuaba pagos de carácter periódico, en consecuencia, cuotas o
mensualidades con un monto fijo.

Todo lo anteriormente expuesto, constituye vicios del título ejecutivo en el cual


se funda la pretensión del actor, vicios que irrogan un perjuicio reparable con la
inoponibilidad del título, por lo que el pagaré no empece al deudor.

5.- La del N.º 14 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, esto es, “La
nulidad de la obligación”, Respecto del pagaré objeto de autos:

Al respecto S.S., cabe señalar que la suscripción de un pagaré puede hacerse bajo
distintas modalidades: a) pura y simple, esto es, suscribiendo el documento y
entregándolo al beneficiario; b) liberando al tenedor o beneficiario de protestar el
documento, dejando sin aplicación las disposiciones que lo reglamentan, esto es, el
párrafo séptimo de la ley 18.092 (artículos 59 a 78); c) autorizando un notario u oficial
de registro civil, en las comunas en donde no tenga asiento un notario, la firma del
obligado.

De acuerdo a la documentación acompañada, en ninguna de ellas aparece


documento que permita a dicho funcionario, llenar los espacios de un pagaré en mi
representación, NO EXISTE MANDATO AL EFECTO CON DICHAS FACULTADES, por
tanto, el documento adolece de nulidad conforme el articulo 102 N°6 y 103 de la ley
N°18.092.

Asimismo, el documento es nulo por carecer de manifestación real de la voluntad


de mi persona, por cuanto la ejecutante no está autorizada para llenar espacios en
blanco en un pagaré a mi nombre.

La obligación que se pretende cobrar adolece de nulidad absoluta, ello en


conformidad a lo establecido en el artículo 1681 y siguientes del Código Civil. Para que
un contrato o acto jurídico nazca a la vida del derecho se debe de cumplir con los
requisitos que al efecto el legislador establece, es decir, tanto los de existencia como de
validez. El Código Civil señala que para que un acto o contrato produzca efectos se
requiere Voluntad, Objeto, Causa, y solemnidades en los casos que así lo señale la ley,
y además que la voluntad este exenta de vicios, que el Objeto y Causa sean Lícita y
además capacidad de las partes.

De conformidad al artículo 1437 en relación con el artículo 1445 del Código Civil,
para que una persona se obligue a otra por un acto o declaración de voluntad es
necesario que consienta en dicho acto o declaración y su consentimiento no adolezca
de vicio, estatuyéndose para el caso de la omisión de la manifestación de la voluntad,
la nulidad absoluta o conforme a la doctrina, la inexistencia del acto.

La voluntad, se ha definido por la Real Academia de la Lengua Española, como


“la potencia del alma que mueve a hacer o no hacer alguna cosa”, es “el querer”, mismo, que
debe ser exteriorizado y reunir los caracteres de seriedad y precisión suficientes a fin
de obligar a un sujeto.

La voluntad como requisito de existencia y/o valides del acto o contrato resulta
entonces un elemento indispensable, sin el cual el acto o contrato, o no nace a la vida
del derecho o no produce efecto alguno.

La voluntad debe exteriorizarse, esto es, salir del fuero interno del sujeto que se
obliga. La sanción por la falta de voluntad según nuestra doctrina consiste en la
inexistencia del acto o contrato o nulidad absoluta; del mismo modo, la manifestación
de voluntad que adolece de alguno de los vicios del consentimiento, regulados en los
artículos 1451 y siguientes del Código Civil, consistentes en error fuerza o dolo,
producirán nulidad relativa, o rescisión.

De esta forma, se transforma en nulidad por la transgresión de las ideas


fundantes de buena fe, probidad y conflicto de intereses que se encuentran en actos que
constituyen una auto contratación.

De este modo las actuaciones a que se ha hecho referencia adolecen de objeto


ilícito por vicio del objeto, de manera tal que debe considerárselas nulas y de ningún
valor, afirmación que trae aparejada como ineludible consecuencia que el documento
hecho valer por el ejecutante es también nulo y pierde su eficacia ejecutiva.

Como ya fue expresado, la sola circunstancia de que el documento haya sido


firmado en blanco, pone en duda la validez del mismo, transgrediendo los principios de
validez del título, en el sentido de que al ser un acto cambiario en especial, el giro y la
aceptación, consistente en el estampado de la firma como declaración de voluntad,
debe corresponderse con los compromisos pactados.

El pagaré objeto de la presente ejecución, en consecuencia, es nulo juntamente


con la obligación en el contenida, por lo que debe negarse lugar a la ejecución. Se ha
configurado, así, la excepción de nulidad de la obligación contenida en el N.º 14 del
artículo 464 del Código de Procedimiento Civil.

POR TANTO;
SOLICITO A S.S.: Que, en mérito de lo expuesto y de conformidad con lo que disponen
los artículos 464 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, se sirva tener por
opuestas las excepciones que anteceden, acogerlas a tramitación, recibirlas a prueba y,
en definitiva, acoger una o más de ellas, con expresa condena en costas, en subsidio de
la nulidad procesal, impetrada en lo principal de esta presentación.

PRIMER OTROSÍ: Solicito a S.S. tener presente que en defensa de mis derechos me
valdré de todos los medios de prueba que establece la ley, entre ellos, instrumentos
públicos y privados, informe de peritos, testigos, confesión y presunciones.

SEGUNDO OTROSÍ: Solicito a S.S. ordene suspender el procedimiento de apremio,


mientras se tramitan las excepciones opuestas, hasta la dictación del fallo de las mismas.

TERCER OTROSÍ: Solicito a S.S. tener presente que designo abogada patrocinante y
confiero poder a doña Ayleen Angélica Urra Sobarzo, Cédula de Identidad N.º
17.811.658-4, habilitada para el ejercicio de la profesión, con domicilio para estos
efectos en calle Merced Nº838-A, oficina 117, comuna de Santiago, Región
Metropolitana, quien firma en señal de aceptación.

CUARTO OTROSI: Solicito a S.S. tener presente, que con la finalidad de dar
cumplimiento al artículo 8° de la Ley 20.886, disponer la notificación por E-Mail para
una vía expedita y eficaz en todo aquello que no contradiga el derecho, señalo para tal
efecto el siguiente correo electrónico ayleen.aus@gmail.com

También podría gustarte