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LA AUDITORIA GENERAL DE LA NACIÓN

Es otra de las modalidades de control institucional incorporadas por la reforma


constitucional de 1994.
La Auditoria General de la Nación es un organismo institucionalmente dependiente del
Congreso de la Nación, cuyo rol es acompañar y dar sustento con sus dictámenes
técnicos al examen y opinión que el Congreso efectué al producir el control externo del
sector público nacional.
Se considera como un organismo de asistencia técnica de las cámaras legislativas,
actuando con autonomía funcional en el contexto del ámbito en que la Constitución lo
ha situado.
La ley suprema ha derivado a la ley reglamentaria la determinación del modo de
integración del cuerpo, en su articulo 85 que el presidente del organismo será
designado a propuesta del partido político de oposición con mayor numero de
legisladores en el Congreso.

Las atribuciones de la Auditoria General de la Nación son:

 El control de legalidad, gestión y Auditoria de la actividad de la Administración


Publica centralizada y descentralizada.
 Interviene en el trámite de aprobación o rechazo de las cuentas de percepción
o inversión de los fondos públicos.
 Demás funciones que la ley otorga.
La reforma constitucional de 1994 ha tenido un efecto ampliatorio o supresivo por la
propia fuerza normativa que impone la mismísima carta fundamental.
En la actualidad el cuerpo ha sido conformado de tal modo que tres auditores fueron
designados por cada una de las Cámaras del Congreso, y el restante por resolución
conjunta de ambas.
Bidart Campos apunta que la Auditoria esta presidida por un miembro de la oposición,
si la estructura no le permite coordinar adecuadamente el cuerpo.
Este órgano desarrolla dos principales funciones:

 Es asesor directo del Congreso a partir de sus dictámenes, con los que
obligatoriamente el Congreso debe conformar sus opiniones;
 Efectúa el control de legalidad, gestión y auditoria en el contexto que le
demarca el art. 85 de la CN.
Para este órgano le retrae ciertas funciones al Poder Legislativo que pasan a
instalarse en la esfera de su competencia. No hay roles compartidos por el Congreso y
la Auditoria General.
Bidart Campos interpreta que el articulo 85 de la CN puede ser ejercido a posteriori,
con anterioridad y en los actos que controla.
Este órgano carece de atribuciones jurisdiccionales y su rol controlador se limita a
informar al Congreso a fin de que este poder de Estado actúe en función de lo
colectado y sus atribuciones constitucionales. Será en última instancia el Poder
Judicial quien evalúe el resultado de las eventuales acciones civiles o penales que se
promuevan a instancias de los informes que este cuerpo debe remitir a una comisión
bicameral permanente revisora de cuentas, que deberá crear la ley.
La Auditoria General de la Nación no posee legitimación procesal propia para ocurrir a
la justicia en defensa de la legalidad.

Las áreas sujetas a controlo no han sido definidas por la reforma del 94, ya que el
concepto “administración pública” es ambigua como para admitir todo tipo de
interpretación.
Las administraciones publicas de las provincias quedan exentas de su esfera de
control.
Se propugna en doctrina la postura que habilita el control de la Auditoria:

 En todo órgano de Poder;


 En todo órgano extrapoder;
 En toda entidad – aun no estatal ni federal –

Jiménez entiende que el control se circunscribirá a la esfera de actuación del Poder


Ejecutivo, no sobre funcionarios pasibles de juicio político, lo cual es competencia
privativa del Congreso.
El marco de control ejercido por la Auditoria General de la Nación se limita a la esfera
del ámbito externo del sector público, ya que el ámbito interno es monitoreado por la
Sindicatura General de la Nación.

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