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TIPOS DE RELACIONES EN LOS


ECOSISTEMAS Versión 1.0

COLEGIO MANUELA Biología de – 11 Fecha de Vigencia: 10 de


BELTRAN PROF. ALBERTO VILORIA Enero de 2015

SIMBIOSIS

En biología, la simbiosis es la forma en la que individuos de diferentes especies se


relacionan entre sí, obteniendo el beneficio de al menos uno de los dos. La simbiosis se
puede establecer entre animales, vegetales, microorganismos y hongos.

El concepto simbiosis proviene del griego y significa “medios de subsistencia”. Esta palabra
fue acuñada por Anton de Bary y hace alusión a las asociaciones que se establecen entre
los individuos de un ecosistema para competir o compartir recursos de la naturaleza.
Estas relaciones son indispensables para la supervivencia de los seres vivos, por lo que
fomentan la evolución de las especies.
A los individuos que integran las relaciones simbióticas se los denomina “simbiontes”.
Cuando uno de los individuos tiene un tamaño mucho más grande que el otro se los
denomina huésped al más grande y simbionte al de menor tamaño.

TIPOS DE SIMBIOSIS

En el comensalismo un individuo es beneficiado mientras que el otro no es afectado.

En la naturaleza se pueden identificar diferentes tipos de relaciones biológicas, como por


ejemplo:
Si consideran los beneficiados y perjudicados dentro de la relación simbiótica, se identifican
las siguientes clasificaciones:
Mutualismo. En este tipo de relación ambas especies se ven beneficiadas a partir de la
relación que establecen.
Parasitismo. En esta clase de simbiosis uno de los individuos se ve beneficiado a raíz de la
relación que establecen, mientras que el otro se ve perjudicado.
Comensalismo. En esta relación, uno de los individuos se ve beneficiado mientras que el
otro no se ve afectado ni para bien ni para mal. Dentro del comensalismo existen los
siguientes tipos:
Carroña. Un individuo se alimenta de los desechos de otras especies.
Foresis. Una especie utiliza a otra para protegerse o como medio de locomoción.
Si se considera el vínculo espacial que se establece entre los individuos, se pueden
identificar las siguientes variantes:
Ectosimbiosis. El simbionte se establece sobre el cuerpo del anfitrión.
Inquilinismo. Un individuo se hospeda dentro de otro para obtener refugio.
Endosimbiosis. El simbionte reside en el interior de las células del anfitrión o en los
espacios que queden entre ellas.
Metabiosis. Un individuo se ve beneficiado por los restos físicos de otro y los usa como una
herramienta.

EJEMPLOS DE SIMBIOSIS

Los animales de carroña se alimentan de restos de seres vivos.

La naturaleza está plagada de casos en los que se establecen relaciones simbióticas entre
diferentes especies e individuos, por ejemplo:
Cuando un alga y un hongo se unen, conforman líquenes, una estructura nueva que
adquiere mucha mayor resistencia y que los ayuda a colonizar mayores territorios
(mutualismo).
Existen aves que establecen un vínculo con aves de otras especies cuando dejan sus
huevos en su nido para que los críen como si fueran propios (parasitismo).
Cuando los cangrejos ermitaños se vinculan con determinadas anémonas de mar, el
cangrejo se protege con los tentáculos de la anémona y ésta se vale de los movimientos del
cangrejo para alimentarse con mayor facilidad (mutualismo).
Los animales de carroña se alimentan de restos de seres vivos, en general cazados por
otras especies (comensalismo).
Las aves hacen sus nidos y se valen de las ramas de los árboles para construir sus
viviendas sin causarles ningún tipo de daño (comensalismo).
Los mosquitos mantienen una relación con los seres humanos y animales al extraerles su
sangre. En muchas ocasiones, estos insectos son portadores de enfermedades y contagian
a quienes pican (parasitismo).
Cuando las abejas se alimentan del néctar de las flores, no solo se nutren sino que también
se convierten en agentes de polinización (mutualismo).
Los crustáceos se alimentan de ectoparásitos que se ubican entre las escamas y el cuero
de los peces, y eso, a la vez, ejecuta una labor de limpieza en las escamas (mutualismo).
Las rémoras se relacionan con los tiburones para transportarse, sin perjudicarlos de
ninguna manera (comensalismo).
Las moscas dejan sus huevos sobre la piel o en el interior del cuerpo de otras especies y,
cuando las larvas eclosionan, se alimentan del tejido en el que fueron hospedados
(parasitismo).
Las plantas y las lombrices entablan una relación cuando estas últimas se desplazan por la
tierra, creando canales que le facilitan a las raíces de las plantas la absorción
del agua (comensalismo).
Cuando determinados parásitos intestinales se alojan y reproducen en los intestinos de
algún ser vivo, afectando de forma negativa su digestión, mientras le sacan provecho
al organismo (parasitismo).

MUTUALISMO
El mutualismo es un tipo de relación entre especies o relación interespecífica, en el cual los
dos individuos involucrados obtienen un beneficio mutuo, o sea, se benefician ambos de su
asociación. Este tipo de vínculo no ocasiona daños a ninguno.

Las relaciones de mutualismo son muy importantes en las dinámicas ecológicas del medio
ambiente, sobre todo en el incremento de la biodiversidad y en el aprovechamiento máximo
de los recursos naturales disponibles, así como en los caminos que toma la evolución.
Este tipo de asociaciones entre especies puede comprenderse como una especie de
trueque o canje biológico, en el que cada especie da y gana algo. Dependiendo de qué sea
lo cedido y lo ganado, pueden clasificarse de la siguiente manera:
Relaciones recurso-recurso. En ellas las dos especies intercambian algún tipo de sustancia
o recurso biológico que es indispensable para ambas, de manera que su relación brinde
una ganancia material a cada una.
Relaciones servicio-recurso natural. En ellas se da el intercambio de algún recurso
producido, como en el caso anterior, a cambio de alguna acción o conducta que resulte
beneficiosa.
Relaciones servicio-servicio. Es el tipo menos frecuente de relación, en la cual lo
intercambiado por las especies es algún tipo de conducta o actuación, de modo tal que
ambas salen beneficiadas.

MUTUALISMO Y SIMBIOSIS

Los líquenes son asociaciones íntimas entre hongos y algas.

La simbiosis es un tipo de mutualismo, en el que se da un grado muy estrecho de


asociación entre las dos especies. Tanto así, que llevan una vida conjunta y a menudo
resultan indiscernibles una de otra. Obviamente, esta cooperación presenta beneficios
significativos para ambas especies, conocidas en adelante como simbiontes.
El ejemplo tradicional de la simbiosis lo constituyen los líquenes, asociaciones íntimas de
un hongo y un alga, en las que se comparte espacio vital y se
intercambia humedad y estructura (del hongo) por carbohidratos de la fotosíntesis (del alga).
Algunos ejemplos de mutualismo son:
Las abejas y las flores. Esta relación simbiótica data de hace milenios y es muy importante
para preservar la vida vegetal en el mundo. Las abejas, atraídas por la dulzura de las flores,
liban el néctar que hay en su interior y sin saberlo se impregnan del polen de la planta,
llevándolo a otra planta y así propiciando el intercambio genético entre plantas.
La flora bacteriana y los humanos. En nuestros intestinos hay una flora bacteriana, o sea,
un conjunto de especies bacterianas que en lugar de infectarnos y herirnos, nos ayudan a
descomponer la comida y a realizar la digestión, beneficiándose también en el proceso.
Las aves y el ganado. Vacas, bueyes, incluso especies salvajes como los rinocerontes se
ven a menudo con aves paradas sobre su lomo, picoteándoles sin hacerles daño. Esto se
debe a que las aves se alimentan de las garrapatas y piojos que estos animales poseen,
eliminándoles a cambio esa molestia.
Las hormigas y los pulgones. Las hormigas, tan territoriales, no suelen lastimar a cierto tipo
de pulgones, sino protegerlos. Ello se debe a que, a cambio, los pulgones comparten con
ellas un néctar dulzón que extraen de la sabia chupada de las plantas.
Las micorrizas. Se conoce con ese nombre a la unión de las raíces de los árboles y cierto
tipo de hongos, consistente en un intercambio de humedad (del hongo) por nutrientes (de la
planta), lo cual va en mutuo beneficio.

COMENSALISMO

Las anémonas protegen a los peces payaso de sus depredadores.

Las relaciones de comensalismo (del latín cum mensa, o sea, “compartir la mesa”) resultan
benéficas para alguno de los individuos involucrados en ella (y que pasa a denominarse
comensal), sin que de dicho beneficio se derive ningún tipo de daño o beneficio para el otro
individuo.
Un ejemplo de ello lo constituye el uso de las anémonas urticantes o corales de fuego por
parte de los peces payaso, que obtienen así protección de sus depredadores sin causar
malestar a nadie.

DEPREDACIÓN
Un ejemplo de depredación puede ser un león cazando una gacela para alimentarse.
En el caso de la depredación, una especie causa daño (es decir: la muerte) a otra, para así
poder alimentarse de ella, consumiendo la materia orgánica que compone su cuerpo. Así,
al consumidor se la denomina depredador y a al consumido presa.
Un ejemplo de ello ocurre entre los leones africanos y las gacelas de las que suelen
alimentarse, las cuales deben huir para preservar su vida y no ser devoradas por este feroz
depredador.
PARASITISMO

Las hembras de los mosquitos deben picar otros animales para alimentarse.
En este tipo de relaciones un individuo se alimenta del cuerpo del otro o lo utiliza para
perpetuar su ciclo biológico, causándole daño en el proceso. Este daño puede ser letal, pero
no suele ser masivo y directo, sino lento y progresivo, por lo que el parásito puede cohabitar
en el cuerpo del parasitado durante algún tiempo.
Es el caso de los mosquitos y otros insectos hematófagos, cuyas hembras deben “picar” a
otros animales (generalmente de sangre caliente) para alimentarse y poder fecundar los
huevos que continuarán la especie.

EPIBIOSIS
En el sustrato rocoso, el espacio es un elemento muy escaso y por el que hay una fuerte
competencia entre los organismos bentónicos, produciéndose una lucha constante por
recubrir y no ser recubiertos Para ello, muchas especies despliegan todo un arsenal de
armas químicas, consiguiendo con ello mantener el espacio y que no se instalen otros
organismos encima. Cuando estas armas químicas no son tan eficaces o no existen, las
especies son utilizadas como sustrato por otras de menor tamaño.
Es lo que se conoce por epibiosis, que es la relación permanente o no que se establece
entre dos especies diferentes en la que una sirve de sustrato de fijación para la otra En esta
relación la especie que se fija siempre sale beneficiada, mientras que la que sirve de
sustrato puede no ser afectada, puede ser afectada (especies que pierden capacidad de
obtener luz o alimento a medida de que van estando más recubiertas), o puede ser
beneficiada (especies que ganan en camuflaje al estar recubiertas)

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