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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

(Universidad del Perú, DECANA DE AMÉRICA)


FACULTAD DE LETRAS Y CIENCIAS HUMANAS

ESCUELA ACADEMICA DE FILOSOFIA

MONOGRAFÍA FINAL DE SEMINARIO DE DESCARTES


La Moral de Descartes y las pasiones

PRESENTADO POR:
SAMUEL OCTAVIO TAMARA FLORES
PROFESOR:

LIC. HUMBERTO QUISPE HERNÁNDEZ

LIMA – PERÚ
2022

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INTRODUCCIÓN
El propósito con este trabajo es señalar el profundo interés que tenía Descartes
por la Moral y como este promueve criterios, valores y prácticas morales en su
doctrina, la Motivación para realizar el trabajo es que usualmente se considera
que descartes no desarrolló teorías de valor, véase no desarrolló una doctrina
en la “estética y la ética”.Sin embargo Descartes si propone criterios y valores
estéticos, su dedicación a la ciencia con un fin práctico y no teórico, me permite
visualizarlo como un filósofo moral antes que como un filósofo de la ciencia.
Su moral es una sola y perfectible, expresada en el Discurso del método como
pertrecho o aprovisionamiento del que viaja por la vida. En el Tratado de las
pasiones, una vez dominada la conciencia de la libertad y la resolución es firme
de usarla siempre y jamás perderla, se forma la moral de la generosidad y no
ya de aprovisionamiento. Distingue la “certeza moral” y la “certeza más que
moral” refiriéndose a la garantía de la verdad y no a unas verdades tenues y
firmes que se pueden emplear en lo práctico y en lo teórico
En el presente trabajo se usarán las meditaciones morales de descartes y se
demostrara que en el análisis del “corpus cartesiano” se pueden reconstruir
aspectos centrales de su meditación moral, que esta incluye una doctrina sobre
las pasiones; también señalaré que en las ideas cartesianas del conocimiento
práctico se identifica con el “ejercicio de la virtud” y del “Vivre
Heureusement”(vivir felizmente), por último se señalará en donde descansa la
moralidad de Descartes, si es un asunto de razón pura o está más allá de la
razón, ¿descansa en las propiedades intrínsecas de las cosas o en las
propiedades de los agentes humanos?

1. Planteamiento de la moral(conducta) para las pasiones en el


“Tratado de las pasiones del alma”

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La reflexión moral de Descartes no poseer una unidad tan notable como lo
poseen sus escritos sobre física y metafísica, sus meditaciones morales se
forman de manera progresiva y en muchos tiempos diferentes y separados,
esto se diferencia de su estudio en la física donde todo su contenido o almenos
la mayoria de este se encuentra en su obra “el tratado del mundo” de 1664 o de
sus estudios en metafísica que se encuentran en las “Meditaciones” de 1647;
su estudios o reflexiones morales en cambio no poseen esta característica y no
tienen a simple vista un fin o un resultado
Por supuesto en cuanto a Descartes siempre se ha concebido su filosofía como
una que orbita al problema del conocimiento y que no tiene un interés en la
moral salvo ocasiones circunstanciales en donde la utiliza para imprimir marcas
conceptuales de las representaciones clásicas de la física o metafísica escritas
por el mismo.
Lo que trato de decir es que en Descartes no podemos encontrar un tratado
enfocado únicamente a la moral, algo que sí podemos encontrar en otros
filosóficos epistemológicos como Aristoteles y Kant donde la moral es una parte
esencial de su sistema filosófico. Sin embargo considerándolo bien si se podría
considerar un trabajo de descartes que cumpla este requisito de dedicarse a la
moral, este vendría a ser el “tratado de las pasiones del alma” de 1649 o
simplemente conocido como “las pasiones del alma” , aunque en este trabajo el
propio Descartes afirma considerarse como un filósofo natural y no un filósofo
moral, y es que a diferencia de la filosofía medieval, Descartes no aborda las
pasiones como un místico o algun medico espiritual, ni mucho menos como un
moralista tradicional
Pero bueno, antes dije que la reflexión moral en descartes está separada en
muchos tiempos, miremos uno de estos ejemplos, el más importante si se
podría decir, esta se encuentra en la tercera parte del “Discurso” , En esta
expone la “Moral provisional” …Sin embargo esta parece elaborada más por
estar en concordancia las autoridades religiosas de la época, y no parece
elaborada principalmente por una preocupación filosófica

Sin embargo se puede ver una excepción a esta constante de descartes sobre
la moral, estas se encuentran en las cartas que el filósofo envío a la princesa
Elisabeth de Bohemia donde profundiza sobre las cuestiones morales: el bien
soberano y la virtud, esta correspondencia es la que dio como resultado el libro
“tratado de las pasiones del alma” donde Descartes busca explicar las pasiones
como un filósofo natural y no como un retórico; esta declaración se puede
encontrar en el Prefacio del libro
«solamente como filósofo natural [o médico], no como retórico... ni
moralista» (Les Passions, I art. 327)
Sin embargo esta declaración es completamente diferente al tratamiento que
Descartes tiene con la moral en la mayor parte del libro, ya que en este busca
entender las pasiones y dirigirlas en la felicidad.Pero esta declaración no es
una mentira, sino que se justifica por la forma particular en que descartes
expone las pasiones.

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Lo hace girando en el Eje Aristotelico y Tomista, situando las pasiones no en el
alma sensible, la cual es distinta al alma racional y de la voluntad, en cambio
sitúa a las pasiones dentro de la res cogitans y de ahí las define como un tipo
de pensamiento que es diferente a otros pensamientos(cogitaciones puras), por
que son “percepciones, sensaciones y emociones del alma” pero al mismo
tiempo pueden ser causadas, mantenidas y reforzadas por algún movimiento
de los espíritus animales, osea a movimientos del cuerpo
De esta forma las pasiones poseen una estructura híbrida, son pensamientos,
ideas, percepciones y también son acciones del cuerpo que son recibidas por
el alma
«no es nuestra alma la que las hace tal como son» (Les Passions, I art.
17).

Para Descartes las pasiones son “todas buenas”, le parece impensable que la
naturaleza haya puesto estas en el hombre sin algún uso, y de este uso que
nosotros le demos es de qué depende que las pasiones sean bondadosas o
malignas, que sean buenas o malas, Descartes comprende al hombre como
inocente pero al mismo tiempo es responsable del error y de la verdad, del mal
y del bien que se hacen a otros hombres o a sí mismo
Las pasiones son vías como efectos de los movimientos de los “espíritus
animales”, un mecanismo corporal, algo que la naturaleza ha instituido y que el
hombre encuentra en el mismo lugar siempre, las pasiones se encuentran
ligadas al límite entre alma y cuerpo, son los signos de la unión del alma con el
cuerpo y precisamente por ser un signo necesita de una conducta regulada,
una actitud, para proteger la independencia de los pensamientos y garantizar la
comprensión de la realidad de un hombre, es necesario conocer y aprender
controlar estas pasiones para darles el mejor uso posible. El hombre por
consiguiente debe dominar la separación del cuerpo corporal y la mente.

2. LA RELACIÓN DE LAS PASIONES, PROPÓSITO DE LA


RAZÓN
SIguiendo con la perspectiva de Descartes, la respuesta a una pasión del alma,
es una acción del alma, ahora la pasión del alma es a su vez una acción del
cuerpo, entonces la acción de alma sería una “pasión del cuerpo” ya que se
está empezando a ser consciente; entonces las acciones del alma son sus
deseos y estos deseos no se opondría a lo involuntario, vease no se opondría a
los movimientos corporales. un ejemplo sería:

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-El alma no se opone a la sensación de hambre si no se opone al deseo de
comer-
Ya que un deseo no se puede oponer a tener un deseo, y esto es algo
involuntario ósea que involucra algo que no tiene consentimiento, precisamente
por eso la principal acción de alma es resistir que las pasiones dispongan de
esta, pero no impiden las pasiones mismas, ya que estas no son causadas por
el alma. Es precisamente esta visión de Descartes, esta conciencia de la
necesidad de las pasiones en un alma ligada al cuerpo y de su carácter
involuntario y se podría decir mecanico en sus procesos de formación que
hace que descartes se distinga entre los filósofos moralistas antiguos, ya que
ordena la tabla de pasiones desde la perspectiva física
Ahora el alma no experimenta pasiones si no tuviese un cuerpo, es por el
cuerpo que el alma puede experimentar el mundo, estas pasiones pueden ser
pensamientos, ideas donde el alma se contempla, sin embargo sólo las
representaciones que son acompañadas de una emoción pueden considerarse
pasiones, el alma no las contempla como algo exterior a ellas, como si lo hace
con las ideas solas o imágenes puras, en cambio las contempla en el interior; y
cuando la pasión presente es destacadamente fuerte, como la indignación, la
cólera, el odio, los celos; entonces el alma no es tan distinta de la emoción que
siente y que le indigna. En estos casos el alma no se pertenece más, no es
capaz de separarse de lo que le agita y mueve, y no puede contemplar desde
el exterior asi como lo haría en el ejercicio de consciencia y reflexión sobre sí
misma, la pasión entonces terminar por suprimir la distancia entre el yo y eso
que le es exterior.

Para esto el «remedio» a las pasiones no es el extirparlas del alma o tratar de


suprimirlas, ya que esto significaria suprimir al hombre mismo, El remedio en
cambio consiste en restaurar la distancia que la pasión ha suprimido a
asegurarnos que el yo no se confunda de nuevo con ellas, de esta forma la
característica asociativa de la pasión se puede contraponer a la acción
separado del entendimiento, esto se debe precisamente a la relación, instituida
por la naturaleza, entre un movimiento del cuerpo y un pensamiento que define
a toda pasión, y a diferencia del vicio y la virtud, los cuales no son
acompañados de ningún movimiento de los espíritus animales, de alguna
emoción particular. Por otra parte, se debe a la relación que las pasiones
instauran entre el yo, los otros, y el mundo.
«a saber, que existe tal vinculación entre nuestra alma y nuestro cuerpo
que, cuando hemos unido alguna vez un acto corporal con un
pensamiento, en lo sucesivo ya no se nos presenta nunca uno sin el
otro» (Les Passions, art. 136, p. 148).
Estas asociaciones suelen ser inconscientes, asociaciones entre algún tipo de
objeto y una emoción, véase por ejemplo la fobia a las arañas,). Es por esto
que la razón debe elaborar ejercicios y prácticas para disociar las
representaciones de emociones comunes que las acompañan.

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Otra relación es la de la vida misma, osea las pasiones son híbridas, vease son
relaciones compuestas entre el alma/cuerpo y signos que enseñan al alma
sobre la utilidad o daño de las cosas para el cuerpo al que esta unidad, es por
esto mismo que todas las pasiones primitivas que se refieren al cuerpo y solo
afectan al alma tanto que está unida a aquel, siem embargo su función natural
es incitar al alma a consentir y contribuir a las acciones que pueden servir para
conservar o perfeccionar el cuerpo. La pasión es distinta de la razón, del
entendimiento y de la regulación de nuestros deseos así como de limitar la
voluntad

Una última relación que se podría hablar es la que el alma mantiene con todas
las cosas, osea una relación de conocimiento; es la unión con el cuerpo lo que
introduce la reducción de todas las cosas a la utilidad (bien) o a lo nocivo. Claro
esta acción nunca anula totalmente el poder que el alma tiene de representar
las cosas a través de las ideas y de distinguir el valor o la perfección de lo que
ellas representan. Para Descartes la objetividad del juicio nunca está
completamente separada de los intereses de la vida y de las pasiones. La
voluntad, principio y solo principio de la conducta ética están subordinadas al
entendimiento y a las representaciones que se limita a distinguir las unas de las
otras, es el valor o la perfección de las cosas representadas que mueven a la
voluntad, y mientras estas perfecciones sean más grandes y las
representaciones más distintas, más fácil y libre será el ejercicio de la voluntad.
El entendimiento concibe y conoce, la voluntad elige y se determina.
Por lo tanto el entendimiento no es una facultad electiva, la voluntad no es una
facultad deliberativa, esta no puede determinarse a elegir más que de entre las
cosas que el entendimiento tiene alguna idea, las cuales podemos tener claras
y distintas deseables. Así todas las reglas de la moral de Descartes, provisoria
o perfecta, se reducen a una sola: hacer lo que se juzga ser lo mejor

3. El lugar de la Moral
Descartes distingue las pasiones primitivas en 6 pasiones particulares, estas
serían:
● Asombro
● Amor
● Odio
● Deseo
● Alegría
● Tristeza

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El resto de pasiones serían compuestas de estas 6 primitivas o derivadas de
estas, en todo caso las pasiones operaron de una manera común siendo en
primera instancia motivadores internos que disponen al alma a desear cosas
específicas
«El sentimiento de temor mueve al alma a querer huir, el de coraje a
querer pelear, y de modo similar con los demás» (Les Passions, art. 40).

Otras pasiones diferentes resultan de los efectos de movimientos diferentes en


la glándula pineal; y estos, asume Descartes, han sido ordenados por Dios por
el amor de preservar el cuerpo humano
«la función de todas las pasiones consiste solamente en esto, que ellas
disponen nuestra alma a querer las cosas que la naturaleza estima útil
para nosotros, y persistir en este querer; la misma agitación de los
espíritus que normalmente causa las pasiones también dispone al cuerpo
a hacer movimientos que nos ayudan a conseguir estas cosas» (Les
Passions, art. 52).

Por supuesto en última instancia Descartes piensa que las pasiones deben ser
reguladas por los poderes de la razón. ya que si bien aquellos que son movidos
más profundamente por las pasiones serian capaces de disfrutar d elos
placeres más dulces en la vida, el verdadero y principal uso de la sabiduria es
la enseñarnos a ser maestros de nuestras pasiones y que podamos
controlarlas con destreza, con la suficiente que los males que estas puedan
causarnos sean tolerables e incluso puedan generarnos alegria
«Todo el bien y el mal de esta vida depende de las puras pasiones» (Les
Passions, art. 212).

La felicidad depende de las pasiones, la perspectiva moral de Descartes


consiste en que las pasiones, en especial la del amor y alegría, son una parte
valiosa de la vida humana, el disfrute de estas es consistente con la felicidad
producto de la acción virtuosa, pero que incluso la felicidad puede tener incluso
pasiones dañinas así como la tristeza, entonces la felicidad sería un
contentamiento perfecto en que la mente y una satisfacción interior que
acompaña a la práctica de la virtud
¿En qué consiste este «contentamiento perfecto de la mente?,¿ de qué se trata
la satisfacción interior? o ¿la satisfacción y el placer que acompaña la práctica
de la virtud?: La moral está vinculada profundamente a la vida en la que
debemos suspender la experiencia y sus enseñanzas para conocer cuáles son
en ellas mismas, y no en relación a nosotros, las cosas de las cuales nuestra
mente tiene ideas claras y distintas.
La universalidad se opone a la parcelación de las disciplinas y a eso que se
relaciona a la mente humana en tanto unidad indivisible. Su función consiste en

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demostrar que la voluntad da forma a lo que se determina, El tema de la vida,
de la conducta de la vida, del comportamiento para con los otros, sus
creencias, sus costumbres, es un tema constante en el Discurso y que se
anuncia tan pronto en el pensamiento de Descartes con la pregunta «Quod
vitae sectabor iter?». ¿Qué camino debo seguir en la vida?
La moral de Descartes está fuera de su sistema filosófico, pero es condición
incondicional de ese mismo sistema, se repite a menudo que las acciones de la
vida no pueden igualar la certeza de los objetos del entendimiento, y que será
vano esperar para la determinación del actuar, las que indican un camino
exento de riesgo, pero no dice que no hay certitud que pueda aclarar y anular
su indeterminación intrínseca por una determinación o solución que la mayoría
de la gente espera que provenga de la fortuna, pero que se puede encontrar en
la fuente de una voluntad que tiende al bien o, al menos, a lo mejor. La
satisfacción del alma depende de la posesión de la certeza. La moral de
Descartes esta garantizada por una certeza en que no puede dominar ciertos
peligros de la vida, y que por ende es una vida independiente.
Para poder vivir con las pasiones, uno requiere habilidad, experiencia, un saber
sobre el sí mismo de uno como quien tiene un timón y no la soberbia, el orgullo,
la vanagloria y en el fondo, la mezquindad e ignorancia de aquel que tiene
deseo perpetuo de poder, de poder de dominio sobre los demás.
Por eso la medicina y la filosofía son para Descartes, dos puntos de vista
diferentes de una misma realidad:
● la salud del alma (conocer la verdad)
● la salud del cuerpo
Estas deben encontrarse en la parte del hombre que es la unión del alma y el
cuerpo. La moral de Descartes no logra ubicarse estrictamente dentro de la
lógica tradicional estoica, sino en un tipo de lógica neo-estoica: todavía
obedece a la preocupación por el exceso, pero para vivir feliz no basta con
imitar o «seguir la naturaleza»; sino de conseguir satisfacción y contento
personal sabiendo usar nuestra propia naturaleza, nuestras pasiones del alma,
nuestro libre arbitrio.
Entonces el lugar donde reside la singularidad de las meditaciones morales de
Descartes está en que no pone énfasis en el deber, no construye una regla de
cálculo para medir placer y dolor, ni compila una colección de consejos, de
recetas que permitan al hombre vivir bien. A veces su reflexión toma la forma
de una exaltación, pero no se reduce a ella. No es cuestión de leyes
universales, de prohibiciones, de reglas, tampoco es cuestión de sondear las
profundidades del alma humana para revelar sus ulteriores pulsiones. Para
Descartes, no es la debilidad del alma la que hace la ocasión de la moral, sino
que ella es la sede del cuidado y fortaleza del sí mismo, sin este cuidado
personal, sin la vida feliz de la propia mente, la más feliz, no hay conducta feliz
para con los otros.

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CONCLUSIÓN
La Obra de Descartes no incluye un tratado monotemático consagrado a la
moral sin embargo esto no quiere decir que Descartes no haya hecho
profundos y genuinos aportes a la reflexión moral,

BIBLIOGRAFÍA
● Descartes a Elisabetta (18 de Agosto de 1645), en G. Belgioioso (ed.),
René Descartes: Tutte le Lettere 1619-1650
● Cfr. R. Descartes: Las Pasiones del Alma. Edición, introducción y notas
de Julián Pacho, Biblioteca Nueva, Madrid 2005, 43.
● Descartes, R. (1641/2009). Meditaciones acerca de la Filosofía Primera.
Seguidas de las objeciones y respuestas,

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