Edward Santiago Jimenez Garcia

Antropología

Recuerdo

Mi promesa es hacia mi mascota Chopper. Una promesa en la que consiste siempre “poder”
cuidarlo, viéndome comprometido a no faltar a esa promesa; en primer momento se analiza desde
el ángulo lingüístico, como nos menciona Ricoeur, ese primer momento de la promesa, lo que se
dice. Acto seguido, y es el momento en el que se dificulta la promesa, el poder actuar en pro a mi
promesa, pues esta se verá confrontado con más de una dificultad. Para empezar el primer
problema está en el “poder” el “actuar”, esa capacidad humana de ejercer una acción, en forma
tal en la que yo pueda cuidarlo; mi voluntad es poder cuidar en todos los sentidos a mi mascota,
cuidarlo del hambre, de los peligros, etc. Haré todo lo que pueda para cumplir mi promesa, desde
mi perspectiva el acto de prometer va de la mano con el sentimiento, pues naturalmente no se
promete a cualquier ser, entonces al momento de yo comprometerme, de decirme a mi mismo
que voy a prometer me infiere que debo cumplir lo que voy a prometer, al momento de actuar, el
“poder” como menciona Ricoeur. En segundo lugar esta la dificultad del olvido, el no poder
recordar que prometí, la oposición al recuerdo, en palabras de Ricoeur “prenda de una salud
robusta” (Ricoeur, 2004) es ahí donde el valor de la palabra y de la voluntad es quebrantada, el
solo hecho de pensar en faltar a una promesa es en sí una amargura humana. Se tiene que tener
en cuenta todos los contratiempos que pueden existir en el intento de mantener una promesa: el
olvido, la contratarte del recuerdo; la imposibilidad, la carencia humana de poder continuar el acto
propio de lo prometido, este caso lo veo desde la imposibilidad de no poder cumplir mi promesa la
cual sería el no cuidar, al no tener las capacidades necesarias para cuidar de mi mascota, ya sea
por tiempo, espacio, condiciones o salud van a generar el incumplimiento de una promesa, el no
acto.

En conclusión la promesa es una acto que, además de tener emocionalmente un impacto

importante debido a que prometemos en la mayoría de casos por aprecio al ser al que le hacemos
la promesa y faltar nos hacer caer en un valor moral importante, también nos hace reflexionar más
en que tipo de promesas podemos decir, hacer y cumplir.