Está en la página 1de 1

610

Campos Cañas Alison Avileny


Castro Pineda Ximena Daniela
Dueñas Doroteo Ángel Rhaziel
Moreno Butron Arely Sarahi
Rodriguez Guzmán Paulina

L A J A U L A DE L A M E L AN C OL IA
I DE N TI D A D Y M E TA M OR F OS I S D EL MEX I CA N O
DE R OGE R B AR T R A

PENETRACION

La nación es el territorio más pisoteado e impenetrable de la sociedad moderna, moldeado por la violencia,
la guerra, el saqueo y la conquista. Un sistema de dominación disfrazado de economía y política para ocultar
la injusticia, la desigualdad y la explotación.

Esta cultura política dominante surgió de los intelectuales positivistas de principios de siglo, con la
contribución de filósofos, psicólogos, ensayistas y el arte mexicano, invaden el estudio del carácter
mexicano creando una existencia literaria y mitológica, traducción de innumerables obras, vinculándonos a
un Estado capitalista carente de democracia moderna.

El alma nacional solo se puede ver desde una perspectiva occidental, ya que son las ideas que nos han
inculcado desde siempre, no podemos cambiar de perspectiva de un momento a otro. Tal es el caso del
concepto del “mexicano típico” el cual nos da una idea de que existe un sujeto único en la historia nacional
de “lo mexicano”; sin embargo, esto es incorrecto ya qué México es un país diverso y es equivocado pensar
que los mexicanos son una serie de estereotipos y características específicas cuando en realidad existe
gran diversidad sobre “lo mexicano”. Por esta razón es que existe una relación entre los nacionalistas y los
malinchistas, y sería que solo alimentan la propia mitología nacionalista haciendo creer a las personas que
vivimos en una sociedad hegemónica.

Los mexicanos somos fácilmente moldeables, es por esto por lo que se les compara con un axolote, ya que
su identidad no termina de ser completamente definida ya que como se ha mencionado el pensamiento
nacionalista no es más que una imaginería de lo que es lo “mexicano” conformado por una serie de
estereotipos.

Las ciencias sociales se encuentran atadas a un nudo trágico, dando procesos y estructuras para
codificarlos de nuevo. Estas tienden a agruparse en dos polis que simbolizan su teatro: El sujeto activo y
dinámico, el cual es metamorfosis y el Yo interrogativo; y el otro, que es el sujeto pasivo y oculto, que se
basa en el objeto melancólico y estático.

La antropología es la ciencia en la que vernos como otros nos ven, no es más que el reverso y la contraparte
del don de ver a los demás como realmente son y cómo quieren ser, tiene que derribar las barreras entre
la raza y la diversidad cultural.

En todas las partes lo animal —así como lo divino— se encuentra en el hombre.

La antropología en un discurso unificador, en el cual —el salvaje, dios, el occidental y el animal— es parte
de una cadena de trascendencias. Nos enfrentamos en un mundo heterogéneo y dividido, es decir, en la
cárcel de un metalenguaje que va a servir para medir las cadenas de nuestra servidumbre y para invitarnos
a romperlas.

También podría gustarte