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2º Clase Bauman
2º Clase Bauman
Y también les dejamos un material escrito de apoyo a la lectura elaborado por la Prof.
Gabriela Mammi, al final del cual encontrarán las preguntas orientadoras cuyas
respuestas deben subir al buzón de tareas que encontrarán en la pestaña de su comisión
antes de las 23:59hs. del lunes 6/09:
El texto de Bauman continúa en la misma línea que los textos de la clase anterior, su
objetivo es contextualizar y caracterizar la sociedad de nuestro pasado inmediato y por
ende, comprender nuestra sociedad actual. En este punto, Bauman utiliza una metáfora
muy clara y evidente, para comparar y caracterizar cada tipo de sociedad (modernidad
líquida y modernidad sólida). Dentro de la modernidad sólida podemos enmarcar a las
sociedades disciplinarias y dentro de la modernidad líquida a las sociedades de control
(esta simplificación se hace para los fines de una mejor comprensión y asociación entre
los textos, pero el análisis implica una mirada más compleja). Nuestros desafíos a la
hora de abordar este texto son, por un lado, no quedarnos en la mera metáfora de lo
sólido y lo líquido, es decir poder traducir la misma en aquellos cambios profundos y
cualitativamente distintos que se produjeron de una sociedad a otra. Y por otro lado,
identificar, comprender y explicar la particularidad que le imprime Bauman a dichos
cambios, es decir no repetir lo dicho por Deleuze o Calveiro, sino adentrarnos en los
conceptos y argumentaciones del propio Bauman.
Dicho todo esto, trabajemos en el texto que nos convoca, el cual también hace
referencia a un cambio de época. Cambio que no implica “juzgar” o “elegir” una
sociedad por sobre la otra, sino comprender sus características y asimismo, poder
comprendernos como sujetos construidos por cada tipo de sociedad. En principio,
Bauman hace referencia a que era necesario emprender el “proceso de licuefacción”, es
decir “derretir los sólidos”, fundamentalmente para liberar a la economía de sus
tradicionales ataduras políticas, éticas y culturales. Y así poder dar paso a un nuevo
orden económico, a un neoliberalismo globalizado, el cual trabajamos en el texto de
Calveiro. Sin embargo, Bauman nos dice que al mismo tiempo que se derritieron
aquellos sólidos que liberan la dimensión económica, también se disolvieron los
vínculos entre las elecciones individuales y los proyectos colectivos. En este punto, cita
a otro autor y retoma el concepto de “instituciones zombies, que están muertas y todavía
vivas.” Este tema está relacionado con lo trabajado en la clase anterior cuando
mencionamos la crisis de las instituciones (centros de encierro, en términos de Deleuze).
La modernidad líquida ya no es la época de los “grupos de referencia”, sino que se pasa
hacia una era de la “comparación universal” (un individuo indefinido), hay un
predominio de lo relativo sobre lo certero, una visión fragmentada del mundo. Sin
embargo, la característica fundamental de esta modernidad líquida es el cambio en la
relación espacio-tiempo, se separan de la práctica vital y entre sí. La velocidad de
movimiento y el acceso a medios de movilidad más rápidos es el principal instrumento
de poder y dominación. En este sentido, Bauman, retomando a otros autores (uno de
ellos es Foucault), adopta el concepto de “postpanóptico” para marcar este pasaje de una
sociedad a otra, para indicar este cambio de época. En donde el poder es extraterritorial,
ya no está atado a nada, ni siquiera detenido por la resistencia del espacio. Por lo tanto,
el fin del “panóptico” también marca el “fin de la era del compromiso mutuo”,
fundamentalmente entre dominados y dominantes. Para que el poder fluya debe eliminar
cualquier tipo de barrera, ya sea material o simbólica, por eso el poder adquiere otras
formas, utiliza distintas técnicas y recursos, en el sentido que ya vimos en las sociedades
de control. Según Bauman, la elite global de poder ha devenido en los “amos ausentes”.