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TEXTO: I SAMUEL 15

TEMA: QUE SIGNIFICA OBEDIENCIA QUIERO, NO SACRIFICIO


Introducción.
Amalec: enemigo de Israel, cuando los israelitas viajaban por el desierto en camino a la Tierra
Prometida, sólo un pueblo se levantó en contra de Israel: los amalecitas. Ellos atacaron por la
retaguardia a los más débiles, pero Dios dio la victoria a Israel (Exo. 17:8-13). En ese momento, Dios
dijo que no olvidaría ese ataque no justificado contra Su pueblo, por lo tanto decretaba enemistad
eterna contra Amalec y su descendencia. En ese momento no los perseguirían para acabar con ellos,
pero llegaría el día en que borrarían su memoria. (Éxodo 17:14-16); (Deuteronomio 25:17-19)
Ninguno de los pueblos de la región se atrevieron a tocar a Israel, porque habían oído de lo que Dios
había hecho con ellos. Todos tuvieron temor de Dios, excepto Amalec.
El día de tratar con Amalec llegó cuando Israel tuvo su primer rey. Fue exactamente después que Saúl
triunfara sobre sus enemigos (14:47).
Saúl atendió el llamado, y convocó al pueblo para formar un ejército encargado de acabar con los
amalecitas. (I Samuel 15:1-3); (I Samuel 15:4-5)
Estando a punto de atacar a los amalecitas, Saúl se dio cuenta que había un problema: junto a ellos
vivía otro pueblo con quienes no tenían conflicto. Estos eran los ceneos. Para darles la oportunidad de
salvarse, Saúl les envió un mensaje.
(I Samuel 15:6) Cuando los ceneos se quitaron de en medio, Saúl tuvo el campo abierto para atacar a
los amalecitas. Lamentablemente, no siguió con exactitud las instrucciones que Dios le dio a través del
profeta Samuel. (I Samuel 15:7-9)
I. OBEDIENCIA A MEDIAS
 Las instrucciones que Dios le había enviado a Saúl habían sido claras: ¡Destruye TODO! Pero no
lo hizo así. Saúl se creyó más justo y más inteligente que Dios…y eso le costó muy caro.
 A Dios no se le pasa nada por alto. No podemos complacerlo con una “obediencia a medias”,
ya que para Él eso equivale a desobedecer. Dios vio lo que hizo Saúl, y se lo hizo saber a
Samuel. (I Samuel 15:10-11)
Samuel se consternó al oír las palabras de Dios. Preocupado por Saúl, decidió salir a buscarlo. El
profeta no sabía los detalles, pero se fue enterando en el camino.
II. DIOS NO BUSCA QUE LE COMPLAZCAS A TU MANERA
 Cuando cambias el orden de Dios por aquello que crees que es mejor, terminas haciendo un
ídolo de ti mismo. Eso fue lo que le sucedió a Saúl. Se creyó tan “bueno” que edificó un
monumento para levantar su nombre. (I Samuel 15:12)
 ¡Cómo nos podemos engañar a nosotros mismos! Saúl no creía haber hecho nada malo. Él
había cumplido con el 90% de su misión, pero no reconoció que con haber guardado al rey y a
lo elegido del ganado estaba desobedeciendo a Dios. (I Samuel 15:13-15). Él pensó que su idea
era mejor que la de Dios, y decidió implementarla, creyendo que si ofrendaba a Dios parte del
botín calmaría la ira divina. Pero las cosas no son así, y Samuel se lo explicó:
(I Samuel 15:16-19) Aún luego de la explicación del profeta, Saúl no se mostró arrepentido. Él todavía
creía no haber hecho “nada malo”. (I Samuel 15:20-21)

 Lo malo no había sido tomar sus propias decisiones, sino que no reconocía lo malo que había
hecho. ¿Cómo puede haber arrepentimiento si uno no reconoce la falta? “Arrepentirse” en
hebreo es “Shuv”, que literalmente significa: regresar. Pero, si uno cree estar en el lugar
indicado, ¿a dónde va a regresar? Saúl se había desviado, pero si él no lo reconocía, no podría
cambiar.
 Se complace Jehová. Sal 50:8, Sal 50:9; Sal 51:16, Sal 51:17; Pro 21:3; Isa 1:11-17; Jer 7:22, Jer
7:23; Ose 6:6; Amó 5:21-24; Miq 6:6-8; Mat 9:13; Mat 12:7; Mat 23:23; Heb 10:4-10.

III. ES MEJOR LA HONRRA A DIOS QUE TUS SACRIFICIOS (I Samuel 15:22-23)


¿Qué espera Dios de nosotros? Que le prestemos atención y obedezcamos.
El único “sacrificio” que Dios espera es nuestra OBEDIENCIA. (Romanos 12:1-2
David entendió muy bien este concepto, tal como lo vemos (Salmo 51:16-17); (Proverbios 21:3) El
hacer justicia y derecho es más deseado por el SEÑOR que el sacrificio.
Isaías 1:11-17; Jer. 7:22-23; Oseas 6:6; Amos 5:21-24; Miqueas 6:6-8; Mateo 23:23; Hebreos 10:8-9].
IV. EN NUESTRA RELACIÓN CON DIOS, EL PUNTO DE PARTIDA DEBE SER LA OBEDIENCIA.
 Debe haber un verdadero arrepentimiento. Al principio, Saúl pareció estar arrepentido…
(I Samuel 15:24-25). Pero Samuel sabía que el arrepentimiento del rey era superficial, y no de
fondo. Por lo tanto, él tendría que vivir las consecuencias de sus actos, las cuales fueron
tremendas.
 Dios siempre cumplirá su propósito y levanta a alguien más para cumplirlo (I Samuel 15:26-29)
 Después de esto, se hizo evidente que el arrepentimiento de Saúl no era genuino. La realidad
es que no se arrepintió, sino que lo que quería era “no quedar mal” delante del pueblo. En
síntesis, le importó más la opinión del pueblo que lo que Dios pensara de él. (I Samuel 15:30)
Conclusión. Nótese que Saúl dijo “tu” Dios, como si no fuera de él sino sólo de Samuel. Samuel regresó
porque todavía tenía una misión que cumplir:(I Samuel 15:31-33) A partir de este momento, el
profeta Samuel se desligó por completo del rey Saúl. Fue un día triste. Ahí comenzó la caída de Saúl. (I
Samuel 15:34-35)

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