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Cambio Climático e Incendios Forestales en EEUU y Canada
Cambio Climático e Incendios Forestales en EEUU y Canada
del déficit de presión de vapor y de la superficie quemada en los bosques del oeste de
EE.UU. y del suroeste de Canadá
Kristina A Dahl1, John T Abatzoglou2, Carly A Phillips3, J Pablo Ortiz-Partida1, Rachel Licker4,
L Delta Merner4 y Brenda Ekwurzel4
1
Climate & Energy Program, Union of Concerned Scientists, Oakland, CA, Estados Unidos de
América.
2
Departamento de Gestión de Sistemas Complejos, Universidad de California, Merced, CA,
Estados Unidos de América
3
Climate & Energy Program, Union of Concerned Scientists, Cambridge, MA, Estados Unidos
de América.
4
Climate & Energy Program, Union of Concerned Scientists, Washington, DC, Estados Unidos
de América.
1. Introducción
En las últimas décadas, el oeste de Estados Unidos y el suroeste de Canadá han experimentado
aumentos en la superficie quemada por incendios forestales (Abatzoglou y Williams 2016, Hanes
et al 2019, Balch et al 2022), el número de grandes incendios (Dennison et al 2014, Westerling
2016), la duración de la temporada de incendios (Westerling 2016, Kirchmeier-Young et al 2017,
Goss et al 2020), la altura a la que arden los incendios (Alizadeh et al 2021) y la extensión de las
tierras forestales que se queman con una gravedad elevada (Parks y Abatzoglou 2020). Estas
tendencias, especialmente evidentes en los ecosistemas forestales de la región, coinciden con un
aumento de dos veces en los costes de extinción de incendios en Canadá y de más de siete veces
en los costes federales de extinción en EE.UU. cuando se comparan los costes medios de 1985-
1989 con los de 2013-2017 (Canadá; Recursos Naturales de Canadá 2021) o 2017-2021 (EE.UU.;
Centro Nacional Interagencias contra Incendios 2022).
La cuestión de quién es responsable del cambio climático y de sus efectos, como el aumento de
la BA, se está estudiando activamente tanto en el ámbito científico como en el jurídico. El actual
sistema de gobernanza mundial para hacer frente al cambio climático se centra en las
responsabilidades de los Estados nacionales, pero las empresas también tienen una clara
responsabilidad en la crisis climática. Investigaciones recientes han revelado que las emisiones
de dióxido de carbono y metano procedentes de las principales empresas productoras de
combustibles fósiles y cemento han contribuido a más del 40 % del aumento de las temperaturas
mundiales, al 25 % de la subida del nivel del mar y al 50 % de la acidificación de los océanos
entre 1880 y la década de 2010 (Ekwurzel et al 2017, Licker et al 2019). Sin embargo, su papel
en la preparación del escenario para el aumento de la extensión de los incendios observados en
el oeste de Estados Unidos y el suroeste de Canadá en las últimas décadas no se ha examinado.
Este estudio establece el papel de los principales productores de carbón en el aumento de los
riesgos de incendios forestales en los paisajes forestales mediante el examen de dos preguntas
principales de investigación: (a) ¿cuál es la relación cuantificable entre los cambios en VPD en
el oeste de América del Norte y los cambios en la temperatura media global (GMT)? y (b) dada
una relación cuantificada entre GMT y VPD, ¿cuánto han contribuido las emisiones de los
principales productores de carbón al aumento observado en VPD y la BA forestal acumulativa en
el oeste de América del Norte?
3. Debate y conclusiones
Los ecosistemas, las comunidades y los individuos del oeste de EE.UU. y el suroeste de Canadá
ya se están viendo afectados por el aumento de la temperatura y la VPD. Tales cambios han
catalizado un aumento de los incendios forestales (Westerling et al 2006) y otras perturbaciones
forestales en toda la región (Anderegg et al 2022). La rápida liberación de gases de efecto
invernadero durante los incendios forestales y la transición a tipos de ecosistemas no forestales
tras grandes incendios forestales de gran gravedad también sirven para exacerbar el calentamiento
climático (Stevens-Rumann et al 2018).
Los impactos a nivel comunitario han sido profundos. Los incendios forestales en California entre
2017 y 2022 mataron a 194 personas (CalFire 2022). Solo el maremoto de incendios de 2018 en
el estado provocó la destrucción de más de 22 000 estructuras (CalFire 2018) y daños superiores
a 140.000 millones de dólares (Wang et al 2021). Los costes de extinción de incendios en todo
Estados Unidos superaron los 3.000 millones de dólares ese mismo año (National Interagency
Fire Center 2022). Además de las amenazas directas a vidas y propiedades, los incendios
forestales pueden reducir la calidad del aire y producir partículas que afectan a la salud humana
y pública de muchas maneras (Haikerwal et al 2016, Chen et al 2021, Heft-Neal et al 2022). Las
familias con bajos ingresos sufren estos riesgos de forma desproporcionada (Burke et al 2022).
A medida que el clima regional se ha ido calentando y la VPD ha aumentado en las últimas
décadas, la demanda de evaporación atmosférica se ha incrementado (Albano et al 2022). Las
consecuencias de esta elevada "sed" atmosférica a lo largo de las estaciones o los años van más
allá de los incendios y sus efectos, e incluyen la sequía, una mayor evapotranspiración, la
desecación de la vegetación y la reducción del caudal de los arroyos (Albano et al 2022).
Con los impactos del cambio climático cada vez más graves, las cuestiones de quién es
responsable del cambio climático, cuánta responsabilidad tiene cada entidad y las obligaciones
de esas entidades para mitigar el cambio climático futuro y ayudar financieramente a la
adaptación climática están más presentes que nunca en las negociaciones políticas y en los
tribunales de todo el mundo. Estas cuestiones se profundizan por el hecho de que la industria de
los combustibles fósiles era consciente de los riesgos relacionados con el clima de sus productos
ya a mediados de la década de 1960 (Franta 2018) y, en lugar de cambiar las prácticas
empresariales, invirtió en campañas y tácticas para engañar al público y generar dudas sobre la
ciencia del clima (Supran y Oreskes 2017, 2021, Franta 2018).
En este estudio se constata que las emisiones de los 88 mayores productores de carbono del
mundo han contribuido en un 48% al aumento de la VPD desde 1901 y en un 37% a la BA
acumulada en las tierras forestales del oeste de EE.UU. y el suroeste de Canadá desde 1986,
estableciendo los impactos regionales del cambio climático en relación con los emisores
corporativos y subrayando la responsabilidad de estas empresas en los impactos del cambio
climático. Estos impactos se extienden mucho más allá de una determinada cicatriz de incendio
y causan daños directos e indirectos a las economías, los ecosistemas, la salud pública y las
comunidades. Como se señala en la última evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos
sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC 2022), la gobernanza del clima y la
adaptación no pueden existir exclusivamente a nivel de los Estados-nación, lo que requiere una
investigación cuantitativa que relacione los impactos con las fuentes de emisión. Este estudio se
suma a un creciente corpus de investigación que puede servir de base a debates públicos, políticos
y jurídicos sobre la responsabilidad de los productores de carbono en los riesgos climáticos
pasados, presentes y futuros.