Está en la página 1de 12

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE LOS ANDES

ESCUELA PROFESIONAL DE CONTABILIDAD

Tema: La Edad Moderna.


Asignatura: Filosofía
Docente: Mgtr. Martha Ecos Ramos
Presentado por:
 Pichihua Casas Michael
 García Gutiérrez Faviola
 Mallma Mendoza Luis
 Quis Carire Max
 Hurtado Pariona Sadan
 Chuyma Curi Marfeli
 Ccorahua Rodriguez Pamela
 Rodriguez Murga Deyber
 Tineo Urpi Yadira

ANDAHUAYLAS – APURIMAC
La Edad Moderna, un período histórico que abarcó aproximadamente desde el
siglo XV hasta el siglo XVIII, fue una etapa de transformaciones fundamentales
que dejaron una huella profunda en la historia de la humanidad. Durante este
tiempo, se produjeron cambios revolucionarios en todos los ámbitos de la vida,
desde la ciencia y la tecnología hasta la política, la economía, la cultura y el
pensamiento humano. La Edad Moderna marcó un punto de inflexión en la
evolución de la civilización occidental y sentó las bases para el mundo moderno
en el que vivimos hoy en día.
La importancia histórica de la Edad Moderna radica en su carácter de transición
entre la Edad Media y la Edad Contemporánea. Fue una época de grandes
cambios, en la que la mentalidad medieval comenzó a dar paso a nuevas
formas de pensar y concebir el mundo. Durante este período, se produjo una
serie de eventos y desarrollos que tuvieron un impacto duradero en la
configuración de la sociedad y sentaron las bases para los avances y las
transformaciones posteriores.
En primer lugar, la Edad Moderna estuvo marcada por los descubrimientos
geográficos y la expansión de los horizontes conocidos. Los viajes de
exploración liderados por navegantes intrépidos como Cristóbal Colón, vasco
da Gama y Magallanes llevaron a la apertura de nuevas rutas comerciales y al
establecimiento de contactos entre diferentes culturas y civilizaciones. Estos
descubrimientos no solo ampliaron el conocimiento geográfico del mundo, sino
que también tuvieron un profundo impacto en el comercio, la economía y las
relaciones internacionales, dando lugar a la formación de imperios coloniales y
cambiando la dinámica global.
En segundo lugar, la Edad Moderna fue testigo de importantes avances
científicos y tecnológicos. Figuras destacadas como Galileo Galilei, Isaac
Newton y Johannes Gutenberg revolucionaron nuestra comprensión del
universo, sentando las bases de la ciencia moderna y facilitando la difusión
masiva de conocimientos a través de la invención de la imprenta. Estos
avances científicos no solo transformaron la forma en que entendemos el
mundo natural, sino que también tuvieron un profundo impacto en la sociedad y
la cultura, cuestionando las ideas tradicionales y sentando las bases para la
Ilustración y el pensamiento racionalista.
Además, la Edad Moderna fue un periodo de cambios políticos y sociales
significativos. Surgieron nuevas formas de gobierno y se produjeron
revoluciones que redefinieron las estructuras de poder y los derechos
individuales. La Reforma Protestante liderada por Martín Lutero tuvo un
impacto profundo en la religión y en la sociedad en general, rompiendo con la
hegemonía de la Iglesia Católica y dando lugar a la diversidad religiosa y al
surgimiento de nuevas denominaciones cristianas.
La Edad Moderna se sitúa temporalmente entre la Edad Media y la Edad
Contemporánea. Aunque no existe un consenso absoluto sobre las fechas
exactas que delimitan su inicio y su fin, se considera que abarca
aproximadamente desde el siglo XV hasta el siglo XVIII.
El inicio de la Edad Moderna se suele situar en el año 1453, con la caída del
Imperio Romano de Oriente (Bizantino) y la toma de Constantinopla por parte
del Imperio Otomano. Este acontecimiento marcó el fin de la Edad Media y el
comienzo de una nueva era caracterizada por profundos cambios políticos,
económicos y culturales.
A partir del siglo XV, Europa experimentó una serie de transformaciones
fundamentales que contribuyeron a la formación del mundo moderno. Entre
ellas, se destacan:
1. Renacimiento: Durante el siglo XV, el Renacimiento tuvo lugar en Italia
y se extendió por toda Europa en los siglos XVI y XVII. Esta corriente
cultural y artística se caracterizó por el redescubrimiento de la cultura
clásica, la valoración del ser humano y el énfasis en la razón, el
individualismo y la belleza. El Renacimiento supuso una ruptura con la
mentalidad medieval y sentó las bases para el desarrollo de la ciencia, el
arte y la filosofía modernos.
2. Descubrimientos geográficos: A lo largo de los siglos XV y XVI, los
exploradores europeos, en su búsqueda de nuevas rutas comerciales y
recursos, llevaron a cabo importantes viajes de exploración. Las
expediciones de navegantes como Cristóbal Colón, vasco da Gama y
Magallanes llevaron al descubrimiento de nuevas tierras y culturas,
estableciendo contactos entre diferentes partes del mundo y cambiando
la concepción geográfica y económica de la época.
3. Reforma Protestante: En el siglo XVI, la Reforma Protestante liderada
por Martín Lutero desafió la autoridad de la Iglesia Católica y dio lugar a
la aparición de nuevas corrientes religiosas en Europa. La Reforma
Protestante tuvo un impacto significativo en la sociedad, la política y la
cultura, y contribuyó a la fragmentación religiosa y a la diversidad de
creencias en el continente.
4. Revoluciones políticas y sociales: En los siglos XVII y XVIII, se
produjeron importantes cambios políticos y sociales en Europa. La
Revolución Inglesa, la Revolución Francesa y la Ilustración fueron
movimientos que pusieron en tela de juicio el poder absoluto de los
monarcas y promovieron la idea de derechos individuales, libertades
civiles y gobierno basado en la razón y el contrato social.

"Tesis: La Edad Moderna fue un período de transformaciones


trascendentales que sentaron las bases del mundo moderno, impulsando
avances en áreas como la ciencia, la tecnología, la política y la cultura, y
generando cambios fundamentales en la mentalidad y en las estructuras
sociales de la época."
Basándonos en la tesis planteada, hemos decidido desarrollar una serie de
temas relacionados a la Edad Moderna los cuales presentamos a continuación:
a) Avances científicos y la Revolución Científica: Durante la Edad Moderna,
se produjeron avances científicos significativos que sentaron las bases de la
Revolución Científica. Estos avances transformaron la comprensión del mundo
natural y marcaron un cambio fundamental en el pensamiento científico. Aquí
tienes un desarrollo de este tema:
La Revolución Científica de la Edad Moderna fue un período de avances
científicos y cambios de paradigma que tuvieron un impacto duradero en la
forma en que los seres humanos comprenden y estudian la naturaleza. Uno de
los aspectos más destacados de esta revolución fue el desarrollo de un
enfoque empírico y basado en la observación sistemática.
Uno de los hitos más importantes de esta época fue la formulación del modelo
heliocéntrico del sistema solar por parte de Nicolás Copérnico en el siglo XVI.
Copérnico desafió la creencia predominante de que la Tierra estaba en el
centro del universo, argumentando que era el Sol el que ocupaba esta posición.
Este modelo revolucionario cambió radicalmente la comprensión de la
cosmología y allanó el camino para futuros descubrimientos científicos.
Otro científico destacado de la Revolución Científica fue Galileo Galilei, quien
realizó importantes contribuciones a la física y la astronomía. Mediante la
utilización del telescopio, Galileo hizo observaciones que respaldaban la teoría
heliocéntrica de Copérnico y refutaban la concepción geocéntrica tradicional.
Además, sus experimentos con caída libre y el estudio de la ley de la inercia
sentaron las bases de la física moderna.
Isaac Newton fue otro científico clave de la época, conocido por su formulación
de las leyes del movimiento y la ley de la gravitación universal. Sus
descubrimientos permitieron explicar los movimientos de los cuerpos celestes y
establecieron las bases de la mecánica clásica. La obra de Newton, Principia
Mathematica, se convirtió en un hito fundamental en el desarrollo de la ciencia
y proporcionó un marco matemático riguroso para el estudio del universo.
Además de los avances en astronomía y física, también hubo importantes
progresos en otras disciplinas científicas. Por ejemplo, en el campo de la
biología, el médico y anatomista Andreas Vesalius realizó estudios pioneros
sobre la anatomía humana, desafiando las ideas erróneas heredadas de la
antigüedad. En química, Robert Boyle llevó a cabo experimentos sobre las
propiedades de los gases y sentó las bases de la química moderna.
Estos avances científicos de la Edad Moderna marcaron una ruptura con las
concepciones tradicionales y establecieron una nueva forma de pensar basada
en la observación, la experimentación y la formulación de teorías respaldadas
por evidencia empírica. La Revolución Científica sentó las bases para futuros
avances y transformó radicalmente la comprensión del mundo natural, abriendo
paso a la ciencia moderna tal como la conocemos hoy en día.
b) Transformaciones en la mentalidad y la cultura: Durante la Edad
Moderna, se produjeron importantes transformaciones en la mentalidad y la
cultura que marcaron un quiebre con el pensamiento medieval y sentaron las
bases de la forma de pensar moderna. Estos cambios influyeron en diversos
aspectos de la vida, desde la religión y la filosofía hasta las artes y la literatura.
A continuación, se desarrolla este tema:
La Edad Moderna fue testigo de una transformación fundamental en la
mentalidad y la cultura, conocida como el cambio de la mentalidad medieval a
la mentalidad moderna. Este cambio se caracterizó por un alejamiento de la
visión teocéntrica y religiosa del mundo y una creciente valoración de la razón,
la experiencia y el potencial humano.
El Renacimiento fue un movimiento cultural clave que impulsó esta
transformación. Durante este período, se revitalizó el interés por la cultura
clásica, se promovió el estudio de las artes liberales y se valoró la creatividad y
la originalidad. Los humanistas, como Leonardo da Vinci y Erasmo de
Rotterdam, enfatizaron la importancia de la educación, la investigación y la
exploración de nuevas ideas.
El humanismo renacentista también puso énfasis en el individuo y en la
capacidad humana para lograr progresos y alcanzar el potencial máximo. Esta
valoración del individuo y su poder transformador se reflejó en campos como la
filosofía y la política. Filósofos como René Descartes promovieron la idea del
pensamiento racional y la duda metódica, alentando a las personas a confiar en
su propia capacidad de razonamiento y a cuestionar las creencias establecidas.
En el ámbito religioso, la Reforma Protestante desencadenó una serie de
cambios en la concepción de la religión y la espiritualidad. Líderes como Martín
Lutero y Juan Calvino cuestionaron la autoridad de la Iglesia Católica y
promovieron la interpretación personal de la Biblia. Esto llevó a una mayor
autonomía y responsabilidad individual en la práctica religiosa, así como a la
proliferación de distintas corrientes protestantes.
En las artes y la literatura, la Edad Moderna fue testigo de una explosión de
creatividad y nuevas formas de expresión. La pintura y la escultura
experimentaron un florecimiento notable, con artistas como Leonardo da Vinci,
Miguel Ángel y Rafael creando obras maestras que reflejaban la belleza y el
ideal humano. En la literatura, autores como William Shakespeare y Miguel de
Cervantes exploraron temas humanos universales y desarrollaron nuevos
géneros literarios.
Estas transformaciones en la mentalidad y la cultura de la Edad Moderna
sentaron las bases para la forma de pensar moderna y la valoración de la
razón, la experiencia y el individualismo. La promoción del conocimiento, la
confianza en la capacidad humana y la búsqueda de la verdad a través de la
razón influyeron en los campos de la ciencia, la política, la religión y las artes, y
continúan siendo elementos centrales en la sociedad contemporánea.
c) Reforma Protestante y la Iglesia Católica: La Reforma Protestante fue un
movimiento religioso y social que tuvo lugar durante la Edad Moderna y que
tuvo un impacto significativo en la Iglesia Católica y en la sociedad de la época.
Fue liderado por reformadores como Martín Lutero, Juan Calvino y Ulrico
Zwinglio, quienes desafiaron las doctrinas y prácticas de la Iglesia Católica y
propusieron nuevas formas de entender la fe y la salvación. A continuación, se
desarrolla este tema:
La Reforma Protestante fue un intento de reformar y revitalizar la Iglesia
Católica, que en ese momento enfrentaba críticas debido a la corrupción y la
falta de espiritualidad en su jerarquía. Martín Lutero, un monje alemán,
desencadenó el movimiento al publicar sus 95 tesis en 1517, en las que
cuestionaba las prácticas de venta de indulgencias y llamaba a un debate
sobre la fe y la salvación.
Uno de los principales puntos de desacuerdo entre los reformadores y la Iglesia
Católica fue la doctrina de la justificación por la fe. Lutero sostenía que la
salvación no se obtiene a través de las buenas obras o la intercesión de la
Iglesia, sino únicamente por la fe en la gracia de Dios. Este enfoque desafió la
autoridad de la Iglesia y puso énfasis en la relación directa y personal entre el
individuo y Dios.
La Reforma también tuvo un impacto en la liturgia y las prácticas religiosas. Se
promovió la lectura y el estudio de la Biblia en lenguas vernáculas, lo que
permitió un mayor acceso a las Escrituras por parte de los fieles. Además, se
cuestionaron y eliminaron prácticas como la veneración de imágenes y
reliquias, y se simplificaron los rituales y ceremonias.
La respuesta de la Iglesia Católica a la Reforma fue en gran medida a través de
la Contrarreforma. El Concilio de Trento (1545-1563) fue una respuesta
importante a los desafíos planteados por los reformadores y buscó reafirmar la
doctrina y la autoridad de la Iglesia. El concilio abordó cuestiones como la
corrupción clerical, la formación de los sacerdotes y la promoción de una mayor
disciplina eclesiástica.
Además de la respuesta institucional, la Iglesia Católica también llevó a cabo
una renovación espiritual y pastoral. Surgieron nuevas órdenes religiosas,
como los jesuitas, que se enfocaron en la educación y la predicación para
contrarrestar el avance del protestantismo. Además, se fomentó una mayor
devoción a través de la promoción de santos y la realización de
peregrinaciones.
La Reforma Protestante y la respuesta de la Iglesia Católica tuvieron un
impacto duradero en la historia religiosa y social de Europa. La división entre
católicos y protestantes generó tensiones políticas y conflictos armados, como
la Guerra de los Treinta Años. Además, la Reforma sentó las bases para la
diversidad religiosa y la pluralidad de interpretaciones religiosas que
caracterizan la sociedad actual.
d) Revoluciones políticas y cambios en las estructuras de poder: Durante
la Edad Moderna, se produjeron importantes revoluciones políticas y cambios
en las estructuras de poder que tuvieron un impacto significativo en la
configuración de la sociedad. Estos cambios incluyeron la consolidación de los
Estados nacionales, la revolución democrática y el surgimiento de nuevas
formas de gobierno. A continuación, se desarrolla este tema:
Una de las transformaciones políticas más destacadas de la Edad Moderna fue
la consolidación de los Estados nacionales. Antes de este período, Europa
estaba compuesta por una serie de territorios fragmentados y gobernados por
nobles y señores locales. Sin embargo, a medida que avanzaba la Edad
Moderna, los monarcas comenzaron a centralizar el poder y a establecer un
control más firme sobre sus territorios.
El proceso de consolidación de los Estados nacionales se vio facilitado por el
desarrollo del absolutismo monárquico, que otorgaba a los monarcas un poder
absoluto y concentrado en sus manos. Algunos ejemplos destacados de
monarcas absolutistas fueron Luis XIV de Francia y Carlos V de España. Estos
monarcas buscaron expandir su autoridad y debilitar la influencia de la nobleza
y los Estados generales.
Sin embargo, junto con el absolutismo monárquico, también surgieron
movimientos que abogaban por una mayor participación política y una
distribución más equitativa del poder. La Revolución Inglesa del siglo XVII fue
un evento clave en este sentido. Durante esta revolución, se enfrentaron el rey
Carlos I y los defensores del parlamentarismo, encabezados por Oliver
Cromwell. Como resultado, se produjo la derrota y ejecución de Carlos I y se
estableció un régimen republicano, conocido como la Mancomunidad de
Inglaterra.
Además de la consolidación de los Estados nacionales y la lucha por la
participación política, la Edad Moderna también fue testigo de la revolución
democrática. En este contexto, la Revolución Americana y la Revolución
Francesa fueron dos eventos fundamentales que promovieron los ideales de
libertad, igualdad y fraternidad. Estas revoluciones buscaron romper con las
estructuras de poder existentes y establecer sistemas políticos basados en los
derechos individuales y la soberanía popular.
En la Revolución Americana, las colonias británicas en América del Norte
lucharon por su independencia de Gran Bretaña. La Declaración de
Independencia de los Estados Unidos, promulgada en 1776, afirmaba los
derechos naturales inalienables y establecía los fundamentos de un gobierno
democrático basado en el consentimiento de los gobernados. Esta revolución
sentó las bases para la formación de la primera república moderna en América.
Por su parte, la Revolución Francesa, que comenzó en 1789, fue un evento
que tuvo un impacto global en la historia política y social. La revolución
buscaba acabar con el absolutismo monárquico y establecer un gobierno
basado en los principios de libertad, igualdad y fraternidad. Durante este
período, se promulgó la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano, que proclamaba la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y la
soberanía popular.
Estos cambios políticos y transformaciones en las estructuras de poder de la
Edad Moderna sentaron las bases para la evolución del sistema político
moderno. Las revoluciones políticas y los cambios en las estructuras de poder
desafiaron las formas tradicionales de gobierno y sentaron las bases para la
democracia y la participación ciudadana.
Estos eventos también influyeron en la forma en que se concebían los
derechos individuales y colectivos. Los movimientos revolucionarios
promovieron la idea de que todos los individuos tienen derechos inherentes y
que el gobierno debe proteger y respetar estos derechos. Estos principios se
plasmaron en documentos fundamentales como la Declaración de
Independencia de los Estados Unidos y la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano en Francia.
Además, los cambios políticos de la Edad Moderna también tuvieron un
impacto en la estructura de la sociedad. A medida que los Estados nacionales
se consolidaban y se fortalecía el poder centralizado, se establecían nuevas
formas de administración y organización gubernamental. Surgieron burocracias
estatales más eficientes y se implementaron políticas y reformas que buscaban
el desarrollo económico y social.
Es importante destacar que estos cambios políticos y estructurales no se
produjeron de manera uniforme en todos los países. Cada región experimentó
su propia trayectoria política y social, y los procesos de transformación variaron
en tiempo y alcance. Sin embargo, en general, la Edad Moderna fue una época
de ruptura con las estructuras de poder establecidas y de búsqueda de nuevas
formas de gobierno basadas en los ideales de libertad, igualdad y participación
ciudadana.

e) Cambios económicos y el surgimiento del capitalismo: Durante la Edad


Moderna, se produjeron importantes cambios económicos que marcaron el
surgimiento y desarrollo del capitalismo como sistema económico
predominante. Estos cambios incluyeron la expansión del comercio, el
desarrollo de las rutas comerciales, el crecimiento de las ciudades y el
surgimiento de nuevas formas de producción y organización económica. A
continuación, se desarrolla este tema:
Uno de los cambios económicos más destacados de la Edad Moderna fue la
expansión del comercio. A través de exploraciones marítimas y expediciones
coloniales, los países europeos establecieron contactos comerciales con
nuevas regiones del mundo, como América, África y Asia. Este proceso,
conocido como la era de los descubrimientos, permitió la circulación de bienes,
productos y conocimientos en una escala global.
f) Expansión colonial y encuentros interculturales: Durante la Edad
Moderna, se produjo una expansión colonial sin precedentes por parte de las
potencias europeas. Este proceso de expansión colonial tuvo un impacto
significativo en la sociedad actual, especialmente en términos de encuentros
interculturales y la configuración de la relación entre diferentes culturas. A
continuación, exploraremos estos temas en mayor detalle:
La expansión colonial europea durante la Edad Moderna fue impulsada por
motivos económicos, políticos y religiosos. Las potencias europeas, como
España, Portugal, Inglaterra, Francia y los Países Bajos, establecieron colonias
en América, África y Asia. Estas colonias se convirtieron en centros de
extracción de recursos naturales, comercio y establecimiento de dominio
político.
El encuentro entre las potencias colonizadoras y las sociedades indígenas y
autóctonas fue un aspecto fundamental de este proceso de expansión. Los
europeos se encontraron con culturas y civilizaciones diferentes, con sistemas
de creencias, idiomas y tradiciones distintas a las suyas. Estos encuentros
interculturales tuvieron una serie de consecuencias tanto para las sociedades
colonizadoras como para las colonizadas.
En primer lugar, los encuentros interculturales llevaron a un intercambio de
conocimientos, tecnologías, alimentos y prácticas culturales entre las diferentes
culturas. Por un lado, los europeos introdujeron nuevos cultivos, como el maíz y
la papa, en Europa, lo que tuvo un impacto significativo en la alimentación y la
demografía europeas. Por otro lado, las culturas indígenas aportaron
conocimientos sobre plantas medicinales, técnicas agrícolas y sistemas de
organización social que enriquecieron el conocimiento y la práctica europea.
Además del intercambio de bienes y conocimientos, también hubo conflictos y
tensiones entre las diferentes culturas. La expansión colonial conllevó la
imposición de la cultura europea y el desplazamiento de las culturas indígenas.
Esto se manifestó en formas de dominación política, económica y religiosa. Las
potencias colonizadoras impusieron su lengua, su sistema legal, su religión y
su forma de gobierno en las colonias, lo que llevó a la asimilación forzada y la
pérdida de identidad cultural para muchas comunidades indígenas.
Asimismo, los encuentros interculturales también generaron tensiones raciales
y discriminación. La división entre europeos y colonizados, basada en
diferencias raciales y culturales, llevó a la creación de sistemas de jerarquía y
desigualdad. La discriminación racial y la segregación fueron características
comunes en las colonias, con los europeos ocupando posiciones de poder y
privilegio, mientras que los indígenas y los africanos esclavizados eran
subordinados.
El impacto duradero de la expansión colonial y los encuentros interculturales se
puede observar en la sociedad actual. La diversidad cultural, el mestizaje y la
influencia de las culturas indígenas y africanas son parte integral de muchas
sociedades colonizadas. Además, el legado de la dominación colonial ha
dejado profundas cicatrices y desafíos, como la desigualdad socioeconómica,
el rac
ismo estructural y la búsqueda de justicia y reparación histórica.
En la sociedad actual, el legado de la expansión colonial y los encuentros
interculturales se manifiesta en la valoración de la diversidad cultural y la lucha
por la igualdad y la inclusión. Existe un reconocimiento creciente de la
importancia de preservar y respetar las culturas indígenas y tradicionales, así
como de abordar las injusticias históricas y las desigualdades resultantes del
colonialismo.
Los movimientos de derechos indígenas han ganado fuerza en todo el mundo,
reclamando la autonomía cultural, la tierra y la participación política. Se están
realizando esfuerzos para revitalizar las lenguas indígenas, promover la
educación intercultural y garantizar la representación y participación
significativa de las comunidades indígenas en la toma de decisiones.
Además, el reconocimiento de los impactos negativos del colonialismo ha
llevado a un llamado a la justicia y la reparación histórica. La búsqueda de
verdad, memoria y reconciliación se ha convertido en un elemento fundamental
en muchos países colonizados, con comisiones de verdad y reconciliación que
buscan abordar las violaciones de derechos humanos cometidas durante el
período colonial.

La expansión del comercio dio lugar al desarrollo de las rutas comerciales,


como la Ruta de la Seda y las rutas atlánticas. Estas rutas facilitaron el
intercambio de productos como especias, seda, metales preciosos y esclavos.
Además, se establecieron colonias y factorías comerciales en diferentes partes
del mundo, lo que permitió a los países europeos obtener recursos naturales y
establecer mercados para sus productos manufacturados.
Este aumento del comercio tuvo un impacto significativo en la economía
europea. Se generó una mayor demanda de productos, lo que impulsó la
producción y la innovación tecnológica. Surgieron nuevos sectores
económicos, como la industria textil y la minería, que se beneficiaron de la
disponibilidad de materias primas y mano de obra barata. El crecimiento
económico resultante sentó las bases para el surgimiento del capitalismo.
El capitalismo se caracteriza por la propiedad privada de los medios de
producción, la búsqueda del lucro y la competencia en el mercado. Durante la
Edad Moderna, se produjeron cambios significativos en las estructuras
económicas y sociales que promovieron el desarrollo del capitalismo. Uno de
estos cambios fue la transición del sistema feudal al sistema de propiedad
privada.
La propiedad de la tierra pasó de estar concentrada en manos de la nobleza a
ser controlada por individuos y empresas privadas. Este cambio permitió una
mayor movilidad social y la acumulación de capital por parte de la burguesía
emergente. Además, se desarrollaron nuevas formas de organización
económica, como las empresas comerciales y las compañías de seguros, que
facilitaron la inversión y la expansión económica.
El surgimiento del capitalismo también estuvo vinculado al desarrollo de la
banca y las finanzas. Las instituciones financieras, como los bancos y las
bolsas de valores, facilitaron el intercambio monetario, la inversión y la
especulación. Se promovieron formas de crédito y seguros que permitieron a
los empresarios asumir mayores riesgos y expandir sus operaciones.
El capitalismo también impulsó cambios en las relaciones laborales y la
organización del trabajo. A medida que la producción se volvía más
especializada y mecanizada, surgieron las fábricas y se estableció el sistema
de fábrica. Los trabajadores, en su mayoría proletarios, vendían su fuerza de
trabajo a los empleadores a cambio de un salario. Esta relación laboral
asalariada se convirtió en un elemento central del sistema capitalista.

Conclusión.
Los avances científicos, la Reforma Protestante, las transformaciones en la
mentalidad y la cultura, las revoluciones políticas y los cambios económicos
fueron elementos clave que contribuyeron a la Edad Moderna y tuvieron un
impacto duradero en la sociedad actual.
En primer lugar, los avances científicos impulsaron el desarrollo del
pensamiento racional y la observación empírica, sentando las bases de la
ciencia moderna. Las teorías científicas de figuras como Galileo Galilei, Isaac
Newton y Johannes Kepler revolucionaron nuestra comprensión del universo y
sentaron las bases para los avances tecnológicos posteriores. Además, la
mentalidad científica de experimentación y búsqueda de conocimiento ha
permeado nuestra sociedad actual, impulsando el progreso científico y
tecnológico en diversos campos.
La Reforma Protestante desafió la autoridad de la Iglesia católica y estableció
nuevas formas de religión y adoración. La idea de la libertad religiosa y la
capacidad individual para interpretar la fe tuvo un impacto profundo en la
sociedad y sentó las bases para la diversidad religiosa y la tolerancia religiosa
en la actualidad. Además, la Reforma Protestante estimuló el desarrollo de la
educación y la alfabetización, ya que la lectura de la Biblia se convirtió en una
práctica central para los creyentes.
Las transformaciones en la mentalidad y la cultura de la Edad Moderna, como
el Renacimiento, fomentaron la valoración de la individualidad, la creatividad y
la búsqueda del conocimiento. Estos valores siguen siendo fundamentales en
la sociedad actual, y el énfasis en la libertad de pensamiento y expresión se ha
convertido en uno de los pilares de la democracia moderna.
Las revoluciones políticas y los cambios en las estructuras de poder marcaron
el surgimiento de la democracia moderna y sentaron las bases para la
participación ciudadana y los derechos humanos. La idea de que el poder
emana del pueblo y la lucha por la igualdad y la justicia social son principios
fundamentales que aún buscamos alcanzar en la sociedad actual.
En cuanto a los cambios económicos y el surgimiento del capitalismo, han
influido en gran medida en la forma en que se organiza la sociedad y la
economía en la actualidad. El capitalismo ha impulsado el desarrollo de la
economía de mercado, la propiedad privada y la competencia empresarial. Si
bien el capitalismo ha generado beneficios económicos y avances tecnológicos,
también ha planteado desafíos en términos de desigualdad y sostenibilidad
ambiental.
En general, la Edad Moderna sentó las bases para la sociedad moderna en
muchos aspectos. Los avances científicos, los cambios religiosos, las
transformaciones culturales, las revoluciones políticas y los cambios
económicos han moldeado nuestra forma de pensar, nuestras instituciones y
nuestras interacciones sociales. La influencia duradera de la Edad Moderna en
la sociedad actual nos muestra la importancia de comprender y reflexionar
sobre nuestro pasado para comprender mejor nuestro presente y construir un
futuro más inclusivo y justo.

También podría gustarte