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Tarea No 3 – 6tos. Derecho, Ingeniería, Arte. Análisis de Fausto.

El monólogo de la
noche.

Datos del encabezado:


Título de la tarea: Fausto como héroe cultural de la modernidad.
Nombre y apellido del o la estudiante.
Grupo y liceo.
En el correr de la semana agendaremos una fecha de teleclase por ZOOM para aclarar
y explicar la tarea, se debe entrar a la misma con la tarea leída.

A partir de la lectura del repartido a continuación de “Fausto de Goethe. La tragedia


del desarrollo” de Marshal Berman, realiza el siguiente análisis.

1. En el texto de Berman se realiza la siguiente afirmación: “Fausto comienza en una


época cuyo pensamiento y sensibilidad son modernos de una manera que los lectores
del siglo XX pueden reconocer inmediatamente, pero cuyas condiciones sociales y
materiales son todavía medievales; la obra concluye en medio de las conmociones
materiales y espirituales de la revolución industrial” (texto subrayado con resaltador).
Realiza una interpretación, teniendo en cuenta el monólogo de la noche, sobre qué
aspectos del personaje dirías que es “moderno” y en qué otros sus condiciones
“sociales y materiales son todavía medievales”.

2. En este mismo texto se cita el deseo que Fausto le trasmite a Mefisto. Analiza cuál
es este deseo y qué relaciones tiene con el desarrollo de la humanidad y el
autodesarrollo y cuál es su relación con el diablo en lo que respecta a este desarrollo.
(usa tu propio lenguaje al interpretar, no copies simplemente el texto, piensa qué
quiere decir y tradúcelo a tus palabras)

3. En el texto de Berman se enuncia que Fausto se ha cultivado su mundo intelectual


interior: “Los poderes de su mente, al volverse hacia el interior se han vuelto contra él,
convirtiéndose en su prisión. Lucha para encontrar la manera de que la abundancia de
su vida interior se desborde, se exprese en el mundo exterior a través de la acción.”
Busca en el monólogo frases o momentos que expresen esta idea, cítalas entre
comillas y explica tu elección.

4. ¿A qué se refiere Berman cuando habla de escisión fáustica? Explica


t

t. I¡,1, IAUSTO DE GOETHE: lil levto de Goetbe: h tragedia del desatollo 29


I,A TRAGEDIA DEL DESARROLLO
llnd, tacha a Fausto de símbolo de irresponsabilidad científica y de
indiferencia ante la vida: "La proposición faústica que nos hacen los
cxpertos es qu€ les permitimos echar sus falibles manos humanas a
Esu sociedad bwgaesa modema, que ha becho sl;rgir tat h eternidad, y ello no es aceptable" r. Mientras tanto, en el otro ex-
potentes medios de producción y de cambio, se aseÁeia al tremo del espectro cultural, un reciente número del tebeo Cdpitán
,ndgo qtle la no et cdpaz de dominar hs potencüs i,nfer_ Améri.ca presenta terribles designios del... Doctor Faustus), Este
nahs qrc ba desencadexado con s*s conitros.
"los
villano, notablemente parecido a Orson \ü?elles, planea sobre el puer-
Manifiesto comunis¡¡ to de Nueva York en un dirigible gigante. *Mientras miramos", dice
a dos víctimas indefensas e inmovilizadas, (esas letes que contienen
, iDios mío! ¡Esos ,nucbacbos de pelo hrgo ban perdido el mi ingenioso gas mental están siendo fi.jadas a unos circuitos espe-
control! ciales en el tubo de escape del dirigible. A unr orden mía, estos leales
Oficial del eiérciro de Alamogordo, (robotizados) agentes de la Fuerza Nacional comenzarán a inund¡r
Nuevo México, después de la explosión de la ciudad con é1, poniendo a todos los hombres, muieres y niños de
Ia primera bomba atómica en iulio de Nueva York baio mi CONTROL MENTAL ¿bsoluto". Esto sign!
1945 fica que habrá problemas: la última vez que el Doctor Faustus hizo
su aparición, con{undió las mentes de todos los norteamericanos, ha-
Somos sna época fáustica decidid¿ a encorrtrdt d Dios o ciéndolos sospechar paranoicamente de sus vecinos y denunciarlos,
¿l Di¿bh antes de imos,1 h eserciz inel*azble de Io a*_ generando el mac¿nismo. ¿Quién sabe lo que estará tramando aho-
téntico et ,tnettra túnba lhz,e pata abit h cetadu¡.a.
ra? Un reacio Capitán América ab¿ndona su retiro para enfrent¡rse
Norman Mailer. 1971 al enemigo.
"Y, por pasado de moda que pueda parecer", dice a sus
agot¿dos l€ctores de la década de 1970,
"tengo que hacerlo por la na-
ción- América nunca podría ser la tierra de los hombres libres una
Desde que existe une cultura moderna, la figura de Fausto ha sido vez que Faustus la hubiera sometido a su control vil". Cuando el vi
uno de sus héroes culturales. En los cuatro siglos transcurridos des- llano fáustico es aolastado fin¿lmente, la aterrorizada Estaua de la Li-
de el Faustbucb, deJohan Spiess en t58Z y la iragical bistory of Doc-
tor F4astas, de Christopher Marlowe, un año más tarde, la historia
ha.stdo contada una y otra vez, en todas las lenguas modernas, en
todos los medios conocidos, desde las óperas hasia .los títe¡es y los su inteligencia política, su sensibilidad y percepción psicológicas.
tebeos en rodas las formas literarias, desje la poesía lirica v la riaee_ Abre nuevas dimensiones a la moderna conciencia de sí mismo que (-
dia. teoJógico-filosófica y la farsa vulgar; ha reiultado ir.eriiibl" pt" ' emerge y qu_e el mito?e F"u@
todo trpo de anistas modernos de todo el mundo. Aunque la filura mensidad no sólo de su ¿mbición y sus alcances, sino también de su
de Fausto ha tomado muchas formas, prácticamenre ,i"-o." .i un visión genuina, llevó a Pushkin a llamarlo Ilíada de la vida mo-
{muchacho de pelo largo", un intelectuil inconfor-ista, un pe.sona_ r. "una
derna" El Fabaio de Goethe sobre el tema de Fausto comenzó al- ;

ie marginal y sospechoso. En todas las versiones, también, ia rrase_


dia o la comedia se produce cuando Fausto ' The Neu Yorker, 9 Ae abril de 1979, {Tdk of rhe rown*, pp.27-28.
"pierde el control" dejas 2 Captain Amei.a, r.. 236, Mervel Comics, agosto de 1979. Debo
energías de su m€nre, que-entonces pasan a aiquirir una vida propia, est¡ referenc¡a
e Marc Berm.n.
om4mrca y altamente explosrva. I Citado en Gcorg Lukács, Goethc ard. bis age, Budapest, 1947, traducido al in-
Casi cuatrocientos años después de su debut, Fausto sigue atra_ glés por Roben Anchor, Merlin Press, Londres, 1968, y Gross Er Dunlap, Nucva
yendo la imaginación moderna. Así, la revista The Neu yárker, en York, 1969, p. r57.1999tb) tu l4g.Barcelona, Grijalbo, 19721. Esre libro mc pa-
un editorial antinuclear, iusto después del accidente de Three Mile Is- rece fa meior obra de Lukács, después de Hisrorü I concienciz de clzse, de toda su \
Marsb¿ll Berman /l/ Fausto le Goethe: la tragedia del desanollo 31

rededor de 1770, cuando tenía veintiún años, y continuó intermr¡en- linidas y universalmente anheladas: dinero, sexo, Poder sobre los
temente durante los sesenta años siguientes; ná consideró que la obra otros, f;ma y gloria. El Fausto de Goethe le dice a Mefisto que
estuviera terminada hasta 1831, un año antes de morir a la edad de sí desea todo esó, pero que esas cosas no son en sí mismas lo que él
ochenta y tres años, y ésta no apareció en su totalidad hasta después
de su muerte a. Por lo tanto la obra estuvo en elaboración durante
(luiere:
o-/rlnr.- J'f;rL-
una de las eras más turbulentas y revolucionarias de Ia historia del Ya lo oyes que no se tráta de gozar. Yo me entrego al torbellino, al placer
mundo, Gran parte de su fuerza procede de esta historia: el héroe de rnás doLorosá, al odio predilecto, al sedante enojo. Mi pecho, curado ya del
i Goethe y los personaies que lo rodean sufren, con gran intensidad ¡fán de saber, no ha de cerrarse en adelante a ningún dolor, y en mi ser ín-
,,I, personal, muchos de los dramas y rraumas de la hisroiia mundial por rimo, quiero gozar lo que de toda la Humanidad es Patrimonio, aPrender
con mi espíritu así lo más alto como lo más bajo, en mi pecho hacinar sus
i losrque at.arresaran Goethe y sus contemporáneos; todo el desarrgllo
'V'Idelaobrarepresencael lrienes y sus males, y dilatar así mi propio yo h¡sta el suyo y al fin' comy',,
desarrollo más vasto de l" so"i!Jll'i-""id.trt"l. s'r
d
clla misma, estrellarme también (1765-75) ni!::.;,:
son modernos de una manera que los lecrores del siglo XX pueden re-
Lo que este Fausto desea para sí es un Proceso dinámico que incluya , , L
I
- conocer inmedia¡amente, pero cuyas condiciones sociales y materia-
l.'"-.1--.-i-.*._--l--.-i-_t.-'l¡--_ I|
todas las formas de la experiencia la alegría
humana, tanto _--i _ como la '-"'
,' .,res ron tooavla medt€vales; ta obra concluye en medlo de las conmo_ . 1i_ r r. --- 'f
cionesmaterialesyespiritualé-lilJieuoluilólind"strial.Comñnza I desgracta, y que las asrmrle al creclmlento lntlntto ce su Personálr-
-.
' ' en_la solitaria habiración de un intelectual, en la esfera abstracta y ais- \ d"¿; lr"it" la autodestrucción será parte integrante de su dg-s3L-rollo'.
Una de las ideas más originales y fructíferas del Fdasto de Goethe
, lada del pensamiento; finaliza en medio de la amplia esfera de la pro- cs la idea de una afinidad entre el ideal c-ultural del aztodqsarrollo y
ducción y el intercambio, regida por organizaciónes complejas y gi-
gantescos órganos corporativos que el pensamiento de Fausto está cl movimiento social real hacia el desarrollo económico, Goethe cree
ayudando a crear, y que le permiten seguir creando. En la versión de que estas ilos fóimás.de disarrollo deben aproximarse y fundirse en
Goerhe del tema de Fausto, el sujeto y objeto de la transformación una sola antes de que cualquiera de estas dos Promesas arquetíPica-
nq_ef _!llgl4rnS.$!_ql_ hÉro.._:ll" SL4u-A4o_ enrgro. El foiiii {e'Co"-
. mente modernas pueda realizarse. El único modo de que el hombre
.

the expresa y dramatiza el proceso porel cual,-a finales del siglo x-vtII
! moder.to se transforme, como descubrirá Fausto y también nosotros,
i y comienzos del xIx, hace sü apa.ición'un siiiema r fcs transformando radicalmente la totalidad del mundo físico, socidl
-rrndiJcaracte- f ' ly -o.'l-in-q*_,uiv. 1. El h¿róe A; cóilh; é' t'"óiéó póiqué.libe'a
rísticamente mod€rno.
La fuerza vital que anima al Fausto d.e Goethe, que lo disdngue lnifrás-humanas reprimidas, no sólo en sí mismo, sino en
,
' de sus "'rormls
predecesores y que genera buena parte todos aquellos a los qu€ toca, y finalmente en ¡oda la sociedad que
de su iiqueza y dina- moral, ¡'
''.,., mismo, es un impulso que llamaré el deseo de desaTyollq. El Fausto lo rodea. Pero los grandes desarrollos que inicia
-intelectual,
cconómico, iocial- terminan por exigir grandes costes humanos. 11 "
de Goethe t.ata d" ."p[i"", d.tio i iu-Ii"6iói-ná-es nada fácil
"rt.anteriores de Fausto habían vendido
de explicar. Las encarnaciones Aquí reside el significado de la relación de Faus¡o con el diablo: los.J,
.
sus almas a cambio de ciertas cosas buenas de la vida claramente de-
u En l¡s citas de F¿¡s¡o los números designan las líneas. Aquí y en general he uti-
lizado l¡ r¡ducción de \lalter Kaufmann (Nueva York, Anchor BooL!, 1932). Oce-
época comunista. Los lectores de Goe¡áe , st época reconocerán que buena parte del sion¡lmente me he valido de la versión de \üalter Arndt antes citada y de la de Louis
situiente ens¡yo es un diálogo con éste. M¡cNeice (1951; Nueva York; Oxford University Press, 1961). Algunas veces he he-
a Después de la versión supuesrament€ completa publicada
en 1832, durente todo uho mis propias traducciones, utiliz¡ndo el texto tlemá¡ de Faust: Eine Tragídie, edi.
el siglo xlx siguieron apareciendo fragmenros adicionales, frecuentemente exrcnsos y r:rdo por Hanns \?. Eppelsheimer, Munich, Deutscher Taschenbuch Verlag, 1962.
brillantes. Par¿ una breve historia de las muchas etapas de la composición y publica- + He utilizedo Ia treducción en prosa de Rafael Cansinos Assens, Grandes Clási
crón de Fausto, véase la excelente edición crítica de V¡lter Arndt v Cvrus H¡mlin. eos Universales, Círculo de Lectores. Berm¡n utiliza una versión inglese en verso Le
' Nonon, 1976. pp. 346-J55. Esra edición. traducida por Arndt y edii:da por Hamlin, rr¡ducción de l¡s cit¡s breves interc¡lad¡s es mía La numeración al pie de las cr¡¡s co_
contiene abundente material de fondo y muchos y sagaces ensayos críticos. rrcsponde a la versión inglesa utilizada por Berman [N.T.].
32 ^ I I l:us¡o de Goetbe: h tragediz del desarollo
U"rsh¿ll Betman 13

poderes humanos sólo pueden desarrollarse mediante lo que Marx lla- trxla la parafernalia de una lograda vida intelectual. Y, sin embargo,
maba {las potencias infernales", las oscuras y pavorosas ;nergías que trrlo lo que ha obtenido suena a hueco, todo lo que lo rodea tiene
pueden entrar en erupción con una fuerza más ajlá de todo'control cl aspecto de un montón de deshechos. Habla interminablemente
humano. El Faasto de Goethe es la primera tragedia del desanollo y lrnsigo mismo y dice que no ha vivido en absoluto.
sigue siendo la meior. Lo que hace que Fausto sienta sus triunfos como trampas es que
La historia de Fausto se puede seguir a través de tres meramor- h¡sta ahora todos ellos han sido triunfos del mundo interior. Duran
fosis; emerge primero como- el Soñad1r, luego, gracias a la media_ tc rños, tanto mediante la meditación como la experimentación, la lec-
ción de Mefisto se transforma en el Am*t., y iirr"l"rn.n,", mucho des_ tura de libros y el uso de drogas un humanism en el sentido más
pués de concluida la tragedia del rmor, alcanzará el clímax de su vida -es ha hecho todo lo que estaba
vcrdadero; nada humano le es ajeno-,
como el Deserrollista. r ¡ su alcance para cultivar su capacidad de pensamiento, sentimiento
.r '
-)f,, - " .,,.1 ;u:^\aQ"r
\+i''"'h' {
y visión. Y sin embargo cuanto más se ha expandido su mente más
¡rrofunda se ha hecho su sensibilidad, más aislado se encuentra y rnás
"r &^,,rr¡{,:sQ.. sc ha empobrecido su relación con la vida exterior, con las demás per-
PRIMEM METAT{ORFOSIS: EL SOÑADOR sonas, la naturaleza e incluso con sus propias necesidades y poderes
xctivos. Su cultura se ha desarrollado apartándose de la totalidad de
Cuando se levanta el telón 6, vemos a Fausto solo en su habitación, l¡ vida.
ayanzada la noche; se siente atrapado. .Ah,
¿todavía soy Drisronero Vemos a Fausto invocando sus poderes mágicos y ante sus
de esta cárcel? Este maldito y teirible agujero en.l (y nuestros) ojos se despliega una maravillosa visión cósmica. Pero re-
-u'rol.. En fio,
afuera hay un mundo vasto" (398-99, 41g). Ésta escena debería chaza el destello visionario:
sonar_ "¡Un gran esp€ctáculo! Sí, pero sólo un
nos: Fausro forma parte de una larga sucesión de héroes y heroínas cspectáculo.> La visión contemplativa, ya sea mística o matemática
modernos a quienes, en medio de la noche, err"orrt."mo, hablando (r ambas), mantiene alffglglgf q_99_ jqluCar- -el_lqea! d9-!.99p9-9.t3dol
consigo mismos. Habitualmente, sin embargo, el que habla es joven, pasivo, Fausto anhela una conexión con el mundo que sea más vital
pobre, sin experiencia: de hecho, forros"-Jnt. p.iuado de expenen_ y, a la Yez, más gqt&x J-e9!¡y4
- cia por.las barreras sexuales, clasistas o raciales de una socied¿á cruel.
íllr1, !a.utt"_"" sólo es de mediana edad (es uno de los primeros héroes ¿Cómo te he de aprehender, Natu¡¡leza infinita? ¿Cómo a vosotros, ¡oh pe-
mediana edad de la literatura moderna; el capitán-Aiab podría ser r:hos!...? ¿A vosotros, venero de toda la vida, de los que cuelgan cielo y de-
",Q¡.deel srguiente), sino además tiene casi tanto éxito como pueie renerlo rra, a los cuales el mustio pecho tiende? (455-60).
un hombre de mediana ed¿d en su mundo, Se l" .a"oio".
como doctor, abogado, teólogo, filósofo,. hombre de cienciá," "".,-" [.os poderes de su mente, al volverse hacia el interior, r. h- o'uelto f '(ffi'
profe_
sor y administrador. Lo enconrramos rodeado de libros heÁosos contra é1, convirtiéndose en su prisión, Lucha para encontrar la ma- n-'' 1'
y
raros, manuscritos, pinturas, diagramas e instrumentos científicos: n".a de que la abondancia de su vida interior se desborde, se exprese átt-"
cn el mundo ext€rior a üavés de la acción. Hoieando su libro mági-
(o, encuentra el símbolo del Espíritu de la T¡g_r1y de inmediato,
" Esto no es del todo cieno. En 1798 y 1299, Goerh€ ins€rtó antes de esta prrmer¡
etcena (.Noch€,) un
"P¡eludio en el reetro, y un .prOlogo en el paraiso", ,o,¡¡r"n_ Ya siento que mi fuerza se acrece, ardo ya cual si hubiere bebido un vino
do entre ambos ¡lrededor de 350líneas. Aperin,"-.n,. .l"o¡jo;"o
nes fue servir de marco, diluir l¡ á¡ida inl"ria.a
d";;1:"'ir""r",._ nuevo. Con ánimos me siento para aven¡uraÍne en el mundo, cargar sobre
a. l" p.;-.r"
Brecht llamó un efeoo de alienrción entre el púbü"" y b: "*Lr,'.** l" q*
imp;ls;;;*iil.l ¿a f,¿-
mí el dolor y la diche terrenos, bregar con tempestades y no cejar en medio
roe. El delicioso, pero fácjlmente olvidable pietrai", qu. del fragor del naufragio (462-67).
representaciones, consigue esta fin¿jidad; el inohUrble """iii"_pá ".-orn]. "n
f".
erOlogo, qle *....rr. O¡".
y ar or¡bto, ct¿ramente no consigue generar alienacicin, y únicamenie
.stim,rt¿ ,,..",.o Invoca al Espíritu de la Tierra y, cuando aparece, afirma su paren-
¿pento d€ c¡ra a I¡s rnrens¡d¡d€s dc la .Noch€,-
tcsco con él; pero el espíritu se ríe de él y sus aspiraciones cósmicas
J4
¡ Marshall Berm¿n I I ltllrsto de Goethe: h tragedia del desatrollo 35

y lc dicc que tendrá que encontrar un espíritu que esté más cerca de ||rnr¡lnticismo internacional. Pero su resonancia es más significativa
su tamaño real, Antes de desvanecerse de la visión de Fausto, el Es- crr bs países social, política y económicamente
"subdesarrollados".
, píriru de la Tierra le lanza un epíteto burlesco que tendrá mucha re- I.os intilectu¿les alemanes contemporáneos de Goithe fucron los p-ri-
, I sonancia en la cultura de los siglos futuros: übermenscá, nsuperhom- r¡cros cn ver su sociedad de esta manera, al compararla con Inglate-
i. bre'. Acerca de las metamorfosis de este símbolo se Dodría; escribir r r'.r, con Francia, con la América en expansión. Esta identidad .sub-

tratados completos; lo que aquí imporra es el conteito metafísico y ¡lcs¡rrrollada" fue unas veces fuente de vergüenza, otras (como en el
. . moral en que hace su primera aparición. Goethe da vtda aI über- r orrscrvadurismo romántico alemán) fuente de orgullo y, la mayoria
" mensch no tanto para expresar los esfuerzos titánicos del hombre ¡no- rlc las veces, una voluble mezcla de ambas. Esta mezcla se dará a cor¡-
derno, como para sugerir que buena parte de estos esfuerzos están trrr¡¡ción en la Rusia del siglo XIX, que examinaremos en detalle más
mal enfocados. El Espíritu de la Tierra de Goethe le está diciendo a richnte. En el siglo xx, los intelectuales del Tercer Mundo, porta-
' Fausto: ¿Por qué no luchas por convertine más bien en un Menscb, rlr¡rcs de unas culturas de vanguardia en unas sociedades atrasadas,
. en un auténtico ser humano? Ir.rn bxperimentado la escisión fáustica con especial intensidad. Su an-
, Los problemas de Fausto no son sólo suyos; son la expresión dra- ¡,,rrstia interior a menudo ha inspirado visiones, acciones y creaciones
l.'l mática de tensiones mayores que agitaban a todas las sociedades eu- ¡ cvolucionarias l como le ocurrirá al Fausto de Goethe ¿l finalizar la

. ropeas en los años anteriores a las revoluciones francesa e industrial. rcgunda parte. Sin embargo, con la misma frecuencia, ha llevado so-lc¡
. La división social del trabajo en la Europa moderna temprana, desde l,r¡ncnte a caminos sin salida de futilidad y desesperación, como le(".
el Renacimiento y la Reforma hasta la época de Goethe, produ¡o una ocurre a Fausto al principio, en las profundidades solitarias de la ) ,,
lclase numerosa de produclores de ideas y cultura relativamente in- " Noche".
-. f dependientes. Estos especialistas artísticos y científicos, .iurídicos y fi-l A medida que avanza la vigilia de Fausto esa noche, la caverna de
losóficos, han creado a lo largo de tres siglos una cultura moderna rrr mundo interior se hace más oscura y profunda, hasta que final-
brillante y dinámica. Y sin embargo, la propia división del trabajo nrcnte resuelve darse muerte, encerrarse de una vez por todas en la
que ha hecho posible la vida y el empuje de esta cultura moderna, tr¡r¡r[ra en que se ha convertido su espacio interior, Toma u¡ jr4sco
ha mantenido también sus nuevos descubrimientos y perspectivas, su rlc ueneno. Pero iustamente en el momento de su negación más te-
riqueza potencial y su fecundidad, separados del mundo que los ro- ru brosa, Goethe lo rescata, inundándolo de luz y afirmación. Toda
dea. Fausto ayuda a crear y participa de una cultura que ha explora- l¡ habitación se estremece, fuera hay un tremendo repique de can'-
do la riqueza y la profundidad de los deseos y sueños humanos mu- ¡r,rrras, el sol se leyanta y un gran coro de ángeles prorrumpe en cán-
cho más allá de las fronteras clásicas y medievales. Al mismo trempo, tir,rrs: es el Domingo de Resurrección, .¡Cristo ha resucitado de l¿s
forma parte de !¡a-¡gqtqded.e$ryada y cerrada que está todayía en- r.¡rtrañas de la muenelo, dicen.
"¡Sal de tu prisión, regocíjate en este
quistada en unas formas sociales medievales y feudales: formas tales rlr¡!". Los ángeles continúan cantando, el frasco se desliza de los la-
conro la especialización gremial, que lo mantiene y mantiene sus ideas l,ios del hombre condenado, y se salva. Este milagro siempre ha sor-
bajo llave. Como portador de una cultura dinámica en el seno de una ¡'r'cndido a muchos lectores que lo consideran un truco burdo, un
sociedad estancada, está desgarrado ea¡ry, l¿L y5!4-!a¡-qri9-¡ y !a exqg- Jtts ex macbina arbitrario, pero es más compleio de lo que parece.
rQr. En los sesenta años que tarda Goethe en terminar Fausto, los | ,, que salva al Fausto de Goethe no es Jesucristo: se burla del con-
intelectuales modernos encontrarán sorDrendentes formas nuevas de tc¡riclo manifiestamente cristiano de lo que oye. Lo que llama su aten-
romper su aislamiento. Esos ¿ños verán cl nacimienro de una nueva , r,'r¡ cs algo muy diferente:
división social del trabajo en Occidente, y con ésta, nuevas relacio-
nes y, como veremos, trágicas- entre el pensamrento y, rin embargo, acostumbrado desde chico a oír ese repique, me hace aún aho-7
y la -arriesgadas
vida política y social. r,t voñer alá vida. (769-770). f ¡t
.i La escisión que he descrito en el Fausto de Goethe está muy cx-
tendida en la sociedad europea y será una de las fuentes primarias del ls,rs campanas, como las visiones, sonidos y sensaciones, aparente-
I

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