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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA N. 6


PROGRAMA DE ESTUDIOS

ASIGNATURA: Lengua Española


PROFESORA: Patricia Martínez Cruz
No. de horas semanarias: 05
No. de horas anuales estimadas: 150
No. estimado de semanas: 24

Enfoque didáctico: enfoque comunicativo en cuatro ejes:

COMPRENSIÓN DE LECTURA COMPRENSIÓN AUDITIVA


EXPRESIÓN ESCRITA EXPRESIÓN ORAL

Propósito general: Que el alumno adquiera las habilidades necesarias para comunicarse con
eficacia.

ESTRUCTURACIÓN LISTADA DEL PROGRAMA

Primera Unidad: SABER DESCRIBIR

• El uso de la lengua en su registro formal e informal:


• Funciones de la lengua
• Tipos textuales
• Valores denotativo y connotativo

• Estructura básica de la lengua 1: Descripción


• Prosopografía
• Epopeya
• Retrato

Segunda Unidad: SABER RELATAR

• Estructura básica de la lengua 2: Narración.


• Estructura de un texto narrativo literario
• Leyenda
• Cuento
• Novela

• Estructura de géneros periodísticos


• Noticia
• Crónica
• Artículo
Tercera Unidad: INVESTIGAR E INFORMAR: LA MONOGRAFÍA

• Diferentes fuentes de información: impresas


y digitales
• Fases de la investigación documental
• Registro de bibliografía, hemerografía y referencias electrónicas en
formato APA y otros.
• Las citas textuales y de comentario
• La monografía: finalidad, objetivo, características y
estructura

Cuarta Unidad: EXPRESAR EL ARTE: LO LITERARIO

• Características del texto lírico


• El propósito comunicativo y estético
• Niveles: Fónico (la rima, la métrica y el ritmo), Semántico (la polisemia)
• Figuras retóricas: aliteración, asíndeton, comparación, elipsis, hipérbaton,
metáfora
• onomatopeya, paradoja, polisíndeton y sinestesia, entre otras
• El texto dramático: elementos propios del género dramático (estructura de la
obra, diálogos, acotaciones, ambiente y personajes)

Quinta Unidad: LEER E INTERPRETAR: LO


ICÓNICO VERBAL
• El texto icónico verbal
• Características: denotación, connotación, simbolismo
de los colores, las imágenes, las líneas, el mensaje
escrito y las figuras retóricas.
• Propósito comunicativo: la persuasión.
• Tipos de texto icónico verbal: la caricatura, el cartel, el
anuncio publicitario, el cómic o la historieta.
• La poesía de vanguardia

Sexta Unidad: DEFENDER Y PERSUADIR: LA ARGUMENTACIÓN

• Estructura básica de la lengua 3: la argumentación


• Características y estructura del texto argumentativo.
• Textos argumentativos: artículo de opinión, nota editorial y ensayo literario.
• Definición y tipos de argumento.
• Argumentación oral: debate
- Características: organización, tema, finalidad, integrantes (moderador, relator,
oradores) escenario.
- Fases: apertura, cuerpo del debate, sesión de preguntas y respuestas,
conclusión.
-
PLAN DE TRABAJO:
Las cinco horas a la semana se dividirán de la siguiente manera:

• Literatura: 2 horas
• Ortografía y redacción: 1 hora
• Análisis de textos no literarios: 2 horas

Lecturas que deben conseguirse en la librería:

Guarnido, Juanjo, Blacksad 4-El infierno, el silencio. Norma.


Correa Pérez, Alicia, El placer de la escritura. PEARSON.

Material requerido:
Cuaderno al gusto.
Las lecturas, plumas de colores, colores.
Eventualmente: tijeras, cartulinas, periódicos, revistas, pegamento, etc.

Bibliografía de consulta:
Serafini, María Teresa, Cómo redactar un tema. Didáctica de la estructura. Barcelona, Paidós,
1988.
Paredes, Elia, Prontuario de Lectura y redacción.

Evaluación de
Primer y segundo periodos:
50% trabajo en clase y en casa.
25% o 50% examen.
25% o 50% exposición individual: (mínimo 5’, máximo 10’).

Evaluación de tercer periodo:


25% trabajo en clase y en casa.
25% periódico.
25% revista o página web.
25% expresión oral.

Evaluación del curso:


Examen: 100 por ciento
Exentos: calificación mayor a seis
Décimas: suben a partir de seis.

Especificaciones:

1. En un sistema escolarizado como el de la ENP, la presencia en el salón de clases tanto del


profesor, como del alumno es la base del cumplimiento de los objetivos de la Preparatoria y
de las asignaturas. En virtud de lo anterior, en el acuerdo No. 22-09-03/ 02 el Consejo Técnico
de la ENP determinó: “Se aprueba como complemento al artículo 2º del Reglamento General
de Exámenes, el siguiente texto: la asistencia será obligatoria para todas las asignaturas
curriculares, con el fin de tener derecho a examen ordinario el mínimo de asistencia que se
requerirá será del 85%” (la asistencia es equiparable al trabajo en clase, si se cuenta con el
85 por ciento de trabajo, se podrá presentar examen final).

2. Art.10: “Podrán presentar examen ordinario los estudiantes inscritos que habiendo cursado la
materia no hayan quedado exentos de acuerdo a lo señalado en el inciso a) del artículo 2º. Se
considera cursada la materia cuando se hayan presentado los exámenes parciales, los ejercicios
y los trabajos, y realizado las prácticas obligatorias de la asignatura”.

3. La disciplina es imprescindible. No se permite faltas de respeto a ningún integrante del grupo.

4. Los celulares de preferencia deben permanecer apagados, en caso de no ser así, la llamada
(importante) debe ser atendida fuera del salón.

5. Se toleran de cinco a diez minutos de retraso, siempre y cuando no se haga de ello una
costumbre.

6. El alumno que llegue tarde debe incorporarse al grupo discretamente; es decir, sin hacer ruido.

7. El salón de clases debe permanecer limpio.

8. Si el alumno tiene necesidad de ir al baño, debe ir y volver en silencio.

Material didáctico

Lingüística

Predominantemente el ser humano se comunica con base en la lengua, un sistema de


signos lingüísticos (palabras).

Signo lingüístico

Está formado por un significante (sonido) y un significado (idea).


Ejemplo: El sonido de la palabra gato es el significante de gato, la idea, la imagen de lo
que concebimos e identificamos como un gato.

significado de gato (sonido).


La ciencia que estudia la lengua se llama Lingüística; la cual se divide en:

• Gramática: estudio de las reglas y principios que regulan el uso de la lengua. La


gramática estudia la sintaxis (la función de las palabras: sujeto, verbo, adverbio,
etc.) y la morfología (la estructura formal de las palabras: morfema, lexema etc).
• Fonología: estudia la función de los fonemas (sonidos: /p/: se escucha
un sonido implosivo (explosión), producido por los labios, sin vibración
de las cuerdas vocales)
• Semántica: estudia el significado de los signos lingüísticos
• Pragmática: estudia la enunciación y el enunciado, la deixis, las
modalidades, los actos de habla, la presuposición, la estructura
informativa del enunciado, el análisis del discurso, el diálogo y la
lingüística textual.

Elementos de la comunicación verbal

Hablante o emisor o enunciador: el que transmite un mensaje


Oyente o receptor o enunciatario: el que recibe el mensaje del emisor
Mensaje: información
Canal: medio a través del cual se transmite la información-comunicación. Ejemplos: el
aire, en el caso de la voz; el hilo telefónico, en el caso de una conversación telefónica.
Código: la lengua (en nuestro caso el español)
Contexto: entorno –cómo, cuándo, dónde--.

Funciones de la lengua

Emotiva: la lengua transmite emociones y sentimientos del enunciador o emisor. La


podemos identificar en las conversaciones que tenemos con nuestros amigos y familiares.

“¡Ha ocurrido un terrible atentado terrorista en la ciudad de Nueva York!, ¡me siento tan triste!”

Apelativa: el mensaje se orienta hacia el oyente (hacer actuar al oyente, influir en su


acción). Predomina en los discursos que tienen como fin convencer, mandar o exhortar,
como en los discursos políticos y los publicitarios.

Para hablar de la justicia y la legalidad es preciso recordar, una vez más, que todos tenemos la misma
dignidad humana, merecemos los mismos derechos y nos corresponden las mismas responsabilidades.
Necesitamos recordar que tenemos una sola tierra para todos y que debemos compartirla equitativamente.
Debemos considerar que, como tenemos intereses y proyectos diferentes, necesitamos respetar y obedecer
un conjunto de leyes y de reglas que organicen y pongan límites (a favor del derecho de otros) a nuestra vida
en sociedad, a nuestra vida en la naturaleza.

Poética: se orienta el mensaje hacia sí mismo. Las palabras se usan para crear una
realidad propia. Predomina en el discurso literario, el cual tiene como fin crear (hacer arte)
a través de la palabra.

Creeríase que la población,


después de recorrer el valle,
perdió la razón
y se trazó una sola calle.

Fática: el emisor establece, interrumpe y se asegura de que su mensaje está siendo


recibido. Predomina en la conversación cotidiana.
--“¿Bueno?...¿sí me escuchas?... Te decía, ojalá todo salga bien…¡hasta luego!”

Metalingüística: se usa la lengua para explicar la misma lengua. Sobre todo predomina
en un diccionario y en la conversación cotidiana.
--¿Cómo se dice, diferencía o diferencia?

Referencial: el mensaje nos remite al referente, a determinado contexto. Predomina en el


discurso didáctico, en el informativo y en el científico.

La nebulosa de Andrómeda es una galaxia espiral del mismo tipo que la nuestra, con brazos como espirales
que se abren en un sentido inverso al de la rotación del núcleo; su diámetro, de cerca de 110 000 años luz,
se encuentra a más de dos millones de años luz de distancia de la Vía Láctea.

Valores de la lengua

Valor denotativo: se refiere al significado literal o referencial de un mensaje determinado.


Es unívoco.
Locutor: ”La lluvia caída durante las dos últimas horas, en esta zona, está empeorando el tráfico en las
carreteras de nuestro país. Creemos que es necesario que los conductores se detengan en cuanto puedan y
les aconsejamos que se resguarden”.

Significado unívoco: está lloviendo y la circulación se ha vuelto complicada.

Valor connotativo: va más allá del significado literal; pues en la construcción del significado
intervienen códigos culturales, emociones, sentimientos e ideas. La palabra adquiere
múltiples significados.

Esta tarde llueve, como nunca; y no


tengo ganas de vivir, corazón.
Esta tarde es dulce. Por qué no ha de ser?
Viste de gracia y pena; viste de mujer.
Esta tarde en Lima llueve. Y yo recuerdo
las cavernas crueles de mi ingratitud […]

Significados probables: ¿está lloviendo o la lluvia es un símbolo para expresar un estado anímico de
desesperanza? Sin embargo, ¿por qué si “llueve”, la tarde es dulce?

El discurso
Un discurso es un acto de habla, la realización de la lengua, ya sea de manera oral o
escrita.
Tipos de discurso:
Científico: Su propósito principal es dar a conocer explicaciones racionales sobre los
diversos fenómenos, físicos, químicos, biológicos etc.
Político: el emisor busca persuadir, convencer y exhortar hacia los valores e ideas que
propone.
Literario: el emisor busca crear belleza o emociones estéticas a través de la palabra.
Periodístico: se construye una representación de la realidad a la que se alude. Sin
embargo, esa realidad (todo lo que sucede en nuestro mundo) es compleja, diversa y
cambiante.
Didáctico: el emisor tiene como propósito hacer comprender conocimientos y
habilidades.
Publicitario: su objetivo es seducir, convencer, exhortar o persuadir hacia la compra de
un producto.

Estructuras básicas de la lengua

Todo tipo de discurso se estructura con base en la descripción, la narración y la


argumentación. Así como ocurre con las funciones de la lengua, estas tres estructuras están
presentes en todo tipo de discurso. Sin embargo, una de ellas predomina. De este modo,
por ejemplo, podemos decir que la estructura argumentativa predomina en el discurso
político y en el discurso publicitario.

Descripción
Describir es explicar, de forma detallada y ordenada, cómo son las personas, los lugares
o los objetos.
Esquema de la descripción

Características propias: forma,


Objeto color, tamaño, etc.

Proceso

Animal
Lugar Comparación: semejanzas y
Persona diferencias con otros objetos.
Método
Emoción
Sentimien
to

Se puede describir denotativa o connotativamente.


Denotativa: actitud ajustada a lo que se describe. No opinión personal. Es muy precisa. La
función de la lengua es referencial y se utiliza sobre todo en el discurso científico.

Calamar gigante
Su nombre científico es Architeuthis, género que incluye ocho especies diferentes. Puede llegar a medir
unos 13 metros de largo en las hembras, y 10 metros los machos, si bien hay reportes que dicen haber visto
especímenes de 20 metros de largo o más, pero no han sido debidamente documentados.
Son tan esquivos al ojo humano porque son animales que viven en las profundidades, al menos de 300 a
1000 metros bajo en mar. Para adaptarse a la oscuridad reinante allí abajo es que tienen ojos del tamaño de
un pie humano, que pueden llegar a los 25 centímetros, los más grandes del reino animal. El tamaño es para
poder detectar la mayor cantidad de luz posible.
Los calamares gigantes tienen ocho brazos y dos tentáculos un poco más largos que los brazos. Todos ellos
tienen centenares de ventosas ubicadas en dos filas. Cada una puede succionar con fuerza, y tienen un aro
dental, pequeños dientes aserrados que les permiten mantener aferrada a su presa.
Un dato interesante es que para mantener la flotabilidad, o sea quedar en cierta profundidad como una boya,
no usan la vejiga natatoria como los peces, sino que se valen del cloruro de amonio presente en su tejido
muscular. El cloruro de amonio es menos denso que el agua, así que al crearlo logran mantener la posición
que quieren en la columna de agua
Connotativa: hay sentimientos y emociones involucrados, usa un lenguaje metafórico, por
lo que se abre a la interpretación múltiple.

Calamar gigante (Viaje Submarino, Julio Verne) en http://www.esociales.fcs.ucr.ac.cr/


biblioteca/esociales/VerneJulioVeintemilleguasdeviajesubmarino.pdf

Allí, a milla y media de la fragata, un largo cuerpo negruzco emergía un metro sobre las olas. La cola,
violentamente agitada, producía un remolino considerable. Jamás aparato caudal alguno batió el mar con
semejante potencia. Una inmensa estela de blancura deslumbrante señalaba el paso del animal y describía
una curva alargada.
La fragata se acercó al cetáceo. Yo lo examiné con ánimo objetivo. Las informaciones del Shannon y del
Helvetia exageraban un tanto en lo que respecta a sus dimensiones, pues Yo calculé que tendría solamente
unos doscientos cincuenta pies de largo. En cuanto a la anchura me resultaba difícil apreciarla; pero, en suma,
el animal me pareció de dimensiones admirablemente proporcionadas.
Mientras observaba a ese ser fenomenal, de los orificios nasales expulsó dos chorros de vapor y agua que
subieron a unos cuarenta metros de alto, lo que confirmó mí opinión sobre su manera de respirar.
Llegué a la conclusión definitiva de que pertenecía a la rama de los vertebrados, clase de los mamíferos,
subclase de los monodelfos, grupo de los pisciformes, orden de los cetáceos, familia... Esto no me era posible
decidirlo aún. El orden de los cetáceos comprende tres familias, las ballenas, los cachalotes y los delfines, y
en esta última entran los narvales. Cada una de las familias se divide en varios géneros, cada género en
especies, cada especie en variedades. Lo que me faltaba conocer era la variedad, la especie, el género y la
familia, pero con ayuda del Cielo y del comandante Farragut no dudaba de que completaría mi clasificación.
Según lo que se describa, la descripción suele clasificarse en:

• Topografía: descripción de un lugar o paisaje


• Cronografía: descripción de un tiempo o una época
• Zoografía: descripción de animales
• Etopeya: descripción de la psicología, carácter, de una persona o de un animal
• Prosopografía: descripción física

Estas dos últimas, la etopeya y la prosopografía forman el retrato literario:

El segundo desconocido merece más detenida descripción. Un discípulo de Gratiolet o de Engel hubiera leído
en su rostro como en un libro abierto. Yo reconocí sin la menor vacilación sus cualidades dominantes: la
confianza en sí mismo, pues la cabeza se destacaba nobIemente del arco formado por la línea de los hombros
y los ojos negros miraban con fría seguridad; la serenidad, pues la piel, más bien pálida que sonrosada,
anunciaba sangre tranquila de circulación regular; la energía, demostrada por la rápida contracción de los
músculos superciliares; el valor, en fin, porque su hondo respirar manifestaba gran fuerza vital.
Añadiré que era hombre altivo, que su mirar firme y tranquilo parecía reflejar hondos pensamientos, y que de
todo el conjunto, de la homogeneidad de expresiones entre los movimientos del cuerpo y los del rostro, de
acuerdo con las observaciones de los fisonomistas resultaba una indiscutible franqueza.
http://www.esociales.fcs.ucr.ac.cr/biblioteca/esociales/VerneJulioVeintemilleguasdeviajesu
bmarino.pdf

Para describir hay que observar con mucha atención y seleccionar los detalles más
importantes.
Después hay que organizar los datos siguiendo un orden:

- De lo general a lo particular o al contrario.


- De los primeros planos al fondo o al contrario.
- De dentro a fuera o al contrario.
- De izquierda a derecha o al revés.

Si queremos situar los objetos en el espacio con precisión, debemos usar expresiones
como a la derecha, junto a, al fondo, detrás de, en el centro, alrededor…
Narración

Se refiere a una sucesión de acciones o hechos que se producen a lo largo de un tiempo


determinado y que, normalmente, da como resultado la variación o transformación, en el
sentido que sea, de la situación inicial.
La sucesión de acciones recibe el nombre de secuencias de acciones. Se suele iniciar la
narración con la presentación de los –actantes-, personajes, en tiempo y espacio. Los
personajes actúan –realizan acciones— como reacción a una o más problemáticas. Cuando
las acciones alcanzan un punto de mayor interés llegamos al nudo o clímax. Luego viene
el desenlace, en el cual se resuelve el conflicto o no se resuelve o los lectores no sabemos
lo qué ocurrió.

La rana que quería ser una rana auténtica, en http://


www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/monte/ranaque.htm

[Fábula. Texto completo]


Augusto Monterroso

Había una vez una rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.
Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas
veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y
guardó el espejo en un baúl.
Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a
peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la
aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.
Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que
se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la
aplaudían.
Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una
Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con
amargura cuando decían que qué buena rana, que parecía pollo.

Estructura de la narración anterior:

Conflicto: la rana quería ser auténtica


Introducción: una rana ubicada en cualquier tiempo “Había una vez” y en cualquier lugar.
Secuencia de acciones:
La rana se compró un espejo
La rana se cansó de encontrar la autenticidad a veces sí y a veces no en el espejo
La rana guardó el espejo
La rana comenzó a peinarse y a vestirse para saber si los demás le otorgaban
autenticidad
La rana hizo ejercicio para tener unas piernas más bellas porque le pareció que la
admiraban por sus piernas.
La rana se dejó arrancar las piernas para que la gente se la comiera.
La rana escuchó que la gente la comparaba con un pollo.
Clímax: la rana se dejó arrancar las piernas.
Desenlace: la rana pereció y no logró que se le reconociera auténtica.
Argumentación

Argumentar es: “ofrecer un conjunto de razones o pruebas en apoyo a una conclusión”


(Anthony Weston, Las claves de la argumentación, p. 11).
Argumento: razonamiento, opinión razonada.

Estructura:

A1
Argumentación + A2…
An

= Conclusión o tesis

SOLEDAD Y COMUNICACIÓN (Ernesto Sábato)

El Yo aspira a comunicarse con otro Yo, con alguien igualmente libre, con una conciencia similar a la suya.
Sólo de esa manera puede escapar a la soledad y a la locura.
De todos los intentos, el más poderoso es el del amor. Pero es inútil que lo haga con un robot, o con una
prostituta que convierte el amor en sexo mecánico, o con una mujer que obedezca a poderes magnéticos: en
cualquiera de esos casos sólo logrará satisfacer sus necesidades sexuales. El cuerpo de los demás es un
objeto y mientras el contacto se realice con el solo cuerpo no existirá sino una forma del onanismo. Solamente
mediante la plena relación con un sujeto (cuerpo y alma), podremos salir de nosotros mismos, trascender
nuestra soledad y lograr la comunicación. Por eso el sexo puro es triste, ya que nos deja en la soledad inicial,
con el agravante del intento frustrado. Berdiaeff sostiene que el instinto sexual tiene un elemento demoníaco
y destructivo, pues nos arroja en el mundo puramente objetivo, donde la comunicación no es posible y la
soledad definitiva. De ahí que el erotismo exclusivamente sexual aparezca tan frecuentemente unido a la
violencia, al sadismo y a la muerte. No pudiendo llegar a la otra subjetividad, no pudiendo satisfacer su ansia
de comunión espiritual, el hombre se venga inconscientemente, desgarrando y odiando.
Se llega a sí a la paradoja de que la única forma de escapar a la subjetividad total es mediante lo más
extremadamente subjetivo que existe: no la razón (que es objetiva) sino la emoción; no mediante la ciencia y
las ideas puras sino mediante el amor y el arte. Así se alcanzan esos universales concretos que establecen
puentes entre los sujetos.

Estructura de la argumentación anterior:


Introducción
Argumento 1: El yo aspira a comunicarse con otro yo para escapar a la soledad y a la
locura.
Desarrollo
Argumento 2: El intento más poderoso de comunicación es el amor.
Argumento 3: Solamente mediante la plena relación con un sujeto (cuerpo y alma),
podremos salir de nosotros mismos, trascender nuestra soledad y lograr la comunicación.
Argumento 4: Por eso el sexo puro es triste, ya que nos deja en la soledad inicial, con el
agravante del intento frustrado
Argumento 5: Berdiaeff sostiene que el instinto sexual tiene un elemento demoníaco y
destructivo, pues nos arroja en el mundo puramente objetivo, donde la comunicación no es
posible y la soledad definitiva
Argumento 6: De ahí que el erotismo exclusivamente sexual aparezca tan frecuentemente
unido a la violencia, al sadismo y a la muerte.
Argumento 7: No pudiendo llegar a la otra subjetividad, no pudiendo satisfacer su ansia de
comunión espiritual, el hombre se venga inconscientemente, desgarrando y odiando.
Cierre
Conclusión o tesis: La única forma de escapar a la subjetividad total es mediante lo
más extremadamente subjetivo que existe: no la razón (que es objetiva) sino la emoción;
no mediante la ciencia y las ideas puras sino mediante el amor y el arte. Así se alcanzan
esos universales concretos que establecen puentes entre los sujetos.
Tipos de argumentos
• Argumento por ejemplo: la prueba consiste en dar uno o más casos específicos en
apoyo de una generalización.
• Argumentos de autoridad: se ofrece como prueba lo dicho por personas,
organizaciones u obras documentadas, debidamente cualificadas.
• Argumentos deductivos: con base en la razón lógica se contemplan razones ciertas
que, por lo tanto, conducen a una conclusión cierta.
• Argumento por definición: consiste en explicar un concepto con base en sus atributos
o en sus funciones. La definición se construye según lo que el autor quiera resaltar.
• Argumento por comparación: se compara ya sea para destacar semejanzas o bien,
diferencias.
• Argumento por relación causal: exposición de causa-efecto.
• Contraargumentación: Técnica de contraponer los argumentos de otros, con los
cuales no estamos de acuerdo, a nuestros razonamientos. También se llama
refutación. En este caso el autor supone posibles ideas contrarias a lo que el expone para, de
inmediato, ofrecer pruebas que las derriben. Esto le da más solidez a su propuesta
argumentativa.

Conectores frecuentes en la argumentación

Para comenzar un escrito: La finalidad de este escrito, Este trabajo trata de, El propósito
de este trabajo, El objetivo de escribir este trabajo, Persigo como fin, etc.
Para indicar causa: porque, ya que, pues, dado que, a causa de, por el hecho de que.
Para indicar consecuencia: en consecuencia, por tanto, por consiguiente, razón por la
cual, como resultado, así pues, etc.
Para terminar un escrito: En conclusión, Para resumir, Para finalizar, En resumen, etc.
Para indicar contraste: pero, no obstante, por contraste, más bien, a pesar de eso, por
otra parte, por el contrario, sin embargo, mas, hay que tener en cuenta, ahora bien, en
oposición, antes bien, etc.
Para indicar concesión: sin duda, seguramente, con seguridad, naturalmente, por
supuesto que, admito que, etc.

El párrafo

Un párrafo es una unidad de discurso que expresa una idea. Está integrado por un
conjunto de oraciones que tienen cierta unidad temática o que, sin tenerla, se enuncian
juntas. Es un componente del texto que en su aspecto externo inicia con una mayúscula y
termina en un punto y aparte. Comprende varias oraciones relacionadas sobre el mismo
subtema; una de ellas expresa la idea principal.

Oración principal: el párrafo está constituido por una oración principal que enuncia la parte
esencial de la cual dependen las demás. Es posible decir entonces que la oración principal
posee el sentido esencial del párrafo. Cabe hacer notar que la oración principal puede
aparecer en el texto de forma implícita o explícita. Cuando la oración principal está implícita,
ésta no aparece por escrito en el párrafo y es necesario deducirla. En cambio, la explícita
sí la encontramos escrita y podemos encontrarla al principio, en el medio o al final del
párrafo.

Oraciones secundarias o modificadoras: Pueden ser de dos tipos: de coordinación y


subordinación. Son coordinadas aquellas que están unidas mediante conjunciones, pero
poseen en sí mismas un sentido completo. Son subordinadas aquellas que solo adquieren
sentido en función de otra.
Unidad y coherencia: consiste en la referencia común de cada una de sus partes; es decir,
que tanto la oración principal como las secundarias se refieren a un solo hecho o idea.
La coherencia es la organización apropiada de las oraciones de tal forma que el
contenido del párrafo sea lógico y claro.

El sentido del humor y la capacidad de reír, funciones propias del ser humano, radican en la parte izquierda
frontal superior del cerebro, en una zona de dos centímetros cuadrados aproximadamente, es esa región
cerebral del tamaño de una nuez la responsable de la capacidad humorística que posee una persona, de
acuerdo con científicos de la Universidad de California.
Este descubrimiento se realizó al estimular el cerebro de una jovencita de 16 años, con una corriente
eléctrica para investigar el origen de sus ataques epilépticos crónicos, y los médicos pidieron a la paciente
que realizara una serie de tareas, como contar, nombrar objetos, leer y extender los brazos, así, la
estimulación de esta zona durante las pruebas provocó que la niña tuviera una sensación de regocijo y
estallara en carcajadas.
Dichos médicos encontraron que la fuente del sentido del humor se localiza en el frente de una zona cerebral
más amplia, conocida como Área Motora Suplementaria (AMS), en la que se sabe existe mayor nivel de
actividad entre las personas que tartamudean (EFE)

En el ejemplo anterior podemos observar cómo se constituyen los párrafos. El primero es


la introducción, el segundo desarrolla y el tercero cierra. En cada uno de ellos hemos
subrayado la idea u oración principal, las oraciones que no están subrayadas cumplen, por
consiguiente, la función de apoyo.

Textos periodísticos
Intención comunicativa
Los textos periodísticos tienen como función primordial informar del acontecer diario.
También persiguen analizar y ejercer la crítica; por lo cual influyen en la sociedad; es decir
forman opinión. Se manifiestan a través de la televisión, el radio, el ciberespacio y la prensa
escrita; medios cuyo alcance es amplio. De allí que se les nombre en conjunto, medios de
comunicación de masas. Sus formas más comunes son el periódico y la revista (prensa
escrita) y el noticiario.
Los textos periodísticos se clasifican en géneros:
• Informativos: noticia, reportaje y entrevista.
• De opinión: artículo, editorial y columna.
• Híbridos: fusionan propósitos de diversas áreas. Es el caso de la reseña, el ensayo,
la crónica y la entrevista; pues además de informar, analizar y criticar, persiguen un
fin estético.

El periódico
Regularmente se publica día con día, por eso también se le llama diario, incluso algunos
se editan dos veces al día, una por la mañana y otra por la tarde.
Sus funciones son informar, formar y entretener; las dos primeras de una manera clara,
concisa y veraz.
El periódico es el emblema del periodismo, una disciplina que influye en el juicio de la
sociedad. Por ello es necesario reflexionar sobre la información que diariamente nos llega
a través de él.
Hay periódicos que gozan de credibilidad, gracias a la reputación de sus columnistas, a
la veracidad de los géneros contenidos y a la precisión informativa. Sin embargo, siempre
se manifiesta una determinada ideología. De allí que se hable de periódico amarillista, de
izquierda, conservador e imparcial. Esta clasificación se usó sobre todo en el siglo XIX,
pues los cambios políticos estaban a la orden del día. Para darnos cuenta de cuál es la
ideología de un periódico tendríamos que atender entre otras cosas a su presentación, a
los colores que usa y a sus ideólogos.
La carta de presentación de un periódico es la Primera Plana, la cual se divide en
cabecera y cuerpo. Las demás páginas están organizadas de una manera similar a la
primera; además se reparte el contenido en secciones, de acuerdo al tema. Ejemplos de
secciones son: nacional, internacional, economía, ciencia, cultura, aviso de ocasión,
deportes y espectáculos.
Enseguida encontrarás un ejemplo de Primera Plana:
cabecer
Fechario Lema

ANTETÍTULO
Título (noticia)
principal

Cuerpo (se divide en columnas)


Imagen

Pie de imagen
Géneros periodísticos informativos

La noticia

Es la base de la actividad periodística. Se produce cuando ocurre un acontecimiento


novedoso, de actualidad y de importancia.
Los elementos que debe reunir se conocen en el argot periodístico con el nombre
de “6 W”: What, Who, When, Where, Why, How --qué, quién, cuándo, dónde, por qué, cómo-
-.
La noticia se estructura en pirámide invertida; se organiza la información de mayor a
menor importancia conforme se desciende.

Estructura de Pirámide invertida:

Antetítulo (puede faltar)


.

Título ( Indispensable)

Sumario (puede faltar)

Párrafo que amplía el título


reúne las “W”.

Entrada (Lead)
Un adelanto de las Cuerpo Detalles y datos
“6 W” complementarios.

Desarrollo Conclusión, reflexión, cita.

Remate
Ejemplo:

Tuvo un costo real de mil 110.5 millones de pesos Estela de Luz:


Escudero (Título de la noticia)
Según el contrato entre III y Gutsa, aumentó de precio en 65 millones de pesos,
denuncia el diputado. (sumario)
Roberto Garduño y Enrique Méndez (periodista)
Publicado: 01/02/2012 12:34

México, DF. La Estela de Luz, que inauguró Felipe Calderón el 7 de enero, costó mil 110
millones 575 mil pesos de pesos y no mil 35 millones, denunció el presidente de la Comisión
de la Función Pública, Pablo Escudero (PVEM), al presentar copias de la ampliación del
contrato entre I.I.I., filial de Petróleos Mexicanos, y la empresa Gutsa.
(Entrada o Lied)
El documento revela que el 24 de noviembre, el gerente de estudios, proyectos y
construcción de I.I.I., Luis Enrique Arvizu Romano –ex secretario de Obras del
ayuntamiento panista de Cuernavaca, firmó el convenio para ampliar en 15 días el término
de la obra, lo cual representó un costo adicional de 65 millones 717 mil pesos, más IVA.
(Desarrollo)
La modificación del contrato explica el retraso de la inauguración de la Estela, prevista para
el 31 de diciembre, y por qué se entregó el monumento al Consejo Nacional para la Cultura
y las Artes el 21 de diciembre. (Desarrollo)
El legislador refirió que el segundo incremento en el costo de la obra conmemorativa del
bicentenario del inicio de la Independencia, se debió a volúmenes excedentes y nuevos
conceptos extraordinarios adicionales, como protección catódica, un estudio de fatiga,
tornillería adicional, una rampa para discapacitados, iluminación del espacio, la
restauración de la Reja de los Leones de Chapultepec, entre otras. (Desarrollo)
“Es una vergüenza que se volviera a incrementar el costo de la obra, lo cual demuestra que
sigue el despilfarro del dinero, y todavía hay que esperar cuánto costará el finiquito”,
expuso. (Remate)
Reportaje
El reportaje tiene como base una noticia, pero no necesariamente tiene que tratarse de un
acontecimiento de actualidad. Además, a diferencia de la noticia, presenta mayor extensión
y mayor libertad expresiva por parte del autor; aunque sin perder objetividad.

La entrevista

La entrevista es un diálogo entre el periodista o periodistas y algún o algunos personajes.


La intención de una entrevista es obtener información sobre:
• la vida del personaje en cuestión,
• un tema del cual el personaje es experto,
• la opinión del personaje respecto a algún acontecer.
La entrevista tiene básicamente tres etapas: de preparación, en la cual se investiga y se
realiza un guión; la entrevista en sí: la conversación; y la escritura de la entrevista, la cual
puede realizarse de manera directa (pregunta y respuesta) o indirecta (narración y citas).

Géneros periodísticos de opinión

El artículo

Consiste en la expresión de la opinión individual de algún acontecer o tema. Debe aparecer


firmado y no se limita a temas de actualidad.
La aparición de los artículos en un periódico puede ser ocasional o fija; en este último caso
se les denomina “columna”.

El editorial

El editorial explica, valora e interpreta un hecho de actualidad de especial importancia y


que representa la postura ideológica del periódico.

Géneros híbridos

La crónica

Es una valoración de hechos actuales realizada por una persona cercana al acontecimiento
o con información primaria.
Se diferencia de la noticia por su intención valorativa y del reportaje por la carga objetiva
que éste último debe mantener.

Discurso literario

Características:

1. Predomina la función poética


2. Tiene un valor connotativo
3. Por consiguiente el sentido se amplia
4. Utiliza en abundancia recursos retóricos (metáfora, comparación, etc.)
5. Se juega con la sintaxis
6. La palabra es expresiva
7. Juega con los significados
Con fines de estudiar el discurso literario, se clasifica en géneros y en corrientes.
Las corrientes o movimientos literarios corresponden a las características culturales,
sociales y políticas de una época. Dichas características influyen en la manera de escribir
y en la temática de un autor.
Estas son algunas de las corrientes:
Siglos de Oro: Renacimiento y Barroco
Romanticismo
Realismo
Novecentismo o Generación del 14
Generación del 98
Generación del 27
Generación del 36
Literatura española durante la primera etapa del Franquismo
Literatura española de los años 50

Géneros literarios

Corresponden a la manera de escribir de acuerdo a determinada estructura y temática. Son


narrativa, lírica y dramática; los cuales a su vez contemplan subgéneros.

Narrativa: crónica, cuento, novela, diario, biografía, leyenda, fábula


Lírica: oda, elegía, soneto, himno, madrigal, lira, redondilla.
Dramática: tragedia, comedia, melodrama, ópera, auto sacramental, farsa.

Narrador
Punto de vista desde el cual se nos presenta la narración

Narrador en primera persona

Protagonista: El personaje principal narra las acciones en las cuales participa. Suele
profundizar en sí mismo.
Testigo: narra las acciones que ocurren en su entorno sin involucrarse en la acción, pero
manifiesta su opinión acerca de los hechos que observa
Narrador en tercera persona omnisciente: sabe todo lo que concierne a los personajes,
incluyendo como piensan y sienten.
Narrador en segunda persona: inmiscuye al lector en la historia. Se trata de un
desdoblamiento del yo.

Personajes:
Principales
Secundarios
Ambientales
Incidentales
Tipo
Protagonistas
Antagonistas

Diálogo
Es una conversación por medio de la cual los personajes comunican sus emociones y sus
pensamientos. El diálogo nos pone en contacto directo con la voz de los personajes; es
decir, el narrador deja que ellos a través de la conversación nos den cuenta de sí mismos.
El uso del diálogo también acelera la narración y la hace más viva.

Ejemplo:

Caperucita roja, versión de Charles Perrault, en http://www.ciudadseva.com/


textos/cuentos/fran/perrault/caperuci.htm

[…]
--¿Quién va?
Caperucita Roja, que oyó la ronca voz del lobo, tuvo miedo al principio, pero creyendo que su abuela estaba
constipada, contestó:
--Soy yo, tu nieta, Caperucita Roja, que te trae una torta y un tarrito de manteca de parte de mi madre.
El lobo gritó procurando endulzar la voz
-- Tira del cordel y se abrirá el cancel
Caperucita Roja tiró del cordel y la puerta se abrió. Al verla entrar, el lobo le dijo, ocultándose debajo de la
manta:
--Deja la torta y el tarrito de manteca encima de la artesa y vente a acostar conmigo.
Caperucita Roja lo hizo, se desnudó y se metió en la cama. Grande fue su sorpresa del aspecto de su abuela
sin vestidos y le dijo:
-- Abuelita, qué brazos tan largos tienes.
-- Así te abrazaré mejor, hija mía.
-- Abuelita, qué piernas tan largas tienes.
-- Así correré más, hija mía.
-- Abuelita, qué orejas tan grandes tienes.
-- Así te oiré mejor, hija mía.
-- Abuelita, qué ojos tan grandes tienes.
-- Así te veré mejor, hija mía.
-- Abuelita, qué dientes tan grandes tienes.
-- Así te comeré mejor, hija mía.
Y al decir estas palabras, el malvado lobo se arrojó sobre Caperucita y se la comió.

EL POEMA (proceso)
1. Intuición poética
Capacidad de penetración en la entraña de la realidad para encontrar...
Conciencia íntima de lo ya sabido.
Capacidad de transformación de lo pasajero en permanente.
Transformación de lo inefable (conocimiento) en concreto (lenguaje)
Comunicación de un proceso emotivo
Comunicación de la pasión de un descubrimiento

2. Lenguaje metafórico
Figurado/ directo
Expresivo/ significativo

3. Recursos
Rima (consonante y asonante)
Acentos (constancia y alternancia): ritmo
Línea tonal
Figuras retóricas
4. Efectos
Emociones y sensaciones, dados por: estímulos, atmósfera, sugerencias
simbólicas, líneas de emotividad.

5. Figuras retóricas
Aféresis, FD. Supresión inicial: Chas gracias.
Alegoría. T. Pensamiento traducido a imágenes: En la redonda encrucijada/ seis
doncellas bailan./ Tres de carne/ y tres de plata.
Aliteración, FD. Repetición de un sonido o una serie de sonidos acústicamente
semejantes, destinados a un cierto efecto: “Como una pieza de seda rasgada por
diez cuchillos”.
Anadiplosis, FC. Repetición del final de un v. en el principio del siguiente: Y vino
como siempre a mi vida,/ a mi vida que tanto lo esperaba.
Anáfora, FC. Repetición de una o varias palabras al comienzo de una frase, o al
comienzo de varios vv. en una estrofa: la alegría es un huerto del corazón con
mares/ que a los hombres invaden de rugidos,/ que a las mujeres muerden de
collares/ y a la piel de relámpagos transidos.
Anagrama, FD. Reordenación de las mismas letras de una misma palabra: Gabriel
Padecopeo (Lope de Vega Carpio).
Anástrofe, FC. Hipérbaton que antepone la expresión final a la inicial: Del campo
son y han sido mis amores; / rosas son y jazmines mis cadenas; /libre nací y en
libertad me fundo.
Antítesis, FP. Contraposición de una frase o una palabra a otra de significación
contraria: Estas que fueron pompa y alegría/ despertando al albor de la mañana/ a
la tarde serán lástima vana/ durmiendo en brazos de la noche fría.
Antonomasia, T. sustitución del nombre por la cualidad que lo define: El Salvador
(Cristo).
Apócope, FD. Supresión final: Daví(d).
Apóstrofe, FP. Llamado vehemente a seres ausentes o presentes: Vuélveme,
Amor, mi juventud, y luego/ tú mismo a mis rivales acaudilla.
Arcaísmo, FD. Expresiones en desuso: Ya lo he dicho, no menealle.
Asíndeton, FC. Coordinación por yuxtaposición: mirtos, rosas, albas.
Borradura, FD. Detenimiento de una idea por medio de puntos suspensivos:
después… ya no he vuelto a escuchar el ancla.
Calembur. FD. Forma de paranomasia: a este Lopico, lo pico.
Caligrama. Aplicación gráfica de las palabras o repetición significativa: mussslos
esssplendidos.
Comparación o símil: “Sacudimiento extraño/ que agita las ideas/ como huracán
que empuja/ las olas en tropel”.
Concesión, FP. Conveniencia aparente de una cosa contraria a nuestro propósito
para después rebatirla con más fuerza: Porque ese cielo azul que todos vemos,/ ni
es cielo ni es azul. ¿Es menos grande,/ aun no siendo verdad, tanta belleza?
Conminación, FP. Amenaza con males o castigos futuros: Su edad será marchita
como el heno/ su juventud florida/ caerá, cual rosa del granizo herida/ en medio del
valle ameno.
Crasis, FC. Yuxtaposición de palabras por supresión de letras finales e iniciales:
malhora, no liaunque.
Definición, FP: La tierra es un valle de lágrimas.
Deprecación, FP. Súplica: Ser de inmensa bondad, Dios poderoso, a vos acudo en
mi dolor vehemente.
Dialogismo, FP. Conversación imaginaria: Morir…¿caer como gota/ de mar en el
mar inmenso?/ ¿O ser lo que nunca he sido:/ uno, sin sombra y sin sueño, / un
solitario que avanza/ sin camino y sin espejo?
Dilogismo, T. uso de una palabra en dos sentidos: [la muerte] llegue rogada, pues
mi bien previene;/ hálleme agradecido, no asustado;/ mi vida acabe y mi vivir
ordene.
Elipsis, FC. Omisión. Calla palabras sobreentendidas: su cuerpo dejarán, no su
cuidado.
Encabalgamiento, FC. Continuidad de una idea en dos versos, sin interrupción:
Todo corto momento es paso largo/ que doy, a mi pesar, en tal jornada.
Enumeración, FC, FP. Llenábase mi joven fantasía/ de luz, de poesía/ de mudo
asombro,/ de terrible espanto.
Epanadiplosis, FC. Repetición inicial y final en dos vv: Amarte fue retar un avispero/
que prolonga mis dolores por amarte.
Epanalepsis, FC. Repetición de la misma voz en el mismo v: Zarza es tu mano si la
tiento, zarza.
Epíteto, FC. Adjetivo calificativo que subraya una cualidad sin modificar su
comprensión: Del alto monte la elevada cumbre.
Etopeya, FP. Descripción de un carácter: Era llena de gracia como el Ave María.
Gradación, FP. Enlace de menor a mayor o al contrario: en tierra, en humo, en polvo,
en sombra, en nada.
Hipálage, T. adjetivación anárquica: mi corazón oscurantista. La luz desprevenida.
Hipérbaton, FC. Alteración del orden regular de las palabras para dar preferencia o
eufonía a una idea: domando del hombre el rebelde mezquino idioma.
Hipérbole, FP. Exageración: Por una mirada, un mundo,/ por una sonrisa, un cielo.
Imprecación, FP. Invocar grave daño para otro: ¡Que la sombra de tu cuerpo/ nunca
manche mis umbrales!/ ¿Qué la luz que te ilumine/ veas de color de sangre!
Ironía, FP. Dice lo contrario de lo que expone. Requiere de contexto o de voz: “¡Oh
piadosas gentes! ¡Hasta en sus huertos les nacen dioses!” Jitanjáfora, FD. Sonidos
sugerentes: rumba, macumba, camdombe y bámbula.
Metáfora, T. sustitución. Interacción semántica. Presenta como idénticos dos
términos: las perlas de tu boca
Metáfora muerta. Surge por necesidad de expresión. Su uso constante o habitual la
hizo perder su impacto original: La pata de la mesa, la pluma para escribir.
Metonimia, T. El todo por la parte. Obra por autor: Leo a Virgilio. Causa por efecto:
resiste el sol. Efecto por causa: la pálida enfermedad. Instrumento por quien lo
maneja: Un gran espada. Continente por contenido: tomaron una copa.
Onomatopeya, FD. Sonidos que describen o sugieren acústicamente el objeto o la
acción que significan: borbotón
Oxímoron, T. contradicción: Es yelo abrasador, es fuego helado,/ es herida que duele
y no se siente, / es un soñado bien, un mal presente,/ es un breve descanso muy
cansado.
Palindroma, FD. Inversión de letras, con sentido: amor a roma.
Paradoja, FP. Enlaza ideas contrarias: Vivo sin vivir en mi, / y tan alta vida espero/
que muero porque no muero.
Paranomasia, FD. Juego de palabras parecidas. Evocada, invocada, abocada.
Prosopopeya o personificación, FP. Presenta objetos abstractos con las
características de los vivos: “con sus mejores manos el viento doblegó la líneas”
Sinécdoque, T. Parte por el todo: Vendieron treinta cabezas. Género por especie:
los mortales. Especie por género: No tiene camisa. La materia por la obra: empuñó
el acero.
Sinestesia, T. asociación de sensaciones: “el amarillo trino del canario”
Sinestesia cromática abstracta: “La religión azul de mis mayores”
Sístole, FD. Licencia acentual: médulas (medulas) que han gloriosamente ardido.

Escritos académicos

Resumen

Exposición breve y específica del contenido de un texto (se extrae lo más importante). No incluye
opiniones ni críticas.
La persona que hace el resumen tiene que encontrar el tema principal y las ideas más importantes
del texto.
Se diferencia de la síntesis porque ésta es el resumen de varios textos, mientras que el resumen
presenta lo más importante de uno. En la síntesis relacionamos los textos de un mismo tema.

Comentario

El comentario es la presentación escrita o verbal de una opinión, un juicio o consideración respecto


a algo, un tema, una lectura, un video, un espectáculo, una actuación, etc.

Paráfrasis

La paráfrasis pretende explicar y ampliar una información, su propósito es hacer entender un texto.
En su elaboración se utiliza la sinonimia. La paráfrasis es común para explicar textos difíciles; por
ejemplo, un poema o una lección.

Cita textual

Consiste en la reproducción exacta de un texto; sirve de apoyo a un discurso propio o señala un


argumento que vamos a debatir.
Cómo las citas textuales son discursos que no elaboramos nosotros, debemos mencionar con
exactitud la fuente o referencia.
Las citas textuales no deben ser largas ni ir una tras otra. Cuando las incluimos en nuestro discurso
deben estar señaladas por comillas y a renglón seguido (menos de cinco renglones). Deben estar
separadas de nuestro discurso a letra de puntaje menor si tienen más de cinco renglones.
FICHAS DE CONTENIDO: texto a trabajar

Bonfil, M. (2016 ) Manipular la vida. Cómo ves, 210, p. 7. Recuperado de http://


www.comoves.unam.mx/numeros/ojodemosca/210 [Consulta: 11 de mayo de 2017].

Manipular la vida

Las religión y la literatura han hablado del riesgo de que el ser humano "juegue a ser dios". Al comer
el fruto del árbol del conocimiento. Al armar una creatura con partes de cadáveres. O, más
recientemente, al manipular los genes de un ser vivo.
Aunque desde los años 70 los biólogos moleculares hablaban de "ingeniería genética" para referirse
al aislamiento, copia, corte y pegado de moléculas de ADN que introducían en células vivas para
otorgarles nuevas funciones útiles. ¿Para qué? Para entender mejor cómo están hechas y cómo
funcionan las células, y para modificarlas en nuestro provecho.
Desde hace unos 20 años, el estadounidense Craig Venter, uno de los biólogos más polémicos de la
historia, decidió ir un paso más allá e intentar crear "células artificiales". Pero no en el sentido de
crear una célula "desde cero" (a partir de compuestos orgánicos simples). Su plan era ir "desarmando"
gen por gen una célula para descubrir qué genes son absolutamente indispensables para obtener una
"célula mínima" que luego se pueda reprogramar con otros genes para producir biocombustibles,
hidrógeno, medicamentos, o para degradar petróleo y otros compuestos contaminantes.
Venter eligió a la bacteria Mycoplasma mycoides, uno de los organismos con genoma más pequeño:
sólo 985 genes (Escherichia coli, la bacteria más usada en biología molecular, tiene 4 300 genes, y el
ser humano unos 20 000). En 2007, Venter y su equipo lograron purificar el genoma completo de M.
mycoides e introducirlo en una célula de una especie cercana, Mycoplasma capricolum, a la que
previamente le habían eliminado todos los genes. Se "reprogramó" así a M. capricolum para
convertirla en M. mycoides.
En 2010, Venter repitió el experimento, pero usando un genoma de M. mycoides fabricado totalmente
en el laboratorio: comprobó así que se podía reprogramar una célula con un genoma artificial.
Ahora, en 2016, el equipo de Venter reporta el resultado de la siguiente etapa de su proyecto: durante
varios años estuvieron creando versiones incompletas del genoma de M. mycoides, con diversas
combinaciones de genes, e insertándolas en M. capricolum para buscar el "genoma mínimo" con el
que la bacteria pudiera sobrevivir. El resultado es una bacteria con sólo 473 genes (menos de la mitad
del genoma completo).
Esta "célula mínima" podrá ser el prototipo para fabricar los organismos a la medida que Venter ansía.
Pero será también una gran herramienta de investigación para entender mejor cómo funcionan las
células vivas. Para empezar, ya reveló lo mucho que ignoramos: de sus 473 genes, hay 149 cuya
función es desconocida.
Queda claro que antes de querer modificar con confianza la vida, nos falta entenderla más a fondo.

Martín Bofill

Fichas de contenido

Manipulación de la vida Bonfil, M.


Manipular la vida

Cómo ves, 210, p. 7


Resumen:

Monografía
1. Portada
2. Índice
3. Prefacio, prólogo o introducción
4. Cuerpo del trabajo
5. Conclusiones
6. Referencias
7. Apéndice

Aparato crítico moderno


APA
Aparato crítico tradicional

Ensayo

Tabla de corrección de una redacción ensayo:


1. Organización y contenido

Tesis

Correspondencia entre ideas y párrafos


Argumentación sólida
Nexos lógicos
Introducción y conclusión
Documentación
Riqueza de ideas

2. Lenguaje y forma
Extensión de los párrafos y de las frases
Claridad y legibilidad (coherencia y cohesión)
Propiedad del lenguaje
Sintaxis
Puntuación
Ortografía
Caligrafía.

Pasos para escribir un ensayo

1. Encontrar un tema sobre el cual argumentar.


2. Formular la tesis. (¿qué se quiere demostrar?)
3. Búsqueda de argumentos que apoyen la tesis.
4. Ordenar los argumentos.
5. Escribir el ensayo.
6. Corregir.

Para ayudarnos a encontrar un tema llevaremos un cuaderno, cuyas hojas se dividirán


horizontalmente en cuatro columnas, correspondientes a los siguientes cuatro rubros: 1.- temas
1
sobre los cuales me gustaría ensayar (se debe hacer la pregunta ¿conozco bien el tema? , si sí, paso
al siguiente rubro, si no, ¿qué información tengo que buscar? y ¿en dónde podría encontrarla?); 2.-
aspecto de ese tema sobre el cual me gustaría reflexionar con profundidad (¿qué tesis plantearía?,
¿de qué trataré?, ¿qué debo demostrar?, ¿a dónde me podría llevar mi reflexión?); 3.- ideas que
podrían apoyar mi reflexión y 4.- técnicas que puedo usar (¿cómo atraigo la atención del lector?,
¿Qué tipo de argumentación presenta mis ideas con mayor claridad?, ¿Qué palabras expresarían
claramente lo que quiero decir?).

Coherencia y cohesión
La coherencia es una característica que define al texto: “para que una expresión lingüística
2
sea texto, ha de estar dotada de coherencia” . Está dada por las interrelaciones de las
informaciones contenidas en el texto. La coherencia se manifiesta a través de los
mecanismos lingüísticos de cohesión, tales como:
- Usar un pronombre que se refiere a un elemento anterior del texto.
- Repetir una palabra clave que se refiere al elemento central del discurso.
- Usar una expresión que sintetiza la idea expresada en la frase o el párrafo precedente
del cual se parte.
- Usar las expresiones de transición: además, en efecto, si bien, etc.
- Utilizar correctamente las formas lingüísticas:
Consecuencia, causa y efecto: entonces, por eso, por lo que sigue.
Ejemplificación: por ejemplo, es decir, como.
Contraste y concesión: pero, a pesar de sin embargo, al contrario, en cambio, si bien.
Reafirmación o resumen: en otros términos, en breve, en efecto, por otra parte.
Relación temporal: en cuanto, a continuación, hasta que, cuando.
Relación espacial: al lado, arriba, abajo, a la izquierda, en el medio, en el fondo.
Semejanza y enfatización: de la misma manera, similarmente.
Agregación: y, además, después, también, por añadidura.
Conclusión: finalmente, para resumir, terminando.

1
E. Nicol dice: El ensayista “puede decir algo de lo cual no está muy seguro, pero no debe inventar algo de lo cual no
está seguro nunca. Es conveniente estar casi seguro” citado por Arenas: 1997, p. 172
2
Tomas Albaladejo Mayordomo y Antonio García Berrio: 1982, p. 224
Planificación

La planificación tiene como objetivo ahorrar y distribuir el tiempo. La sugerencia de división


del tiempo es la siguiente: encontrar un tema sobre el cual argumentar: 5’, formular la tesis:
15’, búsqueda de argumentos que apoyen la tesis: 15’, ordenar los argumentos: 10’, escribir
el ensayo: 30’ y corregir: 15’.

Discursos oratorios:

De ocasión social: por ejemplo se pronuncian en inauguraciones y ceremonias.


Forenses: son emitidos en un foro: Cámaras, tribunales, etc,
Didácticos: por ejemplo, la cátedra y la conferencia
Deliberativos: implican la participación de varios sujetos para discutir sobre un asunto
determinado. El panel y el debate son sus formas más comunes.
Políticos: casi siempre se aborda un problema social y se pretende convencer de las
propuestas.

Formas de exposición oral:


Conferencia: Un experto habla en público sobre un tema que domina.
Debate: Es un diálogo entre dos expertos sobre un tema. Lo frecuente es que aborden aspectos
opuestos para mantener más vivo el debate. Pueden intervenir en su exposición con diapositivas,
acetatos, grabaciones, ejecuciones artísticas que refuercen sus afirmaciones. El diálogo puede
darse alrededor de 30 minutos y luego contar con la participación del público.
Mesa redonda: en equilibrio de número (dos-dos, o tres-tres) los expertos exponen de manera
sucesiva opiniones contrarias sobre un mismo tema. Cada equipo pretende defender sus
argumentos.
Panel: el panel adopta la forma de un diálogo informal y diverso, sobre un tema determinado. Es
más una conversación que una discusión. Es recomendable que en reuniones previas, los
participantes adopten acuerdos sobre los aspectos a tratar y su orden. El coordinador después de
presentar a los panelistas formula la primera pregunta, con lo que propiciará el inicio de la
conversación. Su actividad es amplia, pues debe además tomar notas para preparar las
conclusiones. Poco antes de finalizar, el moderador pide a los participantes que hagan un breve
resumen de sus ideas. Si el tiempo lo permite, el moderador puede invitar al público a participar y
comentar las ideas expuestas de manera informal, lo cual transforma ya el panel en foro.
Simposio: Es una suma de informaciones. Un grupo de expertos (de tres a seis) aportan en
referencia al tema del simposio desde diversos enfoques. Cada expositor tiene entre 7 y quince
minutos para hablar.

Un discurso oratorio

Alguna vez en tu vida deberás hacer un discurso oratorio, es decir, deberás hablar en público.
Pensar en ello te puede provocar pánico, aún más si a quienes deberás dirigirte no son rostros
familiares. Sin embargo, tomar la palabra puede ser un proceso sencillo y divertido, si dominas las
reglas de elaboración de un discurso.
Lo que deberás considerar en primer lugar es tu apariencia. Debes estar vestido y peinado para la
ocasión. por ejemplo, si vas a dirigirte a los socios de un club de atletismo deberías pensar en una
sudadera y pans. Sin embargo, si la ocasión es un poquito formal, un traje estaría correcto. La
apariencia te dará seguridad.
Otro punto importante es la manera de pararte. Practica una buena postura: estómago adentro,
espalda recta, pecho fuera, cabeza en alto. Cuando estés frente a la audiencia reparte tu peso en
ambos pies, camina un poco si lo haces con gracia, sonríe, si la situación lo amerita. Si puedes
hacer esto será difícil que la audiencia se distraiga. Debes estar relajado y hacer que la audiencia
se relaje. Es importante ser tu mismo y no asumir personalidades falsas.
En tus ojos tenemos otro problema. La audiencia no se molestará si sabes que hacer con tus ojos.
Esto es: no mires al piso, al techo o a una sola persona. Un buen método es mirar encima de las
cabezas de tus oyentes. No lo olvides mira todas las cabezas, no sólo una. No hables rápido y si
dices algo gracioso dale tiempo a la audiencia para que se ría.
No puedes ser flojo con tu tema, investiga bien, sólo así podrás transmitir el interés a la audiencia.
Organiza tus ideas, entusiásmate. No leas en público, lee antes, en la preparación de tu discurso.
Ahora, recuerda, si cometes un error, no le prestes importancia, todos cometemos errores y todos
tenemos errores de pronunciación. Si puedes corrige humildemente y si no, olvídalo. Por último,
reconoce cuando debes acabar tu discurso. Para a tiempo.

Elaboración de un discurso oratorio:


Elección del tema
Determinar el propósito: entretener, persuadir, informar etc.
Reflexión constante sobre el tema
Documentación
Preguntarse y jerarquizar preguntas:
Ejemplo: el aborto
¿Cuáles son sus causas?
¿Por qué se penaliza?
¿Cuáles son sus formas penalizadas y no penalizadas?
¿Debe prohibirse o no?
¿Qué efectos produce su prohibición?
¿Cuál es la opinión generalizada de las mujeres al respecto?
¿Cuál es mi propia opinión?
¿Cómo se define?
¿Qué propongo sobre este asunto?
¿Cómo lograr estas propuestas?
¿Son viables?
Realizar un bosquejo
Realizar la secuencia del orden de las ideas
Analizar al público

Estructura:
1. Hacer un buen principio, exordio o introducción
2. Desarrollar el argumento en forma lógica y considerando el ambiente y circunstancias.
3. Lograr una conclusión eficaz.

Guía para evaluar una exposición oral:


Nombre del orador Calif.

Aspectos Valor puntos

1. Voz
(fuerte y clara, con buena dicción, 10
con entonación adecuada)
2. contenido
(Coherente, inteligente, claro,
bien fundamentado, que demuestre 30
estudio y dominio del tema).
3. uso de la lengua
(Vocabulario variado, adecuado y
preciso, cuidadoso en la construcción 30
correcta de las oraciones; sin “muletillas”
ni barbarismos).
4. elaboración del discurso
(bien organizado, con introducción y 20
remate acertados)
5. actitud y proyección sobre
el público
(seguridad en sí mismo, vehemencia, 10
entusiasmo, impacto, actitud convincente,
con dominio sobre el público).

Recomendaciones:

Trabalenguas:
Esta era una bruja, piruja piruja, de puento pito puja de pompa pirón.
Tenía dos hijas, pirijas pirijas, de puento pito pijas de pompa pirón.
Una iba a la escuela, piruela piruela, de puento pito puela de pompa pirón.
Otra iba a la música, pirúsica pirúsica, de puento pito púsica de pompa pirón.
Y aquí se acaba el cuento, pirendo pirendo, de puento pito puendo y de pompa pirón.

¿Cómo quieres que te quiera? Si el que quiero que me quiera


no me quiere como quiero que me quiera. Porque el que quiero que me quiera
no me quiere como quiero que me quiera ¿Cómo quieres que te quiera?

TE QUIERO MÁS QUE ME QUIERES, TE QUIERO AUNQUE NO ME QUIERAS


Y MUCHO MÁS TE QUERRÍA SI QUERERME TÚ QUISIERAS.
SI PORQUE TE QUIERO TANTO QUIERES QUE TE QUIERA MÁS,
TE QUIERO MÁS QUE ME QUIERES, ¿QUÉ MÁS QUIERES? ¿QUIERES MÁS?

EL AMOR ES UNA LOCURA QUE SÓLO LO CURA EL CURA,


PERO EL CURA QUE LA CURA COMETE UNA GRAN LOCURA.

YO TENGO UNA CABRA EN EL MONTE ÉTICA, PELÉTICA,


SUPERPELAMBRÉTICA, SECA, REBISECA, MUDA Y CORNUDA.
SI ESTA CABRA NO FUERA ÉTICA, PELÉTICA, SUPERLAMBRÉTICA, SECA, REBISECA, MUDA Y
CORNUDA, NO TENDRÍA HIJOS ÉTICOS, PELÉTICOS, SUPERLAMBRÉTICOS, SECOS, REBISECOS,
MUDOS Y CORNUDOS.

SI TU GUSTO GUSTARA DEL GUSTO QUE GUSTA MI GUSTO, MI GUSTO GUSTARA DEL GUSTO QUE
GUSTA TU GUSTO, PERO COMO TU GUSTO NO GUSTA DEL GUSTO QUE GUSTA MI GUSTO, MI
GUSTO NO GUSTA DEL GUSTO QUE GUSTA TU GUSTO.

EL OTORRINOLARINGÓLOGO DE PARANGARICUTIRIMÍCUARO, SE QUIERE


DESOTORRINOLARINGOLOGOPARANGARICUTIRIMICUARIZAR. EL QUE LO
DESOTORRINOLARINGOLOGOPARANGARICUTIRIMICUARIZARE, UN BUEN
DESOTORRINOLARINGOLOGOPARANGARICUTIRIMICUARIZADOR SERÁ.

QUIERO Y NO QUIERO QUERER A QUIEN NO QUERIENDO QUIERO


HE QUERIDO SIN QUERER Y ESTOY SIN QUERER QUERIENDO,
SI POR MUCHO QUE TE QUIERO QUIERES QUE TE QUIERA MÁS
TE QUIERO MÁS QUE ME QUIERES ¿QUÉ MÁS QUIERES? ¿QUIERES MÁS?

TRES TRISTES TIGRES TRAGABAN TRIGO EN TRES TRISTES TRASTOS SENTADOS TRAS UN TRIGAL
SENTADOS TRAS UN TRIGAL EN TRES TRISTES TRASTOS TRAGABAN TRIGO TRES TRISTES TIGRES.

Las sesenta expresiones

ALEGRÍA: ¡Brindemos por el año que comienza!, ¡porque nos traiga ensueños! ¡Salud por la
vida! ¡Viva la vida!
DOLOR: ¡Dolencia de pensar en tu retorno y sufrir al pensar que ya no volverás! ¡Nunca…!
¡Jamás…! En mi postrer regazo no escucharé ya el eco de tu paso, ni el eco de tu voz…
Silencio eterno.
MANDO: ¡Tienes que ir, te lo mando yo! ¡Vamos, venga aquí y enseguida! Porque aquí se
hace lo que yo digo.
RUEGO: ¡Por favor, le suplico que me escuche! ¡Es todo lo que me queda, si me lo quitan,
moriré de frío!
TRISTEZA: ¡Oh, vetusta casa, mansión desierta, arrodillado beso tu puerta creyendo loco que
aquella muerta adentro espera pensando en mí! ¡Qué triste es juntar un beso a un adiós
desgarrador!
PIEDAD: ¡Pobres gentes, se han quedado en la miseria! ¡Qué barbaridad! ¡Hagamos algo por
ayudarlas!
CRUELDAD: ¡Se lo merece! ¡Que sufra!¡Que muera! No me importan sus ruegos. ¡Qué siga
gritando!
FE: Creo en el progreso como en el sol que nos alumbra.
Y será día de fiesta y de querernos como un alma sola.
DUDA: No sé… a veces parece que es buena, pero… vaya usted a saberlo.
SOLEDAD: Es hora de callar; viene la parca, se apaga ya el sonido de mi voz. ¡Hermana mía!
¡Soledad: adiós!
ORGULLO: Hay aves que cruzan el pantano y no se manchan, mi plumaje es de esos.
HUMILDAD: Pensar que no habrá quien te acompañe por el camino, como yo, besando tus
huellas en el polvo del sendero. Yo fui materia que te amó, no tengo alma con que esperarte
en otra vida.
AFECCIÓN: Te quiero con todo el alma.
Canta usted como los propios ángeles.
ODIO: Si mi sueño de sangre realizara, de un tajo humanidad, te dividiera.
Y sufrirás y penarás hasta el fin de los siglos.
INQUIETUD: Te dejo, puedes irte… Aunque no, espera, espera todavía: que pare de llover…
Espera un rato,
GRATITUD: Y un último relámpago en sus ojos el amor encendió.
“Gracias”, le dije, y me incliné a besar la moribunda cabeza de aquél dios agonizante.
Despreocupación: ¡Qué me importa, que digan lo que quieran! Que de todos modos, con y sin
su opinión, yo como.
RESPETO: Es mi padre y jamás le alzaré la voz. ¡Pase usted, por favor. Ésta es su casa. Hace
tanto tiempo que esperaba su visita!
HASTÍO: Me molesta hasta el roce de tu paso sobre la alfombra, las canciones que cantas y
tu acento enervante. Yo no sé si te quise, pero ahora me cansas. Crees saber lo que pienso,
cuando no pienso nada.
AMARGURA: Y no no sé si siempre fue así, como ahora, costumbre de sentarnos los dos a
la lumbre, en un río revuelto de quinientas palabras con las manos unidas y las almas distantes.
DESPRECIO: ¡Eres tan poca cosa, que me había olvidado de ti!
NOSTALGIA: Recuerda la vez aquella, mi labio encendido al tuyo.
Ha mucho tiempo el corazón cobarde la olvidó para siempre, ya no arde aquél amor de los
lejanos días.
RESOLUCIÓN: Ten el tesón del clavo enmohecido, que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo.
¡Que muerda y vocifere vengadora ya rodando en el polvo tu cabeza!
REBELDÍA: ¡Ah, no, nunca; no lo consentiré jamás! ¡Dije que no y no lo haré!
RESIGNACIÓN: Yo le diré en voz baja, bienvenida, pensaré en Dios y cerraré los ojos.
¡Venga lo que venga, yo ya no me opongo!
ADMIRACIÓN: Quisiera ser como tú; tener tu palabra, tu fuerza y tu valor… y tus virtudes.
ASCO: ¡Es repugnante! Apártalo de mi vista. No sé cómo puedes tenerlo tanto tiempo ahí
cerca de ti.
VALOR: Sean los que sean, aquí los espero. Ya verán que por aquí no podrán pasar.
MIEDO: ¿No comprendes que estoy en peligro?¿No sabes que puedan llegar en cualquier
momento?
GOCE: ¡Qué rica está el agua, tírate!
¡Qué dulces pasan junto a ti las horas!
¡Ah… si supieras lo que tú me inspiras!
SUFRIMIENTO: Si tu ausencia es un mal irreversible, si ciego, danto tumbos y vencido,
arrastrando el despojo fenecido del yerto amor que tanto maldijiste, no puedo andar, sin
recordarte triste. ¡Déjame, déjame llorar!
IRA: Nadie podrá detenerme. ¡Ya estoy harto! Voy a ir, aunque pase por encima de tu cadáver.
REFLEXIÓN: Tengo que pensarlo, no puedo precipitarme; debo examinar bien el pro y el
contra.
IRONÍA: Niño de carne amarilla, desnudo y huérfano estás, mientras los hombres que matan,
celebran la Nochebuena. ¡Ya lo veo, esas “Obras de arte”, son dignas de un “genio”!
GRAVEDAD: lo he meditado mucho; le aseguro que así es y empeño mi honor en ello. Sé
bien lo que le digo.
VOLUNTAD: Si no es hoy, será mañana. Trabajaré día y noche hasta conseguirlo.
DESESPERACIÓN: ¡ No veo, no veo! ¿Por qué a mi, Dios mío?
ANONADAMIENTO: No puedo luchar más contra el destino. Se me han acabado las fuerzas.
¡Lo he de encontrar algún día, ya nos veremos las caras y entonces me las pagará todas juntas!
MISERICORDIA: En esta hora decisiva, en este momento crucial, te doy mi perdón. No
podría estar en paz sino lo hiciera.
ANGUSTIA: Han pasado los días y las semanas, y yo sin desprenderme de este teléfono
esperando una noticia. ¡No sé si vive o muere!
IRONÍA JOVIAL: ¡Qué linda tela de tu vestido, me gusta para unas cortinas!
CONVICCIÓN: Estoy seguro de que la vi por esa ventana. ¡Era ella!¡La vi!
PROTESTA: No callen más los ultrajes del tirano. Si la justicia es negada, campesino,
estudiante, tómala
COBARDÍA: Qué atender este mal debo enseguida y no dejarlo cuando ya sea tarde. ¿No ven
acaso que ya estoy vencido y que mi pecho se tornó cobarde?ALIVIO: ¡Ah… por fin se han
ido! ¡Vengan, ya no hay nada que temer!
DESCONFIANZA: ¿Tú crees? ¿No estaremos cayendo en una trampa? Yo francamente no
lo sé, pero no me parece digno de un crédito.
BURLA: Como siempre, corriendo y llegando tarde. Ha llegado justamente al final del
ensayo.
IMPACIENCIA: ¿Hasta cuándo creen que vamos a estar esperándolos?
SATISFACCIÓN: Esto era lo que yo esperaba y vean, ha llegado en el momento preciso.
¡Estupendo!
FRANQUEZA: A mí me gustan tal cual son y no me preocupa lo que digan. Me gustan sin
artificios, aunque no sean muy bonitas.
URGENCIA: ¡Vamos a perder el avión! ¿Qué no te das cuenta de la hora que es?
SERVILISMO: ¡Cuánto honor, coma señor comisionado! ¿Ha venido usted para embarcarse
con nosotros? Llega justo a tiempo, pues el diluvio empezará dentro de poco.
DESEO: No sé cómo, pero tengo que conseguirlo. He trabajado mucho por ello y he de verlo
en mi estudio.
RENUNCIAMIENTO: Es algo inalcanzable, algo intangible. Nunca podremos tenerlo con
nosotros. Ni siquiera vale la pena intentarlo.

Ejercicios para mejorar la pronunciación.

1. Contar del 1 al 10 con voz grave, media y aguda. De la misma manera leer un fragmento
en verso o en prosa.
2. Contar sin emitir ningún sonido, moviendo únicamente la boca y exagerando el
movimiento de los labios. De la misma manera leer un fragmento en verso o en prosa.
3. Detener con los dientes un corcho y leer moviendo únicamente la boca.
4. Hacer ejercicios con la escala musical y con las vocales utilizando diferentes notas y
duración. Se empezará en tono grave, se continuará en tono medio y posteriormente en
tono agudo; y después se realizará el ejercicio a la inversa.
5. Ejercitar algunos sonidos consonánticos. Para una fonación correcta se recomienda:
a) Efectuar el zumbido de la “m” con la boca cerrada; luego, sin cambiar de tono el zumbido
y mientras éste se produce, abrir y cerrar la boca.
(mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm)
b) Con un sonido muy prolongado, procurando que éste se apoye en el paladar y con
zumbido intenso, pronunciar diez veces:
SAMMM…
MAMMM…
CAMMM…
TAMMM…
RAMMM…
LAMMM…
PINNNG…
PUNNNG…

c) Pronunciar silábicamente palabras o leer pequeños textos en cuya estructura prodominen


sonidos bilabiales, labiodentales, alveolares, palatales, velares y dentales.
Ejemplos:
Bilabiales: BA BI LO NIA, DI VI SI BI LI DAD, BE BI DA, IN VI SI BLE, OB JE TO.
MEM BRI LLO, ME MO RAN DO, ME MO RIA, MEM BRA NA, AM NIS TÍ-A
PA PAN TLA, PAM PLI NAS, PA RI CU TÍN, PA NU CHO, PA RÁ ME TRO.

Labiodentales: FAN FA RRÓN, FÓS FO RO, BO FE TA DA, FI LA DEL FIA, CON FLA
GRA CIÓN.

Dentales: DI DÁC TI CO, DU DÁ BA MOS, IN DU DA BLE, DES DI CHA DO, IN DI VI


DUO.
TI TI RI TE RO, TA TA RA BUE LO, TO TO NA CA, TES TA MEN TO, TU NA.
Alveolares: LE GU LE YO, FI LIAL, LI BE RAL, LÍM PI DO, LI MÍ TRO FE, NO NO AL
CO, NIN FA, NE NI TA, NE NÚ FA RES, AN TO NIO, RE CO RRER, A RRIE RO, RE
MAR CAR, EN RA RE CI DO, RON RO NE AR, SO CIA LI ZA CIÓN, SEN SI BLE, SEN
SA TEZ, ZA MO RA, CÍ TA RA.
Velares: CU CA RA CHA, CU CU RU CHO, CO CU YO, CAS CA DA, CON CU ÑO, TE
QUI LA, QUI ÑO NES, KI KO, KI MO NO, FOL CLÓ RI CO, GAR BAN ZO, GU SA NO,
GU TU RAL GU BER NA MEN TAL, GUS TAR, GUA DA LA JA RA, JA LIS CO, JA
RRITO, JA MON CI LLO, JA BÓN.

Palatales: CHI NO, CHI QUI TI TA, CHI CHI ME CA, CHON TAL, CHI CHA RRÓN, NI
ÑO, ÑAN DÚ, ÑO ÑO, A ÑI COS, TO ÑO, LLU VIA, A LLA NAR, YUN TA, YU RI RIA,
A YU NAR.

Ejercicios:

¿Cuál de las funciones de la lengua predomina en cada uno de los siguientes textos?

Locutor: --“La lluvia caída durante las dos últimas horas, en esta zona, está empeorando el tráfico
en las carreteras de muestro país. Creemos que es necesario que los conductores se detengan en
cuanto puedan y les aconsejamos que se resguarden”

Hablante 1:--¡Otra vez, inundaciones!

Hablante II:--¡Qué buena noticia!

Hablante I:--Cierra el pico

Hablante II:--¿Quién te crees que eres para hablarme así? ¿Por qué te metes conmigo?

Hablante I:--Porque no está aquí tu hermana


II

El basalto es una roca formada por cristales negros de piroxeno y cristales verdes de olivino.

III

“Nada tiene, pues, de raro, que hoy que la revolución de verdad ha triunfado, hoy que la justicia y el

bien empiezan a abrirse paso, la nación vuelva los ojos hacia los maestros para pedirles que

consoliden la obra a tan dura costa realizada, para pedirles que aseguren su porvenir lisonjero”

José Vasconcelos

IV

Creeríase que la población,

después de recorrer el valle,

perdió la razón

y se trazó una sola calle.

--¿Cómo se dice, diferencía o diferencia?

Escribe una oración con valor denotativo y otra con valor connotativo con las siguientes
palabras.
Ejemplo:
Valor denotativo: el grito espantó a los perros.
Valor connotativo: el grito es una piedra arrojada a un precipicio.
Contento
Blanco
Tristeza
Fuego
Sonrisa

Esquema de la comunicación verbal


Elementos Funciones Tipo de discursos valor
contexto
Coloquial

apelativa

connotativo

Retrato collage:

Edad: Sin importancia


Cabeza: A la altura de la vida
Ojos: la empresa del futuro
Tez: la envidia de las flores
Cabellos:
Rasgos:
Cuello
Brazos
Puños
Pecho
Cintura:
Caderas.
Piernas:
Tobillos
Peso
Hígado, huesos, pulmones, nariz, rodillas, corazón, músculos, pechos, nalgas, cerebro, piel,
dientes, boca, sonrisa, etc.

El rostro:

Cabellos: color, tipo, largo...


Nariz: recta, chata...
Ojos: rasgados, almendrados....
Frente:
Boca: de labios carnosos...
Mentón: protuberante, barba partida...

Personalidad
Sentido práctico Gusto por la poesía Apegado a las tradiciones Evasivo Nostálgico
Amable Místico Aventurero Idealista Detallista Moralista
Abierto a las ideas Adaptable Flexible Intuitivo Emprendedor Tenaz Gusto por el riesgo
Curioso Eficaz Cuadrado Ordenado y previsor Observador
Escrupuloso Sociable Calmado Franco

Carácter:

Forma del rostro:


Redondo: independiente, soñador, indolente.
Cuadrado: simple, concreto, sentido de comercio y negocios.
Ovalado: dominador, ambicioso, tiene sentido de la organización.
Triangular: dinámico, apasionado, sociable, le gusta la acción y la competencia.
Ojos:
Grandes: curioso, tolerante, influenciable.
Pequeños: poca apertura a lo nuevo, intransigente y testarudo.
Boca:
Grande: expansivo y generoso
Fina: refinado y discreto.
Labios pronunciados: aventurero, impulsivo.
Pequeña: egoísta, cerrado.
Carnosa: goloso, sensual.
Labios delgados: posesivo en el amor y en el dinero.
Nariz:
Grande y carnosa: voluntarioso, seductor, ama los placeres.
Grande y fina: calmado, romántico, crítico.
Pequeña y carnosa: impulsivo, caprichoso, franco, jovial.
Pequeña y fina: ingenuo, prefiere la intimidad a los grupos grandes.

Sentimientos:

Hay sentimientos agradables y desagradables, pueden darse de manera débil o fuerte.


Ordena los siguientes sentimientos de negativo a positivo y de acuerdo a la intensidad.
Aflicción, bondad, bienestar, melancolía, pena, alegría, disgusto, depresión, dolor,
encantamiento, sentirse en el séptimo cielo, estar en las nubes, euforia, éxtasis,
insatisfacción, contento, felicidad, desgracia, desesperanza, angustia, placer, rabia, enojo,
tristeza, cólera, abulia etc.

Imagina un animal fantástico:

Nombre del animal:


Características físicas:
Habitat:
Alimento:
Modo de vida:
Reproducción:
Educación:
Completa los siguientes retratos:

Esmeralda

Si esta muchacha era un ser humano, o un hada, o un ángel, es lo que Gringoire, escéptico,
, poeta irónico como era, no pudo decidir en el primer momento, de
tal manera fue por la deslumbradora visión..
No era alta pero lo parecía, tanto su fino talle se elevaba audazmente. Era
, pero se adivinaba que durante el día su piel debía tener ese hermoso reflejo

dorado de las andaluzas y de las . Su pie era también

andaluz, pues entraba con justeza en la opresión de su calzado. Danzaba,


volvía, giraba sobre una alfombra de Persia, arrojada negligentemente a sus
pies; y cada vez que, volviéndose, su rostro pasaba delante de uno, sus
ojos negros lanzaban un destello.
A su alrededor todas las miradas estaban fijas, todas las bocas , y, en efecto,
mientras danzaba así, al compás de la pandereta que sus brazos redondos y
elevaban por sobre su cabeza, , frágil y viva como una avispa, con su corpiño
de oro sin pliegues, su pollera de colores que se hinchaba, con sus espaldas ,
sus piernas que se descubrían por momentos, sus cabellos negros, sus ojos
, era una criatura sobrenatural.
“¡En verdad –pensó Gringoire—es una salamandra, es una , es una diosa,
es una bacante del monte de Menélao!”

pequeño malicia vieja desnudas abiertas espinosas morena ninfa gracioso enorme grandes
finas delicada fascinado desordenados romanas hendido filósofo radiante tetraedro puros de
fuego pequeño callosos

Quasimodo

No trataremos de dar al lector una idea de esa nariz de , de esa boca como
herradura de caballo, de ese ojo izquierdo obstruido por cejas y
rojas mientras el ojo derecho desaparecía enteramente bajo una verruga; de esos
dientes , dispersos, como las almenas de una fortaleza, de esos labios
sobre los cuales avanzaba uno de los dientes como la defensa de un elefante,
de ese mentón y, sobre todo, de la expresión repartida sobre aquel semblante:
esa mezcla de , de asombro y de tristeza.

Taller de cuento:

Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en


salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las
incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al
nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando,
reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomaanina al que se le han
dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un
momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara
suavementesus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los
encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía; de pronto era el clinón, la esterfurosa
convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del
marpasmos en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del
murelio, se sentían balparamar perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las
marioplumas y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas,
en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.

Viaje a la Luna:

Se planea un viaje al Sahara. Se debe permanecer tres semanas. Elige de la lista cinco objetos
imprescindibles para sobrevivir.
1. 50 m papel aluminio
2. Gasolina
3. Sábana
4. Cuchillo
5. Tienda de campaña
6. Fotos de familia
7. Diez películas
8. Aguardiente
9. Cámara fotográfica
10. Olla
11. Brújula
12. Cuchillo
13. Vendas
14. Sal
15. Paraguas
16. Jabón
17. Soga
18. Lámpara
19. Reloj
20. 200 litros de agua
21. Manta de lana
22. Cepillo
23. Cerillos

¿Y, si los burones fueran hombres?

Lecturas
“Ojos, claros, serenos” ( Eduardo Grau, https://www.youtube.com/watch?v=IcPsR3GZPBA).

Ojos claros, serenos,


Si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
Más bellos parecéis a aquel que os mira,
ti
No me miréis con ira,
Porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
Ya que así me miráis miradme al menos.
Gutierre de Cetina (Madrigal)

Noche oscura, San Juan de la Cruz (Loreena Mc Kennitt,


https://www.youtube.com/watch?v=0dWMJLWRVqA).
En una noche oscura, En mi pecho florido,
con ansias en amores inflamada, que entero para él solo se guardaba,
¡Oh dichosa ventura!, allí quedó dormido,
salí sin ser notada, y yo le regalaba,
estando ya mi casa sosegada. y el ventalle de cedros aire daba.
A escuras y segura, El aire de la almena,
por la secreta escala disfrazada, cuando yo sus cabellos esparcía,
¡Oh dichosa ventura!, con su mano serena
a escuras y en celada, en mi cuello hería,
estando ya mi casa sosegada. y todos mis sentidos suspendía.
En la noche dichosa, Quédeme y olvídeme,
en secreto, que nadie me veía, el rostro recliné sobre el Amado;
ni yo miraba cosa, cesó todo, y déjeme,
sin otra luz y guía dejando mi cuidado
sino la que en el corazón ardía entre las azucenas olvidado.
Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
a donde me esperaba
quien yo bien me sabía, San Juan de la Cruz
en parte donde nadie parecía.
¡Oh noche que guiaste!,
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!

"Desmayarse, atreverse, estar furioso,


áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,


mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño


beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,


dar la vida y el alma a un desengaño,
esto es amor; quien lo probó lo sabe.
LOPE DE VEGA
José de Espronceda, “Canción del pirata” (Zenit, https://
www.youtube.com/watch?v=5xswwxeQm9s Tierra santa, https://
www.youtube.com/watch?v=5k-QLyo9Hoc).

Con diez cañones por banda,


viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar rïela,


en la loma gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá en su frente Estambul.
“Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío,
ni tormento, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,


que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Allá muevan feroz guerra


ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo tengo aquí por mío
mío cuanto abarca el mar
bravío, a quien nadie impuso
leyes.
Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.

Que es mi barco mi tesoro…

A la voz de “¡barco viene!”


es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar.
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
En las presas
yo divido
lo cogido
por igual.
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.
Que es mi barco mi tesoro…

Sentenciado estoy a muerte.

Yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena
colgaré de alguna entena
quizá en su propio navío.
Y si caigo,
¿qué es la vida?

Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo
como un bravo
sacudí.
Que es mi barco mi tesoro…
Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblorde los cables sacudidos, del negro mar los bramidos y el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.

Que es mi barco mi tesoro


que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar”

Antonio Machado (https://www.youtube.com/watch?v=YkzVD8mcQ2M)

HE ANDADO MUCHOS CAMINOS

He andado muchos caminos,


he abierto muchas veredas,
he navegado en cien mares
y atracado en cien riberas.

En todas partes he visto


caravanas de tristeza,
soberbios y melancòlicos
borrachos de sombra negra,

y pedantones al paño
que miran, callan y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.

Mala gente que camina y


va apestando la tierra...

Y en todas partes he visto


gentes que danzan o juegan
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.

Nunca, si llegan a un sitio,


preguntan adònde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,

y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca

Son buenas gentes que viven,


laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos
descansan bajo la tierra.

YO VOY SOÑANDO CAMINOS

Yo voy soñando caminos


de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas! ...
¿Adònde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—.
«En el corazòn tenía
la espina de una pasiòn;
logré arrancármela un día,
ya no siento el corazòn.»

Y todo el campo un momento


se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.

La tarde más se oscurece;


y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir:


«Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada.»

Unamuno, Miguel. “A mi buitre” (Vicente Monera, https://


www.youtube.com/watch?v=_gDv8a1r1KM).

Este buitre voraz de ceño torvo


que me devora las entrañas fiero
y es mi único y constante compañero
labra mis penas con su pico corvo.

El día en que le toque el postrer sorbo


apurar de mi negra sangre, quiero
que me dejéis con él solo y señero
un momento, sin nadie como estorbo.

Pues quiero, triunfo haciendo mi agonía,


mientras él mi último despojo traga,
sorprender en sus ojos la sombría

mirada al ver la suerte que le amaga


sin esta presa en que satisfacía
el hambre atroz que nunca se le apaga.

Castilla (https://www.youtube.com/watch?v=IEaZ-cqGVH0).

Tú me levantas, tierra de Castilla,


en la rugosa palma de tu mano,
al cielo que te enciende y te refresca,
al cielo, tu amo,

Tierra nervuda, enjuta, despejada,


madre de corazones y de brazos,
toma el presente en ti viejos colores
del noble antaño.

Con la pradera cóncava del cielo


lindan en torno tus desnudos campos,
tiene en ti cuna el sol y en ti sepulcro
y en ti santuario.

Es todo cima tu extensión redonda


y en ti me siento al cielo levantado,
aire de cumbre es el que se respira
aquí, en tus páramos.
¡Ara gigante, tierra castellana,
a ese tu aire soltaré mis cantos,
si te son dignos bajarán al mundo
desde lo alto!

40 GREGUERÍAS
Ramón Gómez de la Serna
Lo que defiende a las mujeres es que piensan que todos los hombres
son iguales, mientras que lo que pierde a los hombres es que creen que
todas las mujeres son diferentes.

El amor nace del deseo repentino de hacer eterno lo pasajero.

Los que matan a una mujer y después se suicidan debían variar el


sistema: suicidarse antes y matarla después.

Los globos de los niños van por la calle muertos de miedo.

El bebé se saluda a sí mismo dando la mano a su pie.

¿Y si las hormigas fuesen ya los marcianos establecidos en la Tierra?

La gallina está cansada de denunciar en la comisaría que le roban los


huevos.

Lo peor del loro es que quiera hablar por teléfono.

Eso de creer que el loro no sabe lo que dice es no querer ofender, pero
el loro nos mira cuando nos insulta.

Respetamos ese insecto que se pasea por el frutero porque es el que ha


becado el campo para que vea la ciudad.

El sueño es un depósito de objetos extraviados.

El que está en Venecia es el engañado que cree estar en Venecia. El


que sueña con Venecia es el que está en Venecia.

Los recuerdos encogen como las camisetas.


Al ver el anuncio de "6 vueltas" en el aparato de feria nos ha parecido
que la vida no es más que eso, "X vueltas".

No hay que tirarse desde demasiado alto para no arrepentirse por el


camino.

La prisa es lo que nos lleva a la muerte.

En cada día amanece todo el tiempo.

El más sorprendido por la herencia es el que tiene que dejarla.

Por los ojos nos vamos de la vida.

Nos sorprende ver en la tienda de antigüedades la taza en que


tomábamos el café con leche cuando éramos niños.

Es sorprendente cómo se mete la fiebre en el tiralíneas del


termómetro.

Astrónomo es un señor que se duerme mirando las estrellas.

La medicina ofrece curar dentro de cien años a los que se están


muriendo ahora mismo.

En lo que más avanza la civilización es en la perfección de los envases.

El ventilador debía dar aire caliente en invierno.

Los ceros son los huevos de los que salieron las demás cifras.

Un país donde los que juegan al toro siempre encuentran quien haga
de toro es un país paradójico progresivo.

La historia es un pretexto para seguir equivocando a la humanidad.

En las grandes solemnidades llenas de personajes uniformados parece


que hay algunos repetidos.

Me gustaría pertenecer a esa época del futuro en que la historia tendrá


doscientos tomos, para ver cómo se la aprenderán los niños.
No confiéis demasiado en vuestro propio corazón, porque él os fallará
en definitiva.

No importa que nuestro vaso sea pequeño, pues lo importante es que


la botella esté llena.

No debemos ser cómplices ni de nosotros mismos.

A un mentiroso sólo lo cura un sordo.

La popularidad es que nos conozcan los que no conocemos.

La mayor ingenuidad del novel círculo literario es el nombramiento de


tesorero.

El lector -como la mujer- ama más a quien le ha engañado más.

Al cine hay que ir bien peinado, sobre todo por detrás.

No hay nada que desoriente tanto como un número de teléfono que


hemos apuntado y que no sabemos a quién pertenece.

Hay tipos a los que es tan difícil sacarles una idea de la cabeza como el
tapón que se ha hundido en la botella.

Extraido de "Greguerías". Ramón Gómez de la Serna. Colección Clásicos del Siglo XX, nº 15. Ed. El País, 2003.

Miguel Hernández
ES SANGRE NO GRANIZO, LO QUE AZOTA MIS SIENES

Es sangre, no granizo, lo que azota mis sienes.


Son dos años de sangre: son dos inundaciones
Sangre de acción solar, devoradora vienes,
hasta dejar sin nadie y ahogados los balcones.

Sangre que es el mejor de los mejores bienes.


Sangre que atesoraba para el amor sus dones.
Vedla enturbiando mares, sobrecogiendo trenes,
desalentando toros donde alentó leones.

El tiempo es sangre. El tiempo circula por mis venas.


Y ante el reloj y el alba me siento más que herido,
y oigo un chocar de sangre de todos los tamaños.
Sangre donde se pueda bañar la muerte apenas;
fulgor emocionante que no ha palidecido,
porque lo recogieron mis ojos de mil años.

TRISTES GUERRAS
TRISTES guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.

Tristes armas
Si no son las palabras
Tristes, tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes

Cancionero y romancero de ausencias


1938-1941

“Menos tu vientre”
(https://www.youtube.com/watch?v=tZi1Rkw4t3Y&list=PLGDM4wBYDyrwhq6DzwrD6o6QxBj-
olJ4I)
MENOS tu vientre
todo es confuso.

Menos tu vientre
todo es futuro
fugaz, pasado
baldío, turbio.

Menos tu vientre
todo es oculto,
menos tu vientre
todo inseguro,
todo postrero
polvo sin mundo.

Menos tu vientre
todo es oscuro,

https://www.youtube.com/watch?v=GSLQsd1qo_I
PROYECTO DE UN BESO, LEOPOLDO MARÍA PANERO

Te mataré mañana cuando la luna salga


y el primer somormujo me diga su palabra
te mataré mañana poco antes del alba
cuando estés en el lecho, perdida entre los sueños
y será como cópula o semen en los labios
como beso o abrazo, o como acción de gracias
te mataré mañana cuando la luna salga
y el primer somormujo me diga su palabra
y en el pico me traiga la orden de tu muerte
que será como beso o como acción de gracias
o como una oración porque el día no salga
te mataré mañana cuando la luna salga
y ladre el tercer perro en la hora novena
en el décimo árbol sin hojas ya ni savia
que nadie sabe ya por qué está en pie en la tierra
te mataré mañana cuando caiga la hoja
decimotercera al suelo de miseria
y serás tú una hoja o algún tordo pálido
que vuelve en el secreto remoto de la tarde
te mataré mañana, y pedirás perdón
por esa carne obscena, por ese sexo oscuro
que va a tener por falo el brillo de este hierro
que va a tener por beso el sepulcro, el olvido
te mataré mañana cuando la luna salga
y verás cómo eres de bella cuando muerta
toda llena de flores, y los brazos cruzados
y los labios cerrados como cuando rezabas
o cuando me implorabas otra vez la palabra
te mataré mañana cuando la luna salga,
y así desde aquel cielo que dicen las leyendas
pedirás ya mañana por mí y mi salvación
te mataré mañana cuando la luna salga
cuando veas a un ángel armado de una daga
desnudo y en silencio frente a tu cama pálida
te mataré mañana y verás que eyaculas
cuando pase aquel frío por entre tus dos piernaste mataré mañana cuando la luna salga te
mataré mañana y amaré tu fantasma
y correré a tu tumba las noches en que ardan
de nuevo en ese falo tembloroso que tengo los
ensueños del sexo, los misterios del semen y
será así tu lápida para mí el primer lecho para
soñar con dioses, y árboles, y madres para
jugar también con los dados de noche
te mataré mañana cuando la luna salga
y el primer somormujo me diga su palabra.

NARRACIONES

Cuentos de amor
Emilia Pardo Bazán

[Nota preliminar: Edición digital a partir de la de OO. CC. (Madrid, Aguilar, 1963, 4ª ed., T. I,
pp. 1120-1211) y cotejada con la edición crítica de Juan Paredes Núñez (Cuentos completos, La
Coruña, Fundación Pedro Barrié de la Maza, Conde de Fenosa, 1990, T. I, pp. 245-357).]

El amor asesinado
Nunca podrá decirse que la infeliz Eva omitió ningún medio lícito de zafarse de aquel tunantuelo
de Amor, que la perseguía sin dejarle punto de reposo.
Empezó poniendo tierra en medio, viajando para romper el hechizo que sujeta al alma a los
lugares donde por primera vez se nos aparece el Amor. Precaución inútil, tiempo perdido; pues
el pícaro rapaz se subió a la zaga del coche, se agazapó bajo los asientos del tren, más adelante
se deslizó en el saquillo de mano, y por último en los bolsillos de la viajera. En cada punto donde
Eva se detenía, sacaba el Amor su cabecita maliciosa y le decía con sonrisa picaresca y
confidencial: «No me separo de ti. Vamos juntos.»
Entonces Eva, que no se dormía, mandó construir altísima torre bien resguardada con cubos,
bastiones, fosos y contrafosos, defendida por guardias veteranos, y con rastrillos y macizas
puertas chapeadas y claveteadas de hierro, cerradas día y noche. Pero al abrir la ventana, un
anochecer que se asomó agobiada de tedio a mirar el campo y a gozar la apacible y melancólica
luz de la luna saliente, el rapaz se coló en la estancia; y si bien le expulsó de ella y colocó rejas
dobles, con agudos pinchos, y se encarceló voluntariamente, sólo consiguió Eva que el amor
entrase por las hendiduras de la pared, por los canalones del tejado o por el agujero de la llave.
Furiosa, hizo tomar las grietas y calafatear los intersticios, creyéndose a salvo de atrevimientos y
demasías; mas no contaba con lo ducho que es en tretas y picardihuelas el Amor. El muy maldito
se disolvió en los átomos del aire, y envuelto en ellos se le metió en boca y pulmones, de modo
que Eva se pasó el día respirándole, exaltada, loca, con una fiebre muy semejante a la que causa
la atmósfera sobresaturada de oxígeno.
Ya fuera de tino, desesperando de poder tener a raya al malvado Amor, Eva comenzó a pensar en
la manera de librarse de él definitivamente, a toda costa, sin reparar en medios ni detenerse en
escrúpulos. Entre el Amor y Eva, la lucha era a muerte, y no importaba el cómo se vencía, sino
sólo obtener la victoria.
Eva se conocía bien, no porque fuese muy reflexiva, sino porque poseía instinto sagaz y certero;
y conociéndose, sabía que era capaz de engatusar con maulas y zalamerías al mismo diablo, que
no al Amor, de suyo inflamable y fácil de seducir. Propúsose, pues, chasquear al Amor, y
desembarazarse de él sobre seguro y traicioneramente, asesinándole.
Preparó sus redes y anzuelos, y poniendo en ellos cebo de flores y de miel dulcísima, atrajo al
Amor haciéndole graciosos guiños y dirigiéndole sonrisas de embriagadora ternura y palabras
entre graves y mimosas, en voz velada por la emoción, de notas más melodiosas que las del agua
cuando se destrenza sobre guijas o cae suspirando en morisca fuente.
El Amor acudió volando, alegre, gentil, feliz, aturdido y confiado como niño, impetuoso y
engreído como mancebo, plácido y sereno como varón vigoroso.
Eva le acogió en su regazo; acaricióle con felina blandura; sirvióle golosinas; le arrulló para que
se adormeciese tranquilo, y así que le vio calmarse recostando en su pecho la cabeza, se preparó
a estrangularle, apretándole la garganta con rabia y brío.
Un sentimiento de pena y lástima la contuvo, sin embargo, breves instantes. ¡Estaba tan lindo,
tan divinamente hermoso el condenado Amor aquel! Sobre sus mejillas de nácar, palidecidas por
la felicidad, caía una lluvia de rizos de oro, finos como las mismas hebras de la luz; y de su boca
purpúrea, risueña aún, de entre la doble sarta de piñones mondados de sus dientes, salía un soplo
aromático, igual y puro. Sus azules pupilas, entreabiertas, húmedas, conservaban la languidez
dichosa de los últimos instantes; y plegadas sobre su cuerpo de helénicas proporciones, sus alas
color de rosa parecían pétalos arrancados. Eva notó ganas de llorar...
No había remedio; tenía que asesinarle si quería vivir digna, respetada, libre..., no cerrando los
ojos por no ver al muchacho, apretó las manos enérgicamente, largo, largo tiempo, horrorizada
del estertor que oía, del quejido sordo y lúgubre exhalado por el Amor agonizante.
Al fin, Eva soltó a la víctima y la contempló... El Amor ni respiraba ni se rebullía; estaba muerto,
tan muerto como mi abuela.
Al punto mismo que se cercioraba de esto, la criminal percibió un dolor terrible, extraño,
inexplicable, algo como una ola de sangre que ascendía a su cerebro, y como un aro de hierro que
oprimía gradualmente su pecho, asfixiándola. Comprendió lo que sucedía...
El Amor a quien creía tener en brazos, estaba más adentro, en su mismo corazón, y Eva, al
asesinarle, se había suicidado.

EN BIBLIOTECA VIRTUAL CERVANTES

La rosa de pasión, Gustavo Adolfo Bécquer

Una tarde de verano y en un jardín de Toledo me refirió esta singular historia una muchacha
muy buena y muy bonita.
Mientras me explicaba el misterio de su forma especial besaba las hojas y los pistilos que iba
arrancando uno a uno de la flor que da su nombre esta leyenda.
Si yo la pudiera referir con el suave encanto y la tierna sencillez que tenía en su boca os
conmovería, como a mí me conmovió, la historia de la infeliz Sara.
Ya que esto no es posible, ahí va lo que de esa tradición se me acuerda en este instante.

-I-

En una de las callejas más obscuras y tortuosas de la ciudad imperial, empotrada y casi
escondida entre la alta torre morisca de una antigua parroquia muzárabe y los sombríos y
blasonados muros de una casa solariega, tenía, hace muchos años, su habitación, raquítica,
tenebrosa y miserable como su dueño, un judío llamado Daniel Leví.
Era este judío rencoroso y vengativo, como todos los de su raza; pero más que ninguno,
engañador e hipócrita.
Dueño, según los rumores del vulgo, de una inmensa fortuna, veíasele, no obstante, todo el día
acurrucado en el sombrío portal de su vivienda componiendo y aderezando cadenillas de metal,
cintos viejos y guarniciones rotas, con las que traía un gran tráfico entre los truhanes del
Zocodover, las revendedoras del Postigo y los escuderos pobres.
Aborrecedor implacable de los cristianos y de cuanto a ellos pudiera pertenecer, jamás pasó
junto a un caballero principal o un canónigo de la Primada sin quitarse una y hasta diez veces el
mugriento bonetillo que cubría su cabeza, calva y amarillenta, ni acogió en su tenducho a uno
de sus habituales parroquianos sin agobiarle a fuerza de humildes salutaciones acompañadas de
aduladoras sonrisas.
La sonrisa de Daniel había llegado a hacerse proverbial en toda Toledo, y su mansedumbre, a
prueba de las jugarretas más pesadas y las burlas y rechiflas de sus vecinos, no conocía límites.
Inútilmente los muchachos, para desesperarle, tiraban piedras a su tugurio; en vano los
pajecillos, y hasta los hombres de armas del próximo palacio, pretendían aburrirle con los
nombres más injuriosos, o las viejas devotas de la feligresía se santiguaban al pasar por el dintel
de su puerta como si viesen al mismo Lucifer en persona. Daniel sonreía eternamente, con una
sonrisa extraña e indescriptible. Sus labios, delgados y hundidos, se dilataban a la sombra de su
nariz desmesurada y curva como el pico de un aguilucho, y aunque de sus ojos pequeños,
verdes, redondos y casi ocultos entre las espesas cejas brotaba una chispa de mal reprimida
cólera, seguía impasible golpeando con su martillito de hierro el yunque donde aderezaba las
mil baratijas mohosas y, al parecer, sin aplicación alguna de que se componía su tráfico.
Sobre la puerta de la casucha del judío, y dentro de un marco de azulejos de vivos colores, se
abría un ajimez árabe, resto de las antiguas construcciones de los moros toledanos. Alrededor de
las caladas franjas del ajimez y enredándose por la columnilla de mármol que lo partía en dos
huecos iguales subía desde el interior de la vivienda una de esas plantas trepadoras que se
mecen verdes y llenas de savia y lozanía sobre los ennegrecidos muros de los edificios ruinosos.
En la parte de la casa que recibía una dudosa luz por los estrechos vanos de aquel ajimez, único
abierto en el musgoso y agrietado paredón de la calleja, habitaba Sara, la hija predilecta de
Daniel.
Cuando los vecinos del barrio pasaban por delante de la tienda del judío y veían por casualidad
a Sara tras de las celosías de su ajimez morisco y a Daniel acurrucado junto a su yunque
exclamaban en alta voz, admirados de las perfecciones de la hebrea:
-¡Parece mentira que tan ruin tronco haya dado de sí tan hermoso vástago!
Porque, en efecto, Sara era un prodigio de belleza. Tenía los ojos grandes y rodeados de un
sombrío cerco de pestañas negras, en cuyo fondo brillaba el punto de luz de su ardiente pupila
como una estrella en el cielo de una noche oscura. Sus labios, encendidos y rojos, parecían
recortados hábilmente de un paño de púrpura por las invisibles manos de una hada. Su tez era
blanca, pálida y transparente como el alabastro de la estatua de un sepulcro. Contaba apenas
dieciséis años, y ya se veía grabada en su rostro esa dulce tristeza de las inteligencias precoces,
y ya hinchaban su seno y se escapaban de su boca esos suspiros que anuncian el vago despertar
del deseo.
Los judíos más poderosos de la ciudad, prendados de su maravillosa hermosura, la habían
solicitado para esposa; pero la hebrea, insensible a los homenajes de sus adoradores y a los
consejos de su padre, que la instaba para que eligiese un compañero antes de quedar sola en el
mundo, se mantenía encerrada en un profundo silencio, sin dar más razón de su extraña
conducta que el capricho de permanecer libre. Al fin, un día, cansado de sufrir los desdenes de
Sara, y sospechando que su eterna tristeza era indicio cierto de que su corazón abrigaba algún
secreto importante, uno de sus adoradores se acercó a Daniel y le dijo:
-¿Sabes, Daniel, que entre nuestros hermanos se murmura de tu hija?
El judío levantó un instante los ojos de su yunque, suspendió su continuo martilleo y, sin
mostrar la menor emoción, preguntó a su interpelante:
-¿Y qué dicen de ella?
-Dicen -prosiguió su interlocutor-, dicen..., qué sé yo..., muchas cosas... Entre otras, que tu hija
está enamorada de un cristiano...
Al llegar a este punto, el desdeñado amante de Sara se detuvo para ver el efecto que sus
palabras hacían en Daniel.
Daniel levantó de nuevo sus ojos, le miró un rato fijamente, sin decir palabra, y bajando otra
vez la vista para seguir su interrumpida tarea, exclamó:
-¿Y quien dice que eso no es una calumnia?
-Quien los ha visto conversar más de una vez en esta misma calle, mientras tú asistes al oculto
sanedrín de nuestros rabinos -insistió el joven hebreo, admirado de que sus sospechas, primero,
y después sus afirmaciones no hiciesen mella en el ánimo de Daniel.
Éste, sin abandonar su ocupación, fija la mirada en el yunque, sobre el que, después de dejar a
un lado el martillo, se ocupaba en bruñir el broche de metal de una guarnición con una pequeña
lima, comenzó a hablar en voz baja y entrecortada, como si maquinalmente fuesen repitiendo
sus labios las ideas que cruzaban por su mente.
-¡Je!, ¡je!, ¡je! -decía, riéndose de una manera extraña y diabólica-. ¿Con que a mi Sara, al
orgullo de la tribu, el báculo en que se apoya mi vejez, piensa arrebatármela un perro
cristiano?... ¿Y vosotros creéis que lo hará? ¡Je!, ¡je! -continuaba, siempre hablando para sí y
siempre riéndose, mientras la lima chirriaba cada vez con más fuerza, mordiendo el metal con
sus dientes de acero-. ¡Je!, ¡Je! ¡Pobre Daniel!, dirán los míos, ¡ya chochea! ¿Para qué quiere
ese viejo moribundo y decrépito esa hija tan hermosa y tan joven, si no sabe guardarla de los
codiciosos ojos de nuestros enemigos?... ¡Je!, ¡je!, ¡je! ¿Crees tú, por ventura, que Daniel
duerme? ¿Crees tú, por ventura, que si mi hija tiene un amante..., que bien puede ser, y ese
amante es cristiano y procura seducirla y la seduce, que todo es posible, y proyecta huir con
ella, que también es fácil, y huye mañana, por ejemplo, lo cual cabe dentro de lo humano, crees
tú que Daniel se dejará así arrebatar su tesoro?, ¿crees tú que no sabrá vengarse?
-Pero -exclamó, interrumpiéndole, el joven-, ¿sabéis, acaso...?
-Sé -dijo Daniel, levantándose y dándole un golpecito en la espalda-, sé más que tú, que nada
sabes, ni nada sabrías si no hubiese llegado la hora de decirlo todo... Adiós; avisa a nuestros
hermanos para que cuanto antes se reúnan. Esta noche, dentro de una o dos horas, yo estaré con
ellos. ¡Adiós!
Y esto diciendo, Daniel empujó suavemente a su interlocutor hacia la calle, recogió sus trebejos
muy despacio y comenzó a cerrar con dobles cerrojos y aldabas la puerta de la tiendecilla.
El ruido que produjo la puerta al encajarse, rechinando sobre sus premiosos goznes, impidió al
que se alejaba oír el rumor de las celosías del ajimez, que en aquel punto cayeron de golpe,
como si la judía acabara de retirarse de su alféizar.

- II -

Era noche de Viernes Santo; los habitantes de Toledo, después de haber asistido a las tinieblas
en su magnífica catedral, acababan de entregarse al sueño o referían al amor de la lumbre
consejas parecidas a la del Cristo de la Luz, que robado por unos judíos, dejó un rastro de
sangre por el cual se descubrió el crimen; o la historia del Santo Niño de la Guarda, en quien
los implacables enemigos de nuestra fe renovaron la cruel pasión de Jesús. Reinaba en la ciudad
un silencio profundo, interrumpido a intervalos, ya por las lejanas voces de los guardias
nocturnos que en aquella época velaban en derredor del alcázar, ya por los gemidos del viento,
que hacía girar las veletas de las torres o zumbaba entre las torcidas revueltas de las calles,
cuando el dueño de un barquichuelo que se mecía amarrado a un poste cerca de los molinos,
que parecen como incrustados al pie de las rocas que baña el Tajo y sobre las que se asienta la
ciudad, vio aproximarse a la orilla, bajando trabajosamente por uno de los estrechos senderos
que desde lo alto de los muros conducen al río, a una persona a quien, al parecer, aguardaba con
impaciencia.
-¡Ella es! -murmuró entre dientes el barquero-. ¡No parece sino que esta noche anda revuelta
toda esa endiablada raza de judíos!... ¿Dónde diantres se tendrán dada cita con Satanás, qué
todos acuden a mi barca, teniendo tan cerca el puente?... No, no irán a nada bueno cuando así
evitan toparse de manos a boca con los hombres de armas de San Servando... Pero, en fin, ello
es que me dan buenos dineros a ganar, y a su alma su palma, que yo en nada entro ni salgo.
Esto diciendo el buen hombre, sentándose en su barca aparejó los remos, y cuando Sara, que no
era otra la persona a quien al parecer había aguardado hasta entonces, hubo saltado al
barquichuelo, soltó la amarra que lo sujetaba y comenzó a bogar en dirección a la orilla opuesta.
-¿Cuántos han pasado esta noche? -preguntó Sara al barquero apenas se hubieron alejado de los
molinos, y como refiriéndose a algo de que ya habían tratado anteriormente.
-Ni los he podido contar -respondió el interpelado-; ¡un enjambre!... Parece que esta noche será
la última que se reúnen.
-¿Y sabes de qué tratan y con qué objeto abandonan la ciudad a estas horas?
-Lo ignoro...; pero ello es que aguardan a alguien que debe llegar esta noche... Yo no sé para
qué le aguardarán, aunque presumo que para nada bueno.
Después de este breve diálogo, Sara se mantuvo algunos instantes sumida en un profundo
silencio y como tratando de coordinar sus ideas.
«No hay duda -pensaba entre sí-; mi padre ha sorprendido nuestro amor y prepara alguna
venganza horrible. Es preciso que yo sepa adónde van, qué hacen, qué intentan. Un momento de
vacilación podría perderle».
Cuando Sara se puso un instante de pie y, como para alejar las horribles dudas que la
preocupaban, se pasó la mano por la frente, que la angustia había cubierto de un sudor glacial,
la barca tocaba a la orilla opuesta.
-Buen hombre -exclamó la hermosa hebrea, arrojando algunas monedas a su conductor y
señalando un camino estrecho y tortuoso que subía serpenteando por entre las rocas-, ¿es ése el
camino que siguen?
-Ése es, y cuando llegan a la Cabeza del Moro desaparecen por la izquierda. Después, el diablo
y ellos sabrán adónde se dirigen -respondió el barquero.
Sara se alejó en la dirección que éste le había indicado. Durante algunos minutos se le vio
aparecer y desaparecer alternativamente entre aquel oscuro laberinto de rocas cortadas a pico;
después, y cuando hubo llegado a la cima llamada la Cabeza del Moro, su negra silueta se
dibujó un instante sobre el fondo azul del cielo y, por último, desapareció entre las sombras de
la noche.

- III -

Siguiendo el camino donde hoy se encuentra la pintoresca ermita de la Virgen del Valle, y como
a dos tiros de ballesta del picacho que el vulgo conoce en Toledo por la Cabeza del Moro,
existían aún en aquella época los ruinosos restos de una iglesia bizantina, anterior a la conquista
de los árabes.
En el atrio, que dibujaban algunos pedruscos diseminados por el suelo, crecían zarzales y
hierbas parásitas, entre los que yacían medio ocultos, ya el destrozado capitel de una columna,
ya un sillar groseramente esculpido con hojas entrelazadas, endriagos horribles o grotescos e
informes figuras humanas. Del templo sólo quedaban en pie los muros laterales y algunos arcos
rotos y cubiertos de yedra.
Sara, a quien parecía guiar un sobrenatural presentimiento, al llegar al punto que le había
señalado su conductor, vaciló algunos instantes, indecisa acerca del camino que debía seguir;
pero, por último, se dirigió con paso firme y resuelto hacia las abandonadas ruinas de la iglesia.
En efecto, su instinto no la había engañado. Daniel, que ya no sonreía; Daniel, que no era ya el
viejo débil y humilde, sino que, antes bien, despidiendo cólera de sus pequeños y redondos ojos,
parecía animado del espíritu de la venganza, rodeado de una multitud ávida, como él, de saciar
su sed de odio en uno de los enemigos de su religión, estaba allí, y parecía multiplicarse dando
órdenes a los unos, animando en el trabajo a los otros, disponiendo, en fin, con una horrible
solicitud los aprestos necesarios para la consumación de la espantosa obra que había estado
meditando días y días mientras golpeaba impasible el yunque en su covacha de Toledo.
Sara, que a favor de la oscuridad había logrado llegar hasta el atrio de la iglesia, tuvo que hacer
un esfuerzo para no arrojar un grito de horror al penetrar en su interior con la mirada. Al rojizo
resplandor de una fogata, que proyectaba la forma de aquel círculo infernal en los muros del
templo, había creído ver que algunos hacían esfuerzos por levantar en alto una pesada cruz,
mientras otros tejían una corona con las ramas de los zarzales o aplastaban sobre una piedra las
puntas de los enormes clavos de hierro. Una idea espantosa cruzó por su mente: recordó que a
los de su raza los habían acusado más de una vez de misteriosos crímenes; recordó vagamente
la aterradora historia del Niño Crucificado, que ella hasta entonces había creído una grosera
calumnia inventada por el vulgo para apostrofar y zaherir a los hebreos.
Pero ya no le cabía duda alguna; allí, delante de sus ojos, estaban aquellos horribles
instrumentos de martirio, y los feroces verdugos sólo aguardaban la víctima.
Sara, llena de una santa indignación, rebosando en generosa ira y animada de esa fe
inquebrantable en el verdadero Dios que su amante le había revelado, no pudo contenerse a la
vista de aquel espectáculo, y, rompiendo por entre la maleza que la ocultaba, presentose de
improviso en el dintel del templo.
Al verla aparecer, los judíos arrojaron un grito de sorpresa, y Daniel, dando un paso hacia su
hija en ademán amenazante, le preguntó con voz ronca:
-¿Qué buscas aquí, desdichada?
-Vengo a arrojar sobre vuestras frentes -dijo Sara con voz firme y resuelta- todo el baldón de
vuestra infame obra, y vengo a deciros que en vano esperáis la víctima para el sacrificio, si ya
no es que intentáis cebar en mí vuestra sed de sangre; porque el cristiano a quien aguardáis no
vendrá, porque yo le he prevenido de vuestras asechanzas.
-¡Sara! -exclamó el judío rugiendo de cólera-. Sara, eso no es verdad; tú no puedes habernos
hecho traición hasta el punto de revelar nuestros misteriosos ritos; y si es verdad que los has
revelado, tú no eres mi hija...
-No, ya no lo soy; he encontrado otro padre, un padre todo amor para los suyos, un padre a
quien vosotros enclavasteis en una afrentosa cruz, y que murió en ella por redimirnos,
abriéndonos para una eternidad las puertas del cielo. No; ya no soy vuestra hija, porque soy
cristiana y me avergüenzo de mi origen.
Al oír estas palabras, pronunciadas con esa enérgica entereza que sólo pone el cielo en boca de
los mártires, Daniel, ciego de furor, se arrojó sobre la hermosa hebrea, y derribándola en tierra y
asiéndola por los cabellos, la arrastró, como poseído de un espíritu infernal, hasta el pie de la
cruz, que parecía abrir sus descarnados brazos para recibirla, exclamando al dirigirse a los que
le rodeaban:
-Ahí os la entrego; haced vosotros justicia de esa infame, que ha vendido su honra, su religión y
a sus hermanos.

- IV -

Al día siguiente, cuando las campanas de la catedral atronaban los aires tocando a gloria, y los
honrados vecinos de Toledo se entretenían en tirar ballestazos a los judas de paja, ni más ni
menos que como todavía lo hacen en algunas de nuestras poblaciones, Daniel abrió la puerta de
su tenducho, como tenía de costumbre, y con su eterna sonrisa en los labios comenzó a saludar a
los que pasaban, sin dejar por eso de golpear en el yunque con su martillito de hierro; pero las
celosías del morisco ajimez de Sara no volvieron a abrirse, ni nadie vio más a la hermosa hebrea
recostada en su alféizar de azulejos de colores...
Cuentan que, algunos años después, un pastor trajo al arzobispo una flor hasta entonces nunca
vista, en la cual se veían figurados todos los atributos del martirio del Salvador; flor extraña y
misteriosa que había crecido y enredado sus tallos por entre los ruinosos muros de la derruida
iglesia.
Cavando en aquel lugar y tratando de inquirir el origen de aquella maravilla, añaden que se
halló el esqueleto de una mujer, y enterrados con él otros tantos atributos divinos como la flor
tenía.
El cadáver, aunque nunca se pudo averiguar de quién era, se conservó por largos años con
veneración especial en la ermita de San Pedro el Verde, y la flor, que hoy se ha hecho bastante
común, se llama Rosa de Pasión.
Los chicos
[Cuento - Texto completo.]
Ana María Matute

Eran cinco o seis, pero así, en grupo, viniendo carretera adelante, se nos antojaban quince o veinte.
Llegaban casi siempre a las horas achicharradas de la siesta, cuando el sol caía de plano contra el
polvo y la grava desportillada de la carretera vieja, por donde ya no circulaban camiones ni carros,
ni vehículo alguno. Llegaban entre una nube de polvo que levantaban sus pies, como las pezuñas
de los caballos. Los veíamos llegar y el corazón nos latía de prisa. Alguien, en voz baja, decía:
«¡Que vienen los chicos…!» Por lo general, nos escondíamos para tirarles piedras, o huíamos.
Porque nosotros temíamos a los chicos como al diablo. En realidad, eran una de las mil formas
de diablo, a nuestro entender. Los chicos, harapientos, malvados, con los ojos oscuros y brillantes
como cabezas de alfiler negro. Los chicos, descalzos y callosos, que tiraban piedras de largo
alcance, con gran puntería, de golpe más seco y duro que las nuestras. Los que hablaban un idioma
entrecortado, desconocido, de palabras como pequeños latigazos, de risas como salpicaduras de
barro. En casa nos tenían prohibido terminantemente entablar relación alguna con esos chicos.
En realidad, nos tenían prohibido salir del prado bajo ningún pretexto. (Aunque nada había tan
tentador, a nuestros ojos, como saltar el muro de piedras y bajar al río, que, al otro lado, huía
verde y oro, entre los juncos y los chopos.) Más allá, pasaba la carretera vieja, por donde llegaban
casi siempre aquellos chicos distintos, prohibidos.
Los chicos vivían en los alrededores del Destacamento Penal. Eran los hijos de los presos del
Campo, que redimían sus penas en la obra del pantano. Entre sus madres y ellos habían construido
una extraña aldea de chabolas y cuevas, adosadas a las rocas, porque no se podían pagar el
alojamiento en la aldea, donde, por otra parte, tampoco eran deseados. «Gentuza, ladrones,
asesinos.. .» decían las gentes del lugar. Nadie les hubiera alquilado una habitación. Y tenían que
estar allí. Aquellas mujeres y aquellos niños seguían a sus presos, porque de esta manera vivían
del jornal que, por su trabajo, ganaban los penados.
El hijo mayor del administrador era un muchacho de unos trece años, alto y robusto, que estudiaba
el bachillerato en la ciudad. Aquel verano vino a casa de vacaciones, y desde el primer día
capitaneó nuestros juegos. Se llamaba Efrén y tenía unos puños rojizos, pesados como mazas,
que imponían un gran respeto. Como era mucho mayor que nosotros, audaz y fanfarrón, le
seguíamos adonde él quisiera.
El primer día que aparecieron los chicos de las chabolas, en tropel, con su nube de polvo, Efrén
se sorprendió de que echáramos a correr y saltáramos el muro en busca de refugio.
-Sois cobardes -nos dijo-. ¡Esos son pequeños!
No hubo forma de convencerle de que eran otra cosa, de que eran algo así como el espíritu del
mal.
-Bobadas -nos dijo. Y sonrió de una manera torcida y particular, que nos llenó de admiración. Al
día siguiente, cuando la hora de la siesta, Efrén se escondió entre los juncos del río. Nosotros
esperábamos, detrás del muro, con el corazón en la garganta. Algo había en el aire que nos llenaba
de pavor. (Recuerdo que yo mordía la cadenita de la medalla y que sentía en el paladar un gusto
de metal raramente frío. Y se oía el canto crujiente de la cigarra entre la hierba del prado.) Echados
en el suelo, el corazón nos golpeaba contra la tierra.
Al llegar, los chicos escudriñaron hacia el río, por ver si estábamos buscando ranas como
solíamos. Y para provocarnos, empezaron a silbar y a reír de aquella forma de siempre, opaca y
humillante. Era su juego: llamarnos sabiendo que no apareceríamos. Nosotros seguíamos ocultos
y en silencio. Al fin, los chicos abandonaron su idea y volvieron al camino, trepando terraplén
arriba. Nosotros estábamos anhelantes y sorprendidos, pues no sabíamos lo que Efrén quería
hacer.
Mi hermano mayor se incorporó a mirar por entre las piedras y nosotros le imitamos. Vimos
entonces a Efrén deslizarse entre los juncos como una gran culebra. Con sigilo trepó hacia el
terraplén, por donde subía el último de los chicos, y se le echó encima.
Con la sorpresa, el chico se dejó atrapar. Los otros ya habían llegado a la carretera y cogieron
piedras, gritando. Yo sentí un gran temblor en las rodillas, y mordí con fuerza la medalla. Pero
Efrén no se dejó intimidar. Era mucho mayor y más fuerte que aquel diablillo negruzco que
retenía entre sus brazos, y echó a correr arrastrando a su prisionero al refugio, donde le
aguardábamos. Las piedras caían a su alrededor y en el río, salpicando de agua aquella hora
abrasada. Pero Efrén saltó ágilmente sobre las pasaderas y, arrastrando al chico, que se revolvía
furiosamente, abrió la empalizada y entró con él en el prado. Al verlo perdido, los chicos de la
carretera dieron media vuelta y echaron a correr, como gazapos, hacia sus chabolas.
Sólo de pensar que Efrén traía a una de aquellas furias, estoy segura de que mis hermanos
sintieron el mismo pavor que yo. Nos arrimamos al muro, con la espalda pegada a él, y un gran
frío nos subía por la garganta.
Efrén arrastró al chico unos metros, delante de nosotros. El chico se revolvía desesperado e
intentaba morderle las piernas, pero Efrén levantó su puño enorme y rojizo y empezó a golpearle
la cara, la cabeza, la espalda. Una y otra vez, el puño de Efrén caía, con un ruido opaco. El sol,
brillaba de un modo espeso y grande sobre la hierba y la tierra. Había un gran silencio. Sólo
oíamos el jadeo del chico, los golpes de Efrén y el fragor del río, dulce y fresco, indiferente, a
nuestras espaldas. El canto de las cigarras parecía haberse detenido. Como todas las voces.
Efrén estuvo un rato golpeando al chico con su gran puño. El chico, poco a poco, fue cediendo.
Al fin, cayó al suelo de rodillas, con las manos apoyadas en la hierba. Tenía la cara oscura, del
color del barro seco, y el pelo muy largo, de un rubio mezclado de vetas negras, como quemado
por el sol. No decía nada y se quedó así, de rodillas. Luego, cayó contra la hierba, pero levantando
la cabeza, para no desfallecer del todo. Mi hermano mayor se acercó despacio, y luego nosotros.
Parecía mentira lo pequeño y lo delgado que era. «Por la carretera parecían mucho más altos»,
pensé. Efrén estaba de pie a su lado, con sus grandes y macizas piernas separadas, los pies
calzados con gruesas botas de ante. ¡Qué enorme y brutal parecía Efrén en aquel momento!
-¿No tienes aún bastante? -dijo en voz muy baja, sonriendo. Sus dientes, con los colmillos
salientes, brillaban al sol-. Toma, toma…
Le dio con la bota en la espalda. Mi hermano mayor retrocedió un paso y me pisó. Pero yo no
podía moverme: estaba como clavada en el suelo. El chico se llevó la mano a la nariz. Sangraba,
no se sabía si de la boca o de dónde. Efrén nos miró.
-Vamos -dijo-: Este ya tiene lo suyo-. Y le dio con el pie otra vez.
-¡Lárgate, puerco! ¡Lárgate en seguida!
Efrén se volvió, grande y pesado, despacioso hacia la casa, muy seguro de que le seguíamos.
Mis hermanos, como de mala gana, como asustados, le obedecieron. Sólo yo no podía moverme,
no podía, del lado del chico. De pronto, algo raro ocurrió dentro de mí. El chico estaba allí,
tratando de incorporarse, tosiendo. No lloraba. Tenía los ojos muy achicados, y su nariz, ancha y
aplastada, brillaba extrañamente. Estaba manchado de sangre. Por la barbilla le caía la sangre,
que empapaba sus andrajos y la hierba. Súbitamente me miró. Y vi sus ojos de pupilas redondas,
que no eran negras, sino de un pálido color de topacio, transparentes, donde el sol se metía y se
volvía de oro. Bajé los míos, llena de una vergüenza dolorida.
El chico se puso en pie despacio. Se debió herir en una pierna, cuando Efrén le arrastró, porque
iba cojeando hacia la empalizada. No me atreví a mirar su espalda, renegrida, y desnuda entre los
desgarrones. Sentí ganas de llorar, no sabía exactamente por qué. Únicamente supe decirme: “Si
sólo era un niño. Si era nada más que un niño, como otro cualquiera”.
FIN
en http://ciudadseva.com/texto/los-chicos/
Autor: LEOPOLDO ALAS CLARÍN
ISBN/ASIN: 9788476830062
Editorial: LIBERTARIAS-PRODHUFI
Fecha de edición: 1986
Ciudad: Madrid
Título. Descuentos
“La Cenicienta leyó su cuento”

Alguien debía saber que era bella, a pesar de la ceniza que le manchaba el
rostro. En ocasiones estrangulaba gestos bajo esa misma capa de ceniza que
parecía ya su epidermis, de no ser por las lágrimas fracasadas, a veces sin
contexto, que le surcaban las mejillas descubriendo una amarga, muy amarga
condición social. Era ella la Cenicienta. Ella, todo el día en casa, fregando
suelos que no necesitaban ser fregados porque rezumaban limpieza, lavando
montones de ropa, haciendo trabajos inútiles, monologando con los animales
y canturreando canciones insufribles todas las mañanas.
Pero se había leído el cuento, porque leer sí sabía. Y en el cuento estaba
escrito que no la dejarían ir al baile; su llanto sobre el banco de piedra en el
jardín; la aparición del hada madrina; su historia de amor con el príncipe y el
maravilloso final feliz. Guardaba el cuento bajo la almohada y todas las
mañanas, un poco antes de entonar sus cantos virginales, lo releía con
cuidado y disfrutaba: era el único aliciente de su vida y de él se servía para
ejercitar a un tiempo la imaginación y la memoria. Después de leerlo no le
suponía ningún esfuerzo fregar el suelo, y, sobre todo, como estaba ya harto
limpio, le bastaba con fingir un poco, lloriquear, dejar los ojos en blanco cuando
pasaba alguna de sus hermanastras (las pupilas empotrada en las cejas),
suspirar, retirarse el pelo con una mano y tararear muy bajito para que le
gritaran “Calla y trabaja”; controlaba perfectamente la situación y con el
sufrimiento convivía, así, en ella la esperanza. Pero como sabía positivamente
que todo iba a salir bien, la esperanza se reducía a una espera física Lo único
que había de pasar era el tiempo, los segundos uno tras otro, lentos como todo
aquello que preludia un fin conocido… Igual que se hace con los libros
sagrados, abría siempre el cuento por las mañanas y lo leía para reunir fuerzas
y para sentir más palpable la prueba de una verdad que, muchas veces,
descreía o consideraba un sueño. La lectura cotidiana fortalecía su fe.
Un día gritaron “Cenicienta” y se le llenó el corazón de gozo cuando supo lo
del baile: tenía que ayudar a sus hermanastras, casaderas y vírgenes, a
arreglarse para la conquista del príncipe.
Ella lo hizo feliz y entregándose plenamente a la tarea. Sólo después sintió
un escalofrío: cuando, al contemplarlas ya dispuestas para salir, se preguntó
si no serían demasiado bellas. Pero se había leído el cuento y eso la
tranquilizó.
—¿Te apetece venir al baile, Cenicienta?—le preguntó su madrastra.
Cenicienta se asustó por el tono dulce de la pregunta y porque, como es
lógico, le apetecía: pero temía que la madrastra lo aceptara, porque entonces
el cuento podía alterarse y dejar ella de creérselo como había estado
creyéndoselo toda su vida. No podía Cenicienta contradecir un destino que
estaba escrito mostrándose encantada con la idea del baile. Por otra parte, tal
vez, si aceptaba y acudía con sus hermanastras, no hacía otro mal que el de
alterar el final, evitar algunos pasos previos. Se debatía de este modo en la
duda y su silencio fue interpretado como una negativa.
—No dice nada, la muy grosera— observó una de las hermanastras.
—Déjala. Las criadas como ella sólo sirven para trabajar.
—Sí… Vámonos, hijas—concluyó la madrastra —no vaya a hacerse tarde.
Salieron dando un portazo y Cenicienta se sintió feliz, por un lado, porque la
cosa iba tal y como el cuento decía; pero, por otro lado, palpó la inseguridad,
supo que había estado a punto, en un momento, de cambiar el curso de los
acontecimientos: hubiera bastado una respuesta rápida y entusiasta a la
pregunta de su madrastra; porque, en definitiva, ella también tenía derecho a
ese baile. Y a lo mejor, para asistir, no era necesario recurrir a un hada
madrina. Parecía, incluso, más realista pensarlo así… Algo marchaba mal.
Corrió a su habitación tropezando con los escalones, viendo las cosas a través
de una cortina de pelos enredados… ¿Y si lo había echado todo a perder por
no haber sido capaz de manifestar un mínimo de entusiasmo? ¿y si por culpa
de su voluntad ciega de respetar el texto había caído en la más cruel de las
artimañas del destino?… Abrió tres puertas que no eran. Llegó, por fin, a su
habitación, se arrojó sobre la cama, levantó la almohada… Y sí: allí estaba el
cuento, infalible, y era inútil releerlo. De sobra lo conocía… ¿A qué tanto
histerismo?… Se relajó, respiró profundamente y, cuando ya creía estar
tranquila, el corazón se le aceleró y la memoria se le disparó: ¿Qué hacía ella
allí? ¿Por qué no estaba llorando en el jardín?
Otra vez, desesperada, se lanzó escaleras abajo, atravesó mil puertas que
no eran, pisó mil suelos que no tenía que pisar y, al fondo de un corredor,
adivinó por fin el jardín. Corrió a tirarse de rodillas al pie del banco de piedra,
bajo un cielo dilatado y moteado de estrellas. Apoyó la cara sobre un brazo
intentando llorar en vano. Todo lo que sentía era frío: el cuerpo le temblaba
mientras, como un cáncer, la duda le comía terreno a la fe. Pero cuando vio
una luz impresionante, como un aura de santo pero más intensa y mayor, supo
que el cuento era verdad: el hada madrina estaba allí, alta, cuarentona,
hermosa, dócil, grácil, blanda, suave, dúctil, biodegradable. Se acercó a
Cenicienta y le tocó con la varita un par de veces para que se volviera.
—Sabes perfectamente que he venido. No te hagas la distraída.
Miró la joven, fingiendo también el llanto.
—No me intentes engañar, criadilla: son muchos años de profesión… Lo más
sensato es que no llores, si no tienes ganas.
Se sentó en el aire y meneó la cabeza repetidas veces.
—Las cosas no son tan fáciles ni tan aburridas, criadilla mía; yo no soy tan
tonta como tú te crees; y respecto a ti…Bueno, hija, has reventado el cuento…
¿A que lo sospechabas?
Cenicienta, con el tono de quien accede a razonar y con la secreta intención
de sacar partido de aquella conversación, se sentó en el banco, prestándose
por fin a dialogar a cara descubierta.
—Ya sé —dijo—No me he entusiasmado lo suficiente cuando mi madrastra
me ha preguntado…
—Procura no decir tonterías. Me harás ese favor, ¿verdad? —dijo el hada
interrumpiendo a la joven— Y escucha bien: no se trata de intentar fingir que
se asume un papel, nena. Se trata de asumirlo… ¿Verdad que ahora lo
entiendes? Tú dejaste de ser Cenicienta en cuanto leste el cuento. Eso te
hacía feliz. Y si has leído bien —en el cuento está muy claro— la Cenicienta
lloraba en serio, sufría, lo pasaba mal.
Y, tras una pausa, puntualizó:
—Párrafos tres, siete, once y catorce.
Se levantó luego el hada madrina y se sentó junto a Cenicienta, que tenía
los labios pálidos, ahora, y muy abiertos: estaba a punto de derrumbarse.
Volvió a mover la cabeza, se levantó de nuevo, paseó en el jardín, se acercó
amenazante y reiteró la acusación:
—La cuestión no era entusiasmarse o no con lo del baile. La cuestión era no
haber leído el cuento. Ya sé que, en parte, no es culpa tuya porque el cuento
estaba escrito… Pero, ¿por qué te lo creíste?
Cenicienta no contestaba nada. Observaba al hada y escuchaba en silencio,
sabiendo que la única baza que le quedaba era despertar su compasión.
—Es que, además —seguía el hada, paseando con las manos en la espalda
y como hablando sola— no puede uno creerse los cuentos que todavía no han
sucedido. Las profecías sólo se cumplen cuando las desconocemos o cuando
aún conociéndolas, no creemos en ellas. Es lo de siempre: unos se las creen
y se empeñan en precipitar los acontecimientos; otros se las creen y se
abandonan ciegamente al destino, como si el destino no contara con ellos;
otros se las creen y se oponen con obstinación diabólica, tratando de impedir
que el destino se cumpla… Pero todos se las creen, maldita sea… ¿Te parece
bien que un hada madrina hable en el tono que yo estoy utilizando? ¿Dice algo
de eso el cuento, criadilla?… ¿No te parece que va siendo hora de dar marcha
atrás?
Cenicienta se encogió de hombros.
—No sé que culpa tengo, si he preferido creer en algo para soportar mejor
mi sufrimiento…
—Tu culpa, hija, es la de haber colaborado en la destrucción de una historia
maravillosa. Y la solución no va a ser fácil.
Se golpeaba el hada la mano con la varita mágica y agitaba la cabeza una y
otra vez.
—En fin, Cenicienta. Tú no eres de los que se abandonan al destino, ni de
quienes luchan desesperadamente contra él y caen, inevitablemente en sus
redes… No, claro que no. Tú eres de los que modifican el destino y… Bueno,
de gente como tú depende todo, Cenicienta.
La joven rompió a llorar y sus gemidos fueron sollozos cuando el hada
madrina, mirándola fijamente, sentenció:
—No irás al baile, Cenicienta. Tú no irás al baile.
Luego se desvaneció en el aire y la joven, que no dejaba de llorar, volvió a
escuchar su voz entre los árboles, donde el viento provocaba un temblor
exquisito en las hojas:
—Ahora sí sufrirás, Cenicienta. Y como en el cuento, el baile estará
esperando sin que tú lo sepas; porque, ¿sabes?, no hay que creer en los
cuentos, criadilla mía… Pero los cuentos existen.

Cuento VII – El conde Lucanor – Doña Truhana


[Cuento - Texto completo.]
Juan Manuel

De lo que aconteció a una mujer que le decían doña Truhana


Otra vez hablaba el conde Lucanor con Patronio en esta guisa:
-Patronio, un hombre me dijo una razón y mostrome la manera cómo podía ser. Y bien os digo que
tantas maneras de aprovechamiento hay en ella que, si Dios quiere que se haga así como él me dijo,
que sería mucho de pro pues tantas cosas son que nacen las unas de las otras que al cabo es muy gran
hecho además.
Y contó a Patronio la manera cómo podría ser. Desde que Patronio entendió aquellas razones,
respondió al conde en esta manera:
-Señor conde Lucanor, siempre oí decir que era buen seso atenerse el hombre a las cosas ciertas y no
a las vanas esperanzas pues muchas veces a los que se atienen a las esperanzas, les acontece lo que le
pasó a doña Truhana.
Y el conde le preguntó como fuera aquello.
-Señor conde -dijo Patronio-, hubo una mujer que tenía nombre doña Truhana y era bastante más
pobre que rica; y un día iba al mercado y llevaba una olla de miel en la cabeza. Y yendo por el camino,
comenzó a pensar que vendería aquella olla de miel y que compraría una partida de huevos y de
aquellos huevos nacerían gallinas y después, de aquellos dineros que valdrían, compraría ovejas, y
así fue comprando de las ganancias que haría, que hallóse por más rica que ninguna de sus vecinas.
Y con aquella riqueza que ella pensaba que tenía, estimó cómo casaría sus hijos y sus hijas, y cómo
iría acompañada por la calle con yernos y nueras y cómo decían por ella cómo fuera de buena ventura
en llegar a tan gran riqueza siendo tan pobre como solía ser.
Y pensando esto comenzó a reír con gran placer que tenía de su buena fortuna, y riendo dio con la
mano en su frente, y entonces cayóle la olla de miel en tierra y quebróse. Cuando vio la olla quebrada,
comenzó a hacer muy gran duelo, temiendo que había perdido todo lo que cuidaba que tendría si la
olla no se le quebrara.
Y porque puso todo su pensamiento por vana esperanza, no se le hizo al cabo nada de lo que ella
esperaba.
Y vos, señor conde, si queréis que los que os dijeren y lo que vos pensareis sea todo cosa cierta, creed
y procurad siempre todas cosas tales que sean convenientes y no esperanzas vanas. Y si las quisiereis
probar, guardaos que no aventuréis ni pongáis de los vuestro, cosa de que os sintáis por esperanza de
la pro de lo que no sois cierto.
Al conde le agradó lo que Patronio le dijo e hízolo así y hallóse bien por ello.
Y porque a don Juan contentó este ejemplo, hízolo poner en este libro e hizo estos versos:
A las cosas ciertas encomendaos
y las vanas esperanzas, dejad de lado.
Afecta a:

1. Actividades sugeridas para el ensayo: “El progreso suicida”.

1.- Observa el siguiente diagrama y escribe en el espacio en blanco, según la información que tengas sobre
el tema.

¿Qué es?

¿Cómo
se produce?
Contaminación
ambiental

Consecuencias

¿Hay solución?
2.- Lee el siguiente ensayo:

EL PROGRESO SUICIDA

Cada día millones de toneladas de desperdicios tóxicos y esterilizantes son arrojadas en el suelo, en el aire
y en el agua de las grandes concentraciones industriales. Hay ciudades, como los Ángeles y en cierto modo
Londres, en las que se forma un denso colchón de niebla producido por la humedad, el humo y todos los
gases de la actividad de los motores y quemadores de toda clase. El resultado es que la gente respira un
aire literalmente venenoso que afecta la vida, que ataca las plantas y que corroe en muchas formas todas las
cosas. En menos de un siglo a la intemperie de la ciudad de Washington un obelisco egipcio ha sufrido más
grave deterioro que en los tres mil años anteriores en que estuvo al aire abierto del valle del Nilo. El caso es
igual con el agua. Los desperdicios de las cloacas y de las fábricas llenan de sustancias nocivas las corrientes
de agua. Hay ríos, como el Delaware en los Estados Unidos, que, prácticamente, han dejado de contener
vida. Han muerto los peces, los infusorios y hasta las bacterias entre el aluvión de ácidos disueltos que
diariamente tiñen al río de multicolores manchas. La esterilización de un río rompe una cadena de vida. Los
seres del agua están estrechamente conectados con las plantas y con los animales de tierra. Un río estéril
termina por hacer estéril la tierra que lo rodea. El agua utilizada para enfriar las plantas atómicas regresa a
los ríos a temperaturas insoportables para la vida animal y vegetal. Muere el plancton, muere la bacteria y
muere el pez. Los paisajes naturales desaparecen entre una constante niebla de gases industriales. De los
escapes de los automóviles salen cantidades aterradoras de monóxido de carbono que tiene un efecto
destructivo sobre los pulmones y el sistema nervioso. Los alrededores se convierten en cementerios de
chatarra y cada día son más raquíticos y escasos los árboles, preludiando un futuro de desolación.
Esto constituye uno de los problemas más graves y urgentes que afecta hoy directamente a los grandes
países industriales y, a través de ellos y de la dinámica misma del desarrollo, a todos los hombres. Cada torre
de chimenea que se alza, cada motor que se enciende, cada cañería de desperdicios que sale al agua, cada
derrame de petróleo en el mar, destruye vida y modifica negativamente una parte del medio natural.
Hace tiempo que los hombres de ciencia saben que no hay vida aislada, ni medio separado. La vida es una
sola red que une, en la más continua y solidaria dependencia, a todos los seres orgánicos. Desde los
microorganismos de la tierra hasta los mamíferos más elevados en la escala animal, hasta el hombre, están
indisolublemente unidos y existen los unos porque existen los otros, y no puede eliminarse a ninguno sin que
toda la cadena se rompa irremisiblemente. Esto es lo que se llama la Ecología, que no es una ciencia
solamente sino la condición fundamental de la existencia y de la preservación de la vida.
Cuando con los ojos de los astronautas hemos visto todos esa maravillosa esfera azul y blanca, con muchos
ocres, que flota en el espacio, hemos tenido presente una inolvidable lección de la unidad de toda la vida. No
somos sino de la Tierra, hijos de las circunstancias ambientales que se han producido en ella, y no parece
que tengamos otra posibilidad que la Tierra. Por eso reviste un carácter de tan grave y trágica amenaza la
destrucción constante del ambiente natural que el desarrollo industrial y tecnológico ha traído. Es como la otra
faz temible de la atrayente imagen del progreso y del desarrollo. Podemos llegar a ser poderosos y altamente
productivos pero hasta ahora lo ha sido al precio de una desconsiderada y pavorosa destrucción de las
condiciones ambientales que han hecho la vida posible.
Éste es el problema de la ruina ambiental, de la destrucción de la naturaleza por el pillaje humano o de la
polución, como también se le llama, que hoy constituye una de las mayores preocupaciones de los gobiernos
de los grandes países industriales y que es como el cáncer de la civilización del progreso. Es como si nuestro
progreso se hiciera al precio de la destrucción de la naturaleza y del ambiente, que es lo mismo que decir la
autodestrucción del hombre.
Detener esta tendencia y sus efectos negativos y restablecer un equilibrio estable en la naturaleza requerirá
un esfuerzo gigantesco y la cooperación de todos los hombres, para dominar y equilibrar el poder destructivo
y casi suicida del progreso industrial y tecnológico.

Arturo Uslar Pietri, El ensayo hispanoamericano del siglo XX, John Skirius comp., México, FCE, 2006 (Tierra
Firme) pp. 357-359

3.- Completa los espacios en blanco


¿Quién o qué? ¿Qué? ¿Dónde? ¿Por qué? Por consiguiente

Arroja Se afecta la vida


desperdicios

Se rompe un
cadena de a
vida

Se un
preludia de
futuro
desolación

Los hombres de
ciencia

Somos de la
Tierra

Tiene un
problema
grave

Requerirá un En todo el mundo


esfuerzo
gigantesco

4.- El texto presenta una relación causal. Es decir, el escritor nos presenta un problema y expone las causas
y las consecuencias de ese problema. Realiza un diagrama en el cual sintetices las relaciones causales que
se presentan en este ensayo.
5.- Vuelve a leer el texto. ¿Por qué se titulará el “Progreso suicida”? Como te puedes dar cuenta, Uslar
Pietri considera que el progreso tiene un costo alto. ¿Cuál es? ¿Estás de acuerdo?
6.- El escritor nos transmite una visión negativa del progreso. ¿Cómo lo hace?
7.- Escribe en el espacio en blanco el sustantivo correspondiente.

denso de niebla
+ literalmente venenoso
+ raquíticos y escasos
+ grave y trágica
+ desconsiderada y pavorosa
+ ambiental
+ destructivo y casi suicida
Igual a: suicida

8.- ¿Por qué crees que el escritor utilice expresiones hiperbólicas? ¿Para qué?
9.- ¿Con qué intención crees que Uslar Pietri haya escrito este ensayo?
10.- ¿Cuál crees que haya sido el motivo qué hizo surgir este ensayo?
11.- Además de los argumentos de causa-consecuencia, Uslar Pietri usa el argumento por definición; el cual
consiste en explicar un concepto con base en sus atributos o en sus funciones. La definición se construye
según lo que se quiera resaltar. De esta manera, Uslar Pietri trata de justificar su modo de percibir el problema
de la contaminación con definiciones que resaltan la idea de un progreso, cuyas consecuencias son negativas
para el ser humano.
Completa el siguiente cuadro:

Concepto Definición Resalta:


La vida es una sola red que une, en la Reconocimiento de la relación
más continua y solidaria que existe entre todos los
dependencia, a todos los seres organismos.
orgánicos

“No somos sino de la Tierra,


hijos de las circunstancias
ambientales que se han
producido en ella, y no parece
que tengamos otra posibilidad
que la Tierra”.

Contaminación

Suicida

12.- Como ya lo habrás señalado, la intención de este ensayo es concienciar a los lectores sobre el problema
de la contaminación ambiental. Seguramente Uslar Pietri se percató del problema y se puso a reflexionar
sobre él; luego se propuso que también otros lo hiciéramos así. De allí su propuesta ensayística. Ahora bien,
¿crees que este ensayo contribuya a la solución del problema?, ¿de qué servirá tomar conciencia e inducir a
otros a hacerlo también?
13.- Regresa al diagrama de la pregunta uno. Completa según la lectura de “El progreso suicida”
14.- ¿Cuál es la estructura del texto? Completa:
Introducción: descripción de la contaminación ambiental (presentación del problema)
Desarrollo: .
Conclusión: .
15.- Ubica un problema dentro de tu comunidad y elabora un diagrama como el de la pregunta uno.
16.- Escribe el borrador de un ensayo con la información anterior. Te propongo la siguiente organización:
Primer párrafo (introducción o exordio): señalamiento del problema. Defínelo, descríbelo.
Segundo párrafo: explicación de las causas y consecuencias. Puedes apoyarte en argumentos de autoridad
(lo que personajes destacados han estudiado y señalado sobre la materia).
Tercer párrafo: descripción de las causas y de las consecuencias. Ejemplifica.
Cuarto párrafo (conclusión o epílogo): propuesta de solución y exhortación a la acción.
Figuras retóricas que puedes utilizar: la hipérbole, la descripción y la comparación.
Nota: Recuerda los conectores que puedes usar. Por ejemplo, para comenzar un escrito: La finalidad de este
escrito, Este ensayo trata de, El propósito de este ensayo, etc. Para indicar causa: porque, ya que, pues, dado
que, a causa de, por el hecho de que, etc. Para indicar consecuencia: en consecuencia, por tanto, por
consiguiente, razón por la cual, como resultado, así pues, etc. Para terminar un escrito: En conclusión, Para
resumir, Para finalizar, En resumen, etc.
17.- Intercambia tu borrador con el de otro compañero. Respondan: ¿En qué consiste el problema expuesto?,
¿se percibe la gravedad de ese problema?, ¿se describen claramente las causas y las consecuencias?, ¿es
viable la propuesta de solución?
18.- Corrige tu escrito con base en las observaciones de tu compañero. Si tienes duda respecto a la ortografía
o el significado correcto de una palabra, busca en los diccionarios. Asimismo si tienes duda respecto al
contenido que has expuesto, averigua sobre él.
19.- Reúnete en equipos de seis integrantes. Lean sus ensayos y coméntelos. Elijan uno para presentar a la
clase. Expliquen la razón por la cual lo eligieron.
20.- En ese mismo equipo discute qué es y cuáles son las características de un ensayo. Tienes como
evidencia el ensayo de Uslar Pietri y tu propio ensayo. Debes buscar las respuestas en la observación
detallada de esos escritos.
21.- Presenta a la clase tus respuestas y explica cuáles fueron las observaciones que te llevaron a ellas.
22.- Como bien habrás observado el ensayo es el acto de pesar algo a través del juicio de la razón. En él se
examina un asunto; es decir, se reflexiona sobre él, se plantea una tesis o hipótesis y se argumenta o se
prueba esa hipótesis.
Como lo esencial de un ensayo es la interpretación personal de un determinado asunto, el ensayo es
subjetivo; lo cual quiere decir que predomina el juicio del yo. Un juicio que se somete al juicio de los demás,
pues el ensayista busca hacer reflexionar al lector sobre lo que a él le ha suscitado la reflexión.
Cabe hacer notar que los temas de un ensayo son variados; el ensayo puede abarcar cualquier área.
Cualquier cosa que suscite la duda del ser humano es tema de reflexión. Desde la punta de un dedo meñique
hasta la compleja economía mundial. El siguiente ensayo que vas a leer, por ejemplo, trata sobre la nariz.
¿Te imaginas qué podría reflexionar alguien sobre la nariz.

2. Actividades sugeridas para el ensayo: “Sobre la nariz”

1.- Observa de manera general el escrito “Sobre la nariz”. ¿Cuál crees que sea la tesis de este ensayo?
(Recuerda que la tesis es el argumento que se desea probar).
2.- Imagínate a qué tipo de reflexiones puede llevar la nariz. Escríbelas en tu cuaderno.
3.- Lee el texto.
SOBRE LA NARIZ

El domingo pasado me dediqué a leer cuentos. Naturalmente, leí muchos cuentos rusos, entre los que estaba
La nariz, de Gogol, pequeña obra maestra del absurdo protagonizada por un barbero, un oficial que un día
se despierta sin nariz, y por la nariz misma, que aparece primero dentro de un pan y luego anda por la calle
sola y más dispuesta a hacer carrera que cuando estaba pegada a la cara de su dueño. Una
.
En la noche prendí la televisión y vi con un programa que registra minuciosamente las
transformaciones de personas que solicitan que les hagan cirugías plásticas múltiples, pagadas
por la televisora y por un equipo de cirujanos que admiten las cámaras en el quirófano para filmar
las –obviamente, pero sí espanta un poco—operaciones. El programa en cuestión sigue a los
aspirantes desde que se les comunica que su solicitud fue aceptada (¡y reaccionan como si les dieran el
Nobel!) y los acompaña a lo largo de unos, muy , calvarios en pos de lo que ellos creen que es un
físico aceptable. Párpados, senos, nalgas, la parte superior de los brazos, panzas, muslos, arrugas, ojos,
orejas y, por supuesto, narices, son recortadas, cosidas, curadas con láser, pulidas, estiradas, engrosadas,
subidas o aplastadas y todo el mundo queda feliz.
Lo que causó mi no fue la idiotez adobada de cursilería de los narradores, o la vulnerabilidad
de los solicitantes. Uno de los procedimientos, incluso me : la cirugía láser de ojos
que deja a los pacientes con vista mejor que 20/20. No sé que sea mejor que 20/20, pero lo imagino como un
don mágico, uno de los poderes del Hombre Araña. Además, es el único procedimiento incruento y dura dos
minutos. Es algo .
No, lo que me un poco fue el caso de una mujer que decía necesitar una rinoplastia –cirugía
de la nariz—porque su enorme nariz le impedía tener pareja y una vida social satisfactoria. Cuál no sería mi
al ver la toma de perfil, porque su nariz era, de verdad, del mismo tamaño que la mía, y si me
apuran, de forma parecida. Mi nariz no tiene la culpa de nada de lo que me ha pasado en la vida conyugal o
en la vida en general. A la mujer esta le recortaron la nariz y le quedó una distancia entre el labio
superior y el principio del tabique. Da la impresión de que se está tapando los dientes con el labio, como si
los tuviera constantemente destemplados, una cosa rarísima.
Desde el domingo me he estado fijando mucho en las narices de la gente que pasa frente a mis narices y
creo haber detectado muchas rinoplastias. Tal vez me equivoco, pero me que el síndrome Michael
Jackson está vivito y coleando entre nosotros, aunque en menor escala (y, ¿quién tiene el
dinero para pagar millones de dólares para quedar como un murciélago depilado?). Una hojeada, en la cola
del súper, a las revistas que se ocupan de la farándula y de la gente bien, satisfizo mi curiosidad científica: a
las actrices de la tele y a las mujeres de cierta clase social les gustan las narices muy pequeñas y con el
tabique afilado.
No tengo nada en contra de la cirugía plástica, al contrario, pero defender las narices grandes,
porque me parece que tienen una mala prensa . En las ilustraciones de los cuentos para niños, los
malos tienen la nariz grande y ganchuda. Las brujas, en especial, son muy narizonas. La prueba irrefutable
de que Pinocho mentía, era el súbito crecimiento de su nariz. Mucho más ha sido la propaganda
antisemita que asocia la nariz judía o árabe a defectos como la avaricia. Hay montones de avaros o malvados
con naricitas.
En el libro La seducción secreta, de Piet Vromm, un estudio ameno acerca del olfato y su importancia en la
vida humana, el autor afirma que algunas cirugías pueden trastornar la percepción de los olores: la extracción
mal hecha de pólipos nasales, o las rinoplastias que modifican el flujo del aire que lleva las moléculas
odoríferas a las membranas, mismas que a su vez enviarán la información al bulbo olfatorio. Un mundo sin
olores es, según los estudiosos, entre ellos el genial Francisco González Crussí, un mundo en el que el amor,
el deseo sexual, la memoria y el placer de comer quedarían irremediablemente empobrecidos. Nomás hay
que pensar en cómo se vuelve insípida la comida con un resfriado común.
Un precio demasiado alto por achicarse la nariz.

Verónica Murguía, Los mejores ensayos mexicanos, ed. 2005, selección e introducción Antonio Saborit,
México, f,l,m. Joaquín Mortiz, 2005, pp.107-109

4.- Como te habrás percatado, en el texto hacen falta algunas palabras, mismas que encontrarás en las líneas
siguientes. Escríbelas en donde corresponden. Recuerda las reglas de concordancia entre género y número
y entre persona y verbo.
indignó tremenda quiero estupor parece
sorpresa afortunadamente terribles delicia
azoro maravilló sangrientas inmerecida
dañosa con fervor increíble perpetradas extrañísima
5.- ¿Por qué crees que la autora haya elegido estas palabras y no otras? Prueba a cambiarlas. Por ejemplo:
una belleza, vi con alegría, etc. ¿Qué puedes concluir?, ¿cuáles serían los factores que determinan la
elección de los vocablos?
6.- El uso de la lengua está determinado por las emociones de quien escribe y la intención de escritura; es
decir en las emociones, reflexiones y sensaciones que el autor busca comunicar al lector. ¿Cuáles son las
emociones, sensaciones y reflexiones que la autora suscitó en ti?, ¿cómo lo hizo?
7.- ¿Cuál fue el evento que hizo reflexionar a la autora sobre la nariz?
8.- Completa el siguiente esquema (la experiencia personal produce emociones y éstas conducen a la
intención de escritura):

Experiencia emociones hacia


personal
Lectura de La nariz delei
te
Programa La defensa
televisivo Sobre de
cirugías
Indignación

Observación porque
de narices
La reflexión sobre la nariz parte de la experiencia personal. ¿Has tenido experiencias personales que te
susciten la reflexión?, ¿cuáles?
8.- ¿Crees que las narices pequeñas son más lindas que las grandes? Escribe tus razones sobre esta
cuestión.
9.- La experiencia personal de la autora la conduce a la percepción de un prejuicio basado en la siguiente
oposición: la nariz pequeña y afilada es igual a bondad y belleza; mientras que la nariz grande y ganchuda es
igual a maldad y fealdad. ¿Te has percatado de prejuicios (creencias de la sociedad que determinan
comportamientos no justificados) con los cuales no estés de acuerdo? Piensa en algunos. Anótalos en una
lista y delante de cada uno de ellos escribe por qué no están justificados. Ejemplo:
Prejuicio: Las mujeres son de cabellos largos e ideas cortas. No se justifica porque el largo del cabello no es
una cualidad que determine la capacidad intelectual de las mujeres. Además se tiene prueba de mujeres de
cabellos largos que han destacado por su inteligencia. Ejemplos: Virginia Woolf, Marie Curie, Hipatia. Cabe
destacar que de ser cierto que el cabello largo impide pensar, bastaría con cortárnoslo para obtener brillantez
intelectual.
10.- Los prejuicios rayan en lo absurdo. Por eso, al ponerlos en tela de juicio, se manifiestan ridículos. Vuelve
a leer el texto. Subraya las expresiones irónicas y sarcásticas. ¿Qué función tiene en el texto el uso de la
ironía y el sarcasmo?
11.- Lee el epílogo o conclusión, ¿por qué concluye la autora que el costo por achicarse la nariz es muy alto?
A veces no es suficiente con nuestras reflexiones para justificar una tesis. Por ello tenemos que apoyarnos
en lo que otros, con más autoridad, han escrito. ¿En quienes se apoya la autora para concluir como ha
concluido?
12.- Vuelve a la pregunta uno. ¿Cuál es la tesis de este escrito? ¿Qué tan cerca estuviste en tu vaticinio?
13.- Compara tu lista de la pregunta dos con lo que encontraste en este ensayo.
14.- Regresa a la lista de prejuicios que hiciste en el número nueve. Elige uno de esos prejuicios. Plantea una
tesis, busca argumentos que la apoyen, ordena los argumentos. Escribe el borrador.
Ejemplo:
Prejuicio: Las mujeres son de ideas cortas y cabellos largos. (Shopenhauer)
Tesis: La inteligencia no se mide por el largo de los cabellos ni por el sexo.
Argumentos (puedes utilizar una lluvia de ideas):
El cabello largo no es indicio de que se carece de la capacidad de pensar.
Ser mujer tampoco es un indicio de lo anterior.
Si la inteligencia dependiera del largo del cabello, bastaría con cortárnoslo a rape para ser brillantes.
Si la inteligencia dependiera de ser hombre o ser mujer, todos los hombres serían brillantes y todas las
mujeres estúpidas.
Si la brillantez intelectual se asocia a la calvicie, entonces no hay razón para buscar remedios en contra de
ella.
Los remedios, al hacer crecer el cabello, repercutirían en el aumento de la estupidez.
Si el cabello corto asegurará inteligencia bastaría con cortárselo a casi todos los gobernantes del mundo.
Quizá entonces podrían solucionar los problemas de sus países.
Si la inteligencia es propia del ser hombre, ¿a qué se deben las aportaciones de Téano (médica y matématica
en la antigua Grecia), Hipatia (inventora del astrolabio), Gertrude Elion (Nobel en medicina en 1988), Marie
Curie (pionera en el campo de la radioactividad) y la brillante prosa de Virginia Woolf? (por mencionar sólo
algunos nombres)
Los científicos han demostrado que el tamaño del cerebro no indica la capacidad mental.
Mucho menos se puede medir la inteligencia por el largo del cabello.
Sin duda alguna, la creencia en que la inteligencia está asociada a ser hombre, empobrece la vida.
Si se omiten las aportaciones de la mitad de la humanidad tendremos menos soluciones a nuestros problemas
y más estupidez.
La estupidez no se remedia con un corte de cabello.
Sobre el cabello a rape

Hace poco leí que el gran filósofo Shopenhauer definió a las mujeres con base en el largo de sus cabellos.
Dijo que las “mujeres eran de ideas cortas y cabellos largos”. Yo, que tengo el cabello a la altura de los
hombros, pensé de inmediato en cortármelo a rape. Pues si hay verdad en esa afirmación, la relación se da
entre: cabellos largos igual a ideas cortas y cabellos cortos igual a ideas largas (¿lo largo será también
profundo?) Quizá por eso la creencia popular de que el que piensa mucho pierde el cabello. Por supuesto,
hay más calvos hombres que mujeres calvas. Las mujeres no piensan, por eso no sufren de calvicie; además
tampoco se jalan los cabellos ante la búsqueda desesperada de una solución a un problema elevado. Sin
duda porque no tienen la capacidad de levitar.
Así pues, pensé en cortarme el cabello a rape, pues si la inteligencia depende del largo del cabello, entre
menos más brillante. Sin embargo me percaté de que un corte de cabello no me haría inteligente porque soy
mujer; razón suficiente, según Shopenhauer, para definirme como estúpida. De este modo, dada la relación
propuesta por el filósofo, la inteligencia depende del sexo y del largo del cabello. De lo anterior se deduce
que todos los hombres calvos son brillantes y todas las mujeres de cabellos largos, estúpidas.
Ahora bien, si la brillantez intelectual de los hombres depende de la calvicie, entonces no hay razón para
buscar remedios en contra de ella; pues estos remedios, al hacer crecer el cabello, repercutirán gravemente
en el aumento de la estupidez. Si el cabello corto asegurará inteligencia bastaría con cortárselo a casi todos
los gobernantes del mundo. Quizá entonces podrían solucionar los problemas de sus países.
Como la solución de los problemas no se encuentra en un corte de cabello, creo que el gran filósofo erró. El
cabello largo no es indicio de que se carece de la capacidad de pensar. Ser mujer tampoco es un indicio de
lo anterior.
Por otro lado, Si la inteligencia es propia del ser hombre, ¿a qué se deben las aportaciones de Téano
(médica y matématica en la antigua Grecia), Hipatia (inventora del astrolabio), Gertrude Elion (Nobel en
medicina en 1988), Marie Curie (pionera en el campo de la radioactividad) y la brillante prosa de Virginia
Woolf? Todas ellas mujeres y, por supuesto, de cabellos largos. La inteligencia no se mide por el largo de los
cabellos ni por el sexo. Ya algunos científicos han demostrado que el tamaño del cerebro no indica la
capacidad mental. Menos se puede medir la inteligencia por el largo del cabello.
Sin duda alguna, la creencia en que la inteligencia está asociada a ser hombre, empobrece la vida; pues si
se omiten las aportaciones de la mitad de la humanidad tendremos menos soluciones a nuestros problemas
y más estupidez, la cual no se remedia con un corte a rape (observemos el caso de Sansón).

15.- Después de haber leído el ensayo “Sobre la nariz”, ¿puedes agregar más características al género
ensayo?, ¿cuáles?
16.- Completa:
¿Qué sabía sobre el ensayo?: .
¿Qué sé ahora?: .
Por lo general en un ensayo no se tratan temas novedosos, pues importa más la manera en la cual se
presenta el tema que la originalidad de ese tema. Lo que se pesa en un ensayo se encuentra estrechamente
vinculado a la experiencia personal del ensayista; por consiguiente, una tesis se pude sostener con base en
dicha experiencia. De allí que Verónica Murguía compare su nariz con la nariz de la mujer que se va a someter
a cirugía o, que nos haga partícipes de las emociones que la lectura le despierta.
Así pues, observa que en el ensayo se despliega la capacidad de pensar. Asimismo el ensayista busca hacer
pensar a los otros, los lectores. ¿Cuál es tu propia opinión sobre las cirugías de nariz? ¿Crees que la felicidad
radica en el aspecto físico? Organiza un debate. Escribe después las conclusiones a las que llegaste.
Vuelve al ensayo anterior. Uslar Pietri crítica la actitud humana para con la Tierra. Verónica Munguía, la
actitud humana para con . De ello podemos deducir que un ensayo presenta un
juicio , cuya intención es poner en lo establecido por la sociedad.
Observemos pues el juicio crítico en el siguiente ensayo:

3. Actividades sugeridas para el ensayo: “Las violaciones”


1.- Echa un vistazo a la siguiente lectura. Vaticina ¿Qué se va a defender?, ¿cuál será la intención de
escritura?
2.- ¿Qué opinión tienes respecto a las leyes que castigan los delitos en tu país?, ¿son lo suficientemente
fuertes para evitar los delitos?
3.- Define, según el conocimiento que tengas, qué es una violación.
4.- ¿Qué castigo pondrías a este delito?
5.- Lee el texto.

LAS VIOLACIONES
Violar es un delito y una actividad exclusivamente masculina. Excepcionalmente hay mujeres que roban o que
estafan, pero la violación forma parte de la actividad masculina desde los comienzos de la historia. Cualquier
mitología –la griega, la latina, la nórdica—incluye relatos de raptos y violaciones ejecutados por hombres: el
rapto de las Sabinas, la conversión de Júpiter en cisne para poseer a Leda, etcétera. El hombre parece menos
capacitado que la mujer para dominar su deseo, reprimirlo o sublimarlo. Es más: frente al rechazo de su
deseo, el hombre parece estimulado a lograrlo con la fuerza física. Es posible incluso que muchos violadores
perdieran su deseo si el objeto deseado se les ofreciera voluntariamente o diera su consentimiento. Todo esto
es una realidad que los hechos comprueban desgraciadamente todos los días. Las mujeres y los niños son
las víctimas habituales de este deseo perverso de violación que el hombre manifiesta reiteradamente. Dado
que es así, se supone que la legislación de cualquier sociedad tendría que proteger a estas víctimas
potenciales del deseo trasgresor de los hombres y castigar de manera ejemplar el delito, cuando se comete.
Sin embargo, nos encontramos a menudo con una tolerancia explícita frente a ese hecho que a mí me parece
indignante.
Cualquier mujer, en una experiencia personal, en su biografía, registra conatos de violación más o menos
disimulados. Ha sido manoseada en el metro, estrujada en el ascensor, tocada en una calle oscura. El
problema comienza por el concepto mismo de violación. Considerar, como lo hace el código español, que
solo es violación la penetración vaginal forzada, es demostrar una indignante tolerancia frente a la agresión
que sufren muchas mujeres y que quedan sin castigo. Somos las mujeres quienes debemos definir qué es
una violación. Yo, por lo menos, lo tengo claro: es violatorio cualquier acto sexual que se arranque a la fuerza,
y también lo es en el intento, frustrado o no. El defecto de la legislación española permite que una penetración
anal ejecutada a la fuerza no sea considerada como violación sino como abusos deshonestos. Sólo puedo
pensar que tal definición parte de un colectivo que jamás ha sido violado: si los violados fueran hombres, en
lugar de las mujeres y de los niños, seguramente la concepción del delito sería mucho más explícita.
Para empeorar el asunto, nos encontramos con una disculpa habitual: la supuesta provocación de la
víctima, de la mujer agredida. Una sociedad que propone permanentemente a la mujer como objeto sexual
del deseo masculino, a través de la imagen, de la publicidad, de la literatura, considera, al mismo tiempo, que
la minifalda puede ser una provocación para la violación. Si es así, son provocadores los anuncios televisivos,
las películas de Minelli, de Fellini, de Visconti, las revistas del corazón y los suplementos dominicales de los
periódicos. ¿Se considera paralelamente, que un hombrecito que luce sus piernas velludas está incitando a
la violación? ¿O es que las mujeres debemos aceptar que por el hecho de serlo somos víctimas propiciatorias
para el deseo de familiares y prójimos?
Hay que realizar una campaña contra la violación. Y empieza por definir como violación toda actividad sexual
arrancada a la fuerza, sea cual sea la zona erógena elegida por el macho.

Cristina Peri Rossi, El pulso del mundo. Artículos periodísticos: 1978-2002, México, UACM, 2005, pp. 100-
103
6.- Completa el siguiente cuadro.
Definició propuest Justificació de su Postura segú la Razones segú la
n a n , n , n

por la autora propuesta autora, de la autora, de la


postura

Legislación de la Legislación

Violar es un delito y
una actividad
exclusivamente
masculina.

Tal definición parte de


un colectivo que
jamás ha sido violado.

Disculpa habitual: la
supuesta provocación
de la víctima. Una
sociedad que
propone
permanentemente a la
mujer como objeto
sexual.

7.- ¿Cuál es la razón por la cual la ensayista propone una definición de violación?
8.- ¿Crees que su postura esté plenamente justificada?
9.- ¿Cuál es el sentimiento que motiva su propuesta de definición?
10.- Completa el siguiente esquema (con base en la regla de justicia la autora exige justicia para quienes
considera indefensos. Pide un castigo ejemplar para los victimarios).

Regla de exigencia de justicia castigo ejemplar justicia


para las mujeres y niños a los hombres

Tolerancia de
La legislación definición insuficiente
Indignación
Propuesta de
definición

La definición propuesta por la ensayista se basa en la regla de justicia, la cual implica la exigencia de un trato
equitativo para todos aquellos que estén en iguales circunstancias. ¿Crees que su exigencia tiene razón de
ser?
11.- Vuelve a la pregunta número dos. Si respondiste que no, ejemplifica. Si respondiste que sí, justifica tu
respuesta. Hazlo en un solo párrafo.
12.- Revisa tu definición de violación y el castigo que pondrías para castigar este delito. ¿Ha cambiado tu
postura, después de haber leído “Las violaciones”?
13.- ¿Tendrá algún valor hacer reflexionar sobre la pertinencia de las leyes de un país?
14.- Investiga en el Código Penal Federal cuál es la definición que se da del delito de violación.
15.- ¿Cómo se penaliza?
16.- ¿Estás de acuerdo con esa definición y esa penalización? Escribe tus razones y explícalas.
17.- Vuelve al texto. ¿Cuál es la conducta que la autora pone en tela de juicio?
18.- ¿En qué consiste el juicio crítico? Contesta con base en los ensayos leídos.
19.- El ejercicio del derecho, en general, es una cuestión que suscita desacuerdos. Como ejemplo basta
acordarnos de las recientes disputas a favor y en contra de la despenalización de algunas causales de aborto,
aprobada para el Distrito Federal. También suscitó polémica la ley que aprueba los matrimonios entre
personas del mismo sexo. Al respecto todos tenemos una opinión, nos beneficie o no una ley. ¿Cuáles serían
los factores que considerarías para decirte a favor o en contra? Elige una de las dos polémicas. Investiga
sobre el tema. Define el asunto. Elabora un cuadro comparativo entre las ventajas y desventajas de la
aprobación y emite tu juicio. El juicio, por supuesto, deberás justificarlo.
El comportamiento de una sociedad cambia de acuerdo a las ideas de una época y de un lugar. Así, en
siglos anteriores, por ejemplo, a los hijos fuera de matrimonio se les registraba como bastardos o hijos
ilegítimos, lo cual les impedía, entre otras cosas, acceder a puestos públicos; además el maltrato hacia ellos
se justificaba. Lo mismo ocurría en el caso de las mujeres, quienes no eran consideradas ciudadanas, por lo
mismo no podían elegir a sus gobernantes. ¿Sabes que hubo qué hacer para que tú tuvieras acceso a la
educación, para que tu mamá votara, para que a tu padre se le pagara horas extras, para que se pudiera
ejercer libremente cualquier credo, para que se reconociera que la tierra giraba alrededor del sol? Primero se
tuvo que hacer un llamado a la conciencia; es decir, un llamado al ejercicio de la razón, al juicio crítico.
Después se fue a la acción y, por supuesto, no fue fácil el cambio. Sin embargo, el mérito se encuentra en la
lucha. Someter, pues, las cosas al juicio de la razón es un asunto de importancia que implica el deseo de
transformación, tal y como lo hace Einstein en el siguiente ensayo.

4. Actividades sugeridas para el ensayo: “El problema del negro”

1.- ¿Qué sabes de Albert Einstein?


2.- ¿A qué problema del negro crees que se refiere?
3.- ¿Qué sabes sobre el trato que se le ha dado a los negros a lo largo de la historia?
4.- Lee el texto.
5.- Escribe en las líneas los vocablos que faltan, los encontrarás enseguida:
No obstante puesto que sin embargo por tanto Pero Sin embargo
No creo que En otras palabras Por el contrario aunque
No hay duda sino Por eso pero

EL PROBLEMA DEL NEGRO


Escribo como alguien que ha vivido en América durante algo más de diez años. Y escribo con temor y
seriedad. Muchos lectores podrían preguntarse: “¿Qué derecho tiene para atreverse a hablar de asuntos que
sólo nos conciernen a nosotros, y que ningún recién llegado debe tocar?”.
Alguien que ha vivido en
América durante algo más de
diez años.

tal punto de vista esté justificado. Cualquiera de nosotros da mucho por sabido cuando ha
crecido en un determinado ambiente. , alguien que venga a este país en plena madurez, puede
tener una visión penetrante de todo lo que es característico y peculiar. , creo que debe hablar
con libertad acerca de lo que ve y siente, haciéndolo quizás dé pruebas de su utilidad.
Lo que convierte a cualquier recién llegado en devoto de este país es el trato democrático que existe entre
la gente. No lo digo pensando ahora en la constitución política de esta nación, no hay duda de que
debe ser muy elogiada. Lo hago pensando en la relación entre los individuos y en la actitud que mantienen
entre ellos.
En los Estados Unidos todo el mundo se siente seguro de su valía como individuo. Nadie se humilla ante
otra persona o clase. Ni siquiera la gran diferencia existente en cuanto a la riqueza, el poder superior de unos
pocos, puede minar la saludable confianza en sí mismo y el respeto por la dignidad del otro.
Hay, , un punto oscuro en la perspectiva social de los americanos. Su sentido de la igualdad y
de la dignidad humana se limita principalmente a los hombres de piel blanca. Incluso entre éstos hay prejuicios
de los cuales yo como judío soy plenamente consciente; carecen de importancia si se les compara
con la actitud de los “blancos” hacia los ciudadanos de piel oscura, particularmente los negros. Cuanto más
americano me siento, más me duele esta situación, y sólo hablando de ello puedo escapar de ese sentimiento
de complicidad.
Muchas personas podrían responderme: “Nuestra actitud hacia los negros es el resultado de las amargas
experiencias que hemos tenido viviendo a su lado. No son iguales a nosotros en inteligencia, veracidad o
sentido de responsabilidad”.
Estoy totalmente convencido de que quien opine así comete una terrible equivocación. Fueron tus
antepasados quienes los arrancaron de sus hogares por la fuerza; y ha sido el hombre blanco quien, con su
afán por conseguir una vida fácil y llena de riqueza, los ha suprimido, explotado despiadadamente, e incluso
degradado a la esclavitud. El prejuicio moderno en contra de los negros no es más que la consecuencia del
deseo de mantener esta indigna condición.
Los griegos antiguos también tenían esclavos. No eran negros, blancos que habían tomado cautivos
en la guerra. No se podía hablar, , de diferencias raciales. , incluso Aristóteles, uno
de los grandes filósofos griegos, consideró a los esclavos como seres inferiores, cuyo sentimiento y privación
de libertad estaban justificados. de que estaba inmerso en un prejuicio tradicional del cual, a
pesar de su extraordinaria inteligencia, no pudo liberarse.
Gran parte de nuestras actitudes se ven condicionadas por opiniones y emociones que adoptamos de
nuestro ambiente cuando somos niños. , es la tradición –aparte de las aptitudes y las cualidades
heredadas—las que nos hace a nosotros lo que somos. Es relativamente fácil darse cuenta de lo pequeña
que es la influencia de nuestros pensamientos en nuestras convicciones y formas de conducta si la
comparamos con la influencia enorme de la tradición.
Sería por tanto estúpido despreciar la tradición. , debemos comenzar a controlarla y asumir una
actitud crítica hacia ella, si es que deseamos que alguna vez mejoren las relaciones humanas. Debemos
también intentar reconocer lo que en la tradición que recibimos está dañando nuestro destino y dignidad, y
encauzar nuestra vida de acuerdo a ello.
Creo que cualquiera que intente pensar honestamente en estas cuestiones reconocerá inmediatamente la
carencia de sentido e incluso la fatalidad de nuestros prejuicios contra los negros.
Sin embargo, ¿qué puede hacer el hombre de bien para combatir este prejuicio profundamente arraigado?
Debe tener la entereza de dar ejemplo con palabras y hechos, y debe velar para que sus hijos no se dejen
influir por dichos prejuicios raciales.
No creo que haya una forma con la que remediar este mal. , hasta que se alcance ese propósito, no
hay mayor satisfacción para una persona justa y bienintencionada que saber que ha dedicado todas sus
energías al servicio de esta buena causa.
Albert Einstein, Sobre el humanismo. Escritos sobre política, sociedad y ciencia. México, Páidos, 1995, pp.
17-19
6.- Elabora una lista en la que expliques cuál es la función de los vocablos anteriores. Ejemplo:
- No creo que: contrastar el punto de vista de algunos estadounidenses con el punto de vista de Albert
Einstein.
7.- Escribe en los rectángulos las expresiones e ideas en el texto que remiten a Albert Einstein. Si te faltan
rectángulos, agrégalos.
ALBERT
EINSTEI
N

8.- Vuelve a la pregunta uno. ¿Qué sabes ahora de Albert Einstein? Como puedes darte cuenta, Einstein no
escribe ni sobre física ni usa términos científicos. Cualquiera que tenga una cultura general puede entender
este ensayo, no así si se tratara de un texto científico, pues en éste se usan tecnicismos y cientificismos.
Einstein no busca que lo entiendan los hombres de ciencia, busca que lo entiendan los hombres. Así pues, el
tono del ensayo es el tono conversacional, el diálogo entre seres pensantes.
Casi todos sabemos que Albert Einstein es el científico más importante del siglo XX, padre de la bomba
atómica y creador de la Teoría de la Relatividad. Sin embargo, Einstein también fue un gran humanista;
promovió el pacifismo y la igualdad entre las razas. Por ejemplo, en 1914 le pidieron que firmara el “Manifiesto
para el Mundo civilizado”, el cual justificaba la ocupación alemana en Bélgica. Ese manifiesto acusaba a los
rusos, a los mongoles y a los negros de querer atacar a la raza blanca. Es de notar que noventa y tres
intelectuales importantes firmaron el manifiesto. Einstein no lo hizo. Así pues, Einstein actúa de acuerdo a su
pensamiento, sin importar las repercusiones.
9.- ¿Por qué crees que Albert Einstein escriba con temor y seriedad?
10.- Escribe en las columnas correspondientes la opinión de Einstein y lo que éste piensa que podrían
pensar algunos lectores sobre sus argumentos respecto a:

Posibles pensamientos de otros opinión de Einstein

El derecho a hablar de los problemas


de un país ajeno.

La actitud discriminatoria hacia los


negros
10. ¿Por qué crees que Einstein piense en lo que podrían pensar sus lectores respecto a lo que escribe?,
¿quiénes son esos lectores en los cuáles está pensando?
11.- La técnica de contraponer los argumentos de otros, con los cuales no estamos de acuerdo, a nuestros
razonamientos, se llama contraargumentación o refutación. Según lo que observas en Einstein, ¿cuál es la
función de esta técnica?¿Qué relación puede tener esta técnica con el temor y la seriedad con los cuales dice
escribir Einstein?
12.- Completa:
Una persona no puede opinar sobre los problemas de un país que no es el suyo.
Puede opinar porque
En Estados Unidos existe un trato democrático entre los ciudadanos
pero
Muchas personas podrían responderle a Einstein que el maltrato hacia los negros está justificado
porque
Pero Einstein opina que el maltrato a los negros se debe
a
Los griegos antiguos tenían esclavos blancos. Aristóteles justificaba la esclavitud porque

La tradición influye en nuestros comportamientos. Sería por tanto estúpido despreciarla.


Pero
Es difícil cambiar los comportamientos en contra de los negros. Sin
embargo
Como puedes inferir del ejercicio anterior, otra técnica argumentativa utilizada por Einstein es la concesión,
un aparente acuerdo con el otro, para luego, ponerlo en tela de juicio y evidenciar el error. Explica cómo
funciona esta figura en este ensayo.
13.- ¿Cuál es la intención de escritura de este ensayo?
14.- ¿Cuáles son los sentimientos que expresa Einstein a lo largo de su ensayo?
15.- ¿Por qué crees que Einstein manifieste que va a hablar del prejuicio en contra de los negros para no ser
cómplice?
16.- ¿Cómo se puede ser cómplice sin participar activamente en el comportamiento determinado por los
prejuicios?
17.- ¿Has observado comportamientos discriminatorios en tu comunidad?
18.- Completa:

Discriminación en contra de Justificación de Refutación De allí que


esa discriminación

Inmigrantes Le quitan el trabajo a


mexicanos (mojados) los estadounidenses,
son delincuentes etc.

Grupos indígenas
19.- Elige un “problema” de discriminación. Elabora una lista de justificaciones que se suelen dar para legitimar
esa discriminación y una lista en donde se evidencie la sin razón de esa legitimación y otra en donde
consolides tu postura. Escribe el ensayo. Puedes seguir el siguiente esquema:
Introducción o exordio: exposición del problema.
Desarrollo: argumentación y contraargumentación.
Conclusión o epílogo: propuesta de solución o sugerencia de la importancia de reflexionar antes de prejuiciar.
Recuerda los nexos que puedes usar: Para indicar contraste: pero, no obstante, por contraste, más bien, a
pesar de eso, por otra parte, por el contrario, sin embargo, mas, hay que tener en cuenta, ahora bien, en
oposición, antes bien, etc. Para indicar concesión: sin duda, seguramente, con seguridad, naturalmente, por
supuesto que, admito que, etc.
20.- Reúnete en equipo, intercambia tu ensayo. Pregunta ¿está bien planteada la tesis?, ¿las pruebas que se
aportan son suficientes, se entienden y son funcionales?, ¿los nexos usados son los pertinentes?, ¿el llamado
a la conciencia es lo suficientemente convincente?
21.- Corrige tu ensayo con base en las observaciones de tus compañeros.
22.- ¿Puedes agregar más características al ensayo?

Si los tiburones fueran hombres (Bertotl Brecht)

“—Si los tiburones fueran hombres –preguntó al señor K. La hija pequeña de su patrona--, ¿se
portarían mejor con los pececitos?
--Claro que sí –respondió el señor K.-. si los tiburones fueran hombres, harían construir en el mar
cajas enormes para los pececitos, con toda clase de alimentos en su interior, tanto plantas como
materias animales. Se preocuparían de que las cajas tuvieran siempre agua fresca y adoptarían
todo tipo de medidas sanitarias. Si, por ejemplo, un pececito se lastimase una aleta, enseguida se
la vendarían de modo que el pececito no se les muriera prematuramente. Para que los pececitos
no se pusieran tristes habría, de vez en cuando, grandes fiestas acuáticas, pues los pececitos
alegres tienen mejor sabor que los tristes. También habría escuelas en el interior de las cajas. En
esas escuelas se enseñaría a los pececitos a entrar en las fauces de los tiburones. Éstos
necesitarían tener nociones de geografía para mejor localizar a los grandes tiburones, que andan
por ahí holgazaneando. Lo principal sería, naturalmente, la formación moral de los pececitos. Se
les enseñaría que no hay nada más grande ni más hermoso para un pececito que sacrificarse con
alegría; también se les enseñaría a tener fe en los tiburones, y a creerles cuando les dijesen que
ellos ya se ocupan de forjarles un hermoso porvenir. Se les daría a entender que ese porvenir que
se les augura sólo estará asegurado si aprenden a obedecer. Los pececillos deberían guardarse
bien de las bajas pasiones, así como de cualquier inclinación materialista, egoísta o marxista. Si
algún pececillo mostrase semejantes tendencias, sus compañeros deberían comunicarlo
inmediatamente a los tiburones. Si los tiburones fueran hombres, se harían naturalmente la guerra
entre sí para conquistar cajas y pececillos ajenos. Además, cada tiburón obligaría a sus propios
pececillos a combatir en esas guerras. Cada tiburón enseñaría a sus pececillos que entre ellos y
los pececillos de otros tiburones existe una enorme diferencia. Si bien todos los pececillos son
mudos, proclamarían, lo cierto es que callan en idiomas muy distintos y por eso jamás logran
entenderse. A cada pececillo que matase en una guerra a un par de pececillos enemigos, de esos
que callan en otro idioma, se les concedería una medalla de vareo y se les otorgaría además el
título de héroe. Si los tiburones fueran hombres, tendrían también su arte. Habría hermosos cuadros
en los que se representarían los dientes de los tiburones en colores maravillosos, y sus fauces como
puros jardines de recreo en los que da gusto retozar. Los teatros del fondo del mar mostrarían a
heroicos pececillos entrando en las fauces de los tiburones, y la música sería tan bella que, a sus
sones, arrullados por los pensamientos más deliciosos, como en un ensueño, los pececillos se
precipitarían en tropel, precedidos por la banda, dentro de esas fauces. Habría asimismo una
religión, si los tiburones fueran hombres. Esa religión enseñaría que la verdadera vida comienza
para los pececillos en el estómago de los tiburones. Además, si los tiburones fueran hombres, los
pececillos dejarían de ser todos iguales como lo son ahora. Algunos ocuparían ciertos cargos, lo
que los colocaría por encima de los demás. A aquellos pececillos que fueran un poco más grandes
se les permitiría incluso tragarse a los más pequeños. Los tiburones verían esta práctica con agrado,
pues les proporcionaría mejores bocados. Los pececillos más gordos, que serían los que ocupasen
ciertos puestos, se encargarían de mantener el orden entre los demás pececillos, y se harían
maestros u oficiales, ingenieros especializados en la construcción de cajas, etc. En una palabra:
habría por fin en el mar una cultura si los tiburones fueran hombres.

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