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.

.
Para encontrar «México» en un mapa moderno debe usted
apurarse, porque los gobernantes actuales se han empeñado
en destruirlo y, si tienen éxito, pronto no aparecerá más en
los mapamundis. Localice primero el continente americano.
Bien, ahora ubique lo que se llama «norteamérica». Ahora,
eso que aparece al sur de los estados norteamericanos de
Texas, Arizona, Colorado y California, no es (todavía) una
más de las estrellas en la bandera estadunidense. Observe
con atención ese pedazo del continente cuyo costado
occidental es acariciado por el Océano Pacífico, previa
cuchillada que le dejó la península de Baja California como
solitario y diestro brazo, y cuyo vientre se adelgaza para
darle un lugar privilegiado al Océano Atlántico (protegido
por el pulgar de la península de Yucatán). ¿Qué le parece?
Sí, tiene usted razón, su figura es la de una mano que
espera. Bien, ése es México.
¡Uff!, es bueno saber que aún está ahí.

.
A 20 años de la publicación original de estas
cartas, la guerra contra los pueblos continúa.

También continúan creciendo la resistencia


y rebeldía de los pueblos zapatistas, quienes
han logrado expandirse geográficamente a
la par que han madurado y profundizado su
capacidad organizativa, bajo los principios
del Mandar Obedeciendo.

A lo largo de estas dos décadas consolidaron


proyectos autónomos en áreas de salud,
educación, comunicación, economía, justicia
y gobierno; multiplicaron los Municipios
Autónomos Rebeldes Zapatistas, crearon
las Juntas de Buen Gobierno junto con
los recientes Centros de Resistencia
Autónoma y Rebeldía Zapatista, además
que construyeron los Caracoles, como
espacios de encuentro político-cultural y
organizativo; convocaron a un sinnúmero
de eventos y actividades en sus propios
territorios, incluyendo seminarios de
análisis y discusión, encuentros científicos
y artísticos, además de encuentros de
mujeres que luchan; recorrieron el país dos
veces para encontrarse con las múltiples
resistencias y rebeldías que abajo se tejen;
se solidarizaron a través de distintas formas
con luchas de todo el mundo y, en particular,
han impulsado junto con el Congreso
. Nacional Indígena la conformación del
Concejo Indígena de Gobierno.
CHIAPAS:
la guerra
Subcomandante Insurgente Marcos
Ejército Zapatista de Liberación Nacional

.
F
SCI Marcos
Chiapas: la guerra
Ejército Zapatista de Liberación Nacional

Los textos fueron publicados originalmente en


enlacezapatista.ezln.org.mx

Primera edición, diciembre de 2019.


León, Guanajuato. México.

Esta edición busca contribuir a la difusión de la palabra del EZLN.


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ÍNDICE

07 ¿Cuáles son las características fundamentales


de la IV guerra mundial?

52 Chiapas: la guerra
53 Entre el satélite y el microscopio, la mirada
del otro.
Carta 5.1
65 La máquina del etnocidio
Carta 5.2
92 Amador Hernández, la disputa por la tierra.
Carta 5.3
103 Chiapas-UNAM: el delito de ser «otro».
Carta 5.4
112 Guadalupe Tepeyac: la resistencia invisible.
Carta 5.5

[5]
[6]
¿Cuáles son las
características
fundamentales de la
IV Guerra Mundial?

Hace algunos meses, La Jornada publicó, bajo el título de


«La Cuarta Guerra Mundial» un fragmento de la plática
impartida por el subcomandante Marcos ante la Comisión
Civil Internacional de Observación de los Derechos
Humanos en La Realidad, Chiapas, el 20 de noviembre
de 1999, de la cual se publicó su bosquejo en las cartas 5.1
y 5.2, en noviembre del mismo año con el título: «Chiapas:
la guerra: I. Entre el satélite y el microscopio, la mirada
del otro», y «II. La máquina del etnocidio». El siguiente
es el texto completo de dicha plática.

Chiapas: la guerra
Subcomandante Insurgente Marcos

Originalmente, esta plática estaba concebida como una


carta, previendo que no fuera posible un encuentro
personal. Así que queda como una carta leída en voz
alta y frente al destinatario, o más bien frente a uno
de los destinatarios, porque va dirigida a la sociedad

[7]
SCI MARCOS / EZLN

civil nacional e internacional. Escogí la fecha del ani-


versario de la Revolución Mexicana, además que por
travesura, por razón de traer hasta acá dos imágenes de
este siglo: una es el rostro de Emiliano Zapata; la otra
es una niña indígena, con la cara parcialmente oculta
por un paliacate rojo. Más adelante volveré a hablar
de estas dos imágenes.
Tengo en mis manos un calendario que se hizo en
el Estado español. Para el mes de noviembre tiene pre-
cisamente las dos imágenes: la imagen de Zapata y la
imagen de la niña. A pesar de que el gobierno mexicano
hace lo imposible por negar algo tan evidente, para
nosotros no se trata tanto de demostrar que en las
tierras indias del sureste mexicano hay una guerra,
sino de entender el porqué de la continuación de esta
guerra. Esta guerra, que inició el primero de enero
de 1994, debió haber terminado cuando se firmaron
los primeros Acuerdos de San Andrés y el proceso de
diálogo aparecía ya definitivamente encarrilado hacia
la paz. Que la guerra continúe, pese a que pudo haber
terminado de una forma digna y ejemplar, tiene sus
razones.

Entre el satélite y el microscopio


La reestructuración de la guerra
Según nuestra concepción, hay varias constantes en
las llamadas guerras mundiales, sea la Primera Guerra
Mundial, la Segunda o las que nosotros llamamos la
Tercera y la Cuarta.

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CHIAPAS: LA GUERRA

Una de estas constantes es la conquista de territo-


rios y su reorganización. Si consultan un mapamundi,
van a ver que al término de cualquier guerra mun-
dial hubo cambios, no sólo en la conquista de terri-
torios sino en las formas de organización. Después
de la Primera Guerra Mundial hay un nuevo mapa-
mundi, después de la Segunda Guerra Mundial hay
otro mapamundi.
Al término de lo que nosotros nos atrevemos a
llamar la «Tercera Guerra Mundial» y que otros llaman
«Guerra Fría», hubo una conquista de territorios y una
reorganización. A grandes rasgos, la III guerra mundial
se puede ubicar a finales de los años ochenta con el
derrumbe del campo socialista de la Unión Soviética y
al principio de los años noventa. A partir de entonces se
vislumbra lo que llamamos la Cuarta Guerra Mundial.
Otra constante en las guerras mundiales es la
destrucción del enemigo. Es el caso del nazismo en la
Segunda Guerra Mundial y, en la Tercera, de todo lo
que se conocía como URSS y el campo socialista como
una opción frente al mundo capitalista.
La tercera constante es la administración de la con-
quista. En el momento en que se logra la conquista
de territorios, es necesario administrarlos de manera
que aporten ganancias a la fuerza que ganó. Nosotros
usamos mucho el término «conquista» porque somos
expertos en esto, los Estados que antes se llamaban
nacionales siempre han intentado conquistar a los
pueblos indios.

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SCI MARCOS / EZLN

A pesar de estas constantes, hay una serie de varia-


bles que cambian de una guerra mundial a otra: la estra-
tegia, los actores (o sea las partes contendientes), el
armamento utilizado y, por último, las tácticas. Aunque
éstas vayan cambiando, las constantes se manifiestan
y se pueden aplicar para entender una guerra y otra.
La Tercera Guerra Mundial o Guerra Fría, abarca
de 1946 (o, si se quiere, desde la bomba de Hiroshima,
en 1945) hasta 1985-1990. Es una gran guerra mundial
compuesta de muchas guerras locales. Como en todas las
otras, al final hay una conquista de territorios que des-
truye a un enemigo. Acto seguido, se pasa a la adminis-
tración de la conquista y se reorganizan los territorios.
En esta guerra mundial estaban como actores o conten-
dientes: uno, las dos superpotencias, Estados Unidos
y la Unión Soviética con los relativos satélites; dos, la
mayoría de los países europeos; tres, América Latina,
África, partes de Asia y Oceanía. Los países periféricos
giraban en torno a EU o a la URSS, según les convenía.
Después de las superpotencias y de los periféricos esta-
ban los espectadores y las víctimas, o sea el resto del
mundo. No siempre las dos superpotencias se peleaban
de frente. A menudo lo hacían por medio de otros paí-
ses. Mientras las grandes naciones industrializadas se
sumaban a uno de los dos bloques, el resto de los países
y de la población aparecían como espectadores o como
víctimas. Lo que caracterizaba esta guerra era: uno, la
carrera armamentista y dos, las guerras locales. Con la
guerra nuclear, las dos superpotencias competían para

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CHIAPAS: LA GUERRA

ver cuántas veces podían destruir el mundo. La forma


de convencer al enemigo era presentarle una fuerza muy
grande. Al mismo tiempo, en todas partes se desarrolla-
ban guerras locales en las que estaban metidas las dos
superpotencias.
El resultado fue, como todos sabemos, la derrota
y la destrucción de la URSS, y la victoria de EU, alre-
dedor del cual se aglutinan hoy la gran mayoría de los
países. Es cuando sobreviene lo que llamamos «Cuarta
Guerra Mundial».
Aquí surge un problema. El producto de la anterior
guerra debía ser un mundo unipolar -una sola nación
que domina a un mundo donde no hay rivales- pero
resulta que, para hacerse efectivo, este mundo unipo-
lar tiene que llegar a lo que se conoce como «globa-
lización». Hay que concebir al mundo como un gran
territorio conquistado con un enemigo destruido. Es
necesario administrar este nuevo mundo y por lo tanto
globalizarlo. Entonces se acude a la informática que, en
el desarrollo de la humanidad, es tan importante como
la invención de la máquina de vapor. La informática
permite estar simultáneamente en cualquier lado; ya no
hay más fronteras, limitaciones temporales o geográfi-
cas. Es gracias a la informática que empieza el proceso
de globalización. Se erosionan las separaciones, las
diferencias, los Estados nacionales y el mundo se con-
vierte en lo que también se llama, con verosimilitud,
la aldea global. Todo el mundo como una aldea con
muchas casitas.

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SCI MARCOS / EZLN

La concepción teórica que da fundamento a la


globalización es lo que nosotros llamamos «neolibe-
ralismo», una nueva religión que va a permitir que
el proceso se lleve a cabo. Con esta Cuarta Guerra
Mundial, otra vez, se conquistan territorios, se des-
truyen enemigos y se administra la conquista de estos
territorios.
El problema es qué territorios se conquistan y reor-
ganizan y quién es el enemigo. Puesto que el enemigo
anterior ha desaparecido, nosotros decimos que ahora
el enemigo es la humanidad. La Cuarta Guerra Mundial
está destruyendo a la humanidad en la medida en que
la globalización es una universalización del mercado, y
todo lo humano que se oponga a la lógica del mercado
es un enemigo y debe ser destruido. En este sentido
todos somos el enemigo a vencer: indígenas, no indíge-
nas, observadores de los derechos humanos, maestros,
intelectuales, artistas. Cualquiera que se crea libre y
no lo está.
Esta Cuarta Guerra Mundial usa lo que nosotros
llamamos «destrucción». Se destruyen los territorios y
se despueblan. A la hora que se hace la guerra, se tiene
que destruir el territorio, convertirlo en desierto. No
por afán destructivo, sino para reconstruir y reordenar.
¿Cuáles son los principales problemas que enfrenta
este mundo unipolar para globalizarse? Los Estados
nacionales, las resistencias, las culturas, las formas
de relación de cada nación, lo que las hace diferentes.
¿Cómo es posible que la aldea sea global y que todo el

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CHIAPAS: LA GUERRA

mundo sea igual si hay tantas diferencias? Cuando deci-


mos que es necesario destruir los Estados nacionales y
desertificarlos no quiere decir acabar con la gente, sino
con las formas de ser de la gente. Después de destruir
hay que reconstruir. Reconstruir los territorios y darles
otro lugar. El lugar que determinen las leyes del mer-
cado; he aquí lo que está marcando la globalización.
El primer obstáculo son los Estados nacionales: hay
que atacarlos y destruirlos. Hay que destruir todo lo que
hace que un Estado sea «nacional»: la lengua, la cultura,
la economía, su quehacer político y su tejido social. Si no
sirven más las lenguas nacionales, hay que destruirlas y
hay que promover una nueva lengua. Contra lo que se
pueda pensar, ésta no es el inglés, sino la informática.
Hay que homologar todas las lenguas, traducirlas al
idioma informático, incluso el inglés. Todos los aspec-
tos culturales que hacen que un francés sea francés,
un italiano sea italiano, un danés, danés, un mexicano,
mexicano, deben ser destruidos porque son barreras que
impiden acceder al mercado globalizado.
Ya no es cuestión de hacer un mercado para los
franceses y otro para los ingleses o los italianos. Debe
haber un solo mercado en donde una misma persona
pueda consumir un mismo producto en cualquier parte
del mundo y en donde una misma persona se comporte
como un ciudadano del mundo y no ya como un ciuda-
dano de un Estado nacional.
Eso significa que la historia cultural, la historia de
la tradición choca con este proceso y es un enemigo

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SCI MARCOS / EZLN

de la Cuarta Guerra Mundial. Esto es particularmente


grave en Europa donde hay naciones con grandes tradi-
ciones. Las lógicas culturales francesas, italianas, ingle-
sas, alemanas, del Estado español, etcétera -todo lo que
no pueda ser traducido en términos informáticos y de
mercado- son un impedimento para esta globalización.
Ahora las mercancías van a circular por los canales
de la informática y todo lo demás debe ser destruido
o hecho a un lado. Los Estados nacionales tenían su
propia estructura económica y lo que se llamó «bur-
guesía nacional» -capitalistas con sedes nacionales y
con ganancias nacionales. Esto ya no puede existir:
si la economía se decide a nivel global, las políticas
económicas de los Estados nacionales que querían
proteger a los capitales nacionales son un enemigo al
que hay que vencer. El Tratado de Libre Comercio y la
unificación de la moneda en la Unión Europea, el Euro,
son síntomas de que la economía se globaliza, aunque
en principio se trate de una globalización regional,
como en el caso de Europa. Los Estados nacionales
construyen sus relaciones políticas, pero ahora las
relaciones políticas no sirven más. No las califico de
buenas o malas; el problema es que estas relaciones
políticas son un impedimento para que se cumplan las
leyes del mercado. La clase política nacional es vieja,
ya no sirve, tiene que ser cambiada. Traten de hacer
memoria; intenten recordar aunque sea el nombre de
un solo hombre de Estado en Europa. Sencillamente, no
pueden. Los personajes más importantes de la Europa

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CHIAPAS: LA GUERRA

del Euro son gente como el presidente de la Bundes


Bank, un banquero. Lo que él dice es lo que va a regir
las políticas de los distintos presidentes o primeros
ministros que padecen los países de Europa.
Si el tejido social está roto, las antiguas relaciones
de solidaridad que hacían posible la convivencia en un
Estado nacional también se rompen. De ahí que se alien-
ten las campañas contra los homosexuales y las lesbia-
nas, contra los migrantes, o las campañas de xenofobia.
Todo lo que antes mantenía un cierto equilibrio tiende
a romperse a la hora que esta guerra mundial ataca al
Estado nacional y lo transforma en otra cosa.
Se trata de homogeneizar, de volver a todos iguales
y de hegemonizar una propuesta de vida. Es la vida
global. Su mayor diversión debe ser la informática,
su trabajo debe ser la informática, su valor como ser
humano debe ser el número de tarjetas de crédito, su
capacidad de compra, su capacidad productiva.
El caso de los académicos es muy claro. Ya no vale
quién tiene más conocimiento o quién es más sabio;
ahora vale quién produce más investigaciones y en
este sentido se deciden sus sueldos, sus prestaciones,
su lugar en la universidad. Esto tiene mucho que ver
con el modelo estadounidense.
Sin embargo sucede que esta Cuarta Guerra
Mundial también produce un efecto contrario que
llamamos «fragmentación». De manera paradójica el
mundo no se está haciendo uno sino que se está par-
tiendo en muchos pedazos. Aunque se supone que el

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SCI MARCOS / EZLN

ciudadano se está haciendo igual, emergen los dife-


rentes en tanto que diferentes: los homosexuales y
lesbianas, los jóvenes, los migrantes.
Los Estados nacionales funcionan como parte de
un gran Estado, el Estado-tierra-sociedad anónima que
nos parte en muchos pedazos.
Si observan un mapamundi de este periodo -el
final de la Tercera Guerra Mundial- y analizan los últi-
mos ocho años, ha habido una recomposición, sobre
todo en Europa, pero no sólo. Donde antes había una
nación ahora hay muchas naciones, el mapamundi se
ha fragmentado. Este es el efecto paradójico que está
ocurriendo a causa de esta Cuarta Guerra Mundial. En
lugar de que se globalice, el mundo se fragmenta y en
lugar de que este mecanismo hegemonice y homogenice,
van apareciendo cada vez más los diferentes. La globa-
lización y el neoliberalismo están haciendo del mundo
un archipiélago. Y hay que darle una lógica de mercado,
organizar estos fragmentos en un común denominador.
Es lo que nosotros llamamos «bomba financiera».
Al mismo tiempo que aparecen los diferentes,
se multiplican las diferencias. Cada joven tiene su
grupo, su forma de pensar, por ejemplo los punks,
los skin heads; todos los que hay en cada país. Ahora
los diferentes no sólo son diferentes, sino que mul-
tiplican sus diferencias y buscan una identidad pro-
pia. Evidentemente, la Cuarta Guerra Mundial no les
ofrece un espejo que les permita verse con un común
denominador, sino que les está ofreciendo un espejo

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CHIAPAS: LA GUERRA

roto. Cada quien escoge el pedacito que le toca y, con


éste, su conducta de vida. Mientras tenga el control
del archipiélago -sobre los seres humanos, no sobre los
territorios- el poder no se va a apenar mucho.
El mundo se está partiendo en muchos pedazos,
grandes y pequeños. Ya no hay continentes en el sen-
tido de que yo sea europeo, africano o americano. Lo
que ofrece la globalización del neoliberalismo es una
red construida por el capital financiero o, si se quiere,
el poder financiero. Si hay una crisis en este nudo, el
resto de la red va a amortiguar los efectos. Pero si hay
bonanza en un país, no se produce un efecto de bonanza
en el resto de los países.
Es entonces una red que no funciona, lo que nos
dijeron fue una mentira, una mentira del tamaño del
mundo, es un discurso reiterado en los líderes de
América Latina, ya sea Ménem, Fujimori, Zedillo u
otros dirigentes de comprobada calidad moral.
En la realidad ocurre que la red ha hecho mucho
más vulnerables a los Estados nacionales. Los está
acabando de destruir, ahora por efectos internos.
De nada sirve que un país se esfuerce por cons-
truirse un equilibrio y un destino propio en cuanto
nación. Todo depende de lo que pase en un banco
de Japón o lo que está haciendo la mafia en Rusia o
un especulador en Sydney. De una u otra forma, los
Estados nacionales no son salvados, son condenados
definitivamente. Cuando un Estado nacional acepta
integrarse a esta red -porque no hay más remedio,

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SCI MARCOS / EZLN

porque lo obligan o por convicción- firma su acta


de defunción.
En suma, lo que quiere hacer este gran mercado
es convertir todas estas islas no en naciones, sino en
centros comerciales. Se puede pasar de un país a otro
y encontrar los mismos productos, ya no hay ninguna
diferencia. En París o en San Cristóbal de Las Casas se
puede consumir lo mismo; si uno está en San Cristóbal
de Las Casas puede estar simultáneamente en París
recibiendo noticias. Es el fin de los Estados nacionales.
Y no sólo: es el fin de los seres humanos que los con-
forman. Lo que importa es la ley del mercado y la ley
del mercado marca que: tanto produces, tanto vales,
tanto compras, tanto vales. La dignidad, la resistencia,
la solidaridad estorban. Todo lo que impide que un
ser humano se convierta en una maquina de producir
y comprar es un enemigo y hay que destruirlo. Por
esto, nosotros decimos que esta Cuarta Guerra Mundial
tiene como enemigo al género humano. No lo destruye
físicamente pero sí lo destruye en cuanto ser humano.
De manera paradójica, al destruirse los Estados
nacionales, la dignidad, la resistencia y la solidaridad
se construyen de nuevo. No hay lazos más fuertes,
más sólidos, que los que existen entre los grupos dife-
rentes: entre los homosexuales, entre las lesbianas,
entre los jóvenes, entre los migrantes. Entonces, esta
guerra pasa también por el ataque a los diferentes. A
eso se deben las campañas tan fuertes en Europa y en
Estados Unidos en contra de los diferentes, porque son

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CHIAPAS: LA GUERRA

morenos, hablan otra lengua o tienen otra cultura. La


forma de cultivar la xenofobia en lo que queda de los
Estados nacionales, es hacer amenazas: «estos migran-
tes turcos te quieren quitar tu trabajo», «estos migran-
tes mexicanos vienen a violar, vienen a robar, vienen a
meter malas costumbres». Los Estados nacionales -o lo
poco que de ellos queda- delegan en los nuevos ciuda-
danos del mundo, los informáticos, el papel de sacar a
esos migrantes. Y es ahí donde proliferan grupos como
el Ku Klux Klan, o llegan al poder personas de tanta
probidad como Berlusconi. Todos construyen su cam-
paña sobre la xenofobia. El odio hacia los diferentes, la
persecución en contra de cualquiera que sea diferente
es mundial; pero también la resistencia de cualquiera
que es diferente es mundial. Frente a esa agresión, estas
diferencias se multiplican, se solidifican. Esto es así, no
voy a calificar si es bueno o malo, así está ocurriendo.

La guerra no es sólo militar


En términos propiamente militares la Tercera Guerra
Mundial tenía su lógica. Era en primer lugar una guerra
convencional, concebida de manera que si yo pongo
soldados y tú pones soldados, nos enfrentamos y quien
quede vivo gana. Esto acontecía en un territorio espe-
cífico que, en el caso de las fuerzas de la Organización
del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, y del Pacto de
Varsovia, era Europa. A partir de la guerra conven-
cional, o sea entre ejércitos, se estableció una carrera
militar y armamentista.

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SCI MARCOS / EZLN

Vamos a ver un poco más los detalles. Ésta [enseña


un rifle], por ejemplo, es una arma semi automática
y se llama AR-15. La fabricaron para el conflicto de
Vietnam y se puede desarmar muy fácilmente [la des-
arma], ya está. Cuando la hicieron, los estadunidenses
pensaban en un escenario de guerra convencional, es
decir, grandes contingentes militares que se enfren-
tan. «Juntamos a muchos soldados, los aventamos y
al final alguien tiene que quedar.» Al mismo tiempo,
el Pacto de Varsovia desarrollaba el fusil automá-
tico Kalashnikov que comúnmente se llama AK-47,
un arma con mucho volumen de fuego a distancias
cortas, de hasta cuatrocientos metros. La concepción
soviética implicaba grandes oleadas de tropa: aventa-
ban un montón de soldados disparando, y si morían,
llegaba una segunda oleada y una tercera. Ganaba el
que tenía más soldados. Entonces, los estadunidenses
pensaron: «ya no sirve más el viejo fusil Garand de
la Segunda Guerra Mundial. Ahora necesitamos una
arma que tenga mucho volumen de fuego para rangos
cortos». Sacaron el AR-15 y lo probaron en Vietnam.
El problema es que se descompuso, no sirvió. Cuando
atacaban los vietcong, el mecanismo se quedaba abierto
y a la hora de disparar hacia ‘clic’. Y no era una cámara
fotográfica, era un arma.
Intentaron resolver el problema con el modelo
M16-A1. Aquí, la trampa está en la bala que se llama de
dos diferentes maneras. Una, la civil de .223 -fracción
de pulgadas- se puede comprar en cualquier tienda de

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CHIAPAS: LA GUERRA

Estados Unidos. La otra, de 5.56 milímetros, es de uso


exclusivo de las fuerzas de la OTAN. Esta es una bala
muy rápida y tiene una trampa. En la guerra el objetivo
es conseguir que el enemigo tenga bajas, no muertos, y
un ejército considera que tiene bajas cuando un soldado
ya no puede combatir. La Convención de Ginebra -un
acuerdo para humanizar la guerra- prohíbe las balas
expansivas porque la bala expansiva entra y a la hora
de entrar destruye más y es mucho más letal que una
bala de punta dura.
«Puesto que la idea es subir el número de heridos y
bajar el número de muertos» -dijeron- «prohibamos las
balas expansivas». Un balazo de una bala dura te deja
inutilizado, ya estás de baja, no te mata a menos que
alcance un punto vital. Para cumplir con la Convención
de Ginebra y hacer trampa, los estadunidenses crearon
la bala de punta blanda que, al introducirse en el cuerpo
humano, se dobla y da vueltas. El orificio de entrada es
de un tamaño y el de salida es mucho más grande. Esta
bala es peor que la expansiva y no viola los convenios.
Sin embargo, si te da en un brazo…te lo vuela. Una bala
7.62 mm. te atraviesa y te deja herido; pero ésta (muestra
la .223) te destroza. Como por casualidad, el gobierno
mexicano acaba de comprar 16 mil de estas balas.
Es decir, se generaron armas para escenarios pre-
cisos. Vamos a suponer que no querían usar la bomba
nuclear; ¿qué usaban? Muchos soldados contra muchos
soldados. Y así se crearon las doctrinas de guerra con-
vencional de la OTAN y del Pacto de Varsovia.

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SCI MARCOS / EZLN

La segunda opción era una guerra nuclear loca-


lizada, una guerra con armas nucleares, pero sólo en
algunas partes y no en otras. Había un acuerdo entre
las dos superpotencias para no atacarse en sus pro-
pios territorios y pelearse sólo en un territorio neutral.
Sobra decir que este territorio era Europa. Ahí es donde
iban a caer las bombas y a ver quién quedaba vivo
en Europa Occidental y lo que entonces se llamaba
Europa Oriental.
La última opción de la Tercera Guerra Mundial
era la guerra nuclear total que fue un gran negocio, el
negocio del siglo. La lógica de la guerra nuclear es que
no había ganador, no importa quién disparaba primero;
por muy rápido que disparara, el otro alcanzaba a dis-
parar también. La destrucción era mutua y, desde el
principio, simplemente se renunció a esta opción. Su
carácter pasó a ser lo que en términos de diplomacia
militar se llama «disuasión». «Disuasión»: esta palabra
la van a oír mucho: «el ejército federal no está atacando
a los zapatistas, los está ‘disuadiendo’ o ‘conteniendo’;
para que ya no vayan a hacer travesuras, hay 60 mil
soldados federales en Chiapas».
Para que los soviéticos no usaran el arma nuclear,
los estadunidenses desarrollaron muchas armas nuclea-
res y para que éstos no usaran el arma nuclear, los
soviéticos desarrollaron más armas nucleares y así
sucesivamente. Se llamaban IMB (Intercontinental
Missil Balistic) y eran los cohetes que iban de Rusia
a los Estados Unidos y de Estados Unidos a Rusia.

22
CHIAPAS: LA GUERRA

Costaron una fortuna y ahorita ya no sirven para nada.


También había otras armas nucleares de uso local que
eran las que se iban a usar en Europa en el caso de una
guerra nuclear localizada.
Cuando comenzó esta fase, a partir de 1945, había
una guerra por librar porque Europa estaba partida en
dos. La estrategia militar -estamos hablando de aspec-
tos puramente militares- era la siguiente: unos puestos
avanzados frente a la línea enemiga, una línea de logís-
tica permanente y la metrópoli, llámese Estados Unidos
o la Unión Soviética. La línea de logística abastecía los
puestos avanzados. Grandes aviones que estaban en
el aire las 24 horas del día, los B-52 Fortaleza, carga-
ban las bombas nucleares y nunca necesitaban bajar.
Y estaban los pactos militares. El pacto de la OTAN, el
Pacto de Varsovia y la SEATO (South East Asia Treaty
Organization), que es como la OTAN de los países
sudasiáticos. El modelo se ponía en juego en guerras
locales. Todo tenía una lógica y era lógico pelearse en
Vietnam que era un escenario acordado. En el papel de
los puestos de avanzada estaban los ejércitos locales
o insurgentes; en el papel de la logística permanente
estaban las líneas de venta de armamento clandestino
o legal, y en el papel de la metrópoli, las dos super-
potencias. También había un acuerdo sobre los luga-
res en donde tenían que quedarse como espectadores.
Los ejemplos más claros de estas guerras locales son
las dictaduras de América Latina, los conflictos en
Asia, particularmente Vietnam, y las guerras en África.

23
SCI MARCOS / EZLN

Aparentemente, éstas no tenían absolutamente ninguna


lógica, pues la mayoría de las veces no se entendía que
estaba pasando, pero lo que ocurría era parte de este
esquema de guerra convencional.
En esta época -y eso es importante- es cuando se
desarrolla el concepto de «guerra total»: en la doctrina
militar entran elementos que ya no son militares. Por
ejemplo, en Vietnam, desde la ofensiva del Teth (1968)
hasta la toma de Saigón (1975), los medios de comuni-
cación se vuelven un frente de batalla muy importante.
Así, se desarrolla entre los militares la idea de que no
basta con el poder militar: Es necesario incorporar
otros elementos como los medios de comunicación. Y
que también se puede atacar al enemigo con medidas
económicas, con medidas políticas y con la diploma-
cia, que es el juego de las Naciones Unidas y de las
organizaciones internacionales. Unos países hacían
maniobras para obtener condenas o censuras contra
otros, lo que se llamaba «guerra diplomática».
Todas estas guerras seguían la lógica del dominó.
Suena ridículo, pero estaban como dos rivales jugando
dominó con el resto de la población. Uno de los contrin-
cantes ponía una ficha y el otro intentaba poner la suya
para cortarle el seguimiento. Es la lógica de aquel perso-
naje ilustre que se llama Kissinger, secretario de Estado
del gobierno estadunidense en la época de Vietnam, quien
decía: «no podemos abandonar Vietnam porque sería
cederle la partida de dominó en el Sureste asiático a los
otros». Y por eso hicieron lo que hicieron en Vietnam.

24
CHIAPAS: LA GUERRA

Además, se trataba de recuperar la lógica de la


Segunda Guerra Mundial. Para la mayoría de la pobla-
ción, ésta había tenido una lógica heroica. Ahí está la
imagen de los marines liberando Francia de la dicta-
dura, liberando Italia del Duce, liberando Alemania
de los nazis, el ejército rojo entrando por todos lados.
Supuestamente, la Segunda Guerra se hizo para
eliminar un peligro para toda la humanidad, el nacio-
nalsocialismo. Entonces, de una u otra forma, las gue-
rras locales trataron de recuperar la ideología de que
«estamos en la defensa del mundo libre»; pero ahora
en el papel del nacionalsocialismo estaba Moscú. Y, por
su parte, Moscú hacía lo mismo: ambas superpotencias
trataban de usar como argumento la «democracia» y «el
mundo libre» según cada quien los concebía.
Después, viene la Cuarta Guerra Mundial que des-
truye todo lo anterior porque el mundo ahora ya no
es el mismo y no se puede aplicar la misma estrategia.
Se desarrolla más el concepto de «guerra total»: no es
sólo una guerra en todos los frentes, es una guerra que
puede estar en cualquier lado, una guerra totalizadora
en donde el mundo entero está en juego. «Guerra total»
quiere decir ahora: en cualquier momento, en cualquier
lugar, bajo cualquier circunstancia.
Ya no existe la idea de pelear por un lugar en par-
ticular; ahora la pelea se puede dar en cualquier lugar
y momento; ya no hay una lógica de escalamiento del
conflicto con amenazas, tomas de posición e intentos de
reposicionarse. En cualquier momento y en cualquier

25
SCI MARCOS / EZLN

circunstancia puede surgir un conflicto. Puede ser un


problema interno, puede ser un dictador y todo lo que
han sido las guerras en los últimos cinco años, desde
Kosovo hasta la Guerra del Golfo Pérsico. Se destruye
así toda la rutina militar de la Guerra Fría.
No es posible hacer la guerra, en la Cuarta Guerra
Mundial, con los criterios de la Tercera porque ya tengo
que pelear en cualquier lugar, no sé en donde me va a
tocar de pelear, ni sé cuándo, tengo que actuar rápida-
mente, ni sé qué circunstancias voy a tener para llevar
adelante esta guerra.
Para resolver el problema, los militares desarro-
llaron primero la guerra de «despliegue rápido». El
ejemplo sería la guerra del Golfo Pérsico, una guerra
que significa una gran acumulación de fuerza mili-
tar en poco tiempo, un gran accionar militar en poco
tiempo, las conquistas de territorios y la retirada. La
invasión de Panamá sería otro ejemplo de esta fuerza
de despliegue rápido. De hecho, hay un contingente de
la OTAN que se llama «fuerza de intervención rápida».
El despliegue rápido es una gran masa de fuerza
militar que se avienta contra el enemigo y no distingue
entre un hospital infantil y una fábrica de armamento
químico. Es lo que pasó en Irak: las bombas inteli-
gentes eran bastante estúpidas, no distinguían. Pero
ahí se quedaron porque se dieron cuenta que esto
es muy caro y es muy poco lo que aporta. En Irak
hicieron todo un despliegue, pero no hubo conquista
de territorio. Estaban los problemas de las protestas

26
CHIAPAS: LA GUERRA

locales, estaban los observadores internacionales de


derechos humanos.
Tuvieron que replegarse. Ya les había enseñado
Vietnam que, en estos casos, no es prudente insistir.
«No, ya no podemos hacer esto», dijeron. Entonces
pasaron a la estrategia de «proyección de fuerza».
«Mejor que tener posiciones avanzadas en las bases
militares norteamericanas de todo el mundo, acumu-
lemos una gran fuerza continental que, en cuestión
de horas y días, tenga capacidad de poner unidades
militares en cualquier lugar del mundo». Y en efecto
pueden poner una división de cuatro o cinco mil hom-
bres en el punto más lejano del planeta en cuatro días,
y después más, y más, cada vez más.
Pero la proyección de fuerza tiene el problema de
basarse en soldados locales, o sea en soldados esta-
dunidenses. Ellos consideran que si el conflicto no
se resuelve rápidamente, empiezan a llegar las «body
bags», las bolsas en las que «empacan» a los muertos,
como en Vietnam, y eso puede provocar muchas pro-
testas internas en Norteamérica o en el país que sea.
Para evitar esos problemas, abandonaron la proyec-
ción de fuerza haciendo, para entendernos, cálculos de
tipo mercantil. No hicieron cálculos sobre destrucción
de fuerza humana o de la naturaleza, sino de imagen
publicitaria. Así la guerra de proyección fue abando-
nada y pasaron a un modelo de guerra con soldados
locales, más apoyo internacional, más una instancia
supranacional. Ya no se trata sólo de enviar soldados,

27
SCI MARCOS / EZLN

sino de pelear también por medio de los soldados que


están ahí, apoyarlos según la base del conflicto y no
usar el modelo de una nación que declara la guerra,
sino una instancia supranacional como la ONU o la
OTAN. Los que hacen el trabajo sucio son los soldados
locales y los que salen en las noticias son los estadu-
nidenses y el apoyo internacional. Este es el modelo.
Protestar ya no funciona: no es una guerra del gobierno
estadunidense; es una guerra de la OTAN y además la
OTAN sólo está haciendo el favor de ayudar a la ONU.
En todo el mundo, la reestructuración de los ejér-
citos es para que puedan enfrentar un conflicto local
con apoyo internacional bajo una cobertura suprana-
cional y bajo el disfraz de la guerra humanitaria. De
lo que se trata ahora es de salvar a la población de un
genocidio, matándola. Y es lo que ocurrió en Kosovo.
Milósevich hizo una guerra contra la humanidad: «si
nos enfrentamos a Milósevich estamos defendiendo a
la humanidad». Es el argumento que usaron los gene-
rales de la OTAN y que trajo tantos problemas a la
izquierda europea: oponerse a los bombardeos de la
OTAN implicaba apoyar a Milósevich, entonces mejor
apoyaron los bombardeos de la OTAN. Y a Milósevich,
ustedes lo saben, lo armó Estados Unidos.
En el concepto militar, que está funcionando, la
totalidad del mundo -ya sea Sri Lanka o cualquier país,
el más lejano que se les ocurra- es ahora el traspatio
de la metrópoli porque el mundo globalizado produce
simultaneidad. Y ese es el problema: en este mundo

28
CHIAPAS: LA GUERRA

globalizado, cualquier cosa que pase en cualquier lugar


afecta al nuevo orden internacional. El mundo ya no
es el mundo, es una aldea y todo está cerquita. Por lo
tanto, los grandes policías del mundo -y en particu-
lar Estados Unidos- tienen el derecho de intervenir
en cualquier lado, a cualquier hora, bajo cualquier
circunstancia.
Ellos pueden concebir cualquier cosa como una
amenaza a su seguridad interna; perfectamente pueden
decidir que el alzamiento indígena en Chiapas amenaza
la seguridad interna de Norteamérica o los tamiles en Sri
Lanka o lo que ustedes quieran. Cualquier movimiento
-y no necesariamente armado- en cualquier lado puede
ser considerado una amenaza a la seguridad interna.
¿Qué es lo que ha pasado? Que las viejas estrategias
y las viejas concepciones de hacer la guerra se derrum-
baron. Vamos a ver.
«Teatro de operaciones» es el término militar para
indicar el lugar donde se desarrolla la guerra. En la
Tercera Guerra Mundial, Europa era el teatro de opera-
ciones. Ahora ya no se sabe dónde va a estallar, puede
ser en cualquier lugar, ya no es seguro que vaya a ser
Europa.
Entonces, la doctrina militar transita de lo que se
denomina «sistema» a lo que ellos llaman «versatili-
dad». «Tengo que estar listo para hacer cualquier cosa
en cualquier momento. Un esquema ya no es suficiente:
ahora necesito muchos esquemas, no sólo para cons-
truir una respuesta a determinados hechos, sino para

29
SCI MARCOS / EZLN

construir muchas respuestas militares a determinados


hechos». Es donde interviene la informática. Este cam-
bio hace que se pase de lo sistemático, de lo cuadrado,
de lo rígido, a lo versátil, a lo que puede cambiar de un
momento a otro. Y eso va a definir toda la nueva doc-
trina militar de los ejércitos, de los cuerpos militares
y de los soldados. Este sería un elemento de la Cuarta
Guerra Mundial.
El otro sería el paso de la «estrategia de conten-
ción» a la de «alargamiento», o «extensión»: ya no sólo
se trata de conquistar un territorio, de contener al
enemigo, ahora se trata de prolongar el conflicto a lo
que ellos llaman «actos de no-guerra». En el caso de
Chiapas, esto tiene que ver con quitar y poner gober-
nadores y presidentes municipales, con los derechos
humanos, con los medios de comunicación, etcétera.
Dentro de la nueva concepción militar se incluye
una intensificación de la conquista del territorio. Esto
quiere decir que no sólo es necesario preocuparse
del EZLN y de su fuerza militar, sino también de la
Iglesia, de las organizaciones no gubernamentales, de
los observadores internacionales, de la prensa, de los
civiles, etcétera. Ya no hay civiles y neutrales. Todo
el mundo es parte del conflicto. Todo lo que hay en
ese teatro de operaciones es parte del conflicto, es el
enemigo según su concepción.
Eso implica que los ejércitos nacionales no sir-
ven porque ya no tienen que defender a los Estados
nacionales. Si no hay Estados nacionales: ¿qué van a

30
CHIAPAS: LA GUERRA

defender? En la nueva doctrina los ejércitos naciona-


les pasan a jugar el papel de policía local. El caso de
México es muy claro: cada vez más el ejército mexicano
hace labores policíacas como la lucha contra el narco-
tráfico o este nuevo organismo contra la delincuencia
organizada que se llama Policía Federal Preventiva y
que está formado por militares. Se trata de que los
ejércitos nacionales se conviertan en policía local a
la manera del cómic estadunidense: un Súper Cop, un
Súper Policía. Cuando se reorganice el ejército en la ex
Yugoslavia tiene que convertirse en una policía local y
la OTAN va a ser su Super Cop, su gran socio en térmi-
nos políticos. La estrella es la instancia supranacional,
en este caso la OTAN o el Ejército estadounidense, y
los extras son los ejércitos locales.
Pero los ejércitos nacionales se construyeron con
base en una doctrina de «seguridad nacional». Si hay
enemigos o peligros para la seguridad de una nación,
su trabajo es mantener la seguridad, a veces frente a
un enemigo externo, a veces frente a enemigos internos
desestabilizadores. Ésta es la doctrina de la Tercera
Guerra Mundial o Guerra Fría. Bajo estos presupuestos,
los ejércitos nacionales desarrollaron una conciencia
nacional, lo cual ahora dificulta convertirlos en policías
amigos del Super Policía. Entonces hay que transformar
la doctrina de la seguridad nacional en la «estabili-
dad nacional». El punto ya no es defender a la nación.
Como el principal enemigo de la estabilidad nacional
es el narcotráfico y el narcotráfico es internacional, los

31
SCI MARCOS / EZLN

ejércitos nacionales que operan bajo la consigna de la


estabilidad nacional aceptan la ayuda internacional o
la interferencia internacional de otros países.
A nivel mundial existe el problema de volver a
reordenar los ejércitos nacionales. Ahora bajemos a
América y de ahí a América Latina. El proceso es un
poco el mismo que ya se dio en Europa y que se vio en la
guerra de Kosovo con la OTAN. En el caso de América
Latina, está la Organización de Estados Americanos,
OEA, con el Sistema de Defensa Hemisférico. Según
la idea del ex presidente de Argentina, Ménem, todos
los países de América Latina somos amenazados y
necesitamos unirnos, destruir la conciencia nacio-
nal de los ejércitos y hacer un único gran ejército
bajo la doctrina de un sistema de defensa hemisférico
con el argumento del narcotráfico. Puesto que lo que
está en juego es la versatilidad, o sea la capacidad de
hacer la guerra en cualquier momento, en cualquier
lugar y bajo cualquier circunstancia, empieza a haber
ensayos. Los pocos bastiones de la defensa nacional
que todavía existen deben de ser destruidos por este
sistema hemisférico.
Si en Europa fue Kosovo, en el caso de América
Latina son Colombia y Chiapas. ¿Cómo se construye
ese sistema de defensa hemisférico? De dos formas.
En Colombia, donde se presenta la amenaza del
narcotráfico, el gobierno está pidiendo la ayuda de
todos: «tenemos que intervenir porque el narcotráfico
no afecta sólo a Colombia sino a todo el continente».

32
CHIAPAS: LA GUERRA

En el caso de Chiapas se aplica el concepto de gue-


rra total. Todos son parte, no hay neutrales, o eres
aliado o eres enemigo. Así se concibe el escenario de
teatro de operaciones. Si en una guerra hay dos partes
en conflicto y un pasillo en medio donde está la pobla-
ción civil o las personas que permanecen neutrales, este
pasillo se va haciendo cada vez más estrecho hasta que
desaparece. Siguiendo esta lógica, el gobierno mexicano
ha trazado una línea en la sociedad mundial y en la
sociedad chiapaneca para dividir entre los que son sus
aliados y los que son sus enemigos.
En el caso de Chiapas, la pregunta era ¿por qué no
se acabó la guerra cuando se debía de haber acabado?
La respuesta es que el objetivo a destruir no era el
EZLN. Ni siquiera llegamos a la categoría de enemigos.
Nada más nosotros somos un estorbo, una molestia,
un mosquito que está ahí nomás dando lata. Lo que
se trata de destruir son los pueblos indios. Este es el
objetivo, eso es lo que hay que destruir, el enemigo que
hay que destruir y los demás que estén a favor de ellos
son los estorbos pero no les importan.
Por eso, en todas las visitas que ustedes están
realizando y que van a realizar, el gobierno les va a
decir: nosotros al EZLN no le hemos hecho nada, por-
que el EZLN no es el enemigo. Los pueblos indios son
el enemigo y por eso los golpes van dirigidos a ellos.
Al Ejército Zapatista nomás hay que buscar la forma
de darle un golpe, no es un peligro militar. A ver si
tienen precio y a comprarlos. A ver si traicionan. El

33
SCI MARCOS / EZLN

problema real son los pueblos indios. Por eso todas


las violaciones y los ataques en los últimos cuatro
años -precisamente, desde 1996 a la fecha- son contra
población indígena. El más escandaloso es Acteal, pero
de la misma crueldad son también Unión Progreso y
Chavajeval el 10 de junio de 1998.
Si el enemigo no es el EZLN, ¿por qué pactar la
paz con ellos? Este fue el problema que se enfrentó el
gobierno. Además, la paz con el EZLN pasa por el reco-
nocimiento del enemigo verdadero y esto no pueden
aceptarlo. Por lo tanto, no tiene caso que se firme la paz
con el EZLN. «Si lo que quiero es destruir a los pueblos
indios y firmar la paz con el EZLN significa reconocer
a los pueblos indios, entonces no me conviene».
Pero ¿por qué escogieron a los pueblos indios como
enemigo? ¿Por qué son chaparritos y morenos? ¿Por
qué hablan muy diferente? ¿Por qué no les gustan? ¿No
lo sabemos? Sí lo sabemos.

La nueva conquista
Este mapa muestra los dos grandes tratados del reparto
del mundo: el Tratado de Libre Comercio del Norte y
el de la Unión Europea. Aquí vienen los datos en ver-
siones mundiales, qué territorio implica este tratado,
que población tiene y cuál es el producto interno bruto.
Este otro mapa, se refiere al petróleo.
La respuesta a la pregunta «¿por qué no ha termi-
nado la guerra de Chiapas?» Se encuentra en este mapa.
El Mundo Maya, Guatemala, Belice, Chiapas, partes de

34
CHIAPAS: LA GUERRA

Tabasco, Campeche, Quintana Roo, Yucatán, está lleno


de petróleo y de uranio. Esto es lo que está en juego.
En el proceso de fragmentación que hemos apreciado
-convertir todo el mundo en archipiélago- el poder
financiero quiere una nación especial aquí.
Es un punto importante porque los militares dicen
que los zapatistas quieren hacer otro país, la Nación
Maya. Nosotros lo investigamos. Es un proyecto del
capital financiero internacional: construir un nuevo
centro comercial que tenga turismo y recursos natu-
rales. Tienen todo lo necesario para hacer un país de
estos tres pedazos de México, de Belice y de Guatemala.
Esto es lo que está en juego en la guerra en Chiapas.
A parte de estar lleno de petróleo y uranio el pro-
blema es que está lleno de indígenas. Y los indígenas,
además de no hablar el español, no quieren tarjetas de
crédito, no producen, se dedican a sembrar maíz, frijol,
chile, café y se les ocurre bailar con marimba sin usar
el computer. No son consumidores ni son producto-
res. Sobran. Y todo el que sobra es eliminable. Por eso
hacen todo lo posible para que dejen de ser indígenas.
Pero no se quieren ir y no quieren dejar de ser indí-
genas. Es más: su lucha no es por tomar el poder. Su
lucha es porque los reconozcan como pueblos indios,
que reconozcan que tienen el derecho a existir, sin
convertirse en otros.
El problema es que aquí, en el territorio que está
en guerra, en territorio zapatista, están las principales
culturas indígenas, están las lenguas y los más grandes

35
SCI MARCOS / EZLN

yacimientos de petróleo. Están los siete pueblos indios


que participan en el EZLN, tzeltal, tzotzil, tojolabal,
chol, zoque, mam y mestizos. Este es el mapa de
Chiapas: comunidades con población indígena y con
petróleo, uranio y maderas preciosas.
A éstos es a los que hay de quitar de aquí porque no
conciben la tierra como la concibe el neoliberalismo.
Para el neoliberalismo todo es una mercancía, se vende,
se explota. Y estos indígenas vienen a decir que no, que
la tierra es la madre, es la depositaria de la cultura,
que ahí vive la historia y que ahí viven los muertos.
Puras cosas absurdas que no entran en ninguna com-
putadora y no se cotizan en una bolsa de valores. Y no
hay manera de convencerlos de que se vuelvan buenos,
que aprendan a pensar bien, nomás no quieren. Hasta
se alzaron en armas.
Es por esto -decimos nosotros- que el gobierno
mexicano no quiere hacer la paz: es porque quiere aca-
bar con este enemigo y desertificar a este territorio,
después volver a organizarlo y echarlo a andar como un
gran centro comercial, un Mall en el Sureste Mexicano.
El EZLN apoya los pueblos indios y en esta medida
también es un enemigo, pero no el principal. No basta-
ría arreglarse con el EZLN, y peor si arreglarse con el
EZLN significa renunciar a este territorio, porque eso
significaría la paz en Chiapas: significaría renunciar a
la conquista de un territorio rico en petróleo, en made-
ras preciosas y uranio. Es por esto que no lo hicieron
y no lo van a hacer.

36
CHIAPAS: LA GUERRA

La máquina del etnocidio


El papel de los ejércitos.
La primera característica del Ejército Federal en
Chiapas es que es un ejército de ocupación; no es un
ejército que esté en su territorio, es un ejército que
en su dispositivo, en su moral, y en la forma con que
se relaciona con el resto de la gente, se da cuenta que
está en un territorio que le es ajeno. El soldado federal
mexicano es consciente de que es extranjero. Está igual
que los clásicos ejércitos de ocupación. Tal y como,
por ejemplo, operaba el ejército alemán en la segunda
guerra mundial, así opera el ejército federal en las
comunidades indígenas.
Por eso en Amador Hernández pusieron trampas
«cazabobos» alrededor de su cuartel. Son hoyos pro-
fundos con estacas afiladas y unas ramitas encima de
modo que, cuando alguien las pisa, cae sobre las estacas
afiladas.
Es un ejército que teme a la población civil porque
sabe que no hay posición militar nuestra ahí. Entonces
a lo que le tienen miedo es a los niños, a las mujeres,
a los hombres, a los ancianos. A los que todos los días
gritan: ¡qué se vayan! Es tanto el temor que tiene de
estar en una tierra extranjera, que se comporta como
un ejército de ocupación. Ésta es la lógica y por esto
están los retenes y los puestos de migración. Es como
si entraran a otro país; no hay puestos de migración
para entrar a la ciudad de México. Además se le da el
control del poder político local al «Croquetas» -como le

37
SCI MARCOS / EZLN

decimos nosotros- Albores Guillen, lo sostiene el ejér-


cito, al igual que a los presidentes municipales locales.
Al mismo tiempo, como no puede presentar una
imagen agradable a los medios de comunicación, crea
sus propios medios de comunicación, compra periodis-
tas, periódicos, canales de televisión, para construirse
la imagen que él no puede darse a sí mismo. Y aquí está
el botín de guerra.
El ejército federal está metido en una red para
secuestrar y vender a niños indígenas. En concreto,
esto se da, por ejemplo, en el hospital de Guadalupe
Tepeyac. Cuando van a parir las indígenas, las atien-
den y según se pone la circunstancia, ya no les regre-
san al niño. No se lo dan, el niño queda. A veces les
dicen que se murió o que no se lo van a dar porque
no tienen papeles -es muy frecuente no tener pape-
les aquí. La encargada del negocio tiene nexos con el
general Cuevas que está al mando de la guarnición de
Guadalupe Tepeyac. Hay una red de tráfico de infan-
tes, que a ver hasta dónde termina. No sé en cuánto se
coticen los niños zapatistas, pero algo debe ganar el
general por esa felonía.
El narcotráfico. Desde enero de 1994 hasta el
febrero de 1995 nosotros estuvimos en control de este
territorio. Se impidió la siembra, el tráfico y el con-
sumo de enervantes. Esto quiere decir que se cerraron
las pistas de aterrizaje que usaban los narcotrafican-
tes como trampolín para los Estados Unidos y todos
los sembradíos de marihuana o de amapola fueron

38
CHIAPAS: LA GUERRA

destruidos. Evidentemente este territorio, básico para


brincar hacia el mercado de consumo más atractivo -el
de los Estados Unidos- tuvo que ser reconquistado. Por
supuesto, lo primero que hace el ejército es garantizar
que el narcotráfico pueda usar las pistas de aterrizaje
en los lugares donde tiene posiciones. La tajada que se
llevan los generales es muy grande, la tajada militar.
La trata de blancas. No es de blancas porque aquí
son morenas, pero es la prostitución. El que adminis-
tra las prostitutas, o sea el padrote, es el general que
da el servicio a sus soldados, es el que organiza la
entrada de ilegales indocumentados de Guatemala, El
Salvador y Honduras. Son mujeres jóvenes a las que
meten en enganche con la prostitución y las meten a
trabajar con sus soldados. Así lo que le paga con una
mano al soldado, el general lo recoge con la otra de la
mano prostituta.
Los puestos de alcohol. Aquí no había consumo y
ahora los principales puestos tienen el apoyo de los
militares. Aparte hay un negocio en las promociones y
es muy buen negocio ser asignado en Chiapas. Estar en
Chiapas significa ganar más sueldo y tener más pres-
taciones ya que lo toman en cuenta como acción en
combate. Por eso no conviene que la guerra se acabe,
porque se acaba el negocio. El hermano del secretario
de la Defensa Nacional -el general Cervantes- se vio
involucrado en varios de estos hechos aquí cerca en
San José la Esperanza y es el jefe de la guarnición de
Maravilla Tenejapa.

39
SCI MARCOS / EZLN

Deserciones. Hay muchas deserciones en el ejército


federal. Nosotros lo sabemos porque el soldado que
deserta siempre pide apoyo en las comunidades para
que le presten ropa civil y le den un guía para poderse
escapar, librando los retenes. El caso es que cuando un
soldado deserta, el general no lo da de baja en la lista
de nómina. Mejor sigue cobrando el salario como si el
soldado estuviera ahí.
La policía militar. Otro elemento que llama la aten-
ción acerca del ejército federal desde hace unos dos o
tres años es la aparición de la policía militar. Antes sólo
había soldados, ahora hay policía militar lo cual quiere
decir por lo menos dos cosas. Una es que están aumen-
tando los actos de insubordinación y las detenciones
dentro del propio ejército porque la policía militar es
básicamente un cuerpo de seguridad interna. La otra es
que, cada vez más, el ejército está cumpliendo labores
policíacas: donde no entra la policía judicial -la policía
que legalmente debería hacerlo- entra la policía militar.
Las estrategias. La estrategia de este ejército de
ocupación es doble: el golpe quirúrgico y el golpe total.
El golpe quirúrgico, quiere decir que tienen que dar un
golpe a la cabeza del EZLN. Este golpe tiene que ser
rápido y sin bajas civiles. Para esta tarea tienen listos
a los Grupos Aerotransportados de Fuerzas Especiales,
GAFE, que cuentan con unos 90 a 105 soldados por
unidad y son un poco como los rangers o sea los ram-
bos mexicanos. Hay varios en las cercanías de cada
Aguascalientes o en donde se supone pueda aparecer

40
CHIAPAS: LA GUERRA

la Comandancia zapatista. Se supone que a la hora


decidida actúan, se retiran y ya. El problema aquí sería
el costo político y entonces lo que necesitan es tenerlo
todo preparado para cuando digan: «ahora es cuando».
No es una decisión de días, puede ser minutos: «es ya
ahorita porque está pasando tal cosa en tal lado». En
todo caso ese no es su problema principal ya que el
verdadero enemigo no es EZLN sino los pueblos indios.
Y aquí el concepto que rige es el del golpe total. Una
primera parte del dispositivo militar va a funcionar
como tapón para sellar la zona. Nadie va a poder entrar
ni salir, ni observadores internacionales, ni prensa, ni
sociedad civil, ni nada. Después viene el golpe interno.
Entonces, primero se cierra la zona, con tantos milita-
res, tal profusión de retenes.
No todas las fuerzas entran en juego: a algunos
les toca cerrar y a los que están adentro dar el golpe
interno.
Hay un dato importante. Según sabemos, cuanto
menos en el cuartel de San Quintín tienen construi-
das abajo unas criptas y túneles secretos para sacar a
los desaparecidos. No se va a saber cuántos muertos
ni quienes, ni nada. Van a desaparecer en el sentido
estricto del término, enterrados ahí. ¿Por qué lo sabe-
mos? Sencillamente, porque los que construyeron el
cuartel fueron indígenas. Como algunos de ellos eran
zapatistas, nos contaron que le preguntaban a los sol-
dados, «y eso, ¿para qué es?» «Pues no, aquí el que baja
ya no sale, pero se trata de que no se sepa». Aparte de

41
SCI MARCOS / EZLN

que tienen un cementerio clandestino abajo del cuartel,


criptas y calabozos para interrogatorios, tienen túneles
de salida para poder sacar hacia la montaña los cadá-
veres y poder salir ellos, sin tantos problemas. Todo
esto, por supuesto, lo van a negar pero a ver si aceptan
una inspección interna de sus cuarteles, sobre todo de
los sótanos. Ésta es otra característica de un ejército
de ocupación: que tiene sus dispositivos.
Además este es un ejército que se tiene que reorga-
nizar porque es un ejército que todavía tiene mucho la
doctrina anterior, sobre todo la doctrina de seguridad
nacional y el nacionalismo. Su estructura actual es lo
que van a sacrificar en Chiapas y el resultado de la gue-
rra, aparte de la destrucción de los pueblos indios, es
el desprestigio total del ejército federal para obligarlo
a una reestructuración. Los militares no lo saben -y si
lo saben son cómplices- pero lo que se está jugando en
esta guerra es su desaparición, la manera como están
estructurados ahora. Va a ser tal el desprestigio de
esta guerra, que va a tener que redefinirse este ejér-
cito que operó estas cosas y entonces sí podrá nacer
el nuevo ejército que necesitan el neoliberalismo y la
globalización.
Finalmente, el ejército federal mexicano está tra-
bajando en Chiapas para su propia destrucción, porque
esta conciencia nacionalista que tiene no cuaja con este
mapa. A los militares les han vendido la idea de que
nosotros queremos separarnos de México y unirnos
con Guatemala y Belice para hacer un nuevo país. No,

42
CHIAPAS: LA GUERRA

esto lo quieren las transnacionales, de hecho están


trabajando en esto y hay un proyecto turístico que
se llama «El Mundo Maya». Es lo que está en juego.
A la hora que nos están atacando, los militares están
promoviendo que esto se consiga y están promoviendo
su propia destrucción. Que les importe no estoy muy
seguro, yo creo que no. Los altos mandos están sufi-
cientemente inmersos en la corrupción como para que,
prácticamente, les estén vendiendo su propia jubila-
ción. «Puesto que de todos modos vamos a destruirte
como ejército, lo que te ofrezco es tu despido y que
te lleves una buena tajada de dinero. Esta tajada es
Chiapas, haz la guerra ahí. Después ya no vas a servir
para nada pero vas a tener bastante para poder vivir».
En los altos mandos es así. En los mandos medios y
en la tropa no hay nada de esto; son soldados y hacen
lo que se les dice.
Lo que está en juego en esta gran guerra es ese terri-
torio que hay que conquistar y una de las consecuencias
va a ser la destrucción del ejército federal en tanto
que su estructura actual; seguirá siendo ejército pero
de otra forma. Hay rumores de que las fuerzas arma-
das se van a reestructurar y que a partir de Chiapas
quieren concebir un modelo estadounidense con una
comandancia general. Ahora el ejército no funciona por
comandancia general, sino por comandancia de zona;
lo que quieren es concentrar el poder -un solo mando
es más versátil- en el comando central o comandancia
general, también les dicen ellos. De esta manera, se

43
SCI MARCOS / EZLN

les quitaría el poder a los jefes de zona militar y a los


jefes de región militar, que son los que ahorita tienen
repartido el país.
Tenemos el dato que desde el 1986, había aproxima-
damente 170 mil efectivos, entre ejército, fuerza aérea
y marina, y en 1996, hace tres años, había 229 mil,
casi el 50 por ciento de incremento. Lo mismo creció
el presupuesto: 44 por ciento de 1995 a 1996. Además
hay una pugna, o sea una disputa entre las armas: el
ejército y las otras armas. Se les llama «armas», al
arma de infantería, al arma de caballería, al arma de
fuerza aérea, al arma de unidades. En cada cuerpo los
militares se pelean entre ellos por ver quién tiene más
presupuesto, porque el presupuesto es una ganancia
para ellos, entre el ejército, la fuerza aérea y la marina.
En esta reestructuración se están dando todas estas
pugnas internas. Además, hay que agregar la injerencia
estadounidense. Aquí les paso un dato de la oficina
de agregaduría del departamento de fuerzas armadas
de los Estados Unidos de Norteamérica con sede en
la embajada norteamericana en México, D.F., la cual
señala que en 1995 tenía cuanto menos dos equipos
especiales en Chiapas con la aprobación del ejército
federal.
El problema no sólo son los derechos humanos
individuales. Estamos ante un conjunto de casos de
violación de derechos humanos de pueblos indígenas.
A la hora que se quiere destruir a los pueblos indios,
su forma cultural y todo esto, no sólo se está atentando

44
CHIAPAS: LA GUERRA

en contra del individuo -al que no se le deja ir a la


milpa, o al que se le golpea o que se le tortura-, se
está atentando en contra del derecho humano de un
colectivo que quiere vivir como colectivo y eso no está
en el derecho internacional. No hay observadores de
derechos humanos colectivos.
Y aquí se está dando el nuevo modelo de violación
de derechos humanos, según nosotros.
A partir de este rincón del mundo, las guerras del
siglo XXI van a ser en contra de los que quieran ser
diferentes. Frente a los que se resisten a desaparecer
como diferentes, cada vez más se va atentar contra
sus derechos colectivos, cuidando el respeto de los
derechos humanos individuales. El gobierno mexicano
tiene como máxima aspiración librarse de un grupo de
observadores, que no puedan probar que se tortura
gente o se le golpea. Pero es evidente que quiere des-
truir a estos pueblos indígenas como pueblos y nadie
le puede reclamar porque ni existe este derecho.
El llamado que les queremos hacer nosotros,
cuando hablen con los que van a hablar, de regreso, sea
en sus países o cuando se entrevisten con los medios de
comunicación o con los funcionarios de las Naciones
Unidas, es que hagan hincapié en esto que les estoy
señalando. Lo que se está conformando en esos tes-
timonios que van juntando, es una gran violación al
derecho humano colectivo de los pueblos indígenas
mayas, a su existencia como tales.

45
SCI MARCOS / EZLN

Dos fotos: Zapata y una niña


Y aquí vuelvo a la foto. Esta foto es de Emiliano Zapata
(enseña el calendario). Bueno, es una pintura y repre-
senta el rostro de Emiliano Zapata. Se le ven los ojos,
la nariz, la boca, el bigote; es conocido, y por lo tanto
cualquiera puede ver a Zapata. La gran paradoja es
que cualquier campesino indígena se parece a Zapata:
moreno, ojos negros intensos, pueden verlos detrás
de muchos pasamontañas. Además es una imagen del
pasado. Sí, esto pasó, alguien se alzó en armas y además
con una actitud muy especial porque lo que hizo Zapata
no fue luchar por el poder. Está la anécdota de cuando
llegan a la Ciudad de México -él y Francisco Villa. La
silla presidencial está vacía pues han hecho correr al
que estaba ahí y Villa le dice a Zapata que se siente y
Zapata dice que no. Villa dice que sí, pero nada más
para ver qué se siente. Se sienta y ya se levanta, pero lo
que está diciendo Zapata es que el problema no es quién
está en el poder, sino la relación entre gobernantes y
gobernados. Ésta es la parte que nosotros agarramos
de Zapata, su relación frente al poder en la lucha que
estamos llevando a cabo.
La imagen de la niña es un acercamiento de otra
imagen que está al principio: un grupo de mujeres indí-
genas que están gritando con el puño izquierdo arriba.
Detrás de la niña, hay muchas mujeres que no son jóve-
nes; tampoco son ancianas pero pasa que las mujeres
se acaban muy rápido en las comunidades indígenas.
La foto representa el mañana. Nosotros no concebimos

46
CHIAPAS: LA GUERRA

que el mundo va a ser ya diferente para esta niña; con-


cebimos que también a ella le va a tocar luchar y los
zapatistas somos un puente, somos la correa de trans-
misión de una herencia al otro heredero que es el que le
va a seguir. Cuánta rebeldía hay en esta niña indígena.
Se está rebelando como indígena, como mujer, como
niña, como ser humano y como trabajadora. En esta
imagen se sintetizan todas las contradicciones; todos
los otros y diferentes están resueltos aquí. Esta niña
nos está diciendo que aprendió a luchar y que detrás de
ella están los que le enseñaron, los adultos. Las muje-
res que se ven [las indica] aunque serían jóvenes en el
medio urbano, ya son grandes por el trabajo y lo que
sufren en las comunidades indígenas. Estas mujeres
ya son ancianas, personas de edad o de juicio, como le
dicen aquí. Ellas son el puente -las que están atrás de
esta niña- para que ella siga luchando. No para que el
mundo cambie, sino para que siga habiendo gente que
luche porque cambie.
Eso es como lo concebimos nosotros, ese es nuestro
trabajo, somos indígenas, queremos vivir y queremos
seguir siendo indígenas, somos mexicanos y queremos
seguir siéndolo. Yo sé que es difícil en el mundo actual,
sobre todo en Europa, hablar de nacionalismo. Pero si
entienden lo que intenté decirles, en el caso de México
y de Chiapas, ser nacionalistas, o sea luchar para que
se mantenga la estructura nacional, es ir contra el
neoliberalismo. Lo cual no quiere decir que en otra
parte del mundo sea igual. Yo sé que el nacionalismo

47
SCI MARCOS / EZLN

en Europa tiene muchas connotaciones fascistas, pero


en México, en el México del final del siglo XX es una
subversión. Aquí la moda es hacer la internacional del
dinero, y defender el concepto de nación u oponerse a
estos proyectos de fragmentación es ser revoluciona-
rio. Y esto es lo que estamos haciendo nosotros, nos
oponemos a eso.
Entre Zapata y la niña estamos nosotros, y a lo
que nos dedicamos es a cuestionarlo todo, incluso a
nosotros mismos. A cuestionar nuestros pasos, por qué
armados, por qué la lucha armada, por qué todo lo que
ustedes han visto aquí y no otra cosa. También esto
es parte de nuestro cuestionamiento, porque tenemos
que reafirmarlo con ustedes y reconocerlo: nosotros
somos un ejército y un ejército es lo más absurdo que
hay porque es recurrir a la fuerza de un arma para tener
razón, y un ser humano que tiene que recurrir a un
arma para tener razón, no es un ser humano. Nosotros
no queremos que el futuro sea el que tenemos ahora.
Esta niña tampoco va a querer que el mundo sea
como el de ella; le va a tocar otra cosa, diferente. ¿Cómo
va a ser?, no lo sabemos. Ya los que lleguen entonces,
sabrán cómo le van a hacer; nosotros pensamos que lo
van a hacer bien.
Lo que sí sabemos es que este mundo actual no lo
queremos. No lo queremos y no lo merecemos y no nos
importan cuantas mentiras digan respecto a nosotros,
ni cuántos soldados nos ataquen, ni cuantas bombas
nos quieran echar encima; no vamos a dejar que el

48
CHIAPAS: LA GUERRA

mundo siga así. Todo lo que vayamos a hacer para hacer


que el mundo cambie, ni siquiera nos preocupa si lo
vamos a lograr, ni siquiera pensamos que pueda ser
posible o no, estamos seguros que lo vamos a hacer.
Eso es lo que somos nosotros, el puente entre este
pasado y este mañana y nos toco aquí en Chiapas. Si
nos hubiera tocado en Kósovo diríamos otras cosas,
en África, Estados Unidos, Italia, Europa, lo que sea
que es cada quien. Eso es lo que les queríamos decir.

49
.
[ 51 ]
CHIAPAS: LA GUERRA

.
Entre el satélite
y el microscopio,
la mirada del otro
Carta 5.1

20 de noviembre de 1999

Los presentes son algunos apuntes para la plática que


tendrá nuestra delegación del CCRI-CG del EZLN
con un grupo de observadores internacionales de la
CCIODH (Comisión Civil Internacional de Observación
por los Derechos Humanos). Originalmente esta plática
estaba concebida como una carta, previendo que no
fuera posible un encuentro personal. Así que queda
como una carta leída en voz alta y frente al destinata-
rio, o más bien frente a uno de los destinatarios, porque
va dirigida a la sociedad civil nacional e internacional.
Escogí la fecha del aniversario de la Revolución
Mexicana, además de por travesura, por razón de traer
hasta acá dos imágenes de este siglo: una es el rostro
de Emilio Zapata, la otra es la cara de una niña indí-
gena, con el rostro parcialmente oculto por un paliacate
rojo. Más adelante volveré para hablar de estas dos
imágenes.
De lo que se trata no es de demostrar que en las
tierras indias del sureste mexicano hay una guerra (el

[ 53 ]
SCI MARCOS / EZLN

gobierno mexicano hace hasta lo imposible por negar


algo tan evidente), sino de entender el porqué de la
continuación de esta guerra.
Sí, esta guerra que inició el primero de enero de
1994, debió haber terminado hace casi cuatro años,
cuando se firmaron los primeros acuerdos de San
Andrés y el proceso de diálogo aparecía ya definiti-
vamente encarrilado hacia la consecución de la paz.
Que la guerra continúe, a pesar de que se pudo haber
terminado con ella de una forma digna y ejemplar,
tiene sus razones. Lo que siguen son algunos intentos
de reflexión para tratar de responder a la pregunta ¿Por
qué la guerra en Chiapas?
Les pido paciencia y comprensión. Dado que ya
no tengo el límite del número de cuartillas y las con-
sideraciones en los gastos de papel y tinta, entonces
puedo extenderme en asuntos que suele ser árido tocar
entre los parlamentos de Don Durito de la Lacandona
y el Viejo Antonio.
Sale pues, van tesis generales, desarrolladas en la
exposición oral:

1. Las guerras mundiales


5 Constantes: conquista y reorganización de territo-

rios, destrucción del enemigo, administración de la


conquista.
5 Variables: estrategia militar. Actores involucrados.

Armamentos, tácticas.

54
CHIAPAS: LA GUERRA

5 La III Guerra Mundial, el periodo de la «guerra fría».


Dos grandes superpotencias, dos periferias cercanas
(Europa y parte de Asia) y el resto como espectador
y víctimas (América Latina, Oceanía, África y otra
parte de Asia). La carrera armamentista global y las
guerras locales y regionales.
5 La IV Guerra Mundial, del mundo unipolar a la

globalización. El Neoliberalismo. La doble pareja


destrucción/despoblamiento y reconstrucción/
reordenamiento, las bombas financieras. La des-
trucción de los estados nacionales y lo inherente
a ellos (lengua, cultura, política, economía, tejido
social). La homogeneización y la hegemonía empie-
zan a producir y a alentar el crecimiento de sus
contrarios: la fragmentación y la multiplicación
de las diferencias.

Del vasto mundo unificado al archipiélago controlado


e intercomunicado por la informática y las bombas (las
financieras y las otras). La guerra contra la humanidad,
es decir, contra lo esencialmente humano: la dignidad,
el respeto, la diferencia.

2. La guerra militar.
Tránsito en concepciones y acciones.
Etapas:
a) III Guerra Mundial o Fría. Guerra convencional en
terreno europeo, guerra nuclear localizada (Europa,
Cuba, Oriente), guerra nuclear total. Estrategia de

55
SCI MARCOS / EZLN

puestos avanzados, líneas permanentes de logís-


tica, retaguardia estable. Los grandes pactos. OTAN,
Varsovia, Seato. Las guerras locales: ejércitos locales
y apoyo de las metrópolis. Las dictaduras en América
Latina, las guerras en el África, el conflicto del Medio
Oriente. Se construye el concepto de guerra total,
aquí incorporando los terrenos económico, ideo-
lógico, social, político y diplomático. Las guerras
locales en la lógica de la teoría del dominó. La justi-
ficación: la defensa de la democracia, la ayuda y la
prevención de amenazas mundiales (según la lógica
de la II Guerra Mundial).
b) IV Guerra Mundial. Desarrollo y consolidación del
concepto de guerra total. Guerra en cualquier parte
en cualquier momento, en cualquier circunstancia.
Evolución de la estrategia militar. Estrategia de des-
pliegue rápido (la invasión a Panamá, la guerra del
Golfo Pérsico). Después estrategia de proyección de
fuerza (desechada casi inmediatamente previendo
protestas por bajas, remember Vietnam). Nuevo rea-
juste: soldados «internacionales» y «locales» para
guerras mundiales y uso de instancias supranacio-
nales (caso Kosovo y la OTAN-ONU). La justifica-
ción: la defensa de los derechos humanos (guerra
humanitaria), en la globalización todo el mundo es
el traspatio del poder, ergo, todo lo que acontece en
cualquier parte del mundo puede ser considerado una
amenaza directa a la seguridad interna.

56
CHIAPAS: LA GUERRA

3. La guerra militar mundial.


Doctrinas y compartimientos
a) Teatros de Operaciones. De la certeza a la
incertidumbre, de las respuestas sistemáticas a la
versatilidad.
b) De la estrategia de contención a la de alarga-
miento. La guerra no se limita al aspecto militar, sino
que se extiende a las acciones de «no guerra», (ojo:
medios de comunicación y derechos humanos). Por
lo tanto, el «enemigo» a vencer no es sólo el ejército
contrario o la fuerza armada contraria, sino el todo
social, político, económico e ideológico en el que el
conflicto se desarrolla. No hay ya «civiles» ni «neu-
trales», todos son «beligerantes».
c) El reajuste de los ejércitos nacionales en la nueva
estrategia mundial. El superpolicía y sus ayudantes
locales. A la manera de Hollywood, la estrella prin-
cipal y los «extras». La destrucción de los estados
nacionales obliga a los ejércitos nacionales a restruc-
turarse y redefinir sus funciones.
d) El presupuesto. La guerra como negocio. La rees-
tructuración militar mundial será cara. La cuenta
presupuestal que presenta Clinton para el año fiscal
2000 y hasta el 2005 podría llegar a cerca de 1.9
trillones de dólares, repartidos en varias cuentas.
El plan de defensa del «futuro» de EU es conside-
rando enemigo… al género humano. La cuenta incluye
12.6 billones para el Pentágono, 112 billones para
los militares, 280.8 billones de presupuesto militar y

57
SCI MARCOS / EZLN

274.1 billones para otros asuntos de defensa. El pre-


supuesto incluye 555 billones de gasto discrecional
(281 para militares). Para el año 2005 los Estados
Unidos estarán gastando más que el promedio anual
en la Guerra Fría. (Todos los datos de «The Defense
Monitor», Center for Defense Information, Washington,
DC #1, 1999. www.cdi.org). A Estados Unidos le cuesta
261 mil dólares cada uno de los 6,900 soldados en
Bosnia, 1.8 billones al año.

4. La guerra en el continente americano


a) La Doctrina Cheney. El narcotráfico como el
enemigo en América. Sustitución de la doctrina de
Seguridad Nacional por el de Estabilidad Nacional
(soberanía limitada). El policía local y el internacional.
b) En el papel de la OTAN… ¡la OEA! El sistema de
defensa hemisférico.
c) Los ensayos de la «versatilidad». Colombia y
Chiapas. Los objetivos: redefinir el archipiélago según
la lógica del mercado. Centros comerciales en todo el
mundo, pero disfrazados de países viejos o «nuevos».

5. La Guerra en Chiapas
Guerra total y enemigo total. Todos son enemigos. El
objetivo a destruir: los pueblos indios. El estorbo: el
EZLN.

6. La Guerra en Chiapas
La conquista del territorio y el botín de guerra

58
CHIAPAS: LA GUERRA

a) Ejército de Ocupación. Comportamiento: control


del poder político local (extensión de la guerra),
fabricación de medios de comunicación ad hoc, des-
confianza a los civiles, botín de guerra (niños, narco-
tráfico, tráfico de maderas preciosas, trata de blancas,
alcohol, promociones, negocios, sueldos, prestaciones
y deserciones). La Policía Militar (insubordinación,
deserción. versus civiles).
b) El golpe quirúrgico y el golpe total. Ambiente
político poco propicio. Tener todas las posibilidades
para el momento oportuno.
c) Para el golpe quirúrgico: los GAFE (Grupos
Aerotransportados de Fuerzas Especiales) de 90 a
105 soldados en cada unidad.
d) Para el golpe total. Fuerzas desplegadas para «tapo-
nar» el área. Calabozos subterráneos, túneles y crip-
tas en los grandes cuarteles (San Quintín).

7. El Ejército Mexicano
Es un Ejército en tránsito a su reestructuración. Su
esencia actual es el peón a sacrificar en la jugada
bélica llamada «Chiapas». Su prueba en los papeles de
policía «local»: narcotráfico, delincuencia organizada,
subversión.
a) Reestructuración a una comandancia general.
Toca los intereses de las zonas y regiones militares
(cuota de poder de generales).
b) Tránsito en cantidad: de 170 mil en 1996. El pre-
supuesto creció 44% de 1995 a 1996.

59
SCI MARCOS / EZLN

c) Pugnas entre armas y entre Ejército, Fuerza Aérea


y Marina.
d) Injerencia norteamericana. La USADO (Oficina
de Agregaduría de Defensa de Estados Unidos) tenía
en 1995 dos equipos especiales en Chiapas, con el
beneplácito de la Sedena.

8. Los derechos humanos individuales y los


derechos humanos de los pueblos:
La vida, la cultura, la diferencia, el mañana.

9. Las imágenes
Emiliano Zapata, el ayer, rostro común y diferente
posición frente al Poder. La niña indígena zapatista,
el mañana, rostro común y diferente posición frente
a los poderes. Entre el uno y la otra, los indígenas
rebeldes del EZLN, sin rostro y cuestionando todo,
incluso su propio paso.

Desde las montañas del sureste mexicano.


Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-
Comandancia General
del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Subcomandante Insurgente Marcos.

La Realidad en Guerra, México. Noviembre de 1999.

60
.
.
.
.
La máquina del etnocidio
Carta 5.2

Noviembre de 1999

«Ya anochecido y por un atajo llegaron al pueblo Ramón


Balam y Domingo Canché. Escapaban de la matanza
que los blancos hacían entre los indios. Balam había
recibido un machetazo en la espalda y sangraba.
Jacinto Canek le dijo:
Ya se cumplen las profecías de Nahua Pech, uno de los
cinco profetas del tiempo viejo. No se contentarán los
blancos con lo suyo, ni con lo que ganaron en la gue-
rra. Querrán también la miseria de nuestra comida y
la miseria de nuestra casa. Levantarán su odio contra
nosotros y nos obligarán a refugiarnos en los montes
y en los lugares apartados. Entonces iremos, como las
hormigas, detrás de las alimañas y comeremos cosas
malas: raíces, grajos, cuervos, ratas y langostas del
viento. Y la podredumbre de esta comida llenará de
rencor nuestros corazones y vendrá la guerra.
Los blancos gritaron:
¡Se han sublevado los indios!».
Ermilo Abreu Gómez,
Canek. Historia y leyenda de un héroe maya

[ 65 ]
SCI MARCOS / EZLN

Octubre-noviembre de 1999, agencias internacionales de


noticias.- La Secretaría de Relaciones Exteriores puso
en marcha una campaña de información vía Internet,
para dar a conocer el trabajo que realiza el gobierno
mexicano para acabar con la pobreza en Chiapas. El
texto que se difunde, escrito en español, inglés, francés,
italiano y alemán, dice que las autoridades han logrado
en Chiapas grandes avances en educación, salud,
reparto agrario y desarrollo agrícola. Sin embargo,
el documento no menciona la situación del conflicto
armado ni la situación de los indígenas desplazados.

A la sociedad civil nacional e internacional:


De: SupMarcos
Señora: En estos días estará circulando un documento
elaborado por la Secretaria de Relaciones Exteriores,
sobre el estado mexicano de Chiapas, donde se detallan
las acciones gubernamentales en materia de educación,
salud, reparto agrario y desarrollo agrícola. Con el fin
de completar lo que «informa» el gobierno mexicano,
el EZLN lanza el siguiente folleto titulado CHIAPAS:
LA GUERRA, que puede ser reproducido total o parcial-
mente, citando fuente o sin citar, y se puede también
hacer un avioncito de papel y arrojarlo en la cara del
embajador o cónsul mexicano de su preferencia, o clasi-
ficar en el rubro de «horrores» en la «H» de «historia».
También puede entregarse a alguna alta comisionada
para los Derechos Humanos de la ONU a la que le
quieran ver la cara de rabasa. Sale y vale:

66
CHIAPAS: LA GUERRA

En sus manos tiene usted el folleto. En la portada


se ve la imagen de un mapamundi que, curiosamente,
tiene el mismo contorno geográfico del suroriental
estado mexicano de Chiapas. Arriba, con letras «bold»
o «black» (o como se les diga a las «negritas») y en
mayúsculas, se lee CHIAPAS: LA GUERRA.
Abajo del mapamundi «chiapanizado», en letras
más pequeñas se dice: «¿Así son las últimas guerras del
siglo XX? ¿O así serán las guerras del siglo XXI?».
En la parte de atrás, o sea en la contraportada, la
imagen es un pasamontañas, en el hueco donde debie-
ran estar los ojos hay un espejo. Abajo se lee: «Se per-
mite, es más, se exige la reproducción total o parcial de
lo que habla este folleto y, sobre todo, de lo que calla».
En la primera de forros están algunos datos:
País: México
Superficie: 1,967,183 km. cuadrados
Población: 91,800,000 (1994)
Población Indígena: 10 millones (las cifras oficia-
les hablan de poco más de 5 millones)
Estado: Chiapas
Superficie: 74,211 kilómetros cuadrados
Población: 3,607,128
Población indígena: Más de un millón de personas
(el gobierno sólo menciona a 706 mil).

La primera página empieza, sin anestesia, decla-


rando que: Para encontrar «México» en un mapa moderno
debe usted apurarse, porque los gobernantes actuales se

67
SCI MARCOS / EZLN

han empeñado en destruirlo y, si tienen éxito, pronto no


aparecerá más en los mapamundis. Localice primero el
continente americano. Bien, ahora ubique lo que se llama
«norteamérica». Ahora, eso que aparece al sur de los
estados norteamericanos de Texas, Arizona, Colorado y
California, no es (todavía) una más de las estrellas en la
bandera estadunidense. Observe con atención ese pedazo
del continente cuyo costado occidental es acariciado por
el Océano Pacífico, previa cuchillada que le dejó la penín-
sula de Baja California como solitario y diestro brazo, y
cuyo vientre se adelgaza para darle un lugar privilegiado
al Océano Atlántico (protegido por el pulgar de la penín-
sula de Yucatán). ¿Qué le parece? Sí, tiene usted razón, su
figura es la de una mano que espera. Bien, ése es México.
¡Uff!, es bueno saber que aún está ahí.
Ahora anote usted los datos que aparecen en la pri-
mera de forros. Conforme avance en la lectura de este
folleto, el número de la población indígena en Chiapas
irá disminuyendo. El gobierno mexicano lleva adelante
una guerra cuyo primer paso contempla la eliminación
de casi medio millón de indígenas (precisamente los
«faltantes» en su censo, que son los indígenas que habi-
tan en la llamada «zona del conflicto»).
Fuentes gubernamentales estiman en cuando
menos 450 mil el número de indígenas que son zapa-
tistas o simpatizan con la causa del EZLN, ergo, son
«zapatistas potenciales», es decir, «eliminables».
Con balas, bombas, granadas, paramilitares, este-
rilización forzada, secuestro y tráfico de infantes,

68
CHIAPAS: LA GUERRA

deterioro del medio ambiente, asfixia cultural, y, sobre


todo, con olvido, los indígenas mexicanos son aniqui-
lados en una guerra cuya intensidad en los medios de
comunicación sube y baja, pero es constante e inexo-
rable en la cuota de muerte y destrucción que cobra
en la realidad chiapaneca.
Bueno, ahora concéntrese usted en la esquina suro-
riental del mapa de México. Esa zona morena y llena
de montañas es Chiapas. Sí «Chiapas» y no «Chapas»,
como lo pronuncia Zedillo. ¿Quién? ¿Zedillo? ¡Ah! Es
el que está al frente del grupo que gobierna México.
Bueno, no al frente, más bien atrás. No, quiero decir, a
un lado. No, es mejor decir que está debajo de. En fin,
algunos lo llaman «el presidente de México» pero en
este país nadie toma en serio esa afirmación. Bueno, no
nos distraigamos. Tome usted un lápiz de color rojo y
coloreé esa esquina, la última, de México. ¿Por qué de
rojo? Bueno, quiere decir varias cosas: «lucha», «con-
flicto», «alerta», «peligro», «emergencia», «sangre»,
«lucha», «resistencia», «deténgase», «guerra». Chiapas
quiere decir todo eso, pero ahora sólo tomaremos el
rojo como «guerra».
Sí, hay aquí una guerra. Sí, soldados, aviones,
helicópteros, tanques, ametralladoras, bombas, heri-
dos, muertos, destrucción. ¿Las partes confrontadas?
Bueno, por un lado está el gobierno mexicano; por
el otro están los indígenas. Sí, el gobierno contra los
pueblos indios. ¿Qué? No, no le estoy hablando de algo
que pasó, es algo que ocurre actualmente. Sí, en este

69
SCI MARCOS / EZLN

fin del siglo XX y cuando ya desempaca su equipaje de


incertidumbres el siglo XXI, el gobierno mexicano le
hace la guerra a los habitantes más primeros de este
país, los indígenas.
¿Qué dice usted? ¿Qué el gobierno de México
dice que no es una guerra sino un «conflicto»? Bueno,
veamos algunos datos que pueden ser comprobados
«in situ», con el simple método de la observación,
viendo y escuchando. El problema es que, para el
gobierno mexicano, las acciones denotadas por los
verbos «ver» y «escuchar» están tipificadas como
delitos. Cualquier ciudadano mexicano o de cuales-
quiera de los países de los 5 continentes debe ser
mudo y ciego, so pena de cárcel, expulsión, amenaza,
desaparición o muerte.
Pero supongamos que usted no quiere arriesgarse a
ser encarcelado, perseguido, amenazado o desaparecido
si es mexicano, o, si usted es de otra nacionalidad,
amenazado, hostigado y expulsado de nuestro país
por autoridades gubernamentales que odian a los que
vienen a comprobar «in situ» las informaciones perio-
dísticas. ¿Qué hacer? Bien, para eso está este folleto,
en él le diremos sólo lo que es comprobable a simple
vista, y no lo que requiere de una investigación a fondo
y «contactos» muy arriba en el gobierno… norteameri-
cano. Como aval moral de esta información, le diremos
que nosotros nunca le hemos mentido y no tenemos
por qué hacerlo ahora. Pero aún así usted tiene el pleno
derecho de dudar, así que puede usted recurrir a la

70
CHIAPAS: LA GUERRA

prensa internacional y nacional, o arriesgarse a visitar


las tierras indias del sureste mexicano. Verá usted que
no hay duda de que bajo estos cielos se libra una guerra,
y que esta guerra es contra los pueblos indios.
Bueno. Primer dato de guerra: la presencia de un
número extraordinariamente alto de fuerzas armadas
gubernamentales.
Según la cifra oficial, son 30 mil los elementos del
Ejército Mexicano destacamentados en Chiapas. Cálculos
no oficiales aseguran que son cerca de 70 mil. Por la
irrupción del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
el 1o. de enero de 1994, el gobierno federal envió, en
la primera semana de enero, a la zona de conflicto a
cerca de diez mil soldados del Ejército Mexicano; 200
vehículos (jeeps artillados y tanquetas, entre otros) y 40
helicópteros. Pero en diez días de conflicto el número de
efectivos se incrementó a 17 mil. En ese mismo año, el
gobierno federal restringió el conflicto armado a cuatro
municipios: San Cristóbal de las Casas, las Margaritas,
Ocosingo y Altamirano. Y luego se extendió, en 1999 el
Ejército Mexicano amplió su radio de acción a 66 de los
111 municipios de Chiapas. Sí más de la mitad de los
municipios chiapanecos viven en situación de guerra. En
ellos la autoridad máxima es la castrense.
Para la guerra en el sureste mexicano, el Ejército
federal está organizado en la séptima Región Militar,
que cuenta con 5 zonas militares: la 30 con sede
en Villahermosa, la 31 en Rancho Nuevo, la 36 en
Tapachula, la 38 en Tenosique, y la 39 en Ocosingo.

71
SCI MARCOS / EZLN

Además cuenta con las siguientes bases aéreas milita-


res: Tuxtla Gutiérrez, Ciudad Pemex, Copalar.
Oficialmente la fuerza principal del Ejército
federal, la llamada Fuerza de Tarea Arcoiris cuenta
con 11 agrupamientos: San Quintín, Nuevo Momón,
Altamirano, Las Tacitas, El Limar, Guadalupe Tepeyac,
Monte Líbano, Ocosingo, Chanal, Bochil y Amatitlán.
Pero basta un vistazo a vuelo de pájaro para darse
cuenta de que esto es falso. Existen grandes guarnicio-
nes militares cuando menos en los siguientes lugares:
5 Zona Selva: San Caralampio, Calvario, Laguna

Suspiro, Taniperla, Cintalapa, Monte Líbano,


Laguna Ocotalito, Santo Tomás, La Trinidad, Jordán,
Península, Ibarra, Sultana, Patiwitz, Garrucha,
Zaquilá, San Pedro Betania, Yulomax, Florida, Ucuxil,
Temó, Toniná, Chilón, Cuxuljá, Altamirano, Rancho
Mosil, Rancho Nuevo, Chanal, Oxchuc, Rancho
el Banco, Teopisca, Comitán, Las Margaritas, Río
Corozal, Santo Tomás, Guadalupe Tepeyac, Vicente
Guerrero, Francisco Villa, El Edén, Nuevo Momón,
Maravilla Tenejapa, San Vicente, Rizo de Oro, La
Sanbra, Flor de Café, Amador Hernández, Soledad,
San Quintín, Amatitlán, Río Euseba.
5 Zona Altos: Chenalhó, Las Limas, Yacteclum, La

Libertad, Yaxmel, Puebla, Tanquinucum, Xoyeb,


Majomut, Majum, Pepentik, Los Chorros, Acteal,
Pextil, Zacalucum, Xumich, Canonal, Tzanen Bolom,
Chimix, Quextik, Bajoventik, Pantelhó, Zitalá,
Tenejapa, San Andrés, Santiago El Pinar, Jolnachoj,

72
CHIAPAS: LA GUERRA

El Bosque, Bochil, San Cayetano, Los Plátanos, Caté,


Simojovel, Nicolás Ruiz, Amatengango del Valle,
Venustiano Carranza.
5 Zona Norte: Huitiupán, Sabanilla, Paraíso, Los

Moyos, Quintana Roo, Los Naranjos, Jesús Carranza,


Tila, E. Zapata, Limar, Tumbalá, Hidalgo Joexil,
Yajalón, Salto de Agua, Palenque, Chancalá, Roberto
Barrios, Playas de Catazajá, Boca Lacantún.

Esto sólo en la llamada «zona de conflicto». Para


cumplir con la cifra oficial de 30 mil soldados en
Chiapas, estas guarniciones deberían de tener un pro-
medio de 300 soldados, cosa que es evidentemente
falsa. Las guarniciones pequeñas tienen, en promedio,
ese número. Pero los grandes cuarteles superan con
mucho 10 veces esa cantidad. Los grandes cuarteles de
Rancho Nuevo, Ocosingo, Comitán, Guadalupe Tepeyac
y San Quintín cuentan entre 3 mil y 5 mil efectivos
cada uno.
Según organizaciones indígenas y sociales de
Chiapas (distintas y distantes al EZLN), el Ejército
Mexicano tiene actualmente en Chiapas 266 posicio-
nes militares, lo que significa un considerable incre-
mento respecto a los 76 puestos que tenía en 1995.
En una carta dirigida a Ernesto Zedillo y al secretario
de la Defensa Nacional, Enrique Cervantes Aguirre,
las agrupaciones con presencia en las cañadas de la
selva de Chiapas, manifestaron que tan sólo en los
municipios de Ocosingo, Altamirano, Las Margaritas,

73
SCI MARCOS / EZLN

La Independencia y La Trinitaria se encuentran desta-


camentados 37 mil soldados.
En esos cinco municipios, agregan, la población
no llega a los 300 mil, lo que significa que hay un
soldado por cada nueve habitantes. Por eso, señalan
en el documento, «el retiro del Ejercito Mexicano de
nuestras comunidades constituye la principal demanda
de los pueblos indígenas de Chiapas; y no responde a
intereses de unos cuantos».
Además de las fuerzas «regulares» encuadradas
en las zonas militares del Ejército y fuerza aérea en
Chiapas, el gobierno cuenta con 51 Grupos Aeromóviles
de Fuerzas Especiales (GAFE), de los cuales cuando
menos cinco están en Chiapas: uno en El Sabino, otro
en Copalar, otros en Terán, Tapachula, y Toniná. Para
entrenamiento de estos GAFE Estados Unidos destinó
28 millones de dólares en 1997 y 20 millones en 1998.
En 97-98 unos 2 mil 500 militares se entrenaron en
Fort Bragg, North Carolina, y Fort Benning, Georgia,
Estados Unidos.
También en Chiapas, un cuerpo de Infantería de
Defensas Rurales, 6 batallones de infantería, 2 regi-
mientos de caballería motorizada, 3 grupos de morteros
y 3 compañías no encuadradas. Además de 12 compa-
ñías de Infantería no encuadradas en Salto de Agua,
Altamirano, Tenejapa y Boca Lacantún.
El promedio de tropa por compañía es de 145
a 160 soldados, y el de un batallón de 500 a 600
aproximadamente.

74
CHIAPAS: LA GUERRA

Paramilitares. Cuando menos 7 grupos de paramili-


tares: Máscara Roja, Paz y Justicia, Mira, Chinchulines,
Degolladores, Puñales, Albores de Chiapas. El respon-
sable de su activación en 1995 fue el general Mario
Renán Castillo, entrenado en Fort Bragg, Carolina del
Norte, EU, y en ese entonces jefe de la séptima Región
Militar. El equipamiento para esta guerra es sorpren-
dente (sólo manejamos las cifras que son públicas).
Compras en 1994. Cuatro helicópteros S70A
Blackhawk de la empresa Sikorsky. Otras empresas
Bell, MacDonell-Douglas; 7,573 rifles lanzagranadas,
18 lanzagranadas M203P1 de 40 milímetros, 500 rifles
de francotirador, 473 mil ítems de campaña, 14 mil
sleeping bags, 660 mil raciones, 120 mil cinturones con
funda de pistola, 608 apuntadores láser y 208 equipos
de visión nocturna, 500 armas antitanque belgas, 856
lanzagranadas automáticos HK19, 192 ametrallado-
ras M2HB. También usan RPG-7 y armas similares al
B-300.
En 1996 el Congreso norteamericano autorizó la
venta a México de 146,617,738 dólares. Diez millo-
nes en refacciones para aeronaves, seis millones de
cartuchos, millón y medio de dólares en herbicidas,
378 lanzagranadas, 3 helicópteros MD-500, más-
caras antigás, más de 61 mil dólares en productos
químicoantipersonales.
En 1997, 10 mil pistolas mil 080 rifles AR-15, 3
mil 193 M-16, y refacciones para tanques y vehículos
artillados. En 1999 se tienen previstas compras por,

75
SCI MARCOS / EZLN

cuando menos, 62 millones de dólares. (Los datos están


tomados de Las Fuerzas armadas mexicanas a fin de
milenio. Los militares en la coyuntura actual. López y
Rivas, Gilberto; Sierra Guzmán, Jorge Luis; Enríquez
del Valle, Alberto; Grupo Parlamentario del PRD,
Cámara de Diputados 57 Legislatura).
La Fuerza Aérea Mexicana, según un informe de la
Secretaría de la Defensa Nacional, durante los cinco
años del sexenio de Ernesto Zedillo, ha incrementado
sus operaciones aéreas en 37% con respecto al sexe-
nio anterior. Ahora se realizan hasta 110 operaciones
diarias (contra 87 en el sexenio pasado). Desde 1995,
la dotación de aviones y helicópteros creció 62%. Al
inicio de la administración de Zedillo se contaban con
246 aeronaves, ahora hay 398 (sin contar los 74 heli-
cópteros Huey que se regresaron a EU -con datos del
Boletín de la Fuerza Aérea Mexicana y El Universal)
Cada 29 días tienen un accidente, un accidente fatal
cada 105 días y se pierde una aeronave militar cada 86
días. Cada 26 días tienen «incidentes» que se pueden tipi-
ficar dentro de lo que se llama «presión de guerra» (war
stress). Los «incidentes» tendrán un incremento superior
a 43% con respecto al sexenio anterior.
Los proveedores de las máquinas aéreas de muerte
para México son Estados Unidos, Suiza y Rusia (con
datos de la publicación Airpower Journal Internacional,
con datos del teniente coronel Luis F. Fuentes, de la
Fuerza Aérea de Estados Unidos). Con su apoyo se han
armado cinco escuadrones de contrainsurgencia. Uno de

76
CHIAPAS: LA GUERRA

los escuadrones de contrainsurgencia (cuenta con cinco


helicópteros Bell 205A-1, cinco Bell 206 JetRanger y 15
Bell 212) está destinado a Chiapas y sus 25 helicópte-
ros están artillados. En el rubro de aviones de recono-
cimiento, de los dos escuadrones de aerofotogrametría
(para el levantamiento de planos) con 10 Rockwell 500S
Commander que existen, cuando menos cuatro aviones
operan sobre la «zona de conflicto»; y de la unidad de
búsqueda y rescate, que cuenta con nueve aeronaves
IAI-201 Arava, cuando menos dos están destinadas a la
aéreovigilancia del territorio rebelde.
Con respecto a los helicópteros, son de notar las
nuevas adquisiciones de unidades de fabricación rusa,
y el total de aparatos: 12 Mi-8, 4 Mi-17, cuatro Bell 206,
15 Bell 212, tres aerospatiale Sa-330 Puma y dos Bell
UH-60 Black Hawk.
La FAM (Fuerza Aérea mexicana) utiliza al
Lockheed AT-33 como nave de combate, porque están
dotados de una variedad de armamentos, como ame-
tralladoras Browning M-3 calibre .50 en la trompa,
así como dos puntos bajo las alas para soportar cargas
de bombas de 500 libras y/o lanzacohetes. Según la
versión oficial, la FAM no los utilizó en el conflicto
de Chiapas (La Jornada).
La realidad es otra. Existen videos tomados los
días 5 y 6 de enero de 1994, donde aviones Lockheed
AT-33 bombardeaban los alrededores de San Cristóbal
de Las Casas, Chiapas. Estos videos fueron tomados por
Amnistía Internacional, e incluyen fotos de esquirlas y

77
SCI MARCOS / EZLN

pedacería de las bombas o «rockets» («Chiapas: 1984»,


doctor Steven Czitrom, México, 1999).
Por si fuera poco, un grupo de 17 observadores
extranjeros, encabezados por la organización estadu-
nidense Global Exchange, denunció la existencia de
trampas cazabobos que construyen los militares, como
parte de una guerra de baja intensidad en contra del
EZLN. Explicó que estas trampas consisten en hoyos
cavados en el piso, los cuales son tapados con hojas
y tienen al fondo estacas de unos 40 centímetros de
largo. Agregó que las trampas fueron descubiertas en
las cercanías de la comunidad de Amador Hernández.
Por otra parte, los observadores dijeron que el arma-
mento que le proporciona Estados Unidos a México,
no se utiliza para el combate al narcotráfico sino para
la guerra en contra de los pueblos indígenas.
Después de leer, en un pequeño recuadro: México,
rehusó en 1993-1995 la ayuda de EU, pero en 96-97
aceptó 7 millones de dólares de parte del Pentágono para
entrenamiento y equipamiento (Nacla, vol. 32 # 3 nov-dic
de 98), usted cambia de página y se encuentra con el
siguiente subtítulo:

El otro negocio de la guerra


Todo este gigantesco aparato militar tiene su razón de
ser. Aunque el gobierno insiste inútilmente que se trata
de una fuerza de «contención» frente a los rebeldes
zapatistas, la verdad es que es un contingente de gue-
rra. Una guerra que tiene como objetivo la destrucción

78
CHIAPAS: LA GUERRA

de los pueblos indios rebeldes primeramente, y después


de todos los demás indígenas. No se trata sólo de una
eliminación física, sino más bien de una eliminación
en tanto que cultura diferente. Lo que se persigue es
destruir, aniquilar todo referente indígena de estos
pueblos. El delito es cuádruple: existen (y en el neoli-
beralismo la existencia de la diferencia es un delito),
no responden a las leyes del mercado (no tienen tar-
jetas de crédito, no conciben la tierra como una mer-
cancía), habitan sobre un territorio pleno de riquezas
naturales (véase la carta 5.1 Chiapas: la guerra. Entre el
satélite y el microscopio, la mirada del otro, exposición
del CCRI-CG del EZLN ante la CCIODH (Comisión
Civil Internacional de Observación por los Derechos
Humanos) el 22 de noviembre de 1999. De próxima
publicación internacional), y son rebeldes.
No nos extenderemos más en este aspecto, puesto
que este folleto sólo pretende mostrar la evidencia
de un dispositivo militar guerrero y una guerra en
acción en las montañas indígenas del sureste mexi-
cano. Le hemos mencionado antes que existen en
Chiapas cuando menos 266 posiciones militares.
Ahora cuente usted por cada cuartel o guarnición,
un burdel y al menos tres expendios de bebidas alco-
hólicas; 266 nuevos prostíbulos y cuando menos 798
cantinas. Los administradores de estos prostíbulos y
cantinas son los generales. Están coludidos con los
polleros para traficar con mujeres procedentes de
Centroamérica, cuyo estatus de ilegalidad impide

79
SCI MARCOS / EZLN

que tengan la mínima defensa ante sus patrones


castrenses.
Además de la proliferación de enfermedades vené-
reas, la llegada de la prostitución importada ha hecho
florecer la local. Es común que en las comunidades
indígenas afines al PRI, las mujeres se conviertan en
prostitutas que laboran en los cuarteles que ocupan
sus terrenos. La entrada de alcohol ha incrementado
la violencia intrafamiliar, y crece el número de mujeres
y niños golpeados por varones borrachos. Además de
que, al posicionarse sus unidades, el Ejército invade
terrenos ejidales (y viola la ley que dice defender), y
de que el poder de facto de los soldados encuentra
cómplices dóciles en las presidencias municipales, en
el gobierno del Estado y en la prensa local, el tráfico
de seres humanos llega a su máximo horror: el tráfico
de infantes.
En el hospital del viejo Guadalupe Tepeyac, la doc-
tora María de la Luz Cisneros, se dedica a proporcio-
narle al general al mando de la guarnición local, los
recién nacidos que roba. Juntos colaboran con una red
de traficantes de niños. El procedimiento es muy senci-
llo: una mujer indígena llega a parir a este hospital. Da
a luz y la mencionada doctora le exige a la mujer que
presente su identificación porque sin ella no le puede
entregar el niño, atemoriza a la mujer y consigue que se
retire sin el niño. Otras veces la doctora comunica a la
mujer que el niño nació muerto y que no le van a entre-
gar el cadáver porque «no tiene papeles». Los niños

80
CHIAPAS: LA GUERRA

robados, con la colaboración del general al mando del


cuartel del viejo Guadalupe Tepeyac, son enviados a
un lugar desconocido. ¿Cuánto vale un niño o una niña
indígena probablemente zapatista? ¿Cuánto valen sus
órganos si se venden «por partes»? Estas preguntas sólo
las pueden responder la doctora Cisneros y el cómplice
con grado de general.
Al tráfico de mujeres y de niños (o de partes de
niños), los altos mandos militares destacamentados
para contener a los zapatistas, tienen un gran nego-
cio en el narcotráfico. Hasta febrero de 1995, cuando
los zapatistas tenían el control total del territorio de
la «zona de conflicto», los narcotraficantes se vieron
impedidos de usar la selva Lacandona como «trampo-
lín» hacia los Estados Unidos; y la siembra, el tráfico
y el consumo de estupefacientes en ese territorio se
redujo a cero. Pero cuando el Ejército «recuperó la
soberanía nacional», los grandes capos de México y
Sudamérica encontraron la comprensión de los gene-
rales y, además de que proliferan desde entonces los
plantíos de mariguana y amapola, operan a su máxima
capacidad las aeropistas bajo control militar. El narco
internacional cuenta así con un territorio donde sólo
sus socios, los militares, pueden entrar. La tajada que
los generales llevan en esta operación no es pequeña.
No sólo los militares tienen negocios gracias a esta
guerra vergonzante. Los gobiernos federal y estatal
también se enriquecen con la militarización. La gran
inversión en viviendas para soldados y cuarteles tiene

81
SCI MARCOS / EZLN

un beneficiario oculto, el hermano del señor Ernesto


Zedillo Ponce de León. Nombre: Rodolfo Zedillo Ponce
de León (datos de Debate Sur-Sureste número 2, marzo
de 1999) que es dueño de la constructora que levanta
complejos habitacionales, centros de tortura, almace-
nes y puestos de mando del Ejército federal en Chiapas.
El padre del señor Ernesto Zedillo se encarga de las
instalaciones eléctricas de estos cuarteles mediante su
empresa Sistemas Eléctricos SA de CV.
¿Cómo detener la militarización si eso significaría
que la familia de Zedillo perdería una importante fuente
de ingresos? con sangre indígena se alimenta el «bien-
estar de la familia» de Ernesto Zedillo Ponce de León.
El croquetas Albores no se queda atrás. Según
denuncia del diputado local del PAN, Cal y Mayor, el
producto («desayunos escolares» les llaman) que el
DIF-Chiapas reparte a 675 mil niños está elaborado
con «pasta de soya forrajera» y necesita aditivos como
«metabisulfito de sodio y azufre para poder texturizar».
La empresa Abasto global SA de CV es la que distri-
buye y es propiedad de Albores Guillén a través de
prestanombres. El gobierno del estado paga 1.56 pesos
por cada desayuno a esta empresa que se creó el 17 de
febrero de 1998 para «la compra-venta y representa-
ción comercial de productos agrícolas, agropecuarios
e industriales».
Si usted no está asqueado al llegar a este punto,
entonces de la vuelta a la página y entérese de lo
siguiente.

82
CHIAPAS: LA GUERRA

Los paramilitares
En la Cámara de Diputados, el procurador Jorge
Madrazo Cuéllar reconoció que en Chiapas actúan 15
organizaciones civiles «probablemente armadas»: los
Chinchulines, Paz y Justicia, Abu-Xú, Guardián de
mi Hermano. Tomás Múnzer, MIRA, Tzaes, Guaches,
Pates, Botex, Xoxepes, Xiles y Los Mecos, todos ellos
del municipio de Pantelhó, además de las organiza-
ciones Bartolomé de los Llanos, Fuerzas Armadas del
Pueblo, Casa del Pueblo, OCEZ-CNPA, Primera Fuerza
y Máscara Roja. Salvo referencias de prensa, no existen
ningún otro tipo de pruebas o evidencias respecto de
los grupos denominados MIRA, Tomás Múnzer, Primera
Fuerza y Máscara Roja.
La historia de los paramilitares en Chiapas se remonta
a 1995. Cuando fracasó la ofensiva del Ejército federal
en febrero de ese año, y visto el desprestigio que trajo
a las fuerzas gubernamentales, Zedillo optó por activar
diversos grupos paramilitares. El encargado fue el general
Mario Renán Castillo, que había ya traducido del inglés el
manual norteamericano que recomienda el uso de civiles
para combatir a fuerzas insurgentes. Destacado alumno
de la escuela estadunidense de contrainsurgencia, Renán
Castillo se dedicó a seleccionar a un grupo de militares
para la capacitación, dirección y equipamiento. El dinero
lo puso la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), y los
«soldados» el PRI chiapaneco.
Paz y Justicia fue el nombre ideado por estos
militares para el primero de estos grupos. Su área de

83
SCI MARCOS / EZLN

operación es el norte del estado de Chiapas y su impu-


nidad llega a tal punto que controlan el tránsito en
ese territorio. Nada ni nadie entra o sale en esa zona
sin la «autorización» de Paz y Justicia. Los «méritos
en combate» de estos paramilitares no son pocos.
Cuando menos un atentado de muerte en contra de
los obispos Samuel Ruiz García y Raúl Vera López,
decenas de indígenas asesinados, decenas de mujeres
violadas, y miles de desplazados. Pero los «logros»
de Paz y Justicia palidecen ante su hermano menor:
Máscara Roja. Preparado y entrenado para operar en
Los Altos de Chiapas, Máscara Roja tiene la medalla
de la matanza de Acteal, el 22 de diciembre de 1997.
En esa «acción», los paramilitares hicieron palidecer a
los kaibiles guatemaltecos. El accionar de Máscara Roja
ha provocado la existencia de casi 8 mil desplazados
de guerra tan sólo en Chenalhó.
El éxito de Paz y Justicia y de Máscara Roja,
alentó al Ejército para armar otro grupo, ahora asig-
nado a la selva Lacandona: el Movimiento Indígena
Revolucionario Antizapatista (MIRA). El MIRA no ha
tenido más éxitos militares que el asesinato de algunos
indígenas, y su principal función es prestarse a los tea-
tros de «desertores zapatistas» que cada tanto monta
el croquetas Albores Guillén. El croquetas no quiso
quedarse atrás y fundó el grupo paramilitar Albores
de Chiapas, que tiene características muy versátiles:
lo mismo acarrean indígenas a las movilizaciones de
«apoyo al gobernador Albores», desalojan campesinos,

84
CHIAPAS: LA GUERRA

o ejecutan sumariamente a los señalados por la pezuña


que habita el palacio de gobierno en Tuxtla Gutiérrez.
La acción de militares y paramilitares necesita el
«acompañamiento» de otras fuerzas. Así que pase usted
a la siguiente sección y lea…

Los otros perseguidos


El quehacer de militares y paramilitares es comple-
mentado por los caciques locales. En Tuxtla Gutiérrez,
empresarios priístas chiapanecos, presentaron ante el
sustituto Albores, la llamada Fundación Social para
Chiapas, AC. El empresario gasolinero, Constantino
Narváez Rincón, es el presidente de la fundación, y
la coordinadora de campaña de recolección en María
Elena Noriega Malo. Esta fundación pretende recabar
un fondo de 200 millones de pesos, entre el gobierno
del estado de Chiapas, empresarios del estado y del
país, para dar atención integral en nutrición, educación
y salud a los habitantes de 134 comunidades de alta
marginación pertenecientes a los siete municipios de
reciente creación. Los empresarios agregaron que tie-
nen experiencias en campañas similares de otros países.
El proyecto de la presunta organización independiente
avala el programa oficial de Remunicipalización y la
Ley sobre Derechos y Cultura Indígena propuesta por
el sustituto, el croquetas Albores Guillén.
Sin embargo, en su artículo de Lourdes Galaz, titu-
lado Netwar contra el EZLN, publicado en el diario La
Jornada, el 29 de agosto, se indica que los objetivos de

85
SCI MARCOS / EZLN

la fundación son desprendidos del proyecto The Advent


of Netwar (1996), creado por los analistas del Instituto
de Investigaciones para la Defensa Nacional, de Santa
Mónica, California en Estados Unidos, John Arquila y
David Rondfeldt.
Señala el artículo que en algunos círculos políticos
y académicos, advierten que ya habría una definición
del gobierno zedillista para enfrentar el problema de
la guerrilla zapatista en Chiapas. La estrategia de la
guerra de redes está enfocada a analizar y contener,
aislar, desestructurar e inmovilizar las redes sociales,
así como las del narcotráfico, de terroristas y de grupos
delincuentes. Según esto, la estrategia debe enfocarse
no sólo en al EZLN, sino a todas las organizaciones,
frentes e individuos que forman parte de la amplia red
de apoyo al zapatismo.
Los analistas recomiendan que deben imponerse
todo tipo de acciones y tácticas que van desde las clá-
sicas de corte contrainsurgente (hostigamiento, ame-
nazas, acciones psicológicas, secuestros, ataques de
grupos paramilitares, ejecuciones individuales, etcé-
tera) hasta campañas de desinformación, espionaje,
creación de ONG financiadas por el gobierno para
contraponerlas a las independientes (vinculadas con
la red), entre otras.
Como resultado, los más vigilados en esta guerra
que se niega a decir su nombre, no son los delincuen-
tes que pululan sobre todo en el palacio de gobierno.
Los más vigilados y acechados son los defensores de

86
CHIAPAS: LA GUERRA

derechos humanos. Personas que trabajan en ONG


chiapanecas, en la Academia Mexicana de Derechos
Humanos, en la Comisión Mexicana de Defensa y
Promoción de los Derechos Humanos, AC, en el Centro
Mexicano de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro
Juárez, y, en general, quienes forman parte de la red
Todos los derechos para todos, son blanco de vigilancia,
hostigamientos y amenazas de muerte.
El hecho de que los defensores de los derechos
humanos sean considerados como objetivo militar en
esta guerra no es gratuito. Para el gobierno mexicano,
el riesgo de esta guerra no es la muerte y la destruc-
ción que provoca, sino que se conozca. Y este es pro-
blema con los defensores de los derechos humanos:
no se quedan callados frente a las injusticias y arbi-
trariedades. Pero si para los defensores mexicanos de
los derechos humanos hay amenazas, persecución y
hostigamiento, para los observadores internacionales
hay mentiras. El Ejército Mexicano, cuya maquinaria
de guerra en Chiapas es evidente, se esfuerza, inútil-
mente, en mostrarse ante la opinión pública como un
«trabajador social». Las siguientes son «perlas» captu-
radas por un excelente servicio alternativo de noticias:
Nuevo Amanecer Press Europa, Darrin Wood, director.
dwood@encomix.es.
5 Séptima región militar, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 11

de Septiembre de 1999.
«En el marco de la coadyuvancia con el gobierno del
estado de Chiapas, las tropas destacamentadas en

87
SCI MARCOS / EZLN

la séptima Región Militar llevaron a cabo el día de


ayer las siguientes actividades: ocho cortes de pelo…»
(comunicado de la Sedena).
5 Séptima región militar, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 12

de septiembre de 1999.
«Como parte de las actividades que desarrollan las
tropas de la séptima región militar para garantizar el
bienestar y la seguridad en diferentes comunidades
del estado de Chiapas, el día de ayer se llevaron a
cabo las siguientes actividades: seis cortes de pelo…»
(comunicado de la Sedena).
5 Séptima región militar, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 22

de septiembre de 1999.
«Al continuar con el desarrollo de actividades para
garantizar la seguridad y proporcionar bienestar a
las comunidades del estado de Chiapas el día de ayer
se efectuaron las siguientes acciones: seis cortes de
pelo…» (comunicado de la Sedena).
5 Séptima región militar, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 23

de septiembre de 1999.
«Las tropas destacamentadas en la séptima región
militar continúan apoyando al gobierno del estado
de Chiapas realizando actividades de labor social en
auxilio de la población civil en diversas zonas del
estado, llevando a cabo las siguientes actividades:
cinco cortes de pelo…» (comunicado de la Sedena).
5 Séptima región militar, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 24

de septiembre de 1999.

88
CHIAPAS: LA GUERRA

«En el marco del auxilio a la población civil y el apoyo


que se brinda al gobierno del estado de Chiapas, las
tropas de la séptima región militar, llevaron a cabo en
diferentes zonas del estado el día de ayer las siguien-
tes actividades: siete cortes de pelo…» (comunicado
de la Sedena).

¡Sí, leyó usted bien!, en cinco días los más de 60 mil sol-
dados acuartelados en Chiapas hicieron la labor social
de … ¡32 cortes de pelo! Sí, tiene usted razón, son los
cortes de pelo más caros y más sangrientos de la historia
de la humanidad.
Con esta «humanitaria» imagen del Ejército en Chiapas
se termina este folleto. Si usted es una alta comisionada de
la ONU y está de visita en nuestro país, no se sorprenda;
que nada de esto coincida con el lamentable tinglado que
el gobierno mexicano ha montado. Resulta que la mentira
es también un arma. Ya se verá si usted se rinde o, como
enseñan los indígenas de acá, resiste a la mentira.
Todo lo que le he referido es cierto. Puede ser
comprobado directamente o consultado en reportes
periodísticos. Aún no refleja la totalidad del horror que
esta guerra significa. Pero lo sorprendente no es esta
gigantesca máquina de guerra destruyendo, asesinando
y persiguiendo a más de un millón de indígenas. No,
lo realmente extraordinario y maravilloso, es que es
y será inútil. A pesar de ella, los zapatistas no sólo
no se rinden ni son derrotados, además crecen y se
hacen más fuertes. Según cuentan por estas montañas,

89
SCI MARCOS / EZLN

los zapatistas tienen un arma secreta muy poderosa e


indestructible: la palabra.
Bueno, ya me despido señora. Así están las cosas
por acá. No importa lo que le digan, le cuenten o le
muestren los siniestros personajes que pululan en las
secretarías de Estado, en las embajadas y en los con-
sulados, esta es la verdad. Pero si no me cree, venga
a comprobarlo usted personalmente. Sabrá que ha
llegado si mira hacia los de arriba y se da cuenta de
que abundan los tanques, los retenes militares, los
interrogatorios policiacos de los agentes de migración,
los cuarteles, los puestos de bebidas alcohólicas, los
burdeles, la mentira.
No olvide mirar también hacia los de abajo, ahí se
dará cuenta de que la luz puede ser también morena
y bajita, que hay quien debe ocultar el rostro para ser
mirado y que debe esconderse para mostrarse.
Pero si cualquiera de estos datos no le confirman
que ha llegado, porque ciertamente son muchos los
rincones de la historia que así pintan arriba y abajo,
hemos pensado en facilitarle su visita. A la entrada,
verá usted un letrero no muy grande, con letras de
colores y torpe trazo que dice: Bienvenidos a Territorio
Zapatista, último rincón de la dignidad rebelde. Y no
crea que decimos eso de «último rincón» en el sentido
de histórico o de consecuencia, porque ciertamente
son muchos los rincones que el mundo guarda para
su rebelde dignidad y son todos ellos consecuentes.

90
CHIAPAS: LA GUERRA

Cuando decimos que somos el «último rincón» quere-


mos decir sólo que somos los más pequeños…

Vale. Salud y, si viene, lo esperamos, aun cuando ya


no estemos. Ande con cautela porque es muy sencillo
llegar a estas tierras, lo difícil es irse.

Desde las montañas del sureste mexicano.


Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-
Comandancia General
del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Subcomandante Insurgente Marcos

La Realidad en Guerra. México, Noviembre de 1999.

P.D. QUE ADVIERTE: ¡Ah!, se me olvidaba. Tenga usted


mucho cuidado cuando llegue a suelos rebeldes. Resulta
que, desde el 1º. de enero de 1994, acá se declaró la abo-
lición de la ley de gravedad y es común que, en algunas
madrugadas, la luna se desnude y se muestre como lo que
es realmente, es decir, una de las manzanas que desafió
a Newton…

91
Amador Hernández,
la disputa por la tierra
Carta 5.3

Tomemos entonces, nosotros, ciudadanos comunes,


la palabra y la iniciativa. Con la misma vehemencia
y la misma fuerza con que reivindicamos nuestros
derechos, reivindiquemos también el deber de nues-
tros deberes.
José Saramago,
Discursos de Estocolmo

A: José Saramago.
Planeta Tierra.
De: SupMarcos.
Montañas del Sureste Mexicano.

Don José:
Le escribo estas líneas con la esperanza de que lo
alcancen cuando su paso aún camine por estos suelos
indígenas. Claro, para saludarlo, pero no sólo para salu-
darlo. Y no sólo para saludarlo a usted, también a la
Pilar. Sobre todo para saludar su palabra, esa inquieta
e irreverente palabra que usted esgrime y que, como
no queriendo, va dejando heridas y raspones que no
hay ungüento que los alivien.

[ 92 ]
CHIAPAS: LA GUERRA

Pero, creo que ya lo dije, le escribo no sólo para


saludarlo. También para contarle algo y pedirle una
cosa. Sabe usted, la mar puso en mis manos un su libro
de usted que se llama De este mundo y del otro. Empecé
a leerlo de atrás para adelante, que es la prueba más
estricta que acá tenemos para ver si un libro debe estar
cerca nuestro. Si se puede empezar a leer por el final
o por cualquiera de sus páginas, entonces es un libro
de esos que uno debe tener siempre cerca. Yo sé que,
como criterio literario, eso es más bien excéntrico, pero
eso permite explicar que acá algunos libros compar-
tan la humedad, los desvelos, el ruido de las aspas de
los helicópteros artillados, el ronroneo de los aviones
bombarderos, el constante rugido de los motores de los
tanques de guerra, la impertinencia de no pocas cucara-
chas, el empecinado tejido de arañas de todos los tama-
ños, y el inevitable ir y venir de las hormigas. Entre
esos libros (que no reseñaré porque para el gobierno
mexicano pueden ser sospechosos de subversión, y creo
que a Cervantes, Shakespeare, García Lorca, Neruda,
Hernández, Cortázar, Sor Juana, y a otros y otras, no
les faltan títulos y honores como para agregarles el de
«transgresores de la ley») está ahora su libro De este
mundo y del otro.
Pero no era para platicarle de los libros que acá
duelen que le escribo. Resulta que estaba hojeando
y ojeando su libro, cuando mis ojos se detienen en el
texto que se titula «Un azul para Marte». El argumento
es sencillo: usted ha pasado diez años en Marte y sabe

93
SCI MARCOS / EZLN

que los marcianos no conocen las guerras, ni hay dife-


rencias para ellos entre las ciudades y el campo, y otras
cosas muy marcianas. Pero el problema que tienen en
Marte es que sólo tienen dos colores, el blanco y el
negro, y las distintas tonalidades que van de uno a
otro. Los marcianos esperan encontrar los colores para
ser completamente felices. Usted duda si llevarles el
azul. Y esto viene al caso porque acá los zapatistas
estamos luchando por un mundo donde quepan todos
los colores sin dejar de ser lo que son, es decir, colores
diferentes.
Una nueva hojeada y llego a «La sonrisa», que se
rebela en contra de que «sonreír» sea definido como
un verbo intransitivo y una mueca carente de sonido. Y
entonces yo veo que sí, que el verbo «sonreír» no sólo
no es intransitivo sino que es demasiado transitivo,
como lo es la sonrisa del Ezequiel (tojolabal, 3 años),
que más que sonrisa es una puerta (una puerta a su ser
niño, indígena y zapatista, y una puerta a los adultos,
indígenas y zapatistas, que luchan porque Ezequiel
¬y otros niños como él¬ tenga una puerta abierta, o
sea una puerta transitiva, y no una puerta cerrada, o
sea una puerta intransitiva). No sé, ahora me entra
la duda: ¿es «puerta» un verbo intransitivo? En fin,
asunto de lingüistas.
Seguí hojeando el libro y mi mirada llegó a «La
nieve negra» y a su reflexión sobre lo que la muerte
pinta en el dibujo de un niño que decide que la natu-
raleza debe ser cómplice y solidaria del dolor humano

94
CHIAPAS: LA GUERRA

(y de su alegría, digo yo, pero eso no viene en el texto).


Y veo que también viene al caso porque, para no ir
muy lejos, acaba de acercarse la Yeniperr (tojolabal, 5
años) a mostrarme un su dibujo donde el cielo sigue
siendo del azul que desean los marcianos, pero en
lugar de pájaros lo pueblan helicópteros, y la tierra,
quiero decir, el suelo que pinta la Yeniperr, se llena
de montañas y, en lugar de flores, de la tierra nacen
pasamontañas. Voy a obviar la aclaración de que la
Yeniperr me trae el dibujo porque quiere que lo «des-
cambiemos» por un chocolate con nuez que tengo en la
mesita. Yo he defendido ese chocolate con nuez como si
fuera el último, no sólo porque, en efecto, es el último,
pero sobre todo por eso. Como quiera, la Yeniperr se
va con el chocolate con nuez y yo me quedo con un
dibujo donde el cielo es azul, hay helicópteros en lugar
de pájaros, y en la tierra florecen pasamontañas y no
flores. Me quedo pensado en que es seguro que a los
marcianos no les interesará un azul así, con tanto heli-
cóptero y pasamontañas, dejo el dibujo a un lado y
entonces sigo dando vuelta a las hojas y encuentro lo
que estaba buscando (claro, sin saber que lo estaba
buscando). Ahí está:
«El silencio es la tierra negra y fértil, el humus del
ser, la melodía callada bajo la luz solar. Caen sobre él
las palabras. Todas las palabras. Las palabras buenas y
las malas. El trigo y la cizaña. Pero sólo el trigo da pan».
«El silencio es la tierra negra y fértil». Sí. Y no sólo
eso, acá la guerra que se libra entre gobierno y pueblos

95
SCI MARCOS / EZLN

indios es por ese silencio, por esa tierra. Y sí, en esta


guerra caen sobre esta tierra palabras buenas y malas.
Unas y otras nombran a la tierra de forma diferente.
Porque cuando un gobernante mexicano dice «tie-
rra», lo dice anteponiendo «compro» o «vendo», porque
para los poderosos la tierra es sólo una mercancía.
Y cuando un indígena dice «tierra», lo dice sin ante-
ponerle nada pero diciendo también «patria», «madre»,
«casa», «escuela», «historia», «sabiduría».
Porque para los indígenas zapatistas la tierra es
azul, pero también es amarillo y rojo y negro y blanco
y marrón y violeta y naranja y verde (que es el color del
que se ponen los marcianos por la envidia de saber que
acá la tierra es todos esos colores), y la tierra también
es una puerta transitiva, como lo es la sonrisa (aunque
se enojen los lingüistas), y si la tierra ahora tiene heli-
cópteros en vez de pájaros y pasamontañas en lugar de
flores es precisamente porque los indígenas zapatistas
quieren defender la tierra de aquellos que la ven como
mercancía y no como lo que es: una puerta abierta y
de todos los colores.
Claro que, en el caso de Chiapas, la tierra no repre-
senta para los poderosos sólo una mercancía. Para los
mercaderes de la globalización, la tierra de aquí es
una «mina» que hay que explotar hasta secarla. En
el caso de la tierra india chiapaneca, la «mina» tiene
petróleo. El gobierno se niega a reconocer que, detrás
de su guerra, está el ansia por la posesión de esa mina.
No es para explotarla que la quiere, sino para venderla.

96
CHIAPAS: LA GUERRA

En el área de Marqués de Comillas, en la Selva


Lacandona, se encuentra una reserva potencial esti-
mada de mil 498 millones de barriles de crudo, que se
localizan en una extensión de 2 mil 250 kilómetros cua-
drados. Y en el área de Ocosingo se espera incorporar
una reserva potencial estimada de 2 mil 178 millones
de barriles, que cubrirá una extensión de 5 mil 550
kilómetros cuadrados, y se tiene considerada la perfo-
ración de 21 pozos exploratorios. A inicios de los 90,
Petróleos Mexicanos (Pemex) estaba planeando una
inversión para toda la gran región petrolera, en lo que
ellos llaman el Macroproyecto Exploratorio Ocosingo-
Lacantún, lo que comprende Ocosingo y Marqués de
Comillas, de 2.7 billones de pesos de los de 1991, lo
que equivale hoy aproximadamente a mil millones de
dólares (El Financiero).
Así que esa «mina» tendría, al menos, 3 mil qui-
nientos millones de barriles de petróleo. A precios
actuales, esos barriles representan unos 80 mil millones
de dólares, es decir, unas 80 veces más de lo «inver-
tido». Pero el proyecto gubernamental no es explotar
esos yacimientos, sino vender la totalidad de ese terri-
torio a manos extranjeras. Las razones por las que las
megaempresas tienen interés en estas tierras superan
los 80 mil millones de dólares en muchos ceros. Y la
razón está en que ellas sí tienen los estudios reales de
las reservas potenciales que hay en la Selva Lacandona.
Biodiversidad, agua y petróleo son las riquezas de
Montes Azules, reserva de la biosfera ubicada en el

97
SCI MARCOS / EZLN

corazón de la Selva Lacandona. Sin embargo, el dete-


rioro en esta área natural protegida continúa y corre el
riesgo de quedar fracturada por los planes estatales de
construir la carretera San Quintín-Amador Hernández-
cañada del río Perla.
Paralelamente, la selva de la cuenca alta del río
Usumacinta y la cuenca del río Tulujah fue estable-
cida como zona de protección forestal. No obstante,
quedó sin protección Marqués de Comillas y la parte
norte de la selva, áreas donde Petróleos Mexicanos
(Pemex) emplazó sus principales zonas de exploración.
Pero también han contribuido empresas nacionales o
trasnacionales.
Pemex acepta que antes de 1995 se exploraron en
la zona una decena de yacimientos petroleros, y antes,
desde la década de los 80, se confrontó con la enton-
ces Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología por la
devastación ambiental ocasionada con la apertura de
caminos, explosiones y excavaciones en la selva. El
mismo Instituto Nacional de Ecología (INE) presenta
como principales «amenazas» para la reserva de Montes
Azules la colonización de la selva y su consecuente
cambio de uso del suelo, y también acepta que la aper-
tura de la Carretera Fronteriza del Sur y la exploración
y explotación petrolera han sido elementos que acen-
túan la deforestación de la selva. A esta situación se
apegan las campañas de reforestación de la selva. A
esta situación se agregan las campañas de reforesta-
ción promovidas por Semarnap, la cual informa que

98
CHIAPAS: LA GUERRA

la reciente participación del Ejército Mexicano en la


reforestación de zonas comunales aledañas a Montes
Azules estaba prevista desde 1995 y que el uso de las
especies (árboles de caoba, cedro y maculis) «son las
de mayor saqueo en la zona y presentan mayor dificul-
tad para restablecerse». Biólogos y otros especialistas
aseguran que la mejor manera de restaurar las zonas
perturbadas de la selva es dejándolas descansar, no
reforestándolas. Pero además, cuestionan, «por qué
no toman en cuenta a las comunidades para realizar
ese trabajo? Ellos, más que los soldados, conocen su
medio ambiente» (El Financiero).
Aunado a todo el problema de la Selva Lacandona,
ahora la reserva de la biosfera tiene que afrontar una
agresión más: la construcción de la carretera San
Quintín-Amador Hernández-cañada del río Perla;
este último desemboca en Montes Azules y ese camino
sí cruza la reserva. Pero no sólo los lineamientos de
construcción de la carretera San Quintín-Amador
Hernández-cañada del río Perla deterioran el eco-
sistema de la reserva de la biosfera. También la pre-
sencia de los militares. Soldados del Ejército Federal
Mexicano, ubicados en las comunidades de El Guanal
y Amador Hernández, desmontaron una área conside-
rable de la selva para construir hasta dos helipuertos
donde los helicópteros procedentes de San Quintín
transportan tropa, bastimentos, hachas y rollos de
malla en espiral con dos puntas, además de ametra-
lladoras de tripié, lanzallamas, defoliantes químicos,

99
SCI MARCOS / EZLN

decenas de tambos de gas lacrimógeno, y bebidas


alcohólicas.
Y así que su texto, don José, junto a la disputa por
la tierra india chiapaneca, la guerra entre la mercancía
y la puerta de colores, me llevan hasta la comunidad
tzeltal de Amador Hernández. Ahí, desde hace más
de 4 meses, los indígenas zapatistas están plantados
frente a un batallón de élite del Ejército Federal. Todos
los días los zapatistas van frente a los soldados, les
dicen consignas, les dan clase política, cantan el Himno
Nacional. El general al mando de la invasión castrense
ordenó la instalación de hasta 8 bocinas de alta poten-
cia para «proteger» a sus soldados de las malas ideas de
los zapatistas. La música preferida de este general es
el piano de Richard Clayderman, así que cada vez que
los indígenas zapatistas entonan el Himno Nacional
Mexicano, los soldados ponen a Clayderman a todo
volumen para acallar la parte que dice: «Mas si osare
un extraño enemigo profanar con su planta tu suelo,
piensa oh patria querida que el cielo un soldado en
cada hijo te dio».
Amador Hernández, así se llama esta comunidad
donde hoy se sintetiza la paradoja de la guerra del
sureste mexicano. Ahí los indígenas cantan el Himno
Nacional y defienden la tierra como puerta abierta a
todos los colores, como patria. Ahí los soldados del
gobierno se ensordecen a sí mismos para no escuchar
la palabra que los desnuda como avanzada de los mer-
caderes de la tierra.

100
CHIAPAS: LA GUERRA

Sí, en Amador Hernández la guerra se muestra tal


cual es: de un lado están los soldados, rodeados de
varias vallas de alambres de púas, trincheras, ametra-
lladoras, lanzallamas, escudos y lanza gases; del otro
lado están un montón de indígenas, hombres, mujeres,
niños y ancianos, chaparritos, morenos como el color
de la tierra, sin más armas que las palabras dichas, can-
tadas o escritas. Porque resulta que, para contrarrestar
el volumen de las bocinas, los zapatistas guardaron
silencio y sacaron unos carteles con las mismas pala-
bras dichas, pero ahora escritas en grandes e irregu-
lares caracteres. Como las bocinas tapan el oído pero
no la mirada, el general ordenó a sus soldados que se
vendarán los ojos. Más de uno bajó discretamente la
venda y leyó lo que sentenciaba una cartulina: «Esta
tierra es de nuestros muertos, ¿cómo vas a matar a
nuestros muertos?»

Don José:
Dice usted que en la tierra caen el trigo y la cizaña, y
que sólo el trigo de pan. Tiene usted razón. Acá decimos
que en la tierra caen el cinismo y la rebeldía, y que sólo
la rebeldía da mañanas.
Acabo de leer en el periódico que usted declaró en
Guadalajara que parecía que su sino era decir o hacer
cosas que molestaban a los gobiernos. Así que lo que
le quería pedir a usted, don José, es que, sin que nadie
lo vea, tome usted un puño de la tierra que ahora pisa,
que con mucha discreción la meta en una bolsita de

101
SCI MARCOS / EZLN

plástico y la llave en su bolsillo izquierdo. Cuando


usted se marche en su largo paso por el mundo, cada
tanto meta usted la mano distraídamente en su bolsillo
y tome un puñito de esa tierra y déjela caer donde sea.
No se preocupe por la cantidad, verá usted que siempre
tendrá en su bolsillo tierra suficiente para regarla en
cualquier parte del mundo.
No son muy sabidas por la ciencia las causas, pero
la rebeldía es contagiosa. No sólo eso, desde hace más
de 500 años acá sabemos que la rebeldía, además de
contagiosa, pare mañanas.

Vale. Salud y ahora creo que la rebeldía también es


transitiva.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.


Subcomandante Insurgente Marcos.
México, diciembre de 1999.

P.D. Dice Durito que le manda saludos a doña Pilar


(«La Pilarica», dice él, pero yo no soy tan irreverente),
que a cambio mande algo de ese café que ella prepara.
Yo digo que mejor mande nueces. «¿Acaso hay nueces
en Lanzarote?», me dice-regaña Durito. «Debe haber
–respondo yo–. Las nueces son como los colores, hay
en todo el mundo».

102
Chiapas-UNAM:
el delito de ser «otro»
Carta 5.4

A: Los padres y madres de los 98 estudiantes de la UNAM


que fueron tomados presos por la policía del DF que
«defendió con gallardía», el sábado 11 de diciembre de
1999, la embajada de Estados Unidos en México.

Señoras y señores:
Les escribo a nombre de todos los hombres, mujeres,
niños y ancianos del EZLN ahora que ya sabemos
que todos sus hijos e hijas han sido puestos en liber-
tad. Aunque estemos tan lejos y no tengamos ningún
parentesco sanguíneo con ninguno de sus hijos, acá
también estuvimos angustiados y preocupados y hasta
estábamos pensando enviarles una pequeña aportación
económica para completar la fianza que exigían las
autoridades.
Además de la angustia y la preocupación, también
compartimos con ustedes la indignación por el trato
de «delincuentes» que, en los medios electrónicos de
comunicación, recibieron sus hijos.
Los felicitamos a ustedes por la liberación de sus
hijos e hijas. ¿Saben ustedes? Nosotros más que cono-
cer a sus hijos e hijas, conocemos la causa por la que

[ 103 ]
SCI MARCOS / EZLN

luchan: la educación gratuita. Nosotros entendemos


que esa lucha que llevan adelante estudiantes como sus
hijos, y otros que no son sus hijos, es por nosotros y por
muchos mexicanos que, es seguro, ni siquiera conocen a
sus hijos de vista, ya no se diga por nombre y apellido.
Estos 98 muchachos y muchachas, estudiantes
todos y todas, fueron tomados presos, además de gol-
peados, insultados y humillados, por luchar por una
causa justa y, además, por saber escuchar. Sé que a
algunos los soltaron por ser menores de 18 años y a
otros los declararon formalmente presos y tuvieron que
salir bajo fianza, que para las autoridades son delin-
cuentes. Como tales fueron tratados por la juez que,
en una resolución ridícula hasta en su redacción, los
equipara a quienes roban, asaltan y violan. Pero noso-
tros, así como ustedes y muchos mexicanos y mexica-
nas, sabemos que sus hijos no son delincuentes, sino
luchadores sociales.
Pero resulta que hoy, en este país, ser un luchador
social es un delito que se persigue y se castiga. ¿Los
narcotraficantes? No, ésos están de acuerdo con las
autoridades, así que no los pueden perseguir y castigar
sus propios socios. ¿Los banqueros? Menos, ésos ade-
más ponen a las autoridades pagándoles sus campañas.
¿Los secuestradores? Tampoco, ésos están de acuerdo
con la policía.
También nosotros, los zapatistas, somos delincuen-
tes. Yo sé que eso no es un consuelo para ustedes,
pero déjenme explicarles por qué somos delincuentes.

104
CHIAPAS: LA GUERRA

Nosotros tenemos un expediente tan abultado que hace


falta una sala entera de archivos. Se nos acusa de ser
transgresores de la ley, incluso se nos acusa de trans-
gredir la ley de gravedad. Y es que nosotros dijimos
«¡Ya basta!» y nos alzamos en armas para hacernos
oír y para que nos respetaran y tomaran en cuenta y,
sobre todo, nos alzamos para que todos los mexicanos
y mexicanas tengamos democracia, libertad y justicia.
Los estudiantes de la UNAM también dijeron
«¡Ya basta!», pero no se alzaron en armas, sino que
por métodos civiles se movilizaron, estallaron una
huelga y demandaron educación gratuita para gente
que ni conocen. Porque el aumento en las cuotas de la
UNAM no les iba a afectar a ellos en particular, pero
sí a muchos otros. Así que por eso, pensando en los
demás, los estudiantes iniciaron este su movimiento
que nosotros conocemos acá como «movimientos estu-
diantil universitario» pero a saber cómo lo llamen los
mismos estudiantes.
Claro que ustedes pensarán: «Ustedes (o sea noso-
tros, los zapatistas) se alzaron en armas, de por sí es
delito andar con armas, y estos muchachos no tenían
armas». Y tienen razón. Pero a nosotros no nos decla-
raron delincuentes por alzarnos en armas, no. Nos
acusan de delincuentes porque somos indígenas, es
decir, somos «otros». No tenemos lugar en el proyecto
económico que lleva adelante el grupo Salinas-Zedillo,
estamos en contra de la globalización, del neolibera-
lismo. Y esto es un delito hoy en este país. También nos

105
SCI MARCOS / EZLN

señalaron como delincuentes porque escuchamos. Sí,


escuchamos la mentira en que se estaba convirtiendo
este país y dijimos «¡No!», y cuando nos exigieron que
nos rindiéramos dijimos «¡No!», y cuando nos quisieron
engañar dijimos «¡No!», y cuando nos quisieron olvi-
dar dijimos «¡No!», y cuando nos quisieron dejar solos
dijimos «¡No!». Así es, por ser «otros», por escuchar y
decir «¡No!», por eso somos delincuentes los zapatistas.
A sus hijos e hijas no los declararon delincuentes
por los vidrios rotos de la embajada norteamericana. No
sólo porque la embajada no presentó querella en contra
de ellos, también porque el embajador, el señor Davison
o algo así, tendrá que responder ante el Congreso de
su país por malversación de fondos, ya que es ridículo
que le hayan vendido unos cristales de 40 mil pesos
cada uno (o sea casi 4 mil dólares) que se rompen con
una pedrada. Tampoco los declararon delincuentes por
los vidrios rotos en los comercios y en los autos, por-
que ésos fueron destruidos por agentes de la misma
policía (que, según reporta el periódico La Jornada en
su edición del 12 de diciembre, estaban saludándose
con los policías y granaderos que, se supone, estaban
poniendo «orden en la vía pública». Textualmente: «Los
que estaban rompiendo los vidrios de los coches y de
los restaurantes, más tarde los vimos en la glorieta del
Metro Insurgentes platicando amigablemente con un
nutrido grupo de policías y granaderos» (La Jornada,
12 dic. 1999).

106
CHIAPAS: LA GUERRA

Entonces, ¿por qué los declararon delincuentes?


Por ser «otros». Sí, según las crónicas de ese día,
cuando la marcha ya se dispersaba (o sea, cuando el
video del gobierno «se corta») los granaderos «carga-
ron» contra todo lo que pareciera joven o estudiante,
es decir, contra todos los «otros». Veamos el periódico:
Además de golpear y llevarse detenido a un dar-
keto, la policía arremetió contra gente que no tenía
nada que ver en el asunto: «Armando, niño de la calle:
Se echaron a correr los estudiantes, yo me detuve para
ver cómo golpeaban a uno de esos estudiantes, y corrí
junto con ellos, y al intentar subirme a un camión
urbano, un policía me jaló de la camisa y el cabrón me
tiró al suelo y me pegó en un brazo. Después de que
me pegó, me levanté y le pegué en el casco, pero ya
no pude hacer nada» (La Jornada, 12 de diciembre de
1999). Y luego «patrullaron» cazando estudiantes. Otro
testimonio: «Luis, ENEP Aragón: En nuestro camino
al Metro, cuando hablábamos por un teléfono público
a la universidad, una patrulla se estacionó frente a
nosotros y a gritos utilizó su radio en el que avisaba a
sus compañeros que había más cabrones estudiantes en
el área y que necesitaba unas patrullas para llevarnos».
¿Cómo sabían estos «brillantes» patrulleros quiénes
eran estudiantes de la UNAM y quiénes no? ¿Los estu-
diantes cargaban a la vista de todos sus credenciales,
su boleta o copia de su inscripción? Además, como es
público, ninguno de los 98 detenidos es responsable
de haber arrojado nada más que tomates y globos con

107
SCI MARCOS / EZLN

pintura (¿o los vidrios se rompen con tomates? Sólo


que sea por lo caros que están).
No conozco a las personas que ahora menciono,
pero imagino que son o parecen jóvenes: «No corrie-
ron mejor suerte los fotógrafos Juan José Castillo,
del Colectivo Perfil Urbano, y Rosaura Pozos, de La
Jornada, A ésta se le trató de arrebatar una cámara y
en el jaloneo fue derribada por un uniformado. Castillo
recibió un golpe en la cara, lo que le provocó desviación
del tabique nasal y una herida profunda en la nariz,
propinado por un precavido agente cuyo chaleco anti-
balas ocultaba la placa con su nombre» (Jorge Cisneros
Morales, en La Jornada, 12 de diciembre de 1999).
Además, en el escándalo por los detenidos, se
olvida que los granaderos hicieron gala de su gori-
lismo en las detenciones. En el mismo reportaje de
La Jornada se dice: «Al ser perseguidos, hombres y
mujeres intentaron escapar hacia la Zona Rosa por la
calle de Amberes, pero los jóvenes que pasaban cerca
de los granaderos fueron golpeados con los escudos de
acrílico, además de recibir patadas y puñetazos de los
uniformados». ¿Los golpes con escudo de acrílico, las
patadas y los puñetazos están incluidos en las atribu-
ciones de las autoridades del DF para, como se dijo,
«poner orden en la vía pública para evitar desmanes»?
(La Jornada, 14 de diciembre 1999, página 44)
Y ya que estoy de preguntón: ¿qué pasó con los
granaderos que golpearon a Alejandra y Argel Pineda
el 14 de octubre de este año? ¿No se dijo que se iba

108
CHIAPAS: LA GUERRA

a hacer justicia? ¿No quedaron libres porque se com-


probó que estaban «cumpliendo con su deber»? ¿Por
qué sigue el silencio cómplice? Y no crean que es por
mala leche que hago estas preguntas. Es que, cuando
leía las noticias, encontré una foto en la página 42 (La
Jornada, 12 de diciembre de 1999) –también, como la
del periódico del 15 de octubre, de Rosaura Pozos–, y
entonces recordé que la carta que le mandé a aquella
foto con un montón de preguntas no tuvo respuesta. O
sí, la respuesta es esta foto de la página 42, donde un
granadero golpea a una estudiante mientras lo cubren
tres de sus compañeros. Pero bueno, eso es un asunto
entre nosotros y la señora foto aquella.
El caso es que la «autoridad» se fue contra los
jóvenes que encontraba a su paso y no contra los que
rompieron los seguros cristales de la embajada nortea-
mericana. Por eso digo que a sus hijos e hijas, que tuvie-
ron la desgracia de ser detenidos por los granaderos
(además de ser golpeados y humillados), los declaran
delincuentes por ser «otros».
Pero además son «otros» peligrosos, porque son de
los «otros» que escuchan y dicen «¡No!». Porque esa
manifestación se realizó en apoyo a las movilizaciones
que hubo en Seattle, Estados Unidos, en contra de la
globalización económica, y en apoyo a un periodista
norteamericano de color, condenado a muerte, que
se llama Mumia Abu Jamal. Y si los estudiantes escu-
charon los gritos que, desde Seattle, dieron la vuelta
al mundo, y escucharon los clamores internacionales

109
SCI MARCOS / EZLN

exigiendo la libertad para el señor Abu Jamal, pues es


un delito. De por sí los estudiantes ya son delincuentes
porque dijeron «¡No!» a la privatización de la UNAM.
Así que les escribo para felicitarlos por la libertad
de sus hijos e hijas, pero también para decirles que no
se apenen por lo que pasó. Ellas y ellos son considera-
dos delincuentes sólo porque luchan por otros. En la
historia de este país, hay muchas y muchos que, cuando
luchan, son considerados delincuentes. Pero ya después
se les reconoce su lucha y obtienen el reconocimiento
de los de abajo. Claro, si es que no terminan de jefes
de gobierno.
Saben, nosotros supimos que ustedes, los papás y
las mamás de estos muchachos y muchachas, estuvie-
ron siempre pendientes de ellos mientras estuvieron
presos. Sabemos además que los apoyan en su lucha
y que no son pocos los de ustedes que ayudan en las
guardias, en las brigadas y en las movilizaciones. Por
eso les escribimos a ustedes. A los estudiantes y estu-
diantas que luchan en este movimiento ya les hemos
dicho antes que los admiramos, que los queremos y que
van a ganar. Ahora les digo a ustedes, padres y madres
de familia, que también a ustedes los admiramos y los
queremos y que también van a ganar.
Es todo, señoras y señores. Díganle por favor a sus
hijas e hijos que esperamos algún día tener el honor
de poder llamarlos «hermanos y hermanas». No sólo
porque sería muy grande para nosotros que hom-
bres y mujeres como ellas y ellos nos consideren sus

110
CHIAPAS: LA GUERRA

hermanos. Sobre todo porque así tendremos a padres y


madres como ustedes. Yo sé que no debe ser muy agra-
dable tener hijos e hijas delincuentes, pero el mundo
es redondo y da vueltas y la historia de este país está
llena de delincuentes que han luchado por hacerlo
libre, justo y democrático.

Vale. Salud y, aunque no nos acepten de hijastros, como


quiera reciban nuestro respeto y admiración.

Desde las montañas del Sureste Mexicano


Subcomandante Insurgente Marcos

México, diciembre de 1999

P.D.- Un favor: les suplico que si alguna de sus hijas o


hijos llega a jefe de gobierno les recuerden lo que pasó.
Digo, para que no vayan a olvidar el pasado…

111
Guadalupe Tepeyac:
la resistencia invisible
Carta 5.5

«Tercos fusiles agudos


por toda la noche suenan.
La virgen cura a los niños
Con salivilla de estrella.»
Federico García Lorca

Diciembre de 1999.

Para: Javier Sicilia.


México.

Don Javier:
Hago trampa. Quiero decir que cuando le escribo hago
trampa. Usted perdonará que haga trampa. Resulta
que estaba yo pensando en un destinatario para esta
carta que habla de un pedacito de la historia de una
comunidad indígena tojolabal, cuando me llegaron los
libros y las líneas que usted tuvo a bien enviarme desde
hace ya tiempo. Y entonces pensé que por algo habían
llegado tan tarde y de tarde sus libros, justo cuando
yo buscaba un destinatario para esta historia que no
por invisible es menos heroica. Así que hago trampa,

[ 112 ]
CHIAPAS: LA GUERRA

pero usted perdonará de seguro porque ahora sabe que


sí recibí sus libros y sus amables palabras y, además,
recordará (porque estoy seguro que la sabe) la historia
de ese poblado que se llama Guadalupe Tepeyac.
Y claro que viene al caso, no sólo por este 12 de
diciembre, también por esa extraña (por decir lo más
decoroso) polémica entre el alto clero mexicano.
No, no se preocupe usted, no haremos una nueva
aportación al debate sobre si existió o no Juan Diego y
si se apareció o no la Virgen de Guadalupe en Tepeyac.
Sólo quiero platicarle de la otra Guadalupe Tepeyac, la
que, invisible, resiste.
Verá usted, en realidad hay dos pueblos llamados
Guadalupe Tepeyac: el muerto o «viejo» (como lo lla-
man quienes en él vivieron), y el nuevo o «en el exilio»
(como lo llaman los que hoy lo viven y luchan). Ambos
tienen una larga historia de dolor y esperanza, y es
sólo una parte de esta historia la que ahora le platico.
En el viejo Guadalupe Tepeyac se celebró en
agosto de 1994, aquella gran Convención Nacional
Democrática que convocó a más de 6,000 mexicanos.
Muchos caminos y reflectores apuntaron entonces a
esa comunidad, símbolo del desafío indígena zapatista
frente a un régimen empeñado en aniquilar a los pri-
meros pobladores de estas tierras.
Grandes políticos, artistas e intelectuales, y perso-
nas con cualquier nombre y cualquier rostro, acudieron
en esos meses a la comunidad. Todas ellas, grandes
y chicas, conocidas y desconocidas, fueron recibidas

113
SCI MARCOS / EZLN

con amabilidad y respeto. Incluso, en enero de 1995,


el entonces secretario de Gobernación (y hoy brazo
derecho del candidato oficial a la presidencia y secre-
tario general del PRI) Esteban Moctezuma Barragán
estuvo en ese poblado. Días antes de la traición del 9
de febrero de ese año, aterrizó en un helicóptero. Los
habitantes de Guadalupe Tepeyac hicieron un cinturón
humano de paz en torno a la aeronave, para garantizar
que no sería atacado por los zapatistas. El pago a esa
muestra de buena voluntad fue el asalto, con tropas
federales de élite y a punta de fusil. Los pobladores
se refugiaron entonces en el hospital que, bajo la ban-
dera del Comité Internacional de la Cruz Roja, estaba
declarado territorio neutral y, de acuerdo a las leyes
internacionales, no podía ingresar ninguna persona
armada. A los soldados no les importó y, armados hasta
los dientes, entraron al hospital y amenazaron a las
mujeres, hombres, niños y ancianos que ahí se encon-
traban. Los habitantes decidieron entonces salir del
pueblo y salieron caminando montaña arriba llevando
sólo lo que traían puesto. En el pueblo quedaron todas
sus pertenencias, entre ellas, dos imágenes de la Virgen
de Guadalupe («bien alegres», cuentan los guadalupa-
nos). A escondidas, metida bajo su camisa, un hombre
logró sacar una gran manta con la imagen misma que
cubría el cielo raso de la iglesia.
Siguió el andar. Algunas mujeres iban con un
avanzado estado de embarazo y una de ellas parió esa
misma noche, en medio de la montaña, un varoncito.

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CHIAPAS: LA GUERRA

¿Su nombre? Lino. Así que Lino nació en la montaña, en


medio de una persecución militar, en el exilio. Mientras
los soldados lo perseguían para matarlo, Lino nació y
nació vivo, como para contradecir a quienes habían
decretado su muerte, o más bien para decir que la res-
puesta zapatista a la traición era la vida, la resistencia
a morir, la resistencia a ser vencido, la resistencia a
rendirse, la resistencia.
Febrero, marzo, abril y parte de mayo la pasaron
los guadalupanos de un lado a otro, comiendo lo poco
que podían darles los pueblos zapatistas por los que
cruzaban, bebiendo el agua de los arroyos que encon-
traban a su paso, durmiendo por decenas bajo un
mismo techo y perseguidos a su paso por helicópte-
ros y aviones militares. Entre los hombres, mujeres,
niños y ancianos, iban también en el éxodo una niña
llamada la Eva (gran cinéfila -aunque su repertorio se
limita a «Escuela de Vagabundos» con Pedro Infante y
Miroslava y «Bambi», y un niño llamado el Heriberto
(adicto a los dulces y chocolates y alérgico a las escue-
las y maestros). Iba también el Lino, aunque apenas
tenía unas horas. Muchos niños y niñas caminaron
esos días y esas noches, algunos recuerdan la entrada
de los soldados a su pueblo. Otros, los que entonces
estaban muy pequeños, sólo recuerdan la angustia de
sus madres.
A medio camino, en su accidentado paso por las
montañas, el pueblo de Guadalupe Tepeyac recibió una
pequeña imagen de la Virgen de Guadalupe, pero esa

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SCI MARCOS / EZLN

historia ya la conté y no voy a repetirla. Lo que voy a


contarle es lo que ha pasado después.
Después de meses de caminar, estos zapatistas se
asentaron en una montaña y fundaron lo que hoy se
llama Guadalupe Tepeyac en el exilio. Poco a poco el
pueblo fue tomando forma como de por sí toman forma
acá los poblados: en torno al templo. Ahí, en medio de
un desordenado número de techos de nylon y cartón,
un largo galerón la hacía de templo y, en una de las
cabeceras, las veladoras arrancaban destellos a la ima-
gen de la Virgen de Guadalupe.
Desde entonces, el pueblo de Guadalupe Tepeyac
resiste. Quienes lo visitaron cuando tuvo los reflectores
se han olvidado de él y desde el otro lado del mar, desde
Europa, de donde viene alguna ayuda humanitaria para
estos indígenas zapatistas. Con trabajo levantaron los
guadalupanos su nuevo poblado y con trabajo lo man-
tienen. Sus habitantes han sido delegados en la marcha
de los 1,111 y en la Consulta del 21 de marzo de este
año. Son zapatistas. Es más, creo que siempre lo fueron
y que, más que nosotros encontrarlos a ellos, fueron
ellos quienes nos encontraron a nosotros. Bueno, pero
ésa es otra historia.
La que ahora le cuento, don Javier, es que, para este
12 de diciembre de 1999, los guadalupanos planeaban
traer las dos imágenes que habían quedado en el templo
del ahora Viejo Guadalupe Tepeyac. Fueron y esto pasó:
Me cuentan los habitantes del Guadalupe Tepeyac
en el Exilio que fueron al Viejo Guadalupe Tepeyac a

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CHIAPAS: LA GUERRA

tratar de rescatar del viejo templo las dos imágenes de


la guadalupana para la celebración del 12 de diciembre.
No las encontraron. Bueno si las encontraron, pero
destruidas.
Los guadalupanos me lo cuentan con una mezcla
de dolor y de rabia. Investigando supieron que fueron
los militares quienes destruyeron las dos imágenes.
Desde el mes de febrero de 1995, hace ya casi 5 años,
que el ejército del gobierno se encuentran ocupando
ilegalmente las tierras de estos mexicanos que tienen
3 delitos: son indígenas, son rebeldes y son zapatistas.
Los guadalupanos me cuentan muchos detalles de
las dos imágenes de la Virgen, de cómo los dejaron, de
cómo las encontraron. Narran con indignación que los
militares convirtieron el templo primero en un burdel y
luego en un basurero, que los badajos de las dos campa-
nas de bronce que tenía el templo fueron robados, que
en la destrucción de las imágenes se ve que los que lo
hicieron querían lastimar, lastimar la imagen, lastimar
lo que representaba y, sobre todo, lastimar a quienes
de ella habían tomado nombre e identidad.
Enojados estaban los guadalupanos, enojados y
tristes. Pero, como antes en su éxodo, otra vez les llegó
la imagen de la Virgen de Guadalupe y esta vez en dos
figuras de yeso con muchos colores (una de ellas hasta
tiene un foquito).
Con una gran fiesta y un baile, (y, claro tama-
les) celebraron los zapatistas de Guadalupe Tepeyac
este 12 de diciembre. Unos días antes hubo bautizo y

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SCI MARCOS / EZLN

aprovecharon para bendecir las dos imágenes. Con ellas


presidiendo comieron, cantaron y bailaron.
Ahí están los guadalupanos zapatistas, resistiendo
aún cuando su resistencia sea invisible para quienes
ayer se pasearon por sus callejuelas. Resisten como de
por sí resistimos los zapatistas, es decir, sin que nadie
nos lleve la cuenta. Sin que nadie, como no sea nosotros
mismos, vaya sumando indignación y memoria.
Ahí están los habitantes de Guadalupe Tepeyac
en el Exilio, nadie los ve. ¿Nadie? Bueno, don Javier,
¿Recuerda usted la manta con la imagen de la gua-
dalupana que lograron sacar del templo del Viejo
Guadalupe Tepeyac? Bueno, pues la pusieron en lo
alto de una loma. Muy grande y llena de colores es esa
imagen. Pero nadie la ve, quiero decir, nadie aparte
de los guadalupanos y de quienes por ahí pasamos
a veces, Y es que el nuevo poblado está alejado de
la carretera y desde ahí no se alcanza a ver nada.
Además, la imagen está mirando hacia arriba, hacia
el cielo. Nadie la ve. ¿Nadie? Bueno, si la ven los
helicópteros y aviones del ejército que diariamente
sobrevuelan el poblado de Guadalupe Tepeyac en el
Exilio.
Sí, sólo los aviones y los helicópteros ven la gigan-
tesca imagen de la Virgen de Guadalupe. Como si los
habitantes de este pueblo tojolabal quisieran gri-
tarle al gobierno: «¡Aquí estamos! ¡No nos rendimos!
¡Resistimos!».

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CHIAPAS: LA GUERRA

Así que esta es la historia, la historia de una ima-


gen que sólo la ven los helicópteros y los aviones del
gobierno.
¿Cómo? ¿Qué dice usted? ¡Ah sí!, tiene usted razón;
la ven los helicópteros y los aviones del gobierno…y,
claro, quien esté más arriba de ellos, hasta allá bien
alto…
Bueno, don Javier, ya me despido. Gracias por los
libros y, sobre todo, gracias por sus palabras.

Vale. Salud y sí, de nuevo tiene usted razón, las cosas


las ve quien tiene que verlas.

Desde las montañas del Sureste mexicano.


Subcomandante Insurgente Marcos.

México, diciembre de 1999.

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Chiapas: la guerra
escritos del SCI Marcos del
Ejército Zapatista de Liberación Nacional
se terminó de editar en diciembre de 2019,
a veinte años de su publicación original,
en la ciudad de León, Guanajuato, México.

Para su composición se utilizaron


fuentes de las familias
A veria serif y Alte Haas Groteske.

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