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LA EMPATÍA EN EL LIDERAZGO

Hay una competencia que solemos ignorar cuando se trata del liderazgo: la
empatía. Esta es la capacidad de entender las emociones y motivos detrás de las
personas, identificando lo importante y pudiendo aportar algo de provecho.
Ser empáticos no implica que estemos siempre de acuerdo con los demás, sino
que entendamos esas emociones y poder contrastarlas con las propias, sin alejarnos
de la realidad. ¿Pero cómo ayuda esta competencia al éxito del líder?
Mucho se puede decir sobre la empatía y su gran potencial para ayudar al liderazgo en
los retos del día a día. Observemos varios aspectos relevantes
El modelo de empresa con un jefe autoritario, arrogante y soberbio, que impone su
criterio sin tener en cuenta las opiniones de los demás miembros del equipo, está
cambiando. Hoy, las organizaciones buscan un líder empático, con una mentalidad
más abierta con los trabajadores, que sepa ofrecer un trato cercano y humano y
conectar con los empleados.
Contar con un líder empático, alejado de los valores puramente jerárquicos, permite
tener una mayor productividad y empleados motivados y alineados con los objetivos
de la compañía. Este tipo de liderazgo es respetado y valorado por todos los miembros
del equipo.
CARACTERÍSTICAS
El líder empático se caracteriza por una serie de patrones que tienen como pilar básico
la capacidad de ponerse en lugar del otro y conocer sus necesidades, lo cual es de
interés para una óptima gestión del equipo. Entre otras características se encuentran
las siguientes:
 Humildad: un líder empático trata a todos los miembros de su equipo con
respeto y dignidad, sin hacer distinciones.
 Entusiasmo: mantener una actitud positiva ante todas las tareas invita a
transmitir los mismos valores al resto del grupo.
 Confianza: confía en las capacidades de los miembros de su equipo,
delegando tareas y consultándoles aquellos aspectos que considere
necesarios.
 Ejemplaridad: su comportamiento siempre está orientado a dar ejemplo a las
personas del equipo que dirige.
 Conocimiento: el líder empático también debe tener un conocimiento absoluto
de los asuntos de interés del proyecto que desarrolla, demostrando así sus
méritos propios.
 Diálogo: el diálogo y el feedback con el equipo siempre está presente. Un buen
líder reconoce sus errores y aprende de las personas que le rodean, lo que le
ofrece la oportunidad de crecer profesional y personalmente.
 Calidez y autoridad: el trato de este tipo de líderes se basa en la calidez y la
capacidad de relacionarse de una manera efectiva. Sin embargo, es capaz de
actuar con cierto grado de rigidez. De manera que, tras escuchar a todos los
miembros del equipo, él tenga la capacidad de tomar la última decisión.
IMPORTANCIA
El objetivo final debe ser la empatía organizacional. La compañía debe satisfacer las
necesidades de sus empleados, escuchándoles y dándoles la importancia que
merecen. Se consigue así no solo lograr equipos cohesionados y eficientes, sino
también un grupo con un óptimo funcionamiento, lo que beneficia a ambas partes.
Si los integrantes del equipo están al servicio del líder y la empresa, ésta debe estarlo
también para todos los miembros de la organización. El líder empático, y por extensión
la compañía, fomenta los valores institucionales e individuales, respetando la
autonomía de sus integrantes y mostrando solidaridad con sus necesidades, siempre
bajo un criterio de bien común.
Contar con la presencia de un líder empático puede ser la diferencia que le permita a
una empresa mantener su rumbo de cara a un futuro exitoso. Por este motivo, cada
vez son más buscados los profesionales con estas características, lejos de los perfiles
autoritarios que imperaban hace unos años.

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