Está en la página 1de 6

El deleite de Dios en la obediencia

TEXTO: 1° Samuel 15:22–23.

“Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se
obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el
prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la
rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová,
él también te ha desechado para que no seas rey.”

Dios es un manantial de montaña y no un abrevadero. Las buenas noticias son que la desbordante
abundancia de DIOS es magnificada y NUESTROS anhelos son satisfechos en los actos sencillos de
estar sedientos y de beber.

El Deleite de Dios en la Obediencia.

Nuestro texto es 1° Samuel 15:22: “¿Se complace el SEÑOR tanto en holocaustos y sacrificios como
en la obediencia a la voz del SEÑOR?” La respuesta a esta pregunta es claramente NO. El Señor se
deleita mucho más en la obediencia que en realizar cultos sin ella.

Hay dos preguntas que debemos contestar:

1. ¿Por qué se deleita Dios en la obediencia?

2. ¿Son buenas noticias el escuchar que la obediencia es lo que deleita a Dios, o es una
carga que nos desalienta?

El Escenario de 1° Samuel 15:22.

Antes de contestar estas dos preguntas, debemos primeramente comprender el contexto de este
escenario claramente:

La Derrota y Condena Contra Amalec.

Cuando Israel salió de Egipto y pasó a través del desierto, Amalec y su pueblo los atacó. Leamos
acerca de esto en Éxodo 17:8-16. Dios dio la victoria a los Israelitas, pero la maldad nunca fue
olvidada. En Deuteronomio 25:17-19, Dios dijo:

“Acuérdate de lo que hizo Amalec contigo en el camino, cuando salías de Egipto; de cómo te
salió al encuentro en el camino, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que iban
detrás de ti, cuando tú estabas cansado y trabajado; y no tuvo ningún temor de Dios. Por tanto,
cuando Jehová tu Dios te dé descanso de todos tus enemigos alrededor, en la tierra que Jehová
tu Dios te da por heredad para que la poseas, borrarás la memoria de Amalec de debajo del
cielo; no lo olvides.”

El Papel de Saúl en la Ejecución de la Condena.

Finalmente, la iniquidad de Amalec y su pueblo es completa y el Señor manda a Saúl, el primer rey
de Israel, que ejecute la condena contra Amalec y su pueblo. Dios da la orden en 1° Samuel 15:2-3.

“Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al oponérsele en el
camino cuando subía de Egipto. Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te
apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y
asnos.”

Así que Saúl reunió a su ejército y atacó la ciudad de Amalec. Advirtió a los ceneos que se fueran si
querían salvar sus vidas (v.6). Y después derrotó a los amalecitas desde Havila en dirección a Shur,
que está al oriente de Egipto.

La Desobediencia Fatal de Saúl.

En el versículo 9, del mismo capítulo 15, se describe la desobediencia fatal de Saúl.

“Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los
animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir; mas todo lo
que era vil y despreciable destruyeron.”

El Señor vio la desobediencia y se arrepintió de haber hecho rey a Saúl (v.11).

El Enfrentamiento de Samuel con Saúl.

Samuel debido a esta situación se afligió y le clamo a Dios toda la noche (v.11). Se levanto muy
temprano por la mañana y descubre (v.12) que Saúl fue a Carmel y que había levantado un
monumento para sí, y luego siguió adelante a Gilgal donde había sido hecho rey anteriormente
(11:15).

Así que Samuel fue a Saúl, y (v.13) Saúl le dijo: “Bendito seas tú de Jehová; yo he cumplido la
palabra de Jehová.” Samuel pregunta: (v.14) ¿Pues qué balido de ovejas y bramido de vacas es
este que yo oigo con mis oídos? Si Saúl realmente destruyó todo como Dios dijo.

Entonces (v.15) Saúl le echa la culpa al pueblo: “Y Saúl respondió: De Amalec los han traído;
porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas a Jehová tu
Dios, pero lo demás lo destruimos." Pero nada de lo que diga Saúl va a servir ahora. Él
desobedeció el mandamiento de Dios y lo admite finalmente en el versículo 24: “Entonces Saúl
dijo a Samuel: Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras,
porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado.”

Ahora la pregunta es ésta: ¿Por qué está Dios tan disgustado con la desobediencia?

¿Por qué Odia Dios la Desobediencia?

Hay cinco razones en este relato de por qué Dios odia tanto la desobediencia y se deleita mucho
más en la obediencia.

1. La Desobediencia demuestra Temor puesto en el Lugar Equivocado.

Observen el versículo 24: ”Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus
palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos”.

¿Por qué obedeció Saúl al pueblo en vez de Dios? Porque le tuvo temor al pueblo en vez de a
Dios. Él tuvo más temor a las consecuencias humanas de la desobediencia que a las
consecuencias divinas del pecado. Él le tuvo más temor al disgusto del pueblo que al disgusto de
Dios. Y eso es un insulto enorme para Dios. Samuel le dijo dos veces a Saúl y al pueblo en el
capítulo 12:14 y 24: “Si temiereis a Jehová y le sirviereis, y oyereis su voz, y no fuereis rebeldes a
la palabra de Jehová, y si tanto vosotros como el rey que reina sobre vosotros servís a Jehová
vuestro Dios, haréis bien”. 14. “Solamente temed a Jehová y servidle de verdad con todo vuestro
corazón, pues considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros.” 24.

2. La Desobediencia demuestra Deleite puesto en el Lugar Equivocado.

Saúl trató de persuadir a Samuel de que fue una intención noble la que lo llevó a desobedecer a
Dios y mantener vivas a las mejores ovejas y bueyes. (v. 21). Él dijo que querían sacrificarlos al
Señor en Gilgal. Pero el Dios le había dado discernimiento a Samuel respecto al verdadero motivo
de Saúl y el pueblo. Lo vemos en sus palabras en el versículo 19:

¿Por qué, pues, no has oído la voz de Jehová, sino que vuelto al botín has hecho lo malo ante los
ojos de Jehová?

Samuel en 15:19, está insinuando que el pueblo fue impulsado por un deseo excesivo por los
deleites de la carne. Su deleite estaba puesto en el lugar equivocado. Debería haber sido en Dios.
Pero ellos se deleitaron más en las ovejas y los bueyes que en obedecer a Dios. Esto, es una gran
ofensa para Dios y por tanto muy desagradable a su vista.

3. La Desobediencia demuestra Alabanza puesta en el Lugar Equivocado

Cuando Saúl derrotó a los amalecitas, lo primero que hizo fue levantar un monumento para sí
mismo. Versículo 12: “Madrugó luego Samuel para ir a encontrar a Saúl por la mañana; y fue
dado aviso a Samuel, diciendo: Saúl ha venido a Carmel, y he aquí se levantó un monumento, y
dio la vuelta, y pasó adelante y descendió a Gilgal.” Por lo visto Saúl estaba más interesado en
alabarse a sí mismo que en alabar a Dios a través de la cuidadosa obediencia a Su palabra. Él
colocó mal la alabanza de Dios hacia sí mismo.

Este pecado empeora cuando leemos los versículos 17-18:

“Y dijo Samuel: Aunque eras pequeño en tus propios ojos, ¿no has sido hecho jefe de las tribus
de Israel, y Jehová te ha ungido por rey sobre Israel? Y Jehová te envió en misión y dijo: Ve,
destruye a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes.”

Si él quería honor, debería de haber estado satisfecho con el honor que Dios le había otorgado.
Este es el punto de Samuel en el versículo 17: ¿por qué estas impulsado por un deseo por la gloria
humana cuando, de hecho, se te ha otorgado el privilegio glorioso de ser el jefe de las tribus de
Israel y el rey ungido de la gente de Dios?

Pero Saúl no estaba conforme con la gloria de Dios y el honor de ser su rey elegido. Él quería su
propia gloria y su propia alabanza. Y el camino sumiso de la obediencia no ofrece ese tipo de
alabanza y gloria. Así que él hizo las cosas a su manera.

4. La Desobediencia es Como el Pecado de Adivinación

Ahora estamos en terreno textual explícito. Esta es la razón real que Samuel da de porque la
desobediencia es desagradable para Dios en el versículo 23.
(22b) He aquí, el obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar atención, que la grosura de los
carneros. (23) Porque la rebelión es como pecado de adivinación.

Dios había puesto la adivinación en la misma categoría con las cosas horribles que el odia en
Deuteronomio 18:10.

No sea hallado en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique
adivinación, ni hechicería, o sea agorero, o hechicero, o encantador, o médium, o espiritista, ni
quien consulte a los muertos. Porque cualquiera que hace estas cosas es abominable al SEÑOR.

¿Por qué son la rebeldía y la desobediencia como el pecado de adivinación? La adivinación es


buscar conocimiento de cómo proceder de una manera que ignora la palabra y el consejo de Dios.
Y esa es exactamente la base de la desobediencia. Dios dice una cosa y nosotros decimos, yo creo
que consultaré otra fuente de sabiduría--es decir, ¿qué? ¡A MÍ MISMO! La desobediencia de la
palabra de Dios pone a mi propia sabiduría en el lugar de Dios y por lo tanto, ofende a Dios que es
la única fuente confiable de sabiduría.

5. La Desobediencia es Idolatría

Esto es lo que dice Samuel en la primera mitad del versículo 23:

Porque la rebelión es como pecado de adivinación,


y la desobediencia, como iniquidad e idolatría.

Cuando Dios dice algo y nosotros consultamos al pequeño mago de nuestra propia sabiduría y
luego escogemos tercamente a seguir nuestro propio camino, somos idólatras. No sólo escogemos
consultar a nosotros mismos como una alternativa a Dios, y de esa manera nos hacemos culpables
de adivinación, sino que nos vamos más allá de eso y de hecho apreciamos la guía de nuestra
propia mente sobre la guía de Dios y nos hacemos culpables de idolatría. Y lo peor de todo,
nuestro propio ser es el ídolo.

Así que es evidente que Dios estará disgustado con la desobediencia porque a cada paso es un
ataque a su gloria.

 Reemplaza el temor a Dios con el temor al hombre.

 Eleva el deleite en las cosas encima del deleite en Dios.

 Busca un nombre para sí mismo en vez de un nombre para Dios.

 Consulta su propia sabiduría en vez de estar satisfecho con la voluntad de Dios.

 Y pone más valor en su propio dictamen que en los dictámenes de Dios y de esa manera
trata de derrocar a Dios al darle lealtad al ídolo de la voluntad humana.

Pero la obediencia, que es el opuesto exacto, honra y entrona a Dios. Y por consiguiente, Dios se
deleita en la obediencia.

Ahora nos tornamos a la segunda pregunta que planteamos al principio: ¿Son éstas buenas
noticias? ¿Son buenas noticias saber que Dios se deleita en la obediencia o es una carga más?

¿Son Buenas Noticias que Dios se Deleita en la Obediencia?


Yo creo que son buenas noticias. Y hay por lo menos seis razones porque lo creo. Sólo tenemos
tiempo para mencionarlas brevemente.

1. Quiere Decir que Dios es Laudable y Confiable

El deleite de Dios en la obediencia son buenas noticias porque quiere decir que es laudable y
confiable. Si no se deleitara en la obediencia, sería una contradicción viva: amar su gloria por sobre
todas las cosas y aun así no estar satisfecho por los actos que dan a conocer su gloria . Sería falso e
hipócrita. ¡Su belleza se desvanecería y con ella nuestro deleite! Y no seria confiable porque no se
puede confiar en un Dios cuyos valores son tan volubles que se exalta a sí mismo un minuto y
luego aprueba las ofensas el siguiente.

2. Garantiza la Propagación de la Gloria de Dios

El deleite de Dios en la obediencia son buenas noticias porque garantiza la promesa de que algún
día la gloria de Dios ciertamente cubrirá la tierra de la manera que las aguas cubren el mar. Si Dios
fuera indiferente a la desobediencia, entonces no habría ninguna certeza de que la época venidera
estaría libre de todo comportamiento que deshonra a Dios. Pero porque el detesta la
desobediencia y ama la obediencia podemos estar seguros que nuestro anhelo por un mundo
lleno de la gloria de Dios ciertamente llegará a suceder.

3. Demuestra Que la Gracia de Dios es un Poder Glorioso

El deleite de Dios en la obediencia son buenas noticias porque demuestra que la gracia de Dios es
un poder glorioso y no una tolerancia débil del pecado. La gloria de la gracia de Dios se puede ver
no sólo en el hecho de que Dios pasa por alto los pecados de los creyentes sino también en el
hecho de que gradual, final y victoriosamente hace desaparecer esos pecados. Si Dios no se
deleitara en la obediencia entonces su gracia soberana quizás nunca demostraría su poder de
conquistar todos los pecados.

4. Los Mandamientos de Dios no Son Tan Difíciles

El deleite de Dios en la obediencia son buenas noticias porque sus mandamientos no son tan
difíciles. Son sólo tan difíciles de obedecer como su gloria es difícil de apreciar y sus promesas
difíciles de creer. Deuteronomio 30:11 dice: “Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy
difícil para ti, ni fuera de tu alcance”. Y 1 Juan 5:3 dice: “Porque este es el amor de Dios: que
guardemos sus mandamientos, y sus mandamientos no son gravosos".

5. Todo lo que Nos Ordena Dios es Para Nuestro Bien

Es buena noticia el deleite de Dios en la obediencia porque todo lo Dios ordena es para nuestro
bien. Así que cuando Dios se deleita en nuestra obediencia en realidad se está deleitando en
nuestro gozo profundo y duradero. Deuteronomio 10:12-13 dice,

Ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el SEÑOR tu Dios, sino que temas al SEÑOR tu Dios, que andes en
todos sus caminos, que le ames y que sirvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu
alma, y que guardes los mandamientos del SEÑOR y sus estatutos que yo te ordeno hoy para tu
bien?
6. La Obediencia que Dios Ama es la Obediencia de Fe

Y finalmente, es buena noticia el deleite de Dios en la obediencia porque Él ama la obediencia de


fe. Y fe quiere decir guardar nuestra esperanza en la misericordia de Dios. Y la misericordia quiere
decir que nuestra obediencia no tiene que ser perfecta, sólo tiene que ser penitente. “Si
confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de
toda maldad" (1 Juan 1:9).

Dios sigue siendo un manantial de montaña y no un abrevadero. La obediencia no es una serie de


procesos para satisfacer su necesidad, la obediencia son los esfuerzos incontenibles de aquellos
que han probado esa agua viviente y han visto que el Señor es bueno.

También podría gustarte