RELACIONES EN LA NATURALEZA.

Las relaciones mutualistas pueden ser consideradas como un “tipo de trueque o

canjeo biológico” en el que dos o más especies intercambian servicios, un ejemplo
claro es la relación entre la anémona de mar y el pez payaso, la anemona con sus
dardos venenosos protege al pez contra depredadores y el pez payaso protege a
la anémona contra peces que la consumen, otro ejemplo es la relación entre
insectos y flores, los insectos sirven a las flores siendo polinizadores y las flores a
los insectos siendo una fuente de alimento. Podríamos decir que en las
sociedades se dan bastante las relaciones mutualistas, pues casi siempre que
ayudamos lo hacemos porque sabemos que recibiremos algo a cambio.

Pero en la naturaleza también está el comensalismo, en el que solo uno de los

seres sale beneficiado y el otro ni se beneficia ni se perjudica, como el tiburón que
sirve como medio de transporte para el pez rémora, sin obtener ninguna ganancia,
o los árboles, que entre muchos de los servicios que prestan, está el de ser un
refugio para las aves y muchos otros animales. Esto en la sociedad podría
traducirse como servir al otro sin esperar nada a cambio, sin pensar si somos
beneficiados o no, es decir, ayudar solo para bien del otro.

En la naturaleza, estas relaciones se dan para suplir necesidades biológicas o

para permitir la coevolución, en las sociedades, por otra parte, no solo servimos
para obtener algo a cambio, sino que también servimos para crear o mejorar los
lazos con los demás, para ser aceptados o incluso para sentirnos bien con
nosotros mismos.
Salome Restrepo Vasco, 1001
 UN HOGAR PARA LA SALUD.

La naturaleza nos brinda un ambiente alejado del ajetreo de las ciudades, de los
problemas, el ruido y la contaminación y a cambio nos ofrece un ambiente más
puro y más armonioso. También nos brinda beneficios como los olores, los
colores como el verde, que evoca, la calma, la armonía, la esperanza, el bienestar,
y los sonidos, de las aves, el viento o el correr de un rio; todos estos combinados
nos llenan de paz, de energía, relajan nuestra mente, nos permiten meditar y son
un alto en nuestro día a día. Además en la naturaleza estamos en nuestro
ambiente original, esto los explica el biólogo Kou con la siguiente relación: "Así
como las ratas y otros animales de laboratorio que viven en ambientes ajenos a su
hábitat sufren alteraciones y trastornos que afectan a su funcionamiento social, a
las personas les ocurre lo mismo", por ello La naturaleza es sin duda uno de los
mejores sitios en los que buscar una buena salud, no solo física sino también
mental.
Salome Restrepo vasco 1001