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ANAI-HUA
lo saben?
com/e-temario-de-l ite ratu ra-
á5e sigue un orden cronolóSico en la narración de es pa%C3% B 1 olal 4-la- narrativa-
los hechns? Ejemplifica. del -si g lo-xx- hasta- 1 939/
rir
i -Í
Sufrié [a incomprensión de su familia resto de su volumefl, lr vibraban desvalidas ante Ios ojos.
por su vocación literana. Sus deseos
"¿Qué me ha sucedido )", pensó. No era un sueño. Su habitacién,
de viajar a Palestina se frustraron
debido a ios primeros síntomas de
una verdadera habitac,ón humana, si bien algo pequeña, estaba
tuberculosis, enfermedad que lo tranquilamente allí, ertre !as cuatro paredes bien conocidas.
llevaría a la mue¡'te años después" Encima de la rnesa, sob"e la que se hallaba colocado un muestrario
Antes de morir, expresó su deseo de paños desempaqur tados -Samsa era viajante de comercio-,
de que su obra fuera destruida; estaba colgada Ia fotc grafra que él había recortado hacía poco
sin embargo, su amigo Max Brod de una revista ilustraria y había colocado en un bonito marco
incurnp¡ié con esa indicación. dorado. Representaba :i una señora QUe, provista de un sombreno
con pieles, estaba se¡i lada con el cuerpo erguido y presentaba
al observador uR pesatio manguito, también de pie!es, en el que
había desaparecido po entero el anteb razo.
Su obra rnagistral es La metamortosis,
Sin embargo, ha escrito otras como La mirada de Gregor s€ dirigió entonces hacia la ventaná, v el día
América, El proceso, etc.
gris -se oía el golpetec de las gotas de lluvia contra la chapa del
alféizar- Ie Ilenó de nre lancolía.
"¡Dios bend¡to !", pensó" Eran las seis y media, y las agujas ForrnÓ Parte de los escritores
la media, eran que expresaban una visiÓn
ava nzaban tranquilamente, había pasado incluso
muy personal del mundo.
ya casi menos cuarto. ¿Tal vez no había sonado el despertador?
Desde la cama se veía que estaba puesto a su hora,
a las cuatro; o En sus obras, la memoria es la
posible
seguro que tannbién había sonado. sí, épero era
seguir que condiciona todo el relato,
que sacudía un simPle acontecimiento
durmiendo tranqu¡lamente sin oír aquel timbrazo
pero, en da origen a un conjunto de
los muebles? Bueho, su sueño no había sido tranquilo,
qué iba a recuerdos 1l Personajes que
ca!-nbio, probablemente había sido muy profundo. ¿Y configuran Ia historia"
para alca nzarlo,
hacer ahora? El tren siguiente salía a las siete;
tendría que darse una prisa absurda, y e! muestrario todavía " En busca del tiemPo Perdida
es su ohra más Portentosa, en
no estaba en la maleta, y é1, desde luego, no es que se
sintiera
lograra coger ese la que desarrolla como rradte
excesivamente acüvo y despejado. Y aunque
las bondades de la novela
pues el mozo
tren, el rapapolvo del jefe no había quien lo evitará, psicolÓgica"
altren de las cinco y habría
de la empresa habría estado esperando
jefe, sin
dado parte de su arlsencia hacía üempo. Él era esclavo del
ente rezatsin raciocinio.¿Y si dijese que estaba enfermo?
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Escritor írlandés, Fue el gran EI señor Leopoldo Bloom co nía con deleite los órganos interiores de
renovador de la narrativa del siglo besüas y aves. I...1
XX. Nacio en el seRo de una familia
acornodada" Recibió una formación En riñones pensaba mient as andaba por la cocina suavemente,
humanística producto de su preparándole a ella las cos;¡s del desayuno en la bande.ja abollada.
educacién neligiosa. Tuvo aficién por La luzV el aire en la cCIcina e an gélidos, pero fuera, por todas partes,
los idiomas, lo cual es aprovechado
hacía una suave mañana de ¡e!'ano. Un poco devacío en el estómago
en su actividad literaria y en su labor
le da ba.
oomo profesor"
La gata maulló desde la ffr€r a. lgual que como anda por mi mesa de
escribir" Frr" Ráscame la caL eza" Prr"
-Mn.
señor, esforzarse en hacer lo contrario; esto eS, en crear absurdos Novelista y dramaturgo
verosímiles para que parezcan verdaderos. Y permítame hacenle Estudió en las L¡n¡versidades de
observar QUe, s¡ esta es locura, es sin embargo la única razón de! Roma y Bonn, donde recibe la
influencia del Romanticismo. La
oficio de ustedes.
presiÓn paterna y la necesidad
() de conseguir éxito y dinero !o
EL DIRECTOR.- (Levantándose y mirándolo de hito en hito).¿Ah, sí? llevaron al borde del suicidio.
sus actores.) ¡Créaffie, se lo ruego, mi querido señor, que Ia profesión sanatorio" Esta pena solo la pudo
apaciguar con la literatura y slt
de cómico es una profesión nobilísima! Si hoy por hoy los señores
labor corno profesor. Aicanzó
comediógrafos nuevos nos dan para representar comedias estólidas fama mundial con sus obras
y títeres en vez de hombres, isepa usted que nos enorgu!lecernos de teatrales y, en J
haber dado vida -aquí, sobre estas tablas- a obras in!"nortales! gtqrgado el preff¡o Nobe! dg_
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Los actores, satisfechos, a prueba n y a pla uden a su Director"
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