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¿CÓMO ENTENDEMOS EL TIEMPO?

POR: DAVID BETANCUR RAMIREZ

LICENCIATURA EN CIENCIAS SOCIALES

TALLER DE TIEMPO Y SOCIEDAD

DOCENTE: ALEJANDRO SALAZAR

FACULTAD DE EDUCACIÓN

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

MEDELLÍN

2023
Lo primero que entraré a comentar es que independientemente que intente definir o
dar alguna concepción propia sobre el tiempo, seguirá quedando un enorme
interrogante sobre este término, es que primordialmente lo considero como un
concepto filosófico casi que imposible de definir en su totalidad o mejor dicho, por
más profundo que sea un pensamiento no será este el definitivo o el que determine
que es el tiempo. En infinidad de ocasiones, desde tiempos muy antiguos, se ha
intentado acercarse a dar una delimitación de lo que es este concepto, y bastante
lejanos estamos a llegar a un acuerdo y es que tal cómo lo decía San Agustín de
Hipona cuando se le preguntaba sobre el este. “Si nadie me lo pregunta, lo sé;
pero si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé” y es que el tiempo
es y seguirá siendo un misterio, difícil de definir, de descifrar y mayor aún de
explicarlo a alguien más.

¿Cómo lograr concebir y entender el tiempo cuando es tan engañoso?


El ser humano ha descubierto científicamente como el tiempo se ralentiza de
acuerdo a cierto fenómenos que ocurren en algunos lugares del universo como es el
caso de los agujeros negros, o también la relatividad como influye en el tiempo.
¿No es curioso entender tantas y demasiadas cuestiones sobre cómo se afecta, se
modifica o cambia el tiempo y que aún así no lo sepamos explicar? El tiempo tiene
una influencia inexorable sobre el ser humano, no nos podemos desprender de él ni
de esta discusión filosófica, es inherente a nosotros, como también es incontrolable.
No podemos ejercer control sobre él, por qué no lo podemos ver, escuchar o palpar.
Estamos sumamente inmersos en el tiempo, pero en el momento que deseamos
ejercer algún tipo de dominación sobre este, perdemos en el intento porque no es
tangible, más bien estamos sometidos. Más aún cuando aparecen conceptos como
pasado, presente y futuro, que considero que es la forma en que la mayoría de los
seres humanos, nos ubicamos, le damos coherencia y sentido a “nuestro tiempo” y
por ende a la vida misma.
Me quiero apoyar en lo que dice Eduardo Navarro 2006 citando a Aristoteles y San
A. de Hipona. “La principal razón por la cual Aristóteles pone en duda la existencia
del tiempo, es por estar compuesto de “no-seres”. Y es que, el pasado ya no es, el
futuro todavía no es y el presente es y no es a cada punto. Siglos más tarde, San
Agustín recogerá los ecos de las aporías aristotélicas y dirá: “pasado y futuro,
¿Cómo pueden existir si el pasado ya no es y el futuro no existe todavía? En cuanto
al presente... Si el presente para ser tiempo es preciso que deje de ser presente y
se convierta en pasado, ¿cómo decimos que el presente existe si su razón de ser
estriba en dejar de ser? No podemos, pues, decir con verdad que existe el tiempo
sino en cuanto tiende a no ser” (San Agustín, 1997: 327).”
En este sentido aterrizando en lo que dicen Aristoteles y que más adelante refuerza
San Agustin el tiempo está en esa delgada línea entre la existencia y la no
existencia. Podríamos también entender que introducir la memoria y el alma en esta
apología complica aún más la recepción o entendimiento del tiempo, pero que aún
así es necesario hacerlo.

Todo esto anteriormente mencionado me da pensar, cuestionar y entender que el


tiempo no es más que la memoria, es lo único que queda en todo este juego
presente, pasado y futuro, es la única existencia real de la cual hay una plena
conciencia de ella. De la misma manera me lleva a realizarme algunos
interrogantes. ¿Es el tiempo nada más una dimensión espiritual? ¿se percibe el
tiempo mediante el alma? ¿Está en lo material, el alma o en las dos?.
Es el tiempo entonces un concepto o idea que está presente en nosotros, y cuando
personalmente pienso en este término es imposible no imaginarme la eternidad, y
sé que muchos más seres humanos se sentirán identificados con esto, podría
considerarse entonces el tiempo una idea del hombre tratando de indagar por la
eternidad, y si se pregunta por el ahora es debido a la razón de existir.

Las discusiones sobre el tiempo no se dan sólo en la modernidad, sería incoherente


decir esto porque desde 1400 a.C se daban los primeros chispazos por tratar de
medir y ordenar lo que ocurría, esto lo sustenta la creación del reloj de agua, más
tarde el de arena, el solar, etc. Lo que intentamos develar es que siempre ha
existido esa intencionalidad de medir, ordenar y secuenciar.
“ Otro aspecto es la noción de orden o secuencia, que involucra la capacidad de
determinar qué evento ocurrió primero, cuál le siguió y así sucesivamente (como por
ejemplo la secuencia correcta de dígitos en un número de teléfono). Un caso
particular de percepción de orden o secuencia implica la determinación del intervalo
de tiempo mínimo que debe separar dos eventos para que los mismos sean
percibidos como separados y no simultáneos. Esto involucra la capacidad de
discriminación entre las experiencias de sucesión y de simultaneidad.”
(D. Golombek, 2010, pág.20)
Estas lógicas en muchas ocasiones también es la que determina los momentos en
los que las personas deben cumplir con ciertos actos determinados por la misma
sociedad, por ejemplo la edad para tener un hijo, para ser un profesional, para
emprender una carrera, etc. Todo esto nos da entender que el tiempo también es un
constructo social, delimitado por los mismos seres humanos, para así lograr de una
u otra forma sometimientos y ordenamientos sociales.
Relacionamos esto con lo que K. Marx en una época más moderna, nos habla El
tiempo lo es todo, el hombre no es nada; es, a lo sumo, la cristalización del
tiempo” (Marx, 1978: 34).
Acá Marx nos habla más desde la cosificación del hombre y como el tiempo ha sido
una creación del hombre para ordenar, aumentar la productividad y que se rijan por
unas pocas maneras de organización. El hombre moderno se ha vuelto un esclavo
del “tiempo” y todo lo que ha girado en torno al tiempo es para poner un “valor” al
trabajo y productividad del mismo hombre.

Por último, me quisiera referir a lo que anteriormente señalaba como “acuerdo” y es


que precisamente acá es donde podemos dar uno de los tantos acercamientos que
a mi parecer podríamos concebir. La ausencia que ha existido de generalizar
conceptualmente este término desde los filósofos analiticos, filosófos reflexivos (que
lo acercan más a una dimensión espiritual), políticos, religiosos,etc ha provocado
que se llegue a un “acuerdo” o un tipo de “contrato social” en el que lo que se
buscará es una forma de ordenar momentos, hechos, acontecimientos, etc, así pués
que como anteriormente lo mencionaba de otras formas, el tiempo es subjetivo y lo
que para mi significa el tiempo no será lo mismo que para otra persona, mucho
menos el sentido de acuerdo a su memoria que finalmente es la permanece y
existe, le de este sujeto.

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